Segunda parte
El día siguiente amanecía claro y soleado en el aeropuerto de Okinawa. Takato, Henry y Kai, el primo de Takato, ya estaban en la puerta de embarque de un avión con destino a Tokio. Kai, dijo a su primo:
Oye, y si vamos a pasar el resto del verano en Odaiba, ¿para qué demonios vamos a pasar por Shinjuku?
Ya te lo he dicho, primo, para recoger unas cosas en mi casa. Además, mi madre quería que fuésemos a comer a su casa. Dice que tiene ganas de verte.
Odaiba debe ser un sitio fantástico...con su bahía y su playita... - comenzó Henry.
Tranquilo, iremos a la playa - dijo Takato.
¿Qué? Pero si yo no he dicho nada de eso...
Como si sí, además, sé exactamente con quien te gustaría ir...
No sé de qué me hablas... - dijo Henry, sonrojándose.
Si quieres la llamamos para que venga con nosotros alguna vez.
No, por Dios. ¡Deben de ser unas vacaciones sólo para nosotros! ¡Sólo de chicos!
¿De qué habláis? - preguntó Kai.
¡De nada, de nada! - contestó Henry.
Ya, ya...oye, Takato, ¿y si llamásemos a Jen? ¿Eh? - dijo dirigiéndole una mirada burlona.
¡Je! - rió poniéndose MUY rojo - ¡Pero si Henry dijo que...
Ya, ya... - dijo Henry - Lo estás deseando...
No, no...¡bueno, ya nos toca embarcar!
Entre tanto, en casa de los Nonaka...
Ay...tardes como la de ayer son muy raras... - se decía Rika, poniéndose la toalla tras salir de la ducha, y dirigiéndose hacia su habitación para vestirse - y lo mejor es que hoy le veré otra vez...parece mentira, pero Ryo es realmente maravilloso...con esa sonrisa suya, y esa mirada tan penetrante...deja a una paralizada... - terminó ya de vestirse, aquella mañana había optado por una pantaloneta vaquera y una camiseta de tirantes blanca, y se dirigió a prepararse el desayuno ella sola, como ya tenía costumbre de hacerlo, pero al llegar a la cocina...
¿Mamá? ¿Qué haces aquí?
Bueno, hoy no tengo trabajo. Es mi día libre...toma, tostadas con mermelada de fresa silvestre, y un vaso de leche.
Gracias - dijo mientras pensaba "esto me suena de algo...oh, claro, era lo que Ryo me daba de desayuno cuando estuve enferma,,, " - Qué majo - dijo en alto.
¿Qué? ¿Quién?
¿Eh? ¡Nadie, nadie, cosas mías!
Hablarías de Ryo-kun ¿verdad?
¿Qué te hace pensar eso, si se puede saber?
No sé exactamente, pero no me extraña que te guste, por lo que vi hace tres años era un chico muy guapo, y seguro que ahora lo es mucho más.
¿DE DONDE SACAS ESA ESTÚPIDA TEORÍA?
Hija mía, sé más de estas cosas de lo que piensas...al contrario que tu padre, ese chico parece mejor persona, se puede confiar en él ¿me equivoco?
No, en eso no te equivocas... ¿qué decías de mi padre?
¿De tu padre? Yo no he dicho nada de él...
¡Sí que lo has dicho! Has dicho que Ryo parece mejor persona que él.
¿Yo? ¡Qué va, hija!
¡Aighs! Bueno, lo hayas dicho o no, creo que tengo derecho a saber algo sobre él ¿no? No sé ni su nombre.
Ay, Rika, te aseguro que ese tema no te interesa...además, no quiero hablar de ello...luego tengo que comprar unas cosas en el supermercado ¿me acompañarás?
Claro...y creo que deberías contármelo. Dime al menos su nombre...
Está bien. Se llama Jyusuke Nonaka. Y no preguntes más.
Está bien, tranquila. Bueno, voy a ir recogiendo los restos, ya he terminado.
¿Te gustó?
¡Claro!
Muy bien. Yo también iré recogiendo, cuanto antes vayamos al supermercado, mejor.
Más tarde, en el supermercado...
¿Qué azúcar cojo, hija? ¿Cuál crees que será mejor?
Eso deberías saberlo tú, pero como nunca te dignas a pasar por casa...
Deja de regañarme y dime cual cogéis la abuela y tú.
Esa de ahí, la del envase azul.
Muy bien...por cierto, Rika, les he enseñado algunas fotos tuyas a mis fotógrafos, y dicen que tú valdrías para modelo ¿tú qué piensas?
¿Yo? ¿Y me lo preguntas? Ni de coña, vamos.
Qué pena...
¡Rika! - dijo una voz de chico detrás suya y de su madre. Rika se giró, y sonrió al ver quien era:
¡Ryo! Qué casualidad encontrarte aquí... ¿quien es el que está donde los platos precocinados? Me suena de algo.
¡Es mi padre! ¡Ah! Hola, señora Nonaka.
¡Ryo! Vaya, qué crecido estás ¿no? Y qué guapo.
Su hija sí que está guapa, señora Nonaka.
¡Ryo! - le reprendió Rika.
¡Hijo! - comenzó el señor Akiyama dirigiéndose a Ryo - ¡Venga, coño, vamos a por lo demás y... ¿Quienes son ustedes?
Papá, ella es Rika, y la otra...
¡Así que tú eres Rika! - dijo Maoko, estrechándole la mano - ¡Maoko Akiyama, encantado! ¡Y tú debes ser su hermana mayor! - dijo estrechándole también la mano a Miyuki, que sonrió y dijo:
¡No, no! ¡En realidad soy su madre! ¡Me llamo Miyuki!
¿En serio? Disculpe...como se ve tan joven.
¡No se preocupe, por favor! Eso le ocurre a todo el mundo, como tuve a Rika con diecinueve años...
¿Ah sí? Vaya... - comenzó a hacer cuantas mentalmente "si tenía diecinueve años, y la hija tiene trece...Miyuki tiene ¡treinta y dos años! - ¡Qué joven! ¿Y su marido es de su edad? - ante aquella pregunta, Ryo se llevó las manos a la cabeza, avergonzado por su padre, y Rika se quedó de un aire.
Eh...en realidad...no estoy casada... - miró a Rika de reojo, la cual parecía estar esperando algo más aunque por otra parte, esperaba a ver si su madre tenía el morro de decírselo a él, y a ella no- Mi pareja me abandonó cuando se enteró de que estaba embarazada...
Uy, perd...
Así que era eso ¿eh? - dijo Rika - Se lo cuentas a él, que lo acabas de conocer y a mí no, que soy tu hija.
Eh...Rika-chan, yo... - dijo Miyuki, agarrándola del hombro. Ryo asesinaba a su padre con la mirada.
¡Ni Rika-chan, ni leches, siempre estás ocultándome todo sobre mi padre y más cosas! ¡Me largo! - dijo, pegándole un manotazo a su madre, y yéndose airadamente hacia la puerta del supermercado.
Caray.... - comenzó Maoko - yo no quería...
Tú eres muy tonto papá. Te parecerá bonito. Voy a ver si puedo hacer algo... ¡Hasta pronto, señora Nonaka! - y se fue tras la chica, entre que ella ya estaba fuera.
Jodeeeeeeeeeeer... - seguía el señor Akiyama - señora Nonaka, yo...
No se preocupe, mi hija es así, incluso ya de pequeña solía escaparse de casa sin avisar...además, la comprendo, acabándose de enterar de lo que se ha enterado... No se preocupe, bueno, seguiré haciendo la compra. Mucho gusto.
Lo mismo digo.
Ya en la calle, en un banco del parque, Rika permanecía sentada y sola, con la mirada triste, y los ojos rojos de haber llorado.
Rika... - dijo Ryo, sentándose junto a ella.
¿Tú te crees que es normal? ¡Lleva ocultándomelo toda mi vida, y ahora se lo dice a tu padre como si nada!
Puede que no lo haya hecho antes porque le resulte duro...
¡Pero se lo ha dicho a tu padre sin ningún miramiento! ¡Es una estúpida! - y comenzó a llorar.
Venga Rika - dijo abrazándola - tranquilízate, por favor, no llores más, se te estropearán tu preciosidad de ojos.
Tú eres el único en quien puedo confiar Ryo, eres la única persona que me importa en este mundo...eres la persona a quien más aprecio.
Todo ha sido culpa de mi padre, Rika, él no debería haber preguntado.
No digas tonterías, Ryo.
No son tonterías, es más, la culpa es mía, tendría que haberle dicho a mi padre que tú no conocías al tuyo.
Ryo-kun, no seas idiota, por favor. Mi madre tiene la culpa de todo, porque me ha ocultado una parte de mi vida.
Rika...me has llamado ¿Ryo-kun?
¿Lo he hecho?
Eh...bah, déjalo. Y no te preocupes más por lo de tu madre, un error lo puede tener cualquiera, y piénsalo, después de todo es tu madre. Mi padre me ha hecho cosas peores (qué mentiroso soy, si he sido yo el que se las ha hecho) y no por eso le odio.
Tienes razón, Ryo - contestó Rika, secándose las pocas lágrimas que quedaban en sus ojos - gracias - y le besó en la mejilla con afecto y cariño.
No es nada... ¿te gusta estar abrazada a mí, por cierto? Porque normalmente ya me hubieses dicho algo como "¡Quítame las manos de encima"! o "¡Suéltame o te meto un zurriagazo!", pero en cambio, aún estás entre mis brazos...
Eso es porque eres muy cálido...me gusta estar así contigo, estar tan cerca de ti como para... sentir tu respiración...oír tus latidos... ver brillar tu sonrisa y... admirar tu mirada. Tal y como estoy ahora.
Lo mismo digo, Rika, solo que a mí, con tu mirada me bastaría...para mí es como toda una vida... - tras una mirada fugaz cargada de sentimiento, acercaron sus caras, y comenzaron a besarse con romanticismo. Entre tanto, más atrás...
Estos aviones de ahora son la leche, te dejan en la mitad de tiempo que antes... - decía Takato, alegre.
Ya te digo, hemos tardado súper poco... - agregó Kai.
Hey, esa chica de ahí ¿no es Rika? - preguntó Henry, ilusionado.
¡Es verdad! Parece estar abrazando a alguien. Será Jen, son buenas amigas ¿no, Henry? - el chico de pelo azul, que seguía observando a Rika, vio algo más, a Ryo, y estaba besándose con Rika...Henry se quedó blanco y dijo:
...Ta...ka...to...creo que...te equivocas...es...Ryo...y él y Rika...están...están...
¿Eh? ¡Es verd...! - Kai le pegó un codazo- No... no creo que sean ellos, Henry, además... Ryo vive en Fukuoka.
Gracias por tu...apoyo, pero creo que...sí que lo son... vámonos de aquí, por favor - Takato y Kai asintieron, y comenzaron a caminar. Henry iba delante, más triste que nunca.
Aun así, aunque lo fuesen, Wong - comenzó Kai - no significa nada, puede que sólo sea por diversión, o que él se haya aprovechado....aunque también lo que dice Takato es verdad, Ryo vive en Fukuoka.
Ten esa esperanza, Henry, por favor - suspiró Takato - no quiero verte triste por algo que seguramente no sea nada en realidad - Henry se paró en seco, se giró y dijo, con una sonrisa:
Tienes razón, Takato, eres un buen amigo - sonrió Henry.
No es nada - contestó Takato.
Horas más tarde, Rika llegaba a su casa. Su madre, que parecía estar esperándola, se abrazó a ella fuertemente, y le dijo:
Rika-chan, por favor, perdóname por lo que te he hecho. En realidad, no sé por qué se lo dije a Maoko, me inspiró confianza, y...
No te preocupes, mamá, en verdad la que lo siente soy yo, no tendría que haberme ido de esa manera.
No, hija, no fue culpa tuya... ¿me perdonas?
¡Claro que sí, so boba!
Gracias...por cierto, ese Ryo...
¿Qué pasa con Ryo-kun?
Es una excelente persona. Nada más irte tú, salió corriendo en tu busca, estaba muy preocupado por ti. Creo que, si decides tener novio, debería ser él, porque es una persona excelente, sin embargo...
¿Sin embargo, qué?
Ten cuidado de que no te pase como a mí, que se aproveche, te quedes como me quedé yo, y luego se largue.
¡Por Dios! ¡Que tengo trece años! ¡No voy a quedarme embarazada de Ryo! Además, bien sabe que si me deja tirada, me lo cargo a las primeras de cambio. Y por otra parte, Ryo y yo SÓLO somos amigos. - finalizó, pensando "con derecho a roce, pero amigos".
Bueno, sí, tienes razón, sólo digo que no permitas que se aproveche de ti.
Tranquila, joé, que no soy estúpida.
Bueno, como quieras. Por cierto, Rika... - en aquellos instantes, sonó el teléfono. Rika hizo caso omiso de su madre, y fue a cogerlo. La madre se quedó pensando "Vaya, y yo que iba a contarle todo sobre su padre...bueno, tal vez sea mejor así" y abandonó la sala para servir la comida. Entre tanto, en casa de los Akiyama...
¡Ya estoy en casa! - anunció Ryo, cerrando la puerta. Su padre, se abalanzó sobre él:
¿Qué ha pasado? ¿Rika está bien? ¿La he cagado mucho? ¡¡¡DÍMELOOOOO!!! - gritó, zarandeando a su hijo.
¡Joder, tranquilízate primero!
Vale, bien, ya estoy tranquilo.
Encontré a Rika, y bueno, todo ha ido bien, comprendió que su madre no tenía la culpa, y la va a perdonar. Y no la has cagado, tranquilo, ella no lo piensa, y Miyuki tampoco creo que lo haga...
Qué alivio...
Pero yo sí que estoy enfadado contigo ¿a quien se le ocurre preguntar semejante cosa? La próxima vez que nos las encontremos, ¡permanece callado!
Claro, claro, está bien...hey, un segundo, ¡que yo soy tu padre! ¡Tú a mí no me mandas!
A ver si te voy a castigar, por rebelde...
¡Sí, hombre! ¡Vete a comer de una vez y cierra la maldita boca!
¿Qué vas a hacerme?
Pues...¡no dejarte esta tarde la casa!
¡En ese caso, me las apañaré para que los Nonaka piensen mal de ti! ¡Les diré que fuiste...gigoló!
¿Pero tú que te has creído?
Si me dejas la casa a la tarde, y permaneces callado, a menos que yo te deje que hables, me callaré e iré a comer.
¿QUÉ? Esto es increíble...está bien. Cumpliré tus condiciones.
Así me gusta...
¡Pero no vuelvas a mandar en mí!
¡Claro, tranquilo! - dijo, entre que se sentaba en la mesa a comer, pensando "¡Qué fácil es manipular a este hombre!"
Las horas pasaron, y ya hacia las cinco menos veinte, Rika tenía por primera vez cierto problema:
¿Qué demonios me pongo para esta tarde? La falda no, me la puse ayer, el pantalón corto, esta mañana... ¡mierda! ¿Con qué demonios podría estar bien para Ryo?
¿Problemas con la ropa, Rika-chan? - preguntó Miyuki.
Pues sí.
Has quedado con Ryo ¿verdad?
Claro ¿con quien si no?
No sé, igual habías quedado con Jen-chan. Como te ha llamado antes...Deberías quedar también con ella, es una buena chica. ¿Qué excusa le has dado?
Que ya había quedado. Es lógico ¿no crees?
Y ni le has dicho con quien, ni mucho menos le has invitado a ir con vosotros ¿verdad?
Exacto ¿qué pintaría?
Hija, es que en ese caso...
¡Me da igual que esté mal!
No, no es eso. Decía que en ese caso, ese chico te gusta ¿verdad?
No digas tonterías, por Dios.
No son tonterías. Esta mañana, de repente sueltas un "qué majo", luego le llamas Ryo-kun delante mía, y ahora tienes problemas para elegir la ropa.
¡Pues ya no! ¡Me pongo lo mismo que a la mañana, y a correr! ¡Y déjame, que tengo que cambiarme!
Pero si ya estás vestida.
¿Qué? Bueno, ¡pero no pretenderás que vaya con el mismo peinado de siempre!
¿Y ahora te preocupas por tu pelo? Esto es más grave de lo que pensaba... ¿te dejo mi pintalabios?
¡Antes muerta que maquillada!
¿Y mi brillo?
Bien, eso sí.
Pues sigue siendo maquillaje.
¡Pero no es lo mismo! Déjame tranquila de una vez.
Está bien, hija ¿a qué hora volverás?
A la de siempre, ya sabes.
Vale, pero si te invita a cenar o a pasar la noche en su casa, no hace falta que llames, porque te dejo ¿OK?
No pienso aceptar ese tipo de invitaciones, así que tranquila.
Lo que tú digas, hija. Me voy a dar una vuelta con tu abuela ¿OK?
Sí, adiós.
Adiós - contestó Miyuki desde la puerta de salida. Rika, comenzó rápidamente a hacerse un moño, tipo de los que se hacía su madre, y se apropió de uno de sus brillos de labios. Mientras que se lo ponía, pensaba "No me reconozco a mí misma, en mi vida he hecho esta tipo de cosas..." Uno o dos minutos después, Ryo tocó el timbre de la casa.
¡Ya voy! - gritó Rika, entre que guardaba el brillo en el armario de su madre. Seguidamente, se puso su cazadora y salió afuera, donde ya estaba Ryo, sentado en el borde del estanque del jardín.
¡Hola, Rika! ¡Hey, estás muy guapa! ¿Qué te has dado en los labios?
¿Yo? Nada... - cerró la puerta de la casa con llave, y se sentó junto a Ryo.
¿Te gusta nuestro estanque?
Sí, es muy bonito...Mi casa te va a parecer una mierda, comparada con esta.
No lo creo. A veces me gustaría tener una casa más...normal ¿vamos?
¡Claro! Tengo que ir al centro comercial, además, para comprar una cosa...por cierto, Rika.
¿Qué?
¿Tienes aquí tu baraja? Lo digo para echar alguna partida en mi casa.
Sí...¿Pero no íbamos a ver una película?
No, el vídeo está descuajeringado.
Ah...
Siento que lo esté, oye...
¡No, si no pasa nada! Casi es hasta mejor, tendremos tiempo para otras cosas. Tengo una idea, antes de subir a tu casa cogemos una pizza en la pizzería Hikaru, y nos la comemos en tu casa mientras hablamos, y luego jugamos alguna partida a cartas o vemos la tele, o jugamos a algún videojuego ¿tienes?
¡Claro! Podemos jugar a la Wonder Swan TV. Esa no está descuajeringada.
Perfecto. ¿Vamos al centro comercial?
¡Sí! - ambos se levantaron, salieron del jardín de la casa, Rika cerró la verja, y se fueron. Tras caminar durante un cuarto de hora aproximado, llegaron al centro comercial y entraron.
¿Qué tienes que comprar, Ryo?
Un sobre de ampliación para mi baraja. Dicen que en los nuevos sobres se encuentra la carta de Cyberdramon.
Así que lo compras por eso... ¿eh?
Exacto, quiero recordarle en carta, aunque sea.
No va a hacer falta que te compres el sobre - dijo Rika, metiéndose la mano en el bolsillo.
¿Por qué?
Toma, me tocó ayer. La carta de Cyberdramon.
Rika... - dijo Ryo, cogiendo la carta - muchas gracias...
Prométeme que la guardarás siempre, y que no la utilizarás en combate.
No pensaba hacerlo...¡muchas gracias Rika!
De nad... - comenzó Rika, aunque se vio interrumpida debido a que Ryo le dio un apasionado beso en los labios.
¡Ryo!
Perdona, no pude contenerme.
Hay que ver cómo eres...
¿Estás enfadada, Rika?
No. No lo estoy.
¡Estupendo! - y volvió a repetir la acción.
¡Ryo, hijo mío!
Perdona, no he podido...
¿Contenerte?
Sí.
Qué sobrao...
Por cierto, Rika, lamento tener que hacerlo ahora, pero más tarde lo vas a aceptar peor: tengo que decirte algo.
¿El qué?
Dentro de dos semanas se acabará el verano, y yo...dudo que pueda verte otra vez...empiezo la Universidad. Voy a estudiar Ingeniería Informática "B". Es una nueva variante que dura menos, tan sólo cuatro años, pero en los dos primeros, tengo que estudiar a fondo y...
Es broma ¿verdad?
No, no lo es. De todos modos, en cualquier momento que tenga libre te prometo que quedaré contigo.
Pero... ¿no tienes que hacer el último curso de secundaria alta?
Qué va, en mi colegio empezamos una año antes de lo normal, y también terminamos una año antes de lo normal. Por consecuencia, esta carrera, la empiezo con dieciocho, en cuanto los cumpla en noviembre, claro, y la terminaré con veintiuno, por si te interesa.
Es una pena... ¿por qué siempre que parece ser que nos estamos llevando bien, algo tiene que separarnos? - dijo agachando su cabeza, entre que dos lagrimillas recorrían ya su cara.
No sé, Rika. Pero te prometo que te llamaré, y te mandaré mensajes al móvil. ¿Tienes, por cierto?
¡Claro! ¿Tú? - exclamó, alzando la cabeza súbitamente.
Sí. ¿Me das tu número?
Sí, escribe: 637 89 78 89.
Está bien. En mi móvil vas a ser reina ¿te parece bien?
¡Claro! Pero, como ya dijiste en una ocasión, si yo soy la reina, tú eres el rey (en el penúltimo capítulo de la edición española) ¿Me das tu número?
Sí. 697 66 57 90.
Gracias, a partir de hoy, serás el rey digimon. Y recuerda lo que has prometido ¿eh?
Claro que sí, Rika-chan. ¿Sabes una cosa? Pienso aprovechar este poco tiempo que nos queda a tope. ¿Estás de acuerdo?
¡Sí! ¡Por cierto, se me ha ocurrido una idea!
¿Una idea? ¿Cuál?
Es para recordarnos el tiempo que tengamos que estar separados, Ryo. ¿Qué tal si nos hacemos una foto en el fotomatón?
¡Genial, Rika! Como son seis, a ver que te parece esto: me hago yo dos, te haces tú dos, y las otras dos nos las hacemos juntos ¿OK?
¿Ya cabremos?
¡Claro que sí! Si te sientas encima de mí claro.
¡Está bien, Ryo-kun! - exclamó Rika, sonriendo - Una cosa más...
¿Cuál?
Gracias por haberme dicho tan pronto lo tuyo, me he quedado un poco a dos velas, pero hubiese sido peor enterarme el día que te tuvieses que ir. Gracias - le besó en la mejilla, y comenzó a caminar por delante de él, por suerte para Ryo, porque sino hubiese visto que, por primera vez, se había puesto rojo. Llegaron al fotomatón, donde pasó primero Ryo, y se hizo sus dos fotos. Rápidamente, entró Rika, repitiendo la operación, y luego, como pudieron, se hicieron las dos fotos juntos, de la forma que ya previamente habían acordado.
Esto ya está, sólo hay que esperar a que salgan... - decía Ryo, mirando a la máquina.
Sí...¡mira, tus fotos! Sales muy bien, muy sonriente.
Siempre has dicho que te gusta mi sonrisa ¿no? Era lo menos que podía hacer...vaya, tú sales preciosa...valdrías para modelo ¿sabes?
Eso mismo dice mi madre, pero yo no quiero serlo. ¡Hey, ya salen las otras dos!
¡Qué bien, salimos de maravilla! A pocas te me caes ¿sabes?
Lo importante es que hemos salido bien. Toma, una foto mía, otra tuya, y otra de las que nos hemos hecho juntos. Yo me quedo con estas otras ¿te debo algo?
¡No! ¡Ni hablar, Rika-chan! Es más, ¡te invito a que te compres algo de ropa!
Pero Ryo, no tienes que gastarte dinero en mí.
¡No te preocupes, que es de mi padre!
¿QUÉ? ¡TE VA A MATAR!
Psché, diez mil yenes arriba, diez mil yenes abajo...
Lo tuyo es increíble...no pienso dejarte que me compres nada.
Si no te gusta la ropa, te compro un anillo, o algo así ¿eh?
¡Que no me compres nada!
¡O mejor aún, un discman! ¡Tú eliges!
Ryo...vale, una camiseta y a correr ¿eh?
¡Claro! Y luego vamos a la pizzería Hikaru.
Vale.
Total, que al final salieron de la tienda de ropa con tres camisetas, unos jeans, y un cinturón ancho. Ryo parecía feliz, pero Rika...
Y menos mal que te dije que sólo una camiseta ¿eh? Que si no compras toda la tienda...
Nada es suficiente por ti.
Tu padre te va a matar.
¡No tiene por qué enterarse!
Entre tanto, en casa de Ryo, el padre iba a coger su cartera, mientras decía:
Mejor que me vaya yendo ya, no vaya a ser que se adelanten. Caray, qué poco pesa la cartera...juraría que he metido diez mil yenes... ¡no hay nada! ¿Quién habrá sido? Oh...ya sé quien ha sido...¡¡¡¡¡PUTO RYOOOOOOO!!!!! ¡¡¡¡¡¡ASQUEROSO SJGOISRI FISFISRNGD FGHSLGJODSJI SIONGION GISEGNER SSGO GSIENG!!!!!!
Volviendo al centro comercial...
Vaya, me pita el oído izquierdo...significa que están hablando mal de mí...jo, y no para...
Eso va a ser tu padre.
Jodeeer, la que me espera en ese caso...
¿Se lo piensas devolver?
¡Claro! En cuanto lo tenga...
Si quieres te presto...
No, no, si creo que tengo en mi hucha...leñe, si ahora que recuerdo mi madre me envió cincuenta mil yenes la semana pasada.
¿Y por qué no los has cogido de ahí?
Se ve que tengo memoria de pez (tres segundos de memoria).
Joé, por tu bien, la pizza la pago yo ¡¡¡¡Y SIN RECHISTAR!!!!
Vale, vale...
Fueron a la pizzería, donde cogieron una pizza suprema (sin anchoas, claro) para llevar, que pagó Rika (lo que no supo, fue que el dinero con que pagó, era lo poco que le había sobrado a Ryo, que se lo había metido con disimulo en el bolsillo trasero del pantalón a Rika, aunque le costó un buen tortazo). Tras salir de la pizzería, fueron al portal de Ryo, entraron, cogieron el ascensor, y entraron al piso, donde no había nadie, excepto una nota en la puerta de entrada al salón:
A Ryo: ¿Te creías que no me daría cuenta de que me has chorao diez mil yenes? Qué morrazo tienes. Cuando llegue a casa, te voy a cantar las cuarenta. ¡¡¡¡¡Y el dinero me lo devuelves!!!!! Tu padre.
¿Ves, Rika? Al final he tenido suerte, no se enfadó demasiado...
Tú sigue leyendo...
¿Hay más? - dijo Ryo, sorprendido. Cogió el papel, y leyó lo que ponía en su base:
Posdata: Estás muerto, cabronazo...glups...bueno...je, je...casi que le dejo el dinero en su cama, para que se alegre...
Yo que tú, en vez de eso, me volvería a Fukuoka... - dijo Rika, bromeando.
Ya lo había pensado, pero los viernes no hay vuelos para allá, sólo los martes, jueves y domingos.
Que yo lo decía de coña.
¿Ah, sí?
Sí...
Ah...bueno, a lo que iba, a devolverle el dinero a mi padre.
¿A qué hora vuelve?
A las nueve ¿por qué lo preguntas, Rikita?
Para quedarme, y ver si te puedo salvar el pellejo, Riíto.
No hace falta, mujer.
¡¡¡NO ME CONTRADIGAS!!!
¡Vale, vale! Ve llevando la pizza a la cocina, a la derecha, mientras yo dejo el dinero de una vez.
OK.
¡Y ten cuidado con... - exclamó Ryo, pero antes de que pudiese terminar, se oyó una gran estruendo. Ryo corrió hacia la cocina y dijo:
Decía que tuvieses cuidado con el carro de la verdura, que está nada más entrar, pero veo que ya te la has toñao - Rika le dirigió una mirada asesina. Ryo volvió a preguntar, extendiendo su mano para ayudarle a levantarse - ¿Estás bien?
He estado mejor - contestó, agarrándose a Ryo con la mano que le quedaba libre (con la otra, sujetaba la pizza, que misteriosamente había resultado intacta) - Qué desorden tenéis ¿no?
Ya ves, cosas que pasan...
Se nota que aquí sólo viven hombres...
Mi padre es travestí.
¿QUÉ?
Era broma, Rika-chan. Mira, mejor leva la pizza al salón, que aquí no hay quien coma nada. Y yo iré a dejar el dinero a mi padre.
Estás hecho un payaso, Ryo. ¿Seguro que vales para ingeniero informático?
Esperemos que sí, aunque lo de payaso tampoco está mal - contestó Ryo desde el cuarto de su padre mientras depositaba los diez mil yenes en la cama. Entre tanto, Rika se sentaba en el sofá del salón, y comenzaba a partir la pizza. Ryo añadió - Lo malo es que no sé si, cuando estuviéramos casados, nos llegaría el sueldo solo con mi trabajo de payaso...
Sí, tienes razón... ¡un segundo! ¡¿Has dicho no se qué de cuando estemos CASADOS?!
Claro - contestó Ryo, ya entrando en el salón, sonriendo y encaminándose para sentarse junto a Rika - Algún día nos casaremos ¿no?
Pero si ni siquiera nos gustamos.
No pluralices. Tú a mi me gustas mucho... - susurró, dirigiéndole una mirada penetrante.
¡Basta ya, Ryo! ¡Hablemos de otra cosa! -pero Ryo la seguía mirando de la misma forma, más que nada para tratar de incomodarla, y lo estaba consiguiendo. Decidió acercarse un poco más todavía.
¿Incómoda, Rika?
No.
¿No? Entonces no te importará que me acerque un poco más... - dijo, haciendo lo que decía.
Pues...no. No me incomoda en absoluto... - volvió a mentir Rika.
Guay pues... - y juntó su frente con la de Rika, que estaba lo que se dice inmóvil - ¿Y ahora? - le cogió una mano - Estás temblando ¿sabes? - Rika reaccionó y gritó.
¡¡¡PARADE UNA VEZ, POR FAVOR!!!
Vale -contestó Ryo, volviendo a su posición inicial.
Eres un aprovechado.
Yo no me he aprovechado de nada, en cuanto has dicho que parase, lo he hecho ¿no?
Sabías perfectamente que me incomodabas desde el principio.
No lo sabía - mintió Ryo - ¿por qué si no te lo iba a preguntar?
Pervertido...
¿Comemos?
¿Qué?
Que si comemos, la pizza se nos va a enfriar.
¡Y cambias de tema como si nada!
¿Y?
Nada. Está bien, vamos a comer.
Vale. Toma, coge este, que es más grande.
Gracias. Por cierto, Ryo...
¿Qué?
¿Te puedo hacer una pregunta un poco...personal?
¡Claro!
¿Qué ha sido de tu madre? Antes me has dicho que te mandó dinero hace poco, con lo cual está viva al menos ¿no? ¿Qué sabes de ella?
Eh..bueno...
Si no quieres hablar del tema, no importa, Ryo.
¡No, si no es eso! Es que no sé por dónde empezar...verás...cuando yo era pequeño...unos cinco años o así...bueno, no andábamos muy bien de dinero. Mi padre pintaba cuadros al aire libre, de hecho lo sigue haciendo, y mi madre trabajaba en casa. Mi padre pintaba unos cuadros geniales, te lo aseguro, pero no le pagaban prácticamente nada. Además, como añadido, dentro de poco yo empezaría la escuela, y ni tan siquiera sabían si podrían pagarla. A escondidas, entre tanto, mi madre hizo un curso por correspondencia de periodismo, se presentó a unas oposiciones, y la cogieron. El problema era que no era periodismo nacional sino internacional, y tendría que irse a vivir a otro país. Cuando se lo contó a mi padre, se enfadó mucho con ella, y dijo que él y yo nos iríamos a donde ella tuviese que ir quisiera o no.
¿Y como es que sigues viviendo en Japón?
Ahora iba, Rika. Para que ni mi padre ni yo pudiésemos irnos con ella, mi madre me apuntó a un colegio de Fukuoka, el que te dije antes que iba con un año de antelación, por eso empecé a los seis años, y me tuvo que apuntar entonces. Entonces mi padre se puso hecho una furia, pero acabó abrazando a mi madre, y deseándole suerte. Ella prometió seguir en contacto con nosotros, y nos ha estado escribiendo. Es más, incluso un verano nos invitó a pasarlo a su piso de donde trabajaba.
Pero ¿por qué te apuntó a un colegio de aquí? Si no habías empezado a ir todavía, no tendrías problema ¿no?
Pero es que ella sabía que tendríamos que mudarnos cada dos por tres, y no quería que tuviese que cambiar de colegio y amigos con tanta frecuencia.
Qué buena persona.
Sí, lo es. Ahora está en Liechtenstein.
Ah...hablando de amigos, mudanzas y tal, ¿por qué te has mudado aquí? En Fukuoka hay una universidad estupenda ¿no? Además, habrás dejado muchos amigos allí...
Pues por tres razones. La primera, mi padre ha conseguido un trabajo de profesor de arte en un colegio de aquí, segundo, respecto a los amigos, a pesar de que me he llevado siempre bien con todo el mundo, nunca he tenido amigos de verdad, y no hecho de menos a nadie. Y tercero....por volver a verte. Te aseguro que no podía seguir sin ti. Y a pesar de que vaya a empezar la universidad, será más fácil estar en contacto contigo . En realidad, convencí a mi padre para que buscara trabajo aquí, y no en Osaka, que era donde él quería.
¿En serio? ¿Lo hiciste por mí?
Sí, desde que me volví a Fukuoka, en lo único que pensaba a parte de en ti, era en como poder mudarnos a Shinjuku. Incluso le pedí ayuda a mi madre.
Ella...¿cómo se llama?
Liujune Akiyama. Pero la llamamos Liu. Tiene los ojos azules como yo, y el pelo castaño, también como el mío. En la cara he salido más a ella que a mi padre. En lo demás, soy como él..
Pues debe de ser muy guapa, si es como tú.
Gracias por el cumplido, Rika.
De nada.
¿Quieres algo de beber, Rika? Lo digo para que pases la pizza.
Vale ¿qué tienes?
Coca-colas, naranjada, cerveza...
Coca-cola.
Vale, yo me tomaré una cerveza.
¿En serio? - preguntó Rika, sorprendida.
¡Qué va! No me gusta la cerveza..
Ah, joé...
Aquella fue lo que Rika denominaría como otra tarde inolvidable. Estuvieron jugando, como ya había dicho Ryo, a la Wonder Swan TV, a un juego de lucha, en el que Rika ganó prácticamente todas las partidas. También jugaron a cartas, por supuesto, y se desesperaron tanto que al final acabaron por declarar la partida en empate. Finalmente, a las nueve, regresó el padre de Ryo, que se dirigió con furia a su hijo, pero al ver a Rika, se tranquilizó algo. Además, Ryo le dijo que el dinero lo tenía en la cama. Rika se fue a su casa, y respecto a lo que fue de Ryo con su padre, nada más decirle para qué quería el dinero, Maoko sonrió y dijo : "Este es mi hijo, todo un casanova" ¿Qué será lo próximo que les esperará a Rika y Ryo? Lo sabréis en la siguiente parte...
Bueno, chicos, aquí tenéis las dos primeras partes de este fanfic. ¡Espero que os hayan gustado! Ya sabéis, cualquier cosa que me queráis decir, hacedlo en loriengirl88@hotmail.com . ¡Ah! En cuanto haga las siguientes dos partes del fanfic (y últimas, seguramente) las publicaré. Espero vuestras reviews, ya sabéis que me encanta conocer qué opináis. ¡Hasta pronto!
El día siguiente amanecía claro y soleado en el aeropuerto de Okinawa. Takato, Henry y Kai, el primo de Takato, ya estaban en la puerta de embarque de un avión con destino a Tokio. Kai, dijo a su primo:
Oye, y si vamos a pasar el resto del verano en Odaiba, ¿para qué demonios vamos a pasar por Shinjuku?
Ya te lo he dicho, primo, para recoger unas cosas en mi casa. Además, mi madre quería que fuésemos a comer a su casa. Dice que tiene ganas de verte.
Odaiba debe ser un sitio fantástico...con su bahía y su playita... - comenzó Henry.
Tranquilo, iremos a la playa - dijo Takato.
¿Qué? Pero si yo no he dicho nada de eso...
Como si sí, además, sé exactamente con quien te gustaría ir...
No sé de qué me hablas... - dijo Henry, sonrojándose.
Si quieres la llamamos para que venga con nosotros alguna vez.
No, por Dios. ¡Deben de ser unas vacaciones sólo para nosotros! ¡Sólo de chicos!
¿De qué habláis? - preguntó Kai.
¡De nada, de nada! - contestó Henry.
Ya, ya...oye, Takato, ¿y si llamásemos a Jen? ¿Eh? - dijo dirigiéndole una mirada burlona.
¡Je! - rió poniéndose MUY rojo - ¡Pero si Henry dijo que...
Ya, ya... - dijo Henry - Lo estás deseando...
No, no...¡bueno, ya nos toca embarcar!
Entre tanto, en casa de los Nonaka...
Ay...tardes como la de ayer son muy raras... - se decía Rika, poniéndose la toalla tras salir de la ducha, y dirigiéndose hacia su habitación para vestirse - y lo mejor es que hoy le veré otra vez...parece mentira, pero Ryo es realmente maravilloso...con esa sonrisa suya, y esa mirada tan penetrante...deja a una paralizada... - terminó ya de vestirse, aquella mañana había optado por una pantaloneta vaquera y una camiseta de tirantes blanca, y se dirigió a prepararse el desayuno ella sola, como ya tenía costumbre de hacerlo, pero al llegar a la cocina...
¿Mamá? ¿Qué haces aquí?
Bueno, hoy no tengo trabajo. Es mi día libre...toma, tostadas con mermelada de fresa silvestre, y un vaso de leche.
Gracias - dijo mientras pensaba "esto me suena de algo...oh, claro, era lo que Ryo me daba de desayuno cuando estuve enferma,,, " - Qué majo - dijo en alto.
¿Qué? ¿Quién?
¿Eh? ¡Nadie, nadie, cosas mías!
Hablarías de Ryo-kun ¿verdad?
¿Qué te hace pensar eso, si se puede saber?
No sé exactamente, pero no me extraña que te guste, por lo que vi hace tres años era un chico muy guapo, y seguro que ahora lo es mucho más.
¿DE DONDE SACAS ESA ESTÚPIDA TEORÍA?
Hija mía, sé más de estas cosas de lo que piensas...al contrario que tu padre, ese chico parece mejor persona, se puede confiar en él ¿me equivoco?
No, en eso no te equivocas... ¿qué decías de mi padre?
¿De tu padre? Yo no he dicho nada de él...
¡Sí que lo has dicho! Has dicho que Ryo parece mejor persona que él.
¿Yo? ¡Qué va, hija!
¡Aighs! Bueno, lo hayas dicho o no, creo que tengo derecho a saber algo sobre él ¿no? No sé ni su nombre.
Ay, Rika, te aseguro que ese tema no te interesa...además, no quiero hablar de ello...luego tengo que comprar unas cosas en el supermercado ¿me acompañarás?
Claro...y creo que deberías contármelo. Dime al menos su nombre...
Está bien. Se llama Jyusuke Nonaka. Y no preguntes más.
Está bien, tranquila. Bueno, voy a ir recogiendo los restos, ya he terminado.
¿Te gustó?
¡Claro!
Muy bien. Yo también iré recogiendo, cuanto antes vayamos al supermercado, mejor.
Más tarde, en el supermercado...
¿Qué azúcar cojo, hija? ¿Cuál crees que será mejor?
Eso deberías saberlo tú, pero como nunca te dignas a pasar por casa...
Deja de regañarme y dime cual cogéis la abuela y tú.
Esa de ahí, la del envase azul.
Muy bien...por cierto, Rika, les he enseñado algunas fotos tuyas a mis fotógrafos, y dicen que tú valdrías para modelo ¿tú qué piensas?
¿Yo? ¿Y me lo preguntas? Ni de coña, vamos.
Qué pena...
¡Rika! - dijo una voz de chico detrás suya y de su madre. Rika se giró, y sonrió al ver quien era:
¡Ryo! Qué casualidad encontrarte aquí... ¿quien es el que está donde los platos precocinados? Me suena de algo.
¡Es mi padre! ¡Ah! Hola, señora Nonaka.
¡Ryo! Vaya, qué crecido estás ¿no? Y qué guapo.
Su hija sí que está guapa, señora Nonaka.
¡Ryo! - le reprendió Rika.
¡Hijo! - comenzó el señor Akiyama dirigiéndose a Ryo - ¡Venga, coño, vamos a por lo demás y... ¿Quienes son ustedes?
Papá, ella es Rika, y la otra...
¡Así que tú eres Rika! - dijo Maoko, estrechándole la mano - ¡Maoko Akiyama, encantado! ¡Y tú debes ser su hermana mayor! - dijo estrechándole también la mano a Miyuki, que sonrió y dijo:
¡No, no! ¡En realidad soy su madre! ¡Me llamo Miyuki!
¿En serio? Disculpe...como se ve tan joven.
¡No se preocupe, por favor! Eso le ocurre a todo el mundo, como tuve a Rika con diecinueve años...
¿Ah sí? Vaya... - comenzó a hacer cuantas mentalmente "si tenía diecinueve años, y la hija tiene trece...Miyuki tiene ¡treinta y dos años! - ¡Qué joven! ¿Y su marido es de su edad? - ante aquella pregunta, Ryo se llevó las manos a la cabeza, avergonzado por su padre, y Rika se quedó de un aire.
Eh...en realidad...no estoy casada... - miró a Rika de reojo, la cual parecía estar esperando algo más aunque por otra parte, esperaba a ver si su madre tenía el morro de decírselo a él, y a ella no- Mi pareja me abandonó cuando se enteró de que estaba embarazada...
Uy, perd...
Así que era eso ¿eh? - dijo Rika - Se lo cuentas a él, que lo acabas de conocer y a mí no, que soy tu hija.
Eh...Rika-chan, yo... - dijo Miyuki, agarrándola del hombro. Ryo asesinaba a su padre con la mirada.
¡Ni Rika-chan, ni leches, siempre estás ocultándome todo sobre mi padre y más cosas! ¡Me largo! - dijo, pegándole un manotazo a su madre, y yéndose airadamente hacia la puerta del supermercado.
Caray.... - comenzó Maoko - yo no quería...
Tú eres muy tonto papá. Te parecerá bonito. Voy a ver si puedo hacer algo... ¡Hasta pronto, señora Nonaka! - y se fue tras la chica, entre que ella ya estaba fuera.
Jodeeeeeeeeeeer... - seguía el señor Akiyama - señora Nonaka, yo...
No se preocupe, mi hija es así, incluso ya de pequeña solía escaparse de casa sin avisar...además, la comprendo, acabándose de enterar de lo que se ha enterado... No se preocupe, bueno, seguiré haciendo la compra. Mucho gusto.
Lo mismo digo.
Ya en la calle, en un banco del parque, Rika permanecía sentada y sola, con la mirada triste, y los ojos rojos de haber llorado.
Rika... - dijo Ryo, sentándose junto a ella.
¿Tú te crees que es normal? ¡Lleva ocultándomelo toda mi vida, y ahora se lo dice a tu padre como si nada!
Puede que no lo haya hecho antes porque le resulte duro...
¡Pero se lo ha dicho a tu padre sin ningún miramiento! ¡Es una estúpida! - y comenzó a llorar.
Venga Rika - dijo abrazándola - tranquilízate, por favor, no llores más, se te estropearán tu preciosidad de ojos.
Tú eres el único en quien puedo confiar Ryo, eres la única persona que me importa en este mundo...eres la persona a quien más aprecio.
Todo ha sido culpa de mi padre, Rika, él no debería haber preguntado.
No digas tonterías, Ryo.
No son tonterías, es más, la culpa es mía, tendría que haberle dicho a mi padre que tú no conocías al tuyo.
Ryo-kun, no seas idiota, por favor. Mi madre tiene la culpa de todo, porque me ha ocultado una parte de mi vida.
Rika...me has llamado ¿Ryo-kun?
¿Lo he hecho?
Eh...bah, déjalo. Y no te preocupes más por lo de tu madre, un error lo puede tener cualquiera, y piénsalo, después de todo es tu madre. Mi padre me ha hecho cosas peores (qué mentiroso soy, si he sido yo el que se las ha hecho) y no por eso le odio.
Tienes razón, Ryo - contestó Rika, secándose las pocas lágrimas que quedaban en sus ojos - gracias - y le besó en la mejilla con afecto y cariño.
No es nada... ¿te gusta estar abrazada a mí, por cierto? Porque normalmente ya me hubieses dicho algo como "¡Quítame las manos de encima"! o "¡Suéltame o te meto un zurriagazo!", pero en cambio, aún estás entre mis brazos...
Eso es porque eres muy cálido...me gusta estar así contigo, estar tan cerca de ti como para... sentir tu respiración...oír tus latidos... ver brillar tu sonrisa y... admirar tu mirada. Tal y como estoy ahora.
Lo mismo digo, Rika, solo que a mí, con tu mirada me bastaría...para mí es como toda una vida... - tras una mirada fugaz cargada de sentimiento, acercaron sus caras, y comenzaron a besarse con romanticismo. Entre tanto, más atrás...
Estos aviones de ahora son la leche, te dejan en la mitad de tiempo que antes... - decía Takato, alegre.
Ya te digo, hemos tardado súper poco... - agregó Kai.
Hey, esa chica de ahí ¿no es Rika? - preguntó Henry, ilusionado.
¡Es verdad! Parece estar abrazando a alguien. Será Jen, son buenas amigas ¿no, Henry? - el chico de pelo azul, que seguía observando a Rika, vio algo más, a Ryo, y estaba besándose con Rika...Henry se quedó blanco y dijo:
...Ta...ka...to...creo que...te equivocas...es...Ryo...y él y Rika...están...están...
¿Eh? ¡Es verd...! - Kai le pegó un codazo- No... no creo que sean ellos, Henry, además... Ryo vive en Fukuoka.
Gracias por tu...apoyo, pero creo que...sí que lo son... vámonos de aquí, por favor - Takato y Kai asintieron, y comenzaron a caminar. Henry iba delante, más triste que nunca.
Aun así, aunque lo fuesen, Wong - comenzó Kai - no significa nada, puede que sólo sea por diversión, o que él se haya aprovechado....aunque también lo que dice Takato es verdad, Ryo vive en Fukuoka.
Ten esa esperanza, Henry, por favor - suspiró Takato - no quiero verte triste por algo que seguramente no sea nada en realidad - Henry se paró en seco, se giró y dijo, con una sonrisa:
Tienes razón, Takato, eres un buen amigo - sonrió Henry.
No es nada - contestó Takato.
Horas más tarde, Rika llegaba a su casa. Su madre, que parecía estar esperándola, se abrazó a ella fuertemente, y le dijo:
Rika-chan, por favor, perdóname por lo que te he hecho. En realidad, no sé por qué se lo dije a Maoko, me inspiró confianza, y...
No te preocupes, mamá, en verdad la que lo siente soy yo, no tendría que haberme ido de esa manera.
No, hija, no fue culpa tuya... ¿me perdonas?
¡Claro que sí, so boba!
Gracias...por cierto, ese Ryo...
¿Qué pasa con Ryo-kun?
Es una excelente persona. Nada más irte tú, salió corriendo en tu busca, estaba muy preocupado por ti. Creo que, si decides tener novio, debería ser él, porque es una persona excelente, sin embargo...
¿Sin embargo, qué?
Ten cuidado de que no te pase como a mí, que se aproveche, te quedes como me quedé yo, y luego se largue.
¡Por Dios! ¡Que tengo trece años! ¡No voy a quedarme embarazada de Ryo! Además, bien sabe que si me deja tirada, me lo cargo a las primeras de cambio. Y por otra parte, Ryo y yo SÓLO somos amigos. - finalizó, pensando "con derecho a roce, pero amigos".
Bueno, sí, tienes razón, sólo digo que no permitas que se aproveche de ti.
Tranquila, joé, que no soy estúpida.
Bueno, como quieras. Por cierto, Rika... - en aquellos instantes, sonó el teléfono. Rika hizo caso omiso de su madre, y fue a cogerlo. La madre se quedó pensando "Vaya, y yo que iba a contarle todo sobre su padre...bueno, tal vez sea mejor así" y abandonó la sala para servir la comida. Entre tanto, en casa de los Akiyama...
¡Ya estoy en casa! - anunció Ryo, cerrando la puerta. Su padre, se abalanzó sobre él:
¿Qué ha pasado? ¿Rika está bien? ¿La he cagado mucho? ¡¡¡DÍMELOOOOO!!! - gritó, zarandeando a su hijo.
¡Joder, tranquilízate primero!
Vale, bien, ya estoy tranquilo.
Encontré a Rika, y bueno, todo ha ido bien, comprendió que su madre no tenía la culpa, y la va a perdonar. Y no la has cagado, tranquilo, ella no lo piensa, y Miyuki tampoco creo que lo haga...
Qué alivio...
Pero yo sí que estoy enfadado contigo ¿a quien se le ocurre preguntar semejante cosa? La próxima vez que nos las encontremos, ¡permanece callado!
Claro, claro, está bien...hey, un segundo, ¡que yo soy tu padre! ¡Tú a mí no me mandas!
A ver si te voy a castigar, por rebelde...
¡Sí, hombre! ¡Vete a comer de una vez y cierra la maldita boca!
¿Qué vas a hacerme?
Pues...¡no dejarte esta tarde la casa!
¡En ese caso, me las apañaré para que los Nonaka piensen mal de ti! ¡Les diré que fuiste...gigoló!
¿Pero tú que te has creído?
Si me dejas la casa a la tarde, y permaneces callado, a menos que yo te deje que hables, me callaré e iré a comer.
¿QUÉ? Esto es increíble...está bien. Cumpliré tus condiciones.
Así me gusta...
¡Pero no vuelvas a mandar en mí!
¡Claro, tranquilo! - dijo, entre que se sentaba en la mesa a comer, pensando "¡Qué fácil es manipular a este hombre!"
Las horas pasaron, y ya hacia las cinco menos veinte, Rika tenía por primera vez cierto problema:
¿Qué demonios me pongo para esta tarde? La falda no, me la puse ayer, el pantalón corto, esta mañana... ¡mierda! ¿Con qué demonios podría estar bien para Ryo?
¿Problemas con la ropa, Rika-chan? - preguntó Miyuki.
Pues sí.
Has quedado con Ryo ¿verdad?
Claro ¿con quien si no?
No sé, igual habías quedado con Jen-chan. Como te ha llamado antes...Deberías quedar también con ella, es una buena chica. ¿Qué excusa le has dado?
Que ya había quedado. Es lógico ¿no crees?
Y ni le has dicho con quien, ni mucho menos le has invitado a ir con vosotros ¿verdad?
Exacto ¿qué pintaría?
Hija, es que en ese caso...
¡Me da igual que esté mal!
No, no es eso. Decía que en ese caso, ese chico te gusta ¿verdad?
No digas tonterías, por Dios.
No son tonterías. Esta mañana, de repente sueltas un "qué majo", luego le llamas Ryo-kun delante mía, y ahora tienes problemas para elegir la ropa.
¡Pues ya no! ¡Me pongo lo mismo que a la mañana, y a correr! ¡Y déjame, que tengo que cambiarme!
Pero si ya estás vestida.
¿Qué? Bueno, ¡pero no pretenderás que vaya con el mismo peinado de siempre!
¿Y ahora te preocupas por tu pelo? Esto es más grave de lo que pensaba... ¿te dejo mi pintalabios?
¡Antes muerta que maquillada!
¿Y mi brillo?
Bien, eso sí.
Pues sigue siendo maquillaje.
¡Pero no es lo mismo! Déjame tranquila de una vez.
Está bien, hija ¿a qué hora volverás?
A la de siempre, ya sabes.
Vale, pero si te invita a cenar o a pasar la noche en su casa, no hace falta que llames, porque te dejo ¿OK?
No pienso aceptar ese tipo de invitaciones, así que tranquila.
Lo que tú digas, hija. Me voy a dar una vuelta con tu abuela ¿OK?
Sí, adiós.
Adiós - contestó Miyuki desde la puerta de salida. Rika, comenzó rápidamente a hacerse un moño, tipo de los que se hacía su madre, y se apropió de uno de sus brillos de labios. Mientras que se lo ponía, pensaba "No me reconozco a mí misma, en mi vida he hecho esta tipo de cosas..." Uno o dos minutos después, Ryo tocó el timbre de la casa.
¡Ya voy! - gritó Rika, entre que guardaba el brillo en el armario de su madre. Seguidamente, se puso su cazadora y salió afuera, donde ya estaba Ryo, sentado en el borde del estanque del jardín.
¡Hola, Rika! ¡Hey, estás muy guapa! ¿Qué te has dado en los labios?
¿Yo? Nada... - cerró la puerta de la casa con llave, y se sentó junto a Ryo.
¿Te gusta nuestro estanque?
Sí, es muy bonito...Mi casa te va a parecer una mierda, comparada con esta.
No lo creo. A veces me gustaría tener una casa más...normal ¿vamos?
¡Claro! Tengo que ir al centro comercial, además, para comprar una cosa...por cierto, Rika.
¿Qué?
¿Tienes aquí tu baraja? Lo digo para echar alguna partida en mi casa.
Sí...¿Pero no íbamos a ver una película?
No, el vídeo está descuajeringado.
Ah...
Siento que lo esté, oye...
¡No, si no pasa nada! Casi es hasta mejor, tendremos tiempo para otras cosas. Tengo una idea, antes de subir a tu casa cogemos una pizza en la pizzería Hikaru, y nos la comemos en tu casa mientras hablamos, y luego jugamos alguna partida a cartas o vemos la tele, o jugamos a algún videojuego ¿tienes?
¡Claro! Podemos jugar a la Wonder Swan TV. Esa no está descuajeringada.
Perfecto. ¿Vamos al centro comercial?
¡Sí! - ambos se levantaron, salieron del jardín de la casa, Rika cerró la verja, y se fueron. Tras caminar durante un cuarto de hora aproximado, llegaron al centro comercial y entraron.
¿Qué tienes que comprar, Ryo?
Un sobre de ampliación para mi baraja. Dicen que en los nuevos sobres se encuentra la carta de Cyberdramon.
Así que lo compras por eso... ¿eh?
Exacto, quiero recordarle en carta, aunque sea.
No va a hacer falta que te compres el sobre - dijo Rika, metiéndose la mano en el bolsillo.
¿Por qué?
Toma, me tocó ayer. La carta de Cyberdramon.
Rika... - dijo Ryo, cogiendo la carta - muchas gracias...
Prométeme que la guardarás siempre, y que no la utilizarás en combate.
No pensaba hacerlo...¡muchas gracias Rika!
De nad... - comenzó Rika, aunque se vio interrumpida debido a que Ryo le dio un apasionado beso en los labios.
¡Ryo!
Perdona, no pude contenerme.
Hay que ver cómo eres...
¿Estás enfadada, Rika?
No. No lo estoy.
¡Estupendo! - y volvió a repetir la acción.
¡Ryo, hijo mío!
Perdona, no he podido...
¿Contenerte?
Sí.
Qué sobrao...
Por cierto, Rika, lamento tener que hacerlo ahora, pero más tarde lo vas a aceptar peor: tengo que decirte algo.
¿El qué?
Dentro de dos semanas se acabará el verano, y yo...dudo que pueda verte otra vez...empiezo la Universidad. Voy a estudiar Ingeniería Informática "B". Es una nueva variante que dura menos, tan sólo cuatro años, pero en los dos primeros, tengo que estudiar a fondo y...
Es broma ¿verdad?
No, no lo es. De todos modos, en cualquier momento que tenga libre te prometo que quedaré contigo.
Pero... ¿no tienes que hacer el último curso de secundaria alta?
Qué va, en mi colegio empezamos una año antes de lo normal, y también terminamos una año antes de lo normal. Por consecuencia, esta carrera, la empiezo con dieciocho, en cuanto los cumpla en noviembre, claro, y la terminaré con veintiuno, por si te interesa.
Es una pena... ¿por qué siempre que parece ser que nos estamos llevando bien, algo tiene que separarnos? - dijo agachando su cabeza, entre que dos lagrimillas recorrían ya su cara.
No sé, Rika. Pero te prometo que te llamaré, y te mandaré mensajes al móvil. ¿Tienes, por cierto?
¡Claro! ¿Tú? - exclamó, alzando la cabeza súbitamente.
Sí. ¿Me das tu número?
Sí, escribe: 637 89 78 89.
Está bien. En mi móvil vas a ser reina ¿te parece bien?
¡Claro! Pero, como ya dijiste en una ocasión, si yo soy la reina, tú eres el rey (en el penúltimo capítulo de la edición española) ¿Me das tu número?
Sí. 697 66 57 90.
Gracias, a partir de hoy, serás el rey digimon. Y recuerda lo que has prometido ¿eh?
Claro que sí, Rika-chan. ¿Sabes una cosa? Pienso aprovechar este poco tiempo que nos queda a tope. ¿Estás de acuerdo?
¡Sí! ¡Por cierto, se me ha ocurrido una idea!
¿Una idea? ¿Cuál?
Es para recordarnos el tiempo que tengamos que estar separados, Ryo. ¿Qué tal si nos hacemos una foto en el fotomatón?
¡Genial, Rika! Como son seis, a ver que te parece esto: me hago yo dos, te haces tú dos, y las otras dos nos las hacemos juntos ¿OK?
¿Ya cabremos?
¡Claro que sí! Si te sientas encima de mí claro.
¡Está bien, Ryo-kun! - exclamó Rika, sonriendo - Una cosa más...
¿Cuál?
Gracias por haberme dicho tan pronto lo tuyo, me he quedado un poco a dos velas, pero hubiese sido peor enterarme el día que te tuvieses que ir. Gracias - le besó en la mejilla, y comenzó a caminar por delante de él, por suerte para Ryo, porque sino hubiese visto que, por primera vez, se había puesto rojo. Llegaron al fotomatón, donde pasó primero Ryo, y se hizo sus dos fotos. Rápidamente, entró Rika, repitiendo la operación, y luego, como pudieron, se hicieron las dos fotos juntos, de la forma que ya previamente habían acordado.
Esto ya está, sólo hay que esperar a que salgan... - decía Ryo, mirando a la máquina.
Sí...¡mira, tus fotos! Sales muy bien, muy sonriente.
Siempre has dicho que te gusta mi sonrisa ¿no? Era lo menos que podía hacer...vaya, tú sales preciosa...valdrías para modelo ¿sabes?
Eso mismo dice mi madre, pero yo no quiero serlo. ¡Hey, ya salen las otras dos!
¡Qué bien, salimos de maravilla! A pocas te me caes ¿sabes?
Lo importante es que hemos salido bien. Toma, una foto mía, otra tuya, y otra de las que nos hemos hecho juntos. Yo me quedo con estas otras ¿te debo algo?
¡No! ¡Ni hablar, Rika-chan! Es más, ¡te invito a que te compres algo de ropa!
Pero Ryo, no tienes que gastarte dinero en mí.
¡No te preocupes, que es de mi padre!
¿QUÉ? ¡TE VA A MATAR!
Psché, diez mil yenes arriba, diez mil yenes abajo...
Lo tuyo es increíble...no pienso dejarte que me compres nada.
Si no te gusta la ropa, te compro un anillo, o algo así ¿eh?
¡Que no me compres nada!
¡O mejor aún, un discman! ¡Tú eliges!
Ryo...vale, una camiseta y a correr ¿eh?
¡Claro! Y luego vamos a la pizzería Hikaru.
Vale.
Total, que al final salieron de la tienda de ropa con tres camisetas, unos jeans, y un cinturón ancho. Ryo parecía feliz, pero Rika...
Y menos mal que te dije que sólo una camiseta ¿eh? Que si no compras toda la tienda...
Nada es suficiente por ti.
Tu padre te va a matar.
¡No tiene por qué enterarse!
Entre tanto, en casa de Ryo, el padre iba a coger su cartera, mientras decía:
Mejor que me vaya yendo ya, no vaya a ser que se adelanten. Caray, qué poco pesa la cartera...juraría que he metido diez mil yenes... ¡no hay nada! ¿Quién habrá sido? Oh...ya sé quien ha sido...¡¡¡¡¡PUTO RYOOOOOOO!!!!! ¡¡¡¡¡¡ASQUEROSO SJGOISRI FISFISRNGD FGHSLGJODSJI SIONGION GISEGNER SSGO GSIENG!!!!!!
Volviendo al centro comercial...
Vaya, me pita el oído izquierdo...significa que están hablando mal de mí...jo, y no para...
Eso va a ser tu padre.
Jodeeer, la que me espera en ese caso...
¿Se lo piensas devolver?
¡Claro! En cuanto lo tenga...
Si quieres te presto...
No, no, si creo que tengo en mi hucha...leñe, si ahora que recuerdo mi madre me envió cincuenta mil yenes la semana pasada.
¿Y por qué no los has cogido de ahí?
Se ve que tengo memoria de pez (tres segundos de memoria).
Joé, por tu bien, la pizza la pago yo ¡¡¡¡Y SIN RECHISTAR!!!!
Vale, vale...
Fueron a la pizzería, donde cogieron una pizza suprema (sin anchoas, claro) para llevar, que pagó Rika (lo que no supo, fue que el dinero con que pagó, era lo poco que le había sobrado a Ryo, que se lo había metido con disimulo en el bolsillo trasero del pantalón a Rika, aunque le costó un buen tortazo). Tras salir de la pizzería, fueron al portal de Ryo, entraron, cogieron el ascensor, y entraron al piso, donde no había nadie, excepto una nota en la puerta de entrada al salón:
A Ryo: ¿Te creías que no me daría cuenta de que me has chorao diez mil yenes? Qué morrazo tienes. Cuando llegue a casa, te voy a cantar las cuarenta. ¡¡¡¡¡Y el dinero me lo devuelves!!!!! Tu padre.
¿Ves, Rika? Al final he tenido suerte, no se enfadó demasiado...
Tú sigue leyendo...
¿Hay más? - dijo Ryo, sorprendido. Cogió el papel, y leyó lo que ponía en su base:
Posdata: Estás muerto, cabronazo...glups...bueno...je, je...casi que le dejo el dinero en su cama, para que se alegre...
Yo que tú, en vez de eso, me volvería a Fukuoka... - dijo Rika, bromeando.
Ya lo había pensado, pero los viernes no hay vuelos para allá, sólo los martes, jueves y domingos.
Que yo lo decía de coña.
¿Ah, sí?
Sí...
Ah...bueno, a lo que iba, a devolverle el dinero a mi padre.
¿A qué hora vuelve?
A las nueve ¿por qué lo preguntas, Rikita?
Para quedarme, y ver si te puedo salvar el pellejo, Riíto.
No hace falta, mujer.
¡¡¡NO ME CONTRADIGAS!!!
¡Vale, vale! Ve llevando la pizza a la cocina, a la derecha, mientras yo dejo el dinero de una vez.
OK.
¡Y ten cuidado con... - exclamó Ryo, pero antes de que pudiese terminar, se oyó una gran estruendo. Ryo corrió hacia la cocina y dijo:
Decía que tuvieses cuidado con el carro de la verdura, que está nada más entrar, pero veo que ya te la has toñao - Rika le dirigió una mirada asesina. Ryo volvió a preguntar, extendiendo su mano para ayudarle a levantarse - ¿Estás bien?
He estado mejor - contestó, agarrándose a Ryo con la mano que le quedaba libre (con la otra, sujetaba la pizza, que misteriosamente había resultado intacta) - Qué desorden tenéis ¿no?
Ya ves, cosas que pasan...
Se nota que aquí sólo viven hombres...
Mi padre es travestí.
¿QUÉ?
Era broma, Rika-chan. Mira, mejor leva la pizza al salón, que aquí no hay quien coma nada. Y yo iré a dejar el dinero a mi padre.
Estás hecho un payaso, Ryo. ¿Seguro que vales para ingeniero informático?
Esperemos que sí, aunque lo de payaso tampoco está mal - contestó Ryo desde el cuarto de su padre mientras depositaba los diez mil yenes en la cama. Entre tanto, Rika se sentaba en el sofá del salón, y comenzaba a partir la pizza. Ryo añadió - Lo malo es que no sé si, cuando estuviéramos casados, nos llegaría el sueldo solo con mi trabajo de payaso...
Sí, tienes razón... ¡un segundo! ¡¿Has dicho no se qué de cuando estemos CASADOS?!
Claro - contestó Ryo, ya entrando en el salón, sonriendo y encaminándose para sentarse junto a Rika - Algún día nos casaremos ¿no?
Pero si ni siquiera nos gustamos.
No pluralices. Tú a mi me gustas mucho... - susurró, dirigiéndole una mirada penetrante.
¡Basta ya, Ryo! ¡Hablemos de otra cosa! -pero Ryo la seguía mirando de la misma forma, más que nada para tratar de incomodarla, y lo estaba consiguiendo. Decidió acercarse un poco más todavía.
¿Incómoda, Rika?
No.
¿No? Entonces no te importará que me acerque un poco más... - dijo, haciendo lo que decía.
Pues...no. No me incomoda en absoluto... - volvió a mentir Rika.
Guay pues... - y juntó su frente con la de Rika, que estaba lo que se dice inmóvil - ¿Y ahora? - le cogió una mano - Estás temblando ¿sabes? - Rika reaccionó y gritó.
¡¡¡PARADE UNA VEZ, POR FAVOR!!!
Vale -contestó Ryo, volviendo a su posición inicial.
Eres un aprovechado.
Yo no me he aprovechado de nada, en cuanto has dicho que parase, lo he hecho ¿no?
Sabías perfectamente que me incomodabas desde el principio.
No lo sabía - mintió Ryo - ¿por qué si no te lo iba a preguntar?
Pervertido...
¿Comemos?
¿Qué?
Que si comemos, la pizza se nos va a enfriar.
¡Y cambias de tema como si nada!
¿Y?
Nada. Está bien, vamos a comer.
Vale. Toma, coge este, que es más grande.
Gracias. Por cierto, Ryo...
¿Qué?
¿Te puedo hacer una pregunta un poco...personal?
¡Claro!
¿Qué ha sido de tu madre? Antes me has dicho que te mandó dinero hace poco, con lo cual está viva al menos ¿no? ¿Qué sabes de ella?
Eh..bueno...
Si no quieres hablar del tema, no importa, Ryo.
¡No, si no es eso! Es que no sé por dónde empezar...verás...cuando yo era pequeño...unos cinco años o así...bueno, no andábamos muy bien de dinero. Mi padre pintaba cuadros al aire libre, de hecho lo sigue haciendo, y mi madre trabajaba en casa. Mi padre pintaba unos cuadros geniales, te lo aseguro, pero no le pagaban prácticamente nada. Además, como añadido, dentro de poco yo empezaría la escuela, y ni tan siquiera sabían si podrían pagarla. A escondidas, entre tanto, mi madre hizo un curso por correspondencia de periodismo, se presentó a unas oposiciones, y la cogieron. El problema era que no era periodismo nacional sino internacional, y tendría que irse a vivir a otro país. Cuando se lo contó a mi padre, se enfadó mucho con ella, y dijo que él y yo nos iríamos a donde ella tuviese que ir quisiera o no.
¿Y como es que sigues viviendo en Japón?
Ahora iba, Rika. Para que ni mi padre ni yo pudiésemos irnos con ella, mi madre me apuntó a un colegio de Fukuoka, el que te dije antes que iba con un año de antelación, por eso empecé a los seis años, y me tuvo que apuntar entonces. Entonces mi padre se puso hecho una furia, pero acabó abrazando a mi madre, y deseándole suerte. Ella prometió seguir en contacto con nosotros, y nos ha estado escribiendo. Es más, incluso un verano nos invitó a pasarlo a su piso de donde trabajaba.
Pero ¿por qué te apuntó a un colegio de aquí? Si no habías empezado a ir todavía, no tendrías problema ¿no?
Pero es que ella sabía que tendríamos que mudarnos cada dos por tres, y no quería que tuviese que cambiar de colegio y amigos con tanta frecuencia.
Qué buena persona.
Sí, lo es. Ahora está en Liechtenstein.
Ah...hablando de amigos, mudanzas y tal, ¿por qué te has mudado aquí? En Fukuoka hay una universidad estupenda ¿no? Además, habrás dejado muchos amigos allí...
Pues por tres razones. La primera, mi padre ha conseguido un trabajo de profesor de arte en un colegio de aquí, segundo, respecto a los amigos, a pesar de que me he llevado siempre bien con todo el mundo, nunca he tenido amigos de verdad, y no hecho de menos a nadie. Y tercero....por volver a verte. Te aseguro que no podía seguir sin ti. Y a pesar de que vaya a empezar la universidad, será más fácil estar en contacto contigo . En realidad, convencí a mi padre para que buscara trabajo aquí, y no en Osaka, que era donde él quería.
¿En serio? ¿Lo hiciste por mí?
Sí, desde que me volví a Fukuoka, en lo único que pensaba a parte de en ti, era en como poder mudarnos a Shinjuku. Incluso le pedí ayuda a mi madre.
Ella...¿cómo se llama?
Liujune Akiyama. Pero la llamamos Liu. Tiene los ojos azules como yo, y el pelo castaño, también como el mío. En la cara he salido más a ella que a mi padre. En lo demás, soy como él..
Pues debe de ser muy guapa, si es como tú.
Gracias por el cumplido, Rika.
De nada.
¿Quieres algo de beber, Rika? Lo digo para que pases la pizza.
Vale ¿qué tienes?
Coca-colas, naranjada, cerveza...
Coca-cola.
Vale, yo me tomaré una cerveza.
¿En serio? - preguntó Rika, sorprendida.
¡Qué va! No me gusta la cerveza..
Ah, joé...
Aquella fue lo que Rika denominaría como otra tarde inolvidable. Estuvieron jugando, como ya había dicho Ryo, a la Wonder Swan TV, a un juego de lucha, en el que Rika ganó prácticamente todas las partidas. También jugaron a cartas, por supuesto, y se desesperaron tanto que al final acabaron por declarar la partida en empate. Finalmente, a las nueve, regresó el padre de Ryo, que se dirigió con furia a su hijo, pero al ver a Rika, se tranquilizó algo. Además, Ryo le dijo que el dinero lo tenía en la cama. Rika se fue a su casa, y respecto a lo que fue de Ryo con su padre, nada más decirle para qué quería el dinero, Maoko sonrió y dijo : "Este es mi hijo, todo un casanova" ¿Qué será lo próximo que les esperará a Rika y Ryo? Lo sabréis en la siguiente parte...
Bueno, chicos, aquí tenéis las dos primeras partes de este fanfic. ¡Espero que os hayan gustado! Ya sabéis, cualquier cosa que me queráis decir, hacedlo en loriengirl88@hotmail.com . ¡Ah! En cuanto haga las siguientes dos partes del fanfic (y últimas, seguramente) las publicaré. Espero vuestras reviews, ya sabéis que me encanta conocer qué opináis. ¡Hasta pronto!
