La caminata de vuelta a casa era silencia, como usual. Solo los sonidos traídos por el viento acompañándolos.
La caminata también era mas lenta de lo usual. La noche anterior había llovido, haciendo lodoso el camino de tierra de hacia la casa Asakura, y había muchos charcos que atentaban mojar los zapatos de Anna. Ella los eludía con clase, con movimientos agraciados que la caracterizaban como Itako.
"Sabes, Anna, no tienes que evadirlos todos... algunos no son profundos en absoluto." La voz de Yoh la sorprendió, haciéndola temblar un poco.
Entonces ella notó que él aun seguía a su lado. Ella había esperado que él se adelantara, dado que el evadir los charcos definitivamente la estaba deteniendo. Y notando sus pies, a él definitivamente no le importaba pisar los charcos - lo haría tomar un baño tan pronto llegaran a casa.
Ella evitó otro charco y lo miró. "Tu deberías ser el que los estuviera evitando. Tu eres el que esta usando sandalias." Le dijo ella.
Yoh parpadeó y miró hacia abajo, como si notando por primera vez que, de hecho, llevaba puestas sandalia mientras pisaba los charcos. Sonrió. "No es tan malo."
Anna arqueó una ceja. "¿No es tan malo? Tus pies están todos sucios. ¿Cómo es posible que *eso* "no sea tan malo"?" Preguntó ella.
Entonces, a él se le ocurrió una idea. Y con una sonrisa traviesa, se movió un poco mas delante de ella hacia el charco mas grande que tuviese alrededor, y saltó en él, mojando todo alrededor suyo - pero asegurándose de que ni una gota cayese sobre Anna.
Y a su rostro sorprendido, él solo sonrió. "Porque es divertido." Respondió él simplemente, saltando en el charco mas cercano.
Anna solo se le quedó viendo con una ceja arqueada, mientras él felizmente saltaba alrededor como lo haría un niño pequeño. "¿Divertido?" Era una pregunta simple, y a una pregunta simple, Yoh solo dio una respuesta simple.
"Divertido." Fue todo lo que él dijo, continuando con sus saltos de charco en charco. "¿Por qué no lo intentas?" Sugirió él con una sonrisa.
Anna contempló la pregunta por un momento, hasta que por fin asintió lentamente y miró hacia su derecha - un pequeño charco, no era en absoluto profundo, y parecía limpio de cualquier criatura viviente. Suficientemente bueno.
Y jamas tan lenta, ella pisó el charco, a penas creando algun movimiento el la superficio del agua. Yoh sudó. "Así no..." Pero solo encontró una enorme salpicada de agua que lo empapó de cabeza a los pies.
Él lentamente se quitó el flequillo mojado de la cara, y vio a una muy entretenida Anna mirándolo. "Bueno, tienes razón. Esto es divertido." Ella saltó a otro charco, mojándolo otra vez.
Yoh sonrió, notando la pequeña sonrisa en los labios de ella. "¿Entonces así es como será, eh?" Y propiamente saltó en el charco mas cercano, olvidándose completamente de cuidarse de no mojarla.
Y solo le respondió el mas hermoso sonido que jamás había escuchado en su vida: Una risa musical que le hizo voltear a ver a una muy mojada Anna, riendo y salpicándolo.
Y él le sonrió, y la salpicó otra vez.
Momentos así eran escasos, y él iba a disfrutar cada minuto de él. Porque los momentos que se deben atesorar mas son aquellos que se pasan con aquellos a quienes se ama.
- The End
Bratty Habla: Se me ocurrió esta idea después de ver el episodio en que Yoh y los chicos juegan con unos espíritus en Norteamérica - ¡DIVERTIDO! Pero maldito Hao...
¡Salpicar es divertido!
¡Dejar Reviews también! ¡Háganlo, por favor!
~ ¡Beso!~
- Bratty
La caminata también era mas lenta de lo usual. La noche anterior había llovido, haciendo lodoso el camino de tierra de hacia la casa Asakura, y había muchos charcos que atentaban mojar los zapatos de Anna. Ella los eludía con clase, con movimientos agraciados que la caracterizaban como Itako.
"Sabes, Anna, no tienes que evadirlos todos... algunos no son profundos en absoluto." La voz de Yoh la sorprendió, haciéndola temblar un poco.
Entonces ella notó que él aun seguía a su lado. Ella había esperado que él se adelantara, dado que el evadir los charcos definitivamente la estaba deteniendo. Y notando sus pies, a él definitivamente no le importaba pisar los charcos - lo haría tomar un baño tan pronto llegaran a casa.
Ella evitó otro charco y lo miró. "Tu deberías ser el que los estuviera evitando. Tu eres el que esta usando sandalias." Le dijo ella.
Yoh parpadeó y miró hacia abajo, como si notando por primera vez que, de hecho, llevaba puestas sandalia mientras pisaba los charcos. Sonrió. "No es tan malo."
Anna arqueó una ceja. "¿No es tan malo? Tus pies están todos sucios. ¿Cómo es posible que *eso* "no sea tan malo"?" Preguntó ella.
Entonces, a él se le ocurrió una idea. Y con una sonrisa traviesa, se movió un poco mas delante de ella hacia el charco mas grande que tuviese alrededor, y saltó en él, mojando todo alrededor suyo - pero asegurándose de que ni una gota cayese sobre Anna.
Y a su rostro sorprendido, él solo sonrió. "Porque es divertido." Respondió él simplemente, saltando en el charco mas cercano.
Anna solo se le quedó viendo con una ceja arqueada, mientras él felizmente saltaba alrededor como lo haría un niño pequeño. "¿Divertido?" Era una pregunta simple, y a una pregunta simple, Yoh solo dio una respuesta simple.
"Divertido." Fue todo lo que él dijo, continuando con sus saltos de charco en charco. "¿Por qué no lo intentas?" Sugirió él con una sonrisa.
Anna contempló la pregunta por un momento, hasta que por fin asintió lentamente y miró hacia su derecha - un pequeño charco, no era en absoluto profundo, y parecía limpio de cualquier criatura viviente. Suficientemente bueno.
Y jamas tan lenta, ella pisó el charco, a penas creando algun movimiento el la superficio del agua. Yoh sudó. "Así no..." Pero solo encontró una enorme salpicada de agua que lo empapó de cabeza a los pies.
Él lentamente se quitó el flequillo mojado de la cara, y vio a una muy entretenida Anna mirándolo. "Bueno, tienes razón. Esto es divertido." Ella saltó a otro charco, mojándolo otra vez.
Yoh sonrió, notando la pequeña sonrisa en los labios de ella. "¿Entonces así es como será, eh?" Y propiamente saltó en el charco mas cercano, olvidándose completamente de cuidarse de no mojarla.
Y solo le respondió el mas hermoso sonido que jamás había escuchado en su vida: Una risa musical que le hizo voltear a ver a una muy mojada Anna, riendo y salpicándolo.
Y él le sonrió, y la salpicó otra vez.
Momentos así eran escasos, y él iba a disfrutar cada minuto de él. Porque los momentos que se deben atesorar mas son aquellos que se pasan con aquellos a quienes se ama.
- The End
Bratty Habla: Se me ocurrió esta idea después de ver el episodio en que Yoh y los chicos juegan con unos espíritus en Norteamérica - ¡DIVERTIDO! Pero maldito Hao...
¡Salpicar es divertido!
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~ ¡Beso!~
- Bratty
