Un trato desconocido.
- Hermione.... Por favor... no vayas, es muy peligroso – Ella parecía no prestarle atención a los comentarios de su amigo. Simplemente seguía dispuesta a salir.
- Voy a ir Ron, con o sin ti. Quizás esta sea la única oportunidad que tenga para recuperar a Harry, y no la voy a perder por estupideces. Dame a mi hijo – El hombre negó.
- No voy a permitir que te lleves a esta pobre criatura.
- Dámela Ron... No hagas que te lo quite... Sabes que de una u otra forma voy a llevarlo.
- Estás cometiendo un gran error Herms, él no quiere hacer ningún trato, él sólo quiere quedarse con el niño... No lo lleves...
- ¿Por qué querría él al niño? Harry no debe sentir nada paternal como para quererlo, y precisamente esa es el arma que voy a utilizar...
- Pero primero escúchame. ¿por qué querría tenerlo? Piensa un poco, es muy fácil, ¿Quién es la única persona que no ha podido matar el-que-no-debe-ser-nombrado? – Le preguntó.
- Harry...
- Exacto. ¿De quién es este niño? Claro, al menos de que no sea hijo de Harry.
- ¡Claro que es hijo de Harry! – Exclamó.
- Bueno, por eso Herms, él quiere este niño porque es el único que tiene sangre de Potter, el único que tiene capacidad de vencerlo de nuevo... Herms ¿me estás escuchando? – Hermione le arrebató al niño de las manos.
- Lo siento Ron, pero estás conmigo en esto o no – Le preguntó mirándole fijamente a los ojos.
- Hermione yo... yo... perdóname, pero no.
- Bien – Dijo mientras se le escapaban unas lágrimas – Entonces perdóname ahora tú a mí, pero tengo que hacer esto – De la gaveta que tenía al lado extrajo una jeringa, la que usaban para calmarle y se la inyectó directamente el brazo a Ron – Espero que de verdad me perdones cuando despiertes.
Dejó al bebé de nuevo a un lado, tomó el cuerpo inconsciente de Ron y lo recostó sobre su camilla. Cogió de nuevo al pequeño y colocándolo sobre sus brazos murmuró algo que tal vez Ron pudiese escuchar.
- Tuve que hacerlo... Me arriesgaría sino a que se lo dijeras a Dumbledore.
Y así abandonó la habitación.
Por suerte el hombre que normalmente cuidaba su puerta estaba en su hora de comida, y el otro que le sustituía aún no había llegado. Eso le hizo pensar que definitivamente debía ir con Harry. Tenía todo el paso libre, no iba a perder esa oportunidad. Cubrió más a su hijo con las mantas y se fue de pasillo a pasillo a tientas. El recorrido era algo largo y ella estaba muy asustada. Cuando ya casi se aproximaba a la salida se encontró con una gran sorpresa, uno de los aurores que le guardaba las espaldas estaba entrando. Apresurada para que no la descubriera se metió en un closet cercano. Con el corazón latiendo a mil, se sentó en el suelo y esperó un poco para que el hombre se fuera del pasillo. El bebé comenzó a moverse un poco, Hermione temía que pudiese llorar, porque si lo hacía la iban a descubrir, y no era para más llorar, después de todo el lugar olía horrible y estaba muy oscuro, pero qué más se puede esperar de un closet de hospital.
Su respiración se agitó, pero se calmó un poco cuando sintió que el bebé caía de nuevo en un sueño profundo. De un momento a otro todo se quedó en silencio. Ahora algo le producía más miedo. Alguien más estaba en aquél lugar cerrado.
*
- Albus, te digo que de verdad la chica no está en su habitación. David me dijo que la había dejado con su amigo y que los dos parecían charlar muy tranquilos, pero ahora me encuentro con la sorpresa de que alguien le inyectó anestesia o algo de eso al chico. ¿Qué está pasando? – Le preguntó Cornelius algo confundido.
- Eso creo que debería preguntártelo yo a ti. ¿Qué acaso no contrataste unos aurores? Se supone que ellos no la deben dejar escapar.
- ¿Crees que es mi culpa? Yo los contraté porque me dijeron que eran los mejores. ¿Crees que tenía idea de que eso podía pasar? – Ahora él parecía enfadado.
- No lo creo. Sé que tú los contrataste porque sabes que ellos no son aurores. ¿trabajan para el ministerio no es cierto? – Le preguntó Albus – Vamos, ya no tienes que fingir más Cornelius, después de todo, toda verdad sale al aire. La única razón por la cual te le enfrentas a Voldemort es porque tú eres...
- Señores, el joven está apunto de despertar ¿Quisieran pasar a verlo? – Les interrumpió una joven.
- Sí, tenemos que interrogarlo – Dijo enseguida Cornelius.
- No podrás evitar esta conversación Cornelius. De una u otra forma todos se enterarán. Espero que no te suicides antes de eso – Comentó sarcásticamente.
Y con esto últimos se fue persiguiéndolo hasta la habitación donde solía estar Hermione. No quedaba muy lejos de allí así que no se tardaron nada en llegar. Apenas entraron se encontraron con Ron, algo abrumado y confundido, sin embargo pareció ponerse mejor después de verlos. El director se le acercó amablemente para preguntarle, pero no hizo falta hacerlo pues éste respondió sin esa necesidad.
- Hermione recibió una carta... creo que está aquí –Dijo buscando debajo de la almohada, pero sin encontrar nada - ¡Diablos! Se la llevó... Solo allí decía la dirección.
- Bueno, si decía la dirección es porque no debe ser muy lejos de aquí – Sugirió Dumbledore.
- O tal vez es eso lo que quiere que creamos – Opinó Ron.
- ¿Qué decía que quería hacer en la carta? – Le preguntó su ex director.
- Decía que le proponía hacer un trato... Claro que no decía cuál... Me preocupa mucho Alex... Es que estoy seguro que él sólo quiere a ese niño. No sé exactamente para qué... pero lo quiere.
- ¿Tú que opinas Cornelius? ¿Tienes alguna idea de lo que estamos hablando? – Preguntó Albus con los ojos brillosos – No creo que ni sepas de que niño estamos hablando ¿Cierto?
- ¡Basta Albus! Ya me cansé de tus estúpidos comentarios, renuncio a este maldito caso, ahora que se mueran todos los que se tengan que morir, y que mi señor se apodere de toda la multitud de...
- ¿Dijiste mi señor? Creía que preferías llamarlo Voldemort.
Cornelius se marchó de la habitación indignado de su propia verdad. Una vez más las sospechas de Albus eran ciertas. Luego volvió a dirigirle una mirada al antiguo chico de Gryffindor en buena señal.
- Ahora sí ya podemos ir en busca de Hermione, tengo el presentimiento de que aún no se ha ido del hospital, es decir, que aun tenemos chance de dar con ella.
Ron asintió ante el comentario y se fue tras él.
*
- No te parece el amor algo tan bobo? – Le preguntó a uno de sus vasallos – Pero mira nada más que tonta es la esposita del querido Harry Potter. Está tan confiada de poder volver a ver a su adorado Harry – Comenzó a reírse fuertemente.
- ¿Le apetece algo mi señor? – Preguntó tímidamente la muchacha que lo acompañaba. Podía jurarse que ésta quería irse lo más pronto de esa habitación.
- Puede ser... Déjame pensar qué... bien, ya lo pensé, no quiero nada, pero sí necesito algo. Quiero que averigües dónde demonios está Draco. Espero que haya ido a buscar a la chica como le ordené – Se quedó pensando por un momento – No, espera... Mejor no me averigües nada, estoy seguro que sí fue a buscarla, después de todo piensa que está enamorado de ella.
- Mi señor... Yo creo que de verdad está enamorado de ella... La manera en que la mira... Que le habla... Como se pone nervioso... – Harry la interrumpió.
- Y a ti te gusta. También piensas tener ese "tierno" sentimiento por Draco ¿o me equivoco? Bien, yo puedo ayudarte, si dejas de decir bobadas te hago una poción de amor para que se la des y se enamore de ti, así terminan su cuentito con un final muy feliz – Dijo riéndose.
- No. Prefiero que me ame por lo que soy... – Esta vez se rió más fuerte.
- ¿Draco amarte a ti? – Echó otra risa – Vaya, sí que eres graciosa – Con esto la muchacha estuvo apunto de irse, pero él la detuvo – Espera... Espera un poco, no te vayas, me haces reír, ¿no has pensado en trabajar como mi bufón?
- No creo que siquiera me haya pasado por la mente.
- Es una lástima.
*
Más asustada aún se arrinconó más hacia una pared. Apretó más a su hijo contra sí. Tenía mucho miedo. Muy por dentro mantenía la esperanza de que eso tal vez, tan solo era un sueño, pero se veía tan real. Además en los sueños nunca pensamos si lo es o no (Un sueño), son sólo imágenes locas y extrañas que pasan por tu cabeza sin ninguna razón, incoherentes la mayoría de las veces... y bueno, pues en este caso todo parecía ser muy cuerdo. Recordó cuando en su sexto año Harry tenía pesadillas a cada instante, el pobre siempre se despertaba sudando frío y muy nervioso... Harry... Recordarlo hacía que le doliera intensamente el corazón, sentía como éste se le ponía pequeñito.
Por más que hiciera el intento de no pensar en él, todo le guiaba a él. Eso siempre le pasaba, cuando trataba de no pensar en algo es cuando más lo pensaba. Tal vez no era solo a ella, tal vez esa fuera una misma reacción para todos... En realidad eso no era lo que le importaba ahora
- Buen lugar para esconderse ¿No? – escuchó decir a una voz.
Notas de la autora:
Buaaaa, buaaaa, a Lis no le dejaron casi reviews, buaaa, buaaa :s buaaaa buaaaa. Bien, ya me calmé. ^^u jeje, ¿Quién será? Ta ta ta taaaaaaaaaan. Jaja, yo creo que todo el mundo lo sabe, o... creen que lo saben (6) muajajajajajaja MUAJAJAJAJAJA. Jeje, qué pensarán de mí. Bueno, lo que normalmente digo lo vuelvo a repetir. El chap estuvo corto y blah, blah, blah. No tengo ganas de decirlo... Bien... a ver... Qué pudeo escribir aquí... bueh, lo único que puedo decirles es que todas mis ideas están más claras que el agua y que este fic pronto de terminará, así que no tendrán que calarse ver el nombrecito de SMF por ningún lado. Jeje.
Bueno, como a Lissy no le dejaron muchos reviews, pero al menos le dejaron, se lo dedico a una que sí me lo dejó (No a ti Carol porque te dediqué el anterior jeje XD) A Fer, jejeje, gracias por tu review Fer, por tus mails y bueno, yo sé que está pasado, y no sé si te habrá llegado el dibujo que te mandé deseándote feliz cumple, pero de todas formas te lo vuelvo a desear aquí. Jeje, los piscis al poder! XDDDDDD
Ahora sí me despido.
Lis Jade Black.
Dejen reviews XDDDD