Fin del dolor

- Tom... Por favor... Sálvalo – Las súplicas de Hermione se habían vuelto su peor tormento, y lo peor era que en verdad no podía hacer nada... o mejor dicho, no se le ocurría nada que hacer.

- Lo siento Herms... No puedo hacer nada – Hermione no podía creer en lo que él le decía, debía existir alguna forma de salvarlo, eso no podía acabar así, después de luchar tanto no podía terminar de esa forma.

Draco se aproximó a ella, no sabía bien qué podía hacer consolarla, pero sabia que estando a su lado no estaría de sobra. Él, como Tom, no podía hacer nada al respecto, no podía salvar la vida de Harry porque no tenía cómo, y mucho menos conseguía hallar una manera de lograrlo. Sin embargo no estaba tan triste por el sufrimiento de Hermione, como siempre pensaba en sí mismo, si Harry moría, Hermione podría aceptarlo a él, eso sería lo mejor que pudiera pasarle en esos momentos, pero no creía fielmente en que eso sucediera, de una u otra forma, Harry siempre terminaba sobreviviendo de todo. Pero lo único que de verdad le daba coraje era que él terminaba por participar en esa ayuda para que Harry se salvara..

- Tom… - Éste no dejó que ella pronunciara ni una sola palabra más, se acercó al débil cuerpo de Harry y le indicó a Hermione que se alejara. Se agachó para estar más próximo a él, y se quedó pensativo.

- Bien Herm... sólo hay una cosa que puedo hacer – A la chica se le iluminaron los ojos – Y pues no me queda de otra... – Dibujó en su rostro una expresión  de seguridad y prosiguió – Voy a entrar en el cuerpo de Harry... Así no morirá.

- ¡Pero Tom! Eso no... – De nuevo fue interrumpida.

- Si ya sé... se creará una fusión entre Harry y yo, pero créeme, no es que eso vaya a cambiarlo mucho... Te lo prometo – Hermione esbozó una débil sonrisa y dejó deslizar unas cuantas lágrimas, no podía dejar de desconfiar de esa esperanza, pero no le quedaba de otra.

- Tom... Antes de que... Bueno, de que entres en el cuerpo de Harry... yo... yo quería decirte... quería agradecerte. De verdad, muchas gracias – Tom le respondió a la sonrisa con una dulce mirada.

- Ha! Es obvio por qué lo hace. Esto te trae muchos beneficios ¿verdad Tom? ¿Vivirás felizmente con Hermione, verdad? – Draco soltó una risa.

- Draco... No es momento de bromas – Dijo ella mirándolo fijamente, luego volteó a encontrarse una vez más con el rostro disperso de Tom. Se alejó lentamente un poco más del cuerpo de su esposo, y dejó que él realizara la unión.

Estaba un poco asustada, temía que Harry pudiera cambiar de igual forma como lo hizo con el alma de Voldemort, claro que obviamente estaba por enterada de que Voldemort y Tom eran muy distintos a pesar de provenir del mismo cuerpo. Observaba impaciente como él colocaba su mano sobre el pecho de su pareja y después poco a poco fue cerrando los ojos. Al cabo de nos segundos, se encontró con el alma de Tom Riddle, estaba allí presente, podía verla por más que fuese tan transparente. No sintió temor hacia ella, ni siquiera tuvo chance de sentir algo. Fue un acto muy repentino, algo de lo que no lograba considerarse seguro si era verdad. Era una escena absolutamente contraria a la que había tenido oportunidad de presenciar por parte del señor tenebroso.

No obstante, no pudo evitar apreciar el contacto de los dedos de Draco sobre sus hombros, no entendía bien el por qué de esa reacción por parte del chico, pero en realidad no le quería agarrar mucha importancia, simplemente supo que su intención era reanimarla. Le expresó su agradecimiento tomándolo tiernamente por la mano, y enseguida después de ese movimiento, ya el alma de Tom Riddle había penetrado en el pálido cuerpo del hombre que se hallaba en el suelo.

La imagen de Tom se desvaneció entre el aire, ahora sólo se podía visualizar a aquél chico al que Tom le había salvado la vida con su alma. Se aproximó de nuevo a su esposo con la ilusión de que despertara inmediatamente, pero a la vez con el miedo de notar alguna diferencia en él. Esperó unos segundos hasta ver alguna señal de vida, entonces fue cuando él comenzó a apretujar los ojos y a entrecerrar las manos. Luego soltó algunos murmullos incomprensibles, acompañados por breves y lentos movimientos. Hermione, ya en el suelo junto con él, colocó la cabeza de Harry sobre sus piernas tiernamente y le acarició el cabello, a lo que él respondió, entre sueños, con una sonrisa.

- Herms... – Murmuró con un tono dulce. Ella sonrió al escuchar la voz de Harry, y él se levantó buscando su mirada. El primer contacto visual fue realmente impactante, en los ojos de cada uno se podía percibir aquel brillo que sólo los adolescentes enamorados saben dar, era aquella expresión de amor inigualable.

- ¡Harry! – Exclamó con los ojos radiantes de felicidad. No esperó más y se lanzó a sus brazos. Se sumieron en un tierno abrazo – Te extrañé tanto...

- Yo también te extrañé mucho cariño... Te amo. Espero que no hayas olvidado eso – Hermione sonrió ante el comentario y le murmuró un: "Claro que no, tontito"

Despacio se fueron separando, la mujer llevó su mano derecha a la mejilla de él, le dirigió una mirada amorosa, la cual fue muy bien correspondida, poco a poco, y muy lentamente fueron acercando sus labios hasta llegar al punto de unirlos. Ya era mucho tiempo el cual habían pasado sin probar el dulce sabor del contacto de sus bocas, por lo tanto ese beso estaba siendo muy bien parecido a una experiencia nueva. Les hacía recordar su primer beso, tan indefenso, tan sencillo... pero sin embargo, tan maravilloso. Y así era, un beso con mucha inocencia por las espaldas. Él la tomó suavemente por el cabello y se lo acarició tal cual como ella lo había hecho antes, siempre había adorado esos rizos, esos ojos, su piel... En fin, nunca dejaría de adorarla completamente, aunque eso bien no se sabe.

De pronto se escucharon unos lloriqueos, entonces se separaron enseguida. Provenía de aquél saco de mantas que cargaba Draco consigo. Habían olvidado por completo a su hijo con la emoción de volver a verse. Harry parecía muy entusiasmado con el hecho de que por fin estaban juntos y tenían a su hijo, lo mismo podía decirse de Hermione, ella también estaba muy feliz de que por fin todo se arreglara. Sin embargo había algo que le preocupaba ahora, y ese algo obviamente era Draco. Por alguna razón se le había creado esa confusión entre él y Harry, pero ahora que había visto a su esposo no dudaba que lo amaba, y que lo que sentía por Draco era más como cariño, o incluso atracción.

No dudó ni un segundo más y se dispuso a hablar con él. No podía dejar las cosas así, y menos tratándose de un tema tan delicado como lo era "el herir a las personas", después de todo uno no debe hacer lo que a uno no quiere que se le haga. Tranquilamente le pidió unos segundos a Harry. Se fue aproximando a Draco quien no parecía caer en cuenta de las intenciones de Hermione. Pero cuando se percató que estaban frente a frente le colocó al niño en los brazos y volteó para irse, pero la voz de Hermione lo detuvo.

- Draco yo... tengo que decirte algo... – Ella le sonrió débilmente.

- No tienes que decir nada si no quieres. La verdad no hace falta, mi vida siempre ha sido así de inconclusa – Draco le echó una mirada al suelo, por primera vez se sentía intimidado al hablar con alguien. No podía negar que estaba feliz de que ella fuera feliz, pero tampoco podía dejar a un lado la rabia que le produjo que no fuera con él.

- ¡No! Yo si quiero decirlo... De verdad... de verdad yo... – No sabía bien por donde empezar, aunque sí podía comenzar por soltar los nervios – Bien... Yo... Cuando fuiste a verme al hospital, y pues tuvimos la oportunidad de hablar bien, como personas normales, pues me fui dando cuenta de que tú... – Draco asintió para que prosiguiera con lo que seguía -  Y pues a mí... Digo, cuando me besaste en aquél closet, no sé... me sentí muy extraña, y pues hasta llegué a creer que realmente sentía amor por ti... No es mentira... y tampoco es que no sienta amor por ti. Con lo que has hecho me has demostrado que eres alguien en quien puedo confiar, y por eso... mi amor es más cariño de amigos... ya sabes... – Draco la interrumpió.

- Pero si él...

- Tenlo por seguro, si Harry hubiese muerto, tu tendrías todas las probabilidades de estar conmigo – Dijo con una sonrisa – Pero sin embargo no fue así... Y tú lo sabes...

- Y... ¿puedo pedirte un último favor? – Ella le respondió un tranquilo "sí" – ¿Me dejarías... darte un último beso? – Hermione sonrió y aprobó con la cabeza.

Lo primero en que pensó fue Harry, si él llegaba a ver la cara de Draco sobre la de ella, le quitaría la vida a él y a sí mismo, y no era que Draco fuera a quedarse de manos cruzadas, más bien le respondería con algo peor. No esperaba la comprensión de Harry, después de todo ella también se pondría muy celosa si él se lo hiciera. Tenía una decisión difícil de tomar, y sin darse cuenta ya la había tomado.

- Pero uno muy pequeñito ¿Sí? Harry me va a matar por esto...

Pausadamente fue aproximando sus labios a los de ella, deseaba besarla sólo una vez más. Ella cerró sus ojos antes de tener contacto con los labios del chico, y con el niño en brazos, igual que la vez del closet, se unieron en un beso muy corto, pero a la vez dulce. Draco le acarició los hombros suavemente mientras ella permanecía inmóvil, no se imaginaba la reacción de Harry, ni en lo que le diría, pero prefería no pensar en ello. Con los ojos aún cerrados sintió como él se fue separando lentamente. Alex se movía en sus brazos, aunque no parecía darse cuenta, después de ese beso había quedado un poco fuera de lugar. L hombre la tomó por la barbilla y le aló la cara delicadamente quedando frente a frente. Abrió los ojos y se encontró con la directa mirada de Draco. Esperaba que él dijera algo, pero no fue así, simplemente sonrió y se fue caminando hacia la salida.

Lo vio alejarse sin una palabra. Como él no había dicho nada, ella prefirió mantener el silencio de esa probable despedida. Sintió unos pasos aproximarse detenidamente. No dudaba que fueran de Harry, y conociéndolo parecían muy relajados, es decir que él también lo estaba. Meció un poco a Alex entre sus brazos y éste le sonrió.

- Supongo que crees que voy a peguntarte qué fue aquello... – Dijo Harry colocándose a su lado y refiriéndose al ese suceso. Suavemente ubicó su brazo alrededor de la cintura de la mujer, mientras ella pareció quedarse sin palabras, no tenía respuesta alguna para su esposo, ni mucho menos ganas de pensar en una.

- Harry... Yo... – El hombre le colocó un dedo en los labios.

- Shhh... Yo no te he preguntado nada. Simplemente comenté – La besó - ¿Qué crees? ¿Qué no me había dado cuenta de que Draco estaba enamorado de ti? Nah, eso es imposible de no notar. – Hermione soltó una risa graciosa, en verdad había extrañado mucho a su Harry. – Déjame verlo – Dijo mirando al pequeño.

Hermione le entregó el niño en brazos. Harry lo tomó con cuidado, como si fuera una cajita de cristal, tal cual como solía hacerlo con su hija... Aquel pequeño le recordaba mucho a Hamley, sus ojitos eran igual de verdes y tenía la misma mirada... sin embargo no quería compararlos, eran totalmente distintos y además le producía mucha melancolía. Alex lo agarró por un dedo, y comencé a jugar con él. No podía evitar sonreírle a su hijo, de nuevo sentía esa paternidad que tanto extrañaba. Era un sentimiento muy bonito... muy puro.

- Se parece mucho a ti – le susurró cariñosamente a su esposa.

- Ay Harry... Es muy pequeño para parecerme a mí, espérate a que crezca un poquito más – Rieron juntos – Además tiene tus ojos.

- Te amo... Extrañaba decirte eso ¿Sabes?

- Y yo a ti.

Notas de la autora:

Uff, por fin acabo este chap ^^, bueno, éste no es el último ya que lo separé del epílogo. Que les pereció? Un asco XDDDDDD jajaja bueno, hice lo que pude. No tengo mucho que decir, además que me estás apurando Carol -_-

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Lis Jade Black.