LA OPORTUNIDAD
Por Silvara
Capitulo 1: El encuentro.
"Solo estamos a 5 de julio y ya hace un calor infernal". Esto era lo que pensaba el profesor Snape mientras recorría las calles abarrotadas del Callejón Diagon. Severus Snape era el profesor de pociones en el colegio Hogwarts y no parecía agradarle mucho tener que salir del frescor de su mazmorra con ese calor (sobretodo teniendo en cuenta que vestía una larga túnica negra con capa incluida). Mientras caminaba sin fijarse en la gente que se cruzaba con él, empezó a recordar el motivo que lo había llevado hasta allí.
Faltaba una semana para terminar el curso y en la clase de pociones de ese día tenían que preparar una poción tranquilizante (aunque la mayoría de los alumnos optarían por una tila antes que por una poción). El profesor Snape dio los ingredientes y les ordeno que la preparasen antes de que finalizara la clase. Aquel día, al tener muchos trabajos pendientes de corrección no se paseó entre las mesas de sus alumnos. Aquel fue el mayor error de su vida. De pronto escucho un grito que le hizo levantar la cabeza de inmediato:
--" ¡¡NEVILLE!! ¡¡NO TIRES ESOOOO!!—grito Hermione Granger mientras miraba con expresión aterrorizada a Neville Longbottom, el mayor desastre en pociones. Hermione se había distraído un segundo y Neville había añadido un ingrediente equivocado en el peor momento.
El profesor Snape se acerco velozmente al tiempo que del caldero de Hermione y Neville empezaba a salir una especie de masa burbujeante, roja y viscosa que derretía todo lo que tocaba. Lo peor era que a medida que aquella cosa avanzaba aumentaba de tamaño.
--"¡¡Todos fuera enseguida!!"—grito Severus mientras veía como la gelatina ácida alcanzaba su mesa y el armario de ingredientes.
Para cuando pudieron para aquella cosa, el aula estaba en muy mal estado. No quedaba nada aprovechable y habría que renovar todo el mobiliario, así como también una gran cantidad de ingredientes, algunos de ellos bastantes escasos.
El profesor Snape estaba furioso. La palidez de su cara fue sustituida por un súbito enrojecimiento y por una expresión feroz que hizo que todos los alumnos se apartaran a su paso. Neville estaba en estado de shock en un rincón mientras Harry, Ron y Hermione trataban de consolarlo. Cuando lo oyó acercarse levantó la vista aterrorizado.
--"¡¡¡SE PUEDE SABER EN QUE DEMONIOS ESTABA PENSANDO SEÑOR LONGBOTTOM!!!"—Snape gritaba de tal forma que lo deberían haber oído en todo el castillo.—"¡¡PIENSA MATARNOS A TODOS O SOLO LO HACE PARA DEMOSTRAR LO EXTREMADAMENTE INÚTIL QUE ES USTED!!"--. Parecía que el profesor Snape iba a matar a Neville pero en aquel momento apareció Albus Dumbledore, el director del colegio.
--"¿Qué ha sucedido aquí?"—preguntó tranquilamente mientras observaba la cara de pánico de Neville y la furiosa expresión de Severus.
--"¡¡QUE QUE HA SUCEDIDO!!"—grito Severus—"¡¡PUES QUE ESTE INUTIL CASI NOS MATA A TODOS!!".
Dumbledore miró tranquilamente al profesor Snape.
--"No hace falta que me grites Severus, ya se ha enterado todo el castillo"—dijo Dumbledore—"Y tampoco te consiento que le hables así a un alumno, y menos en mi presencia"—dijo mirando muy seriamente a Snape.
--"Pero Albus..."—contesto Snape.
--"Ni peros ni nada Severus. No ha pasado nada que no se pueda solucionar"—Dumbledore sonrió.—"Las clases que quedan hasta finalizar el curso las darás en otra aula y listo".
El profesor Snape todavía estaba furioso pero asintió.
En todo esto estaba pensando cuando de pronto chocó con algo que le hizo tropezar y caerse. Aún no había tocado el suelo cuando algo le cayo encima, seguido de muchos paquetes.
Severus todavía estaba intentando reaccionar cuando "ese" algo que le había caído encima empezaba a pedirle disculpas.
--"¡Lo siento mucho, no le había visto!"—la voz era femenina y sonaba bastante nerviosa.
Severus levantó la vista hacia la mujer que le había caído encima (todavía no se había levantado) y se quedo de piedra. Ante él brillaban suplicantes un par de ojos azul cobalto y plata enmarcados por unas oscuras pestañas. El cabello de la joven parecía una cascada de plata fundida y su tez era ligeramente tostada. Tenia un rostro realmente hermoso y Severus no recordaba cuando fue la última vez que contemplo de esa forma un rostro femenino. La joven también se le había quedado mirando, sin saber que hacer, con las mejillas bastante sonrosadas por la vergüenza.
De pronto Severus se dio cuenta de la situación en que estaban: el tumbado en el suelo y ella encima de él.
--"¿Le importaría retirarse de encima mío?"—le dijo a la joven.
Esta se puso todavía más roja e intentó incorporarse pero los paquetes habían caído sobre ella y hacían que tropezara constantemente. Para cuando consiguió incorporarse, su rostro estaba más que rojo y tartamudeaba, pidiendo disculpas una y otra vez.
--"Lo-lo si-siento m-mucho"—dijo mientras miraba al suelo y empezaba a recoger los paquetes—"Salía d-de la tienda y n-no le vi".
Severus sonrío, viendo lo apurada que estaba la joven. Se agachó junto a ella y la ayudo a recoger los paquetes.
--"En cierto modo yo también tengo la culpa (¿¡por qué demonios he dicho eso!?)"—le dijo Severus—"no miraba por donde iba".
La joven levantó la vista hacia él , se le quedó mirando y sonrió. Parecía más tranquila. Al intentar coger un paquete su mano cogió la mano de Severus que iba a coger justo el mismo paquete. Levantó la vista y volviéndose a poner roja retiró la mano de inmediato. Severus también se había quedado parado. Cuando toco su mano le sacudió un ligero estremecimiento. Hacia mucho que no sentía algo así.
Una vez hubieron recogido todos los paquetes, Severus se dedico a observar más detenidamente a la joven. Tendría unos 24 o 25 años, no era muy alta pero tenia una silueta muy bien formada. Vestía una túnica azul oscuro con dibujos plateados. La túnica era bastante extraña: parecía que llevara unos pantalones que se ajustaban a su cuerpo y unas botas altas y encima una túnica que al llegar a la cintura se habría a los lados, dejando libertad a las piernas para caminar y dejándolas prácticamente al descubierto. En verdad, era la joven más extraña que había visto... y también la más hermosa.
--"Lo siento mucho"—volvió a decir la joven—"Mire cómo le he puesto la túnica, está toda sucia". Severus miró su túnica y la sacudió.
--"La suya tampoco está muy limpia que digamos"—contestó al tiempo que sonreía.
Ella miró su túnica y sonrió también.
--"Sí, es verdad"—y acto seguido empezó a sacudírsela un poco. Severus hizo lo mismo sin quitarle ojo a la chica.
--"Creo que no me he presentado"—dijo la joven.—"mi nombre es Silvart, Silvart Dragg".
Y le alargó la mano a Severus.
--"Yo soy Severus Snape"—dijo él mientras estrechaba su mano. Sin saber por qué, retuvo su mano un instante y después la soltó.
--"Me gustaría compensarle el pequeño accidente"—dijo Silvart.—"¿Me permite invitarle a tomar algo? Hace mucho calor y estoy realmente sedienta".
--"No, permítame que sea yo quien la invite"—dijo Severus—"Yo también he tenido parte de la culpa. Y no admitiré un no por respuesta".
Silvart sonrió.
--"Entonces de acuerdo. ¿Le importaría acompañarme hasta el Caldero Chorreante? Estoy alojada allí y me gustaría dejar los paquetes antes de que vuelva a tropezar"—dijo sonriendo.
--"Por supuesto"—contestó Snape.—"Permítame ayudarla".
Y acto seguido cogió algunos de los paquetes y se encaminaron al Caldero Chorreante.
Una vez entraron por la puerta del Caldero Chorreante, Silvart se volvió a mirarlo.
--"Espéreme aquí mientras subo y dejo los paquetes"—dijo mientras cogía de las manos de Severus los paquetes restantes.
--"Yo también estoy aquí hospedado así que creo que subiré a mi habitación para limpiarme un poco la túnica"—le dijo Severus.
--"Esta bien. Dentro de diez minutos nos vemos aquí abajo"—y sonriendo una última vez subió por la escalera.
Severus la miro y acto seguido subió por la escalera para dirigirse a su habitación.
