Dinah se había ido a cambiar, hacía demasiado frío para estar en pijama.
Helena apareció en el Laboratorio con cara de pocos amigos caminando con su
acostumbrado estilo y un vaso de agua en la mano, se recargó sobre la mesa
junto a la que trabajaba Bárbara en la computadora.
-Ya me ocupé del bicho.
Bárbara retiró sus lentes y observó a Helena con preocupación conociendo sus sentimientos. -¿Te sientes bien?- preguntó.
-Claro, ¿qué te hace pensar lo contrario? Es motivante saber -su tono irónico se volvió agresivo ante la frustración que sentía por dentro- que tu mejor amiga desea matarte a ti y desea verme a mí colgada como a ese infeliz gato callejero -súbitamente rompió el vaso que tenía en las manos apretándolo.
-¡Hey hey! ¡tranquila! -Bárbara le sostuvo rápidamente la mano y se la revisó.
-Creo que no podría sentirme peor -dijo Helena, la cortada no había sido profunda pero sangraba profusamente.
Bárbara tomó un pañuelo que tenía junto al monitor y limpió la herida -Lo siento... -le dijo y la miró a los ojos, Helena tenía la mirada clavada en el piso- No estamos enfrentándonos a tu amiga de la infancia, sino a una asesina que no tendrá contemplaciones cuando nos tenga frente a frente. Tu vida y mi vida dependen de que mantengamos, especialmente tú, la cabeza fría... Con esto quiere que recordarnos que sabe dónde estamos, que conoce nuestros movimientos y que en el momento que ella quiera puede acabar con nosotras; quiere demostrarnos que tiene el control.
Helena le retiró la mano -Iré a descansar un rato.
-Desinféctate esa cortada antes.
Dinah entró y Helena pasó junto a ella para subir al elevador sin decir mayor palabra.
-¿Qué pasó? -Le preguntó a Bárbara acercándose a ella.
-Es un momento muy difícil para ella -tenía la vista fija en la puerta del elevador y lanzó un suspiro.
-¿Qué hacemos? -preguntó Dinah.
-Una reestructuración para mejorar el sistema de alarmas e incrementar su alcance.
***
Reese salió de su oficina, había sido una larga noche y caminaba por las encharcadas calles rumbo a su auto. No se sorprendió al ver a Huntress esperándolo sentada en el cofre de su vehículo.
-¿Ahora no decidiste salir de la nada? -preguntó.
-Siempre te quejas de eso.
-¿Qué te ocurrió? -Reese notó su mano cubierta improvisadamente con un pañuelo. Helena miró su palma -¿Esto?... Nada, un vaso muy frágil.
-Déjame ver -Reese le tomó la mano, Helena quiso retirarla Reese la ponía nerviosa, pero él la retuvo y desanudó el pañuelo para observarla- Vaya, parece que era un vaso muy grande.
-No... no tanto, sólo, sólo fue un accidente -Helena se sintió turbada al sentir el contacto de Reese y se soltó vendando ella sola nuevamente su mano.
-No voy a hacerte nada -Reese sonrió.
-Lo sé...
-¿Entonces porqué tiemblas?
-No es cierto.
-Sí, tiemblas -Reese intentó tomarle la mano nuevamente pero Helena dio un paso hacia atrás.
-Espera, yo no tiemblo -buscó cambiar de tema lo más rápido posible-, vayamos al punto, tú me llamaste para avisarme de la fuga de la prisión ¿no? ¿qué más sabes?
Reese sonrió divertido y le mostró una fotografía -Al parecer la ayudó a escapar un guardia: Rick Cohen, no sabemos el porqué, pero él le brindó todas las facilidades.
-¿Hablaron con él?
-Desapareció junto con la chica... Ahora es mi turno ¿Sabes el porqué de la estrella?
Huntress pensó la respuesta un momento.
-Es un mensaje personal... me toca a mí.
-Espera -la interrumpió Reese- ¿Personal? ¿Qué mensaje?
-Al parecer algunas personas no son de su agrado y quiere verlas desaparecer... ¿Quién es Rick Cohen?
-No has contestado a mi pregunta -dijo Reese.
-¿Quién es Rick Cohen? -Huntress fingió no escucharlo.
-Huntress...
-Ayúdame, vamos.
-Bueno, Rick es experto en desactivación de alarmas y bombas, tiene muchos contactos en el bajo mundo, gracias a ellos logramos importantes capturas, y creemos que esas capturas las hacía para quitar a sus enemigos del camino, sospechamos tenía una red de tráfico y distribución de droga.
-Hay mucho por dónde investigar.
-¿Vas a contestar a mi pregunta? - insistió Reese.
-Oracle y yo -Huntress tuvo que responder forzadamente.
-¿Oracle y tú? -se sorprendió Reese- Tú la capturaste podría entenderlo... pero ¿Oracle? ¿Y el murciélago en la estrella? ¿Cuál es la conexión).
-Es un poco largo de explicar.
-Siempre me sales eso.
-Prometo contarte todo... -Helena se sentía turbada y Reese lo percibió- es difícil para mí... no estoy pasando por un buen momento dame un poco de tiempo para ordenar mis ideas...
-¿Es una promesa? -Reese le lanzó una mirada comprensiva.
Huntress esbozó una leve sonrisa y asintió con la cabeza, se alejo perdiéndose en la oscuridad de la noche.
***
Al otro día por la tarde Bárbara trabajaba frente a su equipo, el elevador se abrió. Dinah regresaba de la escuela.
-¿Alguna novedad?
-Encontré antecedentes del nombre que me dio Helena. Rick es experto en desactivación de alarmas y bombas, su padre, Xavier Cohen era un criminal en Ciudad Gótica conocido por haber creado una enorme mafia de robo de autos hace unos años, su exitosa carrera terminó cuando la banda fue desmantelada por adivinen quién... -se pasa una mano por su rostro.
-Vaya Bárbara -dijo Helena bajando de las escaleras-, tu club de admiradores crece. -Últimamente te vuelves popular.
Bárbara continuaba escribiendo en la computadora -No es el tipo de popularidad que a una le agrada. Cohen tenía una bodega en los muelles de Ciudad Gótica donde embarcaba los autos. Ahí fue donde lo atrapé.
Dinah jaló una silla y se sentó junto a Bárbara -¿Crees que se encuentren en las bodegas? -Es muy probable... En la noche harán un recorrido...
-¿Harán? -interrumpió Huntress parada atrás de ellas.
-Harán -Bárbara recalcó con dureza- El sitio es muy grande.
-Bár... -Huntress intentó protestar.
Bárbara fue firme -No quiero oír protestas.
-Pero...
-Helena -Bárbara trató de no impacientarse y ser determinante-, Sandy sabe que la buscamos, estará preparada para recibirte, no puedo permitir que vayas sola a su encuentro. Aquí estoy bien protegida. -Las miradas de Bárbara y Huntress se cruzaron, por dentro sabían que cualquier alternativa implicaba igual número de riesgos y nada era seguro.
-A la menor señal de peligro desaparece, -prosiguió- no lo enfrentes. Shiva sabe quién eres, sabe cómo peleas, cómo piensas, puede aprovecharse de los sentimientos que aún tienes hacia ella.
Helena no pudo ocultar su molestia -Me voy a trabajar, nos vemos más tarde.
Dinah esperó a que Huntress se fuera antes de comentar a Bárbara -Realmente está enojada.
-Atrapada -corrigió- es una lucha del pasado contra el presente, la comprendo, es o era su amiga. Helena siempre ha sido muy difícil y por lo mismo no tenía muchos amigos, casi podría asegurarte que Sandy era su amiga más cercana.
-¿Quieres que vaya con ella? -preguntó Dinah.
-No ahora, pero creo sería bueno llegaras antes de que termine su turno, no quiero que vaya sola a los muelles. Bueno ¿Quieres comer algo? Te acompaño.
***
Ya entrada la tarde en el Bar, Helena atendía a los clientes, el bullicio era grande, casi en automático servía las copas, su pensamiento estaba en otro lado. En esos momentos en especial era cuando más deseaba corriendo y simplemente saltar en los edificios.
-Un Whisky-una voz interrumpió sus pensamientos.
-¿En las rocas? -Helena le dió la espalda para preparar la bebida.
-Sí... No, cambié de opinión, mejor dame un martini.
-Helena se quedó fría al reconocer la voz. Giró la cabeza hacia atrás -Sandy- musitó.
-Hola amiga -Sandy le sonreía pícaramente desde la barra.
-¿Qué haces aquí? -Helena no salía de su sorpresa.
-Vine a visitarte ¿hay algo de malo en ello?.
-Déjate de juegos ¿Qué haces aquí?
-Bueno, si te pedía que nos viéramos en otro lado seguramente rechazarías mi invitación.
-No te tengo miedo.
-Tranquila -Helena alzó sus manos- Mira, no tengo armas.
Helena acercó su rostro a Sandy -¿Qué pensabas anoche?
-Oh, no fui yo, sólo era un pequeño juego.
Helena se dirigió a su compañero de bar pidió la cubriera un momento, no iba a ser posible hablar con Sandy en ese sitio, y le dijo que la siguiera a la parte posterior del lugar.
-Ya me ocupé del bicho.
Bárbara retiró sus lentes y observó a Helena con preocupación conociendo sus sentimientos. -¿Te sientes bien?- preguntó.
-Claro, ¿qué te hace pensar lo contrario? Es motivante saber -su tono irónico se volvió agresivo ante la frustración que sentía por dentro- que tu mejor amiga desea matarte a ti y desea verme a mí colgada como a ese infeliz gato callejero -súbitamente rompió el vaso que tenía en las manos apretándolo.
-¡Hey hey! ¡tranquila! -Bárbara le sostuvo rápidamente la mano y se la revisó.
-Creo que no podría sentirme peor -dijo Helena, la cortada no había sido profunda pero sangraba profusamente.
Bárbara tomó un pañuelo que tenía junto al monitor y limpió la herida -Lo siento... -le dijo y la miró a los ojos, Helena tenía la mirada clavada en el piso- No estamos enfrentándonos a tu amiga de la infancia, sino a una asesina que no tendrá contemplaciones cuando nos tenga frente a frente. Tu vida y mi vida dependen de que mantengamos, especialmente tú, la cabeza fría... Con esto quiere que recordarnos que sabe dónde estamos, que conoce nuestros movimientos y que en el momento que ella quiera puede acabar con nosotras; quiere demostrarnos que tiene el control.
Helena le retiró la mano -Iré a descansar un rato.
-Desinféctate esa cortada antes.
Dinah entró y Helena pasó junto a ella para subir al elevador sin decir mayor palabra.
-¿Qué pasó? -Le preguntó a Bárbara acercándose a ella.
-Es un momento muy difícil para ella -tenía la vista fija en la puerta del elevador y lanzó un suspiro.
-¿Qué hacemos? -preguntó Dinah.
-Una reestructuración para mejorar el sistema de alarmas e incrementar su alcance.
***
Reese salió de su oficina, había sido una larga noche y caminaba por las encharcadas calles rumbo a su auto. No se sorprendió al ver a Huntress esperándolo sentada en el cofre de su vehículo.
-¿Ahora no decidiste salir de la nada? -preguntó.
-Siempre te quejas de eso.
-¿Qué te ocurrió? -Reese notó su mano cubierta improvisadamente con un pañuelo. Helena miró su palma -¿Esto?... Nada, un vaso muy frágil.
-Déjame ver -Reese le tomó la mano, Helena quiso retirarla Reese la ponía nerviosa, pero él la retuvo y desanudó el pañuelo para observarla- Vaya, parece que era un vaso muy grande.
-No... no tanto, sólo, sólo fue un accidente -Helena se sintió turbada al sentir el contacto de Reese y se soltó vendando ella sola nuevamente su mano.
-No voy a hacerte nada -Reese sonrió.
-Lo sé...
-¿Entonces porqué tiemblas?
-No es cierto.
-Sí, tiemblas -Reese intentó tomarle la mano nuevamente pero Helena dio un paso hacia atrás.
-Espera, yo no tiemblo -buscó cambiar de tema lo más rápido posible-, vayamos al punto, tú me llamaste para avisarme de la fuga de la prisión ¿no? ¿qué más sabes?
Reese sonrió divertido y le mostró una fotografía -Al parecer la ayudó a escapar un guardia: Rick Cohen, no sabemos el porqué, pero él le brindó todas las facilidades.
-¿Hablaron con él?
-Desapareció junto con la chica... Ahora es mi turno ¿Sabes el porqué de la estrella?
Huntress pensó la respuesta un momento.
-Es un mensaje personal... me toca a mí.
-Espera -la interrumpió Reese- ¿Personal? ¿Qué mensaje?
-Al parecer algunas personas no son de su agrado y quiere verlas desaparecer... ¿Quién es Rick Cohen?
-No has contestado a mi pregunta -dijo Reese.
-¿Quién es Rick Cohen? -Huntress fingió no escucharlo.
-Huntress...
-Ayúdame, vamos.
-Bueno, Rick es experto en desactivación de alarmas y bombas, tiene muchos contactos en el bajo mundo, gracias a ellos logramos importantes capturas, y creemos que esas capturas las hacía para quitar a sus enemigos del camino, sospechamos tenía una red de tráfico y distribución de droga.
-Hay mucho por dónde investigar.
-¿Vas a contestar a mi pregunta? - insistió Reese.
-Oracle y yo -Huntress tuvo que responder forzadamente.
-¿Oracle y tú? -se sorprendió Reese- Tú la capturaste podría entenderlo... pero ¿Oracle? ¿Y el murciélago en la estrella? ¿Cuál es la conexión).
-Es un poco largo de explicar.
-Siempre me sales eso.
-Prometo contarte todo... -Helena se sentía turbada y Reese lo percibió- es difícil para mí... no estoy pasando por un buen momento dame un poco de tiempo para ordenar mis ideas...
-¿Es una promesa? -Reese le lanzó una mirada comprensiva.
Huntress esbozó una leve sonrisa y asintió con la cabeza, se alejo perdiéndose en la oscuridad de la noche.
***
Al otro día por la tarde Bárbara trabajaba frente a su equipo, el elevador se abrió. Dinah regresaba de la escuela.
-¿Alguna novedad?
-Encontré antecedentes del nombre que me dio Helena. Rick es experto en desactivación de alarmas y bombas, su padre, Xavier Cohen era un criminal en Ciudad Gótica conocido por haber creado una enorme mafia de robo de autos hace unos años, su exitosa carrera terminó cuando la banda fue desmantelada por adivinen quién... -se pasa una mano por su rostro.
-Vaya Bárbara -dijo Helena bajando de las escaleras-, tu club de admiradores crece. -Últimamente te vuelves popular.
Bárbara continuaba escribiendo en la computadora -No es el tipo de popularidad que a una le agrada. Cohen tenía una bodega en los muelles de Ciudad Gótica donde embarcaba los autos. Ahí fue donde lo atrapé.
Dinah jaló una silla y se sentó junto a Bárbara -¿Crees que se encuentren en las bodegas? -Es muy probable... En la noche harán un recorrido...
-¿Harán? -interrumpió Huntress parada atrás de ellas.
-Harán -Bárbara recalcó con dureza- El sitio es muy grande.
-Bár... -Huntress intentó protestar.
Bárbara fue firme -No quiero oír protestas.
-Pero...
-Helena -Bárbara trató de no impacientarse y ser determinante-, Sandy sabe que la buscamos, estará preparada para recibirte, no puedo permitir que vayas sola a su encuentro. Aquí estoy bien protegida. -Las miradas de Bárbara y Huntress se cruzaron, por dentro sabían que cualquier alternativa implicaba igual número de riesgos y nada era seguro.
-A la menor señal de peligro desaparece, -prosiguió- no lo enfrentes. Shiva sabe quién eres, sabe cómo peleas, cómo piensas, puede aprovecharse de los sentimientos que aún tienes hacia ella.
Helena no pudo ocultar su molestia -Me voy a trabajar, nos vemos más tarde.
Dinah esperó a que Huntress se fuera antes de comentar a Bárbara -Realmente está enojada.
-Atrapada -corrigió- es una lucha del pasado contra el presente, la comprendo, es o era su amiga. Helena siempre ha sido muy difícil y por lo mismo no tenía muchos amigos, casi podría asegurarte que Sandy era su amiga más cercana.
-¿Quieres que vaya con ella? -preguntó Dinah.
-No ahora, pero creo sería bueno llegaras antes de que termine su turno, no quiero que vaya sola a los muelles. Bueno ¿Quieres comer algo? Te acompaño.
***
Ya entrada la tarde en el Bar, Helena atendía a los clientes, el bullicio era grande, casi en automático servía las copas, su pensamiento estaba en otro lado. En esos momentos en especial era cuando más deseaba corriendo y simplemente saltar en los edificios.
-Un Whisky-una voz interrumpió sus pensamientos.
-¿En las rocas? -Helena le dió la espalda para preparar la bebida.
-Sí... No, cambié de opinión, mejor dame un martini.
-Helena se quedó fría al reconocer la voz. Giró la cabeza hacia atrás -Sandy- musitó.
-Hola amiga -Sandy le sonreía pícaramente desde la barra.
-¿Qué haces aquí? -Helena no salía de su sorpresa.
-Vine a visitarte ¿hay algo de malo en ello?.
-Déjate de juegos ¿Qué haces aquí?
-Bueno, si te pedía que nos viéramos en otro lado seguramente rechazarías mi invitación.
-No te tengo miedo.
-Tranquila -Helena alzó sus manos- Mira, no tengo armas.
Helena acercó su rostro a Sandy -¿Qué pensabas anoche?
-Oh, no fui yo, sólo era un pequeño juego.
Helena se dirigió a su compañero de bar pidió la cubriera un momento, no iba a ser posible hablar con Sandy en ese sitio, y le dijo que la siguiera a la parte posterior del lugar.
