3 Traición
Disclaimer: El Conde Drácula pertenece indiscutiblemente a Bram Stoker. Los demás personajes son creación mía.
A/N: Esta es la tercera y penúltima parte, gracias a Jun, Any, Elithil y Stefania que leyeron las anteriores. Esta historia me está gustando mucho, y haré caso a Any cuando dice que uno escribe porque le agrada (¡Gracias!)
La música es Creep de Radiohead
***
Hiram despertó al alba, con las ropas húmedas del rocío matutino, solo. Se acurrucó dentro de la capa que lo cubría, única prueba de que lo vivido la noche anterior no había sido un sueño.
"¿Vlad?", llamó, sin obtener respuesta.
Suspirando, se levantó. Sentía frío y se envolvió con la suave capa de terciopelo negro, evocando con nostalgia a su dueño. Era hora de volver al campamento. Emprendió el regreso pensativo. Con las luces del alba, su cabeza también se iluminó, y pensaba extrañado en aquél hombre cuya presencia empezaba a añorar.
A pesar de que habían hablado toda la noche anterior, y Hiram le había contado prácticamente toda su vida, no sabía nada de Vlad, cuál era su nombre completo, de dónde provenía, qué edad tenía, a qué se dedicaba. Tan sólo conocía detalles íntimos, como que Vlad había perdido a sus padres hacía muchísimo tiempo, que vivía solo en una gran casa al otro lado del bosque, que era un ser solitario que gustaba caminar por el bosque oscuro y no temía a las criaturas de la noche, como él las llamaba. Aunque, ¿qué significaba un apellido? Él mismo no sabía el suyo...y Vlad había sido tan gentil con él, lo había tratado con tanto cariño...¿sería esto el amor?
Llegaba ya al campamento, y dobló cuidadosamente la capa, pues si alguien la veía, podría traerle un incómodo interrogatorio. Sigilosamente se acercó a su tienda, situada a uno de los extremos, y entró, creyendo no ser visto.
El campamento aún dormía y nadie notó su regreso, excepto una persona. Darah se deslizó entre las tiendas, con una maligna sonrisa. Había visto al muchacho llegar con un bulto negro aferrado en el pecho, mirando a todos lados como si temiera ser descubierto. Era obvio, por su apariencia, que no había dormido allí, quizá venía de aquel lugar maldito que visitaba todos los años, pero eso que traía era señal de que no había estado solo. Darah sabía que nadie en el campamento se atrevería a ir a ese sitio, por lo que debía haber visto a otra persona. Se acercaba el día en que se vengaría para siempre de aquel molesto muchacho, al día siguiente, el Consejo debía decidir si permanecería o no en la tribu. La anciana volvió a su tienda, ubicada ahora en el centro, pues ella era quien presidía el consejo tras la muerte de Zara. Luego registraría las pertenencias de Hiram para saber qué había traído.
Hiram estaba cansado, no había dormido casi nada. Pero aún le quedaba un tiempo de descanso antes de que los otros despertaran. Se quitó la camisa y las sandalias y se acostó, colocando sobre él la capa de Vlad. Cerró los ojos reviviendo cada momento de aquella noche, deseando volver a verlo, soñando con una vida dichosa. ¡Cómo hubiera querido que Zara estuviese con él! Ella le aconsejaría qué hacer, qué preguntar. Había sido demasiado ingenuo en no preguntarle nada, pero la voz de Vlad lo hipnotizaba y sólo deseaba oírlo hablar de la noche y del antiguo bosque, de su casa. Incluso le había contado sobre su enorme biblioteca, pues los libros eran sus compañeros desde hacía incontables años. Hiram no sabía leer, Zara no había podido enseñarle, pues ella tampoco sabía. Vlad había sonreido con dulzura cuando él se lo confesó avergonzado, y le había dicho - "No te apenes, yo te enseñaré, mi pequeño gitano", para luego besarlo una y otra vez.
¡Ahhh, los besos! Aún le parecía sentir en sus labios esos besos helados y ansiosos, que lo dejaban sin aliento, y luego esos fríos labios se deslizaban sobre su cuello, besando, lamiendo y mordiendo suavemente su piel, causándole las sensaciones más placentetas que había conocido.
Hiram llevó su mano al cuello, evocando esas caricias secretas, y así, se quedó dormido, soñando estar en los brazos de su amado.
***
Luego de dejarlo en la hierba, Vlad se alejó rápidamente, usando su agilidad vampírica para atravesar el bosque en unos minutos y llegar a su castillo antes que los primeros rayos de luz lo alcanzaran. Trepó rápidamente por el muro de piedra, hasta llegar a la ventana abierta que lo esperaba. Luego de entrar, se dirigió al sótano, donde se encontraba su elegante recámara, en centro de la cual, en lugar de una cama, había un ataúd abierto aguardándolo. Se deslizó dentro, colocando la tapa, y cerró los ojos. Sus pensamientos se llenaron de Hiram.
** When you were here before / Cuando estuviste aquí antes
Couldn't look you in the eye / no pude mirarte a los ojos
You're just like an angel / eres como un ángel
Your skin makes me cry / tu piel me hace llorar
You float like a feather / tu flotas como una pluma
In a beautiful world / en un hermoso mundo
And I wish I was special / y quisiera haber sido especial
You're so fuckin' special / eres tan especial
**
Recordaba la sensación de su tibio cuerpo pegado al suyo, de su cálida boca, de su hermoso cuello. El muchacho despertaba en él emociones que creía olvidadas, lograba sacar su lado humano nuevamente, haciéndolo sentir vulnerable. Deseaba ardientemente protegerlo y estar junto a él, pero a la vez, Hiram era la víctima que había buscado desde hacía siglos. Esa noche fue débil, pero a la siguiente, ya no lo sería. El muchacho debía morir.
** But I'm a creep, I'm a weirdo / pero soy un vagabundo, soy un extraño
What the hell am I doing here? / ¿que diablos hago aquí?
I don't belong here / no pertenezco aquí
***
Hiram despertó nuevamente, con pesar, pues había estado soñando con una nueva vida sin tristezas, junto a su recién hallado amor. El sol estaba ya alto en el cielo, de modo que se apresuró en lavarse y vestirse. Luego, después de abrazarla nuevamente, dobló amorosamente la capa de Vlad y la guardó en el baúl que le había dejado Zara, donde tenía sus pertenencias más valiosas.
Salió en dirección al arroyo para llenar su cubo de agua, pero fue detenido por Jael, un gitano que le doblaba la edad.
"Darah me envía a buscarte. Te espera en su tienda", le dijo secamente. "Iré en cuanto vuelva del arroyo", contestó con calma Hiram. "No se hace esperar a quien preside el Consejo de Ancianos", repuso Jael "Está bien", Hiram no deseaba despertar de nuevo la ira de la anciana, sobre todo ahora que deseaba desocuparse temprano para volver a ver a Vlad.
Se dirigió a la tienda de Darah, seguido por Jael. La anciana se encontraba sentada sobre varios almohadones, e hizo un ademan a Jael para que se sentara frente a ella, pero a Hiram le indicó permanecer de pie.
"Mañana vence el plazo otorgado por el Consejo", dijo Darah dirigiéndose a Hiram, - "¿has elegido ya una esposa?" "Mañana haré saber mi elección al Consejo y aceptaré la decisión de éste", contestó Hiram lo más respetuosamente que pudo. "Irás con Jael al pueblo y lo ayudarás con las cabras que debe llevar", fue la orden de Darah "Eso me tomará todo el día.", trató de protestar Hiram "¿Eso importa? Nadie aguardará tu regreso ¿o me equivoco?", replicó cruelmente Darah "Está bien", dijo Hiram bajando los ojos. "Pueden irse ahora", dijo ella, despidiéndolos con un vaivén de manos.
Jael y Hiram se dirigieron al pueblo arreando un pequeño rebaño de cabras que cambiarían por vegetales, pues los gitanos, por su naturaleza nómada, no pueden cultivar la tierra. También llevaban dos asnos que cargaban mantequilla y queso. El muchacho estaba impaciente por volver e hizo todo lo más pronto que pudo, aunque Jael difícilmente le dirigía la palabra. Finalmente, volvieron al campamento con varios sacos de harina, frutas y verduras frescas.
Durante la ausencia de Hiram, Darah envió a registrar la tienda del muchacho, descubriendo en el baúl, joyas valiosas que le había dejado Zara, un elegante traje de caballero y una capa. Darah reconoció en ella el objeto que había visto traer a Hiram y una sonrisa alegró sus viejas facciones, pues el momento estaba cerca. Ordenó dejar todo tal como estaba, pues o deseaba despertar la menor sospecha, mientras maduraba un plan que la libraría para siempre de Hiram y del monstruo que perseguía a su pueblo.
Luego de entregar la mercancía a Jael, el muchacho se dirigió a su tienda y tomó ropas limpias, para luego ir presuroso al arroyo. Una vez allí, se despojó de sus sucias ropas y tomó un baño, frotándose el cuerpo para quitar el olor de los animales y lavándose el cabello con un compuesto de hierbas. Cuando estuvo satisfecho con el resultado, se vistió con ropa limpia y se sentó a cepillar su cabello, que le llegaba hasta los hombros. Se cepilló cuidadosamente, hasta que su cabello negro empezó a relucir, mientras caía libre sobre sus hombros. Se contempló en el agua y sonriendo, se dirigió a su tienda para tomar la capa que debía devolver a Vlad.
"¿Vas a alguna parte?", preguntó Darah que entró a la tienda tras él. "Iré a la tumba de mis padres", respondió Hiram, escondiendo la capa en su espalda. "Pronto anochecerá, es peligroso andar a oscuras en estos parajes" "No temo, siempre he ido a esta hora y jamás me sucedió nada", contestó Hiram un poco nervioso a causa de la capa. "¿Qué ocultas en la espalda?", preguntó la anciana con suspicacia "Nada, solo llevo una manta para abrigarme" "Ve entonces, con las criaturas a las que perteneces, ¡tú que sólo has traido desgracia a mi pueblo con tus artes diabólicas, vuelve a donde perteneces!" siseó la anciana.
Hiram salió apresuradamente, tratando de contener las lágrimas. Poco tiempo le quedaba ya en ese lugar. Mientras se alejaba del campamento, el recuerdo de Vlad le hizo olvidar la tristeza. Olvidó pronto el odio de Darah, el desprecio de Jael y los otros, mientras sentía una extraña emoción que anticipaba el deseado encuentro. Pronto llegó al lugar, inclinándose ante el montículo de piedras por unos momentos, pero ya no se sentía triste como el día anterior, ahora había esperanza en su corazón.
Empezaba a refrescar, y tomó asiento en el tronco donde había estado con Vlad, cubriéndose con la capa. Observó el bosque, que estaba misteriosamente quieto, sin que se oyeran ningún sonido. Pensó que el lugar no era tan tétrico una vez que uno se acostumbraba a él, pues el paseo que hizo con Vlad fue agradable. ¿Dónde estaría su amado? ¿Y si no venía a verlo? ¿Tendría él el valor para atravesar el bosque solo?
El muchacho continuó aguardando, hasta que anocheció y oyó a lo lejos el aullido de los lobos. Se quedó allí, muy quieto, esperando. Su corazón le decía que él vendría.
***
Vlad despertó al anochecer y se deslizó fuera del ataúd. No dejaba de pensar en Hiram, incluso en sus sueños lo había abrazado, no con el abrazo mortal de un vampiro, sino con el abrazo del amante que desea proteger a su compañero. Pero debía sobreponerse a esos sentimientos, y ya había tomado una resolución.
Se dirigió rápidamente al conocido lugar en las afueras del bosque. Desde lejos podía percibir su presencia, aguardándolo. Caminó en silencio sin que ninguna de sus criaturas osara cruzarse en su camino, hasta que llegó junto al tronco. Lo había hecho tan rápido que el muchacho no lo había notado, pues miraba hacia el bosque. Ahora, sus movimientos debían ser precisos, lo tomaría en sus brazos mordiendo rápidamente su cuello. Sería tan rápido, que él ni siquiera lo notaría hasta que fuera demasiado tarde, ni siquiera llegaría a gritar. Lo había hecho incontables veces, ¿por qué dudaba ahora?
Entonces Hiram volteó y lo vio. Sus hermosos ojos azules se llenaron de alegría.
"¡Vlad! Al fin llegaste", y sin detenerse a esperar su respuesta, se arrojó a sus brazos, - "¡oh, Vlad! Te extrañé mucho", susurró apoyando la cabeza en su hombro.
** I don't care if it hurts / no me importa si duele
I want to have control / quiero tener el control
I want a perfect body / quiero un cuerpo perfecto
I want a perfect soul / quiero un alma perfecta
I want you to notice / quiero que te des cuenta
When I'm not around / cuando no estoy aquí
You're so fuckin' special / eres tan especial
I wish I was special / quisiera haber sido especial But I'm a creep, I'm a weirdo / pero soy un vagabundo, soy un extraño
What the hell am I doing here? / ¿que diablos hago aquí?
I don't belong here / no pertenezco aquí **
El vampiro se encontró besándolo y riendo junto con él. El muchacho lo enternecía y echó por tierra toda su resolución de acabar con su vida. Sencillamente, no podía hacerlo.
"Mi pequeño gitano, ¿otra vez solo por aquí?", le dijo cariñosamente "Te esperaba. Ayer te fuiste sin despedirte", le reprochó Hiram "Lo siento, pero te quedaste dormido. No quise despertarte, te veías muy cansado", explicó Vlad "Está bien", susurró el muchacho, abrazándose a él, "pensé en ti todo el día. ¿tú me extrañaste?"
Vlad sonrió enternecido. - "Claro que sí", dijo apartándose un poco tomándolo de la mano para apreciarlo mejor.
"Luces hermoso con esa capa. Cuando estés conmigo, te vestiré como un príncipe", dijo Vlad, besándole la mano. "¡Oh Vlad!, ¿me llevarás contigo? ¿viviré en tu casa?", Hiram no podía creer esa dicha, era como si todas sus plegarias hubieran sido escuchadas. "No lo imagino de otro modo, pero solo si tú lo deseas", Vlad le sonrió nuevamente. Pensó que luego le tendría que explicar muchas cosas, pero por ahora nada empañaría su dicha. "¡Claro que lo deseo! Eres todo lo que siempre le pedí a Dios". Lágrimas rodaban por sus mejillas, esta vez de alegría.
Vlad lo besó, secando sus lágrimas con sus labios. Todo se había salido de control, pero no le importaba, por fin se sentía vivo, después de tantísimos años. Lo alzó con sus fuertes brazos mientras daba vueltas, hasta que cayeron ambos en la hierba riendo.
"No quiero verte llorar más. Te haré feliz, te daré todo lo que me pidas, solo por verte sonreír", le dijo con ternura.
** Whatever makes you happy / lo que te haga feliz
Whatever you want / lo que tú desees
You're so fuckin' special / eres tan especial
I wish I was special / quisiera haber sido especial But I'm a creep, I'm a weirdo / pero soy un vagabundo, soy un extraño
What the hell am I doing here? / ¿que diablos hago aquí?
I don't belong here / no pertenezco aquí I don't belong here / no pertenezco aquí
** "Sólo quiero estar a tu lado", Hiram le ofreció nuevamente sus labios que el vampiro tomó ávidamente entre los suyos.
Luego de besarse con pasión por un momento interminable, Vlad rompió lentamente el beso para mirarlo seriamente.
"Ven ahora conmigo", Hiram lo miró sorprendido 2. "¿Ahora mismo?", preguntó, dudoso 3. "Ahora. Tú mismo me dijiste que ya nada te ata allá", replicó Vlad 4. "Y es verdad, pero debo traer las cosas de mi abuela.debo decir de mi decisión al Consejo.debo." "¿Qué más da la decisión de esos ancianos si tú mismo has decidido dejarlos?", cortó Vlad "Mañana. Por favor Vlad", pidió Hiram, ¿cómo resistir ante esa súplica?. - "Mañana iré contigo y nada nos separará" "Está bien mi Hiram. Mañana", aceptó Vlad. - "Pero esta noche me acompañarás, hasta el alba, como ayer" "Haré lo que me pidas, amado mío", dijo Hiram
Recorrieron de nuevo el bosque, tomados de la mano, felices. Se besaban y se prometían una vida dichosa juntos. Sólo hubo un momento de pesar en esa noche para Hiram. Vlad lo tomó entre sus brazos y usó su agilidad vampírica para atravesar el bosque, maravillándose de lo ligero que era Hiram. Lo depositó cuidadosamente en el suelo sonriendo.
"¿Cómo llegamos tan rápido? ¿Acaso me he dormido?", preguntó el confundido muchacho, pues para sus sentidos, habían atravesado todo el bosque en un instante. "Creo que sí", susurró Vlad a su oído, mordisquéandole suavemente el lóbulo de la oreja.
Hiram echó atrás la cabeza para sentir mejor la caricia, cuando de pronto observó algo que lo puso inmediatamente tenso.
"Vlad, estamos cerca del castillo", susurró "Lo sé" "La criatura que vive allí.la que mató a mis padres.¿tú la has visto en tus paseos?", preguntó "Algunas veces", respondió el vampiro "¿Qué aspecto tiene? ¿Es como un lobo? ¿Nunca te ha hecho daño?" "No la he visto bien, pues se cubre con una capa", respondió Vlad, eligiendo cuidadosamente sus palabras, - "jamás me ha hecho daño, ni te lo hará a ti, pero no creo que haya matado a tus padres, me contaste que fueron los lobos" "Pero el monstruo los envió. Darah dice que son criaturas de la noche, igual que yo", la voz se le apagó en un susurro. "En ese caso, jamás la noche conoció criatura más bella que tú", y Vlad lo tomó nuevamente en brazos para alejarlo de allí.
El resto de la noche transcurrió entre besos y risas, hasta que Vlad lo soltó, despidiéndose, pues amanecería pronto. Hicieron planes para encontrarse la noche siguiente. Hiram lo esperaría al anochecer e iría con él.
"Te amo, Vlad", dijo el muchacho al despedirse "Te amo", respondió el vampiro, sintiéndose humano de nuevo
Hiram volvió dichoso al campamento, donde todo era silencio. Sin hacer ruido se dirigió a su tienda, e iba a entrar en ella cuando fue aprisionado por Jael y otros gitanos. Trató de protestar, pero lo patearon en el estómago y antes de que pudiera reaccionar, fue atado y amordazado. Con las primeras luces del alba, fue arrojado al piso de la tienda de Darah, que sonreía.
TBC
Disclaimer: El Conde Drácula pertenece indiscutiblemente a Bram Stoker. Los demás personajes son creación mía.
A/N: Esta es la tercera y penúltima parte, gracias a Jun, Any, Elithil y Stefania que leyeron las anteriores. Esta historia me está gustando mucho, y haré caso a Any cuando dice que uno escribe porque le agrada (¡Gracias!)
La música es Creep de Radiohead
***
Hiram despertó al alba, con las ropas húmedas del rocío matutino, solo. Se acurrucó dentro de la capa que lo cubría, única prueba de que lo vivido la noche anterior no había sido un sueño.
"¿Vlad?", llamó, sin obtener respuesta.
Suspirando, se levantó. Sentía frío y se envolvió con la suave capa de terciopelo negro, evocando con nostalgia a su dueño. Era hora de volver al campamento. Emprendió el regreso pensativo. Con las luces del alba, su cabeza también se iluminó, y pensaba extrañado en aquél hombre cuya presencia empezaba a añorar.
A pesar de que habían hablado toda la noche anterior, y Hiram le había contado prácticamente toda su vida, no sabía nada de Vlad, cuál era su nombre completo, de dónde provenía, qué edad tenía, a qué se dedicaba. Tan sólo conocía detalles íntimos, como que Vlad había perdido a sus padres hacía muchísimo tiempo, que vivía solo en una gran casa al otro lado del bosque, que era un ser solitario que gustaba caminar por el bosque oscuro y no temía a las criaturas de la noche, como él las llamaba. Aunque, ¿qué significaba un apellido? Él mismo no sabía el suyo...y Vlad había sido tan gentil con él, lo había tratado con tanto cariño...¿sería esto el amor?
Llegaba ya al campamento, y dobló cuidadosamente la capa, pues si alguien la veía, podría traerle un incómodo interrogatorio. Sigilosamente se acercó a su tienda, situada a uno de los extremos, y entró, creyendo no ser visto.
El campamento aún dormía y nadie notó su regreso, excepto una persona. Darah se deslizó entre las tiendas, con una maligna sonrisa. Había visto al muchacho llegar con un bulto negro aferrado en el pecho, mirando a todos lados como si temiera ser descubierto. Era obvio, por su apariencia, que no había dormido allí, quizá venía de aquel lugar maldito que visitaba todos los años, pero eso que traía era señal de que no había estado solo. Darah sabía que nadie en el campamento se atrevería a ir a ese sitio, por lo que debía haber visto a otra persona. Se acercaba el día en que se vengaría para siempre de aquel molesto muchacho, al día siguiente, el Consejo debía decidir si permanecería o no en la tribu. La anciana volvió a su tienda, ubicada ahora en el centro, pues ella era quien presidía el consejo tras la muerte de Zara. Luego registraría las pertenencias de Hiram para saber qué había traído.
Hiram estaba cansado, no había dormido casi nada. Pero aún le quedaba un tiempo de descanso antes de que los otros despertaran. Se quitó la camisa y las sandalias y se acostó, colocando sobre él la capa de Vlad. Cerró los ojos reviviendo cada momento de aquella noche, deseando volver a verlo, soñando con una vida dichosa. ¡Cómo hubiera querido que Zara estuviese con él! Ella le aconsejaría qué hacer, qué preguntar. Había sido demasiado ingenuo en no preguntarle nada, pero la voz de Vlad lo hipnotizaba y sólo deseaba oírlo hablar de la noche y del antiguo bosque, de su casa. Incluso le había contado sobre su enorme biblioteca, pues los libros eran sus compañeros desde hacía incontables años. Hiram no sabía leer, Zara no había podido enseñarle, pues ella tampoco sabía. Vlad había sonreido con dulzura cuando él se lo confesó avergonzado, y le había dicho - "No te apenes, yo te enseñaré, mi pequeño gitano", para luego besarlo una y otra vez.
¡Ahhh, los besos! Aún le parecía sentir en sus labios esos besos helados y ansiosos, que lo dejaban sin aliento, y luego esos fríos labios se deslizaban sobre su cuello, besando, lamiendo y mordiendo suavemente su piel, causándole las sensaciones más placentetas que había conocido.
Hiram llevó su mano al cuello, evocando esas caricias secretas, y así, se quedó dormido, soñando estar en los brazos de su amado.
***
Luego de dejarlo en la hierba, Vlad se alejó rápidamente, usando su agilidad vampírica para atravesar el bosque en unos minutos y llegar a su castillo antes que los primeros rayos de luz lo alcanzaran. Trepó rápidamente por el muro de piedra, hasta llegar a la ventana abierta que lo esperaba. Luego de entrar, se dirigió al sótano, donde se encontraba su elegante recámara, en centro de la cual, en lugar de una cama, había un ataúd abierto aguardándolo. Se deslizó dentro, colocando la tapa, y cerró los ojos. Sus pensamientos se llenaron de Hiram.
** When you were here before / Cuando estuviste aquí antes
Couldn't look you in the eye / no pude mirarte a los ojos
You're just like an angel / eres como un ángel
Your skin makes me cry / tu piel me hace llorar
You float like a feather / tu flotas como una pluma
In a beautiful world / en un hermoso mundo
And I wish I was special / y quisiera haber sido especial
You're so fuckin' special / eres tan especial
**
Recordaba la sensación de su tibio cuerpo pegado al suyo, de su cálida boca, de su hermoso cuello. El muchacho despertaba en él emociones que creía olvidadas, lograba sacar su lado humano nuevamente, haciéndolo sentir vulnerable. Deseaba ardientemente protegerlo y estar junto a él, pero a la vez, Hiram era la víctima que había buscado desde hacía siglos. Esa noche fue débil, pero a la siguiente, ya no lo sería. El muchacho debía morir.
** But I'm a creep, I'm a weirdo / pero soy un vagabundo, soy un extraño
What the hell am I doing here? / ¿que diablos hago aquí?
I don't belong here / no pertenezco aquí
***
Hiram despertó nuevamente, con pesar, pues había estado soñando con una nueva vida sin tristezas, junto a su recién hallado amor. El sol estaba ya alto en el cielo, de modo que se apresuró en lavarse y vestirse. Luego, después de abrazarla nuevamente, dobló amorosamente la capa de Vlad y la guardó en el baúl que le había dejado Zara, donde tenía sus pertenencias más valiosas.
Salió en dirección al arroyo para llenar su cubo de agua, pero fue detenido por Jael, un gitano que le doblaba la edad.
"Darah me envía a buscarte. Te espera en su tienda", le dijo secamente. "Iré en cuanto vuelva del arroyo", contestó con calma Hiram. "No se hace esperar a quien preside el Consejo de Ancianos", repuso Jael "Está bien", Hiram no deseaba despertar de nuevo la ira de la anciana, sobre todo ahora que deseaba desocuparse temprano para volver a ver a Vlad.
Se dirigió a la tienda de Darah, seguido por Jael. La anciana se encontraba sentada sobre varios almohadones, e hizo un ademan a Jael para que se sentara frente a ella, pero a Hiram le indicó permanecer de pie.
"Mañana vence el plazo otorgado por el Consejo", dijo Darah dirigiéndose a Hiram, - "¿has elegido ya una esposa?" "Mañana haré saber mi elección al Consejo y aceptaré la decisión de éste", contestó Hiram lo más respetuosamente que pudo. "Irás con Jael al pueblo y lo ayudarás con las cabras que debe llevar", fue la orden de Darah "Eso me tomará todo el día.", trató de protestar Hiram "¿Eso importa? Nadie aguardará tu regreso ¿o me equivoco?", replicó cruelmente Darah "Está bien", dijo Hiram bajando los ojos. "Pueden irse ahora", dijo ella, despidiéndolos con un vaivén de manos.
Jael y Hiram se dirigieron al pueblo arreando un pequeño rebaño de cabras que cambiarían por vegetales, pues los gitanos, por su naturaleza nómada, no pueden cultivar la tierra. También llevaban dos asnos que cargaban mantequilla y queso. El muchacho estaba impaciente por volver e hizo todo lo más pronto que pudo, aunque Jael difícilmente le dirigía la palabra. Finalmente, volvieron al campamento con varios sacos de harina, frutas y verduras frescas.
Durante la ausencia de Hiram, Darah envió a registrar la tienda del muchacho, descubriendo en el baúl, joyas valiosas que le había dejado Zara, un elegante traje de caballero y una capa. Darah reconoció en ella el objeto que había visto traer a Hiram y una sonrisa alegró sus viejas facciones, pues el momento estaba cerca. Ordenó dejar todo tal como estaba, pues o deseaba despertar la menor sospecha, mientras maduraba un plan que la libraría para siempre de Hiram y del monstruo que perseguía a su pueblo.
Luego de entregar la mercancía a Jael, el muchacho se dirigió a su tienda y tomó ropas limpias, para luego ir presuroso al arroyo. Una vez allí, se despojó de sus sucias ropas y tomó un baño, frotándose el cuerpo para quitar el olor de los animales y lavándose el cabello con un compuesto de hierbas. Cuando estuvo satisfecho con el resultado, se vistió con ropa limpia y se sentó a cepillar su cabello, que le llegaba hasta los hombros. Se cepilló cuidadosamente, hasta que su cabello negro empezó a relucir, mientras caía libre sobre sus hombros. Se contempló en el agua y sonriendo, se dirigió a su tienda para tomar la capa que debía devolver a Vlad.
"¿Vas a alguna parte?", preguntó Darah que entró a la tienda tras él. "Iré a la tumba de mis padres", respondió Hiram, escondiendo la capa en su espalda. "Pronto anochecerá, es peligroso andar a oscuras en estos parajes" "No temo, siempre he ido a esta hora y jamás me sucedió nada", contestó Hiram un poco nervioso a causa de la capa. "¿Qué ocultas en la espalda?", preguntó la anciana con suspicacia "Nada, solo llevo una manta para abrigarme" "Ve entonces, con las criaturas a las que perteneces, ¡tú que sólo has traido desgracia a mi pueblo con tus artes diabólicas, vuelve a donde perteneces!" siseó la anciana.
Hiram salió apresuradamente, tratando de contener las lágrimas. Poco tiempo le quedaba ya en ese lugar. Mientras se alejaba del campamento, el recuerdo de Vlad le hizo olvidar la tristeza. Olvidó pronto el odio de Darah, el desprecio de Jael y los otros, mientras sentía una extraña emoción que anticipaba el deseado encuentro. Pronto llegó al lugar, inclinándose ante el montículo de piedras por unos momentos, pero ya no se sentía triste como el día anterior, ahora había esperanza en su corazón.
Empezaba a refrescar, y tomó asiento en el tronco donde había estado con Vlad, cubriéndose con la capa. Observó el bosque, que estaba misteriosamente quieto, sin que se oyeran ningún sonido. Pensó que el lugar no era tan tétrico una vez que uno se acostumbraba a él, pues el paseo que hizo con Vlad fue agradable. ¿Dónde estaría su amado? ¿Y si no venía a verlo? ¿Tendría él el valor para atravesar el bosque solo?
El muchacho continuó aguardando, hasta que anocheció y oyó a lo lejos el aullido de los lobos. Se quedó allí, muy quieto, esperando. Su corazón le decía que él vendría.
***
Vlad despertó al anochecer y se deslizó fuera del ataúd. No dejaba de pensar en Hiram, incluso en sus sueños lo había abrazado, no con el abrazo mortal de un vampiro, sino con el abrazo del amante que desea proteger a su compañero. Pero debía sobreponerse a esos sentimientos, y ya había tomado una resolución.
Se dirigió rápidamente al conocido lugar en las afueras del bosque. Desde lejos podía percibir su presencia, aguardándolo. Caminó en silencio sin que ninguna de sus criaturas osara cruzarse en su camino, hasta que llegó junto al tronco. Lo había hecho tan rápido que el muchacho no lo había notado, pues miraba hacia el bosque. Ahora, sus movimientos debían ser precisos, lo tomaría en sus brazos mordiendo rápidamente su cuello. Sería tan rápido, que él ni siquiera lo notaría hasta que fuera demasiado tarde, ni siquiera llegaría a gritar. Lo había hecho incontables veces, ¿por qué dudaba ahora?
Entonces Hiram volteó y lo vio. Sus hermosos ojos azules se llenaron de alegría.
"¡Vlad! Al fin llegaste", y sin detenerse a esperar su respuesta, se arrojó a sus brazos, - "¡oh, Vlad! Te extrañé mucho", susurró apoyando la cabeza en su hombro.
** I don't care if it hurts / no me importa si duele
I want to have control / quiero tener el control
I want a perfect body / quiero un cuerpo perfecto
I want a perfect soul / quiero un alma perfecta
I want you to notice / quiero que te des cuenta
When I'm not around / cuando no estoy aquí
You're so fuckin' special / eres tan especial
I wish I was special / quisiera haber sido especial But I'm a creep, I'm a weirdo / pero soy un vagabundo, soy un extraño
What the hell am I doing here? / ¿que diablos hago aquí?
I don't belong here / no pertenezco aquí **
El vampiro se encontró besándolo y riendo junto con él. El muchacho lo enternecía y echó por tierra toda su resolución de acabar con su vida. Sencillamente, no podía hacerlo.
"Mi pequeño gitano, ¿otra vez solo por aquí?", le dijo cariñosamente "Te esperaba. Ayer te fuiste sin despedirte", le reprochó Hiram "Lo siento, pero te quedaste dormido. No quise despertarte, te veías muy cansado", explicó Vlad "Está bien", susurró el muchacho, abrazándose a él, "pensé en ti todo el día. ¿tú me extrañaste?"
Vlad sonrió enternecido. - "Claro que sí", dijo apartándose un poco tomándolo de la mano para apreciarlo mejor.
"Luces hermoso con esa capa. Cuando estés conmigo, te vestiré como un príncipe", dijo Vlad, besándole la mano. "¡Oh Vlad!, ¿me llevarás contigo? ¿viviré en tu casa?", Hiram no podía creer esa dicha, era como si todas sus plegarias hubieran sido escuchadas. "No lo imagino de otro modo, pero solo si tú lo deseas", Vlad le sonrió nuevamente. Pensó que luego le tendría que explicar muchas cosas, pero por ahora nada empañaría su dicha. "¡Claro que lo deseo! Eres todo lo que siempre le pedí a Dios". Lágrimas rodaban por sus mejillas, esta vez de alegría.
Vlad lo besó, secando sus lágrimas con sus labios. Todo se había salido de control, pero no le importaba, por fin se sentía vivo, después de tantísimos años. Lo alzó con sus fuertes brazos mientras daba vueltas, hasta que cayeron ambos en la hierba riendo.
"No quiero verte llorar más. Te haré feliz, te daré todo lo que me pidas, solo por verte sonreír", le dijo con ternura.
** Whatever makes you happy / lo que te haga feliz
Whatever you want / lo que tú desees
You're so fuckin' special / eres tan especial
I wish I was special / quisiera haber sido especial But I'm a creep, I'm a weirdo / pero soy un vagabundo, soy un extraño
What the hell am I doing here? / ¿que diablos hago aquí?
I don't belong here / no pertenezco aquí I don't belong here / no pertenezco aquí
** "Sólo quiero estar a tu lado", Hiram le ofreció nuevamente sus labios que el vampiro tomó ávidamente entre los suyos.
Luego de besarse con pasión por un momento interminable, Vlad rompió lentamente el beso para mirarlo seriamente.
"Ven ahora conmigo", Hiram lo miró sorprendido 2. "¿Ahora mismo?", preguntó, dudoso 3. "Ahora. Tú mismo me dijiste que ya nada te ata allá", replicó Vlad 4. "Y es verdad, pero debo traer las cosas de mi abuela.debo decir de mi decisión al Consejo.debo." "¿Qué más da la decisión de esos ancianos si tú mismo has decidido dejarlos?", cortó Vlad "Mañana. Por favor Vlad", pidió Hiram, ¿cómo resistir ante esa súplica?. - "Mañana iré contigo y nada nos separará" "Está bien mi Hiram. Mañana", aceptó Vlad. - "Pero esta noche me acompañarás, hasta el alba, como ayer" "Haré lo que me pidas, amado mío", dijo Hiram
Recorrieron de nuevo el bosque, tomados de la mano, felices. Se besaban y se prometían una vida dichosa juntos. Sólo hubo un momento de pesar en esa noche para Hiram. Vlad lo tomó entre sus brazos y usó su agilidad vampírica para atravesar el bosque, maravillándose de lo ligero que era Hiram. Lo depositó cuidadosamente en el suelo sonriendo.
"¿Cómo llegamos tan rápido? ¿Acaso me he dormido?", preguntó el confundido muchacho, pues para sus sentidos, habían atravesado todo el bosque en un instante. "Creo que sí", susurró Vlad a su oído, mordisquéandole suavemente el lóbulo de la oreja.
Hiram echó atrás la cabeza para sentir mejor la caricia, cuando de pronto observó algo que lo puso inmediatamente tenso.
"Vlad, estamos cerca del castillo", susurró "Lo sé" "La criatura que vive allí.la que mató a mis padres.¿tú la has visto en tus paseos?", preguntó "Algunas veces", respondió el vampiro "¿Qué aspecto tiene? ¿Es como un lobo? ¿Nunca te ha hecho daño?" "No la he visto bien, pues se cubre con una capa", respondió Vlad, eligiendo cuidadosamente sus palabras, - "jamás me ha hecho daño, ni te lo hará a ti, pero no creo que haya matado a tus padres, me contaste que fueron los lobos" "Pero el monstruo los envió. Darah dice que son criaturas de la noche, igual que yo", la voz se le apagó en un susurro. "En ese caso, jamás la noche conoció criatura más bella que tú", y Vlad lo tomó nuevamente en brazos para alejarlo de allí.
El resto de la noche transcurrió entre besos y risas, hasta que Vlad lo soltó, despidiéndose, pues amanecería pronto. Hicieron planes para encontrarse la noche siguiente. Hiram lo esperaría al anochecer e iría con él.
"Te amo, Vlad", dijo el muchacho al despedirse "Te amo", respondió el vampiro, sintiéndose humano de nuevo
Hiram volvió dichoso al campamento, donde todo era silencio. Sin hacer ruido se dirigió a su tienda, e iba a entrar en ella cuando fue aprisionado por Jael y otros gitanos. Trató de protestar, pero lo patearon en el estómago y antes de que pudiera reaccionar, fue atado y amordazado. Con las primeras luces del alba, fue arrojado al piso de la tienda de Darah, que sonreía.
TBC
