N/A: Aquí estoy, al fin he vuelto, perdón por la tardanza. Espero que les
guste y muchísimas gracias a todos aquellos que me dejaron un review, en
verdad lo aprecio mucho y me ayuda a mejorar. Bueno a la historia.
Disclaimers: nop, ni Enishi, ni Kaoru, ni el resto de los personajes de Rurouni Kenshin me pertenecen, solo los personajes inventados por mi, el resto son de Watsuki-sama.
En otra vida
Capítulo primero
"Hoy la tierra y los cielos me sonríen; hoy llega al fondo de mi alma el sol; hoy la he visto...., la he visto y me ha mirado... ¡hoy creo en Dios!"
Rima XVII, Gustavo Adolfo Bécquer
La mañana había empezado estupendamente, no había faltado ni un solo estudiante y todo iba de maravillas. Entonces 'por que~é??' era lo que se preguntaba una exasperada Kaoru. Había empezado a mostrarles un nuevo movimiento a los niños cuando llamaron a la puerta y se dirigió a atender, cual no fue su sorpresa al ver a cierto gigante junto a un hombre larguirucho y arrugado.
-"Kiheh, Gohei, ¿se puede saber que quieren ahora?"- la sola presencia de estos hombres la molestaba a un enorme grado.
-"Mira esto"- dijo Kiheh con una sonrisa burlona pasándole una hoja- "según esto este terreno nos pertenece a nosotros, si miras bien hasta verás la firma de tu padre en él"- los ojos de Kaoru aumentaron de tamaño al notar que la firma realmente estaba ahí.
-"Pero es imposible, mi padre jamás daría estas tierras!"- simplemente no lo podía creer.
-"Al parecer si es bastante posible, te quiero fuera de nuestras tierras a más tardar el fin de semana"- y con esto dicho ambos se marcharon dejando atrás a una muy aturdida Kaoru.
-"Sensei, ¿es cierto lo que dicen esos hombres feos y desagradables?"- la suave voz del niño la trajo de vuelta a la tierra.
-"No Anji, no lo es, mi padre no pudo haber firmado esos papeles, tuvieron que haberlos falsificarlos de algún modo.."- Anji era uno de sus alumnos preferidos y le tenía mucho cariño.
-"Entonces necesitará un abogado sensei"- verdadera preocupación se reflejaba en la mirada de chocolate del pequeño niño de diez años.
-"Si, tienes razón Anji"- realmente le conmovía la preocupación del niño.
-"Mi tío puede ayudarla Kaoru-sensei, es abogado, solo deje que lo llame"- y antes de kaoru pudiera responder el niño ya había desaparecido para volver unos minutos después con una enorme sonrisa.
-"Sensei, dice que la verá mañana en su buffet, aquí está la dirección"- había cierto brillo en la mirada del niño que hacia preguntarse a Kaoru como exactamente había conseguido esto. Ella conocía bien a este niño y sabía que así como podía ser realmente encantador también podía ser endemoniadamente astuto. Pero decidió que no podía rechazar una oportunidad así, realmente necesitaba ese abogado si quería conservar estas tierras
-"Gracias Anji"- le dedicó una hermosa sonrisa al pequeño y levantó la mirada llena de determinación a sus expectantes alumnos- Bueno, a entrenar! Vamos, les mostraré ese movimiento".- y con esto dicho continuó sus clases.
*-*-*
Enishi aun miraba el teléfono con cierto recelo, no podía creer que había sido chantajeado por su nuevo sobrino de 10 años. 'Todo por esa maldita cena' aun no sabía cómo, pero el mocoso se había enterado del verdadero motivo tras su ausencia en la última cena familiar, se le había olvidado y había aprovechado la noche para poner su escritorio en orden, apenas había salido de esa inventando que había tenido una junta muy importante y que lo lamentaba profundamente, bueno no era del todo mentira, hacía mucho que no probaba la deliciosa comida de su hermana. Pero si Tomoe se enteraba de su pequeño olvido no viviría para contarlo, ella no necesitaba ni siquiera levantar la voz para asustar si lo quería.
-"Bueno un pequeño caso gratis para el mocoso no es nada comparado con los enojos de nee-san"- y dando un suspiro de resignación volvió a su trabajo, no sin sentir cierto orgullo por el pequeño, era un niño bien astuto.
*-*-*
'Esta vez lo atraparé, me he aprendido perfectamente su horario' una brillo malévolo se reflejo en verde mirada de una pequeña joven con una larga y oscura trenza.
El alto y apuesto joven, aun a pesar de ser un gran espadachín con sentidos súper desarrollados no vio venir el peligro puesto que estaba muy ocupado limpiando sus ropas del café que le había derramado ese enano que siempre estaba sonriendo. Y cuando menos lo esperaba unos pequeños pero fuertes brazos se enrollaron en su cuello al grito de:
-"Aoshi-sama~a!!!"- y con esto se lanzó hacía su querido Aoshi, agradeciendo a los cielos porque Sou-chan había cumplido su parte del trato.
Al otro lado del callejón un pequeño joven se estaba matando de la risa de la escena. 'Bueno, Sano me debe una apuesta' y con esto en mente desapareció en busca de su apuesta.
*-*-*
-"¡Ya llegué!"- dijo un pequeño niño de unos 10 años quitándose los zapatos y dirigiéndose a la cocina.
-"¿Qué tal te fue Anji?"- la suave voz provenía de una elegante mujer que se encontraba preparando la comida.
-"Muy bien ma, aunque hubo un pequeño problema, pero Enishi-jisan se encargará de eso"- aunque Tomoe no era su verdadera madre Anji la adoraba y respetaba como si lo fuera. Se había casado con su padre, Kiyosato Akira, poco más de un año y los tres eran muy felices.
-"¿Y cómo es fue eso?"
-"Bueno, todo empezó cuando..."
*-*-*
Una alta figura se encontraba cómodamente sentada. El humo se elevaba del cigarrillo haciendo pequeños círculos en el aire y al abrir la puerta la luz iluminó unos ojos de impresionante color dorado y el rostro de un hombre con cierta resemblanza a un lobo.
-"Agradecería que apagaras esa cosa"- había cierto tono de desagrado en la usual suave voz del pequeño pelirrojo que acaba de ingresar en su oficina. A esto Saito simplemente agrandó su sonrisa burlona.
-"Aquí tienes el nuevo caso"- para Saito era realmente divertido ver al pequeño y normalmente tranquilo pelirrojo en un enojo.
-"Makoto Shishio"- el tiempo para este caso no podía ser más inoportuno.
-"Qué? Arruiné alguna cita especial con tanuki?"- la sonrisa del Lobo de Mibu solo creció al notar el cambio de colores en los ojos del pelirrojo.
-"Si no tienes nada más que decirme..."- con gesto Kenshin señaló la puerta de su oficina. Saito se dirigió a la puerta aun con la molesta sonrisa impresa en su rostro.
*-*-*
-"Oi zorrita, te ves bellísima como siempre, aun más"- a esta altura Sano apenas diferenciaba entre un vestido y otro, ir de compras con Megumi quedaba definitivamente descartado de su lista de cosas divertidas.
-"mmm, no sé, creo que me llevaré el primero que me probé"- decía Megumi admirando su figura en el espejo
-"¡¡¡Tres horas y quinientos vestidos para elegir el primero que te probaste!!!"- y Sano estaba al punto de ataque, 'las mujeres están locas'. Pero el ataque terminó de golpe con una sola gélida mirada de Megumi.
-"Excelente elección señorita, en un momento estará listo"- y con esto la señorita que atendía desapareció.
-"Oi zorrita no mires así, es solo que no entiendo por qué te pruebas tantos vestido y tardas tantos si con todo te ves bellísima"- Sano se levantó y fue a abrazarla, Megumi simplemente le dio un golpecito juguetón en el brazo a modo a modo de respuesta.
*-*-*
-"¿Cómo habrán conseguido esos papeles?"- con lo lejos que estaba su mente Kaoru no prestó mucha atención al cruzar la calle, hasta que el sonido combinado de frenos y bocina la trajo de vuelta a la tierra, o mejor dicho al pavimento, puesto que cayó del susto. Un alto joven descendió del lujoso auto con un ceño y una mirada de preocupación en sus ojos turquesa.
-"¿Está bien? ¡Debería tener más cuidado cuando..."- las palabras murieron en sus labios cuando sus miradas se encontraron, y el tiempo se detuvo.
N/A: Y que les parece? Porfa dejen un review, si...
Disclaimers: nop, ni Enishi, ni Kaoru, ni el resto de los personajes de Rurouni Kenshin me pertenecen, solo los personajes inventados por mi, el resto son de Watsuki-sama.
En otra vida
Capítulo primero
"Hoy la tierra y los cielos me sonríen; hoy llega al fondo de mi alma el sol; hoy la he visto...., la he visto y me ha mirado... ¡hoy creo en Dios!"
Rima XVII, Gustavo Adolfo Bécquer
La mañana había empezado estupendamente, no había faltado ni un solo estudiante y todo iba de maravillas. Entonces 'por que~é??' era lo que se preguntaba una exasperada Kaoru. Había empezado a mostrarles un nuevo movimiento a los niños cuando llamaron a la puerta y se dirigió a atender, cual no fue su sorpresa al ver a cierto gigante junto a un hombre larguirucho y arrugado.
-"Kiheh, Gohei, ¿se puede saber que quieren ahora?"- la sola presencia de estos hombres la molestaba a un enorme grado.
-"Mira esto"- dijo Kiheh con una sonrisa burlona pasándole una hoja- "según esto este terreno nos pertenece a nosotros, si miras bien hasta verás la firma de tu padre en él"- los ojos de Kaoru aumentaron de tamaño al notar que la firma realmente estaba ahí.
-"Pero es imposible, mi padre jamás daría estas tierras!"- simplemente no lo podía creer.
-"Al parecer si es bastante posible, te quiero fuera de nuestras tierras a más tardar el fin de semana"- y con esto dicho ambos se marcharon dejando atrás a una muy aturdida Kaoru.
-"Sensei, ¿es cierto lo que dicen esos hombres feos y desagradables?"- la suave voz del niño la trajo de vuelta a la tierra.
-"No Anji, no lo es, mi padre no pudo haber firmado esos papeles, tuvieron que haberlos falsificarlos de algún modo.."- Anji era uno de sus alumnos preferidos y le tenía mucho cariño.
-"Entonces necesitará un abogado sensei"- verdadera preocupación se reflejaba en la mirada de chocolate del pequeño niño de diez años.
-"Si, tienes razón Anji"- realmente le conmovía la preocupación del niño.
-"Mi tío puede ayudarla Kaoru-sensei, es abogado, solo deje que lo llame"- y antes de kaoru pudiera responder el niño ya había desaparecido para volver unos minutos después con una enorme sonrisa.
-"Sensei, dice que la verá mañana en su buffet, aquí está la dirección"- había cierto brillo en la mirada del niño que hacia preguntarse a Kaoru como exactamente había conseguido esto. Ella conocía bien a este niño y sabía que así como podía ser realmente encantador también podía ser endemoniadamente astuto. Pero decidió que no podía rechazar una oportunidad así, realmente necesitaba ese abogado si quería conservar estas tierras
-"Gracias Anji"- le dedicó una hermosa sonrisa al pequeño y levantó la mirada llena de determinación a sus expectantes alumnos- Bueno, a entrenar! Vamos, les mostraré ese movimiento".- y con esto dicho continuó sus clases.
*-*-*
Enishi aun miraba el teléfono con cierto recelo, no podía creer que había sido chantajeado por su nuevo sobrino de 10 años. 'Todo por esa maldita cena' aun no sabía cómo, pero el mocoso se había enterado del verdadero motivo tras su ausencia en la última cena familiar, se le había olvidado y había aprovechado la noche para poner su escritorio en orden, apenas había salido de esa inventando que había tenido una junta muy importante y que lo lamentaba profundamente, bueno no era del todo mentira, hacía mucho que no probaba la deliciosa comida de su hermana. Pero si Tomoe se enteraba de su pequeño olvido no viviría para contarlo, ella no necesitaba ni siquiera levantar la voz para asustar si lo quería.
-"Bueno un pequeño caso gratis para el mocoso no es nada comparado con los enojos de nee-san"- y dando un suspiro de resignación volvió a su trabajo, no sin sentir cierto orgullo por el pequeño, era un niño bien astuto.
*-*-*
'Esta vez lo atraparé, me he aprendido perfectamente su horario' una brillo malévolo se reflejo en verde mirada de una pequeña joven con una larga y oscura trenza.
El alto y apuesto joven, aun a pesar de ser un gran espadachín con sentidos súper desarrollados no vio venir el peligro puesto que estaba muy ocupado limpiando sus ropas del café que le había derramado ese enano que siempre estaba sonriendo. Y cuando menos lo esperaba unos pequeños pero fuertes brazos se enrollaron en su cuello al grito de:
-"Aoshi-sama~a!!!"- y con esto se lanzó hacía su querido Aoshi, agradeciendo a los cielos porque Sou-chan había cumplido su parte del trato.
Al otro lado del callejón un pequeño joven se estaba matando de la risa de la escena. 'Bueno, Sano me debe una apuesta' y con esto en mente desapareció en busca de su apuesta.
*-*-*
-"¡Ya llegué!"- dijo un pequeño niño de unos 10 años quitándose los zapatos y dirigiéndose a la cocina.
-"¿Qué tal te fue Anji?"- la suave voz provenía de una elegante mujer que se encontraba preparando la comida.
-"Muy bien ma, aunque hubo un pequeño problema, pero Enishi-jisan se encargará de eso"- aunque Tomoe no era su verdadera madre Anji la adoraba y respetaba como si lo fuera. Se había casado con su padre, Kiyosato Akira, poco más de un año y los tres eran muy felices.
-"¿Y cómo es fue eso?"
-"Bueno, todo empezó cuando..."
*-*-*
Una alta figura se encontraba cómodamente sentada. El humo se elevaba del cigarrillo haciendo pequeños círculos en el aire y al abrir la puerta la luz iluminó unos ojos de impresionante color dorado y el rostro de un hombre con cierta resemblanza a un lobo.
-"Agradecería que apagaras esa cosa"- había cierto tono de desagrado en la usual suave voz del pequeño pelirrojo que acaba de ingresar en su oficina. A esto Saito simplemente agrandó su sonrisa burlona.
-"Aquí tienes el nuevo caso"- para Saito era realmente divertido ver al pequeño y normalmente tranquilo pelirrojo en un enojo.
-"Makoto Shishio"- el tiempo para este caso no podía ser más inoportuno.
-"Qué? Arruiné alguna cita especial con tanuki?"- la sonrisa del Lobo de Mibu solo creció al notar el cambio de colores en los ojos del pelirrojo.
-"Si no tienes nada más que decirme..."- con gesto Kenshin señaló la puerta de su oficina. Saito se dirigió a la puerta aun con la molesta sonrisa impresa en su rostro.
*-*-*
-"Oi zorrita, te ves bellísima como siempre, aun más"- a esta altura Sano apenas diferenciaba entre un vestido y otro, ir de compras con Megumi quedaba definitivamente descartado de su lista de cosas divertidas.
-"mmm, no sé, creo que me llevaré el primero que me probé"- decía Megumi admirando su figura en el espejo
-"¡¡¡Tres horas y quinientos vestidos para elegir el primero que te probaste!!!"- y Sano estaba al punto de ataque, 'las mujeres están locas'. Pero el ataque terminó de golpe con una sola gélida mirada de Megumi.
-"Excelente elección señorita, en un momento estará listo"- y con esto la señorita que atendía desapareció.
-"Oi zorrita no mires así, es solo que no entiendo por qué te pruebas tantos vestido y tardas tantos si con todo te ves bellísima"- Sano se levantó y fue a abrazarla, Megumi simplemente le dio un golpecito juguetón en el brazo a modo a modo de respuesta.
*-*-*
-"¿Cómo habrán conseguido esos papeles?"- con lo lejos que estaba su mente Kaoru no prestó mucha atención al cruzar la calle, hasta que el sonido combinado de frenos y bocina la trajo de vuelta a la tierra, o mejor dicho al pavimento, puesto que cayó del susto. Un alto joven descendió del lujoso auto con un ceño y una mirada de preocupación en sus ojos turquesa.
-"¿Está bien? ¡Debería tener más cuidado cuando..."- las palabras murieron en sus labios cuando sus miradas se encontraron, y el tiempo se detuvo.
N/A: Y que les parece? Porfa dejen un review, si...
