Historia de un amor no-correspondido
Disclamer: me encantaría que todos estos personajes fueran míos... sin
embargo, fue J.K Rowling la que los creó, así que son suyos. No gano dinero
con esto, simplemente me gusta escribir.
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La observaba en silencio, mientras finjía leer un libro. Es lo que siempre
hacía.
No es que fuera la persona más bonita del mundo. Tampoco tenía los ojos de un
color extravagante, ni una personalidad fuera de lo común. Y aún así, podría
quedarse viéndola toda la eternidad.
Estaban solas en la sala común. El silencio solo se interrumpía por las gotas
de agua que caían sobre el cristal, o por los truenos furiosos que
sobresaltaban a Ginny. Esta pareció artarse y cerró el libro.
- No te vayas - le dijo Hermione.
- No me voy. Es solo que ya no quiero leer.
Hermione sonrió.
- Yo tampoco.
- Pero si nisiquiera lo has intentado... llevas horas en la misma página.
Hermione se limitó a sacarle la lengua, y se acercó a su amiga.
- Por lo menos yo no me pongo a escribir cartas de amor en los espacios vacíos
de los libros -le susurró al oido.
Ambas rieron.
- Hermione, tengo que decirte algo.
- ¿Si?
Sus labios casi se tocaban.
- No me gusta que te me quedes mirando como hace rato... me da un poco de miedo.
Hermione instictivamente se alejó de Ginny.
- Tú sabes que a mi me gusta Harry, sabes que yo no soy... como tú.
Sí, lo sé, pensó Hermione. Pero en lugar de eso, dijo:
- Tengo sueño, me voy a dormir. Nos vemos mañana.
- Buenas noches.
Una lágrima silenciosa corrió por el rostro de Hermione mientras subía la
escalera. Ginny lo supo, aunque no pudiera verla. Y también supo que no podría
volver a ver los ojos de Hermione nunca más.