"¿Quién le dio sentido a nuestro amor?
No fui yo, fue nuestro corazón..."

Te espero donde siempre, no me falles. Te necesito.

Ahora y siempre.

Releyó la nota una vez más, sentada en la cama de su habitación. En la habitación reinaba el silencio, sus compañeras ya dormían. Solo faltaban 10 minutos para la medianoche y el la esperaba. Eso la hacia tan feliz, y al mismo tiempo se sentía mal, el precio que debía pagar por estar con él era muy alto ¿quizás demasiado?.

El ya iba camino de la biblioteca, que quedaba algo lejos de su habitación. Pensaba en ella, todo el día vivía esperando ese momento, todo el día era un juego, interpretaba un papel y lo hacia tan bien que nadie hubiera sospechado. Pero llevaba demasiado tiempo fingiendo, ya faltaba poco. Le había costado reconocerlo. El enamorado y eso no era todo. Él enamorado de … ella.

"El cielo no entiende de este amor,
y no nos conocerá el perdón,
ya no me importa que dirán..."

Ya había llegado a su destino pero no había rastro de ella. Debía haberse dado prisa. Daba igual, prefería esperarla, así que se recostó en uno de los estantes de la fría biblioteca, aunque ya no lo era tanto desde sus continuos encuentros. Se pasó una de sus finas manos alborotando un poco su cabello y cerró los ojos imaginándola.

Cogió su túnica rápidamente al tiempo que cerraba sigilosamente la puerta de su dormitorio para no despertar a sus compañeras (si ellas llegaran a saber algún día de sus escapadas nocturnas…) Guardo la nota que le había pasado aquella tarde en uno de sus bolsillos y cruzo rápidamente la sala común. Se le estaba haciendo tarde, se sentía mal pero no dudaba de sus sentimientos. Al menos ahora no.

"No doy lo que tengo por saber
de que lado late el corazón,
me basta con ser su otra mitad... "

Apenas se veía pero había echo ese camino muchas veces y ya ni siquiera prestaba atención, ni siquiera vio al chico sentado en uno de los sillones de esa sala. No se dio cuenta de la presencia de aquella sombra que hacia algunas noches no podía dormir ni de cómo recogió la nota que cayo de su túnica.

Ya había llegado y paro en seco. Le faltaba la respiración aunque era corto el trayecto hasta al biblioteca, estaba exhausta. El la vio, se levanto con una dulce sonrisa y clavando la mirada en sus ojos se acercó lentamente. Las palabras sobraban ¿cómo habían llegado a entenderse con la mirada? Quien sabe, a lo mejor siempre lo habían hecho, pero las supuestas normas les cegaban y no les dejaban ver lo cerca que estaban.

"¿Quién le dio sentido a nuestro amor?
No fui yo, fue nuestro corazón"

Su corazón retumbaba en los pasillos de Hogwarts y sus respiraciones se acercaban, podían sentirse el uno al otro. Le ofreció su mano que la chica cogió sin dudarlo un instante y con un ligero movimiento la atraejo hacia el rodeándola por la cintura, con sus labios a escasa distancia. Se besaron, un beso que en principio solo rozó sus labios pero que se fue volviendo más apasionado, se deseaban, sus lenguas se entrelazaban con furia para ver quien dominaba aquel beso, sus cuerpos se unían, sus manos jugaban, las de el con la cintura de ella por debajo de su túnica, rozándole la piel, las de ella acariciando su cara y sus dedos resbalaban entre su cabello revolviéndoselo. A el le encantaba que ella le revolviera así el cabello. La respiración les faltaba, se separaron un poco y el chico comenzó a bajar dejando un rastro de besos húmedos y pequeños mordiscos en su mejilla, su cuello, … mientras sus manos no paraban de explorar el cuerpo de la chica igual que hacia ella con el. La ropa les sobraba, solo era otra barrera en su relación.

De repente , un ruido rompió la excitación de ambos. Ella se giro con miedo, y oyó como unos pasos se alejaban de allí a toda prisa. Algo se quebró en el interior de Hermione.

- ¿Lo has oído Draco? ¿Era …era… el, …verdad?- dijo balbuceando las palabras que s duras penas salían de sus labios. Sus ojos se empezaban a empañar.

- Mione, este momento tenía que llegar: tendrá que comprender, tendrá que aceptarlo.

- Pero…

- Tienes que hablar con él y explicárselo, no nos queda mucho tiempo. Yo no puedo quedarme contigo ahora. Debes solucionarlo tú, total se hubiera enterado mañana de igual forma. Debo ir a prepáralo todo. Además lo que tengo que hacer tampoco es fácil, pero te quiero, ahora y siempre, y eso es lo que importa ¿no?. Te veré en una hora ¿no te olvidaras, verdad?-. Le dio un beso en los labios, un suave beso de despedida

Apenas reaccionó ante aquel beso, pensaba en la persona que los había visto. No podía quitárselo de la cabeza. Cuando se dio cuenta de lo que Draco le había dicho ya no estaba allí y solo se dijo en voz baja: - ten cuidado- más para ella misma que para Draco porque el ya no podía oírle. Se volvió cabizbaja y reemprendió el rumbo hacia su sala común, tenia que hablar con él, tendría que haber hablado con él mucho antes pero no quería perderle. Todo estaba oscuro, pero le vio claramente como si ya hubiera salido el sol.

"Quien tiene respuestas no soy yo,
dejad que él me vea como soy,
mi escudo es tan sólo la verdad."

Encendió algunas de las luces de la sala común. Allí estaba él, en le mismo sillón que antes solo que ahora ella si notó su presencia. Sostenía entre las mano el papel que se había escapado de su túnica y sus ojos que en otros tiempos regalaban ilusión, ahora tenían un color apagado. Si los ojos eran el espejo del alma ella había matado el brillo de sus ojos, había matado su alma.

Mientras se acercaba a él, lejos de allí una amenaza cobraba forma.

Draco se estaba enfrentando a lo único que realmente odiaba en el mundo ya que ahora que había aprendido a amar, también podía decir que sabia lo que era odiar. Odiar su apellido.

- Desde el momento en que digas el si, te lo advierto Draco ya no serás mi hijo. Y no solo eso, si no estas con nosotros están contra nosostros.

- Yo jamás he estado con vosotros, padre. Jamás. Tu eres el único que has creído que alguna vez lo estuve. Yo solo estoy del lado de ella. Sea cual sea.

- Siempre fuiste un inútil hijo. Y ahora además eres débil y lo que es peor te has vuelto débil por una mujer, por una sangre suc…

Un puño voló hacia la cara de Lucius que no pudo esquivarlo, cayendo el suelo. Draco lo recogió del suelo, lo agarró del cuello y lo levanto en el aire. Ahora era mucho más fuerte que su padre, al menos físicamente, gracias al quidditch y no iba a sufrir por más tiempo las continuas humillaciones de aquel que se hacia llamar su padre.

Lo presiono contra una de las frías paredes de la mansión Malfoy

- No te vuelvas a dirigir a mi prometida de esa forma y escucha padre y escúchame bien porque solo lo diré esta vez. Solo has dicho algo coherente desde que te he conocido: has acertado, no soy tu hijo, no lo he sido nunca. Así que olvídame, olvídanos a los dos. Solo he venido hasta aquí porque antes de casarme e iniciar mi nueva vida quería arreglar mis asuntos pendientes. Quería acabar con esa marioneta que tu habías llamado hijo, con el antiguo Draco Malfoy.

"Hablar de derechos es soñar
Aquí lo que pido está de más
Y yo sólo busco libertad"

Mientras Draco aun sujetaba con rabia su cuello, Lucius le contesto con el poco aire que le quedaba:

- Te arrepentirás hijo y entonces volverás a mi y a nuestro señor. ¿Crees que ella te ama hijo? Ja, ja, ja (la risa de Lucius era odiosa a lo que Draco cada vez presionaba más su garganta). De verdad lo crees ¿no?- Draco apretó más el cuello de su padre. No podía contener la rabia, estaba cayendo en el juego se su padre, si seguía con eso llegaría tarde a su boda y la perdería.

Lucius apenas podía respirar: -Ella te ha cegado, tu solo eres su… juguete. Ella solo quiere al idiota de Potter y tu te quedarás solo y volverás a mi, pero ya será tarde hijo, ya será tarde…

Draco sabía que todo aquello no era cierto, pero … No, no había dudas. Lo suyo era demasiado fuerte y Potter solo era parte del pasado. Hermione estaba ahora con él y eso era lo que importaba.

Lo soltó. Lucius cayo al suelo oyéndose un estruendoso golpe. Se tocó el cuello dolorido con ambas manos y miró a su hijo de reojo. Tomó aire y lentamente murmuro:

- Esa boda no se celebrará, te lo aseguro Draco, no mientras yo…

- Adiós padre- dijo Draco sin volver la vista atrás dejando a su padre con su amenaza y desapareciéndose de aquel lugar para no volver ¿nunca?

Hermione se acercó a él armándose con las pocas fuerzas que tenia y se arrodilló frente a el, pero no la miraba, estaba en una especie de trance. Le pasó la mano por su espeso cabello azabache y le obligó a mirarla pero con un gesto le aparto la mano y volvió a fijar su mirada al suelo. La chica no podría esconder sus lágrimas por mucho tiempo más.

- Harry… yo… no se decir. Yo… lo siento

- ¿Por qué Herms? ¿Por qué? ¿Por qué con el?

- Lo siento, lo siento muchísimo Harry. Tendría que haber tenido valor para afrontarlo pero no soy tan valiente como tú. Lo siento

- Y ya esta no – cruzo su mirada con la de ella. Estaba llorando, no podía soportarlo le desgarraba verlo llorar. El famoso Harry Potter, el niño que vivió, jamás había llorado en estos largos 7 años en que lo habían compartido todo. El silencio reinaba en la habitación, habían compartido tantos silencios llenos de significado, pero ahora era distinto, ese silencio dolía en lo más profundo, así que Harry decidió romperlo:: - Es tan fácil para ti Herms, ¿verdad? Dices que lo sientes, y ya esta, todo vuelve a ser como antes, ¿no?. ¿crees que tu disculpa me sirve de algo? Tú me lo dijiste una vez, recuerdas Herms… "amar significa no decir nunca lo siento" ¿recuerdas?

- Harry, yo… - Hermione sentia que le faltaban las palabras por primera vez en su vida

- Yo si te amaba. Lo hubiera dado todo por ti, sin dudarlo, te hubiera seguido al fin del mundo. Eras más que mi novia Herms, eras mi propia vida

Hermione no solo no sabía que decir sino que solo podía dejar escapar aquellas lagrimas de amargura. Esto lo había provocado ella. Tenia al mejor chico del mundo a su lado y le había traicionado.

En ese nuevo silencio, su mente viajó muy lejos de allí, recordó como y porque había empezado todo, como había conocido al verdadero Malfoy, no, más bien como había conocido al verdadero Draco.

"¿Quién le dio sentido a nuestro amor?
No fui yo, fue nuestro corazón..."

Eso la estaba destrozando, no podía decirle a Harry que lo había engañado con Malfoy desde hacia tres meses y menos aun que no era una simple aventura. Y menos aun que mañana a estas horas ya seria su esposa.

De repente una voz atormentada, como un susurro la saco bruscamente de sus pensamientos.

- ¿Desde cuando, Herms?

- ¿Qué?

- ¿Lo quieres?

- Harry…

- Respondeme!!!!- dijo con una fuerza que nunca había empleado con Hermione, el siempre le hablaba dulcemente- ¿lo quieres?

- ¿Realmente quieres seguir con esto Harry? Solo nos vas a causar más dolor a ambos. Había conseguido secar sus lágrimas y había reunido un poco de valor para volverle a mirar y decirle: -Solo espero que algún día me perdones, necesito que me perdones.

"El cielo algún día entenderá
Que ser su mitad no basta
También necesito su perdón"

Hermione continuo: -Pero ahora me tengo que ir con el, me esta esperando

No podia más así que se levanto del suelo, bajo la mirada y solo dijo:

-Adiós Harry

Pero algo la retuvo. Harry también se había levantado, la había cogido del brazo obligándola a pararse y atrayéndola hacia si. Le rodeaba con ambos brazos y entre la espalda de ella y su pecho no existía la distancia, ojala entre sus corazones tampoco. Su pecho respiraba agitadamente en contacto con el cuerpo de Hermione y a esta le recorrió un escalofrió estando cerca de Harry ¿porque aun sentía eso si estaba enamorada de Draco?

Harry hundió su cabeza en su cabello, aspiró su aroma y se acerco a su oído. Ella podía sentir su respiración y él noto como se erizaban los pelos de la nuca de la que era su chica, como temblaba. Le susurro:

- No. Tienes razón, no quiero saberlo. No quiero saber si lo quieres.

Ahora la obligo a girarse y teniendo a poca distancia, le levanto la barbilla. Sus miradas se perdían en el otro ahora que las lagrimas no les impedían esa conexión, pero ella no pudo aguantar la mirada ¿la culpa?.

El aun la deseaba y aunque le había hecho mucho daño, tenía que intentarlo, jugaría su última carta. Ahora o nunca.

- Herms, mejor dime ¿ya no me quieres? Mírame a los ojos y dime que ya no me quieres. No te dejare ir con él hasta que no me lo digas, después serás libre de hacer lo que quieras.

Hermione agacho la vista. Por un lado Draco la estaba esperando, eran ya las 2:10, llegaba diez minutos tarde. Por otra los ojos de Harry…

"¿Quién le dio sentido a nuestro amor?
No fui yo, fue nuestro corazón..."

N/A: Poz bueno, ya está!!! No me podía resistir a poner mis dos parejas favoritas en el fic, aunque es un poco triste, no? La canción es "El cielo no entiende" de OBK

No si os gustará pero es mi primer fic así que un poco de compasión y dejad reviews please!!!!!!!!

20-3-03