CAPITULO 2



Ginny se despertó antes que sus amigas, y decidió bajar a desayunar sin ellas, pensando en lo que habían dicho el día anterior Draco y Harry... Ginny quería a Draco pero... si sus hermanos se enteraban... sería horrible.

Con esos pensamientos llegó al Gran Comedor, en el que sólo había unos cuantos alumnos madrugadores. Ginny miró hacia la mesa de Slytherin, y descubrió unos ojos grises mirándola y una bonita sonrisa dedicada a ella. No pudo evitar devolverle la sonrisa y sonrojarse.

Cuando terminaba de tomar el desayuno entraron al gran comedor Harry, Ron y Hermione. Ron miró hacia la mesa de Slytherin y descubrió a Draco mirando a Ginny. Draco se dio cuenta y bajó inmediatamente la mirada hacia su desayuno.

-No me gusta nada cómo te mira Malfoy -dijo Ron.

Harry miró a Ginny recordándole la conversación de ayer.

-No creo que me mire de una manera "especial", Ron, no seas paranoico -le dijo Ginny a su hermano.

Ginny volvió a mirar a Harry. Sintió que Harry lo sabía todo, pero eso era imposible porque no le había dicho nada a nadie acerca de sus nuevos sentimientos hacia Draco o... ¿acaso se le notaba tanto?

-Chicos, daos prisa en desayunar, a primera hora tenemos historia de la magia -les dijo Hermione a Ron y Harry.

-Genial, no hay nada que me interese más ahora... ¿Qué te toca a ti, Ginny? -preguntó Ron.

-Defensa contra las artes oscuras.

-¿A que el nuevo profesor está muy bueno, Ginny? -soltó Hermione.

Todos se la quedaron mirando.

-¡¿Qué?! ¿Acaso no es cierto?

-Dios, Hermione, el último profesor (y único, porque no creo que pienses que Snape es un sex-symbol) al que creíste "bueno" era un inútil -dijo Ron.

-El profesor Christensen no es un inútil.

-Ron, lo que te pasa es que estás celoso, y punto -sentenció Ginny. Parecía que Ron la estaba echando mal de ojo mientras Harry se reía.

-Ron, tu hermana tiene razón -apoyó Harry.

-Lo que me faltaba... -dijo Ron colorado.

Ginny iba a decirle algo a su hermano con lo que apoyar su tesis, pero en ese momento apareció Aída, que se sentó entre ella y Harry. A Ginny ya no le importaba que Harry estuviera con otra, pero no le gustaba verlos juntos, aunque pensándolo bien, según le había dicho Hemione, Aída era una chica muy maja, con sentido del humor, muy lista, extrovertida... quizás al fin y al cabo no sería tan malo que Harry estuviera con ella, solo tenía que conocerla mejor.

-Ginny, guapa, ¿te gustaría venir con Hermione y conmigo el sábado de compras en Hogsmade? -le preguntó Aída.

Harry miró a Ginny diciéndole con la mirada "ve con ellas". Seguramente si decía que no a él le sentaba mal, y sería una buena oportunidad para conocer a la novia de su antiguo amor...

-Vale.

Ginny terminó el desayuno y se dirigió hacia la salida del comedor para ir a dcao, no sin antes volverse para comprobar que unos ojos grises la volvían a mirar.

Durante las clases de la mañana, Ginny no se pudo concentrar mucho, aunque era muy difícil no concentrarse en el profesor de dcao, Hayden Christensen (n/a. Kien no kerría tenerle como profesor?), con lo bueno que estaba.

Durante la comida, el profesor Dumbledore se levantó y dijo:

-Como todos sabéis, se acerca Halloween, y este año haremos un baile. Los muggles en ese día se disfrazan de brujas y magos o cosas por el estilo. Nosotros nos disfrazaremos de personajes muggles de películas muggles.

A todos les entusiasmó la noticia. Aída ya estaba haciendo planes con Harry sobre sus disfraces, y se veía a Harry muy animado; Ron le pidió a Hermione que fuera su pareja antes de que Dumbledore se volviera a sentar en su silla, pues había aprendido la lección, y Hermione le daba ideas a Ron sobre sus disfraces, a las que Ron negaba con la cabeza. Ginny no hacía planes para el baile, de hecho dudaba que fuera, pues además de no tener un disfraz propicio para la ocasión, le faltaba lo más importante: una pareja para el baile.

Ya faltaba poco para que empezaran las clases de la tarde, así que Ginny cogió sus cosas y se dirigió hacia su próxima clase, dejando a todos los demás con sus animadas conversaciones sobre el baile, y sin darse cuenta de que unos ojos grises la seguían mirando.

Por la noche, cuando estaba haciendo los asquerosos y aburridos deberes de Pociones, Aída se sentó junto a ella.

-Ginny, maja, ¿ya sabes con quién irás al baile?

-No, aún no lo sé. Es más, no creo que vaya.

-¿Cómo que no irás? ¡Una chica tan guapa no se puede perder un baile como este! Tú irás al baile, Ginny, como que me llamo Aída.

-Gracias Aída, pero no creo que vaya a conseguir pareja...

-¿Pero qué dices? Seguro que si quieres, consigues varias. ¿Sabes lo que vamos a hacer? El sábado en Hogsmade nos compramos tú y yo (Hermione ha dicho que no puede, que tiene una reunión de prefectos) los disfraces para el baile, y de paso hacemos una lista con los chicos que merecen la pena.

-¿Chicos que merecen la pena, Eidi? -Harry acababa de llegar donde estaban ellas, y sólo había oído esas palabras. Eidi debía ser el mote cariñoso que le había puesto a Aída.

-Es que Aída está empeñada en encontrarme una pareja para el baile y que compremos el sábado los disfraces...

-A mí me parece genial esa idea... siempre y cuando el "chico que merece la pena" no sea de Slytherin... ¿verdad Eidi?

-Hombre, Harry, hay chicos en Slytherin que...

-Creo que a sus hermanos no les haría mucha gracia que Ginny fuera con alguien de Slytherin, Aída, y más si es un rubio platino...

-¿Queréis parar de una vez? Aída, gracias pero creo que no me hace falta tu ayuda para encontrar una pareja para el baile, la encontraré yo sola, y espero que el sábado nos vayamos de compras juntas -dijo amablemente, pero luego se levantó y se volvió a hablar a Harry, pero no con tanta amabilidad- y quizá si vaya al baile con un Slytherin... puede que un rubio platino esté interesado en ir conmigo.

Con esto cogió sus cosas y se fue a su habitación. En realidad lo que le había dicho a Harry era un farol. Ella deseaba ir con Draco al baile, pero dudaba que él quisiera lo mismo. Había decidido que buscaría una pareja para el baile... quizá Colin quisiera ir con ella... y se compraría un disfraz el sábado con Aída, pues tenía unos ahorrillos...

Mientras pensaba en eso, un búho entró por su ventana y se dirigió a ella, entregándole un trocito de pergamino que decía:

"Virginia, ven conmigo al baile, no te preocupes por tus hermanos, que digan lo que quieran, al igual que los demás.

Draco Malfoy"

Ginny se quedó paralizada. Por un lado tenía la posibilidad de ir al baile con la persona con la que se moría por ir y quizá pasar la mejor velada de su vida junto a él. Por otro lado tenía la posibilidad de enfadar y cabrear a sus hermanos, a Harry y... a casi todo el mundo en realidad.

Ella misma... todo el mundo... Draco... Ella... sus hermanos... la carta... Ella... Harry... Draco... "no te preocupes por tus hermanos, que digan lo que quieran, al igual que los demás"... Draco... Ella... los demás...

Sin duda, iría con Draco al baile, pero no se lo diría a nadie, lo dejaría como una sorpresa. Ahora sólo debía preocuparse por su disfraz... le escribió una nota a Draco y se la envió con su búho, que se había quedado mientras Ginny leía la carta y razonaba su decisión, como esperando que Ginny le diera algo para entregarle a su amo.

"Draco, está bien, iré contigo al baile, a pesar de lo que digan los demás, pero... ¿Qué me pongo? ¿Qué te vas a poner tú? La novia de Harry y yo iremos el sábado a Hogsmade a comprar el disfraz, pero no sé cuál...

Virginia Weasley"

Le dio la nota al búho de Draco y se quedó terminando los deberes que no quería terminar en la sala común. A los cinco minutos el búho de Draco volvió y le entregó otra nota a Ginny:

"Con cualquier cosa estarás magnífica. Yo me pondré cualquier cosa negra que pille, ya veré qué. Un beso y buenas noches.

Draco"

Ginny creía que se iba a desmayar: iría al baile con Draco, que iría de negro ("qué guapo" pensó Ginny) y él se despedía con un beso y un buenas noches. Ella le escribió diciéndole: "Draco, gracias y ya veré yo también lo que me pongo, seguramente busque algo negro... buenas noches, y un abrazo. Virginia".

Al día siguiente vio a Aída en el Gran Comedor.

-¡Aída!

-Ah, buenos días Ginny, ¿qué tal?

-Perfectamente.

-Me alegro, maja.

-Oye, que ya tengo pareja para el baile.

-¿De verdad? No dudaba que tardaras mucho en encontrar a alguien pero oye... ¿quién es?

-No te lo puedo decir, Aída, es una sorpresa. Pero os va a sorprender muchísimo.

-Vaya chica, me muero de ganas de saber quién es.

-Bueno, entonces mañana compramos el disfraz ¿no?

-Sí, claro. ¿Qué te parece a las diez y media?

-Perfecto. Hasta luego.

-Adiós maja.





Siento mucho el retraso, pero es que lo he escrito muchas veces y no me ha gustado como quedaba, y la verdad, no es que haya quedado muy bien, pero espero que la espera haya merecido la pena. Tal vez Ginny y Draco vayan demasiado rápido, ¿no? Y quizá Aída sea un poco bacina intentando buscarle una pareja de baile a Gin pero... se supone que el personaje se basa en mí, ¿no? (es más, es que el personaje soy yo)

Muchas gracias por los reviews.



AÍDA