CAPÍTULO 3
Ginny contaba impaciente los días que quedaban para el baile cuando quedaban una hora y media para que se comprara el disfraz.
Ahora estaba en la sala común maldiciendo a su hermano Ron porque cuando bajó a desayunar Draco la sonrió y se dirigía hacia ella para decirle algo, pero justo en ese momento llegó Ron y Draco se vio obligado a cambiar de dirección.
Pasó la hora y media que quedaba hasta las diez y media pensando un posible disfraz para el baile, pero no sabía cuál. Quizá iría bien si se disfrazaba de Morticia Addams... Bajó a la sala común y Aída ya la estaba esperando. En diez minutos (que Aída pasó intentando adivinar la pareja de Ginny) llegaron a Hogsmade y a la primera tienda de la lista de Aída.
-Bueno maja, ¿de qué vais a ir tu misteriosa pareja y tú?
-Él me dijo que iba a llevar algo negro, así que pensé que yo también podría ir de negro.
-Entonces... ¿no vais disfrazados de un personaje de la misma película?
-No ¿y Harry y tú? ¿De qué vais?
-Iré de Anastasia en la peli de Disney. Me pondré el vestido que lleva cuando la van a presentar como la gran duquesa en París. Y Harry se pondrá un traje de chaqueta...
-Vaya, has elegido un disfraz muy bonito, pero... ¿crees que lo tendrán?
-Sí, lo encargué el día en que decidimos nuestros disfraces.
Mientras hablaban iban mirando entre los numerosos disfraces.
-Bueno Ginny, ¿Habías pensado algún disfraz?
-Em... quizá Morticia Addams...
-He de reconocer que Morticia es la muerta viviente con más estilo que conozco, pero no te pega...
-Tienes razón...
Mientras Ginny buscaba por un lado, Aída por otro. De repente a Aída se le iluminaron los ojos.
-¡Ginny! ¡Ya lo tengo! ¡Es perfecto para ti! -dijo sacando un vestido negro del perchero. Ginny fue a verlo.
-Aída, no creo...
-Oh, vamos Ginny... es precioso y seguro que te queda como un guante.
-Aída, ¿te imaginas la cara de mis hermanos si me ven con este vestido?
-Bueno, Ron se enfadaría un poco quizá, pero a los gemelos no creo que les importe... ¿y has pensado en la cara de tu pareja "x"? seguro que se le dibuja una sonrisa en la cara nada más verte y no se le borra en una semana...
Ginny pensó en Draco... seguramente le gustara que Ginny se pusiera eso... y el vestido era realmente bonito...
-No sé Aída...
-Mira, tú pruébatelo, y si te queda bien te lo quedas, y si no... pues buscamos otro, aunque no creo que encontremos un vestido más apropiado y bonito.
Ginny cogió el vestido y fue a un probador a ponérselo mientras Aída preguntaba por su disfraz de Anastasia. A los tres minutos Ginny salía del probador con el vestido puesto.
-Dios Santo Ginny, te lo tienes que comprar, te queda... te queda... te queda mejor que un lavado de pelo a Snape...
Las dos rieron... la verdad es que no se imaginaban a Snape con el pelo limpio. Ginny se acercó al espejo. De verdad que el vestido le quedaba bien, y era exactamente de su talla. Se moría de ganas por ver la cara de sus hermanos y de Draco al verla con ese vestido...
-¡Me lo quedo!
_"_
Finalmente llegó el día del baile.
En los últimos días Ginny no había hablado con Draco, pero el búho de él solía visitar la habitación de Ginny por las noches.
Tres horas antes del baile, Aída, Hermione y Ginny se juntaron en la habitación de cuarto (las demás chicas de cuarto se habían ido al dormitorio de las de quinto porque querían que Parvartti y Lavender les enseñaran unos trucos de maquillaje).
-Vaya Ginny, y yo que quería ser la protagonista de las miradas de Ron -dijo Hermione al ver el vestido que llevaría Ginny-: ahora estará todo el rato mirándote para cuidar que ningún chico te mire más de la cuenta.
Ginny estaba tremendamente nerviosa... quería que llegara la hora del baile para estar con Draco, pero temía la reacción de Ron al vestido y, sobretodo, a Draco.
Ginny terminó de arreglarse justo a la hora en que había quedado con Draco en la entrada al Gran Comedor. Como a Aída y a Hermione aún les quedaba un poquito, decidió bajar antes, y así se ahorraba el tener que bajar con Ron a buscar a Draco.
Cuando llegó a la Sala Común todas las miradas se fijaron en ella y luego en Ron para ver su cara. Él de inmediato se acercó a ella enfadado. Harry iba detrás de él.
-¿Pero te has vuelto loca? -le decía Ron- ¡Sube ahora mismo y súbete el escote y cósete la raja de la falda!
-¡No pienso hacerlo, Ron!
-Ron...
-¡Cállate Harry!
-Ron, me da igual lo que pienses de mi vestido. ¡A MI me gusta y punto! Y si a ti no te gusta no mires.
-¡El problema es que te mirarán todos!
-Ron, yo creo que el vestido no es para que te pongas...
-¡Tú te callas, Harry! ¡Mi hermana no puede ir vestida así!
-¿Qué no? ¿Te apuestas algo? Y si me miran todos, ¡pues que miren, que para algo me lo he puesto! ¡No voy a parecer un cardo toda mi vida!
-Ginny, tú no pareces un cardo...
-¡Que te calles Harry!
-¡¿Y quién es tu pareja?!
-Eso ya lo verás...
Y Ginny se dio la vuelta y se fue elegantemente de la Sala Común. Mientras se dirigía hacia el recibidor, donde Draco la estaría esperando, se encontró con Fred y George, que volvían a la Sala Común porque se les habían olvidado unas bengalas del doctor Filibuster.
-Dios Ginny, estás preciosa -dijo Fred besándole la mano.
-Así me gusta hermanita, que dejes el listón de los Weasley bien alto -le dijo George repitiendo el gesto de su gemelo.
Ginny se alegró mucho de que Fred y George no les pusieran ninguna queja al vestido.
Finalmente llegó al recibidor. Draco estaba apoyado en la pared y mirando al suelo. Llevaba un traje y corbata negros y una camisa blanca. Draco sintió que alguien le estaba mirando y fijó su mirada hacia Ginny. Inmediatamente se enderezó, tragó saliva mientras le temblaban las piernas y fue hacia el pie de la escalera para recibir a Ginny.
-Vaya... me dejas sin palabras... estás... estás... Dios... ¿quién se ha muerto en el cielo para que los ángeles vayan de negro? -Ginny sonrió y, sin poder evitarlo, se sonrojó, aunque el maquillaje pudo disimularlo un poco-. Estás perfecta Rita...
Ginny iba vestida de Rita Hayworth en Gilda en la famosa escena en la que baila, canta y se quita un guante al compás de la música: era un vestido de satén negro, escotado sin tirantes, largo hasta los tobillos pero con una raja de vértigo y algo ceñido, tenía unos zapatos negros, guantes negros muy largos por encima del codo, llevaba el pelo ondulado, tenía una gargantilla plateada e iba muy bien maquillada.
-Tú también vas muy guapo, Draco... aunque no sé a ciencia cierta de qué vas disfrazado...
Draco sonrió y sacó de sus bolsillos unas gafas negras de sol y se las puso.
-Se supone que soy un hombre de negro -dijo Draco, al que las gafas de sol hacían ver muy sexy-, aunque también podría ser un chico "caiga quién caiga", aunque eso es un programa, no una película.
-O... ¿puedes acariciarte los labios con el pulgar de la mano derecha de derecha a izquierda?
Draco, extrañado por la petición de "Rita", hizo lo que ella le pidió.
-También puedes ser un chico Martini, aunque eso es un anuncio de televisión.
-Seré lo que más te guste -dijo mientras se quitaba las gafas-. ¿Pasamos?
Ginny asintió. Draco le extendió el brazo como todo un caballero y Ginny lo cogió. Mientras pasaban entre la multitud sólo se oía "¿ese es Malfoy, con Weasley? No me lo puedo creer..." o comentarios por el estilo.
El Gran Comedor estaba decorado con globos y demás adornos festivos. Había mesas de seis, cuatro y dos personas esparcidas por toda la sala excepto en el centro, donde había espacio suficiente para bailar. Draco y Ginny se sentaron en una mesa de dos que estaba en una esquina del Comedor, al lado de una ventana.
Al Gran Comedor entraron Harry, Aída, Ron y Hermione. Aída iba muy guapa vestida exactamente igual que la Anastasia de la película, y Harry tampoco iba mal vestido con traje. Hermione iba vestida de la princesa Amidala y Ron de Anakin. Aída buscaba con la mirada a Ginny para descubrir quién era "x". Cuando lo vio arrastró a Ron y compañía hasta una mesa que estaba justo en la otra esquina, lo más alejada de Ginny y Draco, y sentó a Ron y Harry dándoles la espalda para que no los vieran, porque sabía que se podía armar la 3ª Guerra Mundial si Ron se enteraba.
La cena transcurrió con total tranquilidad y con continuos coqueteos por parte de ambos. Ginny se lo estaba pasando genial en compañía de Draco. Él era un chico con sentido del humor, amable, galán, simpático, educado... era una lástima que todo el mundo lo viera como lo contrario. A cada minuto, a cada palabra que los sensuales labios de Draco pronunciaban, Ginny se sentía más atraída hacia él, y viceversa.
-Bueno, ¿piensas bailarme "put the blame on Mame"? -le dijo Draco al acabar de cenar-. Sería una lástima que después de ponerte ese vestido no te viera cantando y bailando a lo Rita Hayworth.
-Ya veremos... -le respondió con una sonrisa.
-Por ahora me conformo con bailar esta canción contigo -dijo mientras sonaban los acordes de "stuck in a moment" de U2.
Ginny no se podía negar a esa petición, aunque sabía que si bailaban, era muy probable que Ron la viera con Draco. Draco se levantó y extendió su mano exactamente igual a como había hecho aquella tarde, y Ginny la cogió. Fueron de la mano hasta el centro de la improvisada pista de baile, luego Draco soltó su mano para poner las dos alrededor de la cintura de Ginny, atrayéndola hacia él. Ginny hizo lo mismo con sus manos y el cuello de Draco, apoyó su cabeza en el hombro de él y cerró los ojos mientras respiraba el bello aroma que Draco desprendía, deseando que el tiempo parara o que la canción durara eternamente para no tener que separarse del cuerpo del chico.
De repente una voz, la última que quería oír en ese momento, la despertó de sus fantasías.
-¡Malfoy! ¡¿Qué coño te crees que haces abrazando a mi hermana?!
Ginny se separó de Draco para ver a Ron de frente. Él estaba completamente rojo de la furia y parecía dispuesto a pegar a Draco. Detrás de él estaba Harry, que la mirata con una cara de "tú te lo has buscado", Hermione, que estaba muy seria, y Aída, que miraba furiosa a Ron.
-No creo que eso sea asunto tuyo -dijo Draco con calma, aún sin soltar la cintura de Ginny con una mano y con la otra metida en el bolsillo.
-Pues sí que lo es, Malfoy, ¡y suelta a mi hermana de una puta vez!
-¿Y si yo no quiero que lo haga? -dijo Ginny con tono desafiante. Todo el Salón los miraba.
-¿¡Pero tú te has vuelto loca o qué!? ¡Primero ese vestido, que no sé de donde lo has sacado, y ahora quieres que Malfoy te abrace!
-Ron, cálmate -Aída se había acercado-. Para empezar, el vestido es precioso, y lo elegí yo; y si tu hermana está con Malfoy, tendrá sus razones.
-Tú no te metas en esto Aída -Ron dijo esto mirándola con una mirada que daba miedo, así que ella retrocedió y optó por hacerle caso, aunque quería sacar a Ginny del apuro-. Y tú -se volvió a Draco-, asqueroso hijo de puta, quita tus sucias manos de mi hermana.
Ron iba a pegarle un puñetazo a Draco, pero Draco fue más rápido y se lo pegó él primero. Ahora la nariz de Ron sangraba sin parar y Draco se miraba el puño, le había dado tan fuerte que le dolía. Draco miró a Ginny y salió del Salón hacia los jardines. Hermione le limpiaba la nariz a Ron y Aída y Harry se mantenían en un segundo plano. A Ginny se le asomaron unas lágrimas mientras miraba a su hermano.
-Te odio -dijo con un hilo de voz, pero de manera clara-. Te odio Ronald Weasley. ¿Te has parado a pensar en mis sentimientos? ¿Te has parado a pensar en tus palabras?
-Ginny... -Ron trataba de acercarse más a Ginny, mientras ella retrocedía a cada paso que él daba.
-Te guste o no, estoy enamorada de Draco Malfoy, y tú no lo vas a cambiar.
-¡Ginny, escuchame! -Ron seguía intentando acercarse a ella.
-¡A mí no te me acerques jamás! ¡Te odio!
Y se fue corriendo (lo que podía, porque con el vestido y los zapatos...), dejando a todo el mundo estupefacto, hacia los jardines a buscar a Draco. Él estaba paseando por el límite del bosque prohibido. Cuando Ginny llegó hasta él, le abrazó mientras lloraba.
-Draco... lo siento tanto... yo... le odio...
-Ssh... Virginia, es tu hermano, no debes odiarlo...
-Me da igual quién sea, Draco... no tiene derecho a querer separarnos e insultarte...
-En eso tienes razón (por eso le pegué, lo siento), pero no le odies. Ven, quiero enseñarte una cosa...
Draco la sonrió y la cogió de la mano. Se adentraron un poco en el bosque hasta llegar a un árbol de tronco grueso que parecía tener una puerta. La abrió. Ginny vio el lugar más bello que había visto jamás: era un hermoso jardín con toda clase de plantas, flores de todos los colores y algunos árboles. Había pájaros de colores que cantaban y en el centro había un banco de madera. Pasó con Draco a ese hermoso jardín.
-Creo que nadie lo conoce, ni siquiera el guardabosques -dijo Draco al ver la cara de Ginny.
-Draco, es un lugar precioso, gracias por traerme aquí. Seguro que aquí traes a todas...
-Nunca he traído aquí a nadie, esperaba a traer a alguien especial... -Ginny se sonrojó un poco, aunque el maquillaje volvió a disimularlo- ¿Sabes qué es lo mejor de esto? Di el título de una canción y el intérprete.
-"Viernes", de los Hombres G.
De fondo se escuchaba la canción que Ginny había dicho. Draco arrancó una hermosa flor roja y se la entregó a Ginny, que estaba muy asombrada. Tomaron la misma postura que en el baile y comenzaron a bailar, pero esta vez sin que nadie les molestara.
La canción paró, pero Draco murmuró "Something, The Beatles".
-Virginia, sé que probablemente no te lo creas pero... -Draco se separó un poco pero sin dejar de abrazarla, para poder mirarla a los ojos- me he enamorado de ti.
Ginny se volvió a sonrojar y pestañeó varias veces para comprobar que no era un sueño, que Draco Malfoy estaba frente a ella diciéndole que la quería.
-Yo también me he enamorado de ti, Draco.
Draco sonrió. Acercó su boca a la de ella poco a poco. Al principio fue una caricia de labios, pero finalmente Draco la besó muy dulcemente. Ginny sentía mil mariposas en su interior y un centenar de sensaciones nuevas. Draco abrió la boca y con su lengua acarició los labios de Ginny para que ella también abriera la suya, cosa que consiguió. El beso se hizo mucho más profundo y apasionado mientras sus lenguas se acariciaban, al igual que sus manos acariciaban el pelo, la nuca o la espalda del otro. Ninguno de los dos sabía de dónde podían sacar el aire para continuar besándose. Finalmente, y de una manera tan dulce como empezó, el beso se terminó.
No dijeron nada, no había nada que decir. Draco cogió la mano de Ginny y la llevó hasta el banco donde se sentaron. Ginny apoyó su cabeza en el pecho de Draco, que se había desabrochado la chaqueta y aflojado la corbata (en esos momentos ambos estaban muy acalorados... normal, ¿no?) y Draco la acariciaba.
-¿Somos novios? -preguntó Draco tras unos minutos de silencio.
-¿Y tú familia? ¿Y la mía? No lo aceptarían, Draco, ya has visto cómo se ha puesto mi hermano... -los ojos de Ginny se aguaron, no soportaba la idea de que los dos se quisieran y no pudieran estar juntos.
-¿Sabes? Conozco a una antigua Slytherin que se enamoró de un Gryffindor a quien siempre había menospreciado. El Gryffindor se le declaró y se hicieron novios. Ninguna de sus familias ni sus amigos aprobaban la relación, pero ellos se amaban con locura y se veían en secreto, también cuando terminaron el colegio. Por deseo de sus padres, ella se tuvo que casar con otro aún estando enamorada de él. Eso tampoco importó, y tampoco importó que ella tuviera un hijo para dejar de amarle. Tuvo que dejar de verle, pero se encontraron hace dos años. Todavía se siguen viendo en secreto y se siguen amando sin que nadie, a parte de mí (y ahora tú) lo sepa.
-Eso es muy triste, Draco. Es una lástima amarse y no poder demostrarlo ante los demás.
-No es triste, porque se tienen el uno al otro, y no importa nada ni nadie más. Virginia, te quiero muchísimo, y no me importa el tener que esconder mis sentimientos antes los demás, no me importa tener que citarme contigo en secreto. Lo único que me importa es tenerte a menudo entre mis brazos y besarte.
-Está bien, Draco, hagámoslo. Seamos novios, en secreto. Amémonos tanto o más esa mujer y su amante. Aunque solo lo sepamos tú y yo.
Se volvieron a besar, aunque esta vez fue más corto, pero tan lleno de sentimientos como el primero.
-Y los protagonistas de tu historia. ¿tienen nombre?
-Ella es mi madre, y él. es Lupin, el profesor que tuvimos.
-Vaya...
-Me temo que ya va siendo hora de volver, Virginia.
-No quiero volver, no quiero ver a nadie más que no seas tú, y menos a mi hermano.
-Yo tampoco quiero volver, pero tenemos que hacerlo. Mejor que salgas tú primero y dentro de unos minutos voy yo, no creo que sea muy conveniente que tu hermano nos vuelva a ver, o querrá devolverme el puñetazo con más fuerza.
Se levantaron del banco y se volvieron a besar.
-Buenas noches, Rita.
-Buenas noches, amor.
Ginny volvió sola al castillo. Por suerte había pasado tanto tiempo con Draco en el jardín que ya no había nadie por los pasillos. Llegó a la torre de Gryffindor y tampoco había nadie, cosa que agradeció. Subió a su cuarto y con cuidado de no despertar a nadie se puso el camisón y se fue a dormir, pensando en esa mágica noche.
Bueno, este es el tercer chapter.
Espero que os haya gustado, a mí no es que me haya dejado muy conforme que digamos...
Se lo dedico a Rinoa, JeRu, Khaly de Malfoy, Claudia_de_Malfoy, athena katsura, lora chang (espero haber descrito bien los disfraces...), naty malfoy, Lucía, kap-weasley, Natalia, Sabina Evans y vasty*-*. Muchísimas gracias por los reviews.
Por favor, si estáis leyendo estas líneas, dejad review!
AIDA
