Hola!!!!!!!!!!! Sé que ha pasado mucho tiempo desde que colgué el último capítulo, pero es que este (que lo tengo escrito desde hace muuuuuuucho tiempo) no me convence del todo, y decidí esperar por si se me ocurría algo mejor, pero al final lo he dejado tal y como estaba. Puede que no sea lo que algunos esperan, pero espero que os guste a todo los que leéis estas líneas.

Se lo dedico a todos los que me dejaron reviews y los que me dejarán (que espero que sean muuuuuuuuuuuchos).

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Capítulo 4 - EL JARDÍN DEL OLVIDO

-Ginny... despierta...

Una voz llamaba a Ginny a despertarse... pero ella no quería. Estaba inmortalizando en un hermoso sueño todo lo ocurrido la noche anterior con una sonrisa boba en los labios.

-Ginny... ¡despierta!

Ginny solo gimió demostrando su disconformidad con esa orden. A la persona que quería despertarla sólo se le ocurrió una manera de conseguir que Ginny despertara.

-Draco Malfoy.

-¿¡Dónde!?

Ginny se levantó de un salto al oír el nombre de Draco, haciendo que Aída, la persona que antes intentaba levantarla, se riera.

-Estaba intentando levantarte, pero ya veo que la única manera de hacerlo es nombrándote a tu chico.

-¿Qué hora es?

-Muy tarde... ¿a qué hora volviste ayer?

-Muy tarde...

-Tienes suerte de que sea yo la que haya venido a despertarte, ¿sabes? No tienes muy bien el panorama...

-¿Todos están enfadados?

-Pues mujer... digamos que decírmelo no me lo han dicho, pero... no es que estén deseando verte...

-¿Y tú? ¿Estás enfadada? Gracias por salir anoche defendiéndome...

-Yo no estoy enfadada contigo porque estés con Malfoy, Ginny. Imagino que tendrás tus razones para hacerlo, y no eres tonta, así que serán buenas. Y de nada, aunque ya ves, me acobardé a la primera mirada de tu hermano...

-¿Crees que me pasé con él? Tal vez no habría tenido que gritarle que le odiaba...

-Digamos que no fue una gran idea, pero estabas muy cabreada... y él lo está contigo... esta mañana le pregunté por ti, y me contestó "no conozco a ninguna Ginny".

-Pero... si él comprendiera como tú... Draco no es como todo el mundo piensa, Aída.

-¿Y qué piensas hacer Ginny?

En ese momento entró el búho de Draco por la ventana que Aída dejó abierta para intentar levantar a Ginny con la brisa helada de esa mañana, lo que hizo que Ginny olvidara la pregunta de Aída. El búho le dejó una nota sobre las piernas y salió por donde había venido y con la misma rapidez. Ginny leyó nerviosa la nota:

"Ven enseguida a "nuestro" jardín, es importante. Te espero. Te quiero. Draco."

Ginny se lo contó a Aída, y ésta última se encargó de llevar al trío maravilla a un lugar alejado del recorrido sala común-salida para que Ginny no se cruzara con ellos y evitar problemas.

Ginny se vistió rápido y se dirigió al jardín. Draco parecía preocupado, leyendo un pergamino arrugado con una mano y estrujando una revista con la otra. Cuando Ginny entró, él se acercó y le dio un fugaz beso en los labios mientras le dejaba la revista en las manos.

-Nadie se tomó la molestia de informarme de que hoy salía el primer número de una revista del colegio -dijo Draco con la voz apagada.

Ginny miró la revista. Se llamaba "The Daily Hogwarts". La portada era una foto en movimiento del puñetazo de Draco a Ron con Ginny de fondo. El titular era "Un amor secreto... Malfoy y Weasley".

-Pues muy secreto no lo es... -fue lo único que se le ocurrió decir a Ginny. Miró al pie de la foto, ponía "Creevey"- ¿Colin hizo la foto?

-Y Parkinson el artículo... te lo podrás imaginar.

Los dos se sentaron en el banco. Ginny leía el artículo, que relataba con todo lujo de detalles desde el momento en el que Draco y Ginny se encontraron al pie de las escaleras principales hasta que Ginny salió tras Draco después del "te odio" a Ron.

-Mi padre se ha enterado.

Draco le pasó la carta arrugada que antes tenía en la mano y la leyó:

"Hijo desagradecido:

¿No te da vergüenza? ¡Ir con la pobretona esa al baile de Halloween! Casi nos matas a tu madre y a mí del disgusto que nos dio al leer esta mañana el periódico del colegio... Nos debes una gran explicación, y muy convincente... ¿Qué hacías tú, alguien de tu posición social, con la Weasley (creo que no hace falta que diga algo sobre ella o su familia)? ¿Es así como nos agradeces el que te hayamos criado y educado de la manera que tantos chicos de tu edad hubieran deseado? Eres la deshonra de la familia, nunca un Malfoy había hecho algo parecido. Más te vale que no pierdas el tiempo con estupideces de adolescentes con hormonas descontroladas y te centres en tus estudios y en tu futuro como discípulo del Señor Tenebroso, ¡o te puedes ir olvidando de esta familia!

Lucius M. Malfoy"

-Vaya Draco... -Ginny no sabía qué decir.

¿Y si Draco le hacía caso a su padre y decidía olvidarse de ella? De repente Draco se levantó, le quitó a Ginny la carta de las manos, sacó la varita y quemó la carta con un hechizo.

-¡Eso es lo que pienso de sus jodidas amenazas y los planes que ha hecho para mi futuro! ¡A la mierda todo lo que ese inútil piense sobre ti, tu familia y sobre mí! ¡Que le jodan!

Aunque esa era una situación muy seria, Ginny no pudo evitar sonreír al ver la reacción de Draco a las palabras de su padre y verlo sacar ese lado tan "dark" que tenía su chico. Él se dio cuenta y también sonrió, se acercó a ella y la abrazó. Volvieron a tomar la posición de la noche anterior: Ginny había apoyado la cabeza en el pecho de Draco, que le acariciaba la espalda con una mano y con la otra sujetaba la revista mientras observaba la portada.

-Gin... ¿Le dijiste a tu hermano delante de todo el colegio que estás enamorada de mí?

Ginny asintió con la cabeza y un ligero tono rosado en las mejillas. Fue un error decirlo, la verdad, porque después de lo obvios que fueron la noche anterior ambos, no podrían llevar lo suyo en secreto, pero el dulce beso que Draco le estaba regalando en ese instante, hizo que se olvidara de todas sus preocupaciones.

-Bueno, pues entonces lo nuestro no es que sea muy secreto... así que no nos queda otra alternativa que afrontar lo que se nos viene encima -dijo Draco cuando dejó de besarla.

-¿Y tu padre?

-Al carajo con mi padre, Gin. Ya ves el futuro que quiere para mí... y quiere que me separe de ti, cosa que no va a conseguir por muchas amenazas que me lance y mucho que lo intente. Te quiero, y ahora mismo lo único que me importa es que estés conmigo.

Se volvieron a fundir en un beso lleno de amor y ternura mientras Draco la abrazaba contra su pecho fuertemente, como si tuviera miedo de que en cualquier momento ella se desvaneciera, como un sueño perfecto que llega a su fin por el comienzo de un nuevo día.

-Aída (ya sabes, la novia de Harry), me ha dicho que todos están enfadados conmigo. Por suerte ella me comprende y no está enfadada, aunque tampoco se la veía muy contenta. Espero que en cualquier momento me llegue una carta de mi familia. Pero a mí también me da igual lo que digan, porque yo también te quiero.

-Entonces entremos al castillo cogidos de la mano, Gin, y el que quiera entender, que entienda.

Y eso fue lo que hicieron. Se levantaron, se volvieron a besar, y se dirigieron al castillo cogidos de la mano. Todo el mundo cuchicheaba y se volteaba a mirarles. Se encontraron a Harry, Ron, Hermione y Aída, y los tres primeros se fueron dándoles la espalda, mientras Aída los miraba con resignación pero con un asomo de sonrisa. Aunque a ellos nada de lo que pensaran los demás les importaba, porque estaban juntos.