"SEPARACION"
Autora:ATENEA
atenea81sv@yahoo.com


Es mi primer fic, ojala les guste, comentarios al e-mail de arriba.


Capitulo 1


Al abrir los ojos, el resplandor de la mañana la hizo cerrarlos de nuevo; lentamente acostumbro la mirada a la luz de lo que parecía ser una ventana, poco a poco intento reconocer el sitio en el que estaba, instintivamente llevo su mano a la cabeza, sintió una venda sobre su frente.
-Layra, te sientes bien
La voz, por alguna razón le pareció familiar, dirigió su cabeza hacia donde provenía.
-¿Quién es usted? ¿Qué hago aquí?-dijo sorprendida al ver a una muchacha de cabello y ojos negros, quien la miraba extrañada.
-¿No sabes quien soy? Creo que el accidente te afecto mucho, amiga-contesto.
"amiga", la palabra reboto en su cabeza, la habia escuchado antes, en otra parte, hizo esfuerzos para tratar de recordar donde, pero fue inútil.
-Layra será mejor que llame a un doctor- dijo la muchacha mientras se levantaba y salía de la habitación.
Cuando se quedo sola, se incorporo un poco sobre la cama en la que estaba, examino el lugar; comprendió entonces que estaba en un hospital.
"¿Qué hago aquí?" se repetía una y otra vez. De pronto miro sus manos, la izquierda tenia algunos moretones y rasguños que llegaban hasta su brazo, la derecha tenia la aguja de un suero que colgaba de la cabecera de la cama, una sensación la envolvió, era de frío, de vacío, de miedo...
La muchacha de cabello negro regreso con un doctor.
-Me alegra que ya hayas despertado- dijo el doctor mientras le tomaba el pulso- sin embargo Imery, me dice que no la reconoces.
-¿Estoy en un hospital, verdad?- dijo soltándose la mano-¿Qué me paso?
-Ibas en tu auto, ¿no lo recuerdas?, tuviste un accidente en la carretera- respondió el doctor.
-¿Estará bien, verdad Josh?- pregunto Imery.
-Todo parece indicar que si- respondió el doctor- lo que necesita es descansar, el golpe en su cabeza pudo provocar una perdida de memoria temporal, lo cual es frecuente en estos casos, sus recuerdos volverán poco a poco, no hay nada de que preocuparse- le dijo a Imery, luego miro a los ojos a la enferma- Vendré a verte mas tarde.
Se despidió de ambas y salió de la habitación.
-Será mejor que también me vaya- le dijo Imery mientras tomaba su bolso de un sofá-debes descansar, me cambiare y regresare en un par de horas, de verdad me alegro que estés mejor- beso a Layra en la mejilla- nos vemos luego- diciendo esto se marcho.
Se quedo nuevamente sola...
Todo parecía extraño, demasiado; a Imery parecía reconocerla vagamente, de haberla visto cuidándola antes, cuando despertaba por momentos de un pesado sueño, trato de recodar algo mas, pero su mente estaba en blanco.
Se recostó de nuevo, no sentía ningún dolor, pero empezó a llorar, una extraña tristeza la hacia llorar sin motivo, la sensación de frío y miedo la envolvió de nuevo, pero sobre todo de soledad...
Fue así como se quedo profundamente dormida.

Paso una semana desde el accidente, Layra se recuperaba rápidamente de sus heridas, pero su memoria no regresaba.
-Fue una suerte que Josh ya estuviera aquí para cuando sufriste el accidente- le dijo Imery, al mismo tiempo que sacaba algunas cosas del armario del cuarto del hospital y las acomodaba en una maleta.
Layra la miro extrañada, no comprendía el significado de las palabras de su amiga.
-¿A que te refieres?- respondió.
-Pues que acababa de llegar de Estados Unidos, no lo recuerdas?, perdón, ya sé que no recuerdas nada- al decir esto, Layra noto en Imery algo de preocupación.
-No te inquietes por eso- le dijo para tranquilizarla- y sí; Josh se a portado muy bien conmigo.
-Es porque siempre ha estado enamorado de ti.
-Por favor, Imery, no inventes quieres...
-¡Es verdad! Aunque tu no lo recuerdes ahora, pero el te perseguía mucho en la universidad, tu no le hacías caso, estabas demasiado afectad por lo otro... -Imery se detuvo.
-¿Lo otro?- pregunto Layra desconcertada.
-No me hagas caso- respondió Imery, tratando de cambiar la conversación.
Layra quedo pensativa después de lo que dijo Imery.
-¿Lista para irte?- pregunto Josh entrando a la habitación.
-Ya casi todo esta listo- dijo Imery, cerrando la maleta, que antes hacia, en un sillón.
-Si, Josh, estoy deseosa de irme de aquí- dijo Layra tratando de levantarse de la cama.
Josh la tomo suavemente del brazo, la ayudo a pararse y la miro fijamente a los ojos, Layra sostuvo su mirada por un segundo, luego agacho la cabeza.
Josh sonrió ante la timidez de la muchacha.
-Iré ha verte mañana- le dijo amistosamente- para examinar tu desarrollo.
-Gracias- le contesto Layra.
Josh miro nuevamente los hermosos ojos azules de Layra.
-Mmm- musito Imery, con una sonrisa en la cara- será mejor que nos vayamos...
-Si - dijo Layra.
Ambas salieron del cuarto del hospital, Josh las despidió en el pasillo.
Imery y Layra bajaron al estacionamiento y subieron a un auto.
Mientras Imery conducía, Layra miraba por la ventana el atardecer.
-Los atardeceres en este país son hermosos, ¿No lo crees Layra?
-Si- contesto, sin dejar de mirar como el sol, se hundía sobre el mar.
-Siempre dije que Tokio era una ciudad que encerraba misterios- comento Imery.
Layra asintió con la cabeza.
Llegaron hasta un edificio de apartamentos, Imery y Layra bajaron del auto y entraron.
-Por fin en casa- expreso Imery dejando la maleta en el suelo de su departamento, estaban en el tercer piso.
-¿Ésta es tu casa?- pregunto Layra al entrar.
-Esta es nuestra casa, mientras terminaba el proyecto en el que trabajamos- respondió Imery.
Layra recordó algo que Imery le había comentado durante su estancia en el hospital: "Somos consultoras administrativas para una empresa japonesa, trabajmos en nuestro primer proyecto desde que nos graduamos de la universidad" fue entonces que comprendio las palabras de Imery.
-Ese es tu cuarto Layra, esta tal y como lo dejastes...
-Gracias, será mejor que descanse un poco
-Es una buena idea, te ves algo cansadas, pero antes debes tomar el medicamento que Josh te receto- dijo Imery, mientras sacaba una pequeña cápsula y se la entregaba a Layra junto a un vaso de agua. Ella la tomo y luego agradeció a Imery el que se lo haya recordado. Luego entro en su habitación y sin cambiarse, se acostó sobre la cama y se quedo profundamente dormida. La noche caía lentamente sobre Tokio.

*****
Darien entro a la alcoba tratando de no hacer ruido, pensando que estaría dormida, pero la luz de la luna que entraba por la ventana dibujo su silueta frente a él, estaba cerca del balcón, la brisa nocturna movía delicadamente su cabello, llevaba un vestido blanco, y en la penumbra de la habitación contemplaba absorta una cuna...
-Serena, ¿Por qué estas despierta?- pregunto Darien mientras se acercaba.
Ella no respondió, ni siquiera lo miro, seguía contemplando la cuna en la que dormía una bebé.
Él se acerco y la abrazo por la espalda, rodeo con sus brazos su cintura, al tenerla así, sintió el perfume de su cabello, la tibieza de su cuerpo.
-¿Darien porque?- dijo suavemente Serena, sin dejar de mirar a la pequeña que dormía en su cuna.
Las palabras provocaron que él la soltara.
-¿Por qué?- volvió a preguntar, giro lentamente hasta estar frente a él, tenia los ojos llenos de lagrimas y estaba muy pálida.
Darien la miro, un nudo se formo en su garganta.
-Tu me dijistes que me amabas, me mentistes.
-Serena, yo te amo...
-Mentira- respondió ella llorando- si me hubieras amado nunca hubieras permitido lo que paso...
-Yo quise...
-En realidad, nunca me amaste, no pudiste protegerme, me dejaste morir, tu me mataste...
-No-dijo Darien con lagrimas en los ojos- no es verdad, yo te ame desde siempre, busque protegerte, nunca quise lo que paso, nunca quise que murieras- intento abrazarla.
-Es demasiado tarde- respondió Serena, su figura se disolvió con el viento y Darien no pudo detenerla.
-Serena, no te vayas, vuelve con nosotros...
El grito lo despertó de la pesadilla, se sentó sobre la cama, sudaba y las lagrimas brotaban de sus ojos. Luna también se despertó, estaba a los pies de Darien, en el borde de la cama.
-De nuevo la pesadilla ¿Verdad?-dijo la pequeña gata negra.
-Si- respondió él, un poco más calmado; recorrio la habitación con la mirada, levantandose se acerco a una pequeña cuna que estaba alli, la pequeña Rini dormia placidamente, ajena al sufrimiento de su padre. Darien observo a la bebé y la besó suavemente, lo que lo tranquilizo por completo.
-Intenta dormir de nuevo- sugirió la gata.
-Lo haré, pero necesito un poco de aire- respondió Darien.
Salió al balcón de la ventana, la noche estrellada y las luces de la ciudad le devolvieron la paz, aunque en su cabeza se agitaban confundidos sueños, pesadillas y recuerdos...
Contemplo la noche por unos instantes y luego entro a su apartamento.
Desde la azotea de un edificio cercano, la figura de una mujer lo observo y sonrió complacida. Luego lentamente desapareció.