Capítulo 20: Climbing the wall

El fresco olor del césped, ayudado por los cálidos rayos del sol, hizo que la chica de diecisiete años abriera lentamente los ojos. Parpadeó suavemente varias veces, y los volvió a cerrar, al igual que volvió a apoyar la cabeza ligeramente sobre su brazo. Tenía sueño y aún no quería levantarse. Pero el sol seguía obligándola a desperezarse, a pesar de que ella se desistía. Así que después de un minuto entero, la chica decidió finalmente levantarse.

Abrió los ojos y se acostumbró con toda la calma del mundo a la nueva luz de ese día que cálidamente la estaba saludando. Hermione mantenía la cabeza apoyada en su brazo mientras observaba las ramas y hojas del árbol que intentaban hacerle de sombra, aunque ciertos rayos de sol se le escapaban. La expresión de Hermione en el rostro era completamente extraña, porque parecía que dijera por sí sola "¿Dónde estoy?". Observaba las plantas con una mirada vacía perdida en quién sabía donde, mientras bostezaba ampliamente sin taparse la boca.

Aún sin tener mucha noción de lo que hacía, finalmente se quiso levantar, primero apoyando el codo del brazo derecho en la grama y luego la mano izquierda. Parpadeó varias veces observando el panorama mientras bostezaba otra vez. Miró hacia la grama y pudo notar algo que le heló la sangre: una oruga.

- ¡¡MIERDA!! – gritó, echándose hacia atrás hasta el tronco del árbol. La oruga, de dimensiones más bien grandes, se rió agudamente de Hermione y luego le sacó la lengua. Hermione se horrorizó aún más con esto y se puso de pie para no tenerla tan cerca de las piernas. La oruga pasó tranquila como si nada, aún riendo de la insectofobia de Hermione.

- Odio los insectos, los odio... – murmuró Hermione. Se sacudió la falda y el resto del cuerpo, porque repentinamente le había venido una especie de picasón después de ver aquella oruga, como si miles de mosquitos le hubieran comido.

Subió esa pequeña colinita y observó el horizonte para ver donde se encontraba. No le fue difícil detectar un castillo de color blanco rodeado por un gran muro alto. Después se echó una mirada rápida a su cuerpo. Su corazón latió bien fuerte al entender que tan buena había sido su elección.

Había elegido mal. Había elegido la Puerta de la Serpiente, que dirigía a... al mundo fusionado de la fantasía y la realidad. ¡Demonios! ¡¿Es que todo lo que hacía le salía siempre mal?! Ahora lo más esencial por hacer era entrar en el castillo y... buscar a sus amigos.

Emprendió el camino hacia las puertas del castillo, mientras observaba detalladamente el cielo. Estaba raramente limpio de nubes y con un sol muy radiante. Se preguntó cómo era posible que fuese de día, si cuando había entrado en la Puerta de la Serpiente eran las doce. ¿Posible que hubiesen ya pasado tantas horas? Si bien recordaba ella había pasado sólo unos minutos en la Puerta de la Serpiente... unos minutos de infierno...

No entendía por qué había empezado a ver esas escenas de su infancia... una de las escenas en las que más se había sentido terriblemente triste y sola... Probablemente la Puerta de la Serpiente le había querido hacer una última prueba antes de llevarla a ese mundo fusionado... una prueba de fuerza, de resistencia, resistencia hacia todo lo que le causaba dolor... o tal vez la persona que estaba detrás de todo esto le había querido interrumpir el camino, y así deshacerse de ella por completo...

Pero ahora no tenía que pensar más en el pasado. Tenía que apurarse y hacer todo lo que debía hacer: osea lo que había decidido cuando estaba con Malfoy... que por cierto, ¿a dónde había ido? La verdad su desaparición la había preocupado, pues, encontrarse de repente sola en medio de pasillos misteriosos no era nada agradable. ¿Quién sabía si lo encontraría dentro del castillo? Posiblemente.

Hermione observó su camino. Aún estaba lejos de las puertas del castillo, o mejor dicho, del gran muro que lo protegía. Era bien alto y le tomaría una vida treparlo. Hermione frunció el ceño mientras caminaba. ¿De dónde salía aquel muro? Ella no recordaba de haber creado uno delante de Hoobdargs y en Hogwarts no había... grave error. Ella sí que había creado un muro entorno a los jardínes de Hoobdargs. Es decir, la parte posterior del edificio.

- Genial Hermione – murmuró la chica de cabellos ahora café – ¿por qué no pensaste en que algún día tu historia y el mundo se fusionarían? – dijo irónica, mientras sacaba la varita de su bolsillo. La observó. Estaba intacta y como siempre. Era lo único que no había sufrido fusión alguna con la varita de Hillary.

Al recordar a Hillary, se puso a pensar en ella. La verdad que le había caído muy bien. Jamás había pensado que algún día llegaría a hablar cara a cara con un personaje que ella mísma había creado, y que para más tenía parte de sí. Muchas veces Hermione, mientras había escrito en su historia, se había puesto a pensar cómo se habría sentido si hubiera vivido la vida de Hillary por tan sólo un día: ahora podía decir que ya sabía qué se sentía, aunque no del todo, porque Hermione nunca había sentido la misma confusión que Hillary por elegir entre dos chicos...

Henry y David. Dos chicos inspirados en Harry y Draco. ¿Por qué? Hermione aún se lo preguntaba. Entendía el haber inspirado Henry en Harry, pero... ¿Y Draco qué? ¿Por qué no había inspirado David en Ron? Él era su mejor amigo, ¿no? ¿Entonces? Podía entender tal vez el por qué no le había inspirado la parte física, pues, los pelirrojos con pecas no es que eran muy codiciados, y Hillary se tenía que fijar en David primero que todo por el físico... ¿pero por qué también la personalidad era muy parecida a la de Malfoy? Podía haberle dado la de Ron muy fácilmente, ¿no? Pero no. Le había dado una mezcla entre Malfoy y Harry, y a Ron lo había dejado de parte.

- Que buena amiga que soy – murmuró para sí mísma Hermione, sonriendo maliciosamente, mientras apartaba una rama de su cara. –  ¡Hasta Neville tiene un puesto en mi historia! Ja ja ja – de ahí continuó riendo por un buen tiempo, pensando en cómo hubiera podido reaccionar Ron ante aquel particular.

- "¡Hermione! ¡Le diste un puesto a Malfoy en tu historia, y no a mí!" – imitó Hermione la voz de Ron – "¡Cómo te atreves a dejarme de parte Hermione! ¡Osea!" Ja ja – tanta era la risa que tuvo que detenerse por un momento y apoyar las manos en sus rodillas mientras reía alocadamente para sí sola. Normalmente era así: después de una terrible ola de depresión, le venía de reír por cualquier cosa.

- Y Malfoy "Ves Weasley, Granger no se pudo resistir a la tentación de ponerme en su historia, y es que sin mí no hay historia que valga" ¡Ja ja ja! – Hermione no podía creer lo que estaba haciendo, pero por el momento no le importaba mucho el tiempo que estaba perdiendo en hacer chistes tan estúpidos como aquellos. ¡Necesitaba desahogarse!

Pero después de unos minutos decidió que la guachafita se le estaba prolungando demasiado, y prefirió continuar su marcha. Mientras caminaba pensaba al final que le pondría a la historia cuando todo aquello se hubiese resuelto. Ella desde siempre había pensado hacer que Hillary tuviese que irse de Hoobdargs por sus malas notas, y de aquella manera alejarse de los dos chicos de su vida, David y Henry. Pero después de haber oído el relato de Hillary sobre lo que sentía cuando esos dos chicos estaban cerca de ella, lo pensó dos veces...

Hermione finalmente se encontró delante del enorme muro que protegía los jardínes de Hoobdargs. Este muro era de un material parecido al cristal, pero no lo era. Era un material creado por la mente de Hermione, pues, ese muro pertenecía completamente a su historia; el material era una rara fusión entre mármol y cristal, muy difícil de explicar el proceso y muy complejo como para entenderlo. Era liso liso y no tenía ningunas grietas en las cuales Hermione pudiese apoyar el pie o las manos, por lo tanto la cosa se ponía difícil.

- Ok... aquí es donde interviene la magia – Hermione sonrió pícara y puso la varita delante de su cara. Pronunció unas cuantas palabras mágicas y de la punta de su varita salieron varias chispas plateadas y doradas. Hermione empezó a dibujar con ellas una especie de escalera de dimensiones no muy grandes que digamos, más bien medianas. Cuando hubo acabado, la escalera se volvió de un metal muy sólido y de color plateado y dorado por varias partes. Hermione murmuró entonces un hechizo para engrandecer la escalera, y así fue. La escalera se hizo más y más alta y llegó hasta la cima del muro. Hermione sopló la punta de la varita y sonrió.

- Buen trabajo – susurró. Introdujo la varita en su bolsillo y se aseguró de que la escalera se mantuviera como se debía en la cima del muro. Entonces empezó a subir, con las piernas que le temblaban.

Se agarró fuertemente de los bordes de la escalera, y muy, pero muy lentamente empezó la empezó a escalar. Le tenía un gran pavor a las alturas, y no quería ni pensar qué sucedería si la escalera perdiera el equilibrio... con ella encima. Sería su fin, moriría antes de caer en el piso por el susto.

Escalón a escalón y sin mirar abajo, la chica fue acendiendo. Rogaba a todos los santos de que la escalera no perdiera el equilibrio, mientras por el miedo sudaba más de lo normal. Sentía que su hora estaba por llegar, pues, la cima del muro parecía alejarse cada vez más en vez de acercarse, y la escalera parecía alejarse más del terreno, cosa que le hacía sentir pésimo.

- Dale Hermione, otro poco más... vamos que ya llegas – susurraba para tranquilizarse, pues, la cima nunca parecía acercarse. De repente sucedió lo que ella más temía y menos quería: la escalera empezó a perder el equilibrio. Hermione se aferró a ella y no se movió de un sólo escalón.

- Mierda, mierda, mierda, mierda... estoy muerta – murmuró Hermione muy bajito y con el corazón que le latía a full millón. Estrechó los ojos tanto que le hicieron daño. La escalera no dejaba de moverse de lado a lado y Hermione sentía que estaba por desmallarse. Pero ella no podía quedarse ahí. Debía subir esa escalera a toda costa, con lluvia o con sol, y llegar hasta el muro. No se rendiría tan fácilmente.

- ¡Pe... petrificus totalus! – exclamó Hermione apuntando a la escalera, que de un momento a otro dejó de moverse. Suspiró muy largamente, haciendo notar que ahora se sentía más aliviada.

Entonces empezó a escalar de nuevo, esta vez con mucha más calma y más prudencia. Pronto se dio cuenta de que la cima no estaba tan lejos como pensaba, y en pocos minutos llegó a ella. Pero cuando estaba apunto de tocarla, la escalera empezó a mecerse hacia atrás.

Hermione, actuando por reflejos, se tiró encima del piso de la cima (que era liso), y dejó caer la escalera detrás de ella. Su corazón latía muy rápidamente mientras yacía tendida en el suelo. Respiraba muy agitadamente, con una expresión en el rostro de una persona que ha visto pasar su vida ante sus ojos.

- Más... nunca... haré... algo... como esto... La próxima vez... que alguien salve el mundo de la fusión... por mí... – murmuró, cerrando los ojos y jadeando todavía. Apoyó la cabeza en el suelo cristalino y observó el panorama delante de ella. Ahora lograba ver el castillo mejor que antes. De hecho no parecía tanto un castillo... era más una fusión entre un castillo y un edificio. Como una especie de palacio. La chica se levantó y se sentó sobre sus rodillas, que estaban extendidas. Asomó la cabeza al otro extremo del muro y su corazón latió más fuerte. De pánico.

- Y... y ahora... ¿cómo demonios haré a bajar?

*

Hermione miraba horrorizada el precipio que se hallaba delante de ella. Bueno, no era exactamente un precipicio. Pero Hermione así lo definía. Tenía miedo. ¿Cómo demonios haría? Debía de haber algún modo. Un modo seguro para bajar de ahí. Respuesta: la magia.

Pero su cerebro en ese momento no estaba funcionando como se debía. Se sentía bajo schock ante la posible idea de... tener que tirarse.

- Qué d-demonios... – murmuró Hermione. Sentía como sus piernas temblaban al igual que sus manos. No sabía a qué hechizo recurrir. ¡No le venía nada en mente!

- Ok, una buena escoba voladora me podría servir muy bien en estos momentos... ¡Demonios! – gritó la chica. Se alejó del precipicio y se centró lo más que pudo. Sin poder desistirse a la tentación, se recostó y se puso a ver el cielo. El sol iba y venía ahora, porque repentinamente unas nubes habían llegado para taparlo de vez en cuando. La chica tenía el ceño fruncido mientras pensaba en algo para poder bajar de ahí.

- Dios mío, qué demonios puedo hacer... – murmuró, ya desesperada y sin mucha esperanza. Suspiró. Pero no debía sentirse abatida. Tenía que buscar alguna solución a sus problemas. No podía detenerse ante uno de ellos y no seguir adelante. De hecho, la situación que tenía que enfrentar ahora era el vivo ejemplo de que a los problemas no se les tiene que evadir.

Se incorporó y observó de nuevo el panorama. Buscó entorno a ella algo que pudiera ayudarla. Entonces lo vio. A lo largo del muro, se hallaba un árbol. Las ramas pasaban por la cima del muro y luego caían muy cerca del suelo. Caían muy cerca del suelo que ella anhelaba tanto tocar. Es decir, el de la parte que tenía que ir.

Se levantó muy cuidadosamente y fue caminando como podía hasta llegar a las ramas del árbol. La verdad intentaba no mirar hacia abajo sino hacia al frente, porque con tan sólo ver a los dos costados del muro, empezaba a temblar. Después de unos minutos pudo llegar hasta las ramas del árbol y estudiarlas adecuadamente.

Se asomó lo suficiente como para ver hasta dónde llegaban las ramas. De hecho, la más larga podía sólo llegar a cinco metros de distancia del suelo. Hermione tragó saliba. Cinco metros no eran poco. Pero ella tenía que saltarlos. Y el tiempo corría.

- Mira Hermione, si tú no te agarras de esa mata o rama o lo que sea y vas bajando por ella, tu última oportunidad de detener esta alocada fusión de mundos será PERDIDA – se dijo a sí mísma, haciéndose la dura. Pero luego observó el precipicio y su expresión dura se desvaneció.

- Lección de vida: a veces subir puede ser más fácil que bajar – se sentó dejando meser sus piernas en el aire, mientras con cuidado se aferraba a la rama más larga. Cuando se sintió lo suficientemente segura (cosa que tomó un buen tiempo), aferró la mata con las piernas. Empezó a deslizarse lentamente, con mucho cuidado de no caerse, pero después de un muy breve lapso de tiempo...

La rama se rompió.

N/A: Muajajaja yo sí disfruto dejándolos así muajajajaja!!! Hermione está cayendo yuuupi!!! Muajajaja! Hermione: Ven tú y ponte en mi lugar si es pa eso ¬¬. KaroL: No, porque me encanta verte sufrir!! =) Muajajajaja XD.

Ah sí! Una cosa quería decirles: lamento muchísimo lo dramáticos que me quedaron los dos capítulos 18 y 19, es que bueno los escribí cuando estaba deprimida y eso fue lo que me había salido. Además, este fic tenía que pasar por todo, no? Digo, ha pasado por romance, por misterio, por suspenso, por y drama, y por... bueno no sé ^^'' pero ha pasado por todo muajaja. También quería aclararles una cosa que muy frecuentemente citan en sus reviews: que Hermione sería mejor si se fuera al mundo fusionado, pero la verdad, no es así. Si los mundos se fusionan, todo lo que tiene que ver con Hermione se fusionará también, así que Voldemort digamos que no tendría ningún problema si Harry se fusionase y se marchase a ese mundo fusionado... digamos que ese es uno de los principales motivos ^^U.

Bueno, concluyo esta nota con los agradecimientos especiales a quienes dejan reviews ^^ ¡¡mil gracias de verdad!! Este fic ha batido record de capítulos (jamás pensé de llegar a más de veinte capítulos) y de reviews (llegué a los 300 *-* God): Lis Jade Black (jeje gracias ^^U! Síp muy triste el cap y mira mujer! Yo no veo la hora de acabar con este fic, del que se acerca el final =D), esteffy, Iremione (niña! Yo sólo me impresioné que te gustara más la segunda parte, pues, yo pienso que ustedes prefieren la primera parte porque tiene más romance y menos misterio y confusión y todo eso... además, ya dije que este fic empezó HHm y HHm se kedará! Por lo tanto no tienes xq preocuparte por el RHm, pues, a mí tmp me gusta ^^ ah sí y me gustan tus comentarios sobre el fic! Sigue dejándolos!), vicu-malfoy (DHm en camino), Minue (contenta? Leíste el cap antes que todos, feliz? Mejor regalo q ese imposible =P), lora chang (no niña! Herm no se va al cielo!), Arwen-Magic16 (cuantas, cuantas preguntas! =P a ver ya dije que no era importante lo de quien le hizo ver las imágenes y todo eso, pero en este cap ya viste la suposición de Herm ^^ luego, no creo que de ahora en adelante llores, así que tranquila ^^ si kieres te pago la cuenta de los pañuelos que tuviste que gastar XD luego, la puerta que hubiera elegido yo también hubiese sido ¡La del Unicornio! ^^ es que me gustan los animales mitológicos, eje... y efectivamente, pensando a la mitología, tipo que se relaciona con las historias fantásticas, ¿adivina a donde lleva la puerta?), Agatha-NP (síp, a mí tmb me cae bien Hilly ^^ y sorry por los caps si fueron tan dramáticos, es que se me fue!) y Vane Radcliffe (bienvenida al Club de las Insensibles, fundado por Lissy y yo! XD La verdad me sorprende que te haya gustado tanto el cap ^^).

Y bien!! Con este capítulo decimos adiós a la etapa "¿Fantasía o realidad?" y saludamos animadamente a la "Etapa final", MUAJAJAJA!! =).

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡REVIEWS!!!!!!!!!

*son GRATIS y HACEN sentir BIEN a la ESCRITORA*

28-03-2003