N/A: Por Fin!! Perdón por la larguísima espera, los siento muchísimo, lo
que pasó es que tenía un pequeño, gran bloqueo con esta historia, pero no
se preocupen, por fin resolví todo en mi cabeza y el resto de los capítulos
no tardarán tanto, espero. Bueno, a la historia.
Disclaimers: lastimosamente, ( o afortunadamente ) Rurouni Kenshin no me pertenece, sino que es de Watsuki-sensei.
Entre Luz y Oscuridad
Capítulo tercero:
"perdidos...
Una luz entre cálida y fría envolvía dos figuras, la primera de una mujer pequeña y de aspecto frágil con largos cabellos, la otra de un alto hombre, con los cabellos cortos y desordenados. Ninguno de los dos tenía la menor idea de que demonios había pasado. En un momento estaban atacándose, dispuestos a cumplir con su destino, y al siguiente todo se hizo oscuro y luego esta luz envolvió todo el lugar.
"Au"- fue lo primero que dijo Kaoru cuando 'aterrizaron' en lo que parecía un claro casi igual al cual habían estado combatiendo.
Enishi simplemente miraba a su alrededor tratando de averiguar lo que Kaoru se estaba preguntando en ese mismo instante '¿Dónde demonios estamos? ¿y que pasó?' Al juzgar por los alrededores estaban en una especie de risco. Al acercarse al borde ambos pudieron observar el precipicio más sorprendente que hubieran visto, muy abajo las olas se desintegraban contra las rocas. Al mirar al frente todo lo que vieron fue mar y más mar. Conteniendo su furia a duras penas y exhalando un suspiro de resignación, Enishi se encaminó al lado opuesto, tenía que averiguar donde estaba, que había pasado y luego matar a esta mujer, la única razón de porqué no lo había hecho mientras ella observaba el mar ensimismada, era por que probablemente la necesitaría si sus sospechas eran ciertas.
"Oi! Donde vas?"- preguntó una muy impresionada Kaoru, no tenía idea de que demonios había pasado, solo que estaba en un lugar extraño, sola con este hombre con el que debe acabar para cumplir su misión. Pero por muy extraña razón el estar completamente sola la asustaba más que estar con esta persona cuya misión era eliminarla.
"A ver si hay alguien más y tratar de averiguar en donde estamos"- '¿qué demonios estoy haciendo?' él nunca había dado ninguna explicación voluntariamente, de hecho odiaba dar explicaciones, entonces porqué lo hizo. Es que había algo en esos ojos azules que el conocía muy bien, miedo a la soledad. Tan bellos ojos no deberían reflejar tal cosa. Al darse cuenta de donde había ido a parar su línea de pensamientos apresuró el paso, con Kaoru siguiéndolo de cerca. No tardaron mucho en darse cuenta de que eran los únicos habitantes de la isla.
*~*~*
Lo único que se podía distinguir en la oscura habitación además de una especie de bola de cristal donde se veía a dos jóvenes en una isla, era la colilla de una cigarrillo encendido y el brillo de unos ojos dorados. Su plan estaba funcionando de maravillas, pensó mientras disfrutaba de su preciada nicotina con una sonrisa macabra en el rostro. De repente la puerta se abrió dejando pasar un haz de luz que iluminó el rostro de un hombre con cierto parecido a un lobo de ojos dorados.
"¿Hajime? ¿Que haces aquí a oscuras?"- la suave voz le mandó escalofríos por la nuca, él era una de las más poderosas entidades del universo, podía destruir un planeta entero sin sudar ni siquiera una gota, con una sola mirada podía paralizar a más de pelotón de demonios, pero esta pequeña mujer que ahora entraba a la habitación, era lo único que podía asustarlo con solo levantar una ceja, como lo estaba haciendo en ese mismo instante.
"No estarás por si acaso volviendo a interferir en el destino de los demás, no querido?"- Tokio dijo esto dando énfasis en la parte de querido con un tono bajo y peligroso que hizo que los pelos de la nuca de Saito se pusieran tiesos y que se le cayera el cigarrillo de la comisura de la boca.
"Ahhh! Kuso!"- fue la respuesta del lobo de Mibu al sentir la colilla del cigarrillo, pero se recuperó a tiempo para decir- "cómo crees koishi.... ¿ya está lista la cena?."-esto último solo hizo que Tokio levantara aun más la ceja en señal de incredulidad- "oh vamos, koishi, muero de hambre"- dijo Saito y como último recurso la agarró por su fino talle tratando de dirigirla al comedor y lejos de la bola de cristal mientras se decía a si mismo 'Soy Saito Hajime, lobo del Mibu, capaz de destruir lo que sea en un abrir y cerrar de ojos, por lo cual puedo hacer lo que se me cante, no voy, no tengo miedo de una pequeña mujer...'
Pero su línea de pensamiento se vio interrumpida cuando la bella mujer posó su delicada mano en su brazo y le dirigió una mirada que podría haber congelado un volcán.- "Saito.."- 'oh oh, mala señal' fue lo que vino a la mente del lobo- "prometiste no volver a modificar el destino de nadie, la última vez lo modificaste tanto que cambiaste el futuro del universo entero..."
-"Tokio, querida... solo le estoy dando una mano al destino. Así que, por farvor, terminemos con esto, confía en mi"- A esto último Tokio no pudo decir palabra en contra, ya que sabía que si en alguien podía confiar era en su esposo, aunque la mayoría teme incluso a la simple mención del lobo. Así, con una sonrisa, lo guió al comedor.
*~*~*
El rugir de las olas creaba una extraña y bella melodía, el agua era casi negra bajo la luz de las estrellas y la arena era una extraña mezcla entre plateada y dorada, pálida a lo lejos y resplandeciente cerca de la fogata que ardía entre dos jóvenes tendidos bajo el cielo nocturno.
-"Curioso..."- dijo la joven de largos cabellos.
-"¿Qué?"
-"Solo hay estrellas.."
-"¿y?"
-"Sin luna, ni Zan"
Enishi simplemente se le quedó mirando, la luz del fuego le daba un toque dorado a su piel de porcelana, y sus ojos, cuya mirada aun estaba fija en cielo, reflejaban una mezcla entre nostalgia y alivio, era extraño.
-"¿Qué pasa?"- preguntó Kaoru al sentirse observada.
-"Eres extraña, sin luna ni Zan no tenemos idea de cómo seguir con la profecía, de cómo cumplir nuestro destino, y te muestras 'aliviada'"- Enishi se encontraba bastante confundido por esta actitud.
- "Nunca te haz preguntado que pasaría luego de 'cumplir nuestro destino', de salvar o destruir el universo, me refiero a que sería de nosotros, que haríamos a partir de ese momento"- al decir esto Kaoru fijó su mirada azul en la de él- "bueno, yo sí, todo el tiempo"- con esto dicho volvió a mirar el cielo- "toda mi vida me han preparado para luchar por el bien del universo, pero nunca para lo que vendrá después".
A esto Enishi quedó sin palabras, y pasando una de sus manos por su blanco cabello, reconoció que nunca realmente había pensado en que pasaría con él una vez que se vengara y recuperara a su hermana, ¿vivirían en un mundo lleno de oscuridad? ¿seguiría sirviendo al Señor de la Oscuridad?, la verdad no tenía ni idea, y eso era un poco, bastante abrumador. Una pequeña luciérnaga cruzó frente a él y se fue a posar en una de las pequeñas manos de Kaoru.
-"Sabes, una de las pocas cosas que recuerdo de mi madre es que solía llevarme a un lago cerca de casa, donde las luciérnagas inundaban el lugar y lo hacían mágico, allí ella solí contarme una historia que decía que al morir el alma abandona el cuerpo, pero permanece en forma de luciérnagas hasta que resuelve sus asuntos pendientes y luego sube al cielo, transformada en estrella y permanece ahí, velando por sus seres queridos, y nunca los abandona"- a esto una sonrisa, más melancólica que feliz, se dibujó es sus rojos labios.
-"Realmente eres extraña"- fue todo lo que dijo Enishi antes de volver a echarse y dormir. Aunque no podía evitar sentir cierto interés en aquella joven de hermosos ojos azules.
N/A: Si, lo sé, increíblemente corto para una espera tan larga, perdón, pero prometo actualizar mucho más rápido de ahora en adelante. Y por eso aquí va un pequeño adelanto...
Capítulo cuarto: más interacción entre Kaoru y Enishi, además de pistas de donde realmente están y que es lo que sucede con el resto del grupo.
Saludos, quejas, criticas constructivas, son todos bien recibidos.
ari-g
Disclaimers: lastimosamente, ( o afortunadamente ) Rurouni Kenshin no me pertenece, sino que es de Watsuki-sensei.
Entre Luz y Oscuridad
Capítulo tercero:
"perdidos...
Una luz entre cálida y fría envolvía dos figuras, la primera de una mujer pequeña y de aspecto frágil con largos cabellos, la otra de un alto hombre, con los cabellos cortos y desordenados. Ninguno de los dos tenía la menor idea de que demonios había pasado. En un momento estaban atacándose, dispuestos a cumplir con su destino, y al siguiente todo se hizo oscuro y luego esta luz envolvió todo el lugar.
"Au"- fue lo primero que dijo Kaoru cuando 'aterrizaron' en lo que parecía un claro casi igual al cual habían estado combatiendo.
Enishi simplemente miraba a su alrededor tratando de averiguar lo que Kaoru se estaba preguntando en ese mismo instante '¿Dónde demonios estamos? ¿y que pasó?' Al juzgar por los alrededores estaban en una especie de risco. Al acercarse al borde ambos pudieron observar el precipicio más sorprendente que hubieran visto, muy abajo las olas se desintegraban contra las rocas. Al mirar al frente todo lo que vieron fue mar y más mar. Conteniendo su furia a duras penas y exhalando un suspiro de resignación, Enishi se encaminó al lado opuesto, tenía que averiguar donde estaba, que había pasado y luego matar a esta mujer, la única razón de porqué no lo había hecho mientras ella observaba el mar ensimismada, era por que probablemente la necesitaría si sus sospechas eran ciertas.
"Oi! Donde vas?"- preguntó una muy impresionada Kaoru, no tenía idea de que demonios había pasado, solo que estaba en un lugar extraño, sola con este hombre con el que debe acabar para cumplir su misión. Pero por muy extraña razón el estar completamente sola la asustaba más que estar con esta persona cuya misión era eliminarla.
"A ver si hay alguien más y tratar de averiguar en donde estamos"- '¿qué demonios estoy haciendo?' él nunca había dado ninguna explicación voluntariamente, de hecho odiaba dar explicaciones, entonces porqué lo hizo. Es que había algo en esos ojos azules que el conocía muy bien, miedo a la soledad. Tan bellos ojos no deberían reflejar tal cosa. Al darse cuenta de donde había ido a parar su línea de pensamientos apresuró el paso, con Kaoru siguiéndolo de cerca. No tardaron mucho en darse cuenta de que eran los únicos habitantes de la isla.
*~*~*
Lo único que se podía distinguir en la oscura habitación además de una especie de bola de cristal donde se veía a dos jóvenes en una isla, era la colilla de una cigarrillo encendido y el brillo de unos ojos dorados. Su plan estaba funcionando de maravillas, pensó mientras disfrutaba de su preciada nicotina con una sonrisa macabra en el rostro. De repente la puerta se abrió dejando pasar un haz de luz que iluminó el rostro de un hombre con cierto parecido a un lobo de ojos dorados.
"¿Hajime? ¿Que haces aquí a oscuras?"- la suave voz le mandó escalofríos por la nuca, él era una de las más poderosas entidades del universo, podía destruir un planeta entero sin sudar ni siquiera una gota, con una sola mirada podía paralizar a más de pelotón de demonios, pero esta pequeña mujer que ahora entraba a la habitación, era lo único que podía asustarlo con solo levantar una ceja, como lo estaba haciendo en ese mismo instante.
"No estarás por si acaso volviendo a interferir en el destino de los demás, no querido?"- Tokio dijo esto dando énfasis en la parte de querido con un tono bajo y peligroso que hizo que los pelos de la nuca de Saito se pusieran tiesos y que se le cayera el cigarrillo de la comisura de la boca.
"Ahhh! Kuso!"- fue la respuesta del lobo de Mibu al sentir la colilla del cigarrillo, pero se recuperó a tiempo para decir- "cómo crees koishi.... ¿ya está lista la cena?."-esto último solo hizo que Tokio levantara aun más la ceja en señal de incredulidad- "oh vamos, koishi, muero de hambre"- dijo Saito y como último recurso la agarró por su fino talle tratando de dirigirla al comedor y lejos de la bola de cristal mientras se decía a si mismo 'Soy Saito Hajime, lobo del Mibu, capaz de destruir lo que sea en un abrir y cerrar de ojos, por lo cual puedo hacer lo que se me cante, no voy, no tengo miedo de una pequeña mujer...'
Pero su línea de pensamiento se vio interrumpida cuando la bella mujer posó su delicada mano en su brazo y le dirigió una mirada que podría haber congelado un volcán.- "Saito.."- 'oh oh, mala señal' fue lo que vino a la mente del lobo- "prometiste no volver a modificar el destino de nadie, la última vez lo modificaste tanto que cambiaste el futuro del universo entero..."
-"Tokio, querida... solo le estoy dando una mano al destino. Así que, por farvor, terminemos con esto, confía en mi"- A esto último Tokio no pudo decir palabra en contra, ya que sabía que si en alguien podía confiar era en su esposo, aunque la mayoría teme incluso a la simple mención del lobo. Así, con una sonrisa, lo guió al comedor.
*~*~*
El rugir de las olas creaba una extraña y bella melodía, el agua era casi negra bajo la luz de las estrellas y la arena era una extraña mezcla entre plateada y dorada, pálida a lo lejos y resplandeciente cerca de la fogata que ardía entre dos jóvenes tendidos bajo el cielo nocturno.
-"Curioso..."- dijo la joven de largos cabellos.
-"¿Qué?"
-"Solo hay estrellas.."
-"¿y?"
-"Sin luna, ni Zan"
Enishi simplemente se le quedó mirando, la luz del fuego le daba un toque dorado a su piel de porcelana, y sus ojos, cuya mirada aun estaba fija en cielo, reflejaban una mezcla entre nostalgia y alivio, era extraño.
-"¿Qué pasa?"- preguntó Kaoru al sentirse observada.
-"Eres extraña, sin luna ni Zan no tenemos idea de cómo seguir con la profecía, de cómo cumplir nuestro destino, y te muestras 'aliviada'"- Enishi se encontraba bastante confundido por esta actitud.
- "Nunca te haz preguntado que pasaría luego de 'cumplir nuestro destino', de salvar o destruir el universo, me refiero a que sería de nosotros, que haríamos a partir de ese momento"- al decir esto Kaoru fijó su mirada azul en la de él- "bueno, yo sí, todo el tiempo"- con esto dicho volvió a mirar el cielo- "toda mi vida me han preparado para luchar por el bien del universo, pero nunca para lo que vendrá después".
A esto Enishi quedó sin palabras, y pasando una de sus manos por su blanco cabello, reconoció que nunca realmente había pensado en que pasaría con él una vez que se vengara y recuperara a su hermana, ¿vivirían en un mundo lleno de oscuridad? ¿seguiría sirviendo al Señor de la Oscuridad?, la verdad no tenía ni idea, y eso era un poco, bastante abrumador. Una pequeña luciérnaga cruzó frente a él y se fue a posar en una de las pequeñas manos de Kaoru.
-"Sabes, una de las pocas cosas que recuerdo de mi madre es que solía llevarme a un lago cerca de casa, donde las luciérnagas inundaban el lugar y lo hacían mágico, allí ella solí contarme una historia que decía que al morir el alma abandona el cuerpo, pero permanece en forma de luciérnagas hasta que resuelve sus asuntos pendientes y luego sube al cielo, transformada en estrella y permanece ahí, velando por sus seres queridos, y nunca los abandona"- a esto una sonrisa, más melancólica que feliz, se dibujó es sus rojos labios.
-"Realmente eres extraña"- fue todo lo que dijo Enishi antes de volver a echarse y dormir. Aunque no podía evitar sentir cierto interés en aquella joven de hermosos ojos azules.
N/A: Si, lo sé, increíblemente corto para una espera tan larga, perdón, pero prometo actualizar mucho más rápido de ahora en adelante. Y por eso aquí va un pequeño adelanto...
Capítulo cuarto: más interacción entre Kaoru y Enishi, además de pistas de donde realmente están y que es lo que sucede con el resto del grupo.
Saludos, quejas, criticas constructivas, son todos bien recibidos.
ari-g
