N/A: Después de una larguísima espera he aquí el capítulo sexto. Mil
disculpas por mi tardanza. Bueno, no se cuanto tardé en subir el próximo
capítulo ya que esta semana empiezan mis exámenes, y estaré rindiendo
aproximadamente todo el mes, así que no puedo prometer nada. Ah, también
estoy traduciendo este fic al inglés *^.^* si hay alguien que esta leyendo
este fic que también habla ingles podría darle una ojeada y de paso decirme
si he cometido algún error gramatical, información que apreciaría bastante.
Bueno, a la historia..
Disclaimers: Nop, ni Enishi ni Kaoru ni el resto de los personajes de Rurouni Kenshin son mios, pertenecen al gran Watsuki-sensei.
Entre Luz y Oscuridad
Capítulo sexto:
"cambio de planes"
¡¡¡¡¡¡CRAAAASHHH!!!!
La hermosa copa de cristal se hizo añicos al impactar con la pared. Su contenido de vino ahora se derramaba lentamente por el muro, tiñéndolo de un rojo oscuro. El responsable de tal acto era un alto hombre envuelto en las sombras.
-"¿Cómo es que no tienen idea de donde demonios están?!!!- su voz era tan fría como un glaciar y sus ojos estaban enrojecidos de la rabia. Realmente asustaría a cualquiera, y su sirviente no era la excepción.
-"Se..Señor, es..estamos haciendo to..todo lo que po..podemos, Se..Señor"- la pobre criatura temblada como una en invierno.-"pe...pero es que han de.. desapa...parecido, Se..Señor"
-"Idiota.."- y con esto dicho extendió una mano y de ella salió una gran bola de energía que incineró y convirtió en cenizas a su sirviente.
-"Zan pronto desaparecerá...donde demonios están esos dos y que fue lo que pasó"-con gruñido el Señor de la Oscuridad elevó su apuesto rostro a la luz de la Luna, la cual iluminó las facciones de Shisio Makoto, Amo del Infierno y Señor de la Oscuridad.
-"No te preocupes querido"- la sensual voz provenía de una igual de sensual mujer con el Kimono caído por debajo de los hombros-"Enishi acabará con ella, tiene demasiado odio para cambiar"- dijo sentándose en el regazo de Shisio con una sonrisa en sus labios pintados de un oscuro verde.
-"No lo sé, lo mismo pensamos de Battousai..."- en su rostro se reflejaba cierta preocupación mezclada con un rencor infinito.
-"Pero Enishi ha tenido ese rencor desde niño, ha crecido en la oscuridad, ni la elegida de la Luz posee tal fuerza como para arrancarle ese odio"- decía Yumi mientras acariciaba el rostro de su amado.
-"Espero que tengas razón"
*-*-*
-"Zorrita, tranquilízate"- decía Sano mientras abrazaba a una nerviosa Megumi-"todo saldrá bien, es lo ella siempre decía"-esto último lo dijo con voz ronca. La verdad es que él estaba muy preocupado por su querida Jou- chan, es que ya habían pasado tres días y no tenían ni la menor idea de que había pasado.'Quien quiera que esté allá arriba, por favor protege a Jou- chan y haz que regrese a nosotros con bien' Sano solo podía esperar que su plegaria fuera escuchada.
-"Ay, Sano, estoy tan asustada. Tu sabes que Kaoru es como una hermana para mi, si algo llegara a ..."- Megumi se abrazó aun más a Sano, hundiendo su rostro en su pecho y secando sus lágrimas en su chaqueta. Sano simplemente la apretó a su pecho y besó sus cabellos no sin antes notar la figura de Hiko parada a lo lejos.
Realmente Hiko se encontraba absorto en si mismo, esta situación lo tenía al borde de un colapso nervioso, no sabía donde estaba su pequeña, habían pasado ya tres días, Zan estaba cerca de desaparecer, están tan cerca de saber que es lo que pasó con su Kaoru como de encontrar un aguja en diez pajares.
-"Tranquilícese Shisou, Kaoru-dono es perfectamente capaz de defenderse a sí misma, además es muy ingeniosa, estoy seguro de encontrará la manera de volver sana y salva"
-"Solo espero que tengas razón Kenshin, no sé que haría si no fuera así"
*-*-*
-"Levántate perra!"- la orden provenía de un alto hombre de cabellos marrones con una hermosa mujer colgada de su brazo con el kimono caído hasta bajo lo hombros revelando una buena porción de piel. La aludida, una hermosa mujer de infinitos ojos negros simplemente levantó la mirada.
-"Es hora de cambiar de táctica, atacaremos a los guerreros de la luz y tu nos ayudarás"- dijo Shisio lanzando una fría carcajada. No podía esperar más a saber que había pasado con elegidos, así que usaría a esta perra como carnada para Battousai, luego haría que le digieran donde se entraba la Dama de la Luz, según las leyendas se encontraba en la Piedra Sagrada. A diferencia de él la Dama de la Luz no tenía forma humana, no ella era algo parecido a un hada que dormía en el interior de la Piedra Sagrada, se supone que si la Elegida de la Luz gana la Dama de la Luz despertaría y eliminaría todo mal existente para que el mundo comience de nuevo. Si ganaba su Elegido la maldad oculta en todo ser se liberaría y cubriría al mundo. Así que si él conseguía destruir esa Piedra Sagrada también destruiría toda oportunidad del bien de vencer.
-"Jamás"- vino la respuesta de Tomoe mientras apartaba un mechón de su bello rostro. Prefería morir o seguir en el Infierno que ayudar a hacer daño a Kenshin.
-"Si no lo haces por las buenas...."- y con un gesto ordenó a los demonios que tenía como guardias que la trajeran y así lo hicieron, o mejor dicho la arrastraron fuera de la jaula. Y luego al exterior, en camino al palacio de la Luz.
*-*-*
El sol hacía brillar el agua haciéndola de un claro azul. También iluminaba el rostro de una bella joven de oscuros cabellos haciendo resaltar su pálida tez. Enishi observaba fascinado como los rayos de luz y el viento jugaban con el cabello de Kaoru, haciéndolos volar de aquí para allá y como brillaba casi azul donde el sol lo iluminaba. Con sus cabellos entre sus dedos acarició su bello rostro dormido. Era impresionante la suavidad de ambos, como seda y porcelana. Entonces ella abrió los ojos revelando una mirada de un hermoso azul profundo. Al mirar hacia arriba ambas miradas se encontraron, y ella quedó perdida en la suya. Estaba tan cerca que podía distinguir los pequeños rayos verdes y azules que había en los ojos de él. Y ahí, bajo el claro cielo y con el sonido de las olas a lo lejos, sus labios se unieron en un tierno beso que pronto se convirtió en apasionado. Enishi la estrechaba contra su pecho y aquella sensación y necesidad de protegerla, de hacer que ella fuera feliz y que le debiera a él esa felicidad se apoderaba de su ser mientras la besaba de nuevo casi embriagado por su dulzura. Kaoru sentía como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, y ya nada más importaba, nada excepto el seguir explorando su boca, el sentir el latir de su corazón sincronizándose con el de él, la sensación sus suaves y pálidos cabellos entre sus dedos y sus manos acariciando su pequeña espalda.
*-*-*
-"Ya era hora..."- ojos dorados de lobo observaban la escena reflejada en una bola de cristal con una sonrisa burlona en sus labios que sostenían un cigarrillo.-"Que el espacio y el tiempo vuelva a ser uno, que el hilo del destino sea restaurado y puesto en sus manos"- su voz era un ronco suspiro mientras apoyaba la larga mano sobre la bola de cristal-"en ellos estará el futuro del universo" - y con esto la bola resplandeció tanto como el sol y en medio de la luz se escuchó...-"Que así sea...".
N/A: ari agradece mucho cualquier comentario u opinión que el lector se tome el tiempo de escribir.
Disclaimers: Nop, ni Enishi ni Kaoru ni el resto de los personajes de Rurouni Kenshin son mios, pertenecen al gran Watsuki-sensei.
Entre Luz y Oscuridad
Capítulo sexto:
"cambio de planes"
¡¡¡¡¡¡CRAAAASHHH!!!!
La hermosa copa de cristal se hizo añicos al impactar con la pared. Su contenido de vino ahora se derramaba lentamente por el muro, tiñéndolo de un rojo oscuro. El responsable de tal acto era un alto hombre envuelto en las sombras.
-"¿Cómo es que no tienen idea de donde demonios están?!!!- su voz era tan fría como un glaciar y sus ojos estaban enrojecidos de la rabia. Realmente asustaría a cualquiera, y su sirviente no era la excepción.
-"Se..Señor, es..estamos haciendo to..todo lo que po..podemos, Se..Señor"- la pobre criatura temblada como una en invierno.-"pe...pero es que han de.. desapa...parecido, Se..Señor"
-"Idiota.."- y con esto dicho extendió una mano y de ella salió una gran bola de energía que incineró y convirtió en cenizas a su sirviente.
-"Zan pronto desaparecerá...donde demonios están esos dos y que fue lo que pasó"-con gruñido el Señor de la Oscuridad elevó su apuesto rostro a la luz de la Luna, la cual iluminó las facciones de Shisio Makoto, Amo del Infierno y Señor de la Oscuridad.
-"No te preocupes querido"- la sensual voz provenía de una igual de sensual mujer con el Kimono caído por debajo de los hombros-"Enishi acabará con ella, tiene demasiado odio para cambiar"- dijo sentándose en el regazo de Shisio con una sonrisa en sus labios pintados de un oscuro verde.
-"No lo sé, lo mismo pensamos de Battousai..."- en su rostro se reflejaba cierta preocupación mezclada con un rencor infinito.
-"Pero Enishi ha tenido ese rencor desde niño, ha crecido en la oscuridad, ni la elegida de la Luz posee tal fuerza como para arrancarle ese odio"- decía Yumi mientras acariciaba el rostro de su amado.
-"Espero que tengas razón"
*-*-*
-"Zorrita, tranquilízate"- decía Sano mientras abrazaba a una nerviosa Megumi-"todo saldrá bien, es lo ella siempre decía"-esto último lo dijo con voz ronca. La verdad es que él estaba muy preocupado por su querida Jou- chan, es que ya habían pasado tres días y no tenían ni la menor idea de que había pasado.'Quien quiera que esté allá arriba, por favor protege a Jou- chan y haz que regrese a nosotros con bien' Sano solo podía esperar que su plegaria fuera escuchada.
-"Ay, Sano, estoy tan asustada. Tu sabes que Kaoru es como una hermana para mi, si algo llegara a ..."- Megumi se abrazó aun más a Sano, hundiendo su rostro en su pecho y secando sus lágrimas en su chaqueta. Sano simplemente la apretó a su pecho y besó sus cabellos no sin antes notar la figura de Hiko parada a lo lejos.
Realmente Hiko se encontraba absorto en si mismo, esta situación lo tenía al borde de un colapso nervioso, no sabía donde estaba su pequeña, habían pasado ya tres días, Zan estaba cerca de desaparecer, están tan cerca de saber que es lo que pasó con su Kaoru como de encontrar un aguja en diez pajares.
-"Tranquilícese Shisou, Kaoru-dono es perfectamente capaz de defenderse a sí misma, además es muy ingeniosa, estoy seguro de encontrará la manera de volver sana y salva"
-"Solo espero que tengas razón Kenshin, no sé que haría si no fuera así"
*-*-*
-"Levántate perra!"- la orden provenía de un alto hombre de cabellos marrones con una hermosa mujer colgada de su brazo con el kimono caído hasta bajo lo hombros revelando una buena porción de piel. La aludida, una hermosa mujer de infinitos ojos negros simplemente levantó la mirada.
-"Es hora de cambiar de táctica, atacaremos a los guerreros de la luz y tu nos ayudarás"- dijo Shisio lanzando una fría carcajada. No podía esperar más a saber que había pasado con elegidos, así que usaría a esta perra como carnada para Battousai, luego haría que le digieran donde se entraba la Dama de la Luz, según las leyendas se encontraba en la Piedra Sagrada. A diferencia de él la Dama de la Luz no tenía forma humana, no ella era algo parecido a un hada que dormía en el interior de la Piedra Sagrada, se supone que si la Elegida de la Luz gana la Dama de la Luz despertaría y eliminaría todo mal existente para que el mundo comience de nuevo. Si ganaba su Elegido la maldad oculta en todo ser se liberaría y cubriría al mundo. Así que si él conseguía destruir esa Piedra Sagrada también destruiría toda oportunidad del bien de vencer.
-"Jamás"- vino la respuesta de Tomoe mientras apartaba un mechón de su bello rostro. Prefería morir o seguir en el Infierno que ayudar a hacer daño a Kenshin.
-"Si no lo haces por las buenas...."- y con un gesto ordenó a los demonios que tenía como guardias que la trajeran y así lo hicieron, o mejor dicho la arrastraron fuera de la jaula. Y luego al exterior, en camino al palacio de la Luz.
*-*-*
El sol hacía brillar el agua haciéndola de un claro azul. También iluminaba el rostro de una bella joven de oscuros cabellos haciendo resaltar su pálida tez. Enishi observaba fascinado como los rayos de luz y el viento jugaban con el cabello de Kaoru, haciéndolos volar de aquí para allá y como brillaba casi azul donde el sol lo iluminaba. Con sus cabellos entre sus dedos acarició su bello rostro dormido. Era impresionante la suavidad de ambos, como seda y porcelana. Entonces ella abrió los ojos revelando una mirada de un hermoso azul profundo. Al mirar hacia arriba ambas miradas se encontraron, y ella quedó perdida en la suya. Estaba tan cerca que podía distinguir los pequeños rayos verdes y azules que había en los ojos de él. Y ahí, bajo el claro cielo y con el sonido de las olas a lo lejos, sus labios se unieron en un tierno beso que pronto se convirtió en apasionado. Enishi la estrechaba contra su pecho y aquella sensación y necesidad de protegerla, de hacer que ella fuera feliz y que le debiera a él esa felicidad se apoderaba de su ser mientras la besaba de nuevo casi embriagado por su dulzura. Kaoru sentía como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, y ya nada más importaba, nada excepto el seguir explorando su boca, el sentir el latir de su corazón sincronizándose con el de él, la sensación sus suaves y pálidos cabellos entre sus dedos y sus manos acariciando su pequeña espalda.
*-*-*
-"Ya era hora..."- ojos dorados de lobo observaban la escena reflejada en una bola de cristal con una sonrisa burlona en sus labios que sostenían un cigarrillo.-"Que el espacio y el tiempo vuelva a ser uno, que el hilo del destino sea restaurado y puesto en sus manos"- su voz era un ronco suspiro mientras apoyaba la larga mano sobre la bola de cristal-"en ellos estará el futuro del universo" - y con esto la bola resplandeció tanto como el sol y en medio de la luz se escuchó...-"Que así sea...".
N/A: ari agradece mucho cualquier comentario u opinión que el lector se tome el tiempo de escribir.
