Disclaimer: No, no son míos ¿Acaso no lo sabían?
DOS EN UNO
2°¿Hablando civilizadamente?
Harry observó el asiento vacío de Draco cuando entró en el aula de pociones. Había acertado, él no iría a clase ese día. Pero se notaba que el rubio en verdad tenía algo muy importante, como para faltar a Pociones. Tampoco se había aparecido durante el desayuno ni el almuerzo. Aún no podía sacarse las imágenes de la cabeza. Draco se había despertado mientras Harry lo cargaba dentro del castillo. Se había negado rotundamente a ir a la enfermería y había golpeado al chico de los ojos verdes, para que este no lo obligara a ir debido a la condición en la que se encontraba. De esto último Harry se acordaba muy bien, esa marca medio morada que se había instalado en su cara le hacía recordarlo.
Harry siempre había imaginado a su enemigo como un mortífago en su futuro. Pues, ese futuro ya había llegado. Pero estaba seguro que Draco se había opuesto a ser un mortífago y sea quién sea el que había estado con él esa noche en el bosque, le había dado una buena paliza por negarse. Otra cosa que tampoco podía quitarse de su mente era lo que Firenze le había dicho, que a Draco lo habían torturado con el maleficio Cruciatus, esto también explicaba que el rubio se encontrara tan nervioso y asustado.
Si hubiera querido, podría haber ido y contarle todo a Dumbledore, pero no, sentía que si lo hubiera hecho, estaría de alguna forma "traicionando" a Malfoy.
-Potter, será mejor que deje de soñar despierto y se ponga a trabajar -le dijo la voz melosa de Snape sacándolo de su estado de trance -Diez puntos menos para Gryffindor por no prestar atención. -Algunos Slytherins soltaron algunas risitas.
-Harry presta atención, por favor -le pidió Hermione en voz baja.
El resto de las clases también transcurrieron así, algunos puntos menos para Gryffindor y tarea extra para Harry. En verdad no podía concentrarse.
Ya llegada la hora de la cena el chico de los ojos verdes bajó junto con sus amigos para comer algo. Parecía ya estar casi por completo recuperado de su "estado hipnótico", y se encontraba de muy buen humor. Había estado bromeando con los demás chicos de Gryffindor, cuando lo vio, Draco Malfoy.
Este último estaba en la mesa de Slytherin. Parecía no haber dormido en toda la noche. No tenía ese estado lamentable, como cuando estaban en el Bosque Prohibido, pero seguía teniendo algunos pequeños rasguños y moretones en el rostro, además de unas grandes ojeras. Se encontraba callado, como sumido en sus propios pensamientos. Harry nunca lo había visto así, sabía que Malfoy era un cretino y se portaba odioso con él, pero siempre se lo veía de muy buen humor e incluso simpático para con los demás Slytherins.
-¡Ey Harry! -le dijo Ron -¿Vas a comer tus papas asadas?
Harry negó con la cabeza y le pasó el plato a su amigo.
-¿Qué te pasa? ¡Casi no has comido nada!
-Es que...no tengo hambre Herm -le respondió a su amiga que lo miraba con algo de preocupación.
-"¡Mierda!" -pensó Harry -¿Acaso me siento preocupado por ese maldito imbécil? No puede ser, estás loco"
*************
Harry miró su reloj : 2:00 am. No podía dormir, y como la noche anterior no le había ido bien en su paseito nocturno para aclarar sus pensamientos, decidió salir nuevamente. Salió por la puerta del retrato con la capa invisible puesta, no tenía ganas de encontrarse con nadie. Se había quedado con hambre, así que decidió pasar por la cocina de Hogwarts, en donde los elfos domésticos recibieron como a un rey y de ahí salió con una canasta repleta para comida como para una semana.
Iba ya camino hacia las puertas que permitían salir del colegio cuando se percató de que una sombra se movía delante de él. Se quedó quieto, tratando de no hacer ruido. La sombra no se había inmutado de la presencia de Harry y siguió caminando hacia la puerta. Por un momento el chico de cabellos azabaches había pensado en Filtch (N/A: ¿Así se escribe O_o), pero no, él siempre montaba guardia escaleras arriva, y casi nunca salía.
Despacio, intentando que cada paso fuera más silencioso que el anterior, siguió a esa persona que estaba unos metro delante suyo. Demonios, el suave aroma de la comida que llevaba se podía sentir desde varios metros de distancia, sin embargo la figura no pareció darse cuenta, o tal vez si.
De repente, esa persona desapareció, o simplemente se fundió con las sombras de la fresca y calma noche. Harry salió del castillo y miró en todas direcciones, ese, fuera quién fuera, poseía la agilidad de un felino para perderse de vista así como así. Pero Harry tenía un sentido de la vista perfectamente desarrollado, por esta razón era tan buen buscador, y captó aunque fue por una milésima de segundo un movimiento entre los árboles que bordeaban el bosque, y se dirigían hacia el lago. Caminó con rapidez hacia donde había visto el movimiento, no estaba muy seguro de por qué, pero sentía mucha curiosidad por saber quién era esa misteriosa persona.
Ya había llegado al lago, sin embargo no era mucho lo que la luz de las estrellas le permitían ver (N/A: La luna estaba detrás del castillo o.O). Entonces fue cuando todo se tornó confuso. Alguien lo chocó por atrás, Harry gritó, otra voz masculina gritó a la vez, los dos cayeron al suelo, la canasta se abrió y gran parte de la comida rodó por la hierba, y otra parte fue a parar entre los dos chicos que ahora se encontraban tirados en el suelo, bastante sorprendidos y a la vez confundidos.
-¡Potter! ¿Qué diab...-el chico rubio se atragantó con sus propias palabras al observar el cuerpo de Harry de la cintura para abajo, o mejor dicho por NO observarlo.
-¡Malfoy! ¿Qué haces aquí? -y luego notó la cara que tenía su enemigo -¿Qué demonios te pasa?
-Tu.... tus...pi... pi....piernas O.o
-Ahhhh, esto -y luego se quitó la capa del todo.
Draco largó un suspiro de alivió, aunque lo disimuló un poco.
-¿Me estabas siguiendo, idiota?
-¡Yo no sabía que eras tú! -se defendió Harry -¿Y qué estabas haciendo despierto y afuera a esta hora?
-¡Eso no es de tu maldita incumbencia!
-¡Si, si lo es! -le gritó Harry
Draco pareció un poco sorprendido.
-Quiero que me expliques en este mismo instante qué diablos fue lo que pasó la otra noche ¡Ya!
-¡No te explicaré nada, no es asunto tuyo!
-¿A no? -habló Harry con picardía - Entonces será asunto de Dumbledore, creo que él se interesaría en saber qué paso y no creo que...
-¡No! ¡No te atrevas a contarle nada a Dumbledore, ni a nadie! ¿Entendiste? -Harry asintió, pero esta vez serio, Draco suspiró sentándose. -Está bien, te contaré, ¡pero no volverás a ver la jodida luz del sol si hablas!
-Si, ya ya, explícame -le respondió Harry. Él sabía que Malfoy cumpliría con su palabra, además parecía ser un asunto muy serio como para que no quisiera contárselo ni siquiera al mismo director Albus Dumbledore.
-Bien...supongo que sabes qué es lo que tengo ahora en el brazo ¿Cierto? -Harry asintió mientras tomaba un panecillo, nunca podría olvidarse de eso que había visto.
-Bien-siguió el rubio - Como seguro sabías, o suponías, yo me convertiría en mortífago. Pues todas esas chorreadas que yo dije...siempre, sobre los sangre impura y todo lo demás no quieren decir que yo en realidad esté del lado oscuro, y mucho menos que quiera liarme a...Voldemort. Bueno, este año a mi me "marcarían", es decir, sería iniciado como mortífago, y recibiría la Marca en el brazo izquierdo como todos los demás. -hizo una pequeña pausa, Harry lo escuchaba con atención, como un niño que escucha un cuento de la abuela - Pues bien, yo me negué a aceptar mi futuro, como mortífago, me negué a ser uno más, como mi maldito padre -dijo esta palabra con odio - Pero no, nadie puede negarse al Señor Oscuro.
-Esa noche mi padre y otros mortífagos vinieron al bosque, sabían que yo los había traicionado, y querían venganza. No obtuve nada a cambio de mi acto, por lo menos nada bueno. Me torturaron con el maleficio Cruciatus, fue horrible, a un principio pensé que me estaba muriendo, que el hechizo que me habían lanzado era el Avada Kedavra, pero caí en la dura realidad de que no, que el dolor no se iba, y no se iría. Pero sin embargo no me rendí, aguanté el dolor hasta que mi padre se cansó de escuchar mis gritos. Simplemente me dio la marca, me acusó de fraude, de traidor y luego todo se apagó. Lo último que recuerdo que hicieron fue golpearme, sin magia. Y luego sentí un dolor horrible, fue ahí cuando desperté y te encontré a ti, Potter, aunque estaba muy débil como para recordar qué paso después.
Luego Draco tomó un sándwich y nadie habló durante un rato. Harry no sabía qué decir. Lo que el Slytherin le había contado no era nada nuevo, él lo había supuesto mucho antes, pero sentirlo por boca del mismo Draco Malfoy era otra cosa. Había podido captar el odio, la angustia, el horror y la desesperación en la voz del chico, perfectamente.
-Y...¿qué piensas hacer ahora al respecto? -le preguntó intentando que no fuera una pregunta muy brusca, es que le era difícil dirigirse a Malfoy de manera suave, con compasión.
-¿Al respecto de qué Potter? Ya no queda nada por hacer, sólo esperar...esperar lo peor, en cualquier momento -las palabras de Draco no tenían emoción alguna, parecían ser neutras. Y sus ojos, en parte no tenían ese hermoso tono plateado brillante, sino que parecían vidrios empañados, que no dejaban ver qué se escondía detrás de ellos.
-¿Qué quieres decir? -preguntó Harry alzando una ceja
-¿Acaso no entiendes? El Señor oscuro se está levantando Harry, no puedes negarlo. Desde que escapaste de él en 5° curso, no ha hecho más que incrementar sus poderes. Es obvio que aún está débil, pero ha estado juntando un sin fin de aliados y no todos so precisamente humanos...primero los gigantes, luego los dementores, y no quiero pensar qué otras horribles criaturas se han aliado a él. Ya ni siquiera hay guardias realmente buenos que custodien Azkaban. No hay lugar en donde esconderse, no hay hacia donde escapar, sólo se puede esperar. Esperar lo peor. Tú lo sabes, yo lo sé. Hasta Dumbledore está preocupado, juraría que ahora todo el mundo corre peligro. Hasta los muggles pueden sentirlo Harry, aunque no ven, esa oscuridad ensombrece todos los corazones, hasta los animales pueden sentirlo.
-Si tienes razón, nadie puede evitarlo. Supongo que tendremos que esperar a ver que pasa. Pero han pasado ya dos años, no me gusta nada esto, es como si estuvieran esperando que pensemos que todo está bien, para tomarnos por sorpresa. -le respondió Harry echándose en la hierba mirando las estrellas.
-Y si ese día llega alguna vez...Voldemort se acordará de mí. Él nunca olvida a los que lo traicionan, y yo no seré la excepción.
-¿Quieres decir que vendrá por ti y te matará? -le preguntó Harry, que seguía en la misma posición.
-Si, o no precisamente él, podría ser cualquier mortífago que se cruce en mi camino. -le comentó con muy pocos ánimos.
-Bueno, cada uno se las arreglará como pueda. Pero tienes que estar seguro que aquí en Hogwarts estarás seguro.
-Si, pero que mala suerte, en verdad me gustaba mi casa, todas mis cosas...en fin. No sé donde voy a vivir ahora.
-Mmmm, yo estoy pensando en irme a vivir con Sirius, ya no me aguanto un día más a los muggles estúpidos con los que vivo ¬¬ (N/A: No me miren así, se supone que ahora ya todos saben que Sirius Black es un divino inocente ^- ^).
Bueno. Ya había pasado cerca de una hora. Harry y Draco se encontraban aún a la orilla del lago, comiendo y hablando animadamente. Aunque no se trataban de buenos amigos, tampoco se insultaban ni se hablaban con odio, sin amistad pero civilizadamente. Hablaban del porvenir, sobre las opiniones que tenían sobre lo que se acercaba, sobre el mundo, sobre todo. En fin.
-Oye Draco -Harry lo llamaba por su nombre para no parecer tan formal, aunque aún no se acostumbraba a ello -Ya me tengo que ir, mañana tengo entrenamiento de Quidditch con los de Gryffindor y estoy muy cansado.
-Está bien, vete, pero déjame algo para comer -le respondió el rubio que seguía tumbado en la hierba.
-No piensas quedarte aquí ¿O si?
-¿Tiene algo de malo?
-¡¿Qué si tiene algo de malo!? -Harry no podía creer lo que escuchaba -Mira, no se tú pero si yo supiera que en cualquier momento puede venir alguien a matarme, no me quedaría aquí, en el medio de la noche, lejos de la seguridad, y siendo un blanco muy fácil.
Draco gruñó y se levantó. Harry cogió la canasta y guardó bien lo que había sobrado de comida. Luego sin avisar pasó la capa de invisibilidad sobre los dos.
-¿Qué dia...
-Shhh! No hables e intenta no moverte mucho, no quiero que Filtch nos vea a estas horas.
-Está bien
Los dos comenzaron a caminar hacia el colegio. Draco se sentía raro. Nunca nadie se había mostrado preocupado por él. No era que Harry le hubiera dicho esto, sino que el hecho de que lo hubiera ayudado la otra noche, y ahora se asegurara de que no lo atraparan llegando tan tarde a su Casa le decía algo. No estaba muy seguro, pero se sentía bien, saber que hay alguien que te odia, pero aún así se muestra amable contigo y te ayuda sólo porque tiene un buen corazón. Harry daba mucho, siempre era así se preocupaba por el bien de los demás, aunque nunca le devolvieran el favor. Daba mucho sin pedir nada a cambio.
Por otra parte, Harry también se sentía algo confundido. Estaba ayudando a Draco Malfoy, su enemigo al que había odiado por siempre. Pero no podía evitarlo, él era una persona más. Además, si se ponía en el lugar del Slytherin, se daba cuenta de lo mal que la estaba pasando este.
Llegaron a un pasillo por el que el rubio debía seguir, hasta los calabozos de Slytherin.
-Chau Malfoy
-Adiós Potter -y luego añadió con la voz aún más baja -Gracias por...la comida
-Eso agradécelo a los elfos domésticos -y luego le dijo con cara seria -Oye, si pasa algo, ya sabes, no dudes en decírselo a Dumbledore, sino me encargaré de hacérselo saber yo mismo ¿Entendido?
-Está bien, lo haré, pero no creo ke se puede hacer mucho, tienes sólo unos segundos de vida luego que te mandan el hechizo -y luego se perdió en la oscuridad, antes que el Gryffindor pudiera darse cuenta
Harry siguió su camino hacia su dormitorio. Pero esa noche le costó mucho menos dormirse, mejor dicho, se durmió al instante.
***********************************
N/A: Hola, espero que les haya gustado. Déjenme reviews a ver qué opinan.
Saludos ^-^
Dark Spider Girl
DOS EN UNO
2°¿Hablando civilizadamente?
Harry observó el asiento vacío de Draco cuando entró en el aula de pociones. Había acertado, él no iría a clase ese día. Pero se notaba que el rubio en verdad tenía algo muy importante, como para faltar a Pociones. Tampoco se había aparecido durante el desayuno ni el almuerzo. Aún no podía sacarse las imágenes de la cabeza. Draco se había despertado mientras Harry lo cargaba dentro del castillo. Se había negado rotundamente a ir a la enfermería y había golpeado al chico de los ojos verdes, para que este no lo obligara a ir debido a la condición en la que se encontraba. De esto último Harry se acordaba muy bien, esa marca medio morada que se había instalado en su cara le hacía recordarlo.
Harry siempre había imaginado a su enemigo como un mortífago en su futuro. Pues, ese futuro ya había llegado. Pero estaba seguro que Draco se había opuesto a ser un mortífago y sea quién sea el que había estado con él esa noche en el bosque, le había dado una buena paliza por negarse. Otra cosa que tampoco podía quitarse de su mente era lo que Firenze le había dicho, que a Draco lo habían torturado con el maleficio Cruciatus, esto también explicaba que el rubio se encontrara tan nervioso y asustado.
Si hubiera querido, podría haber ido y contarle todo a Dumbledore, pero no, sentía que si lo hubiera hecho, estaría de alguna forma "traicionando" a Malfoy.
-Potter, será mejor que deje de soñar despierto y se ponga a trabajar -le dijo la voz melosa de Snape sacándolo de su estado de trance -Diez puntos menos para Gryffindor por no prestar atención. -Algunos Slytherins soltaron algunas risitas.
-Harry presta atención, por favor -le pidió Hermione en voz baja.
El resto de las clases también transcurrieron así, algunos puntos menos para Gryffindor y tarea extra para Harry. En verdad no podía concentrarse.
Ya llegada la hora de la cena el chico de los ojos verdes bajó junto con sus amigos para comer algo. Parecía ya estar casi por completo recuperado de su "estado hipnótico", y se encontraba de muy buen humor. Había estado bromeando con los demás chicos de Gryffindor, cuando lo vio, Draco Malfoy.
Este último estaba en la mesa de Slytherin. Parecía no haber dormido en toda la noche. No tenía ese estado lamentable, como cuando estaban en el Bosque Prohibido, pero seguía teniendo algunos pequeños rasguños y moretones en el rostro, además de unas grandes ojeras. Se encontraba callado, como sumido en sus propios pensamientos. Harry nunca lo había visto así, sabía que Malfoy era un cretino y se portaba odioso con él, pero siempre se lo veía de muy buen humor e incluso simpático para con los demás Slytherins.
-¡Ey Harry! -le dijo Ron -¿Vas a comer tus papas asadas?
Harry negó con la cabeza y le pasó el plato a su amigo.
-¿Qué te pasa? ¡Casi no has comido nada!
-Es que...no tengo hambre Herm -le respondió a su amiga que lo miraba con algo de preocupación.
-"¡Mierda!" -pensó Harry -¿Acaso me siento preocupado por ese maldito imbécil? No puede ser, estás loco"
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Harry miró su reloj : 2:00 am. No podía dormir, y como la noche anterior no le había ido bien en su paseito nocturno para aclarar sus pensamientos, decidió salir nuevamente. Salió por la puerta del retrato con la capa invisible puesta, no tenía ganas de encontrarse con nadie. Se había quedado con hambre, así que decidió pasar por la cocina de Hogwarts, en donde los elfos domésticos recibieron como a un rey y de ahí salió con una canasta repleta para comida como para una semana.
Iba ya camino hacia las puertas que permitían salir del colegio cuando se percató de que una sombra se movía delante de él. Se quedó quieto, tratando de no hacer ruido. La sombra no se había inmutado de la presencia de Harry y siguió caminando hacia la puerta. Por un momento el chico de cabellos azabaches había pensado en Filtch (N/A: ¿Así se escribe O_o), pero no, él siempre montaba guardia escaleras arriva, y casi nunca salía.
Despacio, intentando que cada paso fuera más silencioso que el anterior, siguió a esa persona que estaba unos metro delante suyo. Demonios, el suave aroma de la comida que llevaba se podía sentir desde varios metros de distancia, sin embargo la figura no pareció darse cuenta, o tal vez si.
De repente, esa persona desapareció, o simplemente se fundió con las sombras de la fresca y calma noche. Harry salió del castillo y miró en todas direcciones, ese, fuera quién fuera, poseía la agilidad de un felino para perderse de vista así como así. Pero Harry tenía un sentido de la vista perfectamente desarrollado, por esta razón era tan buen buscador, y captó aunque fue por una milésima de segundo un movimiento entre los árboles que bordeaban el bosque, y se dirigían hacia el lago. Caminó con rapidez hacia donde había visto el movimiento, no estaba muy seguro de por qué, pero sentía mucha curiosidad por saber quién era esa misteriosa persona.
Ya había llegado al lago, sin embargo no era mucho lo que la luz de las estrellas le permitían ver (N/A: La luna estaba detrás del castillo o.O). Entonces fue cuando todo se tornó confuso. Alguien lo chocó por atrás, Harry gritó, otra voz masculina gritó a la vez, los dos cayeron al suelo, la canasta se abrió y gran parte de la comida rodó por la hierba, y otra parte fue a parar entre los dos chicos que ahora se encontraban tirados en el suelo, bastante sorprendidos y a la vez confundidos.
-¡Potter! ¿Qué diab...-el chico rubio se atragantó con sus propias palabras al observar el cuerpo de Harry de la cintura para abajo, o mejor dicho por NO observarlo.
-¡Malfoy! ¿Qué haces aquí? -y luego notó la cara que tenía su enemigo -¿Qué demonios te pasa?
-Tu.... tus...pi... pi....piernas O.o
-Ahhhh, esto -y luego se quitó la capa del todo.
Draco largó un suspiro de alivió, aunque lo disimuló un poco.
-¿Me estabas siguiendo, idiota?
-¡Yo no sabía que eras tú! -se defendió Harry -¿Y qué estabas haciendo despierto y afuera a esta hora?
-¡Eso no es de tu maldita incumbencia!
-¡Si, si lo es! -le gritó Harry
Draco pareció un poco sorprendido.
-Quiero que me expliques en este mismo instante qué diablos fue lo que pasó la otra noche ¡Ya!
-¡No te explicaré nada, no es asunto tuyo!
-¿A no? -habló Harry con picardía - Entonces será asunto de Dumbledore, creo que él se interesaría en saber qué paso y no creo que...
-¡No! ¡No te atrevas a contarle nada a Dumbledore, ni a nadie! ¿Entendiste? -Harry asintió, pero esta vez serio, Draco suspiró sentándose. -Está bien, te contaré, ¡pero no volverás a ver la jodida luz del sol si hablas!
-Si, ya ya, explícame -le respondió Harry. Él sabía que Malfoy cumpliría con su palabra, además parecía ser un asunto muy serio como para que no quisiera contárselo ni siquiera al mismo director Albus Dumbledore.
-Bien...supongo que sabes qué es lo que tengo ahora en el brazo ¿Cierto? -Harry asintió mientras tomaba un panecillo, nunca podría olvidarse de eso que había visto.
-Bien-siguió el rubio - Como seguro sabías, o suponías, yo me convertiría en mortífago. Pues todas esas chorreadas que yo dije...siempre, sobre los sangre impura y todo lo demás no quieren decir que yo en realidad esté del lado oscuro, y mucho menos que quiera liarme a...Voldemort. Bueno, este año a mi me "marcarían", es decir, sería iniciado como mortífago, y recibiría la Marca en el brazo izquierdo como todos los demás. -hizo una pequeña pausa, Harry lo escuchaba con atención, como un niño que escucha un cuento de la abuela - Pues bien, yo me negué a aceptar mi futuro, como mortífago, me negué a ser uno más, como mi maldito padre -dijo esta palabra con odio - Pero no, nadie puede negarse al Señor Oscuro.
-Esa noche mi padre y otros mortífagos vinieron al bosque, sabían que yo los había traicionado, y querían venganza. No obtuve nada a cambio de mi acto, por lo menos nada bueno. Me torturaron con el maleficio Cruciatus, fue horrible, a un principio pensé que me estaba muriendo, que el hechizo que me habían lanzado era el Avada Kedavra, pero caí en la dura realidad de que no, que el dolor no se iba, y no se iría. Pero sin embargo no me rendí, aguanté el dolor hasta que mi padre se cansó de escuchar mis gritos. Simplemente me dio la marca, me acusó de fraude, de traidor y luego todo se apagó. Lo último que recuerdo que hicieron fue golpearme, sin magia. Y luego sentí un dolor horrible, fue ahí cuando desperté y te encontré a ti, Potter, aunque estaba muy débil como para recordar qué paso después.
Luego Draco tomó un sándwich y nadie habló durante un rato. Harry no sabía qué decir. Lo que el Slytherin le había contado no era nada nuevo, él lo había supuesto mucho antes, pero sentirlo por boca del mismo Draco Malfoy era otra cosa. Había podido captar el odio, la angustia, el horror y la desesperación en la voz del chico, perfectamente.
-Y...¿qué piensas hacer ahora al respecto? -le preguntó intentando que no fuera una pregunta muy brusca, es que le era difícil dirigirse a Malfoy de manera suave, con compasión.
-¿Al respecto de qué Potter? Ya no queda nada por hacer, sólo esperar...esperar lo peor, en cualquier momento -las palabras de Draco no tenían emoción alguna, parecían ser neutras. Y sus ojos, en parte no tenían ese hermoso tono plateado brillante, sino que parecían vidrios empañados, que no dejaban ver qué se escondía detrás de ellos.
-¿Qué quieres decir? -preguntó Harry alzando una ceja
-¿Acaso no entiendes? El Señor oscuro se está levantando Harry, no puedes negarlo. Desde que escapaste de él en 5° curso, no ha hecho más que incrementar sus poderes. Es obvio que aún está débil, pero ha estado juntando un sin fin de aliados y no todos so precisamente humanos...primero los gigantes, luego los dementores, y no quiero pensar qué otras horribles criaturas se han aliado a él. Ya ni siquiera hay guardias realmente buenos que custodien Azkaban. No hay lugar en donde esconderse, no hay hacia donde escapar, sólo se puede esperar. Esperar lo peor. Tú lo sabes, yo lo sé. Hasta Dumbledore está preocupado, juraría que ahora todo el mundo corre peligro. Hasta los muggles pueden sentirlo Harry, aunque no ven, esa oscuridad ensombrece todos los corazones, hasta los animales pueden sentirlo.
-Si tienes razón, nadie puede evitarlo. Supongo que tendremos que esperar a ver que pasa. Pero han pasado ya dos años, no me gusta nada esto, es como si estuvieran esperando que pensemos que todo está bien, para tomarnos por sorpresa. -le respondió Harry echándose en la hierba mirando las estrellas.
-Y si ese día llega alguna vez...Voldemort se acordará de mí. Él nunca olvida a los que lo traicionan, y yo no seré la excepción.
-¿Quieres decir que vendrá por ti y te matará? -le preguntó Harry, que seguía en la misma posición.
-Si, o no precisamente él, podría ser cualquier mortífago que se cruce en mi camino. -le comentó con muy pocos ánimos.
-Bueno, cada uno se las arreglará como pueda. Pero tienes que estar seguro que aquí en Hogwarts estarás seguro.
-Si, pero que mala suerte, en verdad me gustaba mi casa, todas mis cosas...en fin. No sé donde voy a vivir ahora.
-Mmmm, yo estoy pensando en irme a vivir con Sirius, ya no me aguanto un día más a los muggles estúpidos con los que vivo ¬¬ (N/A: No me miren así, se supone que ahora ya todos saben que Sirius Black es un divino inocente ^- ^).
Bueno. Ya había pasado cerca de una hora. Harry y Draco se encontraban aún a la orilla del lago, comiendo y hablando animadamente. Aunque no se trataban de buenos amigos, tampoco se insultaban ni se hablaban con odio, sin amistad pero civilizadamente. Hablaban del porvenir, sobre las opiniones que tenían sobre lo que se acercaba, sobre el mundo, sobre todo. En fin.
-Oye Draco -Harry lo llamaba por su nombre para no parecer tan formal, aunque aún no se acostumbraba a ello -Ya me tengo que ir, mañana tengo entrenamiento de Quidditch con los de Gryffindor y estoy muy cansado.
-Está bien, vete, pero déjame algo para comer -le respondió el rubio que seguía tumbado en la hierba.
-No piensas quedarte aquí ¿O si?
-¿Tiene algo de malo?
-¡¿Qué si tiene algo de malo!? -Harry no podía creer lo que escuchaba -Mira, no se tú pero si yo supiera que en cualquier momento puede venir alguien a matarme, no me quedaría aquí, en el medio de la noche, lejos de la seguridad, y siendo un blanco muy fácil.
Draco gruñó y se levantó. Harry cogió la canasta y guardó bien lo que había sobrado de comida. Luego sin avisar pasó la capa de invisibilidad sobre los dos.
-¿Qué dia...
-Shhh! No hables e intenta no moverte mucho, no quiero que Filtch nos vea a estas horas.
-Está bien
Los dos comenzaron a caminar hacia el colegio. Draco se sentía raro. Nunca nadie se había mostrado preocupado por él. No era que Harry le hubiera dicho esto, sino que el hecho de que lo hubiera ayudado la otra noche, y ahora se asegurara de que no lo atraparan llegando tan tarde a su Casa le decía algo. No estaba muy seguro, pero se sentía bien, saber que hay alguien que te odia, pero aún así se muestra amable contigo y te ayuda sólo porque tiene un buen corazón. Harry daba mucho, siempre era así se preocupaba por el bien de los demás, aunque nunca le devolvieran el favor. Daba mucho sin pedir nada a cambio.
Por otra parte, Harry también se sentía algo confundido. Estaba ayudando a Draco Malfoy, su enemigo al que había odiado por siempre. Pero no podía evitarlo, él era una persona más. Además, si se ponía en el lugar del Slytherin, se daba cuenta de lo mal que la estaba pasando este.
Llegaron a un pasillo por el que el rubio debía seguir, hasta los calabozos de Slytherin.
-Chau Malfoy
-Adiós Potter -y luego añadió con la voz aún más baja -Gracias por...la comida
-Eso agradécelo a los elfos domésticos -y luego le dijo con cara seria -Oye, si pasa algo, ya sabes, no dudes en decírselo a Dumbledore, sino me encargaré de hacérselo saber yo mismo ¿Entendido?
-Está bien, lo haré, pero no creo ke se puede hacer mucho, tienes sólo unos segundos de vida luego que te mandan el hechizo -y luego se perdió en la oscuridad, antes que el Gryffindor pudiera darse cuenta
Harry siguió su camino hacia su dormitorio. Pero esa noche le costó mucho menos dormirse, mejor dicho, se durmió al instante.
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N/A: Hola, espero que les haya gustado. Déjenme reviews a ver qué opinan.
Saludos ^-^
Dark Spider Girl