"CUANDO LAS SÍLFIDES LLORAN." PARTE I : "Violetas..."

Unas luces se filtraron por sus ojos, siluetas confusas, casi fantasmales. Hizo un esfuerzo un poco mayor aún y logró abrir completamente sus cansados párpados; ¿qué hora sería? Quién sabe, mas por que está despierto?. No es su costumbre abandonar los brazos de Morfeo sin motivo alguno. ¿Será por alguna razón especial?, quizás sus facultades de mago le intentan avisar de algo, mantenerle en vigilia... qué estúpido, es sólo un niño tonto que despertó por culpa de la lluvia torrencial y el viento huracanado que provoca que los ramajes azoten las ventanas del dormitorio.

Qué terribles figuras nacen de esas sombras. Intenta evitar el espectáculo siniestro apartando su mirada del ventanal. Qué fatiga le ha venido de repente...

- Por qué estoy aquí? - se pregunta angustiado.

Trata de reconocer el lugar, un bosque frondoso, una neblina espesa, impenetrable a sus ojos y sentidos, un frío capaz de helar los huesos de Loquis, maestro del engaño (claro que él no lo admitiría).

- ¿Pero qué lugar es éste? no lo reconozco... y cómo llegue aquí... - oye un crujir de hojas secas atrás suyo.

- Quién! - el eco de su voz es la única respuesta...

No! Hay otra. No sólo el vacío de su propio grito perdido en la espesura, una luz débil, pero latente en la lejanía. Comienza a caminar hacia ella, no hay más opciones al parecer...

* * * * *

- No es posible, parece que han pasado horas y aún nada.

- La frustración empieza a abatirte Potter? Fíjate bien en tu luz. Ya no está.

Un escalofrío recorre su espalda. Intenta voltearse, pero el cuerpo no le responde, menos hablar a su inesperada aparición.

- Ja, ja, ja! Todavía eres un niño que se mea en los pantalones!

- No es verdad... no te temo y lo sabes? - imposible explicarse cómo logró decir eso.

Se voltea y observa a un personaje cubierto por una capucha, desde luego no necesita verle el rostro, su voz es inconfundible...

- Voldemort!

Un brillo de ojos siniestros y relampagueantes se dejan traslucir de aquella oscura presencia.

- Qué deseas de mí? - pregunta

- Necesitas la respuesta?

- ...

- Claro que no. Era de esperarse.

- No te será fácil, después de todo ya te derroté en el pasado!

- Ese orgullo es digno de un Gryffindor?

- ¿A qué te refieres?

- Lo sabes... ese orgullo casi petulante, pertenece a un corazón de Slytherin!

- Ya pasé por eso antes y no será igual. Las dudas no me mortificarán esta vez

- Dudas?!?! quién habla de dudas? No cometas la estupidez de engañarte a ti mismo!

- No lo hago...

- Mientes!

- No...

- ...

- No! Soy Harry Potter! Te derroté una vez y puedo hacerlo de nuevo, no tengo por qué escucharte!

- No eres más que una vil serpiente llena de rencor y maldad!

- Ja, ja, ja, ja! Qué cobarde eres Potter... respóndeme una cosa, no! respóndete... cómo es posible que todo ese odio, orgullo y vanidad provenga de un verdadero Gryffindor?... tú no deseas el poder, sabes que lo tienes; no deseas el conocimiento, sabes que no lo necesitas; no deseas la amistad de tus amigos, sabes que te estorban...

- Yo... pero Ron, Herma...

- Qué!... les amas? aprecias? respetas? los usas?...

- ...

- Sí! los usas! y cuando no te sirvan los botarás...

- No! no soy así! eres un vil puerco, una maldita serpiente! No te perdonaré!...

- No te perdonarás!... - cae la capucha.

- No es posible... pero...

Ahora es otra la voz que habla.

- Qué pasa Harry? Te sorprende ver tu propio reflejo?

Despierta.

* * * * *

- Maestro. Las marionetas empiezan a bailar.

- Eres muy hábil Voldemort...

- Gran Señor, ha sido su propio corazón... yo sólo tuve que abrirlo.

- Eres muy modesto padrino - dice la hermosa voz de una no menos hermosa joven.

- Leticia...

- Qué dulce ahijada tienes Voldemort.

CONTINUARÁ...

//Dedicado a Fco. Encina.