Disclaimer: Como siempre ningún personaje me pertenece, son propiedad de
JKR , Bloomsbury, Warner Bross, y otras entidades. No me mueve el ánimo de
lucro, ni es intención infringir los derechos de autor.
Gracias a todos los que leeis, Natty, Hermionet, Rinoa, DarkGolo, Pirra, Ammy, Lissy, Sakura, etc. Gracias también a HH Paraíso por su apoyo incondicional. Os quiero.
Capitulo 8 Heridas...
Draco Malfoy, estaba en su habitación. No podía decirse que fuera convencional. Era muy espaciosa, aunque su mobiliario, siempre le pareció a Draco demasiado rebuscado. Su cama, con dosel, tenía adornos de madera dorados y labrados con cuerpos de dragones y serpientes. Los ventanales de forma ojival, daban a los enormes jardines de la mansión, que estaban llenos de plantas salvajes, y dejaba pasar la brisa fresca. Los armarios, consistían en enormes armazones de espejos que se desplazaban haciendo demasiado ruido. En ese instante, estaba mirándose la espalda en uno de ellos. Su padre estaba furioso. Y cuando estaba furioso , era frecuente que le castigara a él, con cualquier excusa.
"¡¡¡¡ No sabes realizar este sencillo hechizo convocador de magia negra, y pretendes ser un futuro mortífago!!!!- le había chillado un Lucius Malfoy fuera de quicio- tengo solo un hijo, el heredero de mi apellido, y eres un perfecto inútil. Y yo pretendo que algún día seas el brazo derecho de mi Señor!!!
Acto seguido, había sacado una fusta y cruzado la espalda de Draco , seis veces, una por cada letra de su apellido. Draco jamás lloraba, cuando su padre le golpeaba o le hería. Se mordía a veces la lengua hasta hacerse sangre, pero no se quejaba. Para terminar su padre había realizado un embrujo oscuro sobre las heridas, de manera que cuando estuvieran a punto de curar, volvieran a abrirse en el momento más imprevisto.
" Espero que el dolor te haga recordar quién eres y lo que debes hacer.
Malfoy llevaba irritado , desde la discusión con Weasley en una reunión del consejo ministerial. Pero Draco sabía bien, que la furia de su padre había aumentado a niveles extraordinarios , debido a que habían fallado al intentar capturar a Potter. Una nueva oportunidad para ello, sería complicada. Le daba la impresión de que el regreso del Señor Tenebroso, no había sido todo lo triunfal, que hubiera sido deseable. Sin duda, aunque estaba vivo, distaba mucho aún de ser aquel casi omnipotente mago que fuera 16 años atrás.
Miró nuevamente su espalda. La herida que recorría la línea de sus hombros, estaba abierta y dejaba caer pequeños hilillos de sangre. Ni siquiera los limpió. Se sentó en una butaca de terciopelo rojo, que miraba hacia los jardines. No había nada que deseara más que complacer a su padre. Que se sintiera orgulloso de él. Hubiera hecho cualquier cosa por lograr su aprobación. Cualquier cosa.
*** Dumbledore pasó una terrible semana, beneficiándose de las buenas relaciones que mantenía con los dignatarios del gobierno muggle. Tuvo que manejar muchos hilos para conseguir unos papeles, que dieran por válida la existencia de todos los Weasley. Como la mayoría de las familias de magos de tradición, ninguno de ellos registraba su nacimiento en las instituciones muggles, sino en el ministerio de magia. Eso les convertía en una especie de ciudadanos ilegales para la comunidad muggle. Ni siquiera el matrimonio de Arthur y Molly constaba en ningún registro civil. Así las cosas, era imposible que realizaran una tutoría legal sobre Harry. Pero al fin , todos los certificados necesarios, debidamente reconocidos y sellados , habían llegado hasta sus manos y de ellas a las de Molly Weasley. Lo único que tenía que hacer era estampar su firma en ellos, y después la de su marido.
La Sra. Weasley llevaba más de una hora mirando los documentos. A pesar de que le emocionaba tener a Harry como un hijo más, le empezaban a marear tantos papeles. No sabía muy bien lo que tenía que leer ni donde firmar.
" Oooh , estos muggles, cuánto se complican la vida. Con lo fácil que es decir, oiga , queremos a este muchacho como si fuera nuestro hijo, y ahora vivirá con nosotros- pensó aturdida.
Agobiada, abrió la ventana de su habitación en el Caldero Chorreante. Debía ser caro mantenerles allí a los cinco. Afortunadamente, Dumbledore se hacía cargo de todo. Ya había caído la tarde, y la leve luz del crepúsculo entraba por la habitación. Miró hacia el fondo de la calle.
" Allí están mis tres hijos- sonrió suspirando, al ver sentados en la terraza de la heladería Fortescue a Harry, Ginny y Ron, acompañados de la joven Granger.
***
" Hay tantas cosas, que no sé ni qué tomar- dijo Ron, con cara de ansiedad, leyendo la carta de la heladería.
Harry pensó que no le había visto tan contento ni cuando supo que iba a ser prefecto. El también se sentía bien por ser un miembro de los Weasley, pero también tenía miedo.
" Fijaos- prosiguió Ron, recorriendo con su dedo índice la lista - Crema de helado de piñones con salsa de arándanos salpicada de trozos de almendras garrapiñadas. Postre de cereza y nata, con licores exóticos de la India.
" Oh, no más alcohol , no- murmuró Hermione, tocándose la cabeza ligeramente.
"Helado de chocolate suizo y crema de yogur de 220 sabores desconocidos- siguió Ron, alucinado. Harry ya conocía la heladería de sobras, todo lo que había estaba muy rico.
"¿¿ Cómo voy a decidirme???- dijo Ron- moriré pensando lo que quiero.
" Dentro de la tienda, puedes ver cómo son los helados. Eso quizá te ayude- le comentó Harry, haciéndole una mueca.
" Oh, sí, sí, eso será lo que haga- y se levantó rápidamente. Ginny le siguió. Llevaba unos días bastante rara, y apenas si hablaba con nadie. Hermione miró a Harry durante unos instantes. Le encontraba cambiado. Física y moralmente.
" ¿ Cómo te encuentras, Harry?- preguntó.
" No lo sé. Realmente no lo sé. Confuso. No me siento capaz de derramar una sola lágrima por mis tíos. Y eso me hace sentir mal.
" No les debes nada, Harry- murmuró lacónicamente.
" Pero eran mi familia...
" No, tu familia son los Weasley. Ginny , Fred, George, Ron...
" Y tú, Hermione...- le dijo Harry mirándola fijamente. El atardecer hacía que el color de sus ojos se oscureciese. Hermione sintió que sus mejillas se encendían..
Hermione se estremeció al oir aquel tono de voz tan franco y tan grave. El también significaba mucho para ella. Muchas veces pensaba que era la persona con quien mejor se entendía. Podía incluso comprender sus silencios. Recordó días atrás la visita de sus padres. Habían venido a verla, alertados por Dumbledore. Le trajeron dinero y su material escolar. Le habían rogado que se fuera con ellos de vuelta, pues temían por ella. Pero no se sintió capaz . Estaba demasiado preocupada por Harry, para pensar en si misma.
" ...para mi eres también como una hermana- concluyó Harry. La mirada de Hermione se soltó de la suya, algo violenta. Agradeció mucho que aparecieran los dos hermanos.
" Definitivamente, voy a tomar un postre de helado de piña tropical con pasas de Corinto y jarabe de coco...
Ginny observó a Harry y a Hermione, y le dio la impresión de haber interrumpido algo.
*** Quedaba una semana para regresar a Hogwarts, y la sra. Weasley decidió volver a la Madriguera y recoger las cosas de sus hijos. Dumbledore no se había opuesto. Había pasado un tiempo prudencial, y no permanecerían sino unas horas. Iba a encontrarse allí con su marido, para terminar de firmar los documentos de la adopción de Harry. Según las lechuzas que le había ido mandando, las cosas iban bastante bien en la tienda. Los gemelos eran grandes trabajadores, y tenían muy abastecido el local. Probablemente podrían abrir a mediados de Septiembre.
Esa tarde, Hermione le sugirió a Ginny ir de compras exclusivamente ellas dos. Ginny parecía muy triste últimamente, y le pareció buena idea compartir unos momentos a solas. Había una tienda, en uno de los callejones más inadvertidos de Diagon Alley, llamada " La hechicera excéntrica" que vendía vestidos muggles.
" Este año, llevaremos algo realmente espectacular debajo de la túnica de gala, el día del baile de Navidad- le dijo Hermione .
La dueña de la tienda, era una muchacha joven, que provenía de padres muggles. Intentaba habituar a los magos adultos que utilizaran ropa diferente, pero muchos aún no estaban preparados. Después de saludarles efusivamente, las dejó tranquilas para elegir. Para sorpresa de Hermione, había unos vestidos realmente bonitos. Ginny utilizaba habitualmente ropa informal de origen muggle, como la mayor parte de los jóvenes brujos, pero no sabía demasiado de trajes de fiesta. Tampoco Hermione ,era una experta, desde luego, pero sintió que tenía la misión de animarla.
" Mira Ginny, este de color verde pastel, con reflejos de agua, te iría maravilloso- dijo sobreponiéndoselo. Ginny se lo probó y en efecto le quedaba muy bien. Resaltaba todas sus incipientes formas de mujer. Mientras Ginny se giraba, mirándose en el espejo, parecía taciturna.
" Hermione...¿crees que Harry me invitará al baile este año?
"¿ Porqué no? Ya no eres una niña.
" Lo digo porque como ahora es mi hermano- y la expresión de Ginny, se ensombreció y asomaron unas lágrimas, por su joven y bello rostro.
Hermione comprendió de repente el mutismo y la tristeza de Ginny de todos esos días. Sacudió la cabeza , comprensiva.
" Harry no es tu hermano. ¿ Entiendes? El sigue siendo Potter, tú sigues siendo Weasley. El hecho de que tus padres se conviertan en sus tutores legales, no cambia nada- Hermione le acarició la cara dulcemente.
" ¿ Crees que le gusto, Hermione? ¿Crees que tendré una oportunidad con él , alguna vez?
" Sinceramente no lo sé. Me gustaría poder decirte otra cosa, Ginny. Pero lo que Harry siente, solo lo sabe él.
" Es que él es tan diferente a todos los demás chicos...
Hermione asintió.
"...Y yo tan poca cosa para él.
" No digas eso, Ginny...por favor.
Pero Hermione misma, sentía cada palabra que decía Ginny. Incluído lo de ser poca cosa para Harry.
" Si tú quieres, hablaré con él , para que seas su pareja en el baile de este año.
" ¿ Harías eso por mi, Hermione???
" Claro que sí.
" ¿ Y tú, irás con mi hermano Ron??
Hermione inspiró profundamente.
" Si me lo pide a su debido tiempo, y con los modales adecuados, iré con él.
Ginny sonrió contenta. No podía pedir más.
***fin capitulo 8***
Gracias a todos los que leeis, Natty, Hermionet, Rinoa, DarkGolo, Pirra, Ammy, Lissy, Sakura, etc. Gracias también a HH Paraíso por su apoyo incondicional. Os quiero.
Capitulo 8 Heridas...
Draco Malfoy, estaba en su habitación. No podía decirse que fuera convencional. Era muy espaciosa, aunque su mobiliario, siempre le pareció a Draco demasiado rebuscado. Su cama, con dosel, tenía adornos de madera dorados y labrados con cuerpos de dragones y serpientes. Los ventanales de forma ojival, daban a los enormes jardines de la mansión, que estaban llenos de plantas salvajes, y dejaba pasar la brisa fresca. Los armarios, consistían en enormes armazones de espejos que se desplazaban haciendo demasiado ruido. En ese instante, estaba mirándose la espalda en uno de ellos. Su padre estaba furioso. Y cuando estaba furioso , era frecuente que le castigara a él, con cualquier excusa.
"¡¡¡¡ No sabes realizar este sencillo hechizo convocador de magia negra, y pretendes ser un futuro mortífago!!!!- le había chillado un Lucius Malfoy fuera de quicio- tengo solo un hijo, el heredero de mi apellido, y eres un perfecto inútil. Y yo pretendo que algún día seas el brazo derecho de mi Señor!!!
Acto seguido, había sacado una fusta y cruzado la espalda de Draco , seis veces, una por cada letra de su apellido. Draco jamás lloraba, cuando su padre le golpeaba o le hería. Se mordía a veces la lengua hasta hacerse sangre, pero no se quejaba. Para terminar su padre había realizado un embrujo oscuro sobre las heridas, de manera que cuando estuvieran a punto de curar, volvieran a abrirse en el momento más imprevisto.
" Espero que el dolor te haga recordar quién eres y lo que debes hacer.
Malfoy llevaba irritado , desde la discusión con Weasley en una reunión del consejo ministerial. Pero Draco sabía bien, que la furia de su padre había aumentado a niveles extraordinarios , debido a que habían fallado al intentar capturar a Potter. Una nueva oportunidad para ello, sería complicada. Le daba la impresión de que el regreso del Señor Tenebroso, no había sido todo lo triunfal, que hubiera sido deseable. Sin duda, aunque estaba vivo, distaba mucho aún de ser aquel casi omnipotente mago que fuera 16 años atrás.
Miró nuevamente su espalda. La herida que recorría la línea de sus hombros, estaba abierta y dejaba caer pequeños hilillos de sangre. Ni siquiera los limpió. Se sentó en una butaca de terciopelo rojo, que miraba hacia los jardines. No había nada que deseara más que complacer a su padre. Que se sintiera orgulloso de él. Hubiera hecho cualquier cosa por lograr su aprobación. Cualquier cosa.
*** Dumbledore pasó una terrible semana, beneficiándose de las buenas relaciones que mantenía con los dignatarios del gobierno muggle. Tuvo que manejar muchos hilos para conseguir unos papeles, que dieran por válida la existencia de todos los Weasley. Como la mayoría de las familias de magos de tradición, ninguno de ellos registraba su nacimiento en las instituciones muggles, sino en el ministerio de magia. Eso les convertía en una especie de ciudadanos ilegales para la comunidad muggle. Ni siquiera el matrimonio de Arthur y Molly constaba en ningún registro civil. Así las cosas, era imposible que realizaran una tutoría legal sobre Harry. Pero al fin , todos los certificados necesarios, debidamente reconocidos y sellados , habían llegado hasta sus manos y de ellas a las de Molly Weasley. Lo único que tenía que hacer era estampar su firma en ellos, y después la de su marido.
La Sra. Weasley llevaba más de una hora mirando los documentos. A pesar de que le emocionaba tener a Harry como un hijo más, le empezaban a marear tantos papeles. No sabía muy bien lo que tenía que leer ni donde firmar.
" Oooh , estos muggles, cuánto se complican la vida. Con lo fácil que es decir, oiga , queremos a este muchacho como si fuera nuestro hijo, y ahora vivirá con nosotros- pensó aturdida.
Agobiada, abrió la ventana de su habitación en el Caldero Chorreante. Debía ser caro mantenerles allí a los cinco. Afortunadamente, Dumbledore se hacía cargo de todo. Ya había caído la tarde, y la leve luz del crepúsculo entraba por la habitación. Miró hacia el fondo de la calle.
" Allí están mis tres hijos- sonrió suspirando, al ver sentados en la terraza de la heladería Fortescue a Harry, Ginny y Ron, acompañados de la joven Granger.
***
" Hay tantas cosas, que no sé ni qué tomar- dijo Ron, con cara de ansiedad, leyendo la carta de la heladería.
Harry pensó que no le había visto tan contento ni cuando supo que iba a ser prefecto. El también se sentía bien por ser un miembro de los Weasley, pero también tenía miedo.
" Fijaos- prosiguió Ron, recorriendo con su dedo índice la lista - Crema de helado de piñones con salsa de arándanos salpicada de trozos de almendras garrapiñadas. Postre de cereza y nata, con licores exóticos de la India.
" Oh, no más alcohol , no- murmuró Hermione, tocándose la cabeza ligeramente.
"Helado de chocolate suizo y crema de yogur de 220 sabores desconocidos- siguió Ron, alucinado. Harry ya conocía la heladería de sobras, todo lo que había estaba muy rico.
"¿¿ Cómo voy a decidirme???- dijo Ron- moriré pensando lo que quiero.
" Dentro de la tienda, puedes ver cómo son los helados. Eso quizá te ayude- le comentó Harry, haciéndole una mueca.
" Oh, sí, sí, eso será lo que haga- y se levantó rápidamente. Ginny le siguió. Llevaba unos días bastante rara, y apenas si hablaba con nadie. Hermione miró a Harry durante unos instantes. Le encontraba cambiado. Física y moralmente.
" ¿ Cómo te encuentras, Harry?- preguntó.
" No lo sé. Realmente no lo sé. Confuso. No me siento capaz de derramar una sola lágrima por mis tíos. Y eso me hace sentir mal.
" No les debes nada, Harry- murmuró lacónicamente.
" Pero eran mi familia...
" No, tu familia son los Weasley. Ginny , Fred, George, Ron...
" Y tú, Hermione...- le dijo Harry mirándola fijamente. El atardecer hacía que el color de sus ojos se oscureciese. Hermione sintió que sus mejillas se encendían..
Hermione se estremeció al oir aquel tono de voz tan franco y tan grave. El también significaba mucho para ella. Muchas veces pensaba que era la persona con quien mejor se entendía. Podía incluso comprender sus silencios. Recordó días atrás la visita de sus padres. Habían venido a verla, alertados por Dumbledore. Le trajeron dinero y su material escolar. Le habían rogado que se fuera con ellos de vuelta, pues temían por ella. Pero no se sintió capaz . Estaba demasiado preocupada por Harry, para pensar en si misma.
" ...para mi eres también como una hermana- concluyó Harry. La mirada de Hermione se soltó de la suya, algo violenta. Agradeció mucho que aparecieran los dos hermanos.
" Definitivamente, voy a tomar un postre de helado de piña tropical con pasas de Corinto y jarabe de coco...
Ginny observó a Harry y a Hermione, y le dio la impresión de haber interrumpido algo.
*** Quedaba una semana para regresar a Hogwarts, y la sra. Weasley decidió volver a la Madriguera y recoger las cosas de sus hijos. Dumbledore no se había opuesto. Había pasado un tiempo prudencial, y no permanecerían sino unas horas. Iba a encontrarse allí con su marido, para terminar de firmar los documentos de la adopción de Harry. Según las lechuzas que le había ido mandando, las cosas iban bastante bien en la tienda. Los gemelos eran grandes trabajadores, y tenían muy abastecido el local. Probablemente podrían abrir a mediados de Septiembre.
Esa tarde, Hermione le sugirió a Ginny ir de compras exclusivamente ellas dos. Ginny parecía muy triste últimamente, y le pareció buena idea compartir unos momentos a solas. Había una tienda, en uno de los callejones más inadvertidos de Diagon Alley, llamada " La hechicera excéntrica" que vendía vestidos muggles.
" Este año, llevaremos algo realmente espectacular debajo de la túnica de gala, el día del baile de Navidad- le dijo Hermione .
La dueña de la tienda, era una muchacha joven, que provenía de padres muggles. Intentaba habituar a los magos adultos que utilizaran ropa diferente, pero muchos aún no estaban preparados. Después de saludarles efusivamente, las dejó tranquilas para elegir. Para sorpresa de Hermione, había unos vestidos realmente bonitos. Ginny utilizaba habitualmente ropa informal de origen muggle, como la mayor parte de los jóvenes brujos, pero no sabía demasiado de trajes de fiesta. Tampoco Hermione ,era una experta, desde luego, pero sintió que tenía la misión de animarla.
" Mira Ginny, este de color verde pastel, con reflejos de agua, te iría maravilloso- dijo sobreponiéndoselo. Ginny se lo probó y en efecto le quedaba muy bien. Resaltaba todas sus incipientes formas de mujer. Mientras Ginny se giraba, mirándose en el espejo, parecía taciturna.
" Hermione...¿crees que Harry me invitará al baile este año?
"¿ Porqué no? Ya no eres una niña.
" Lo digo porque como ahora es mi hermano- y la expresión de Ginny, se ensombreció y asomaron unas lágrimas, por su joven y bello rostro.
Hermione comprendió de repente el mutismo y la tristeza de Ginny de todos esos días. Sacudió la cabeza , comprensiva.
" Harry no es tu hermano. ¿ Entiendes? El sigue siendo Potter, tú sigues siendo Weasley. El hecho de que tus padres se conviertan en sus tutores legales, no cambia nada- Hermione le acarició la cara dulcemente.
" ¿ Crees que le gusto, Hermione? ¿Crees que tendré una oportunidad con él , alguna vez?
" Sinceramente no lo sé. Me gustaría poder decirte otra cosa, Ginny. Pero lo que Harry siente, solo lo sabe él.
" Es que él es tan diferente a todos los demás chicos...
Hermione asintió.
"...Y yo tan poca cosa para él.
" No digas eso, Ginny...por favor.
Pero Hermione misma, sentía cada palabra que decía Ginny. Incluído lo de ser poca cosa para Harry.
" Si tú quieres, hablaré con él , para que seas su pareja en el baile de este año.
" ¿ Harías eso por mi, Hermione???
" Claro que sí.
" ¿ Y tú, irás con mi hermano Ron??
Hermione inspiró profundamente.
" Si me lo pide a su debido tiempo, y con los modales adecuados, iré con él.
Ginny sonrió contenta. No podía pedir más.
***fin capitulo 8***
