EL CUERVO
MEI LING Y EL CUERVO
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-Eriol....necesito saber....debo o no debo hacerlo....
La reencarnación de Clow guardó un complicado silencio.
-¿Qué debes hacer? –preguntó Eriol
-Venganza....justicia y venganza....–murmuró Shaoran
Eriol percibió un tono peligroso en su voz, al responder a su pregunta. Vio con atención como el pequeño cuervo volaba a posarse en su hombro. Shaoran lo acarició suavemente y luego tomó la lanza
-Saldré a pasear....necesito despejar mi cabeza....
-¿Has visto a Sakura? –preguntó Shaoran
Shaoran quedó en silencio.
-No quiero que ella me vea ahora. Quiero que supere lo de mi "muerte" y vuelva a vivir su vida...que encuentre el amor y solo me tenga como un dulce recuerdo Eriol...yo no estoy vivo, pero tampoco estoy muerto, así que realmente no sabría que hacer. Es mejor que lo dejemos así como está
-Tu recuerdo la tortura cada día, Shaoran. Solo ve a verla, por favor. Tu recuerdo está acabando lentamente con ella...
El cuervo graznó y Shaoran asintió, pareciendo entender lo que decía aquel ave
-Me retiro por ahora....pero no será la última vez que nos veamos....–Shaoran le dio la espalda y desapareció de su vista– pero mira las noticias si deseas...allí entenderás a lo que me refiero –Eriol volvió a ver pero ya no había nada, a excepción de un papel magullado, pero que tenía varios nombres.
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-¡¡No lo entienden!! ¡¡NINGUNO DE USTEDES LO ENTIENDE!! –vociferó Datsuo Sakuragi
**paff**
Un golpe seco llenó el lugar, seguido de un quedo lamento.
-A ver –dijo Quan Cheng con voz calmada– cuéntame ahora con lujo de detalle lo que viste...
Sakuragi se recompuso un poco y comenzó su relato, atropelladamente
-El sujeto que andaba matando a nuestros colegas, él fue el que atrapó ayer a Hiiyama....tenía un largo bastón, o algo similar...y tenía...Dios, ese espantoso rostro....
El sujeto chino sonrió con algo similar a la confianza, que se convertía en ingenuidad.
-Es el portador del poder de Quor Toth, sin duda alguna. Solamente tenemos que encontrar la fuente de ese poder, y destruirla.
-¿Y por qué no tomarla? –inquirió un hombre que estaba sentado cerca de allí
-El poder de Quor Toth no tiene precedentes. Es incomparable, más sin embargo, también es espantosamente oscuro y tenebroso...solamente puede ser controlado por la persona a quien le fue entregado
-¡ESO NO ES LO PEOR DE TODO!! –vociferó Sakuragi– ¡ÉL ME VIÓ!! ¡¡ÉL VENDRÁ POR MI!!!!!!
Eso llamó poderosamente la atención de Quan Cheng. Esa parte no estaba contemplada dentro de sus planes
-¿Cómo sabes eso? ¡responde! –dijo Cheng, perdiendo los estribos
-No lo sé...solamente sé que él vendrá por mí...muy pronto....
Eso tampoco ayudó mucho a la causa del temperamento de Quan Cheng. Jamás consideró la opción de que El Cuervo acabara metido entre ellos. Una variable menos en la ecuación....
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Shaoran apareció en medio de una gran habitación sumida en sombras. La pálida luz de luna que ingresaba por uno de los ventanales daba de lleno en una cama, sobre la cual reposaba Sakura plácidamente. Shaoran no movió un músculo, no escatimó el tiempo para observarla reposar. Pero pudo notar el rastro de las lágrimas surcar sus delicadas facciones...
Dio varios pasos vacilantes y dejando su peligrosa arma a un lado, deslizó su fría mano por su rostro. Ella pareció despertar y él se apartó un poco, pero Sakura regresó al sueño con tranquilidad...Shaoran pudo regresar a cierta distancia, y observarla más de cerca. Entonces recordó con una nostalgia abrumadora cierta escena que tuvieron ellos una vez......
Era una tarde. Sakura y Shaoran volvían por el parque, ambos con un gesto de felicidad a flor de piel, y una sonrisa genuina en su rostro. Pero el hermoso día dio lugar a oscuras nubes de lluvia, y en poco tiempo, las pequeñas gotitas de lluvia empezaron a acompañarlos
-Está lloviendo –apuntó con una sonrisa Sakura
-¿No te agrada la lluvia? –preguntó entonces Shaoran
Sakura no respondió, pero se separó de su lado y comenzó a girar bajo la lluvia. Shaoran no se quedó atrás y salio al aguacero que los mojaba. Ambos escurrían agua y parecían un par de gatitos mojados...pero los dos tenían una sonrisa en los labios. Sakura lo miró soñadoramente y él, con todo y su sonrojo, le dedicó un suave beso en los labios, para luego separarse de ella con una sonrisa y seguir su camino
-¿vamos? –sugirió él mientras le ofrecía su mano
Sakura asintió con una sonrisa y tomó su mano con cariño, mientras los dos recontinuaban su camino bajo la lluvia
Esa era una de las escenas que él más atesoró en vida...y después de la vida también lo hacía. Fue una de las pocas ocasiones en las que pudo escapar de sus monumentales sonrojos. Sin darse cuenta, un par de lágrimas surcaban su pétreo rostro. Algo inconcebible. El cuervo, estaba llorando...
-Sakura...-murmuró Shaoran mientras acariciaba su rostro suavemente, pero entonces percibió una presencia muy conocida para él. Salió de la habitación donde reposaba Sakura hacia una que estaba cerca de allí. Palpó la puerta y pudo sentir su respiración...allí dentro reposaba Mei Ling.
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Por supuesto, allí dentro reposaba Mei Ling. No dormía, solo estaba recostada sobre la cama, con los ojos abiertos, rumiando su tristeza en medio de la oscuridad. Suspiraba mucho desde entonces, y lloraba mucho. Demasiado...
Pero entonces sintió algo diferente. El mismo sonido se sentía diferente. Alguien la observaba. De algún lugar, no podía concretar cual era. Tal vez era su conciencia, pero ese sentimiento la estaba enloqueciendo...una mirada llena de furia, odio...una mirada acusadora, acusándola de traición. Pudo ver a un juez de mirada fría sentenciarla a la condenación eterna, mientras ella se quedaba paralizada de miedo. Pero todo eso ocurrió en un suspiro, un pensamiento. Ella se sintió enloquecer en su lugar, sin hacer nada por impedirlo, sin hacer nada por...
-Mei Ling...–susurró una voz, cortando de súbito el silencio que la rodeaba y el círculo de sus pensamientos– Mei Ling...
-¿Quién...? ¿quién anda ahí? –preguntó con voz trémula la pobre muchacha
-Tú sabes quien soy...tú me conoces mejor de lo que crees Mei Ling...
Mei Ling miró en derredor suyo. Se estaba volviendo espantosamente paranoica, escuchaba voces, fue su primer pensamiento. Pero la voz no se callaba, la mirada acusadora no se iba, la sentencia no se callaba.
-Mei Ling...-la voz comenzó a tomar forma humana, ante la mirada espantada de Mei Ling. Pudo ver como de las sombras salía una silueta. No supo si por gracia de su tristeza o era una realidad que le jugaba una malísima pasada, pero a quien veía era a Shaoran. Pero su rostro, pintado como un payaso, mostraba mucho más que eso. Alguien que reclama justicia, a todo costo. La mirada acusadora, la sentencia , la voz que no se callaba...
-¿Sha.....Shaoran? –preguntó ella con voz ahora sí que no parecía más que un suspiro. Una melodía pareció llenar el aire, sin ella pensarlo, sin ella saber si era real o si su confundida mente ya no podía más. Master of puppets, tocada en violines, salía de una casa cercana, a un volumen ensordecedor, dándole un marco si no tétrico, por lo menos enloquecedor.
-Mei Ling...estás acusada de alta traición a tu familia, y el castigo, es la muerte –dijo él
Ella bajó la cabeza sumisamente, mientras nuevas lágrimas corrían por su rostro.
-Lo sé...mi castigo por traición...–murmuró Mei Ling
Pero Shaoran no la ajustició. Se quedó allí parado, mientras le increpaba.
-¿Por qué Mei Ling? –dijo él no con una voz peligrosa. Con una voz entristecida por completo
-Yo...yo no sabía que esto terminaría así...solamente le dije a un policía donde estabas...y acabaste en la silla. Perdóname por favor, aunque sea ya muy tarde para hacerlo –su rostro ya estaba anegado en lágrimas– por favor Shaoran...perdóname...
Shaoran avanzó entonces hasta ella, pero no le dio el golpe fatal. Le dio un dulce abrazo, dando a entender que le daba el perdón. Una sonrisa surcó el rostro de Mei Ling entonces, aliviada de una pena que amenazaba ya con aplastarla. Otra de las bondades del poder de Quor Toth; podía ser el arma más destructora y peligrosa, pero también servía para aliviar las penas, de aquellos que su corazón suplicaba por el perdón, y él pudo percibir ese genuino sentimiento en ella...
-Ya está bien Mei...ya todo está bien...–entonces pudo sin querer ver sus recuerdos. Pudo ver agonizantes a sus familiares. Su madre, sus hermanas, con sus apacibles y sanos rostros entubados y ensangrentados...viendo como morían lentamente...viendo como sus almas se iban a un lugar mejor...
