La luz de la mañana, que ingresaba por la ventana con las cortinas corridas, le brillaba en el rostro molestamente. entreabrió los ojos lo suficiente para ver el reloj despertador marcar las 11:00 AM; se sorprendió al notar cuánto había dormido y más aun porque no recordaba en el momento exacto en el que perdió el conocimientos siendo vencido por el cansancio.

Comprendió que era hora de cuidarse un poco más, en los últimos días había comido y dormido poco, casi no descansaba y esto se estaba haciendo notar.

Algo se movió a su lado, giró la cabeza en aquella dirección y halló nuevamente a la niña de aquella carta acurrucada a su lado profundamente dormida. su expresión inocente arrancó una sonrisa a Shaoran; quien esta vez sí se concentró en el por qué de esa transformación.

Se levantó con cuidado para no despertarla y se dirigió a la cocina para preparase un café lo suficientemente fuerte como para sacarlo de aquel ensueño en el cual aun permanecía, pero el más simple movimiento provocó el despertar de la niña que lo miró con sus ojitos aun adormilados, los cuales se refregaba con sus pequeños puños.

- buen día - dijo sonriente el joven, a lo que ella respondió con una sonrisa - ¿Cómo llegaste a mi cama? - preguntó.

- No lo sé - respondió la niña - pero soñé con ella - dijo alegre - nunca antes había soñado - comentó la carta, mientras su nuevo amo la escuchaba confundido.



- ¿Quieres que te prepare el desayuno?.

- No necesito comer - explicó mientras se arrodillaba en la cama.



- Entonces vuelve a tu forma y cuando vuelva jugaremos un rato ¿qué te parece? - volvió a dedicarle una gran sonrisa.

- Si - dijo mientras cerraba los ojos y adquiría su antigua forma.

Shaoran procuró alistarse lo más rápido posible para dirigirse a la casa de Eriol, algo extraño estaba sucediendo con esa niña y el único que podía sacarlo de sus dudas era él.

Llegó a la gran mansión de Eriol y solicitó al mayordomo que lo atendió que le informara de su presencia.

- no es necesario que me informe que has llegado Shaoran - dijo con la cordialidad que lo caracterizaba - tu energía se siente a kilómetros de distancia.

- Hola Eriol - saludo el joven - necesito hablar contigo.

- Claro pasa - hizo un ademán indicándole que se dirigiera a la sala donde solía pasar la mayor parte del día - ¿sobre qué quieres hablar? - dijo mientras se sentaba en una gran sillón rojo.

- Es sobre las cartas Sakura - dijo seriamente.

- ¿les ha ocurrido algo malo a las cartas? - la preocupación se noto en su vos.

- NO, NO, NO, - se apresuró a responder - sólo quiero saber si es posible que una carta asuma su forma sin que yo la invoque.

- No suele pasar con frecuencia, pero en ocasiones como cuando se sale de control, se asustan, o perciben un poder amenazador suelen retomar su forma sin necesidad de que se las invoque - acomodó sus lentes y prosiguió - aunque esta acción les desgarre una gran cantidad de energía.

- ¿quieres decir que es peligroso que lo hagan?.

- Por supuesto, la invocación no es solamente para despertarlas, sino también para darles la energía suficiente que necesitan para quebrar el sello que las ata en esa forma de carta. ¿qué carta ha retomado su forma? - Eriol no tardaba en absoluto en reconocer los problemas mientras su interlocutor se asombraba de la inteligencia de su amigo.

- La carta "Love" ha retomado su forma un par de veces.

- MMMM - murmuró el joven mago - es realmente extraño, tal vez sería mejor que la trajeses para ver si descubro la razón - volvió a dirigirle una sonrisa- mientras tanto vigílala constantemente.

- Lo haré - asintió - gracias por tu ayuda Eriol.

- No creo haber sido de mucha ayuda.

Ambos se dirigieron a la puerta principal y se despidieron aunque ninguno alejó de su mente el extraño suceso de esa carta mágica.



Mientras caminaba de regreso se encontró con Tomoyo, que por esas casualidades había salido a hacer algunas compras. Hacía tiempo que no se animaba a salir para disfrutar el día, para ser más exacto se podría decir que desde lo de Sakura no había vuelto a abandonar su cuarto, pero dada la insistencia de su madre no tuvo otra salida que darle el gusto por esta vez.

Durante el entierro de su mejor amiga, se había comportado de una forma muy poco amistosa con Shaoran; le había dedicado una que otra mirada rencorosa y de ira por no haberla protegido, evitaba estar cerca de él y se mostraba distante y cortante cuando se acercaba para hablar.

Pero después de estos últimos días, en los cuales se empecinaba en ver una y otra vez aquel último video que actuaba como una tortura inclemente, la joven Daidouji había logrado comprender que aquel joven de ojos cansados y tristes no había tenido la oportunidad de salvarla.

Ahora, algunos días después de la última vez que se vieron, sentía como el remordimiento la aquejaba sin piedad.

- Daidouji - dijo Shaoran al topársela de frente.

- Hola Lee - dijo con una sonrisa algo nerviosa - ¿qué haces por aquí?.

- Vengo de hablar con Eriol. ¿Cómo te encuentras?.

- Sobreviviendo - dijo con un gesto de tristeza.

- Me gustaría mucho tener una charla contigo, si es que no estas ocupada - le costaba muchísimo estar allí parado enfrente de la mejor amiga de quien más había amado.

- Claro, yo también deseaba hablar contigo.

- ¿Qué te parece si vamos a mi departamento?, no queda muy lejos y podremos hablar tranquilamente.

- Me parece bien pero primero déjame darles estos bolsos a mis guardaespaldas para que las lleven a casa así de paso me deshago de ellas.

Ambos caminaban en silencio, como si temiesen decir algo que pudiese incomodar al otro.

Cuando llegaron se hallaron con una gran provista de víveres en bolsas de mercado, el refrigerador y las alacenas estaban llenas, la casa había sido limpiada de punta a punta y un gran ramo de rosas con una pequeña nota decoraban la sala.

El joven del Clan Lee se acercó y leyó la inscripción:

Shaoran, he tenido que venir desde Hon kong para cuidarte, he notado que ya no aseas tu casa como de costumbre, y tu nevera se encontraba vacía por lo que decidí traerte algo para que comieras como es debido.

Te he extrañado mucho y me muero de ganas de verte.

Te quiere

Mei Ling



El joven sonrió ante el gesto de su vieja amiga y se alegró de tenerla de vuelta. Del otro lado de la nota se hallaba la dirección del hotel donde se estaba hospedando y el número de cuarto.



(7) (CAROLINA) Tomoyo la razón por la quería hablar contigo es por que quería pedirte disculpas acerca de lo de Sakura quería decirte que yo trate de hacer todo lo que estaba a mi alcance para salvarla pero desafortunadamente- sus ojos empezaron a brillar por las lagrimas- no pude hacerlo y por esa misma razón yo quiero...- había dicho el joven- Pero lee no tienes por que pedirme disculpas la razón es que buscaba a alguien a quien culpar por el incidente pero creo que tu no te lo mereces el culpable murió además el deseo de Sakura fue que tú vivieras para cuidar a sus Cards la que debe pedir disculpas soy yo por haberme disgustado sin que tu fueras el culpable...- había interrumpido la joven.

Además Sakura debe de estar feliz aya donde este y nos debe de estar observando justo en este momento y debe de estar feliz por que ella no le hubiera gustado que nosotros dos peleáramos, ya hora me marcho por que talvez necesites ir a ver a Mei Ling y por favor mándale mis mas sinceros saludos...- dijo la joven saliendo de la casa...

Miro hacia el cielo pudo ver los rayos del sol y ahí en su mente recordó la sonrisa con la que se despidió Sakura de el... Sakura te promete que algún día estaremos juntos no importa que sea mañana o dentro de 20 años yo te seguiré amando... salio de su casa en busca de su joven prima.

Cuando recordó que la Card love había dicho algo que lo había inquietado justo en ese momento que había soñado con la joven que había sido la dueña de las Cards sin tomar mucha importancia salio en busca de su prima...

Llego al hotel buscando la habitación escrita en el mensaje de su prima tras haber buscado durante 10 minutos pudo encontrar la habitación...

Estaba parado frente a la puerta cuando sin saber porque dudo en tocar la puerta se abrió casi como obedeciendo el deseo del joven la imagen de su prima se diviso y justo cuando los dos se vieron las miradas de los dos hablaron más que mil palabras...

Pasa...- dijo ella.- Gra...Gracias...

Cuando pasaron la joven lo dirigió a la pequeña salita de espera de la suit sentándose en el mismo sofá el joven agacho la cabeza justo cuando sintió las manos de la joven levantándosela... Tu no eres el culpable Shaoran- dijo la joven besándolo en la mejilla...- Sin embargo siento como si lo fuera me siento culpable.- dijo mientras espesas lagrimas salían de sus ojos...

No no lo eres- dijo abrasándole...