Había vivido siempre acatando las leyes de la magia gitana, había sido fiel a su compromiso con los poderes sobrenaturales que había heredado, pero esa noche no lo hacía por su oficio. lo hacía por ella. Jan había solicitado a su gran amigo que no la interrumpiesen durante tres días; nadie debía acercarse al cuarto, o hacer ruidos estrepitosos que pudieran desconcentrarla. de lo contrario las consecuencias serían terribles. Según las cuatro leyes básicas de la magia gitana. el que utiliza magia debe tener una concentración absoluta, y si por alguna razón la persona se distraía, debía pedir perdón a los espíritus y comenzar de nuevo. Pero la joven gitana no tenía tiempo que perder, su sangre nómada la impulsaba a viajar por otras tierras a explorar nuevos mundos y recorrer el planeta como toda su gente lo ha hecho desde hace siglos atrás. Quería volver a sentir la libertad de sus pasos y su destino, pero en su interior sabía que la razón por la que deseaba tanta libertad iba más allá de lo que se atrevería a aceptar. "tenía miedo de que aquel sentimiento que experimentaba la atase a un sueño imposible". Primero se encargó de purificar todo el cuarto utilizando abedul y canela. Luego encendió sahumerios de rosa, artemisa, jazmín, manzana y lilas para que ayudasen en las adivinaciones y pudiesen inducir el sueño profético. Y por último cubrió las ventanas con cortinas oscuras, apagó las luces y encendió decenas de velas doradas que sirven para atraer el poder de las influencias cósmicas. Se sentó entonces en medio de la habitación, en un círculo formado por rocas cristalizadas de color azul. Enfrente suyo se cernía una cuenca tallada en plata con motivos diversos entre los que se podría apreciar un tridente (representa el agua); el recipiente se encontraba rebosante de un líquido transparente que extrañamente brillaba entre las penumbras del lugar.

*** Eriol mantenía su expresión de seriedad hace días; había dejado de jugarles bromas a los sirvientes (al parecer el tiempo no había podido hacer que madurara ese instinto juguetón en el joven #.#), había dejado de pasear por los jardines de su extenso hogar y había dejado de sonreír. Sólo se limitaba a sentarse en su sillón, con el ceño fruncido, los dedos entrelazados y los codos sobre la mesa, mientras se concentraba para percibir el poder de la gitana; en cuanto sintiese que algo no andase bien interrumpiría el ritual sin importar lo que los espíritus opinasen sobre ello. Estaba sumamente preocupado; aun más de lo que se había acostumbrado a preocuparse. Estás serio - acotó la niña que ingresaba a la biblioteca - deberías volver a reir. Eres tú, pequeña - saludó el joven haciendo que la arruga de su frente desapareciera por unos instantes. Sé que a ella le gusta verte reír - comentó la carta mientras intentaba sentarse en una alta silla que se encontraba enfrente del escritorio. ¿A quién te refieres? - preguntó algo dudoso. ¿Aún no lo sabes? - dijo sorprendida - todas las cartas siempre presumían de tu inteligencia pero hoy puedo decir que ignoras mucho más de lo que te imaginas - palabras sabías que provenían de una niña pequeña. ¿te refieres a Jan?, ella es sólo una gran amiga - cerró los ojos y sonrió convencido. Sakura me visitó la otra noche que me hallaste en el jardín - dijo con los ojos brillando de emoción mientras su interlocutor adquiría un semblante sobresaltado - me explicó la razón y el poder de mi nacimiento, y me hizo prometer que yo intentaría que todos se sintiesen así. Pero no puedo hacerlo contigo porque tú ya sientes ese increíble poder en tu corazón. Reconozco el amor porque estoy hecha de él. y tú estas enamorado de Jan - las duras palabras verdaderas de la niña dejaron aún más consternado al joven mago, quien sin saber que decir se mantuvo en silencio intentando asimilar la situación. ¿Acaso era verdad?, ¿Se había enamorado, sin darse, cuenta de su amiga?, ¿Cómo afrontaría ella esta situación?, ¿Debía decírselo?, ¿esta era la razón por la cual se enfadó de aquella manera cuando sorprendió a Shaoran y a Jan besándose? Nunca había tenido tanto miedo en el pasado como lo tenía ahora, no quería que la amistad que se tenían fuera quebrantada, pero tampoco quería mentir o engañarse a sí mismo. Una cruel encrucijada se acercaba y quizás la reencarnación de Clow no podría tolerarla.

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Shaoran regresó a su departamento, con bolsas de supermercado en las manos, y golpeó la puerta dando tres pataditas para que su prima lo ayudase a entrar; pero para su sorpresa el que contestó al llamado fue Touya, vestido elegantemente con saco y corbata (como todo abogado) pero con su semblante gruñón que no podía evitar. ¿Qué haces tú aquí? - dijo asombrado Lee. He venido a hablar contigo - respondió con pocas ganas. Entonces hazte a un lado para que pueda pasar - el trato no fue bien recibido por el hermano de Sakura, pero conteniéndose logró impedir una batalla campal. Shaoran, has regresado - lo saludó su prima colgándose de su cuello como de costumbre - ¿Qué has traído para cenar? - comenzó a revisar afanosamente todas las bolsas encontrando varias clases de verduras y carnes - genial, te haré una cena estupenda. señor Kinomoto ¿desea acompañarnos? - un escalofrío recorrió la espalda de Lee deseando que el abogado no aceptase la invitación. No gracias, tengo cosas más importantes que hacer - un suspiro se oyó por parte del hechicero. Es una lástima, pero me imagino que un abogado de tanto prestigio como usted debe esta muy ocupado. fue un gusto volverlo a ver después de tanto tiempo - dijo la muchacha inclinándose en forma de reverencia antes de adentrarse a la cocina para preparar la tan ansiada cena. ¿Qué es eso de lo que quieres hablar conmigo? - preguntó Shaoran a la vez que tomaba asiento en la pequeña sala de su departamento. No quiero hablar aquí, será mejor si almorzamos en casa de mi padre mañana al mediodía. No llegues tarde porque no te voy a esperar - volvió a comentar con rudeza mientras abría la puerta y se marchaba sin despedirse, dejando al joven desconcertado sin comprender la razón de aquella invitación.

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el rostro ensombrecido por los nervios del joven Yuquito agregaban más inquietud a la muchacha a su lado que lo veía con ojos comprensivos. Se podía apreciar claramente que algo angustiaba a ambos personajes. ¿Debemos decirles? - preguntó al fin el joven de lentes. ¡Claro que debemos! - respondió su interlocutora de forma tan enérgica que se puso de pie sin darse cuenta llamando la atención de todos en el café donde se encontraban. Su acompañante la miró algo sonrojado mientras sonreía con malicia por la vergüenza que expresaba el rostro de Tomoyo la cual terminó por caer de forma abrupta en su asiento intentando esconderse detrás de sus hombros y con el rostro del color de un tomate. Debiste ver tu rostro - dijo en broma el antiguo Juez de Cartas mientras sonreía maliciosamente. ¿Qué has dicho? - contestó algo molesta mientras le daba un golpe en el hombro arrancándole algunas lágrimas al joven - se lo diremos durante el fin de semana. Prepararemos una gran cena, invitaremos a todos, yo grabaré todo en mi cámara, sacaremos muchas fotos - sus ojos parecían dos estrellas sumamente brillantes - y entonces lo haremos. SERÁ PERFECTO. Lo haces parecer tan fácil - respondió suspirando. Claro que lo será - agregó Tomoyo mientras se prendía por su brazo.

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cuando el picaporte de la puerta giró, el pequeño y casi imperceptible sonido puso en alerta al joven mago de lentes que seguía ensimismado en los pensamientos que lo habían aquejado luego de la charla con la carta. Le tomó solo un segundo llegar corriendo hasta donde se encontraba la joven gitana. Pero al verla quedó casi boquiabierto, sus ojos se encontraban relucientes de tal manera que le costaba dejar de verlos, sus labios lucían coloreados de rosa de tal manera que no necesitaba labial, sus mejillas acompañaban este color mientras su cabello enmarcaba su rostro con una exquisitud increíble. Era evidente que la magia aun corría por su cuerpo. Se sentía su presencia desde cualquier lugar de la ciudad. Todo su cuerpo resonaba a magia y eso sólo incrementaba su belleza. Pero muy dentro de aquellos ojos color miel, se lograba apreciar una tristeza oculta que rogaba por salir a la luz. lo descubrí - logró decir la muchacha arrancando a Eriol de sus pensamientos. ¿Descubriste que le ocurre a la carta? - volvió a preguntar. Así es, llama a tu amigo no hay mucho tiempo - sus palabras parecían una súplica y a la vez un doloroso favor. ¿Qué ocurre?, ¿por qué no me lo dices? - la preocupación no tardó en llegar. Hablaremos luego - acarició su mejilla con la misma tristeza que inundaba el aire - quiero darme un baño y descansar - fingió una sonrisa y volvió a encerrarse en su cuarto. El dolor era tal que no podía fingir por mucho tiempo. Eriol la escuchó sollozar del otro lado de la puerta y no pudo resistirse a las ganas de entrar. Pero al hacerlo sintió que su corazón se le partía; aquella imagen frágil de la mujer que había descubierto que amaba lo desarmó por completo. No entendía la razón de su dolor, pero percibía aquel sentimiento en carne propia. Estiró sus brazos y la envolvió en ellos dejando que Jan se desahogara. Mientras lo hacía su corazón latía con fuerza porque la tenía tan cerca, tan viva, tan hermosa y tan dulcemente pequeña. ¿me dirás lo que ocurre? - quiso saber el mago. No puedo - dijo entre suspiros entrecortados - no puedo - y siguió llorando sin lograr detenerse. Estoy aquí para lo que necesites - la idea de confesarle sus sentimientos cruzó por su mente pero definitivamente ese no era el momento.

***

Shaoran llegó a la casa del señor Fujitaka Kinomoto y golpeó nerviosamente la puerta para anunciarse. En seguida fue atendido por un poco simpático Touya que lo miraba con la característica expresión de desprecio. buenos días - saludó el joven chino. Pasa - contestó con rudeza el hermano de Sakura - todos se encuentran en el comedor. ¿Todos? - pregunto desconcertado. Al entrar en el comedor se topó con la presencia de Yuquito, Tomoyo, Mei Ling, Eriol y por supuesto el padre de Sakura. hola Lee - saludaron todos al verlo. Buenos días - saludó un poco avergonzado. Pasa - Fujitaka lo invitó a sentarse con la amabilidad que siempre demostraba - ¿Qué les parece si ahora que estamos todos comenzamos a servir el almuerzo? SSSIIII - gritó de alegría el joven Yuquito sin poder contener su expresión de alegría ante la moción de comer. Todos se sentaron en la gran mesa del comedor, intercambiando platos y sirviéndose bebidas hasta que la curiosidad de Shaoran fue tal que no pudo aguantarse las ganas de preguntarle a Eriol que era lo que estaba ocurriendo. no lo sé - respondió sonriendo - recibí la invitación de Touya ayer por la mañana y habría sido una descortesía el no venir. Algo anda mal, lo presiento - volvió a decir con desconfianza. De repente el prestigioso abogado se puso de pie levantando una copa con su mano derecha. quiero hacer un brindis - comenzó a decir pero se detuvo hasta asegurarse de tener la atención de todos los presentes - quiero brindar por Sakura - todos ensombrecieron su rostro de inmediato recordando la muerte de su amiga e hija - y quiero brindar por la vida algunos de nosotros hemos detenido. Para que siga su curso y podamos salir adelante - todos lo vieron con desconcierto mientras el joven con valentía bajaba la copa y se dirigía a su padre una mirada con profundo dolor y decisión - aun cuando lo que más queramos es que regrese, ella no lo hará - volvió la mirada a todos encontrando a varios de sus invitados derramando lágrimas - Muchos de nosotros detuvimos nuestras vidas esperando que el recuerdo de ella la trajese de vuelta pero no será así; es hora de seguir adelante, como ella lo hizo siendo tan pequeña cuando nuestra madre murió. Siempre admiré la fuerza que poseía para enfrentarse a los problemas sin perder la esperanza y la alegría y creo firmemente que hoy debemos honrarla demostrándole que nosotros podemos tener esa misma fortaleza. No podemos dejarnos abatir, ella está con nosotros cada día y sé que ese monstruo se enfadará si nos ve llorando su muerte dejando nuestra vida en segundo plano. Entiendo lo que quieres decir - dijo Eriol sumándose al brindis con copa en mano. Tardó un minuto pero uno a uno se fueron poniendo de pie y alzaron sus copas para decir todos juntos "Por Sakura".

Luego del almuerzo el padre de la familia Kinomoto se acercó a su hijo con los ojos aun brillosos y se sentó a su lado. fue un bonito brindis - se limitó a decir con aquella vos suave. Estuve pensando que quizás esta casa sea demasiado grande para ti solo, ¿Por qué no vienes a vivir conmigo al departamento? Claro que no, ya eres un hombre maduro. no puedes volver a vivir con tu padre; pero coincido contigo en que es un lugar muy espacioso para mí. Tal vez lo mejor sea venderla y comprarme algo más pequeño o quizás hacer algún viaje para consentirme un poco - sonrió con esfuerzo pero sabía que aquello era lo mejor para todos. Me alegra que pienses en ti de nuevo - padre e hijo se abrazaron reconfortados por la idea de un nuevo comienzo. **********

**** NOTICIAS de la autora: (U.U) tengo la desgracia de informar que esta historia está llegando a un final. así que no se pierdan los ultimos descubrimientos que se harán....

Gracias a quienes dejaron reviews porque nos inspiraron mucho y nos dieron fuerza para seguir escribiendo. esta historia es para USTEDES y exclusivamente para Ustedes,,,,

BESITOS