...:Harry Potter:...

"Memorias perdidas"

¡¡Hola a todos!! Primero y principal déjenme pedirles MIL Y UNA disculpas por el error de SNAPE! No saben lo avergonzada que estoy... (angel toda roja con la mirada agachada) ¡GOMEN NE! De verdad, mil disculpas pero han de entenderme, una esta leyendo el libro de HP 3 justo la parte en que Snape habla... y también luego se pone a leer un fic de J/L... y luego imagínense querer escribir un fic suyo... digamos que todo deja sus rastros XD jajaja, en fin... mil perdones, créanme que nunca cometo errores tan "tontos" como estos y ¡¡¡cuando me avisaron me morí de la vergüenza!!! -^^- espero sepan perdonar a esta loka escritora:P

Ahora sí, la tan ansiada continuación por petición de mis r/r (angel llora de la emoción) ¡GRACIAS POR TOMARSE UN SEGUNDO EN ESCRIBIRME! ;_; son unos amores.

Ahora sí, el fic con la tan esperada continuación.

Por si me olvidaba, en el anterior ff mío no sé si describí a Susan, pero en fin ^^: Ella es delgada, de cabello corto y de color cobrizo o castaño oscuro tirando a castaño claro, sus ojos son de un cobre oscuro.

¡GRACIAS Y DISFRUTEN DEL FF CHAP2 de HARRY POTTER!

Para los amantes de Lily y James Sirius y Susan Remus y Carol *_*

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De pronto me levante de la cama por culpa de un sueño que tuve, bastante extraño y podría ser llamado claramente como raro... abrí mis ojos acostumbrándolos a todo lo que me rodeaba, lentamente aproveche a levantarme y unas frazadas con algunas sabanas cubrían desde mi cintura para abajo dejando que el aire fresco de esa mañana bañara mi cuerpo, la piel que estaba expuesta por falta de telas. De la nada toda la habitación me pareció estar dando vueltas y mi cabeza se sentía como si una bomba acabara de hacer explosión y ahora solo quedaran las consecuencias, mis ojos se cerraron fuertemente haciendo presión, sujete mi cabeza tratando de que así el dolor desapareciera... más fuerte... más fuerte... inútil... termine de pensar con la poca cordura que me quedaba.

Respire profundamente, el tiempo pasaba y mi dolor con él iba descendiendo considerablemente pero aún así no desaparecía. Abrí los ojos enfocando nuevamente todo a mí alrededor superando él limite de mi nariz.

Vi con mi mirada todo aquello que yo conocía bien y llamaba hogar, los doseles de mi cama me llamaron la atención por que estaban descorridos siendo raro ya que usualmente no los cerraba al irme a dormir por las noches. Sin embargo ahora no impedían que pudiera admirar la enorme habitación dejándome descubrir la calma con la que mis amigas descansaban.

Por unos segundos me deleite con la luz que entraba por la ventana al posar mis ojos en ella, parecía cálido el sol que se podía ver y prometía un día brillante, sonreí el poco tiempo que pude.

Unas nauseas se apoderaron de mí estomago creciendo con cada tic tac del reloj de mi mesa, apoye mi mano sobre ese sector esperando algo de calma ahí pero... ya no pude pensar más, descorrí las sabanas y frazadas que me cubrían de un solo movimiento. Salí corriendo y me interne en el baño como una ráfaga de viento, no tuve cuidado y sin querer azote la puerta con tanta fuerza que de seguro ya se abran despertado mis acompañantes de cuarto...

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Carol saltó de la cama con el corazón en la mano y en la otra un puñado de sus frazadas y sabanas mientras su respiración se hacía agitada. Susan tuvo una reacción para nada diferente, ella casi termina en el techo de su cama sino fuerza por la ley de la gravedad.

En la habitación se encontraban cuatro camas con sus doseles correspondientes corridos para ver su interior, dos camas portaban a dos jóvenes bastante perturbadas, una de ellas totalmente desordenada mientras que una se mantenía intacta y arreglada perfectamente. Dorothy... ella era su dueña, una joven muy simpática amiga de estas chicas que ahora trataban de regresar su respiración a la normalidad.

Dorothy se había marchado hace dos días a su casa debido a que su hermana mayor iba a presentar a la familia completa, a su prometido. Y como se llevaba tan bien con su hermana mayor no podía faltar a tan importante evento.

Carol: - ¿Qué fue... lo que paso aquí?- se preguntó entrecortando sus palabras con un largo bostezo que escapó de su boca apenas cubriéndolo con sus ojos medios somnolientos.

Susan se frotó sus ojos y salió de su cama yendo a la cama de Susan: - No tengo ni idea – dijo con una interrogante en su rostro totalmente confundida. Luego ambas se acercaron a la puerta del baño que comunicaba con su habitación, sigilosamente trataron de apoyar sus oídos en la puerta pero rápidamente se abrió revelando a una Lily en un estado de cansancio visible ante los ojos ajenos. Sus cabellos todo revuelto con una mano en su estomago mostraba a sus amigas el dolor que sentía.

Carol con ojos celestes estaban sumamente preocupados, entonces le preguntó: - ¿Te encuentras bien, Lily, amiga?

La joven de ojos esmeraldas la miro unos segundos y luego negó con su cabeza: - No Carol, todo me duele y me da vueltas la habitación. Las dos amigas se giraron, para verse unos segundos intercambiando sus miradas celeste y cobre, y a la vez un intercambio de pensamientos acordando el mismo resultado a sus preguntas: "Hidromiel".

Susan preguntó luego unos segundos a Lily que sonreía media nerviosa y algo molesta con su dolor: - ¿Recuerdas acaso lo que paso ayer?

Lily la miró confundida: - Claro, ¿por quien me tomas Susan?, Ayer... – pensó- ayer... nosotras... – lo meditó y luego miro a ambas jóvenes pasando sus ojos una por una para finalizar aquel movimiento con la negación de su rostro.

Carol la tomó por los hombros: - ¿Nada de nada?

Lily suspiro: - Nada de nada Carol, bueno, salvó que ganamos la copa ¿algo más? – ambas chicas se miraron nuevamente - ¿acaso hay algo de lo que deba acordarme?

Susan se acerco a su amiga y de un tirón la sentó en la cama de ella, respiro profundamente: - ¿Estas segura?

Lily comenzaba a exasperarse: - Susan, puedes decirme... – de pronto su mente empujó unos recuerdos y dijo con la miranda expectante de sus dos amigas clavadas sobre ellas – Bueno...

Susan y Carol: - ¿Sí?

Lily: - Soñé... algo bastante maravilloso para mí – sonrió con una mirada triste, como un impulso colocó dos de sus finos dedos en la punta de sus labios rosados como si quisiera recordar una sensación ya pasada.

Carol sonrió para sorpresa de ella: - No te preocupes amiga. Yo y Susan te haremos recordar – medito unos segundos mientras Susan asentía emocionada. De pronto reacciono con un movimiento muy ágil y salió tomando de la mano a una Lily que aún no entendía nada, pero antes...

Susan: - ¿Piensas llevar a Lily en piyamas a la sala común? – rió al ver la cara totalmente sonrojada de ambas mientras volvían a cerrar las puertas y cada una buscaba en sus correspondientes baúles.

Carol miró a Susan quien se acercaba a su baúl: - Para mi y se te esta pegando algo de Sirius – no se esperaba una respuesta de parte de su amiga como esa, una almohada termino estrellándose contra su rostro y la risa de Susan se dejo escuchar por toda la habitación que no duro mucho, otra almohada salió volando quedando perfectamente encajada en el rostro de Susan – todo se cobra amiga – rió nuevamente.

Lily tenía una cara de nerviosismo y dijo tratando de tranquilizarlas: - Chicas... cálmense... – dijo cuando dos almohadas al mismo tiempo terminaron en su rostro, en la misma posición se quedó quieta a medida que retiraba aquellos objetos para dormir. Las risas de Carol y Susan no se hicieron esperar, cada vez esa habitación se volvía más caótica. Lily no se quedó con el ataque en mano, lo devolvió tirando una en el rostro de Susan y otra en él estomago de Carol... ella ya no recordaba su dolor gracias a la distracción que les brindaban sus amigas. El sol entraba por la ventana de su habitación dejando escuchar las risas melodiosas de las chicas al disfrutar de una mañana juntas.

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Las puertas del Gran salón se abrieron de par en par recibiendo a los jóvenes de la escuela de magia y hechicería con los brazos abiertos, mesas llenas de deliciosos alimentos y por supuesto mesas llenas prometedoras charlas entretenidas. Ya todos estaban sentados disfrutando del desayuno abiertamente, probando muchas delicias y dejando por unos segundos olvidados que en cuestión de minutos para algunos más como para otro menos comenzarían las clases... divertidas... aburridas... o simplemente molestas.

Lily se sentó junto con a su amiga Susan y enfrente una Carol bastante entretenida con lo que contaba, estaba esperando ansiosa la salida a Hogsmeade por que deseaba comprar varias cosas interesantes que ya tenía planeado con anterioridad.

Sonrieron a medida que acercaban algunos panes tostados y les untaban diferentes dulces dependiendo de cada una. De pronto varias chicas comenzaron a gritar como locas y ellas asimilaron rápidamente quienes habían llegado, un grupo de muchachos bastante atractivos.

Lily sonrió: - Ya llegaron "auch" – dijo mientras ponía una de sus manos en su cabeza apaciguando unos segundos el dolor que tenía.

Susan: - ¿Estas bien? – preguntó con genuina preocupación y una Carol mirando intrigante y ansiosa de una respuesta positiva. Lily luego de unos segundos asintió, se había ido el dolor... maldita resaca.

Carol depositó su taza humeante en la mesa mientras reía: - Supongo que no pueden hacer una entrada menos estrepitosa, con todas esas chicas rodeándolos. – hablaba refiriéndose al sequito de muchachas rodeando a los merodeadores... en este caso solamente a dos. Uno que irradia extrema confianza y una comodidad excesiva totalmente opuesto al otro que con una cortesía muy marcada trataba de abrirse paso para llegar a una mesa, más precisamente al lado de su novia que no parecía importarle a las jóvenes que cada vez lo acorralaban más.

Lily: - ¿No te pone aunque sea algo celosa que Remus este ahí dentro? – señalando a aquella reunión de desesperadas jovencitas arrojadas sin pena.

Carol de pronto asimiló las palabras, dejó la tostada en la mesa y elevó sus ojos buscando entre la multitud a cierto joven que ella llamaba novio. Lo encontró por que en sus ojos se mostró una determinación implacable: - ¡REMUS LUPIN! – gritó con todas sus fuerzas cuando se levantó de la mesa. Respiro profundamente para luego desaparecer entre la multitud de chicas en busca de algo que claramente no concernía a esas chiquillas como las había llamado.

Lily sonrió: - Se nota que lo quiere mucho ¿no es cierto Susan? – la miró unos segundos para luego preguntarse por que estaba tan serenamente sentada bebiendo de su taza, tenía calma bastante ¿preocupante?... digamos mejor atemorizante...

Susan: - Sí, tienes razón Lily – sonrió, mientras volvía a su tostada. Lily la miró unos segundos y luego volvió su vista al grupo, ahí volvían Remus y Carol, esta ultima espantando a las dos chicas que parecían bastante persistentes en su afán de conseguir a uno de los merodeadores, por que ambas aún perseguían al novio de la joven de ojos celestes. Desvió sus ojos en busca de un tercer miembro pero no lo encontró... solo quedaba entre la multitud un Sirius bastante cómodo, como pez en el agua. Rió, de seguro la cara de su amiga Susan sería de fotografía.

Carol se sentó y dijo frustrada: - Es la ultima vez que te dejo venir al comedor solo – suspiró unos segundos.

Remus: - Carol, sabes que esto no es mi ambiente... no como Sirius- sonrió bastante divertido. – aparte ni me di cuenta cuando ya nos acorralaron, tu viste como trate de escaparme- Carol miró al muchacho de ojos azul-oscuro que apenas estaba comenzando a acercarse a la mesa junto a ellas saludando a tres chicas que apenas se retiraban a la mesa de Ravenclaw. De pronto sujetó a Carol por la cintura tomándola por sorpresa y darle un beso bastante dulce en sus labios con la mirada de todos clavados en ellos y unos ojos sorprendidos.

Sirius: - ¡guau! Veo que no pierdes tiempo amigo lunático – rió a medida que se acomodaba al lado de su Susan y le sonreía de una manera muy sexy como tratando ya de ante mano conseguir algo.

Susan ni se inmuto, todo lo contrario, tomo otro sorbo de su taza y preguntó: - ¿Qué quieres Sirius?

Sirius se hizo el ofendido poniendo una mano en su corazón y dijo con una voz triste y mirando su desayuno con lastima: - Me ofendes Susan... por que cada vez que vengo hacia ti me tratas como alguien únicamente interesado en una chica tan encantadora como tú.

Susan suspiro: - Deja ya de actuar y empieza con tu desayuno.

Sirius sonrió al tener de nuevo la atención de la chica: - Eres caso perdido Susan, ¿nunca pensaras saludarme amablemente?

Susan: - No, a menos que tú si lo hagas – sonrió astutamente. Sirius extendió su mano frente a una joven de ojos cobrizos bastante sorprendida - ¿Y esto?

Sirius con su sonrisa más seductora dijo: - Buenos días mi linda Susan.

Lily rió: - Por lo menos es educado Susan-

Susan tomó su mano y dijo: - Buenos días molesto Sirius – las risas no se hicieron esperar, fue bastante gracioso el desayuno entre ellos hasta que de pronto Lily recordó algo importante, miró a todos lados preocupada, una mirada inusual en ella - ¿Y James? – preguntó algo dudosa por lo que podrían pensar sin saber muy bien lo que sucedía entre ambos jóvenes.

Carol también buscó con su mirada en otras mesas para luego clavarla en su novio Remus: - ¿Sabes donde está amor? - Remus miró a Sirius como buscando apoyo para hablar encontrándose con la única respuesta de... "Por favor linda Susan, préstame tu tarea de Pociones" y una negativa bastante rotunda por parte de Susan quien desvió su vista hacia otra parte aún bebiendo de su taza, decididamente... Sirius Black jamás cambiaría, rió para sus adentro definiendo la actitud de su amigo Canuto.

Carol: - ¿Y? – Remus se giró a verla y luego a Lily, ambas preocupadas demostrándolo con sus ojos.

Remus suspiro: - Se fue... – sin poder continuar por que un grito rompió con sus oídos al igual que muchos que integraban ahora la mesa de los leones y algunas vecinas.

Susan se giró y se levantó de la mesa gritando sin pena: - ¡CÓMO QUE SE FUE! – dijo antes de que Sirius la tomara de un hombro y la volviera a sentar en segundos - ¡auch! Eso dolió.

Sirius movió la cabeza negativamente: - ¿No puedes ser más disimulada, mujer? – Susan bufó por lo bajo hundiendo sus labios en una tostada en forma de protesta. Lily sin embargo no podía hacer que su cerebro asimilara la idea de que James... se fuera definitivamente de la escuela, y ella sin poderle haber dicho nada de lo que sentía, bajo su vista a la taza atrapando su atención con las ondas que despedía aquel humeante líquido.

Remus lo notó y dijo: - ¡No! No es lo que ustedes piensan – y a la vez negaba con sus manos y su cabeza algo preocupado- James simplemente se fue por este día, volverá mañana según nos contó ayer en la noche, dijo que debe arreglar algunos asuntos personales. – Carol lo codeó mirándolo reprochadoramente por no haber aclarado todo con anterioridad, manteniendo suspenso...

Sirius tomó una tostada y la mordió como si no hubiera probado bocado en días: - Oigan, no se enojen, él simplemente les dijo la verdad, ustedes se apresuran a hacerse las ideas locas. -Susan lo miró de soslayo con unos ojos poco amistosos y simplemente Sirius sonrió inocentemente.

Carol abrazó a Remus: - ¡Eres el mejor amor! – el joven de ojos como la miel se sonrojo visiblemente por el abrazo tan efusivo que le brindó su novia. Sin embargo Lily aún se encontraba metida en sus ideas... un largo día los esperaba y ella aún no podía recordar nada de lo de ayer... por alguna razón James tenía algo que ver con esos recuerdos olvidados.

Susan se acercó a su amiga Carol y le susurro: - Entonces mañana tendremos que arreglar bien con James para que tratase de cualquier forma y así ella recuerde algo de ayer ¿no te parece? – Carol asintió a medida que volvía a su lugar tomando su taza y bebiéndola. Sus ojos se deslizaron por todo el Gran salón descubriendo a muchos de sus compañeros en su mesa hablar entretenidamente, los de las demás mesas también estaban contentos con esa mañana sin embargo...

Sirius: - ¿Han visto la cara de los de Slytherin? – dijo sonriendo con una sonrisa bien maliciosa, disfrutando al observar a ciertos jóvenes magos. Susan miró seguido de Carol y Remus, Lily apenas levantó la vista y sonrió... se estaban dando el lujo de sonreír abiertamente por sus rostros, llenos de: Ira, Furia, Desilusión, Odio, y otros tantos sentimientos que no podrían encontrarse en aquella mezcla que precisamente no hablaba de cariño... ¿por qué? Era muy sencilla la respuesta.

Remus: - ¿Quién diría que les afectaría tanto verse rodeados de oro y rojo? – la mesa donde ellos estaban estalló en risas, todo el salón fue cubierto de banderines dorados y rojos en honor a la victoria de los leones en el campeonato de Quidditch de ayer. Victoria aplastante contra los Slytherins, los de la mesa de las serpientes ahora tomaban sus desayunos medio enfadados y algo llenos de desprecio por todos los adornos que los rodeaban en el Gran salón.

Susan: - Es mejor tenerlos así, quietitos y que no molesten – las demás casas compartían aquella victoria con los leones... la casa Raveclaw y la casa Hufflepuff, aún cuando perdieron estaban contentos. El desayuno en cuestión de segundos paso y todos ya se estaban levantando para cumplir con sus obligaciones... los estudios, las clases, los profesores, las tareas, los exámenes, entre otras cosas más como no perderse por los pasillos. Sirius, Remus, Susan, Carol, Lily, más otros alumnos del sexto año de Hogwarts pertenecientes a la casa de Griffindor se levantaron de la larga mesa y caminaron rumbo a las mazmorras donde se desarrollaría su próxima clase... POCIONES.

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Todos estaban acomodándose en los bancos que dentro de esa mazmorra habían, las paredes estaban recubiertas por los más variados frascos, pero no solo por su forma sino también por sus contenidos, algo no muy aconsejable luego de comer. Los cuchicheos de los alumnos cada vez se hacían más grandes y el ruido de las hojas al correr como el de los libros al caer sorbe el pupitre rellenaban el silencio frío de aquella habitación.

Acomodaban sus plumas mientras un grupo entraba en una platica...

Susan: - No puedo creer que hayamos tenido tanta tarea para hoy, el profesor Reynolds si que sabe como torturarnos. – suspiro pesadamente y desvió su vista hacia atrás - ¿Ya terminaste Sirius? – preguntó algo preocupada.

Sirius ya levantaba las hojas delante del rostro de Susan con una sonrisa llena de seducción: -Yo sabía que me las prestarías mi linda Susan – dijo a medida que ella de un tirón le arrebataba las hojas algo molesta.

Susan ahora le hablaba con un tono molesto: - Si estabas tan seguro ¿por qué me insististe tanto? La próxima vez Sirius Black has tú la tarea. – Ella estaba sentada delante de todos sola, detrás de ellas se encontraba Sirius Black junto a Lily y justo detrás de ambos se sentaban Remus Y Carol que reían ante los comentarios de sus dos amigos. Lily había accedido a sentar con el joven de ojos azul-oscuro únicamente por que él se lo había pedido rogando por que sino sus fanáticas no lo dejarían en paz. Lily suspiro y accedió, Susan parecía estar de acuerdo.

Sirius ante las palabras de la joven respondió aún con esa sonrisa que mantenía a muchas suspirando: - Esta bien Susan, pero no tuve tiempo de hacerla, recuerda que tuve entrenamiento- buscando un pretexto.

Susan bufó dándosela la vuelta y mirando a los ojos a Sirius: - No mientas, sabes perfectamente que yo estoy en el equipo y tuve los mismos entrenamientos que todos y sin embargo ya tenía hecha la tarea ¿por qué el gran Sirius Black no la tendría hecha? – El joven acusado iba a abrir la boca pero entonces la chica de ojos de cobre dijo – no me respondas, sabes mejor que yo que no debes buscar un pretexto por que se que estuviste saliendo con la novia del mes – su humor estaba más negro y para empeoramiento una voz se escucho detrás de ella bastante fría.

-Señorita, tendría el favor de darse la vuelta y prestar atención a la clase que acaba de comenzar en vez de hablar con el joven Black – Susan saltó de su silla quedándose de frente al profesor y sintiendo sus mejillas sonrojadas, el profesor de pociones, Reynolds Herald estaba detenido con sus brazos cruzados y una cara no muy alegre, buscaba cualquier excusa para... – 5 puntos menos para Griffindor por su culpa señora –

Susan: - Si profesor Reynolds – bajo la vista algo avergonzada cuando sus compañeros de aula, los de Slytherin largaban al aire varias carcajadas. Decididamente, ese profesor no quería a los leones pero si a las viles serpientes... por algo era jefe de esa casa llena de puros presumidos y muy arrogantes ante todo.

Lily colocó una mano en el hombro de su amiga y le dijo: - No te debes preocupar, él siempre es así – lo había dicho prácticamente en un susurro mientras el profesor se dirigía a su mesa y no los veía, lo ultimo que querían eran menos puntos. Susan asintió ante las palabras y miro con sus ojos al profesor tan fulminantemente que no cayó muerto delante de sus alumnos únicamente por pura casualidad.

-Se quieren mucho ¿no te parece?- había dicho una joven de ojos celestes seguido del asentimiento de su novio a su lado.

Remus: - Eso es cierto, encima Susan parece ser muy celosa- sonrió y su novia Carol rió a su lado pensado que Remus no tenía ni idea de lo celosa que podía llegar a ser su amiga de ojos cobrizos.

La clase empezó sin demoras cuando Herald llegó a su escritorio y se detuvo leyendo la lista de los presentes, por ahora todo estaba tranquilo y normal... sí, incluso con los puntos que le quito a la casa de los leones, eso ocurría siempre aunque casi nunca de Susan o sus amigas, casi siempre involucraba a los jóvenes Merodeadores...

Aunque el profesor también tendría sus razones para tratar así a los merodeadores debido a que siempre, o en un promedio del 90% los alumnos de su casa eran victimas de este grupo con sus geniales bromas y no era por que las serpientes no se las merecieran.

El profesor empezó con su aburrida platica, siempre era lo mismo... mezclas, comparaciones, soluciones, entre los miles y miles de apuntes que mandaba, claro sin contar con la tarea que mandaba y que algunos de los de Slytherin ni les costaba dos segundos hacer, digamos que era su materia favorita ¿por qué será?

-Bien, señor Malfoy ¿podría darme la respuesta a este planteo?- decía mostrando sobre su mesa dos frascos que contenían aparentemente dos mezclas diferentes de químicos, dos pociones que producirían dos reacciones diferentes en una persona, la pregunta es que provocarían en un mago. Por supuesto Malfoy respondería bien.

Malfoy: - La poción de la derecha se la conoce como "noche negra", una poción que cega a quien la bebe durante un lapso determinado dependiendo de la cantidad de ingredientes que se use – miro unos segundos la otra poción y sonrió con una sonrisa fría y llena de malicia, orgulloso por demostrar ser mejor que los leones, aunque así no fue durante el partido de Quidditch – y la poción de la izquierda la llama "multijugos" permite a quien sea que la beba transformarse en otra persona si obtiene de ella alguna parte, prenda en quien desea cambiar, aunque su tiempo es limitado es muy efectiva en su uso.

Reynolds sonrió, su alumno favorito resaltando nuevamente: - Muy bien señor Malfoy, tome asiento. 10 puntos para Slytherin – con esas palabras sentenció a que todos los leones miraran mal al grupo de las serpientes debido a Carol fue la primera en levantar la mano y luego totalmente ignorada.

La clase siguió, con puntos obtenidos en su mayoría por la casa de las serpientes y otros puntos menos para los leones, sin embargo hasta el profesor de pociones tuvo que cederles puntos a la casa Griffindor por las respuestas correctas de estos. La mañana apenas y pasaba lentamente, aunque todos todavía revivían las imágenes y los momentos más emocionantes del partido de Quidditch del día anterior, saludando a los miembros del equipo ganador mientras se los felicitaba y algunas veces le palmeaban la espalda.

Lily aún se preguntaba por que se abría ido James así de repente, sin decirles nada... sin avisarles... sin despedirse... por alguna razón desconocida para ella se llevó a sus labios dos de sus finos dedos posándolos sobre sus labios mientras trataba de revivir algún sentimiento o sensación.

Susan y Carol estaban hablando sin notar aquel comportamiento que había tenido su amiga debido a que solo duró unos segundos. Remus y Sirius parecían traerse algo entre manos por que cuchicheaban mucho, una nueva broma estaba en camino y de seguro tenía algo que ver con un par de serpientes de una larga y ponzoñosa lengua.

Susan: - ¿Lily estas bien?- pregunto preocupada su amiga con una de sus manos apoyada en el hombro de la joven de cabellos de fuego aún caminando hacia el aula de la siguiente materia: cuidado de criaturas mágicas. Algo bueno para variar, podrían visitar a Hagrid aunque eso solo sería lo único bueno, compartirían la clase con los de Ravenclaw. Lastima que la clase fuera muy aburrida, el profesor Trendor no era nada moderno y para el las clases eran simplemente estudio y muchos apuntes, sin embargo era entretenido siempre aprender sobre nuevas clases de animales.

Lily negó con la cabeza: - Para nada, es solo que ahora me estaba preocupando de algunas tareas. – dijo mintiendo. Carol la miro de soslayo como diciéndole que ella no se lo creía y Susan puso una cara verdaderamente preocupada y su vista decía lo mismo que la de Carol. Sin embargo no pudieron pensar nada más por que en segundos Sirius había saltado hacía las chicas cayendo entre ambas y colocando un brazo por los hombros de la pelirroja y su otro brazo por lo de la castaña, ambas lo miraron asustadas y luego enojadas.

Susan: - ¡Sirius Black, podrías ser más amable!

Sirius sonrió de esa manera tan conquistadora que solo el podía hacer y miro a ambas chicas: - Perdona linda Susan, simplemente pensé que querrían a un atractivo guardaespaldas con ustedes.

Lily: - ¿Yo no lo veo y tu Susan? – Susan rió negando con la cabeza.

Sirius: - Muy graciosa querida Lily, y yo que quería contarte algo pero ahora no sé si lo haré.

Lily estaba intrigada y preguntó: - ¿Sobre que?

Sirius sonrió complacido con la reacción que tuvo, iba todo encaminado por donde quería: - No sé, no sé si te lo diré – Antes de que las chicas pudieran responderles, el joven de ojos azul-oscuro estiro su cabeza hacia delante terminando colgado de las chicas y mirando a Carol – no te preocupes, tu guardaespaldas hará un excelente trabajo- Remus se acercó por detrás de su novia y colocó una mano sobre la cintura de ella envolviéndola en un acto de protección con ella, Carol sonrió y se dejo encaminar por su novio al aula.

Fue un corto camino pero debían siempre llegar puntuales por que el profesor era más que puntual y sobre todo estricto con esa regla, quien llegaba tarde recibía 10 puntos menos para su casa.

Abrieron la puerta y encontraron a varios chicos ya sentados sus pupitres respirando algunos entrecortadamente por haber tenido que correr y así llegar temprano, y otros hojeando o abriendo sus respectivos libros repasando la tarea que había para ese día.

El aula era bastante abierta, grande con dos ventanales a la izquierda de la entrada. En el techo se encontraban varios esqueletos de lo que fueron alguna vez animales del mundo mágico, en las paredes algunos estantes descansaban sosteniendo algunos libros que con solo mirarlos por su tamaño cansaban el espíritu y otros bien finos que podía perfectamente contener apenas tres o cuatro paginas.

Susan se sentó sola nuevamente por petición de Sirius que volvía a acotar que sus fanáticas no lo dejarían en paz y sin contar que ahora James no se encontraba su club de fans se habían unido a las de Sirius dando un total de bastante locas enamoradizas... era verdad, a un costado de Lily se habían reunido varias chicas que al verla sentada con Sirius se corrían hacía otros asientos dentro del aula.

La hora de comienzo de la clase dio inicio... pasaron 2 minutos y nada... los alumnos no notaron nada... 5 minutos y nada... los alumnos seguían charlando... 10 minutos y nada... los alumnos ahora si habían notado la ausencia del profesor, Trendor jamás se retrasaba tanto.

-¿Será que estará enfermo?- preguntó la joven de ojos cobrizos dándose la vuelta en su asiento y mirar los rostros confundidos de sus amigos.

Remus: - Es verdad, aquí hay algo preocupante, nunca se retraso tanto. – no pudieron seguir hablando, la puerta de entrada al aula se abrió lentamente como si un suspenso se quisiera crear en medio del aula en cada alumno que habían caído en la trampa. Una mujer bastante joven se podía observar detenida en el umbral con varios libros bajo su brazo derecho y un maletín en su mano izquierda sin dejar de notar su sonrisa de alegría en su rostro.

Todos quedaron bastante... ¿cómo describir la perplejidad?... ninguno supo que decir a medida que aquella mujer entraba con confianza y un aire de seguridad al aula dejando a todos únicamente siguiéndola con sus miradas. Llegó al pupitre del profesor y dejo todo ahí con algunos cuchicheos detrás de ella sin preocupación o algún signo de ello.

-¿Quién será?- se dejo escuchar en medio de toda el aula.

-¿Será un ayudante del profesor Trendor?- nadie respondió y la mujer se giró para poder observar a toda el aula atentamente, admirando unos segundos al sequito de jóvenes a su disposición. Sonrió.

-Buenos días alumnos, veo que sus rostros muestran confusión, no deben preocuparse por que seré su nueva profesora de cuidado de criaturas mágicas- otra vez sus ojos mostraban confianza y su sonrisa era algo sumamente deslumbrante de alegría. Era bastante atractiva según muchos muchachos del curso notaron, poseía unos ojos grises bien oscuros y su cabello era de una tonalidad negra con reflejos plateados como la luna... el cielo podía compararse con ella, era de una figura atractiva y se podía notar a través de su túnica de color rosada oscura pero que parecía más corta de lo común... no como debería tenerla ni una alumna y mucho menos una profesora... algo fuera de lo común. -Mi nombre es Elizabeth Luquier y seré su nueva profesora de cuidado de criaturas mágicas- miró al curso. Los murmullos no se hicieron esperar...

Sirius: - Es muy atractiva la profesora que tendremos de ahora en adelante – dijo sin apartar su mirada, pero en segundos tuvo que cerrarlos demostrando un dolor en su costado derecho, un golpe por parte de Lily Evans.

Lily susurro: - Compórtate, es una profesora.

Susan: - Gracias – dijo desde el banco de adelante. Y unas risas pequeñas provenientes del banco de atrás se dejaron escuchar.

Sirius dejo fluir una sonrisa bastante pervertida: - Aún así no deja de ser bonita y atractiva – otro golpe seco seguido por un "ouch" proveniente de Sirius Black el rompecorazones más grande de todo Hogwarts.

Remus: - Tiene razón Sirius – los dos rostros de sus amigas y el de su novia incluido ahora sentadas junto a él se giraron en segundos clavándole la mirada fijamente, una regañadoramente y dos sorprendidas - ¿qué? – preguntó ingenuamente – después de todo soy hombre.

Carol le pegó en la espalda a Sirius: - Es tu culpa – dijo acusándolo.

Sirius que estaba sonriendo en su asiento por la respuesta de su amigo lunático se quejó nuevamente: - ¿Acaso hoy es el día de péguenle a Black?

Lily: - Falta poco para hacerlo oficial – dijo sonriéndole triunfadoramente.

Elizabeth Luquier continuo sentándose en la mesa del profesor mostrando un poco más de lo debido sus piernas al alumnado: - Como sabrán, vengo a sustituir al profesor Trendor debido a que...

Sirius: - Presiento que esta materia me encantara – dijo mirándola embobadamente con uno más de sus comentarios extras.

Carol lo miró interrogantemente preguntándole para sacarse una duda: - ¿Acaso esta no era tu materia favorita? Siempre obtuviste las mejores notas en cuidado de criaturas mágicas.

Sirius: - Entonces digamos que me encantará más de lo usual.

La profesora no lo notó y siguió hablando: - él profesor ha decidido por lastima dejar de impartir sus clases, ha decidido retirarse de la labor de enseñanza. Así que fui contratada para impartirles esta materia, ojalá y me acepten. – un asentimiento general fue producido por los alumnos a medida que terminaban de sacar algunos libros para continuar con lo que habían dejado pendiente la anterior clase – No muchachos – dijo la profesora Elizabeth negando con la cabeza mientras se levantaba de la mesa – esta vez será más que aprender de libros, la práctica hace al maestro.

Los alumnos la miraron intrigados a medida que ella aplaudía y de las puertas surgía un muchacho arrastrando una carretilla llena de lo que parecían jaulas cubiertas. La profesora se acercó al muchacho, le sonrió y le indicó que dejará eso en un costado. Él chico asintió y cuando hizo la profesora le dijo: - Gracias Kevin, ahora puedes retirarte a tu clase de Adivinación, pídele disculpas a ti profesora de mi parte.

Kevin: - Esta bien profesora Luquier. – el joven desapareció pronto por una puerta.

La profesora sonrió contenta por su cometido, se acercó al frente de la clase que antes había abandonado para ayudar a traer las jaulas con la carretilla: - Bien alumnos, ahora por favor solo prepárense que les traje una sorpresa para ignagurar mi clase, espero y les guste. – sacó su varita de entre sus ropas y dijo – Wingardium Leviosa – apuntando con ella a las jaulas dentro de la carretilla y tapadas cuidadosamente con una manta de color verde oscuro. Estas levitaron hasta posarse una por una en cada pupitre, una jaula para cada alumno.

Susan miró preocupada su jaula: - ¿Qué habrá debajo de ella? – dijo apunto de levantar la manta.

Elizabeth: - No lo haga por ahora señorita... – miro la hoja detrás de ella - ¿Susan? – dijo preguntándole con aquel asentimiento si ella era esa persona a la cual llamaba. Susan asintió algo tímida – discúlpeme pero no recuerdo muy bien los nombres de todos ustedes. Ahora sí, podrán descorrer las mantas – una vez todas las jaulas estuvieron en cada pupitre.

La sorpresa fue grande y exclamaciones de admiración surgieron entre ambas casas, las jóvenes de Ravenclaw dejaron soltar varios suspiros de ternura al igual que las de Griffindor, incluida una Lily que parecía haber vuelto a la realidad.

Sirius miró su jaula y vio a la criatura sonriendo: - Recuerdo muy bien a esta criatura, fue mi mascota durante mucho tiempo cuando apenas era un niño –

Elizabeth: - Correcto señor Sirius Black ¿no? – el joven de nombre respondió con un asentimiento y una sonrisa seductora – como se habrán dado cuenta esta criatura es muy adorable y no deben temerle en lo absoluto por que es muy domestica, perfecta para una mascota. ¿Alguien me podría decir su nombre? - Lily levanto la mano - ¿sí señorita Lily?

Lily sonrió bajando la mano y dijo: - Se la conoce como Puffskein.

La profesora la miró y dibujo en sus labios una sonrisa contenta con la respuesta de su alumna: - Muy bien señorita Lily, 5 puntos para Griffindor, veo que usted si hace sus deberes. – continuó con la clase - ¿Alguien me podría dar más datos de esta criatura? – preguntó esperando que alguno de sus alumnos pudiera alzar la mano y contentas con su pregunta tan amplia, varias manos se alzaron pero la primera fue de... - ¿Sí señor Sirius? -

Sirius defendería su titulo del mejor de la clase de cuidado de criaturas mágicas: - Son muy dóciles, de una naturaleza pacifica. No le molesta que lo mimen y mucho menos que jueguen con él. Su característica es que puede alargar su lengua cuanto necesite para obtener su alimento, que varia desde sobras hasta arañas. – Otra vez Sirius Black se había lúcido en su clase predilecta.

Susan estaba sorprendida: - ¿Acaso estudias?

Remus rió: - Jamás, pero él ha tenido tantas criaturas mágicas en su vida que podía tranquilamente recibir como profesor en esta materia, todo un experto en pocas palabras.

Lily: - ¿Acaso has tenido muchas?

Sirius sonrió: - Más de las que te imaginas.

Luquier estaba sumamente asombrada: - Veo señor Sirius que le gusta mi materia, me agrada su entusiasmo, 10 puntos para Griffindor por su descripción detallada de los Puffskein. A ver si las águilas ponen más entusiasmo a mi clase por favor, sino los leones se llevarán todos los puntos– guiño un ojo diciéndoles con esa seña que era una broma, sin embargo los Ravenclaws sonrieron y pronto ya participaban de la clase con mucha información más sobre esta criatura, los puntos iban y venían sin embargo aún los leones se mantuvieron a la cabeza con una diferencia un poco grande.

La profesora sonrió: - Como puedo notar – dijo a medida que caminaba entre los pupitres observando algunas hojas escritas con tinta y pluma- han apuntado algunos datos que deberán presentar en el examen, sin embargo ahora les dejare conocer de más cerca a sus compañeros peludos. Por favor habrán la jaula y tomen a sus Puffskein y conozcan más su anatomía externa – rió a medida que se escuchaba en el aula el descorrer de varios cerrojos.

-¡Que tierno!- había dicho una chica de Ravenclaw de cabello largo, abrazando a su Puffskein mientras este ronroneaba entre sus brazos.

-¡Es muy cierto! Mira lo hermoso que es el mío- esta vez era una chica de Griffindor de cabello hasta los hombros sentada al lado de la anterior muchacha que estaban muy entusiasmadas con sus criaturas.

-El mío tiene una lengua muy larga, observa como la estira- decía un chico de cabello corto poniendo delante de él unos bocaditos de alimento que tomo de la jaula, junto con su compañero de banco y sus dos amigos de enfrene discutían quien de ellos tenía la criatura con la lengua más larga.

Susan: - No puedo creer que hayas tenido uno de estos Sirius, para mí y que lo mataste.

Sirius miro a su Puffskein refregándose contra su pecho y ronroneando suavemente, él lo tenía agarrado entre sus manos: - No seas tan mala linda Susan, ¿yo? ¿Matar un Puffskein? Jamás, encima el mío era el mejor.

Carol que tenía un Puffskein en sus manos sonrió cuando le dio de comer unos bocaditos, luego elevó su vista a la de Sirius y preguntó: - ¿Y por que el mejor?

Remus: - ¿Se los contaras? – rió a medida que el muchacho de ojos azul-oscuro decía.

Sirius: - Un día estábamos con Cornamenta cuando éramos muy pequeños, en fin... –suspiro recordando viejos tiempos- queríamos jugar un poco y como no teníamos nada para hacerlo agarramos a Tunie...

Susan: - ¿Tunie? –

Sirius la miro reprochadoramente: - ¿Tiene algo de malo el nombre de mi Puffskein?

Susan: - Nada – y estalló en risas con su criatura mágica aún en sus brazos, no parecía dar tregua con la risa.

Sirius suspiro: - Mejor sigo, bueno lo agarramos y comenzamos a tirárnoslo como pelota, digamos que luego aunque estuviera mareado no se enojaba, era muy gracioso Tunie ¿me preguntó su Cornamenta se acordara es esto?- dijo pensativo.

Remus asintió: - Yo creo que sí.

Carol: - ¿Y que pasó con él?

Sirius de pronto la miró: - Sufrió un accidente – se rió nerviosamente recordando aquel momento.

Lily: - Qué suerte que lo cuidarías.

Sirius: - Bueno, fue un accidente, todo el mundo los comete – acarició suavemente la cabeza de su Puffskein que estuvo muy contento ronroneando en el pecho del joven ojiazul-oscuro.

Lily miró a su criatura asignada, una preciosa criatura magia pensó luego de tomarlo entre sus manos y mirarlo fijamente. Sus pensamientos volaron lejos escuchando el suave ronroneo de su acompañante, después de todo nadie la estaba molestando y era relajante la peluda piel de este así que sus pensamientos en poco tiempo la envolvieron. Recordaba algo... recordaba un momento... recordaba a cierta persona sonreírle abrazándola fuertemente frente a una chimenea crispando el fuego cálido que emanaba de él, brillante y ardiente al mismo tiempo... ese abrazo, tan suave, seguro, algo indescriptible... que por desgracia no podía recordar por nada del mundo... Se maldijo la hora en que olvido aquel momento, se maldijo la hora en que olvido el nombre de aquella persona que la abrazaba.

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-Al fin- dijo cayéndose sentada en medio del sillón de la sala común de Griffindor, todo daba como resultado un ambiente muy acogedor. Suspiro pesadamente mientras con un movimiento de sus manos recogió su cabello y lo soltó como si fuera solamente para quitarse el cansancio de aquella larga mañana y tarde donde solo se la pasaron estudiando... los exámenes están a punto de alcanzarlos y precisamente el tiempo no les alcanzaban.

Carol sonrió cayéndose sentada al lado de su amiga: - Oh vamos Susan, falta poco.

Sirius que estaba parado junto al sofá frente a la chimenea donde sus amigas descansaban se estiró sin pena elevando sus brazos al techo de la sala común y luego miro a su amigo enfrente de él sonriéndole. El joven de ojos azul-oscuro meditó sus palabras y dijo: - ¿Falta mucho?

Remus negó con su cabeza: - No Canuto, amigo, solo un par de días.

Lily pasaba sus ojos de Remus a Sirius y de Sirius a Remus sin entender nada: - ¿Qué piensan hacer ahora ustedes?

Sirius y Remus negaron al unísono con sus cabezas y dijeron al mismo tiempo: - Es una sorpresa.

Susan: - Asustan cuando se lo proponen. – dijo segura de sus palabras mirando algo preocupadas a ellos.

Sirius se acercó por detrás del sofá y sonrió a medida que de sorpresa rodeaba por la espalda a Susan sus hombros, con voz muy seductora le susurro al oído: -Linda Susan... sabes que yo no te asusto, simplemente no sabes como decirle no al amor- Fue la gota que derramo el vaso, en segundos un Sirius muy apurado salía disparado por el cuadro de entrada a la sala común de los leones seguido de una Susan bastante sonrojada y gritando todo menos adjetivos bonitos al joven golpeador.

-Se quieren mucho. Dijo Carol con una sonrisa autentica, su novio se aceraba a ella y se sentaba a su lado pasando por sus hombros un brazo protector del joven de ojos dorados.

Lily sonrió: - No cabe la menor duda, Remus, ¿crees que algún día se le declare?

Remus asintió: - Claro, siempre y cuando Susan no agarre Canuto y deje por lo menos algo para que se le declare – todos rieron en el grupo disfrutando de una noche bastante agotadora, muchos de los leones habían desaparecido a sus habitaciones por que él día de hoy había sido uno que se recordaría por haberles robado toda sus energías.

Lily se acercó a una mesa que había cerca y tomó un libro de ella, sus ojos esmeraldas se posaron en su tapa para luego abrirla en una hoja marcada con un señalador: - ¿Qué harán?

Carol sonrió: - Sabemos que te quedarás leyendo, ¿pero no estas cansada?

Lily negó con su cabeza a medida que elevaba sus ojos de nuevo a sus dos amigos abrazados cómodamente en el sillón: - No te preocupes, pero necesito leer este libro para adivinación, ¿no entiendo como es posible que la profesora ya halla predecidó tres veces mi muerte...

-5 la de Sirius, 3 la mía, 1 de Susan, 13 de James- continuó contando Remus a medida que a sus dos amigas lo miraban algo dudosas y a la vez sorprendidas de lo poco acertada que podría ser una profesora incluso en su propio terreno.

Lily miró a su amiga Carol que tenía la vista clavada en algún punto detrás de ella, miró a Remus y él ya estaba parado ayudando a su novia a levantarse: - ¿Qué sucede? – preguntó dudosa a medida que ellos se giraban y le regalaban una sonrisa muy alegre o más bien eso le pareció a ella.

Remus: - No es anda querida Lily, simplemente que...

Carol: - ¡Recordamos algo! – dijo secundando a su novio y ambos tomados del brazo comenzaron a caminar hacía las escaleras de sus respectivos pisos, sin embargo la joven rubio se giro y dijo – por favor amor.

Remus asintió aún bajo la intrigada mirada de la joven de cabellos de fuego, sonrió a esta ultima con una de esas sonrisas tan ganadoras, como si algo que él esperase se estuviera por cumplir: - Muy bien alumnos, es hora de ir a dormir – dijo aplaudiendo para llamar la atención de los pocos que quedaban, Lily se estaba parado algo intrigada, ¿para qué querrían que se fueran todos?. Continuo su camino quedando detenida detrás de un grupo de chicas que subían al piso de las mujeres leonas y escuchó decir...

-No puedo creer que vuelvan a hacer esto-

-No te quejes, de seguro tendrán una muy buena razón-

Una de las chicas sonrió: - ¿No vieron quien acaba de llegar? – dijo señalando hacía el cuadro de la dama gorda. Lily se giró para ver pero no pudo más que se estirada por su amiga Carol que sonreía como si hubiera recibido un pastel de cumpleaños o una escoba nueva.

-Tú te quedas aquí- dijo decidida a medida que la sentaba de un solo movimiento en el sofá donde antes ella estaba, la chimenea a su derecha, el cuadro de la dama gorda detrás y enfrente las escaleras para ir a las habitaciones.

Lily: - ¿Pero Carol, qué sucede? – no pudo seguir por que sus dos amigos se terminaban dando un beso fugaz y desapareciendo cada uno por sus respectivas escaleras... hombres y mujeres...

De pronto detrás de ella escuchó unos pasos pero no pudo girarse por que un abrazo la envolvió desde atrás capturando su cuerpo e impidiendo que ni siquiera se moviera, sus cabellos volaron hacía adelante y una mejilla se unió con la de ella, dos rostros se mezclaban.

Lily no se movió de su lugar, se quedó paralizada recordando que esa mañana un pensamiento fugaz surcó su mente y se parecía tanto a esta sensación, que luchó por no pensar que esto volvía a ser simplemente un recuerdo juguetón en su cabeza.

La respiración se filtraba congelando su cuello a medida que una voz familiar para ella le susurraba: - prefiero que esto quede así-

Lily no reacciono y se aparto de un rápido movimiento de los brazos tan protectores que la sujetaban, su respiración se hizo entrecortada... por el susto y por supuesto por el movimiento tan rápido, sin dejar de lado la sorpresa... ¿desde cuándo James Potter la trataba como en sus mejores sueños?... no supo responder, y la voz de él dijo: - Buenas noches Lily.

Lily sonrió algo todavía asombrada: - Buenas noches James – Él joven de ojos azul-claro saltó sobre el sillón sentándose en él con un movimiento ágil gracias a los largos entrenamientos de Quidditch y miró de arriba abajo a Lily - ¿Sucede algo malo?

James negó con su cabeza: - Para nada Lily – dijo sin apartar sus ojos del cuerpo llamado Lily Evans.

Lily se sonrojó: - ¿Entonces por que me miras así? Me pones nerviosa.- dijo dándose la vuelta y dejando que James, el buscador y chico más solicitado de todo Hogwarts observara su espalda únicamente.

No pudo pensar nada más... de nuevo los brazos del buscador la atraparon rodeándola desde atrás atando su cintura con sus brazos tan masculinos, su cabeza durmió unos instantes en el hombro de ella.

-¿Te gusta?- preguntó siempre con ese tono insolente y con un dejo de que él sabía todo. Lily se enojó...

-¿Puedo preguntar por que insinúas tanto que me gusta? Ni siquiera sabes lo que siento JAMES POTTER- dijo enojada apretando sus puños fuertemente.

James ni se inmutó, descendió sus manos hasta las manos de ella y las tomó cerrándolas alrededor de estas. Lily no supo que paso y cayó en el encanto y la tranquilidad que le brindaba James, poco a poco ablando sus puños y con ellos James los atrapo.

Lily susurró algo triste... ¿por qué él jugaba con ella, no sabía lo que sentía y la estaba matando con cada roce de su piel... ¿acaso James sabía lo sentía por él?... un pensamiento que la alarmó enormemente. La joven de ojos esmeraldas susurró a su acompañante frente a la chimenea: - ¿Por qué me haces esto James? – dolió nombrarlo, dolía amarlo con locura, pero peor era amarlo y no ser correspondida.

James susurró en su oído: - ¿Acaso te es molesto? – sonrió al ver como Lily tesaba su cuerpo, sus manos, él podía sentirlo.

Lily: - No quiero que me hagas sufrir –

James: - Yo sufro más. – dijo cortante.

Lily cerró sus ojos, sufría al sentirlo tan cerca y darle la esperanza de que ella alguna vez podría corresponderle. Ella lo amaba desde hace mucho, primero fueron enemigos, luego amigos, luego se convirtieron en mejor amigos... ¿qué les impedía ser algo más?... él era James Potter, un rompecorazones... y eso ella no podía soportarlo, verlo rodeado de tantas chicas todas alabando su ser. Lily dijo ahora más decidida: - ¿No veo en que pueda sufrir el famoso James Potter?

James sonrió, lo golpeaba de la misma forma que anoche: - sufro al no poder decirte que te amo – Lily Evans quedó paralizada en sus brazos y se giro de golpe quedando en el aire sus cabellos rojos cuando sus labios fueron apresados por los de él... la chimenea crispaba la leña produciendo un juego de luces con las llamas dentro de aquella sala donde solo quedaban los cuerpos de James y Lily, dos alumnos y magos de la escuela de Hogwarts.

Aún sus labios estaban unidos hasta que Lily sintió lo mismo que aquella vez... su recuerdo poco a poco se volvía realidad, recordaba tan agudamente en su mente los recuerdos de ese beso... ¡con el mismo JAMES POTTER!, Su cerebro golpeó con aquel comentario su atención, ayer... esa misma noche... en esa sala... ella y él se habían estado besando.

Sé separon, pero aún así sus rostros podían sentir rozar la cálida respiración de su compañero.

James: - ¿Aún dudas que te amo? –

Lily negó con la cabeza: - ¿Por qué haces esto?...

James colocó una mano sobre la mejilla izquierda de ella mientras susurraba: - Por que te amo... ¿por qué no puedes creerme Lily?

Lily volvió a negar con la cabeza: - Es imposible.

James sonrió con aquélla sonrisa tan seductora y madura que tenía, por algo las jóvenes de la escuela de magia morían por él, este joven de ojos azul-claro era sin pensarlo dos veces un chico atractivo pero también... tenías cerebro, inteligencia, astucia, era divertido, simpático, dulce y otras tantas cualidades que cualquiera buscaría en un hombre. Él joven cazador dijo suavemente: - Te amo... y no quiero jugar contigo... sé que tu sientes lo mismo por mí.

Lily con una voz osada le dijo: - ¿Y quien te hace pensar eso Ja...? – antes de que pudiera seguir de nuevo los labios de este chico que ahora la tenía abrazando besaron los de ella, con una tranquilidad y a la vez pasión no característica de él... por primera vez James Potter sentía mariposas en el estómago por que la chica a la que amaba la estaba besando... no le importaba que ella no le estuviera correspondiendo... pero hasta que Lily Evans no le dijera que se corriera él no movería un músculo.

Los minutos pasaron y solo el sonido de la leña siendo consumida por el fuego se escuchaba en toda la sala común de los leones, bañada en dorados y rojos.

Lily quedó sorprendida, sin embargo cerró sus ojos y al poco tiempo se dejó llevar por el beso, por aquella unión entre ambos que conocían los sentimientos del otro.

De un momento la joven de ojos esmeraldas recordó todo lo que había pasado la noche anterior en ese mismo lugar en que estaban: la sala común de Griffindor, dorado y rojo se debatían en una lucha de quien resaltaba más. Elevó sus manos al cuello de James envolviéndolo para disfrutar más del beso, de su segundo beso con aquel joven al que amaba... eso lo sabía claramente. James sonrió ante ese acto y rodeó más protectoramente la cintura de ella, dejándose llevar... intoxicándose con el aroma tan dulce de Lily... un momento que siempre recordarían.

Se separaron pero a escasos centímetros de sus rostros, sintiendo la calidez de la mirada de los ojos de su compañero en sus ojos, una línea visual los atrapaba: - ¿Quieres... quieres Lily... ser... – maldecía el hechizo que le había lanzado Lily para ser totalmente débil a sus ojos – quieres Lily ser... mi novia? – preguntó dudoso a medida que Lily abría los ojos sorprendida – nunca voy a dejarte de amar, jamás – finalizó observando el rostro de la persona que amaba sonreírle con una de sus más hermosas y tiernas sonrisas, su rostro se movió afirmativamente y él no espero por una siguiente respuesta... simplemente volvió a besarla.

Ya todo estaba dicho, se amaban y bajo la mirada del fuego y la luz luna que se filtraba por las ventanas cubriéndolos con su manto plateado haciendo de aquello el ambiente más romántico que se pudiera imaginar. ¿Cómo seguía esta historia?... fácil, ellos dos acaban de confesarse un sentimiento tan puro como era el amor... ¿se necesita decir más?...

-Muy bien Cornamenta- dijo en voz baja para que la pareja en la sala común no lo escuchasen, sin embargo sintió que por detrás de él se escabullía una joven muy familiar para él justo cuando la estatua del piso de hombres volvía a su correspondiente lugar. Sonrió contento por esa acción que había tomado su novia. Se giró y ahí la encontró, de pie junto a la estatua mirándolo fijamente y regalándole una de esas miradas del cielo llenas de amor para él.

Carol: - El pasaje secreto funciona muy bien- dijo liberando una risa suave.

Remus: - Te amo – solamente dijo aquella frase llena de amor para su novia hechicera.

Carol susurró: - Te amo mucho Remus Lupin- y se acercó hasta él, lo amaba con locura... siempre lo había visto tan guapo, tan inteligente y tan gracioso... un chico que valía luchar por él hasta él ultimo momento... ahora la estaba envolviendo en un abrazo muy fuerte, lleno de pasión... ya llevaban un buen tiempo de novios, diciéndose cuanto se amaban, pasando momentos inolvidables que por parte de ninguno de ellos dos olvidaría jamás... susurro algo al oído de la joven rubia produciéndole unas pequeñas cosquillas en su cuello, con su mano libre Remus la colocó en la mejilla de su novia y atrajo su rostro hasta el de él, le obsequio un beso... uno muy especial que sería no él inicio pero si la continuación de muchos más...

-¡Qué linda pareja hacen!- dijo una joven de cabello cobrizo sonriendo de detrás de la entrada a la sala común de Griffindor, detrás de la dama gorda que sin duda estaba un poco agotada por su sueño.

-¡Así se hace James!- gritó un joven bastante atractivo de ojos azul-oscuro y un poco largo su cabello.

-shhhh- le aconsejó o más bien le ordenó Susan a medida que ponía una de sus manos sobre la boca de Sirius para que de una buena vez callara.

-¡Oye!- se quejó el ojiazul-oscuro cuando por fin logró soltarse de la chica que aún miraba algo enternecida con la escena dentro de la sala. Respiro un poco - ¿Qué pensabas hacer? ¿Matarme? – se quejó a lo que Susan giro su rostro mirándolo con sus ojos fijos clavados en los de él.

Susan: - ¿No sería mala idea Sirius? – decididamente no le importaría según su tono de voz.

Sirius con una de sus más sexys miradas, su porte más atractiva que tenía se acercó a Susan y le dijo: - ¿Y por qué no tomamos el ejemplo de James y Lily? – dijo acercándose cada vez más a Susan, esta sonrió seductoramente y se acercó al joven ojiazul-oscuro que parecía sorprendido.

Susan: - ¿Qué quieres hacer encanto? – decía colocando una de sus manos en el pecho de Sirius y haciendo circulitos sensualmente. Sirius no podía articular palabra, ¿Qué estaba haciendo Susan?. No pudo decir más y mucho menos pensar, un golpe seco resonó en su cabeza. Esta vez la joven de cabellos cobrizos le había dado un tremendo golpe en su cabeza – Te lo tienes merecido Sirius Black, acosar así a jovencitas indefensas como yo – Se giró y continuó viendo por el cuadro.

Sirius susurró robándose mientras tanto su cabeza algo adolorida: - Bruja... – dijo muy bajo, sin embargo sonrió – Aún sigue mi propuesta linda Susan – se acercó a ella y le escucho decir algo como "... no tienes remedio..." pero no le importo, y de paso comenzó también a espiar a su mejor amigo quien había dado un paso muy grande... descubrir que ama plenamente a una joven.

¿FIN? ^_^

NOTAS DE LA LOKA DE LA AUTORA XD:

¡Hi a todos! ¿Cómo están? Espero que muuuy bien, lamento mucho la tardanza pero como se habrán dado cuenta he tenido diferentes razones para no actualizar, por ejemplo: CERO DE INSPIRACIÓN -.- si, frustraciones de esta autora que decididamente si no le gusta como quedó el fic dice "a la basura" ^^UUU jejeje que quieren que haga, eliminé creo que de este chap. Como 2 anteriores escritos por que no me convencían. ¿Quedaron conformes con este chap.? Fue pedido de muchos, luego les daré las gracias ^^

Volviendo a la nuestro otra de las razones por las que no actualice fue por: ¡EXAMENES! Sio, muchos exámenes por todos lados @_@ me mareé de solo tener que ver que me esperaba para esta semana, la semana pasada, la anterior semana, y para la semana próxima ¬¬

Venta:

-PROFESORES EMOCIONADOS, BARATOS Y SOBRE TODO SE PAGA EL ENVIO- XD jajaja

-COMPAÑEROS MOLESTOS- XD jajaja

Compra:

-TODO LO QUE TENGA QUE VER CON TIEMPO, ANIME, CHICOS GUAPOS- XD jajaja

-PROFESOES AMABLES, SIMPATICOS Y GUAPOS- XD jajaja

^^ Bueno esas fueron las razones por las que anteriormente no subí mi fic pero que quieren que haga _ ¡yo sin inspiración no escribo! -.-U cuestión de ética de escritora.

Si se preguntan como es que pude escribirles este chap. Es que me enferme -.- sio, me enferme de gripe y tuve fiebre y recién hasta 5 minutos me bajo... ^^U digamos que me escape de la cama a escribir para todos aquellos que querían una continuación.

Cambiando de tema nuevamente ^^ espero que me piensen dejar muchos r/r por que los esperare contentísima y aparte me alegraran muchísimo diciendo que este chap. Valió la pena ser leído ¿no es cierto? ¬¬ oye... tu que no piensas dejar r/r T.T déjame uno please... ¿qué te cuesta? ^^ Nada de nada.

Ahora sí! ^^ me voy y les mando muchos saludos a todos ustedes que leen mis fics y agradezco sinceramente a estas personas tan generosas que se han tomado tan solo unos minutos de su tiempo dorado para dejarme un r/r que me puso muy contenta y me animo a continuar, aquí están los valientes y generosos lectores... ¡UN APLAUSO PARA ELLOS! :

Carlita_Heart / Yuen / Marina_de_Potter / Carolina y Melisa / Damaris / K-ta / diana / Klaudi^Wri

Muchas gracias a todos ^_^ ustedes por hacerme feliz con sus r/r. Nos veremos en otro ff si ustedes lo quiere. Saludos y me voy llendo a mi estudios de ingles XD jajaja.

Ate.

Light Angel / Angel-de-Luz

subiendose a su escoba saeta de fuego

p.d: Tenmgo una idea para una continuación, ¿la escribo?^_^