TABÚ

Escrito por Subaru Shojo (story id: 1302292)

Traducido por Natalia (anna-chan)

Capítulo 3: Rosas.

¿Cuánto tiempo ha pasado? Años, décadas, casi no lo podía decir. Lo que más le importaba era la cómoda vista que tenía al estar sentada en la ventana de su cuarto.

Había una suave brisa en una noche de verano que era iluminada por los suaves rayos de la luz de luna. Apoyó su cabeza contra la ventana sintiendo su ser cansado.

La chica Kouyama estaba cansada de nada, de sentir nada hacia nadie y sentirse vacía. Eso es lo que su promesa le trajo, un vacío imposible de llenar.

Y lentamente la estaba matando pero al mismo tiempo protegiéndola de 'él'.

"Ho-re-ru…" incluso cuando lograba decirlo en un suave susurro hacia ella no era nada mas que palabras perdidas en el viento. Sus manos automáticamente comenzaron a acariciar las hojas de los canteros de rosas que habían comenzado a crecer desde el día que ella había llegado a la casa.

Sus pestañas lentamente se cerraron mientras sentía uno de los pétalos correr entre sus dedos, había deshojado toda la flor en pétalos, cuerpos muertos cayendo al suelo.

Miró su mano y vio un único pétalo sobre su palma y con una mescal de líquido carmín fluyendo de él. La joven itako fue encantada amablemente mientras el pétalo flotaba en el líquido escarlata.

Volvió a mirar al cantero de rosas, las espinas estaban goteando ese líquido también. Una risa ahogada se estaba formando agradablemente dentro de su pecho; había agarrado la rosa tan fuerte que sus espinas habían penetrado su piel.

La adolescente itako tomó el pétalo y lo dejó caer por la ventana para unírsele a sus iguales, y luego sus ojos negros regresaron a las manchas rojas en su mano. Se levantó y salió de su cuarto con su herida mano ya cerrada en un puño.

~°~

"¡Yoh-kun! ¡Anna ya no te está mirando! ¡Tomate un descanso!" el enano miró hacia la ventana que su dueña ya había abandonado.

"Iie, Manta-kun. Los fantasmas le contaran y su castigo serán otras dos mil katas." Trató mucho en sonreír, sus piernas no lo estaban ayudando mucho con su entrenamiento.

"Era extraño; ¡nunca te estuvo mirando! ¡Deberías abandonar cuando ella no está prestando atención!" Gritó mirando como las piernas de su amigo no aguantaría mucho más.

"Oh, si lo está." Dijo solemnemente sonriendo genuinamente. Manta suspiró y miró a los dos haraganes durmiendo bajo un árbol. El chico de Ainu estaba ahora dejando un camino de baba sobre el hombre con el peinado de un pepino a su lado, ambos estaban roncando fuertemente.

"¿Te ayudo a llevarlos a la cama?" Manta se ofreció al ver que Yoh también se estaba quedando dormido.

"Iie, déjalos ahí, se espantaran ellos mismos con sus propios ronquidos. He he" se rió mientras miraba la tierna pareja roncar casi rítmicamente.

"Bueno, estoy un poco cansado así que me voy yendo. ¿Quieres que te ayude a limpiar este lío antes?" Manta miró todo el polvo que se había expandido sobre el pasto.

"Iie, ¡Shinpai shinai de kudasai!" Dijo agarrando una escoba y una bolsa de patatas para limpiar todo el desastre de su entrenamiento. Su pequeño amigo asintió con la cabeza y se retiró de la casa de su amigo deseando llegar a su preciada casa.

Mientras seguía barriendo los restos de su muñeco enemigo, encontró algo rojo bajo el cantero de las rosas. Era raro encontrar algunos pétalos cuando había hecho la jardinería en la mañana.

Se sentó de cuclillas hacienda una rigurosa inspección de algunas piezas más rojas que otras. Tomó una y la puso en su palma, su ceño se frunció al ver que algunas partes del pétalo estaban más oscuras que otras.

Acercó el pedazo a su nariz mientras sus sentidos podían notar la suave fragancia a rosas pero había otro aroma, abrió sus ojos al darse cuenta que era sangre seca.

Guardó el pétalo en su bolsillo hasta que terminó de limpiar. Cuando acabó, colocó la escoba al lado del almacenamiento de jardinería y apoyó una frazada sobre las 'bellas' durmientes.

Haraganamente subió las escaleras sintiendo su cuerpo aún más pesado de lo acostumbrado. Talvez si durmiera sobre las escaleras a nadie le importaría.

Mientras el adolescente shaman comenzaba a sentirse cómodo en las escaleras, recordó el pétalo que tenía en su bolsillo. Gruñendo por dentro gateó hasta entrar al cuarto de la itako.

'¡Perfecto! ¡Está durmiendo!' Podía saberlo al notar su calmado ki y por la manera en que las rosas llenaban el lugar con su fragancia hipnotizándola hacia un dulce sueño.

Gateó silenciosamente hacia la ventana donde el homicidio se llevó a cabo. Vio restos de pétalos tirados 'flojamente' sobre el marco de la ventana. Sus ojos bajaron casi lamentándose lo ocurrido, se colocó en una cómoda posición donde su pera se apoyaba sobre sus brazos cruzados.

"No deberías haber hecho eso. Planté esas semillas cuando llegué a esta casa porque Otou-san me dijo que Ha-ha amaba las flores, especialmente las rosas. No sabía que las odiabas." La actitud calmada de Yoh cubría todos sus gestos, aún había una rosa parada orgullosamente iluminada por los rayos e la luna.

"Me estaba empezando a preocupar al no ver ningún brote. Pero aún seguía regando las semillas hasta que llegaste y decidí que este sería tu cuarto. Esa noche hubo muchos brotes y capullos…" Su cara estaba casi Escondido en sus brazos, estiró uno y comenzó a tocar una hoja.

"Desde aquel día, empezaron a crecer mágicamente y a veces sentía que las odiaba." Sus ojos ahora estaban enfocados en las venas de la hoja.

"Hai, yo Asakura Yoh odiaba algo. ¿Naze? Bueno, a veces creía que las rosas eran muy pretenciosas, siempre sofocando las plantas de al lado, las rosas habían desarrollado GRANDES espinas. Estaba aterrado…" Sus dedos recorrieron la hoja hasta una de las espinas adornando la hermosa planta.

"Pero creía que esas espinas eran para protegerse ellas mismas de robos hacia su belleza y fuerza, para protegerse de mi…" sus últimas palabras se deslizaron silenciosamente como un murmullo.

"Se estaban protegiendo de mi, de todas las personas… y yo las respetaba…" su cabeza se movió hacia un lado, su largo flequillo cayendo para apoyarse sobre su mejilla.

"Nunca las toque, sin siquiera me les acerqué porque tenía miedo de romperlas o lastimarlas… las dejé ser…" su mano dejó la flor mientras se dirigía hacia la otra, la otra que ya estaba destruida y manchada con la sangre de su prometida.

"Además sin saberlo, estaba empezando a entender todo lo que ellas pensaban y estaba bien con ello. Podía vivir con ello. Hasta ahora…" su dedo índice acarició tiernamente la hoja manchada haciéndola mover suavemente sobre su mano.

Sonrió.

"Que estúpido de mi parte imaginar que tanto ahora como antes ellas quisieran tocarme tan fatalmente como yo a ellas." Le estaba sonriendo de oreja a oreja a la rosa.

"Aa, es relajante cuando por lo menos puedo tocarlas algo." Cerró sus ojos dando un suspiro y se sentó dándole la espalda a la ventana.

"Pero yo…" Lentamente abrió sus ojos y miró a Anna, Yoh comenzó a gatear hacia ella.

"Nunca te dejaré dañar mis rosas…" Finalmente llegó a ella y se apoyó cerca de su oreja y tranquilamente inhaló su aroma, una mescal de rosas con aire fresco.

"Porque las amo…" murmuró gentilmente mientras cerraba sus ojos casi besando su lóbulo.

De repente abrió sus ojos, sintiendo un cambio en el ki. Sus ojos cálidos negros se cruzaron con unos negros de hielo.

"¡A-a-anna! ¡Go-gomen nasai! Sólo estaba… ¡Eto!" Titubeó como una anciana con miedo a un ratón. Comenzó a arrastrarse hacia la pared más cercana con sus ojos bien abiertos y en blanco.

La itako se sentó, su flequillo bloqueando la vista de su rostro. Sus manos estaban apretando fuertemente las cobijas y una de ellas estaba envuelta en vendajes. Su mano lentamente se dirigió hacia Yoh mientras este comenzaba a sudar en frío.

"¿Naze?" Era más una pregunta que una afirmación. Yoh parpadeó en confusión al no recibir ningún mega-golpe-itako. Y luego bajó su mirada hacia el suelo.

"¿Lo escuchaste todo?" comenzó a reír nerviosamente. Su flequillo se posó sobre sus mejillas dejando a la vista sus ojos. No era fríos, eran cálidos y con ese marco que sintió a su corazón hundirse.

"Na-ze." Sus labios estaban casi temblando y sus palabras no eran una orden sino una plegaría. Los ojos de Yoh se agrandaron, jamás la había visto de esa manera.

"No se por qué… es extraño… No dejaré… no dejaré que… lastimes… MIS rosas…" No podía pensar en otra explicación, estaba tartamudeando y no podía pensar bien ¡mierda!

Anna se escondió nuevamente en su cortina de pelo dorado sonriendo para sí misma al oír las palabras que el chico había recién dicho.

"Kesou…" murmuró tan suavemente que Yoh no lo pudo escuchar. Tengo que agradecerle a alguien o a algo.' Pensó casi feliz.

"¿Nani?" Yoh inquirió sintiendo que en cualquier momento saldría volando por la ventana. Sonrió nerviosamente mientras trataba de salir de su habitación.

"Sabes qué…" El intento de Yoh de escapar se detuvo al escucharla. Sonrió a medias y asintió con la cabeza para que ella continuara.

"Tienes un serio problema con el 'hablar' con objetos…" Su fría actitud regresó mientras sus labios se afinaban.

Yoh se congeló. '¿Me vio hablar con Patito y las naranjas?' su mente gritó.

"¡Gomen ne!" Se rió rascándose la parte de atrás de su cabeza.

"¿Tienes algo más que decirle a tus amadas flores?" Su ceja se arqueó en pregunta. Yoh negó con la cabeza sonriendo de cachete a cachete.

"Entonces sal de aquí y déjame dormir." Se acostó y se cubrió con las sábanas.

Yoh salió de la habitación, con todo lo que pasó; no estaba con ánimos de dormir. Se acostó y sonrió ante la imagen que hizo la fría itako cuando sonrió detrás de sus pelos dorados.

~°~

Por el otro lado, la itako tampoco podía dormir. Su atención estaba posada sobre la rosa que estaba parada en alto adornando su cuarto. Sonrió nuevamente sintiendo que un peso caía de encima de sus hombros.

Profundamente sintió que algo se rompía debajo de su oscura alma.

Y talvez, sólo talvez… algunas promesas se hacía para romperse.

EL FIN

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Notas de la Traductora:

Y acá está el último capítulo de este hermoso fic. Me hubiese gustado que continuase pero no es mío y yo no tengo poder sobre la autora... ni sobre nadie, es una triste realidad...

Can: ¡A mi me pasa lo mismo! Tengo ganas de abrazar a un chibi Yoh, pero no lo consigo ¡_¡

Hidrazaina: No te preocupes, yo antes escribía en forma de telegrama y me vivía quejando... y la gente se quejaba también porque era muy mala con mi dicción... Luego me puse a leer y a escribir y lo superé ^^ Claro que igual mi familia se sigue quejando... ¡Desagradecidos!

Bratty: Creo que es la primera vez que nos escribimos sin estar bajo amenaza; ¡esto hay que celebrarlo! Por cierto a mi Marco no me gusta, sea pedofilo o no. No se, creo que los morochos me gustan más que los rubios, y Lyserg es otro que tampoco me cae. Talvez sea porque se unió a los idiotas y ególatras de los X-laws o por que es demasiado bonito para ser hombre (mis explicaciones son menos explicativas de lo que deberían ser en el rango explicativo ^^U) Bueno, muchas gracias por el apoyo y para la próxima voy a hacer un YohxAnna, sólo estoy esperando la inspiración, y que pasé el parcial de álgebra...

Selene: Me alegra que te haya gustado el fic, después de todo ese era el propósito de la traducción ^^

Ahora voy a contestar los reviews de Lo de Adentro.

Hidrazaina: Gracias, y lo de mi imaginación es algo que también a mi me sorprende.

Anna Asakura: Pues ahora conoces la historia del White Day. No sólo di romanticismo sino también di información, para la próxima voy a hacer noticieros o documentales...

AnnaK: ¡Muchas gracias! Hiciste que me sonrojara, por cierto hace bastante que no te veo por el msn.

Ale-chan: ¡Muchas gracias por los reviews! No sólo el de este, sino el de los anteriores también. Y respecto a Hao-kun, no sos la única que cree que es hermoso...

Dark Shaman: ¡Muchas gracias por los chocolates! Me estaba faltando algo dulce en mi vida. Nos vemos por el mail.

Melody: Pues a mi tu chiste me gusto. Te puedo asegurar que eres mejor que Chocolove... aunque eso no es mucho consuelo...

Bratty: A ti te leo y contesto todos los días. Ya es rutina. No se que ponerte ahora, pues arriba ya te contesté. Creo que estoy escribiendo para llenar espacio ^^U

Bueno, ahora si dejo de torturarlos con mis tontas contestaciones. ¡Ahí se ven!