Notas de autor: ¡Waaaaaai!! En serio, no esperaba que esta pareja despertara tantas pasiones, ni que mi historia os gustara tanto, así que debo agradeceros vuestro gran interés y todos los reviews que me estáis dejando, me han animado muchísimo. No puedo prometer que seré muy rápida publicando más capítulos, puesto que las ideas tardan bastante en madurar en mi mente, ¡y quiero seguir estando a la altura! Pero sin duda continuaré la historia, así que estad atentos. ¡Muchos besos a todos!
Disclaimer: SË que los personajes no son míos, pero me divierto con ellos un poco y no gano nada. Así que ¿qué hay de malo en ello?
Nota: No apto para menores ni anti-slash, por favor pekes leed fics de rating G, por vuestra' muelaaaaas. Creo que *todos* los capítulos son y serán fuertes.
AMA A TU ENEMIGO, TEME A TU AMANTE
CAP.5: JEALOUSY
(Flashback de Lucius)
-Ella es mi prometida-le dije, sin alterarme lo más mínimo, y esperé a ver el efecto que estas palabras producían en él.
Snape frunció el ceño un momento; por su expresión, parecía estar pensando muy rápidamente en una reacción, y al final trató de quitarme de encima suyo de un empujón. Sin embargo, su voz sonó serena y carente de emoción al responderme.
-Entonces vete con ella.
-¿No piensas preguntarme?-inquirí, algo indignado.
-¿Para qué? ¿Acaso vas a responderme?
Asentí y le sonreí brevemente. En realidad yo no sentía absolutamente nada por esa muchacha, pero mi familia, según la tradición, tenía que asegurar su supervivencia a través de los tiempos, y para ello, desde hacía siglos, existían los contratos de matrimonio. Mi madre se encargó de elegir a mi futura esposa por mí, y yo, como planeaba seguir viviendo mi vida por más prometido que estuviera, acepté. Narcissa parecía llevarlo peor.
-Tengo que casarme con ella, simplemente. No es nada personal, ni me gusta demasiado.
Ella tampoco colaboraba mucho…hasta ayer.
-¿Me estás diciendo que el matrimonio es una imposición?
-Prefiero llamarlo un deber para con mi linaje-dije volviendo a tomar posiciones estratégicas a su lado.
-Pero no la quieres.
-¿Quererla? Para nada. No se puede negar que es la chica más guapa de Slytherin, pero yo tampoco merezco menos, sobre todo teniendo en cuenta que deberá acompañarme a reuniones sociales. Tiene que ser inteligente y hermosa.
(Pausa en f-b de Lucius)
**
(Flashback de Snape)
Al principio me sentí muy enfadado, pero luego el disgusto dio paso a otra emoción que nunca había sentido con tanta intensidad: los celos. Subían por mi estómago hasta mi corazón y dejaban su efecto en mi cabeza, donde extrañas ideas comenzaban a tomar forma. Si esa chica era su prometida, tendría que estar con ella, o al menos aparentarlo.
-Y ayer fuiste a visitarla-dije, y no era una pregunta sino un profundo convencimiento.
-Un ratito-me respondió, mirando súbitamente a las cortinas.-El tiempo de hacer que se entregara a mí. Sabes que puedo ser muy persuasivo.
Claro que lo sabía. Y si no, ¿por qué mi cuerpo empezaba a palpitar como tantas otras veces? La idea de Lucius junto a otra persona ya me había asaltado anteriormente, y esa noche me golpeó de lleno, por eso en mi interior comenzó a nacer un pequeño deseo de venganza. Y al mismo tiempo, ansiaba disfrutar cada minuto que pudiera pasar con él. Esa noche no tenía ganas de lucha, dejé que trepara por mi espalda sin oponerle resistencia. Hundí la cabeza en la almohada y me pregunté por qué dejaba que Lucius siguiera pensando que estaría allí para él cada vez que le diera por visitarme a mí en vez de a sus otros amantes.
* * *
Abrí un poco los ojos a partir de entonces. Aunque no tenía forma de saber lo que hacía o dejaba de hacer en clase, le observé durante las comidas y en sala común. Narcissa no parecía reacia a su compañía, pero tampoco se mostraba encantada cada vez que Lucius se sentaba junto a ella. Era un buen actor desempeñando su papel, pero ¿y si había más que eso? ¿Y si la muchacha terminaba por gustarle?
Al mismo tiempo, me di cuenta del comportamiento extraño de mi compañera de clase Sheila Heller. A mí las niñas me daban absolutamente igual, me parecían sosas; en circunstancias normales se mantenían a distancia de mí (supongo que deberían notarlo), pero esa en concreto empezó a hacer cosas bastante raras que en un principio yo no supe interpretar como signos de nada. De vez en cuando, mientras estaba sentada con sus amigas en la sala común, levantaba la cabeza durante breves segundos y me miraba sonriendo un poco. Guiñaba ambos ojos como si se le hubiera metido una mota dentro, y raramente me hablaba. Cuando lo hacía, me preguntaba por los deberes o las clases y yo no le daba mayor importancia, pero un pronto me di cuenta de qué iba todo el asunto.
-Er…Snape, disculpa. ¿A ti…a ti se te dan muy bien las pociones, verdad?-me dijo un día después de almorzar.
-Bastante-le respondí.
-Es que me preguntaba si podrías echarme una mano con…con la poción de cambio de sustancias, porque no…em…le acabo de coger el tranquillo.
Mientras hablaba no dejaba de enredar sus dedos en uno de sus mechones de pelo largo castaño, y parecía bastante alterada. Yo no tenía motivo para negarme así que no lo hice. Total, nadie me pedía ayuda nunca.
-Bueno, como quieras.
-¿De verdad que no te importa?-su cara brilló de entusiasmo.
-No, no voy mal de tiempo últimamente. Después de las clases de la tarde tengo un permiso especial para estar en la mazmorra de Pociones, así que puedes venir si quieres.
-Iré sin falta, gracias. Hasta luego, entonces.
Mostraba demasiado entusiasmo ante la perspectiva de aprender una poción, pensé torpemente. Tal y como le había dicho, la esperé en el aula, y a los pocos minutos entró llevando el libro en la mano. Su cara estaba más roja de lo habitual. Empezamos a trabajar sin demora, no parecía tonta pero le costaba manejar algunos ingredientes; su fuerte eran las transformaciones, me dijo. Yo no solía ser muy paciente pero me esforcé en hacer una excepción y al final acabamos de preparar la dichosa bebida.
-Ya está. ¿Lo has entendido todo?-le pregunté, empezando a recoger.
-Sí, muchas…muchas gracias, er…
-¿Te pasa algo?
-Supongo que no querrás…-se puso aún más colorada-quedar conmigo en otra ocasión, pero…er…fu…fuera de clase, digo.
Así que era eso, pensé. Yo llevaba toda la tarde explicándole pociones y lo que ella intentaba era pedirme una cita. Rápidamente pensé en Lucius, en su cuasi-divina perfección, que había calado muy hondo en mí, y luego miré a la chica, que ahora se estaba mordiendo el labio, como arrepintiéndose de lo que había dicho. No se comportaba como una Slytherin, reflexioné. Parecía tremendamente insegura.
-No…no sé-le dije, un poco cortado.
-Respóndeme cu…cuando quieras.
Asentí. Lo más normal hubiera sido decirle que no, pero tuve un presentimiento. No debía cerrarme esa puerta. Salimos juntos del aula y nos encaminamos hacia la sala común, pues se hacía tarde. Poco antes de llegar, nos encontramos con Lucius, que iba en dirección opuesta pero se detuvo al vernos. Sus ojos parecían echar chispas cuando se encontraron con los míos, pero no dijo nada. Entonces pensé que tal vez…
(Pausa en el f-b de Snape)
**
(Flashback de Lucius)
Sheila Heller. Me había dado cuenta de cómo miraba a Severus en la sala común, pero no pensé que la cosa pudiera llegar a mayores. Cuando los vi andar juntos por el pasillo a deshoras, me invadieron las sospechas. ¿De dónde venían? ¿Por qué Snape estaba algo rojo? Sentí rabia en mi interior, ¿acaso estaba intentando quitármelo? Un momento, pensé, ¿cómo que quitármelo? Claro, era mío. Tal y como le dije una vez, era mío desde el instante en que nos encontramos la primera noche. Y nadie iba a arrebatármelo.
Yo no era inocente en absoluto, y durante un par de días pude notar cómo Snape devolvía las miradas a la chica con interés. A veces se sentaban juntos a hacer los deberes, y la gente empezaba a murmurar sobre ellos. Nada más comenzar los síntomas extraños, vino a visitarme de noche al cuarto. Me dejé vencer en esa ocasión, no podía concebir la idea de que se apartara para siempre algún día, aunque conmigo no daba muestra de tener deseos de hacer eso. Seguía normal. Sin embargo había una causante de mi malestar, y esa era Sheila. Debía hacer algo.
(Continuará)
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Notas: Nuevos elementos se añaden a la historia, que como veis no tiene nada de simple y promete bastante. ¿Queréis saber cómo sigue? Lo tengo todo danzando en mi mente, y de vuestros reviews y vuestras sugerencias depende el que lo escriba pronto. Besos a mis girls de siempre, you are the best!
