Disclaimer: Sé que los personajes no son míos, pero me divierto con ellos un poco y no gano nada. Así que ¿qué hay de malo en ello?
Nota: No apto para menores ni anti-slash, por favor pekes leed fics de rating G, por vuestra' muelaaaaas. Creo que *todos* los capítulos son y serán fuertes.
AMA A TU ENEMIGO, TEME A TU AMANTE
CAP.6: ENDANGERED
(Flashback de Snape)
Yo no sentía nada especial por Sheila, pero me halagaba la idea de que una chica como esa se hubiera fijado en mí. Pensé que no pasaría nada por hacer los deberes con ella en la sala común o cosas así. Si la gente murmuraba a mí me daba lo mismo. Sin embargo, su compañía no lograba que me olvidara de Lucius ni por un instante. Él se mostraba más frío y agresivo conmigo que de costumbre, pero no hacía preguntas. Yo tampoco le preguntaba por lo suyo con Narcissa. Lucius me atraía como un imán, me hacía entrar en un estado mental de descontrol cada noche; y sin embargo me empeñaba en mantener a la chica junto a mí. Era un egoísta.
Una tarde Lucius decidió darme su opinión sobre todo aquello. En un descuido mío, cuando avanzábamos por un pasillo desierto, Sheila-que parecía estar perdiendo su timidez poco a poco-me cogió del brazo y aprovechó el instante en que volví la cabeza para preguntarle, para darme un beso. No supe apartarme. Me resultó dulce y suave, diferente de los besos violentos y apasionados de Lucius. Su olor también era distinto, más…femenino, evidentemente. Pero seguía pensando en él mientras tanto. En cualquier lugar, a cualquier hora, hiciera lo que hiciese, notaba cómo mi cuerpo y mi alma ya no me pertenecían.
La chica se disculpó al ver mi mirada confusa, pero sus ojos brillaban de alegría. Estaba pensando que iba a darle una oportunidad. Yo, el frío e insociable, le iba a dar una oportunidad. Cómo iba a saber ella en quién pensaba yo… Esa misma tarde, cuando todos los estudiantes estábamos en la sala común haciendo los deberes, Sheila se acercó a mi con sus libros, y en ese mismo momento sufrió un desagradable percance, sin duda causado por un hechizo. Vi como de su nariz brotaron unas gotas negras que empezaron a caer formando una hilera hasta sus labios. La avisé y se llevó una mano, horrorizada al ver que no era ni mucho menos una hemorragia normal. Creí reconocer el encantamiento, era uno sencillo pero oscuro; sin embargo, cuando miré alrededor sólo vi a las chicas que se acercaban para socorrer a su amiga. Lucius estaba sentado en otra esquina de la habitación, y ni siquiera miraba hacia allí.
La pobre Sheila estaba atemorizaba, cogió un pañuelo para tratar de detener el horrible espectáculo, que además le escocía y le estaba dejando marcas enrojecidas allá por donde el fluido pasaba. Una de sus amigas se la llevó corriendo a la enfermería, mientras yo me quedé mirando a Lucius. Era un presentimiento. No tenía pruebas, pero sabía que había sido él.
(Pausa en el f-b de Snape)
* *
(Flashback de Lucius)
Yo la vi besándolo en un pasillo, no se dieron cuenta pero pasaba por allí. Había confundido a Severus, y yo no pensaba permitirlo. No después de haber dejado a mis otros amantes (excepto a Narcissa, claro) para estar con él, aun sabiendo que sería nuestro último año juntos en Hogwarts. Así que fui yo, por supuesto, el que empleó uno de los más simples hechizos de tortura contra esa arpía. Apenas tuve que mover la varita, y el encantamiento era invisible así que nadie, en una sala repleta de gente, me vio lanzarlo. Muy pocos de hecho lo conocían.
Era una advertencia, pensaba advertirla más de una vez, hasta que decidiera apartarse de Snape. Pensaba advertirlo a él también.
-Has sido tú-me dijo aquella noche al principio de su visita.
-¿Cómo?
-El hechizo Noceris. Es muy antiguo y desconocido y casualmente ha ido a caer sobre Sheila.
-¿Tienes pruebas?-le sonreí, agarrándole la muñeca con fuerza.
Apretó los dientes.
-No es más que una chica-murmuró.-Déjala en paz.
-Parece muy interesado el señor en que deje a su chica, mientras no puede vivir sin mí. Si la pobrecita lo supiera, con lo ilusionada que está…
-¿Y si lo supiera Narcissa?-me replicó.-¿Esto? No te convendría para tus planes.
-La diferencia es que lo que yo tengo con ella es prácticamente un contrato, un acuerdo. Tú, sin embargo, estás dando falsas esperanzas de amor. Inmovius.
Pronuncié el nombre de ese hechizo cuando estaba escuchándome desprevenido, y en un momento su cuerpo quedó fijo al colchón, extendido todo lo largo que era. Me había especializado en encantamientos inmovilizadores para esas ocasiones que los requerían. Me miró enfadado, tratando de liberarse de esa especie de cuerdas invisibles que lo ataban.
-Tú no quieres que nadie sepa esto-le dije, apoyando encima suyo todo mi peso.-Y tampoco quieres que esa pobre e inocente muchacha sufra, ¿verdad?
-¿De qué estás hablando? Suéltame-forcejeó en vano.
-Es muy sencillo, si las cosas siguen así y dejas que permanezca a tu lado, ella sabrá pero que muy bien lo que pasa entre nosotros. No dejará de sufrir por ello, de hecho.
-Te estás volviendo demasiado cruel, Lucius-me dijo.
-Pero eso te pone, ¿verdad?
Al igual que yo, Severus andaba mal de autocontrol, porque a pesar de que volvió la cabeza, apoyada sobre la almohada, hacia la derecha para hacerse el reacio, no le funcionó. A los pocos minutos estaba entregado a mí de nuevo, en cuerpo y alma.
(Pausa en el f-b de Lucius)
* *
(Flashback de Snape)
Aún hoy no entiendo bien lo que me pasaba. No quería prescindir de Lucius, por más que mi mente me lo ordenara. Pero tampoco quería que esa chica se alejase. Nadie había mostrado nunca interés por estar junto a mí en el día a día, y su compañía me resultaba agradable. Sabía que sus amigas la miraban raro desde que se nos empezó a ver juntos. Estaba siendo un egoísta, pero no era consciente de que podía llegar a perjudicarla tanto.
-Creo que la profesora Sprout está indispuesta-me dijo aquella tarde de invierno.
-Genial. No pasaremos frío allá fuera hoy.
-¿Volvemos a la sala común?-preguntó, sin dejar de sonreír.
Por el camino vimos a Narcissa Lange, que parecía ligeramente ofuscada. Cada vez que la veía me sentía mal, entre celoso y culpable, pero no di signos de ello.
-¿Veis como era verdad?-oí una voz a mis espaldas.
Sirius Black se estaba dirigiendo a sus amigos Potter y Lupin, y sin duda hablaban de mí. Me di la vuelta.
-Pero nunca creí que lo vería con mis propios ojos-dijo James.
-¿Qué hay que ver, Potter?-les gruñí.
-Tú con novia-dijo Sirius, con gesto alucinado.-Entonces realmente existe una chica capaz de acercársete.
-Uff-corearon James y Remus.
Sheila se puso roja y dio un paso hacia ellos.
-¿Creéis que tenéis algo que él no tenga, estúpidos?-dijo mientras yo la miraba sorprendido.
-¿Te hago una lista valorativa o por orden alfabético?-Sirius hizo una mueca.
-Sólo tratábamos de picarle un poco, no es que tengas nada de malo-dijo Remus, más conciliador.
-Sí, por lo del otro día-replicó Sirius.
-Si sois tan imbéciles como para usar artículos de broma en clase y que os vea, es problema vuestro-dije con una falsa sonrisa.
Se retiraron haciendo muecas y volví a quedarme a solas con ella. No parecía tan débil e inocente después de todo. Si los Gryffindor supieran la verdad... La cogí de la mano y seguimos andando hasta la sala común. Ella estaría siempre a mi lado, pensé. Por qué no me esforzaba en protegerla.
* * *
Por la noche, al acabar los deberes, cuando casi todos ya estaban durmiendo y no había rastro de Lucius, vi en esos grandes ojos marrones un brillo que parecía expresar impaciencia y afecto. De nuevo le devolví el beso. Se empeñó en seguirme hasta mi habitación, pero decidí que no podía pasar la noche allí bajo ningún concepto. En primer lugar no sentía nada especial por ella, y además la pondría en peligro si Lucius llegaba a enterarse.
-¿No puedo entrar?-me dijo, al ver que me detenía al llegar a la puerta de mi dormitorio.
-Es que...¿y si alguien te ve dentro?-mentí.-No es buena idea.
Parecía muy asustada ante la idea de que pudiera rechazarla. Yo estaba más asustado aún. Finalmente entramos y nos sentamos en mi cama, con las cortinas echadas. Debería haber intentado explicárselo, que yo deseaba estar con otra persona. A diferencia de él, Sheila parecía estar cargada de paciencia y no se molestó mucho al ver que yo no quería ir más allá de algunos besos en su rostro de marfil. Cómo si no podía decirle que simplemente la apreciaba. Además de mi férrea voluntad estaba el problemilla con mi cuerpo, que se negaba a responder ante su presencia, por eso mantuve la distancia. Al cabo de una hora me dijo que debía volver a su dormitorio, y la dejé marchar. Aún no había perdido la sonrisa.
(Pausa en el f-back de Snape)
* *
(Flashback de Lucius)
Yo habría esperado todo lo necesario hasta el regreso de la chica, que había entrado en la habitación de Severus. Tenía un plan estructurado hasta los últimos detalles, y pensaba ponerlo en práctica. Me oculté en las sombras de la sala común, por la que forzosamente tenía que pasar si quería volver a su cuarto, y aguardé. Al rato apareció, vestida con su uniforme, sin dar muestra alguna de agitación.
-Moram cruciare-dije, sin darle tiempo a defenderse.
Mi poderoso encantamiento aturdidor dio resultado y la chica cayó sin sentido en mis brazos.
(Continuará)
******************
Notas: ¿Qué tal? Como veis a Sheila no le va a tocar precisamente la mejor parte (pobrecilla ya que le he cogido cariño...). En fin no adelanto nada más, sólo que me encantan todas vuestras reviews, sois muy amables y me alegro de que la historia os interese ^o^ Va para largo jeje recordad que tenemos que llegar hasta el presente de ambos personajes principales, pero mientras más reviews reciba más rápido escribiré, así que vosotros veréis, ¿ok? Besos a mis niñas, sobre todo a mi reciente *trasladada* al mundo del slash (¡olé tú!), y a todos los que leéis este fic. ¡¿No me falléis, eh?! ^o~
