Harry Potter y la amenaza mortifaga
CAPITULO 1: LA PRIMA DE HARRY

Los Dursley dormían placidamente; mientras Harry aprovechaba a hacer las tareas que tenía pendientes del colegio Howarts de magia y hehizería; que eran muchas, sobre todo las de pociones; pues su profesor, Snape, tenía un odio inmenso hacia Harry y sus amigos. Claro que a quien más odiaba Harry era sin duda al alumno más presuntuoso y engreído de todo Howarts; Draco Malfoy, quien además era alumno preferido por Snape, y tenía un padre aún más insoportable que él; algo que a Harry siempre le pareció imposible. La noche pasó como en un suspiro; y la mañana siguiente hizo a Harry recobrar la sonrisa que desde su última aparición en Howarts no había usado. Aquel día conocería a su presunta prima, hija de su padrino Sirius. Ella nació una fría noche; en medio del bosque. Por lo que Sirius le había contado; se trataba de una cría de unicornio mal herida; y él la curó de sus heridas. Ella se transformó en humana, y, puesto que Sirius la hizo así, era su hija, e incluso tenían la misma sangre, y color de pelo, negro azabache. Harry no protestó de su desayuno (un bizcocho con mermelada muy pringosa) y se puso corriendo el abrigo esperando oír el ruido del coche del padrastro de su prima; que era mago. Ella vivía con él, su mujer y dos hijos, pues Sirius huía del ministerio y no se podía ocupar de ella. Tío Vernon estaba bastante alterado. Odiaba ver a Harry tan feliz; pero no le podía retener; no sabiendo que su padrino era un "asesino" loco y que se podría enfadar si tratan mal a Harry. lo cual hacia a Harry más feliz. De pronto, se oyó chasquear unas ruedas parándose frente a la casa. - ¡Importento!- Dijo una voz desde fuera, y la puerta se abrió de golpe. Vernon quedó petrificado del susto. - Perdone, no sé abrir de otro modo las puertas.- dijo un hombre alto, robusto y de mirada clara y feliz. Tenía una corta melena y perilla un poco larga.- Me llamo Rehus Kingtyon; vengo a por Harry. ¿Eres tu, verdad?- Dijo mirando a Harry, al cual aquel hombre le había causado muy buena impresión. - Si, soy yo. Encantado señor Rehus. - Solo Rehus, por favor, jaja- dijo aquel hombre mostrando su amplia sonrisa.- Me le llevo. Ha sido un placer conocerle, señor. - Em.. Vernon Dursley; un. placer.- Dijo tío Vernon muy pálido. Harry salió de la horrible casa de los Dursley y se montó en el coche; rumbo a la casa de los Kingtyon.