SÓLO.
Debían ser al menos las siete, "Mou!, estúpido embarazo, me duele la espalda"

-pensó Kaoru, la puerta se abrió para dar paso a Kenji-Papá dice que te levantes, que eres una dormilona, y que se te van a poner los ojos pochos y te vas a poner fea-
Kaoru lo miró divertida, sabía perfectamente que Kenshin debía estar cerca escuchando su reacción-Eso ha dicho tu padre, ¿verdad? Dile que el frutero piensa que mis ojos son los más bonitos de Tokio, y que cada dia estoy más guapa- Se oyó un ruido en el pasillo, Kaoru rió y se levantó.

- Vamos Kenji- dijo cogiéndole en brazos- Mamá tiene hambre, vamos a decirle a papá que queremos merendar.

Kenji la miró-¿tempura?, Kaoru lo pensó y contestó - ummm ¿fideos?, A Kenji se le iluminó la cara, adoraba los fideos de su padre, eran sabrosos y podias jugar con ellos, "si papá y mamá me dejan".
Kenshin estaba afuera, tendiendo la ropa, hablando con Sano, ¿vaya, en que momento de mi vida llego?- dijo Kaoru.

- Kenshin me hablaba del dia en el que a Yahico le cambió la voz.- Dijo Sanosuke

-Vaya, pues entonces ya te queda poco por saber- respondió Kaoru

- Que va! Te estaba esperando ¿cómo fue la boda?-preguntó Sano

- Pues... bonita, entre amigos.- Dijo Kaoru.

- Oh, y yo me lo perdí.- Dijo Sano pensativamente, con la cabeza apoyada en la mano.

- No Sano, estabas, aunque fuera aquí- dijo Kaoru poniendo su mano en el corazón, derrepente, echó a llorar-Sano no Baka, ¿por qué no has vuelto antes? te echamos de menos, y yo estoy sóla por las mañanas, y no se que hacer, y...-Kenshin se le acercó -shhhh, calla mujer, -la abrazó por detrás-venga nena! no te pongas así! Ya está aquí, mañana, compraremos algo que te guste en el mercado ¿vale? Anímate!.
Kaoru lo miró esperanzada, -¿de verdad?, ¿y tu trabajo?-

Kenshin se quedó pensando una escusa que poner para poder fugarse del trabajo aunque fuese una hora.

-¿Trabajo?-preguntó Sanosuke sorprendido- ¿trabajas?, ¿en qué?- Preguntó ahora curioso.

- Ah sí, pues trabajo para la policía, no corro peligro, vigilo el mercado por las mañanas, y a veces hago labores de investigación, siempre cerca de casa, y pocas veces trabajo por la tarde o por la noche, me pagan bien, y... bueno... empecé a trabajar para Uramura-san al poco de casarme, sólo algunos casos, pequeñas cosas, pero Kaoru se quedó embarazada en seguida de casarnos, y entonces empecé a hacerlo seriamente, y diariamente, nos va bien ¿eh Kaoru?-preguntó en dirección a su esposa.
Sí -respondió Kaoru- El dojo vuelve a tener alumnos, tantos, que los tengo que dividir en turnos, nos deja un buen dinero, y con tanto niño, lo necesitamos.

- Ehh!-interrumpió Kenshin- y a mi me gusta, me gusta mi trabajo, ayudo a ancianos o a mujeres. Bueno, voy a ver que merendamos. ¿qué te apetece Kaoru?

- Ummmm, Pesanba ir al mercado..., me apetece fruta- dijo Kaoru pícaramente y con disimulo.

-¡¡¡¡NOOO!!!- Gritó Kenshin, el resto lo miró asombrado- ummm, ano... es que se va a hacer tarde... y... ummm... bueno...Yo iré a por la fruta.

-No Kenshin, yo te acompaño,- replicó kaoru desinteresadamente.

-¿Por qué?¿ Hay alguna razón por la qué quieras ir al mercado a comprar fruta?- Preguntó Kenshin angustiado.

-Sí bobo, no me has oido, quiero fruta, pero tienes razón se hace tarde, mejor haz cualquier cosa, asa las patatas del huerto,-dijo Kaoru para animar a su pobre marido.
Kenshin se fue pesadamente hacia el huerto a recoger las patatas"el frutero es un chico realmente atractivo, y más alto que yo, y de la edad de Kaoru, y..." "Y qué mas te da?"- Respondió en Batousai en su cabeza- Kaoru es mi mujer, que ni la mire porque si no...- sus pensamientos se vieron interrupiods por la voz de Kaoru hablándole desde la otra parte de la casa -¡¡¡Kenshin!!! ¡¡Que no se te ocurra volver a llamarme dormilona o insinuar que me voy aponer fea!!.
Kenshin paró en seco,"¡¡¡oro!!! esa pequeña..., me ha engañado"
La tarde pasó rápida, al igual que la noche, sobre todo para el matrimonio Himura, entre las sábanas, los gemidos y la obscuridad de su dormitorio.
Kaoru se levantó pronto, giró su cabeza, Kenshin seguía ahi, "debe de estar agotado, ahora tiene que hacer todo el trabajo él, no sólo en la casa"-se sonrojó por su pensamiento, se levantó, y observó su cuerpo desnudo, su prominete tripa, la acarició mientars se miraba de frente, y la siguió acariciando mirándose de perfil, sus manos, subieron entonces hacia sus pechos, eran más grandes, mucho más grandes que hace tres años, y más caidos "Mou".

Kenshin despertó, y vio lo que hacía su mujer, vio también lo que estaba pensando, se levantó con la sábana enredad en su cintura, ocultando así su desnudez y se colocó detrás de ella, envolviéndola en un abrazo

-Están perfectos, no lo pienses más, tus pechos, tus caderas y tu tripa, todo esta perfecto- añadió- Vístete, te prometí ir a comprar.
Los ojos de Kaoru se levantaron, y se fue corriendo a vestirse, hoy iba de compras, vestirse no sería un suplicio como todos los días, por que lo iba a hacer por algo especial "Mou estúpidos Kimonos, Mestán todos pequeños, Kenshin tiene la culpa, me tendrá que comprar algo bien bonito hoy."

Con ese pensamiento se fue hacia la cocina a desayunar, los demás la estaban esperando, comieron como en los viejos tiempos, con insultos, con platos de arroz volando entre las cabezas, pero con una nueva boquita en la mesa, una nueva pequeña boquita.

Kenshin, Kaoru y Sano se disponían a irse, los primeros al mercado, el último, Sano quería pasar por su casa, a ver que tal estaba, Yahico se quedó en el dojo enseñando y esperando a los alumnos que fueran llegando, dejaron la puerta abierta, cuando salían, nadie se percató de la sombra en el arbol de sakura, su amado árbol de Sakura, y Kenji, Kenji se quedó en el patio jugando como siempre... sólo.