Para mi desgracia no voy a tener ordenador(computadora para que me
entendais) en posiblemente unos días, así que voy a acutalizar el capítulo
seis, y a aclararos unas dudas. Kaoru-sanz, por supuesto que Aoshi y Misao
están casados, y por otro lado, te aseguro, que en ninguno de mis fics
verás que nongún niño les pase nada, soy de la opinión, que los niños en el
mundo ya pasan bastantes penurias y sufren ya demasiadas vejaciones como
para crear más penurias y vegaciones en un fic.
............................................................................ .....................................................
Capítulo seis
En lo profundo del bosque que había que atravesar para viajar de Tokio a Osaka se oían varias voces, algunas pertenecientes a adultos y las más llamativa era la que provenía de un niño; un niño de corta edad, y de pelo rojo frondoso, como el de su padre. Kenji se encontraba entre desconocidos, y tenía miedo.
- ¡¡¡¡¡¡Quiero a mi mamá!!!!!!
- Caýate, tu madre no está y no vas a volver a verla.
- Buaaaaa!!! Kenji chan quiere a mamá y a papá, buaaa!!
El pequeño no dejaba de llorar y llamar a sus padres.
-Toma enano, come algo.
Kenji tomó la comida que su secuestrador le había dado, tomó un sorbo de sopa, e hizo un gesto de disgusto.
-Si llamais a mi papá él os enseña'a a hace' de come'.
- ¿Así que tu papá cocina en casa? ¿eh?
-Sí, comida de mamá mala, pe'o esto es peor- agregó el pequeño desafiante.
Puede que Kenji fuera un niño, pero era avispado como su madre, y duro y valiente como su padre.
-Anda, tómate la sopa, está caliente- le dijo otro hombre desde la otra parte de la hoguera- te ayudará a dormir, no te preocupes, no te vamos a hacer daño.
Aquel secuestrador, sacó entonces un peluche con forma de perro y se lo entregó a Kenji.
-Toma, para que duermas bien, pero primero tómate la sopa.
Kenji asintió y empezó a devorar la comida, no recordaba haber llegado hasta allí, recordaba estar en el dojo jugando con una pelota, cuando un hombre disfrazado todo de azul oscuro entró, le pusó algo en la nariz que olía mal, y derrepente, le entró sueño.
Kenji hizo lo que el secuestrador de voz suave le pedía, además, su tono le recordaba al de su papá. "Pero el ot'o señor es malo, habla mal a Kenji chan, mañana le mo'deré"
............................................................................ .........................................................
Kenshin se reunió con los otros tras una hora de búsqueda, ahora tenía más pistas, estaba claro que su hijo no se había ido por voluntad propia, alguien había entrado en el dojo, y se lo había llevado.
-¿Qué has encontrado Sano?
-Poca cosa, unas ramas rotas en los árboles, y unas huellas.
-¿Sólo eso? -preguntó alarmado Yahico.
-Sólo, lo siento Kenshin.
-No importa, yo también he encontrado huellas, el que encontraras ramas rotas de árboles supone que alguien se subió en ellos, espiar desde los árboles es un procedimiento típico de los ninjas.
-¿Cómo los Oni?- Preguntó Kaoru angustiada.
-Hai, como los Oni. Las huellas que encontré en el suelo también eran de ninja, a veces se perdían, pero recuperé el rastro en el camino que lleva a Osaka. Sano, Las huellas que enontraste tú ¿eran también de ninjas?
-Sí, se parecían aunque no eran iguales a las que deja la Comadreja.
-¿Qué vamos a hacer Kenshin?- Preguntó Kaoru.¿Vamos tras ellos verdad?
-No Kaoru. Primero...
-¿¡Cómo qué primero!?, Primero va nuestro hijo.- Interrumpió Kaoru.
-¡Tranquilízate!-Gritó Kenshin, todos se quedaron estupefactos ante el enfado de Kenshin con su mujer, eran pocas las veces que Kenshin se enfadaba de esa manera, y nunca le había gritado a Kaoru.
Kaoru se puso a llorar, primero Kenji secuestrado, y ahora Kenshin perdía los papeles "¿qué será lo próximo?"
-Chicos- dijo Kenshin con una voz más calmada- ¿podeis dejarnos sólos?, tengo que hablar a sólas con mi mujer.
Todos se marcharon dejando a Kenshin y a Kaoru sólos. Kenhsin se acercó a ella y se sentó justo en frente, en la forma tradicional.
-Gomen Kaoru dono, no pretendía gritarte.
-Lo siento, yo sólo quiero que...
-Shhh, calla,- le dijo poniendo un dedo en sus labios mientras se incaba en una rodilla delante de ella- déjame que te explique. Le diré a Sano que siga el rastro por el camino de Osaka, pero Kaoru, ¿Koishi?- le dijo como si hablara a un niño- sabes que esas huellas se perderán, y cuando se pierdan, cuando los hombres que tienen a nuestro hijo crucen un río, o suban a un barco, o cuando simplemente llueva, ya no sabremos seguir buscando.
Kaoru abrió los ojos de repente, asustada ante las consecuencias se estas palabras. ¿Y si no volvía a ver a su pequeño? Entonces se echó a llorar, el peso de la situación le pudo, y no puso más que abrazar a su esposo mientras se deshacía en un mar de lágrimas de impotencia.
-Shhh, tranquila, Sano y Yahico irán tras ellos, hasta donde puedan llegar, nosotros nos quedaremos aquí, esperando, seguramente Kaoru dono- Kenshin cambió a una voz grave y se alejó del cuerpo de su esposa- ellos querrán despertar al Batousai que llevo dentro, querrán venganza por algo que hice en la guerra, pronto pedirán un rescate que será que me enfrete a uno de sus líderes, es culpa mía, siempre es culpa mía, y de mi pasado- dijo pesadamente Kenshin.
Kaoru se dio cuenta entonces, y lo abrazó.
- Lo siento, no quería ponerte nevioso, ya hemos pasado por esto antes, sólo que siempre era yo la secuestrada, no...- emitió un sollozo, Kenshin entonces, la apretó más contra su pecho- Kenshin, ¿Avisarás a la policia?
- Sí aunque dudo mucho que puedan hacer algo, avisaré no obstante para que se comuniquen con Saito, él me puede entregar información valiosa sobre grupos armados de ninjas en Japón.
-¿Y Misao chan?. Los Oni ¿podrían ayudarnos?
- Puede, avisaré a Aoshi, para ver que me puede proporcionar. Tú no te preocupes, lo van a pagar, te lo juro.
Kenshin se disponía a contarle los planes a los demás, y a partir hacía la comisaria.
- ¿Kenshin?
- ¿Hai?
- Procura no matar a nadie.
- Hai Kaoru dono.
- ¿Kenshin?
- Dime.
- Si le hicieran daño a Kenji, no te reprimas, yo no lo haría, mata a quien se lo hiciera.
Los ojos de Kenshin cambiaron de color, al igual que la expresión de su cara y el tono de su voz.
- Hai. Por tí, por él - Se acercó entonces a su mujer y le agarró el pelo mientras le daba un fuerte beso en los labios .
............................................................................ ............................................................................ .....
Kenji se terminó su comida y se fue a echar un siesta, al lado de la hoguera, había una manta donde podría descansar y arroparse, "Hace f 'io, quie'o un cuento".
- Enano, no te duermas, hay que caminar.-gritó el hombre agresivo.
- Déjalo, ¿quieres? Es un niño, después me lo cargaré yo a las espaldas, y caminaremos el trayecto planeado. No te preocupes.
Kenji se quedó dormido en seguida, mientras lo otros dos hombres discutían sobre los planes a seguir.
- ¿Para que lo tratas tan bien? Cuando lo entrenen, el maestro será más duro que yo.
- Primero, es sólo un niño; segundo, es hijo de quien es; Tercero, ahora es niño, pero crecerá, y cuando haya crecido bajo nuestro entrenamiento, será una máquina de matar, como lo fue su padre, y cuando sea el más feroz asesino de Asia, no querrás tenerlo como enemigo.
- A mi ese renauajo no me da miedo, ni tampoco su padre, eres un cobarde Matsuo.
-Lo que tú digas, venga prepárate, partimos.
Dicho y hecho, Matsuo cogió a Kenji envolviéndolo en la manta y se lo echó a las espaldas metiéndolo en una especie de saco o costal.
Con las cosas recogidas, siguieron rumbo a Osaka.
............................................................................ .............................................
-Aoshi!!-gritó la voz de Misao, que acaba de recibir en la puerta del Aoya una misiva.
-¿Qué ocurre Misao?
-Carta de Tokio.
Aoshi le dio a Misao al pequeño que llevaba en brazos, y cogió la carta de las manos de su esposa.
-¿Qué dice Aoshi?- preguntó Misao, mientras mecía a su pequeño.
-Vayamos dentro.
Aoshi le puso una mano por encima del hombro a su mujer y la condujo hasta su despacho.
Misao acostó en una cunita al hijo de ambos y esperó pacientemente una explicación de su marido.
-¿Qué ocurre? "Dios espero que Kaoru chan esté bien, no puede ser que vengan de visita, en su estado Himura no le dejaría a Kaoru chan viajar, debe haber pasado algo" - pensó Misao.
- Al parecer,- dijo Aoshi con pesadumbre evidente en la voz- alguien se ha llevado a Kenji chan.
- ¿Qué?¿Quién se ha llevado a Kenji chan y a dónde? ¿por qué?
- Eso es lo que quieren saber, Himura quiere mi ayuda.
- ¿Le vas a ayudar? ¿Verdad?
- Hai ¡Kami no lo quiera! Pero si algo le pasara a Hannia chan- dijo mientras miraba a su hijo- él me ayudaría. ¿Cómo no voy a ayudarle?.
-¿Qué necesita?
-Información, al parecer los secuestradores son ninjas, deben de buscar venganza contra Himura san.
-¿Ninjas? Pero Aoshi, quedan pocos grupos organizados de ninjas en Japón y nosotros somos uno de esos grupos.
-Sí, tenemos suerte, eso reduce la lista ¿a cuántos?, ¿Quince?, ¿Veinte? Imposible...
-Piensa Aoshi.
-¿Cómo?
- Es imposible, los únicos grupos que querrían una venganza contra Himura somos nosotros, o el grupo de Mishanagi, son los únicos ninjas a los que él se ha enfrentado.
- Claro, claro.....- dijo Aoshi como preguntándose por qué no se había dado cuenta- él luchó con los Ishin, por lo tanto, a los únicos ninjas a los que pudo enfrentarse en el Bakumatsu fue a nosotros y a...
- Pero desaparecieron.
- Puede que no desaparecieran, puede que...
- Puede que esto no tenga nada que ver con venganza, Aoshi.
- Tienes razón, aún así, debemos contemplar esa posibilidad, la de que los ninjas negros no desaparecieran del todo, y ahora busquen venganza.
- Deberías ir a Tokio.
- ¿Y dejaros sólos a ti y a Hannia chan? Ni hablar.
- No estaremos sólos. Además, de no tratarse de venganza, creo que esto va ser largo y difícil.
............................................................................ .........................................................
Ya está, espero estar pronto con vosotros, montones de besos (Ya se que en latinoamerica no os besais, pero yo soy europea así que a aguantarse)
............................................................................ .....................................................
Capítulo seis
En lo profundo del bosque que había que atravesar para viajar de Tokio a Osaka se oían varias voces, algunas pertenecientes a adultos y las más llamativa era la que provenía de un niño; un niño de corta edad, y de pelo rojo frondoso, como el de su padre. Kenji se encontraba entre desconocidos, y tenía miedo.
- ¡¡¡¡¡¡Quiero a mi mamá!!!!!!
- Caýate, tu madre no está y no vas a volver a verla.
- Buaaaaa!!! Kenji chan quiere a mamá y a papá, buaaa!!
El pequeño no dejaba de llorar y llamar a sus padres.
-Toma enano, come algo.
Kenji tomó la comida que su secuestrador le había dado, tomó un sorbo de sopa, e hizo un gesto de disgusto.
-Si llamais a mi papá él os enseña'a a hace' de come'.
- ¿Así que tu papá cocina en casa? ¿eh?
-Sí, comida de mamá mala, pe'o esto es peor- agregó el pequeño desafiante.
Puede que Kenji fuera un niño, pero era avispado como su madre, y duro y valiente como su padre.
-Anda, tómate la sopa, está caliente- le dijo otro hombre desde la otra parte de la hoguera- te ayudará a dormir, no te preocupes, no te vamos a hacer daño.
Aquel secuestrador, sacó entonces un peluche con forma de perro y se lo entregó a Kenji.
-Toma, para que duermas bien, pero primero tómate la sopa.
Kenji asintió y empezó a devorar la comida, no recordaba haber llegado hasta allí, recordaba estar en el dojo jugando con una pelota, cuando un hombre disfrazado todo de azul oscuro entró, le pusó algo en la nariz que olía mal, y derrepente, le entró sueño.
Kenji hizo lo que el secuestrador de voz suave le pedía, además, su tono le recordaba al de su papá. "Pero el ot'o señor es malo, habla mal a Kenji chan, mañana le mo'deré"
............................................................................ .........................................................
Kenshin se reunió con los otros tras una hora de búsqueda, ahora tenía más pistas, estaba claro que su hijo no se había ido por voluntad propia, alguien había entrado en el dojo, y se lo había llevado.
-¿Qué has encontrado Sano?
-Poca cosa, unas ramas rotas en los árboles, y unas huellas.
-¿Sólo eso? -preguntó alarmado Yahico.
-Sólo, lo siento Kenshin.
-No importa, yo también he encontrado huellas, el que encontraras ramas rotas de árboles supone que alguien se subió en ellos, espiar desde los árboles es un procedimiento típico de los ninjas.
-¿Cómo los Oni?- Preguntó Kaoru angustiada.
-Hai, como los Oni. Las huellas que encontré en el suelo también eran de ninja, a veces se perdían, pero recuperé el rastro en el camino que lleva a Osaka. Sano, Las huellas que enontraste tú ¿eran también de ninjas?
-Sí, se parecían aunque no eran iguales a las que deja la Comadreja.
-¿Qué vamos a hacer Kenshin?- Preguntó Kaoru.¿Vamos tras ellos verdad?
-No Kaoru. Primero...
-¿¡Cómo qué primero!?, Primero va nuestro hijo.- Interrumpió Kaoru.
-¡Tranquilízate!-Gritó Kenshin, todos se quedaron estupefactos ante el enfado de Kenshin con su mujer, eran pocas las veces que Kenshin se enfadaba de esa manera, y nunca le había gritado a Kaoru.
Kaoru se puso a llorar, primero Kenji secuestrado, y ahora Kenshin perdía los papeles "¿qué será lo próximo?"
-Chicos- dijo Kenshin con una voz más calmada- ¿podeis dejarnos sólos?, tengo que hablar a sólas con mi mujer.
Todos se marcharon dejando a Kenshin y a Kaoru sólos. Kenhsin se acercó a ella y se sentó justo en frente, en la forma tradicional.
-Gomen Kaoru dono, no pretendía gritarte.
-Lo siento, yo sólo quiero que...
-Shhh, calla,- le dijo poniendo un dedo en sus labios mientras se incaba en una rodilla delante de ella- déjame que te explique. Le diré a Sano que siga el rastro por el camino de Osaka, pero Kaoru, ¿Koishi?- le dijo como si hablara a un niño- sabes que esas huellas se perderán, y cuando se pierdan, cuando los hombres que tienen a nuestro hijo crucen un río, o suban a un barco, o cuando simplemente llueva, ya no sabremos seguir buscando.
Kaoru abrió los ojos de repente, asustada ante las consecuencias se estas palabras. ¿Y si no volvía a ver a su pequeño? Entonces se echó a llorar, el peso de la situación le pudo, y no puso más que abrazar a su esposo mientras se deshacía en un mar de lágrimas de impotencia.
-Shhh, tranquila, Sano y Yahico irán tras ellos, hasta donde puedan llegar, nosotros nos quedaremos aquí, esperando, seguramente Kaoru dono- Kenshin cambió a una voz grave y se alejó del cuerpo de su esposa- ellos querrán despertar al Batousai que llevo dentro, querrán venganza por algo que hice en la guerra, pronto pedirán un rescate que será que me enfrete a uno de sus líderes, es culpa mía, siempre es culpa mía, y de mi pasado- dijo pesadamente Kenshin.
Kaoru se dio cuenta entonces, y lo abrazó.
- Lo siento, no quería ponerte nevioso, ya hemos pasado por esto antes, sólo que siempre era yo la secuestrada, no...- emitió un sollozo, Kenshin entonces, la apretó más contra su pecho- Kenshin, ¿Avisarás a la policia?
- Sí aunque dudo mucho que puedan hacer algo, avisaré no obstante para que se comuniquen con Saito, él me puede entregar información valiosa sobre grupos armados de ninjas en Japón.
-¿Y Misao chan?. Los Oni ¿podrían ayudarnos?
- Puede, avisaré a Aoshi, para ver que me puede proporcionar. Tú no te preocupes, lo van a pagar, te lo juro.
Kenshin se disponía a contarle los planes a los demás, y a partir hacía la comisaria.
- ¿Kenshin?
- ¿Hai?
- Procura no matar a nadie.
- Hai Kaoru dono.
- ¿Kenshin?
- Dime.
- Si le hicieran daño a Kenji, no te reprimas, yo no lo haría, mata a quien se lo hiciera.
Los ojos de Kenshin cambiaron de color, al igual que la expresión de su cara y el tono de su voz.
- Hai. Por tí, por él - Se acercó entonces a su mujer y le agarró el pelo mientras le daba un fuerte beso en los labios .
............................................................................ ............................................................................ .....
Kenji se terminó su comida y se fue a echar un siesta, al lado de la hoguera, había una manta donde podría descansar y arroparse, "Hace f 'io, quie'o un cuento".
- Enano, no te duermas, hay que caminar.-gritó el hombre agresivo.
- Déjalo, ¿quieres? Es un niño, después me lo cargaré yo a las espaldas, y caminaremos el trayecto planeado. No te preocupes.
Kenji se quedó dormido en seguida, mientras lo otros dos hombres discutían sobre los planes a seguir.
- ¿Para que lo tratas tan bien? Cuando lo entrenen, el maestro será más duro que yo.
- Primero, es sólo un niño; segundo, es hijo de quien es; Tercero, ahora es niño, pero crecerá, y cuando haya crecido bajo nuestro entrenamiento, será una máquina de matar, como lo fue su padre, y cuando sea el más feroz asesino de Asia, no querrás tenerlo como enemigo.
- A mi ese renauajo no me da miedo, ni tampoco su padre, eres un cobarde Matsuo.
-Lo que tú digas, venga prepárate, partimos.
Dicho y hecho, Matsuo cogió a Kenji envolviéndolo en la manta y se lo echó a las espaldas metiéndolo en una especie de saco o costal.
Con las cosas recogidas, siguieron rumbo a Osaka.
............................................................................ .............................................
-Aoshi!!-gritó la voz de Misao, que acaba de recibir en la puerta del Aoya una misiva.
-¿Qué ocurre Misao?
-Carta de Tokio.
Aoshi le dio a Misao al pequeño que llevaba en brazos, y cogió la carta de las manos de su esposa.
-¿Qué dice Aoshi?- preguntó Misao, mientras mecía a su pequeño.
-Vayamos dentro.
Aoshi le puso una mano por encima del hombro a su mujer y la condujo hasta su despacho.
Misao acostó en una cunita al hijo de ambos y esperó pacientemente una explicación de su marido.
-¿Qué ocurre? "Dios espero que Kaoru chan esté bien, no puede ser que vengan de visita, en su estado Himura no le dejaría a Kaoru chan viajar, debe haber pasado algo" - pensó Misao.
- Al parecer,- dijo Aoshi con pesadumbre evidente en la voz- alguien se ha llevado a Kenji chan.
- ¿Qué?¿Quién se ha llevado a Kenji chan y a dónde? ¿por qué?
- Eso es lo que quieren saber, Himura quiere mi ayuda.
- ¿Le vas a ayudar? ¿Verdad?
- Hai ¡Kami no lo quiera! Pero si algo le pasara a Hannia chan- dijo mientras miraba a su hijo- él me ayudaría. ¿Cómo no voy a ayudarle?.
-¿Qué necesita?
-Información, al parecer los secuestradores son ninjas, deben de buscar venganza contra Himura san.
-¿Ninjas? Pero Aoshi, quedan pocos grupos organizados de ninjas en Japón y nosotros somos uno de esos grupos.
-Sí, tenemos suerte, eso reduce la lista ¿a cuántos?, ¿Quince?, ¿Veinte? Imposible...
-Piensa Aoshi.
-¿Cómo?
- Es imposible, los únicos grupos que querrían una venganza contra Himura somos nosotros, o el grupo de Mishanagi, son los únicos ninjas a los que él se ha enfrentado.
- Claro, claro.....- dijo Aoshi como preguntándose por qué no se había dado cuenta- él luchó con los Ishin, por lo tanto, a los únicos ninjas a los que pudo enfrentarse en el Bakumatsu fue a nosotros y a...
- Pero desaparecieron.
- Puede que no desaparecieran, puede que...
- Puede que esto no tenga nada que ver con venganza, Aoshi.
- Tienes razón, aún así, debemos contemplar esa posibilidad, la de que los ninjas negros no desaparecieran del todo, y ahora busquen venganza.
- Deberías ir a Tokio.
- ¿Y dejaros sólos a ti y a Hannia chan? Ni hablar.
- No estaremos sólos. Además, de no tratarse de venganza, creo que esto va ser largo y difícil.
............................................................................ .........................................................
Ya está, espero estar pronto con vosotros, montones de besos (Ya se que en latinoamerica no os besais, pero yo soy europea así que a aguantarse)