CAPITULO 3. ¿QUE SUCEDE? HARRY
Ya era de mañana y la tenue luz solar propiciada por el Sol comenzaba a asomarse por la ventana del dormitorio de chicos de la casa de los Leones. Una habitación acogedora con 5 camas con dorsel cada una y unos baúles colocados al pie de estas. Los ocupantes de las cinco camas eran los chicos de Gryffindor, sexto curso. Los cuatro estaban placidamente dormidos y a punto de ser levantados por el gran Sol. Los chicos se encontraban dormidos ya que como era sábado ese día lo tenían libre, no había clases en la escuela y se podían levantar cuando quisieran, pero el Sol decía que ya era hora de empezar a mover el esqueleto.
Los rayos del Sol se infiltraban cada vez más en la habitación, actuando como un gran despertador, algo molesto al igual que aquel aparato, por lo general pequeño que usan los muggles para levantarse temprano y poder llegar a tiempo a donde tengan que ir. Poco a poco el travieso Sol se acercaba hacía los rostros de los chicos, con intención de arrebatarles el sueño acogedor en el que estaban para que disfruten al máximo ese fresco día.
Cerca más cerca, mucho más cerca y.. por fin. El Sol había logrado su cometido llego hasta los rostros de cada uno de los chicos quienes se movían hacía la derecha, hacía la izquierda, boca abajo y boca arriba con intenciones de escaparse de los rayos solares y dormir más y más. Algo imposible. Lentamente cada uno comenzó a abrir los ojos resignado. Era hora de vivir un nuevo día y ver que les tenía preparado el destino para hoy.
Se dieron los buenos días y uno por uno se fueron metiendo al baño a tomar una ducha. Primero Dean Thomas, después Neville Longbottom, luego Seamus Finiggan, después Ron Weasley y por ultimo Harry Potter. Pero algo curioso paso cuando este ultimo se iba a duchar.
Al salir su amigo Ronald del baño, busco el uniforme de la escuela en su baúl. Lo agarro con las manos y se encerró en el baño. Ya adentro estaba a punto de desvestirse cuando sintió una pequeña cosa suave caer de su camisa. Era algo chico y estaba muy bien doblado. Se agacho curioso a recogerlo, pero se quedo helado al verlo bien. Era un pequeño pañuelo color verde y se alcanzaba a distinguir una pequeña flor bordada en el. Solo podía significar una cosa: era el mismo que le regalo su mamá en su sueño. ¿Pero como era posible que lo tuviera en esos momentos si cuando se lo obsequio se encontraban en su sueños? ¿Cómo podía tenerlo? ¿Acaso esos sueños eran verdaderos y reales? NO...No era posible, sus papás estaban muertos por más que él quisiera creer lo contrario. ¿Pero como explicaba eso? No lo sabía. Estaba confundido.
¿Cuánto tiempo se quedo ahí parado tratando de aclarar sus dudas, sus pensamientos, sus cuestiones? No lo supo, solo que fue mucho tiempo, ya que minutos después la voz de su amigo lo había regresado a la realidad. Pero seguía estático, sin mover ni un solo músculo. No podía regresar por completo a la realidad, no podía asimilar lo que pudo haber pasado y mucho menos podía contestarse el porque tenía él pañuelo en sus manos en esos momentos. Su cabeza comenzó a girar y a confundirse por si misma con tantas ideas, dudas y cuestiones. Tantas teorías, tantas hipótesis...O talvez seguía soñando...O podría ser que todavía no estaba bien despierto y veía cosas. Eran sus dos salidas fáciles, pero el pequeño pañuelo se sentía tan real, tan suave, tan verde y con ese agradable olor a su mamá, además el piso se sentía frío, No, no podía estar soñando esto era real ¿Pero cómo?
Decidió pensarlo después. Todo era muy confuso y se dispuso a tomar su baño y al terminar ponerse el uniforme.
Se dio cuenta de su error y se maldijo mil veces "tonto, tonto, tonto" se decía una y otra vez mientras iba en dirección a su baúl a sacar otro tipo de ropa. ¿Por qué otra ropa? Simple.solo por el hecho de que ese día no tenían clases y no era necesario portar el uniforme de Hogwarts el fin de semana. Cosa que por completo se le olvido y se había puesto su uniforme.
Después de cambiarse el uniforme por ropa mucho más cómoda. Después de guardar el pañuelo de su mamá en su baúl aún algo confundido y atontado. Se fue a desayunar.
Durante todo el día una sola pregunta circulo por su mente ¿Porqué tenía el pañuelo de Lily? Ninguna respuesta lógica. Pero alguien noto ese estado pensativo y de apartamiento de Harry durante el transcurso del día y se preocupo por él. Necesitaba averiguar que era lo que lo traía así, porque últimamente estaba tan distante. Fallo en todos sus intentos. Pero ¿No se iba a dejar vencer o si? Por supuesto que no ella era una chica decidida, valiente y muy audaz. Ella era una Gryffindor de alma. Ella era Hermione Granger.
Pero tal vez no lo averigüe hoy, tal vez tampoco se entere mañana, pero de algo estaba segura; algún día lo averiguaría y trataría de ayudarle en todo lo que le fuera posible. Pero ¿Por qué se preocupaba tanto por él? ¿Por qué siempre estaba pendiente a cualquier movimiento suyo? ¿Por qué no lo dejaba de ver a todas horas? Por más que ella negara la verdad su corazón y conciencia gritaban la verdad: estaba perdidamente enamorada y el verlo así la ponía triste. Pero tenía miedo de confesárselo, miedo de romper su amistad, miedo a distanciarse de el, pero sobre todo miedo a perderlo para siempre. Podría ser estudiosa, valiente, decidida y ruda pero en cuestiones amorosas era todo lo contrario. Se sentía totalmente cobarde, indecisa y frágil. ¿Cómo se enamoro? Ja! Ni ella lo sabe, no se dio cuenta que poco a poco su pequeño corazón iba aprendiendo el significado de la palabra AMOR, la palabra más bella de todas, una palabra que poco a poco fue comprendiendo su significado y más aun si valor. Para ella el amor era algo valiosísimo, el mejor sentimiento de todos era el Amar, pero también lo era el ser amada. ¿Hasta cuando comprendió que estaba loca por el chico? Eso lo fue descubriendo lentamente: en cada conversación que tenían, cada sonrisa que le regalaba, cada abrazo de ánimo, cada broma, cada todo. Su amor sobrepasaba los límites. (N/A: o.O creo que ya me Salí del tema ¿vdd? Ejem. lo siento volvamos a la historia no me maten creo que me deje llevar por el momento jejejejeje u.u bueno ya me callo).
No lo podía creer ya se le había ido casi todo el día y no le había sacado ni una sola palabra. Se estaba desesperando. Necesitaban hablar a solas y que mejor lugar que el lugar favorito de Harry, Ron y Hermione(N/A: y miooo...oops.. I'm so sorry me deje llevar de nuevo u.u) el Lago. Pero ¿Dónde se encontraba en estos momentos? No lo sabía. Los terrenos de Hogwarts eran muy grandes, podría estar en cualquier sitio: la sala común, el Gran Comedor, los invernaderos, con Hagrid, en el campo de Quidditch. "Campo de Quidditch" comenzó a decirse mentalmente. Como se le pudo haber olvidado, ese día al equipo de la casa de Gryffindor le tocaba entrenamiento. A veces ella misma se asustaba, pero ¿A que se debe que se haya vuelto tan olvidadiza? Solo una respuesta lógica Harry. En todas partes veía a Harry. Hasta en sus sueños y sus fantasías, pero ella no era la única que tenía a un protagonista en sus sueños diarios, sino también un chico de Gryffindor de cabello negro azabache, quien antes de comenzar a tener esos agradables sueños con sus padres, cada noche, soñaba con Hermione, la veía como un ángel, como un tesoro, como la joya más valiosa. Como la adoraba..pero ¿Cómo fue que se enamoro? No lo sabía. Lo único que sabía es que al ver esa hermosa sonrisa angelical en su primer año, ese día en el expreso de Hogwarts, sintió algo raro en el estomago, pero ¿Era a causa de tantos dulces que se había comido ya con Ron? Por supuesto que no, eso era a causa del amor, aunque él, a esa edad tan corta no comprendiera todavía bien ese síntoma, ¿Cuál síntoma? Esa extraña sensación de sentir que miles de mariposas están volando sin autorización en tu estomago. Solo creía lo que quería y lo que podía, ya que ¿Cómo iba a estar enamorado de una chica? Esa era la pregunta que cada chico a edad corta se hace. Todos en la niñez las odian, no las quieren ni ver, las ven como unos bichos raros que en cualquier momento se los pueden comer y se alejan de ellas. Pero al ir creciendo todo cambia ese odio se va convirtiendo en amor, cada ves necesitan más de su presencia, sus caricias, sus cariños, sus besos. Eso sentía el chico, necesitaba conocer el amor, necesitaba ser amado, tener a alguien que se preocupe por él, tener a alguien especial y contar con su total apoyo, su compañía y lo más importante contar con su amor incondicional.
Hermione caminaba velozmente por los exteriores del castillo con dirección a la cancha de Quidditch. Pisaba el verdoso césped húmedo. Se escuchaban sus pasos apresurados. Esa noche el cielo se encontraba cubierto por una gran nube color grisáceo que anunciaba tormenta. El cielo rugió con fuerza y un pequeño destello azul en forma de zigzag va cayendo desde el cielo para impactarse con fuerza sobre la tierra, ¡Pum! Se escucha al caer y un ruido ensordecedor rompe el armonioso silencio de la noche. El cielo nocturno brilla unos instantes en la desolada noche. ¡Pum! Otra rayo se estrella contra la tierra con mucha más fuerza, seguido por otro y otro y así sucesivamente. Pum por aquí, Pum por haya.
Hermione ignoraba los rayos, los estruendos, los relámpagos y el rugir del cielo, por más miedo que estos le causaban ¿Por qué le temía a los rayos? No lo sabía, pero desde una muy corta edad le había agarrado un pavor tremendo a las tormentas y con ello a los rayos, cosa que todavía no aprendía a enfrentar, más bien cosa que no quería afrontar pero por Harry lo estaba haciendo. Bien dicen que por amor uno es capaz de cometer una locura (N/A: no me hagan caso ni se si eso es verdad solo que se ocurrió ponerlo pero creo que un/una enamorad@ nos podría decir ¿o no? =p).
Se paro en seco, ya que había sentido como que algo demasiado helado y ¿mojado?, si mojado; le había caído en su sedosa cabellera, lo sintió una vez, luego otra y otra más, y así sucesivamente, pero cada vez caía con más frecuencia y con más fuerza. Una conclusión única. Había comenzado a llover pero con una fuerza tremenda. Otro gran rugido del cielo la volvió a la realidad. Dio un pequeño grito de sobresalto antes de emprender nuevamente su marcha.
Por otro lado el equipo de Gryffindor seguía entrenando arduamente para su partido contra las Serpientes. Pero contra ellos no solo tenían que idear estrategias fuertes y hábiles para hacer muchos puntos y así ganar el partido, ya que como todo el colegio lo sabía los de Slytherin hacían cualquier cosa para ganar, absolutamente lo que fuera necesario, no les importaba si salía alguien lastima siempre y cuando se llevaran la copa con la que todos los reconozcan como los campeones y el mejor equipo de todos. Debido a ello el equipo también practicaba tácticas de defensa y entrenaban a sus sustitutos por si algún "accidente" llegara a ocurrir durante el partido.
Su primer inconveniente se había presentado. La fuerte tormenta, ya que hace tiempo había dejado de ser una simple llovizna. Las escobas se movían al compás del fuerte viento, con una brusquedad increíble. Los jugadores estaban aterrados. No podían controlar sus escobas y los que podían lo hacían con una gran dificultad. Si volar durante un día de lluvia tranquilo era molesto, ahora durante una tormenta, pobres chicos, no se la podían acabar.
En total había solo 7 chicos en el aire aun montados en sus escobas, ya que los demás estaban a salvo en tierra descansando un poco del arduo entrenamiento. Los desafortunados chicos eran Ginny Weasley, Colin Creevey, Ron Weasley, Seamus Finiggan, Dean Thomas, Parvati Patil y Harry Potter. Harry, Ron y Seamus eran los que podían controlar un poco sus escobas, pero con mucha dificultad.
Los otros siete integrantes del equipo estaban atónitos, siguiendo con la mirada los "ligeros" movimientos que el viento realizaba con sus amigos a una gran altitud y manteniendo sus bocas entreabiertas. Estaban terriblemente empapados y podían pescar un resfriado si no se refugiaban rápidamente de la lluvia, pero ¿Les interesaba? Claro que no, sus amigos estaban primero que nada.
Los rayos seguían cayendo con una brusquedad terrible iluminando el cielo nocturno. ¡Pum! Cayó otro rayo, provocando que finalmente la chica Weasley perdiera el equilibrio total sobre su escoba debido al sobresalto de los grandes estruendos, con lo que comenzó a caer con dirección al suelo desde una altura de unos sesenta metros. Todas las miradas estaban posadas en ella.
Harry fue el primero en reaccionar e inmediatamente se tiro como bala de cañón hacía el lugar de donde caía Ginny. Sentía las frías gotas de agua caer en sus anteojos y empapándoselos por completos impidiéndole una buena vista de sus alrededores. No le importaba. Necesitaba ayudar a Ginny.
Estaba cerca. Cada vez más y más cerca y finalmente cometió la peor locura de su vida. Se puso de pie sobre su escoba, al igual que en su primer partido de Quidditch y se tiro hacía donde caía el cuerpo inconsciente de Ginny.
Lo consiguió, llego a donde estaba ella. La abrazo con fuerza y con un ultimo intento la coloco en dirección contraría al piso (N/A: o sea hacía arriba) para servirle de colchón y amortiguar su caída. Cerró sus ojos con fuerza. Sabía que esto dolería y mucho. Ahora solo le faltaba esperar la llegada de ese doloroso golpe en la espalda.
Ron salió de su estado de shock y al igual que Harry salió volando a toda velocidad en dirección de donde caían ahora los dos chicos. Llego a ellos demasiado tarde, ya habían caído al suelo. Un grito de dolor de parte de Harry se logro escuchar a varios metros de distancia. Los otros cinco chicos con un gran esfuerzo habían logrado bajar a tierra firme y ahora ellos más lo siete que estaban en tomando un descanso se apresuraron a llegar al lugar donde estaban los hermanos Weasley y Harry.
Hermione seguía con su camino hacía el campo de Quidditch cuando escucho un agudo grito de dolor proveniente de la dirección a la que ella se dirigía. Raramente la voz se le hacía familiar (N/A: ¿Quién sera? ¬¬). Su corazón comenzó a latir con fuerza. Trago saliva y corrió a todo lo que daba hacía el campo. Llego y lo primero que vio fue a todos los chicos juntados en un pequeño circulo, en donde en el centro se encontraban dos personas tiradas. Se acerco a gran velocidad hacía ese lugar. Se hizo camino entre los chicos curiosos y sintió como que su corazón había dejado de bombear sangre.
¡HARRY, GINNY!- fue lo último que alcanzó a escuchar el chico antes de caer inconsciente al igual que la chica a la que protegió de esa caída.
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Bueno aquí esta el tercero y Perdón se que esta horrible, horrible pero no sabía que poner. no tenía ideas. En resumen se me seco el cerebro. Bueno pero como siempre espero sus comentarios n_n y perdón por no meter ni a James ni a Lily en este capitulo, pero es que iba a salir demasiado largo jejejejejejeje es que apenas aquí comienza el sueño =p el tercer sueño en el capitulo 4 Chao y Perdón de nuevo por el capitulo
ADIOS..
REWIEWS...
REWIEWS....
Ya era de mañana y la tenue luz solar propiciada por el Sol comenzaba a asomarse por la ventana del dormitorio de chicos de la casa de los Leones. Una habitación acogedora con 5 camas con dorsel cada una y unos baúles colocados al pie de estas. Los ocupantes de las cinco camas eran los chicos de Gryffindor, sexto curso. Los cuatro estaban placidamente dormidos y a punto de ser levantados por el gran Sol. Los chicos se encontraban dormidos ya que como era sábado ese día lo tenían libre, no había clases en la escuela y se podían levantar cuando quisieran, pero el Sol decía que ya era hora de empezar a mover el esqueleto.
Los rayos del Sol se infiltraban cada vez más en la habitación, actuando como un gran despertador, algo molesto al igual que aquel aparato, por lo general pequeño que usan los muggles para levantarse temprano y poder llegar a tiempo a donde tengan que ir. Poco a poco el travieso Sol se acercaba hacía los rostros de los chicos, con intención de arrebatarles el sueño acogedor en el que estaban para que disfruten al máximo ese fresco día.
Cerca más cerca, mucho más cerca y.. por fin. El Sol había logrado su cometido llego hasta los rostros de cada uno de los chicos quienes se movían hacía la derecha, hacía la izquierda, boca abajo y boca arriba con intenciones de escaparse de los rayos solares y dormir más y más. Algo imposible. Lentamente cada uno comenzó a abrir los ojos resignado. Era hora de vivir un nuevo día y ver que les tenía preparado el destino para hoy.
Se dieron los buenos días y uno por uno se fueron metiendo al baño a tomar una ducha. Primero Dean Thomas, después Neville Longbottom, luego Seamus Finiggan, después Ron Weasley y por ultimo Harry Potter. Pero algo curioso paso cuando este ultimo se iba a duchar.
Al salir su amigo Ronald del baño, busco el uniforme de la escuela en su baúl. Lo agarro con las manos y se encerró en el baño. Ya adentro estaba a punto de desvestirse cuando sintió una pequeña cosa suave caer de su camisa. Era algo chico y estaba muy bien doblado. Se agacho curioso a recogerlo, pero se quedo helado al verlo bien. Era un pequeño pañuelo color verde y se alcanzaba a distinguir una pequeña flor bordada en el. Solo podía significar una cosa: era el mismo que le regalo su mamá en su sueño. ¿Pero como era posible que lo tuviera en esos momentos si cuando se lo obsequio se encontraban en su sueños? ¿Cómo podía tenerlo? ¿Acaso esos sueños eran verdaderos y reales? NO...No era posible, sus papás estaban muertos por más que él quisiera creer lo contrario. ¿Pero como explicaba eso? No lo sabía. Estaba confundido.
¿Cuánto tiempo se quedo ahí parado tratando de aclarar sus dudas, sus pensamientos, sus cuestiones? No lo supo, solo que fue mucho tiempo, ya que minutos después la voz de su amigo lo había regresado a la realidad. Pero seguía estático, sin mover ni un solo músculo. No podía regresar por completo a la realidad, no podía asimilar lo que pudo haber pasado y mucho menos podía contestarse el porque tenía él pañuelo en sus manos en esos momentos. Su cabeza comenzó a girar y a confundirse por si misma con tantas ideas, dudas y cuestiones. Tantas teorías, tantas hipótesis...O talvez seguía soñando...O podría ser que todavía no estaba bien despierto y veía cosas. Eran sus dos salidas fáciles, pero el pequeño pañuelo se sentía tan real, tan suave, tan verde y con ese agradable olor a su mamá, además el piso se sentía frío, No, no podía estar soñando esto era real ¿Pero cómo?
Decidió pensarlo después. Todo era muy confuso y se dispuso a tomar su baño y al terminar ponerse el uniforme.
Se dio cuenta de su error y se maldijo mil veces "tonto, tonto, tonto" se decía una y otra vez mientras iba en dirección a su baúl a sacar otro tipo de ropa. ¿Por qué otra ropa? Simple.solo por el hecho de que ese día no tenían clases y no era necesario portar el uniforme de Hogwarts el fin de semana. Cosa que por completo se le olvido y se había puesto su uniforme.
Después de cambiarse el uniforme por ropa mucho más cómoda. Después de guardar el pañuelo de su mamá en su baúl aún algo confundido y atontado. Se fue a desayunar.
Durante todo el día una sola pregunta circulo por su mente ¿Porqué tenía el pañuelo de Lily? Ninguna respuesta lógica. Pero alguien noto ese estado pensativo y de apartamiento de Harry durante el transcurso del día y se preocupo por él. Necesitaba averiguar que era lo que lo traía así, porque últimamente estaba tan distante. Fallo en todos sus intentos. Pero ¿No se iba a dejar vencer o si? Por supuesto que no ella era una chica decidida, valiente y muy audaz. Ella era una Gryffindor de alma. Ella era Hermione Granger.
Pero tal vez no lo averigüe hoy, tal vez tampoco se entere mañana, pero de algo estaba segura; algún día lo averiguaría y trataría de ayudarle en todo lo que le fuera posible. Pero ¿Por qué se preocupaba tanto por él? ¿Por qué siempre estaba pendiente a cualquier movimiento suyo? ¿Por qué no lo dejaba de ver a todas horas? Por más que ella negara la verdad su corazón y conciencia gritaban la verdad: estaba perdidamente enamorada y el verlo así la ponía triste. Pero tenía miedo de confesárselo, miedo de romper su amistad, miedo a distanciarse de el, pero sobre todo miedo a perderlo para siempre. Podría ser estudiosa, valiente, decidida y ruda pero en cuestiones amorosas era todo lo contrario. Se sentía totalmente cobarde, indecisa y frágil. ¿Cómo se enamoro? Ja! Ni ella lo sabe, no se dio cuenta que poco a poco su pequeño corazón iba aprendiendo el significado de la palabra AMOR, la palabra más bella de todas, una palabra que poco a poco fue comprendiendo su significado y más aun si valor. Para ella el amor era algo valiosísimo, el mejor sentimiento de todos era el Amar, pero también lo era el ser amada. ¿Hasta cuando comprendió que estaba loca por el chico? Eso lo fue descubriendo lentamente: en cada conversación que tenían, cada sonrisa que le regalaba, cada abrazo de ánimo, cada broma, cada todo. Su amor sobrepasaba los límites. (N/A: o.O creo que ya me Salí del tema ¿vdd? Ejem. lo siento volvamos a la historia no me maten creo que me deje llevar por el momento jejejejeje u.u bueno ya me callo).
No lo podía creer ya se le había ido casi todo el día y no le había sacado ni una sola palabra. Se estaba desesperando. Necesitaban hablar a solas y que mejor lugar que el lugar favorito de Harry, Ron y Hermione(N/A: y miooo...oops.. I'm so sorry me deje llevar de nuevo u.u) el Lago. Pero ¿Dónde se encontraba en estos momentos? No lo sabía. Los terrenos de Hogwarts eran muy grandes, podría estar en cualquier sitio: la sala común, el Gran Comedor, los invernaderos, con Hagrid, en el campo de Quidditch. "Campo de Quidditch" comenzó a decirse mentalmente. Como se le pudo haber olvidado, ese día al equipo de la casa de Gryffindor le tocaba entrenamiento. A veces ella misma se asustaba, pero ¿A que se debe que se haya vuelto tan olvidadiza? Solo una respuesta lógica Harry. En todas partes veía a Harry. Hasta en sus sueños y sus fantasías, pero ella no era la única que tenía a un protagonista en sus sueños diarios, sino también un chico de Gryffindor de cabello negro azabache, quien antes de comenzar a tener esos agradables sueños con sus padres, cada noche, soñaba con Hermione, la veía como un ángel, como un tesoro, como la joya más valiosa. Como la adoraba..pero ¿Cómo fue que se enamoro? No lo sabía. Lo único que sabía es que al ver esa hermosa sonrisa angelical en su primer año, ese día en el expreso de Hogwarts, sintió algo raro en el estomago, pero ¿Era a causa de tantos dulces que se había comido ya con Ron? Por supuesto que no, eso era a causa del amor, aunque él, a esa edad tan corta no comprendiera todavía bien ese síntoma, ¿Cuál síntoma? Esa extraña sensación de sentir que miles de mariposas están volando sin autorización en tu estomago. Solo creía lo que quería y lo que podía, ya que ¿Cómo iba a estar enamorado de una chica? Esa era la pregunta que cada chico a edad corta se hace. Todos en la niñez las odian, no las quieren ni ver, las ven como unos bichos raros que en cualquier momento se los pueden comer y se alejan de ellas. Pero al ir creciendo todo cambia ese odio se va convirtiendo en amor, cada ves necesitan más de su presencia, sus caricias, sus cariños, sus besos. Eso sentía el chico, necesitaba conocer el amor, necesitaba ser amado, tener a alguien que se preocupe por él, tener a alguien especial y contar con su total apoyo, su compañía y lo más importante contar con su amor incondicional.
Hermione caminaba velozmente por los exteriores del castillo con dirección a la cancha de Quidditch. Pisaba el verdoso césped húmedo. Se escuchaban sus pasos apresurados. Esa noche el cielo se encontraba cubierto por una gran nube color grisáceo que anunciaba tormenta. El cielo rugió con fuerza y un pequeño destello azul en forma de zigzag va cayendo desde el cielo para impactarse con fuerza sobre la tierra, ¡Pum! Se escucha al caer y un ruido ensordecedor rompe el armonioso silencio de la noche. El cielo nocturno brilla unos instantes en la desolada noche. ¡Pum! Otra rayo se estrella contra la tierra con mucha más fuerza, seguido por otro y otro y así sucesivamente. Pum por aquí, Pum por haya.
Hermione ignoraba los rayos, los estruendos, los relámpagos y el rugir del cielo, por más miedo que estos le causaban ¿Por qué le temía a los rayos? No lo sabía, pero desde una muy corta edad le había agarrado un pavor tremendo a las tormentas y con ello a los rayos, cosa que todavía no aprendía a enfrentar, más bien cosa que no quería afrontar pero por Harry lo estaba haciendo. Bien dicen que por amor uno es capaz de cometer una locura (N/A: no me hagan caso ni se si eso es verdad solo que se ocurrió ponerlo pero creo que un/una enamorad@ nos podría decir ¿o no? =p).
Se paro en seco, ya que había sentido como que algo demasiado helado y ¿mojado?, si mojado; le había caído en su sedosa cabellera, lo sintió una vez, luego otra y otra más, y así sucesivamente, pero cada vez caía con más frecuencia y con más fuerza. Una conclusión única. Había comenzado a llover pero con una fuerza tremenda. Otro gran rugido del cielo la volvió a la realidad. Dio un pequeño grito de sobresalto antes de emprender nuevamente su marcha.
Por otro lado el equipo de Gryffindor seguía entrenando arduamente para su partido contra las Serpientes. Pero contra ellos no solo tenían que idear estrategias fuertes y hábiles para hacer muchos puntos y así ganar el partido, ya que como todo el colegio lo sabía los de Slytherin hacían cualquier cosa para ganar, absolutamente lo que fuera necesario, no les importaba si salía alguien lastima siempre y cuando se llevaran la copa con la que todos los reconozcan como los campeones y el mejor equipo de todos. Debido a ello el equipo también practicaba tácticas de defensa y entrenaban a sus sustitutos por si algún "accidente" llegara a ocurrir durante el partido.
Su primer inconveniente se había presentado. La fuerte tormenta, ya que hace tiempo había dejado de ser una simple llovizna. Las escobas se movían al compás del fuerte viento, con una brusquedad increíble. Los jugadores estaban aterrados. No podían controlar sus escobas y los que podían lo hacían con una gran dificultad. Si volar durante un día de lluvia tranquilo era molesto, ahora durante una tormenta, pobres chicos, no se la podían acabar.
En total había solo 7 chicos en el aire aun montados en sus escobas, ya que los demás estaban a salvo en tierra descansando un poco del arduo entrenamiento. Los desafortunados chicos eran Ginny Weasley, Colin Creevey, Ron Weasley, Seamus Finiggan, Dean Thomas, Parvati Patil y Harry Potter. Harry, Ron y Seamus eran los que podían controlar un poco sus escobas, pero con mucha dificultad.
Los otros siete integrantes del equipo estaban atónitos, siguiendo con la mirada los "ligeros" movimientos que el viento realizaba con sus amigos a una gran altitud y manteniendo sus bocas entreabiertas. Estaban terriblemente empapados y podían pescar un resfriado si no se refugiaban rápidamente de la lluvia, pero ¿Les interesaba? Claro que no, sus amigos estaban primero que nada.
Los rayos seguían cayendo con una brusquedad terrible iluminando el cielo nocturno. ¡Pum! Cayó otro rayo, provocando que finalmente la chica Weasley perdiera el equilibrio total sobre su escoba debido al sobresalto de los grandes estruendos, con lo que comenzó a caer con dirección al suelo desde una altura de unos sesenta metros. Todas las miradas estaban posadas en ella.
Harry fue el primero en reaccionar e inmediatamente se tiro como bala de cañón hacía el lugar de donde caía Ginny. Sentía las frías gotas de agua caer en sus anteojos y empapándoselos por completos impidiéndole una buena vista de sus alrededores. No le importaba. Necesitaba ayudar a Ginny.
Estaba cerca. Cada vez más y más cerca y finalmente cometió la peor locura de su vida. Se puso de pie sobre su escoba, al igual que en su primer partido de Quidditch y se tiro hacía donde caía el cuerpo inconsciente de Ginny.
Lo consiguió, llego a donde estaba ella. La abrazo con fuerza y con un ultimo intento la coloco en dirección contraría al piso (N/A: o sea hacía arriba) para servirle de colchón y amortiguar su caída. Cerró sus ojos con fuerza. Sabía que esto dolería y mucho. Ahora solo le faltaba esperar la llegada de ese doloroso golpe en la espalda.
Ron salió de su estado de shock y al igual que Harry salió volando a toda velocidad en dirección de donde caían ahora los dos chicos. Llego a ellos demasiado tarde, ya habían caído al suelo. Un grito de dolor de parte de Harry se logro escuchar a varios metros de distancia. Los otros cinco chicos con un gran esfuerzo habían logrado bajar a tierra firme y ahora ellos más lo siete que estaban en tomando un descanso se apresuraron a llegar al lugar donde estaban los hermanos Weasley y Harry.
Hermione seguía con su camino hacía el campo de Quidditch cuando escucho un agudo grito de dolor proveniente de la dirección a la que ella se dirigía. Raramente la voz se le hacía familiar (N/A: ¿Quién sera? ¬¬). Su corazón comenzó a latir con fuerza. Trago saliva y corrió a todo lo que daba hacía el campo. Llego y lo primero que vio fue a todos los chicos juntados en un pequeño circulo, en donde en el centro se encontraban dos personas tiradas. Se acerco a gran velocidad hacía ese lugar. Se hizo camino entre los chicos curiosos y sintió como que su corazón había dejado de bombear sangre.
¡HARRY, GINNY!- fue lo último que alcanzó a escuchar el chico antes de caer inconsciente al igual que la chica a la que protegió de esa caída.
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Bueno aquí esta el tercero y Perdón se que esta horrible, horrible pero no sabía que poner. no tenía ideas. En resumen se me seco el cerebro. Bueno pero como siempre espero sus comentarios n_n y perdón por no meter ni a James ni a Lily en este capitulo, pero es que iba a salir demasiado largo jejejejejejeje es que apenas aquí comienza el sueño =p el tercer sueño en el capitulo 4 Chao y Perdón de nuevo por el capitulo
ADIOS..
REWIEWS...
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