CAPITULO V: La canción de la Sombra.

Los dias transcurrieron con una extraña normalidad que incomodaba un poco a los maestros. Los alumnos de ambas escuelas se habian acoplado  sorprendentemente bien a las clases, aun se oian algunas quejas por los pasillos pero no eran nada de que preocuparse ya que, en prevención, habian pedido refuerzos para controlarlos.

Dumbledore pasaba varias horas encerrado con la Maestra Cackle, discutiendo asuntos acerca de la educación que impartian, cosa que a nadie le importaba excepto a la profesora McGonagall.

- Pero, por qué te alteras tanto, Minerva? – le solia preguntar en tono burlón, la profesora Trelawney – es normal  que dos buenos directores como ellos quieran compartir experiencias.

- Pero llevan dias "compartiendo experiencias", Sybil, Albus tiene una responsabilidad con los alumnos y con nosotros pero parece no acordarse de eso con Amelia Cackle metida aqui.

Harry habia llegado a la conclusión de que el asunto de Draco habia sido mera casualidad y que, en realidad, se estaba comportando como paranoico. Ademas, tenia que ocupar su reducido tiempo libre en  pensar la forma de averiguar el por qué Bill tenia tratos con los Malfoy. Hermione insistia en que posiblemente serian asuntos relacionados con Gringotts, que tal vez Lucius Malfoy debia o le debian algo. Pero ni Ron ni él estaban del todo convencidos con esa teoria.

- No veo el caso de tratar asuntos de trabajo en la escotilla de una torre – replicaba Ron.

Lo primero que se les ocurrió para empezar a investigar fue preguntarle a la profesora de Adivinación por qué no habia estado en su salón ese dia. Por lo tanto, al anochecer del doceavo dia, subieron a la escotilla, fueron los primeros en hacerlo, asi que Trelawney se habia sentido halagada de que sus alumnos se preocuparan de esa forma (Ron tenia un claro gesto de suplica y se retorcia las manos, mientras Harry jugaba de manera nerviosa con su tunica). Sin pensarlo, les dio un largo sermón acerca de lo educado que era preocuparse por la salud de otros y 50 puntos por cada uno para Gryffindor por ese gesto amable.

El humor de ambos mejoró notablemente no obstante no habian podido resolver nada porque al final resultó ser que Trelawney habia sido requerido de inmediato a una junta de la Asociación Internacional de Adivinadores y Despejadores de las Tinieblas del Futuro, A. C. y esa habia sido la razón de su ausencia.

Harry y Ron regresaron a la torre de Gryffindor pensativos. De pronto, Ron dio un golpe con el puño en la pared.

- Qué pasa? – preguntó extrañado, Harry, mientras Ron se dejaba caer en el suelo.

- Aun no puedo creerlo, Harry… es decir, Bill? Si alguien mas me lo dijera no lo creeria, siempre confié en él y él siempre en mi, ni siquiera Charlie, que es fanatico del quidditch como yo, me aceptaba como Bill. Cuando estaba en Hogwarts, en las vacaciones, siempre me contaba historias del castillo... me contó lo de la Camara Secreta... siempre le decia a mi padre que lo apoyaba cuando los Malfoy lo insultaban de algun modo... cómo puede ser tan mentiroso? y cómo pude ser tan tonto de no dame cuenta??!!

- Calmate, no ganamos nada desesperandonos, aun no sabemos por qué estaban hablando, tal vez...

Harry se calló y echó un vistazo de advertencia a Ron quien se paró de inmediato, los dos se quedaron callados, observando aquello. Una Sombra estaba en el techo como reflejada por algo que estuviera en el suelo pero... no habia nada, parecia tener la forma de una persona. La vieron por un momento en silencio, pero la cabeza de la Sombra volteó hacia ellos y comenzó a caminar amenazante, Ron dio un paso para atras pero se topó con una puerta de madera cerrada, Harry lo miró: estaba igual o mas asustado que él, no distinguian ojos en la figura pero se sentian claramente observados, la Sombra se acercaba cada vez mas, pero entonces se detuvo miró a ambos lados del corredor y desapareció.

- Qué era eso?

- No lo sé, pero era algo bastante extraño...

Un rechinido de puerta se oyó justo detras de ellos y los dos dieron el respingo mas grande de toda su vida, se separaron. De la puerta en cuestión, surgió una cara extrañada que los miraba insistentemente.

- Enid!!! Pero qué susto nos has dado!! – dijo Ron llevandose una mano al pecho.

- Susto?

- Olvidalo – dijo Harry – qué haces aqui? Ya es tarde, deberias estar en la torre – su voz habia sido bastante mandona.

- Mira quien lo dice...

- Nosotros estamos afuera por asuntos importantes – replicó Ron.

- Yo también.

Harry y Ron se miraron.

- Qué asuntos? – por fin preguntó, Harry.

Pero Enid no respondió, se llevó un dedo a la boca para pedirles silencio y miró hacia el fondo del pasillo, entronó los ojos un poco, se arrodilló y un la mano derecha tocó un pedazo de piso, después se incorporó, se subió la capucha de la tunica de Cackle y se apartó hacia la pared. Harry y Ron no dejaban de mirarla con el entrecejo fruncido, ella los llamó con la mano. El primero en avanzar fue Harry y como sintió que Ron no lo seguia lo jaló.

- Qué pasa? – dijo casi en un susurro.

- Shhh... – contestó Enid con suavidad.

Les hizo otra seña indicandoles que la siguieran, cruzaron varios pasillos que Harry no reconoció hasta que llegaron justo en frente del retrato de la señora gorda.

- "Rascacielos flotantes"

pronunciaron la contraseña y entraron. Harry se dio cuenta de que Ron venia recargandose mucho en él, asi que movió un poco el hombro para quitarselo de encima.

- Perdón – dijo casi en un susurro, Ron – qué pasa aqui, Enid?... (bostezo) hay.... de repente tengo mucho sueño.... creo que me voy a la cama.

Ron empezó a subir las escaleras y con un gran esfuerzo volteó hacia la sala comun.

- Pero mañana... (bostezo)... nos contaras qué estabas haciendo .... (bostezo)... Enid. Vienes, Harry?

- Si, claro, en un momento subo.

Ron parecia tan cansado que ni siquiera hizo el intento por esperarlo y desapareció en la penumbra de la escalera.

Enid se sentó en uno de los sillones, mirando al fuego, también parecia estar agotada.

- Qué le hiciste?

- Qué le hice a quién?

- A Ron... no tenia ese sueño antes de toparnos contigo.

- Y crees que yo se lo di? Gracias Harry, por considerarme tan divertida. – bromeó ella, levantandose para tomar el rumbo a las escaleras, pero al pasar junto a él, Harry la tomó por el brazo.

- Sabes a lo que me refiero.

- Quieres saber si lo hechicé?

Harry asintió con la cabeza con el semblante serio.

- No... yo no.

- Tu no? Qué quieres decir con eso?

- Ya te di la respuesta que querias, yo no hechicé a Ron.

Enid soltó su brazo bruscamente de las manos de Harry a quien le empezaban a surgir muchas preguntas en la cabeza y notó que el aspecto jovial de Enid se ensombrecia. Sin pensarlo dos veces, volvió a sujetarla, ahora con mas fuerza.

- Qué hacias fuera de la torre?

- No es muy tarde para interrogarme?

- No lo es... dime.

Enid bajó la mirada al suelo por un momento, paseó sus ojos y los detuvo en los zapatos de la persona que la estaba sujetando con fuerza pero sin lastimarla.

- No puedo... quisiera decirtelo... pero no puedo.

Harry se sintió muy desconcertado por esa respuesta y poco a poco la soltó, dejandola ir sin decir una palabra mas y sin dejarlo lanzar otra pregunta.

El cuarto estaba oscuro y frio, no se veia nada, si siquiera podia ver sus propias manos, agudizó la vista para intentar ver una salida, de pronto una pequeña lucecita roja apareció a lo lejos, caminó pero parecia que ella se acercaba a mayor velocidad. Entonces pudo ver que en realidad era un ojo, un ojo rojo como el fuego, que lo observaba con furia.

- No caigas en la Sombra, Draco Malfoy, no caigas!!

Draco se incorporó, oyó su respiración agitada, tenia cabello en la cara, se lo quitó con una mano y notó que estaba empapado en sudor, tocó su pecho... tum tum tum... sentia el palpitar de su corazón... tum tum tum... era mas fuerte que de costumbre y mucho mas rapido... tum tum tum... le lastimaba. Abrió con cuidado, un pequeño espacio entre los pliegues de las cortinas de su cama: Crabbe, Goyle y los demas chicos de Slytherin estaban dormidos... tum tum tum... su corazón no se callaba... tum tum tum... era tan fuerte que creyó que despertaria a sus compañeros. Volvió a cerrar.

Dio un suspiro largo para calmarse y trató de recordar lo que habia soñado, las imagenes se negaban a salir, sólo podia oir una voz que le decia que no cayera en la Sombra... la voz de su padre. La oia retumbar en su cabeza casi tan rapido como latia su corazón.

No creia poder dormir otra vez, se recostó pero estuvo mucho tiempo con los ojos casi sin parpadear antes de volver a conciliar el sueño.

A la mañana siguiente en el Gran Comedor, todo parecia absolutamente normal, las casas desayunaban rapido puesto que las clases empezaban muy de mañana y no podian retrasarse. Sin embargo, el quinto año de Gryffindor aun estaba sentado, comiendo placidamente.

- Aun no logro aprenderme la canción que nos dio la maestra Vamp... yo no sé como voy a pasar esta materia, en serio.

- Vamos, Ron, no es tan dificil – dijo Mildred.

- Si, ademas Vamp no es muy exigente, sólo mueve la boca y ya, nosotras haremos el resto – exclamó Maud.

- Bueno... supongo que es buena idea... nos pondremos hasta atras otra vez, verdad, Harry?... Harry?

- Eh?... qué?

- Qué te pasa?

Harry no estaba oyendo la conversación que mantenian sus amigos al lado de él, seguia mirando y pensando en Enid, en todo lo que habian pasado la noche anterior. Ella lo habia estado evitando la mañana entera y ahora estaba sentada exactamente en el lado opuesto a él, con los ojos clavados en su desayuno y no habia pronunciado palabra.

- No me pasa nada, estoy algo cansado, es todo.

Cuando se percató de la existencia de Ron, le vino otra pregunta: por qué él no parecia recordarlo? No habia hecho ningun comentario, Ron no era asi, Harry creyó que seria el primero en pedirle que investigaran a Enid pero parecia que a su amigo no le importaba mucho. Sin embargo, no le dijo nada para recordarselo.

De pronto, las puertas del comedor se abrieron y no sólo entró la maestra Vamp sino... los slytherins, se oyó un gran gemido de protesta de los dos lados. Harry pudo ver que Malfoy evitaba a toda costa ver hacia la mesa.

Davina Vamp, una profesora delgada, con lentes y absolutamente despeinada, se colocó al fren de ellos, les pidió a los gryffindors que se levantaran y con una sola palmada desapareció las mesas y una pianola grande se presentó en medio del salón. Después los colocó a todos por encima de la tarima donde antes estaba la Mesa Alta.

- Bien, bien! – dijo con entusiasmo – hoy les daré una gran noticia!! El profesor Dumbledore y la maestra Cackle quieren que escoja a los estudiantes mas destacados de mi clase para una presentación el dia de brujas!!

Las reacciones fueron muy variadas antes esa noticia, algunos, como Ron, pusieron cara de espanto, otros, como Mildred y Maud, se alegraron y otros tantos fueron indiferentes.

Vamp no hizo lo acostumbrado para elegir a sus cantores (hacerlos cantar hasta el cansancio y en diferentes tonos), sino que se acercó mucho a cada uno, poniéndoles la oreja casi en la garganta, luego les apretaba duro el estómago, casi hasta sacarles el aire. Al final pareció estar un poco decepcionada.

- Bueno... parece que no muchos de ustedes tienen aptitudes natas para el canto. En fin, las cackle seran las mismas: Maud Luna, Mildred Hubble, Ethel Hallow y Drusilla Paddock. En cuanto a los hogwarts... quisiera escucharlos primero de viva voz... iran pasando conforme los valla nombrando.

Si alguien hubiera descrito, en un rollo de pergamino, lo que en ese momento sintieron la mayoria de los ahi presentes, la unica palabra que hubiera escrito seria: vergüenza, o la frase: la cosa mas espantosa que alguien hubiera vivido jamas.

La prueba era enfrente de la pianola, tenian que cantar un pequeño fragmento de la canción que ya les habian enseñado, la cual era composición absoluta de Vamp. Al pasar al frente, Ron se puso tan rojo que era dificil distinguir donde terminaba su pelo y empezaba su cara... pero no duró mucho tiempo ya que apenas abrió la boca, la profesora le dijo lo mismo que a Harry cuando habia pasado:

- Suficiente... no has pensado nunca dedicarte a cantar, a que no?... que bueno, tendras mas futuro en otra area, sin duda, querido.

Ron se sintió absolutamente aliviado aunque todavia un poco avergonzado puesto que todos oian los comentarios de Vamp.

- Bien, bien, quién sigue?...mmm... oh, si: Malfoy, Draco.

Los slytherins se abrieron dejando en descubierto a Malfoy que no se movió de donde estaba: recargado en la pared.

- Vamos, vamos...

- No voy a hacerlo – dijo altaneramente pero con un ligero tinte de terror en su voz.

- Oh, vamos, querido, presiento que tu vas a ser mi estrella.

Draco abrió la boca tratando de rebatir eso mientras Harry, Ron, Hermione, Mildred y Maud se miraban levantando una ceja en plan de duda, sentados en el escalón de la tarima.

- No voy a cantar!! – dijo de nuevo.

- Oh, si que lo haras, si no quieres que valla por el profesor Dumbledore para que te de una pequeña dosis de confianza, Malfoy.

Absolutamente todos voltearon a las puertas del Gran Comedor al oir esa voz. Al ver de quién se trataba, Harry se puso de pie.

- Profesor Lupin! – alcanzó a decir asombrado.

- Porque supongo que es eso, a que si? Nuestro orgulloso y siempre bien retador, Draco Malfoy, tiene miedo de pasar a cantar...

- Por... supuesto... que … no… - respondió Draco con los dientes bien apretados y con los puños cerrados.

- Entonces?

Draco dirigió sus ojos hacia la pianola donde la profesora Vamp lo miraba con una sonrisa, pero no de burla (como la de algunos gryffindors) sino como si una felicidad la embargara cada vez que alguien iba a cantar, por ese motivo muchos ya la habian catalogado de loca.

- Qué estas esperando, Malfoy? – dijo de nuevo, Lupin, en tono suave pero de orden.

Draco se incorporó de la pared y empezó a caminar, se podian oir algunos susurros pero muy leves, algunos de inconformidad y otros de expectación. Por fin llegó frente a Vamp.

- Bien, querido, ya sabes que parte es... ya te la sabes, no?

En ese momento, Harry sintió una gran lastima por Malfoy, él no hubiera soportado que lo obligaran a cantar con toda la atención.

Draco no asintió pero tampoco negó, por la comisura del ojo pudo ver a Enid quien lo miraba muy atentamente y un leve tono rosado apareció en sus mejillas.

- Listo, cariño?

Su respiración se hacia cada vez mas agitada... estaba nervioso, nunca lo habia estado tanto. Escondió las manos dentro de su tunica y se agarró fuerte los pantalones como si necesitara detenerse de ellos para no caer.

Trató de concentrarse, fijó los ojos en un solo punto: su reflejo en la tapa de la pianola, y, de pronto,  su mirada se encontró con la de su otro yo y se perdió en sus propios ojos grises. Se sintió un poco mas tranquilo, con sus parpados cerró su intercambio de miradas y las palabras comenzaron a salir.

Es la Sombra que nos acecha,

la unica que nos destruye

pero que también nos alimenta.

En cuanto la vi,

un relampago de luz surgió en mi corazón,

en mi corazón,

tan claro, tan vivo,

que ahora, por él,

no me importaria perder mi razón.

Salve a la Sombra que me causa dolor,

que me causa compasión

pero que esperanza da

a mi aturdido corazón.

Fue muy extraño, en su memoria se dibujaba la imagen de Enid, tan clara que podia sentirla, estaba sentada en una piedra gris grande que a su vez estaba en la orilla de un rio. Draco la miró por un momento, se sentia raro, era como si al cantar, hubiera sido transportado del Gran Comedor a los jardines del castillo. Enid se levantó y sin decir nada lo abrazó... De pronto, se dio cuenta de que la pianola no lo seguia y que en el salón no se oia nada mas que sus palabras, calló de pronto y abrió los ojos.

La maestra Vamp lo veia con los ojos practicamente desorbitados y la boca abierta, las manos aun las tenia en las teclas pero no movia los dedos. Se espantó un poco, qué habria pasado? Se oyó un sorbido (era Neville que estaba enfermo de gripe), eso lo hizo voltear y se quedó mas confundido que antes, todos lo miraban con los ojos muy abiertos como admirados. Alguien empezó a aplaudir y los demas lo imitaron.

La profesora Vamp no aguantó mas, derramó algunas lagrimas y se fue hacia Draco con las claras intenciones de abrazarlo.

- No se atrev...

Su protesta fue ahogada por los brazos de Vamp y los aplausos, algo lentos por el shock, de sus compañeros. Draco no comprendió hasta que, después de un ligero rato de apapachos, la profesora lo separó.

- Ves? Te lo dije, lo habia presentido, tienes una voz que muchos darian miles de galeones por poseer, un talento natural.

- Qué dice? – preguntó.

- Cantaste como los mismos angeles, querido, fue impresionante!! Y esa canción, qué hermosa, es ... un poco sombria, cierto, pero muy hermosa!!, puedes dictarmela?, me gustaria mucho tenerla.

Como algo automatico, no como si en realidad quisiera complacer a Vamp, Draco trató de recordar lo que habia dicho pero nada salia de su boca y en su memoria unicamente se dibujaba la imagen de Enid abrazandolo cerca de un lago. Se mordió un labio, se sentia preocupado por no poder recordar.

- Vamos, dictamela – repitió Vamp, con pluma y pergamino listos.

- N-no... no me acuerdo como es – dijo un poco apenado.

- Cómo que no lo recuerdas?

- N-no – dijo ahora con cierta desesperación.

- Pero... pero la acabas de cantar.

Draco se sentia acosado de preguntas, Vamp se acercaba cada vez mas, interrogandolo y las miradas se volvian mas densas. Sus demas compañeros se habian acercado y lo miraban igual de curiosos e inquisidores. Sólo Enid se habia quedado parada en la tarima.

No soportó mas y echó a correr fuera del Gran Comedor, dejandolos sorprendidos.

Llegó a un pilar cercano a la mazmorra de Slytherin, se apoyó en ella, las piernas le temblaban al igual que las manos y su corazón latia de la misma manera que la noche anterior cuando un sueño horrible lo habia despertado. Entonces se sintió observado nuevamente.

- Déjame en paz, quien quiera que seas!! – gritó, sin voltear, con todas sus fuerzas. No le importaba quien fuera, queria estar sólo.

- Vienes a burlarte?? Nadie se burla de Draco Malfoy, nadie!!!

Pero lo seguian viendo en silencio.

- No entiendes??? Vete!!!

Draco volvió su cuerpo hacia donde sentia la mirada pero en lugar de una persona vió sólo una Sombra que estaba parada en frente de él. Se incorporó completamente sin separar la vista de aquello.

- Qué eres y qué quieres? – dijo con firmeza.

Pero no recibió respuesta, en cambio sintió un fuerte golpe en la quijada que lo tumbó al suelo. Nadie nunca lo habia golpeado... bueno, exceptuando Hermione Granger en tercero pero habia decidido borrar aquel suceso puesto que estaba dispuesto a vengarse.

- Pero qué demo...?

Otro golpe lo hizo voltearse, era absurdo, no veia quién era el que lo estaba golpeando.

- Potter? – dijo, extendiendo las manos como buscando – sé que tienes algun truco para hacerte invisible!! Vamos, no seas cobarde, muéstrate!!

Unas manos delgadas pero fuertes lo tomaron por la tunica obligandolo a ponerse de pie y lo alzó unos centimetros del piso. Trató de encontrar la cara de su agresor pero sólo veia la Sombra justo en frente de él. Los brazos lo estrellaron de espaldas en la pared y lo bajaron, pero continuó, Draco sintió dos golpes seguidos, increiblemente fuertes, uno en el estómago y otro en el brazo, el dolor fue tan intenso en el segundo que lo dejó inconsciente.

NOTAS:

La idea de que Draco canta bien me la dio un articulo que encontré de Tom Felton en el que dice que es un talentoso cantante... ademas creo que se veria bien.

LINA SAOTOME: es verdad, tengo debilidad por los nombres raros... los Quemados son muy populares en mi pais, vi a unos niños jugandolo y de ahi se me ocurrió.

ESTELA: jaja, gracias por la idea, ya me lo habia imaginado, pero bueno, haber que resulta.

NARIKO: mmm... no te puedo contestar la pregunta... es algo apresurada... pero bueno, en realidad los asuntos de Bill con los Malfoy son grandes.

CELESTE: gracias por tus comentarios.

ANDRE: sobre Anais, tranquilizate, ya hablé con ella, luego te cuento. Sobre Drakie y Enid... se que son extraña pareja pero ya sabes que me gustan asi.

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