CAPÍTULO XI: Descubrimientos.

Bill se detuvo en uno de los umbrales de la puerta, con prácticamente toda la escuela mirándolo y después de compartir una mirada significativa con Ron, se desplomó en el suelo. Muchos de los presentes, profirieron un gemido de angustia, Hermione miró a Ron preocupada mientras este y los gemelos se adelantaban a llegar hasta Bill. Fred fue el primero que logró tocarlo pero inmediatamente después, apartó la mano asustado.

- Qué pasa? – preguntó, Ron.

- Está... está...

- Qué? – también preguntó, George.

- No puedo tocarlo...

Ron frunció el entrecejo ante la actitud del gemelo, mientras George se acercaba a Bill, pero también este retiró la mano dando un gritito.

- Hay, por favor...

Esta vez, Ron fue el que se acercó pero antes de que pudiera tocar las ropas, estas le lanzaron chispas quemantes que le hicieron daño, iba a decir algo pero el profesor Dumbledore llegó en ese momento hasta ellos con otro maestros.

- No, no, no señores Weasley, será mejor que lo llevemos a la enfermería de inmediato – miró hacia atrás de él – Madam Pomfrey?

- Claro, claro..

Pomfrey sacó su varita, murmuró algo y el cuerpo de Bill se encontró flotando al lado de ella como si estuviera en una camilla invisible. Harry pudo ver su rostro entonces, estaba muy sucio y parecía haber llorado porque había líneas aparentemente limpias. Su cabello rojo estaba desordenado y tenía raspones en las mejillas, además del labio inferior muy lastimado. La caravana de profesores salió, un segundo después el profesor Snape regresó miró a todos y con una desagradable expresión hizo que los músicos empezaran a tocar de nuevo.

- El director dice que continúen, seguramente lo del señor Weasley no es nada grave.

Ron se acercó un poco más a él.

- Necesito ir a ver a mi hermano... profesor yo...

- Lo lamento, Weasley, pero el profesor Dumbledore dice que no.

Snape alargó los labios en una sonrisa oscura y se fue. Ron, con la quijada algo trabada se acercó a Harry que estaba ahora entre Hermione, Mildred y Maud.

- Maldito... no le había dicho nada... tengo que ver a Bill...

- Ron, no ganamos nada con eso, tal vez de verdad está bien..

- Ah, sí? Y dime, Fred, por qué diablos venía con las ropas así?

Fred miró a George.

- Bueno, tal vez… se encontró con... Charlie, trató de ayudarle y un dragón lo atacó...

Ron frunció el entrecejo mientras Harry y las chicas alzaban las cejas.

- Que imaginación tienes, George...

George y Fred encogieron los hombros mientras se alejaban.

- No puedo creer que a los gemelos no les importe...

Ron ignoró el comentario de Hermione.

- Me ayudan a llegar con mi hermano?

Maud y Mildred  se miraron como preguntando, cómo  podrían ayudarlo a semejante cosa. Harry miró a Hermione quien encogió los hombros, Ron tenía una expresión de súplica en los ojos. Al final, accedió.

- De acuerdo – dijo, dando un suspiro – pero tendrán que saberlo...

- Señor Malfoy pero qué está haciendo aquí? No debería estar en el baile? – Dumbledore miró al estudiante con suspicacia.

- Lo siento, no tenía muchas ganas de ir – contestó, en el habitual modo.

En realidad era cierto, Draco no estaba de humor para ver cómo Potter y Enid se divertían de lo lindo enfrente de sus narices... aún no podía ni siquiera verla a la cara, lo cual le parecía una tontería porque quien debería estar avergonzada era ella, pero al parecer Enid no tenía ningún cargo de conciencia.

Dumbledore metió una mano a la bolsa de su túnica y sacó un paquete de pastillas muggle, le ofreció a Malfoy pero desistió al ver la cara de asco de éste.

Le parecía bastante desagradable ver a su director comiendo cosas muggles así que apartó la vista y pudo ver a quién traían a la enfermería.

- William Weasley – se le escapó de los labios.

- Oh, si... debo irme ahora, señor Malfoy, por favor, sería mas seguro si no estuviera vagando por los corredores.

El director junto con otros profesores, entraron a la enfermería. ¿Por qué vendría en ese estado un Weasley?... y además un Weasley que ya no estudiaba en Hogwarts... Draco decidió que no tenía otra cosa más interesante que hacer que averiguar qué había sucedido, probablemente era algo que después podría servirle para burlarse de Ron. Se colocó bien la capa, se subió la capucha y se quedó escondido cerca de uno de los recovecos de la entrada, cubierto totalmente por las sombras. Comenzó a oír voces al  poco rato, parecían Dumbledore y Pomfrey los que hablaban, parecían preocupados por la forma en la que se encontraba Bill, y varias veces oyó que se preguntaban si habría sido consecuencia de algo tramado por Voldemort. Instintivamente, Draco negó con la cabeza... si el Lord hubiera estado planeando algo, su padre se lo habría comunicado, siempre era así... aunque aún no sabía porque siempre se lo decía como si su vida dependiera de ello. Dejó de hondar en ese tema y volvió a prestar atención. Ahora era la profesora McGonagall quien estaba hablando... estaba... narrando algo...

- ... Filch fue quien le abrió la puerta, dice que venía cómo si hubiera tomado demasiado licor y que lo primero que hizo fue preguntarle dónde estaba su hermano Ron y... y...

La profesora calló como esperando que alguien la interrumpiera, pero nadie lo hizo así que tuvo que continuar.

- ... y el señor Malfoy...

Draco abrió los ojos asombrado de lo que acababa de oír. ¿Para qué lo buscaba un Weasley?... entonces, algo vino a su cabeza, algo que de pronto le impidió seguir escuchando... su padre... seguramente algo le había pasado a su papá y el Ministerio había mandado a ese papanatas Weasley a avisarle... ¿era Bill el Weasley que trabajaba en el Ministerio?... Draco, algo desesperado consigo mismo, se tronó un dedo, sabía que había oído a Ron una vez diciendo que uno de sus hermanos mayores trabajaba en el Ministerio, pero no recordaba quién... esforzó su memoria y Percy Weasley apareció de pronto... negó de nuevo con la cabeza. Se había equivocado: el año pasado, durante el Torneo de los Tres Magos, Percy había sustituido a un juez del Ministerio en una de las competencias, debía ser él el que trabajaba ahí. Se escondió un poco más al oír un ruido que venía del fondo del pasillo.

- Una capa invisible? Genial!!

Maud y Mildred parecían estupefactas con la confesión, Hermione hizo una mueca mientras Ron los apuraba a subir.

- Si, mi padre me la heredó... bueno, es una larga historia, lo importante es que así llegaremos hasta Bill sin que nos noten.

Mildred miró a Maud y rió.

- Te imaginas todas las cosas que podríamos hacer en el castillo Cackle? – le susurró a l oído.

Llegaron a la sala común de Gryffindor, no había nadie ahí como era de imaginarse, así que Harry les hizo una seña de que esperaran y subió las escaleras a los dormitorios de los chicos. Las cackle seguían comentando lo que podrían hacer con una posesión como la de Harry cuando Ron las interrumpió, algo indeciso, viendo constantemente hacia las escaleras.

- Y... dónde está Enid? No la vi en el baile.

- Ah... no, decidió no bajar.

- Por qué? – preguntó, Hermione, notando raro al pelirrojo.

- Bueno... – Maud miró a Mildred, pero esta continuó – creo que fue por que no tenía pareja.

- Aunque... – habló Maud – yo no sabía que le afectara tanto eso... de hecho – miró a Ron que estaba recargado en un sillón – no sé por qué creí que iba  a ir con... Harry.

Automáticamente, todas voltearon a ver a Ron, quien se sintió bastante incómodo por esto.

- Yo no sé nada, – dijo rápidamente – él no me comentó nada.

Mildred de pronto se paró.

- Y hablando de Enid... no sería mejor si subo a verla? – preguntó más hacia Maud que hacia los otros – me refiero a que cuando yo salí... estaba, no sé, como ida. Apenas me contestó cuando me despedí. Sólo a ver cómo está, lo prometo.

Mildred no esperó respuesta y subió corriendo las escaleras casi al mismo tiempo que Harry bajaba por las otras.

- Bien, ya está... pero... no creo que quepamos todos

- Unos tendrán que ir más atrás, ocultándose en los recovecos de las paredes – sentenció, Hermione.

- Eh... yo creo, que sería mejor si  Mildred y yo...

- AHHHHHH!!!!

El grito de Mildred llenó todo el espacio que las demás voces habían dejado. Harry y Ron olvidaron que no podía subir hacia el cuarto de las chicas y fueron los primeros que se abalanzaron a ellas. Maud iba preguntando a Mildred si se encontraba bien, Harry fue el primero en llegar a los cuartos de quinto, pero se paró inmediatamente haciendo que los demás se tropezaran con él.

Harry sintió una opresión en el corazón cuando vio a Mildred llorando, tirada en el suelo con toda la túnica de gala manchada en sangre. Respiraba con dificultad, se levantó y, sin pensarlo, echó los brazos a Harry, éste, un poco avergonzado, la abrazó mientras Maud y Hermione entraban a la habitación.

- Dios santo... – dijo Maud casi sin voz – qué pasó aquí?

Hermione miró entorno, todo estaba volteado de cabeza, los doseles de las camas estaban estropeados, partidos en dos la mayoría de ellos, los espejos estaban rotos y las paredes... cubiertas de sangre.

- Enid – fue lo primero que se le escapó de los labios a Mildred.

- No le habrán hecho algo a Enid o sí, Mildred?

Mildred negó con la cabeza, Harry la vio, tenía el rostro cubierto de lágrimas.

- Entonces... qué pasó? De quién es esa sangre?

- No es de Enid... – Maud estaba arrodillada enfrente de uno de los muebles de ropa, poco a poco sacó algo de entre el charco de sangre que tenía enfrente – la sangre es de... Intriga.

Mildred sollozó más aún.

- Quién es... era Intriga? – preguntó, Ron.

- El gato de Enid.

- Gato? – Hermione se acercó más a Maud quien sostenía en sus manos un sombrero pequeñito – Enid no tenía gato – y dirigió una mirada cómplice a Mildred – verdad, Mildred?

Maud se paró y colocó el sombrerito en el escritorio, Mildred ya más tranquila miró a todos y se sentó en la primera cama que encontró. Hermione se acercó a ella y cruzó los brazos.

- Hay algo que ustedes no me han dicho, cierto?

- Hermione – interrumpió, Ron también cruzando los brazos – al parecer a nadie le han dicho nada.

La chica desvió la mirada de Mildred y se dirigió a Ron.

- Yo sé... o sabía que Enid, tenía problemas para tener a su mascota, ya que no era un animal mágico... les ayudé a esconderlo y a cuidarlo.

- Hermione!! – Ron estaba impactado al parecer, porque Hermione no les había dicho nada.

- Pero al parecer – miró ahora a Maud – Koko no es... – dio un suspiro – o era lo que yo creía.

- Koko? – Ron estaba más confundido.

Maud y Mildred se miraron, Maud asintió y Mildred empezó a hablar...

- Perdónanos, Hermione, cuando Enid llegó a Cackle nos hizo lo mismo y pensamos que sería divertido... – la expresión de Hermione estaba trabada – si, Koko no es un mono.

- Un mono?? – Ron seguía confundido.

- De hecho – prosiguió Maud – ni siquiera se llama Koko... es un gato mágico como Crookshanks, y se llama..ba Intriga.

Hermione también se sentó en la cama.

- Qué les pasa? Por qué se sientan? Tenemos que buscar a Enid, no está!! – Harry por fin habló.

Todos despertaron con esa frase, Mildred y Maud se acercaron a la puerta empujando a Ron que seguía con un palmo de narices ante tal cosa. Harry observó a Hermione quien se había quedado mirando hacia la ventana.

- Hermione, lamento que te sientas mal pero...

- CROOKSHANKS!!

Harry se detuvo.

- Que??

Hermione se paró y fue hacia la ventana, sacó los brazos hacia el alfeizar y metió una bola de pelos color canela. Maud se acercó y lo examinó.

- Esta bien... pero qué hacía ahí?

Crookshanks saltó y corrió hacia las escaleras, no sin antes dirigir su mirada felina a su dueña.

- Él sabe algo, estoy segura.

- Esperen!! No podemos andar por ahí persiguiendo a ese gato!! – reaccionó, Ron – será mejor que sigamos con nuestro plan, unos adelante en la capa invisible...

- Yo... cuántos caben dentro de la capa? – Mildred tartamudeo.

- Tres, creo – contestó, Harry.

Mildred los miró a todos rápido, después se acercó al escritorio y escribió algo

- Ten, Harry, di esto mirándonos a Maud y a mí.

- Pero...

- No hay tiempo, anda.

Harry miró el papel y luego a las cackle.

- Alverix orcus, Trans-frogamorphus, Spotticus, trotticus, Transferus saporum!

Harry todavía asombrado, cubrió a Hermione y a Ron con la capa y salieron en busca de Crookshanks.

Draco parpadeó para acostumbrar sus ojos más rápido al cambio de luz y se animó a sacar un poco la cabeza... casi al mismo tiempo un vuelco agitó su corazón.

- Maldito gato!! – dijo pateándolo hacia un lado.

Puso una mano sobre su pecho tranquilizándose, el condenado animal le había dado un buen susto... pero no pasó mucho tiempo cuando el animal volvió a acercársele.

- Qué quieres, perverso animal??

- Qué haces aquí, Malfoy?

El corazón de Draco se paró por un segundo, para luego latir como nunca.

- Quién demonios está ahí? – dijo en un susurro.

Inmediatamente, una forma de sombra se levantó en su memoria, y puso los puños en guardia. Sintió una leve brisa por un lado, así que estiró una mano hacia allí... pero... asustado, se dio cuenta de que sentía algo dentro de su puño pero no veía nada, además alguien forcejeaba tratando de zafar eso de su mano. Se decidió en un santiamén y jaló con muchas más fuerzas.

La impresión fue más grande que la anterior, ante sus ojos estaban Potter, Granger y Weasley jadeando e igual de impresionados que él.

- Qué diablos? – pero entonces, comprendió todo, miró su mano - ...una... una capa de invisibilidad...  – sus labios se tornearon en una sonrisa malévola – así que este es tu secreto, eh, Potter?

Harry le quitó la capa de las manos, la dobló y le dirigió una mirada retadora. Pero Draco se reía.

- Yo tenía razón, claro – dijo como tratando de recordar – se te resbaló, por eso pude verte la cabeza y... – sus ojos se tornaron amenazadores – con esto pudiste entrar a los baños de slytherin, verdad, pervertido??

Hermione y Ron miraron a Harry extrañados, él no les había comentado nada acerca de eso.

- Estás en un error, Malfoy, yo no fui quien se metió...

- Y quien más?? Que yo sepa, nadie más tiene una capa así...

A Draco le volvió el coraje de aquél día e iba a abalanzarse hacia Potter con todas sus fuerzas cuando algo le cayó en la cara. Cegado, retiró eso pegajoso.

- Ranas? Vaya... al idiota de Neville...

Pero no puedo concluir, vio a Harry extender las manos hacia los dos animalitos mientras leía un pedazo de pergamino.

- Reversus revolvus Returnus resolvus. Illio-allio Redux Reducio.

Las dos ranas se convirtieron en Mildred y Maud, dos cackles que Draco sabía, eran del grupo de Potter. Se quedó quieto durante algún tiempo, después sacudió la cabeza.

- Que haces aquí, Malfoy? – preguntó, Hermione con cierta amabilidad.

- Que te importa, Granger?

Ron miró a Draco despectivamente y se acercó a él.

- No tenemos tiempo de esto así que será mejor que te largues... – miró dónde estaba – mi hermano... – dijo con preocupación.

- Ah... si, tu hermano... – continuó Draco, todavía contento por el descubrimiento que había hecho – si, si... lo vi entrar, se veía horrible a decir verdad.

- No te pregunté...

- Por cierto... – Draco también se acercó a Ron pero mucho más rápido, lo empujó hacia la pared – que diablos quiere conmigo?

- Qué? – Ron frunció en entrecejo.

Harry y Maud tomaron a Malfoy de la túnica y lo jalaron, ambos con expresión de advertencia en sus rostros. Draco se acomodó la capa jalada sin retirar la vista de Ron.

- Oí lo que decían – hizo un ademán con la cabeza, indicando el interior de la enfermería -, venía buscándome a mí.

Todos los rostros, excepto el de Malfoy, se volvieron preocupados. Ron, negó con la cabeza.

- No tengo idea de qué estás hablando?

- Yo tampoco... no entiendo cómo es que un pobretón Weasley se atreve a buscar a un Malfoy...

Un maullido quedo de gato los hizo parar, Hermione miró hacia fuera del recoveco. Era Crookshanks, tenía una expresión de desesperación en su fea cara.

- Debemos continuar, Ron... recuerda a Enid.

Draco, casi sin notarlo, miró a Hermione.

- Enid? – Harry miró a Draco – qué le pasa?

Casi al mismo tiempo de que terminó esa frase, Draco cerró la boca y desvió su mirada. Mildred lo observaba sorprendida.

- Y a ti que te importa Enid, eh?

Malfoy volvió a tomar su pose de siempre, petulante.

- No tengo por qué darte explicaciones.

Pero todos lo miraban con una gran extrañeza. Sintió que era mejor dejar el asunto hasta ahí o descubrirían todo, así que se abrió paso e intentó salir al corredor, sin embargo, Crookshanks se lo impidió, se encrespó y sacó las garras.

- Granger, qué le sucede a tu gato?

Hermione trató de cargarlo pero éste se encrespaba más aún.

- Crookshanks, basta!!

Entonces oyeron voces que salían de la enfermería y se retiraban por otro corredor. Crookshanks dio un salto hacia fuera. Hermione y Malfoy fueron los primeros en salir del recoveco. Harry se adelantó y abrió la puerta de la enfermería.

- No hay nadie... – dijo, casi en un susurro.

Maud y Mildred se detuvieron en el umbral de la puerta, porque ambas oyeron que Crookshanks se volvía a encrespar. Al parecer el gato no quería que Draco se fuera.

- Oye... – dijo, dirigiéndose más al gato que a Hermione – no tengo la obligación de estar con ellos!!

Pero el animal se ponía más agresivo.

- Créeme, Malfoy, tampoco a nosotros nos agrada – dijo Ron – pero creo que Crookshanks no te dejará ir.

El gato fue el último en entrar, Bill estaba recostado en la segunda cama, parecía dormido, pero abrió los ojos en cuanto llegaron junto a él. Estaba muy débil y hablaba de una manera asustada.

- Ron... Ron... dime – entonces vio a Draco, que venía con cara realmente malhumorada – un Malfoy... te dije que no te... acercaras a él... Ron...

Crookshanks subió hasta el pecho de Bill, ronroneó una vez y después salió disparado de la enfermería.

- Tu... gato es sorprendete... Hermione – Bill tosió – muy... muy inteligente.

- Qué pasa, Bill?  Dinos que sucede...

- Los... los Malfoy... - Bill intentó continuar pero antes desvió los ojos hacia el techo – la... sombra... – su respiración se hizo más agitada y su voz más opaca – tienes... que... el Enu... yo mandé... el Enum... úsenlo...

La mano de Bill tembló por un momento y luego cerró los ojos de nuevo.

- Bill!! Bill, contesta!!! – Ron estaba desesperado y movía de los hombros a su hermano.

Mildred lo sacudió a él por detrás.

- Alguien viene... debemos salir de aquí.

Harry tomó a Ron de una mano y, prácticamente obligó a Draco a hacer lo mismo. Los pasos se oían ya muy cerca así que desistieron en su intento de salir por la puerta. Hermione se acercó a la ventana, la enfermería estaba en el primer piso, no era mucho lo que tendrían que saltar.

- Estaba como muerto.... – decía Ron casi con miedo – mi hermano está...

- No está muerto – dijo, de repente, Draco – mi madre me ha enseñado varias cosas de Medicina Mágica, no estaba muerto.

- Tu... – dijo, Harry levantándose – Bill dijo algo acerca de tu familia. Qué tienen que ver los Malfoy en todo esto?

Draco negó con la cabeza y con la mirada, por alguna razón, los demás sabían que estaba diciendo la verdad.

- No lo sé, puedo jurárselos, ni siquiera sé lo qué está pasando – miró a Mildred y a Maud – qué pasó con Enid? Por qué la buscaban?

Harry observó la actitud de Draco, no parecía ser el mismo Malfoy con el que peleaba desde primero. Parecía realmente preocupado por Enid. Mildred fue quien respondió.

- Ella... desapareció, encontramos la habitación de quinto hecha un desastre, había sangre de su gato.

A Draco le tembló el labio, pero su expresión no cambió.

- Desapareció?

- Miren, es Crookshanks!! – Ron se incorporó de inmediato.

El gato venía con algo en la boca, se detuvo ante Hermione y lo soltó.

- Qué es eso? – dijo, casi sin pensar, Malfoy.

- Es... es... la cosa esa que... oh, rayos!! Eso fue lo que mandó Bill!! – Ron lo recogió del suelo.

Harry, aún sin comprender, se acercó y tomó lo que Ron tenía en las manos... era el Enumerixtus, pero parecía apagado. Varias imágenes vinieron a su cabeza: Ethel Hallow, los focos del enumerixtus el día que lo recibió, Enid la noche en que él y Ron la habían encontrado fuera de la torre, la inusitada amabilidad de Malfoy en varias ocasiones, la nota de Bill y Remus Lupin entregándosela. Y de pronto, tuvo claras varias ideas.

- Está como descompuesto, Harry... no? – preguntó Mildred – según lo que dijo Enid...

- Enid no dijo la verdad – respondió casi para si mismo, Harry.

- Que?

Harry miró a todos como despertando de un sueño confuso.

- No dijo la verdad en muchas cosas... cuando recibí el Enumerixtus, estaba... nerviosa, no quería decir para qué servía... y luego leí la carta de Bill sobre un posible peligro en Hogwarts... eso fue casi al mismo tiempo que otro de los ataques y... fue el día anterior al que encontramos a Enid fuera de la torre, Ron...

Harry trató de mirar a Ron pero su primer impulso fue voltear hacia Draco.

- Ese mismo día, fue cuando tu, cantaste esa cosa extraña y cuando fuiste atacado – soltó de un golpe – Enid sabe mucho más de lo que creemos.

* Comentarios en los reviews.

IRIS POLLENS: Bueno, la verdad te digo que tu fic me encantó es más TODOS LÉANLO!! Gracias por seguir leyendo esto.

RINOA: espero que te haya ido bien en los exámenes. Emmm.. la mayoría de las preguntas que me haces no puedo contestártelas todavía.

KATIE WILLOW FELTON: wow, que buen nombre, jajaja... gracias por animarte a leer este fic. Pues si, había muchos personajes pero... escogí a Bill porque en el cuarto libro tiene un enlace con el personaje que necesitaba: lejano, pero importante y del que de su familia no se supiera gran cosa... espero no haberte confundido más, pero en los siguientes capítulos se sabe quien es el personaje que te digo, de hecho ya lo mencioné, pero muy vagamente.

ATHENAS 89: gracias por tus felicitaciones, bueno... por qué llegó Bill así se sabe hasta el próximo capítulo y... Enid no citó a Draco para eso, se sabrán muchas cosas sobre ella en el próximo también.