Bien, hace mucho que no actualizo, y lo siento, ¡lo siento! Pero ahí está. No se si gustará mucho este capitulo, la verdad, pero es lo mejor que he podido hacer, así que no seáis muy duros conmigo, ¿vale?

Ah, ahí va un pequeño resumen de los últimos capítulos del ficcie (incluso yo he tenido que releerlo para seguir con la trama!) :

La noche del baile Harry descubre que el fantasma de Cedric Diggory sigue en Hogwarts y que los tres nuevos estudiantes de son animagos. Justo en ese momento empieza un segundo ataque a gran escala en la escuela en que los mortífagos, ayudados por los dragones y una antigua reliquia utilizada por la inquisición para neutralizar la magia, llegan a tomar el castillo por la fuerza atrapando a alumnos y profesores en el Gran Salón. Afortunadamente, gracias a la intervención de los fantasmas de Hogwarts liderados por Cedric los alumnos recuperan su magia y empiezan a luchar contra los atacantes, cosa que permite que Harry, Ron, Hermione, Aina, Nausica y Galceram huyan hacia los jardines. A partir de ahí las cosas empiezan a torcerse; perseguidos por una enorme sierpe encuentran un traslador que los lleva hacia España, mientras que Ginny, en su huida se pierde por los pasillos en compañía de Draco Malfoy...

Hay que tener en cuenta que este capítulo pasa al mismo tiempo que el 14.

Y bueno, ya está. ¡Ahora los reviews! (¡adoro los reviews!)

L – O y Agata L: Muchas gracias por el review ^_________^ (me voy a sonrojar :P) Aunque siento muchísimo el imperdonable retraso en la actualización. De todas formas deseo de corazón que te guste el cap. Un besazo.

Luna: Mi beta-reader!!!!!! :*********************************** No voy a decir que espero que te guste el cap porque ya lo has leído ^_________^. Pero puedes mandar review de todas formas, vale? Jajajajajajajajajajajaja. Quizá hayas acertado con lo de Deimos (no te lo aseguro) y me alegro de que te caiga bien (ayyy, que monooooo). Y Draco, mi Draco... tu sabes como lo quiero, me rompería el corazón hacerle parecer un niño asqueroso y mimado... Bueno, chica, ya sabes, muchas gracias por ser mi beta ;____; , un abrazo (* Rakshah hugs Luna *)

Minerva McGonagall: Lamentablemente creo que en este cap no se desvela mucho a lo que se parece Deimos (* Rakshah ríe maléficamente *) Tampoco cumplí lo de poner pronto una actualización (como ya he dicho antes soy un ser ruín y despreciable) De todas formas muchísimas gracias por tu review, porque en realidad es en gran parte gracias a los reiews por lo que sigo escribiendo (supongo que necesito alimento para mi pequeño ego...) Un abrazo!

Marine: Pues sí, lamento informarte de que este va a ser el único D/G explícito de todo el fic, aunque para el final reservo algunas sorpresas... Si quieres leer G/D (y sin ánimo de autopromocionarme) tengo un par de fics que hablan de ellos, y si no, personalmente te recomiendo ( en realidad no se si los has leído ya) los fics de Nimph, soberbios todos y cada uno de ellos.

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Anna Voig : Lamentablemente sí, faltan apenas tres o cuatro capítulos para el final ;_____; Y como ya he dicho a Marine, en este fi apenas habrá más G/D explícito (eso no significa que "accidentalmente" pueda "colarse" algún pedacito de G/D... pero besarse sí se besarán, jajajajajajaaj) Saludos y un beso a ti también ^____^.

Arwen: Ieps, gracias por tu revi ^____^ . Y no tienes por qué disculparte de nada; en realidad debería disculparme yo, porque a menudo soy yo quien no deja reviews de ez en cuando (en realidad, leer leo, pero a menudo no tengo tiempo de escribir review, lo dejo para más tarde y al final me quedo sin hacer nada... También quería agradecerte de nuevo lo del título (es que ya pensé que quedaría perfecto ^___^) Y sí, he visto la cámara secreta y tienes razón, Draco parece Spike (babeando también) Uun beso!

Marina Diggory Malfoy: Ei!!!! Si els homes com el Draco caen del cel... BUSQUEM UN SAC BEN GROS!!!! Encara que personalment preferiria que caigessin homes com el meu Miquel (el de Poe, recordes? Sexy, amb patilles, cabell arrissadet, actor, cantant, mmmmmmmmmmhhhhhhhhh, l'home de la meva vida junt amb el Remus...) Ah, i no, no és el Draco qui es tira a sobre del Deimos, jejejejeje, ell només és un simple espectador... ja voràs qui ho fa :P Ah, i la Ginny i el Draco si que es faran un petonet al fic, siiii, tranqui, però se'l aràn al final de tot, ja voràs, tinc l'ultim capítol completament planejat, jajajajajajajajaja Benu, xica, multes gracies, eh? Ptunets

(per cert, ara que vas a la JOSO ja m'estas fent un dibuix per conmemorar els meus 100 reviews quan els tingui, eh? Jajajajajaj buenu, només si vols... ah, i tranqila, que no li posaré patilles al Ced, noooo, per respecte a tu no ho faré ^____^ )

Mione-Chan : Ainaaaaaaaa, wapppppaaaaaaaaa!!!!!!! :************* com és que ja no m'escrius reviews? Es que t'han segrestat en aquesta facultat de farmacia on vas? O es que t'has oblidat de mi? ;_________; si no tornes aviat a reveiwar-me, el Deimos me'l qedaré per mi!!!!!!!!!!!!!!!!!! A més. Es veritat, ja m'estas fent tu també un dibuix pels meus 100 reviews!!!!!!!!!!!!!! I currat'ho, eh, amursitu? Ala, ja ens vorem. I donali reords (o no ) al Samper quan el vegis (buenu, tampoc, és igual, és igual...)

Kitiara: Sííííí, valeee, Ginny y Draco se besarán, lo prometo!!!! Pero no ahora, no en este cap, sino al final, justo antes de la guinda del pastel (estooo, la guinda del fic) Pero a que lo de las respiraciones acompasadas ha quedado bonito? ^__________^ BESAZOOOOS!

Gwen: No diré com a mala excusa que "lo bo es fa esperar..." així que espero qe em poerdonis per la meva irresponsabilitat de deixar-vos penjats en el tema de fics... (no prenguis exemple de mi, actualitza ràpid els teus!!!!!!!!! ) Jejejej. Oooooooh, saps què? Al laboratori d'Arqueologia de la Rovira i Virgili i a un especialista en fauna que és el Remus!!!!! En seriu, és molt monu i molt simpàtic, quan riu se li fan clotets a les galtes té l'edat adequada i el cabell ros fosc amb uns quants cabells blancs als costats ^_____^ claru que no es diu Remus sino Jordi, però... I a més com que va a excavar pels puestos es conserva bé... jajajajajajajajajaja. Avui hi hem anat i ho hem estat comentant amb una amiga (de fet hem repassat tos els nostres profes : P ) Potser algun dia t'enviaré una foto seva, jajajajajajajajajajajaja. Buenu, xica, un petonàs, eh? (oooh, saps que aniré a veure Poe una altra vegada? Sííííiííiiíí, sóc feliç)

Rosaida: Continuarlo sí, pero tarde... ¬__¬ soy un desastre, espero que me perdones... de todas formas muchísimas gracias por tu review. Un beso ^____^

Abin: Aunque dudo que este cap. acabe con el suspense, espero que te guste mucho, gracias por el review. Besos. :*********

JeRu: Lamentablemente no puedo decir si tus suposiciones son acertadas, porque le quitarían toda la gracia al asunto, jajajajajajajaja, pero... no vas muy desencaminado. Yo también me reí con lo de Peeves : P En este cap. no aparecen ni Draco ni Ginny (anque son mi pareja favorita, taaaan adorables...) , pero sí hay un poco R/Hr (solo un poquitin) Prometo solemnemente seguir con esta historia hasta el final, pero me cuesta trabajo continuarla, sobretodo con dos fics mas en curso, pero... prometo poner un poco más de empeño en el próximo cap...

Nimph : ;________; Quina ilusió, trobar-me un reiew teu en aqest fic!!! Uoooo, deu haver estat el capítol G/D que t'ha atret fins aquí... jajajajajajajajaja I respecte a lo que sembla el Deimos, només puc dir-te que també podria semblar una ma... rgarita, raca, ndolina o fins i tot una ma...ndonguilla. Tens tota la raó en dir que no és normal... (es que com que en principi l'Aina és una amiga meva se'm feia molt raro fer-la parlar en castellà : P ) i em semba que l'he portat massa lluny (es que és molt llarg!), encara que si que tinc el final del fic molt clar (el que ja no sé tant és la manera d'arribar a aquest final...) Moltes gràcies pels teus comentaris d'estil, perque sempre són molt útils ^_____^ Un petonàs.

(ooooh, saps, ja he vist tot "orgullo y prejuicio" i he de confessar que l'escena en que el Colion Firth es tira al llac i en surt tot mullar i taaaan... sexy la vaig rebobinar per tornar-la a vere un parell... vale, sis o set vegades, però es que no ho vaig poder evitar : P)

Y ya está!!!!!!!!! Los 15 suculentos reviews! ^_________^ Ya he dicho que los adoro, verdad? Y que me encantan? Y que atesoro todos y cada uno de ellos con todo el cariño? Pues ya sabéis, os dejo con el cap. y después... a escribir reviews (claro está que se escriben por propia voluntad, nadie obliga a ello pero me sentiré my feliz de recibirlos ^_______^ un beso a todos :*************************************

Cap 15: FACTUM ABIIT, MONUMENTA MANENT

El hecho ha pasado; quedan los monumentos.

- Oh, genial. Es decir... hace medio segundo estábamos a punto de ser devorados por una sierpe y ahora estamos en... ¿ningún sitio? - Ron se dejó caer hacia atrás, sobre la hojarasca. - ¡Aaaay! ¡Pincha!

- Claro que pincha, listo. Son hojas de pino. - Hermione se levantó de un salto. - Pero al menos estamos a salvo. ¿Pero seguro que estamos en vuestro país?

Nausica sonrió. - No lo sé. Por cierto, Aina, ¿en qué te basas para deducir que estamos en casa? - Su amiga le tendió una mano para que se levantara, y señaló hacia la derecha, donde se podía distinguir la oscura silueta de un campanario recortada contra el cielo nocturno. Nausica alzó una ceja. - Aaaaah.

- ¿Qué es? - Preguntó Harry mirando a su vez hacia allí.

- Nuestra escuela. - Aclaró Galce quedamente. Entonces miró a su alrededor. - Oh, vaya. Creo que no tenemos forma de volver. - No veo nada que se parezca a un traslador.

- ¡Pero tenemos que volver! Estoy muy preocupado por Ginny. - Exclamó Ron.

Hermione se apresuró a pasarle un brazo alrededor de los hombros. - Deberíamos ir hacia vuestra escuela, a ver si encontramos algún modo de volver, y de paso podéis enseñarlos la cripta de donde los mortífagos consiguieron la cruz de... ¿De quién dijeron que era?

- De Santo Domingo. No estoy segura, pero quizá tenía algo que ver con la fundación de la inquisición. Está bien. Vamos. - Aina respiró profundamente y empezó a andar, abriendo la marcha. Junto a ella iba Harry, cabizbajo; se sentía culpable por Ginny, porque la había dejado sola durante el baile y quizá por eso ahora estaba en peligro. Y finalmente estaban Galce y Nausica. Ella iba ayudada por el chico, ya que su pierna herida le dolía terriblemente, y cada vez que la apoyaba en el suelo tenía que ahogar un gemido de dolor.

- No puedes seguir andando de esta manera. - Dijo el chico. - Espera, te llevaré. - Y sin esperar respuesta alguna volvió a tomarla en brazos.

Nausica no protestó, pero aun así miró hacia el cielo estrellado, incómoda. - Estoy... preocupada por Ced. - Dijo de repente, muy flojito. Notó entonces que los brazos de Galce se tensaban y que el chico esbozaba una mueca de disgusto.

Galceram la miró fríamente con sus ojos dorados y se detuvo. - Cedric está muerto, Sica.

- ¿Cómo puedes ser tan cruel? - Siseó ella, con sus ojos verdes centelleando de ira. - Suéltame ahora mismo, no me toques.

- Mejor sería que te hicieras a la idea; es un fantasma, una sombra. No deberías tomarle cariño.

- Aleja tus manos de mí. - Siseó ella ásperamente.

Galce frunció el ceño, resistiéndose a los esfuerzos de ella por poner los pies en el suelo. - No pienso soltarte, apenas te sostienen las piernas, y tienes que escuchar lo que voy a decirte...

- ¡TE DIGO QUE ME SUELTES! Pienso ir yo sola, a tres patas si hace falta. - Le cortó ella con un gruñido justo antes de transformarse de nuevo en loba. Eso pilló al chico desprevenido y con un simple gesto Nausica cayó al suelo y empezó a cojear sobre sus tres patas sanas, manteniendo el ritmo a duras penas pero obstinada a seguir por su cuenta.

- Como quieras. - Añadió él amargamente. Entonces se dirigió a los demás, que les miraban sorprendidos. - Nos vemos allí. - Y sin mediar otra palabra se transformó en un enorme búho y salió volando hacia el cielo nocturno

- ¿Pero qué les pasa a esos dos? - Dijo Ron rascándose la cabeza.

Aina soltó un bufido resignado. - Nada, que están idiotas los dos y hacen eso para no tener que hablarse, no les hagas caso. - Como respuesta recibió un gruñido sordo de parte de Nausica.

- Por cierto. - Dijo Harry. - ¿Tú en qué te transformas, eh, Aina? No erais animagos los tres?

La chica enrojeció ligeramente. - En nada. No quiero hablar de ello. - A su lado Nausica ladró un par de veces; parecía estar riendo, hasta que Aina la miró furiosa. - ¡Y tú cállate, bola de pelo!

Siguieron andando en silencio por entre los árboles, siguiendo la luz vacilante de la varita. Al fin llegaron hasta un minúsculo claro dominado por una iglesia románica medio derruida. En la cima del campanario, Galceram batió las alas ruidosamente y bajó planeando con elegancia hasta posarse en el hombro de Harry.

Hermione observó detenidamente el vetusto edificio de piedra; gran parte de las piedras estaban manchadas por el humo, y más de la mitad del techo y la pared lateral se habían derrumbado a causa del ataque, aunque al parecer ya habían empezado los trabajos de reconstrucción, porque había algunos andamios montados cerca de los derrumbes y material de construcción por todo el claro.

- No es muy... ¿pequeño? - Preguntó Harry. Y es que ciertamente la iglesia apena si era del tamaño de un chalet.

- Uy, no, verás como por dentro se ve más grande. - Repuso Aina con una sonrisa. - Entremos, vamos. - Y se acercó a la puerta principal de roble, finamente decorada, y esta se abrió con un chirrido. - Se abre automáticamente ante los alumnos. - Aclaró la chica.

Y se adentraron en la oscuridad de la iglesia. Aina se limitó a dar una palmada, y la tenue luz de medio centenar de antorchas los iluminó de repente, dejándolos sin aliento.

- In... increíble... - Ron miró asombrado a su alrededor. En vez de la pequeña nave de la iglesia que cabría esperar, estaban en el interior de una inmensa sala abovedada. Pero no era eso lo sorprendente, sino que el techo tenía un color verde profundo, imitando un frondoso follaje, y las columnas no eran tal cosa, sino árboles altísimos, que soportaban el peso de la bóveda de piedra.

Sin embargo, aquél lugar que antaño poseía una espectacular belleza, ahora solamente transmitía soledad y desasosiego; la gran mayoría de los árboles que durante siglos habían sostenido el edificio estaban ahora calcinados y sin vida, y sus hojas ennegrecidas cubrían el suelo y las raíces que se internaban en el suelo a través de las baldosas doradas con que estaba pavimentada la sala. En el aire aún podía adivinarse el olor del azufre y el humo, y de la sangre. Aina les guió en silencio, clavando la vista en el suelo, mientras que Ron, Harry y Hermione miraban con interés a su alrededor

Atravesaron aquel increíble vestíbulo hasta llegar a los pies de una escalinata flanqueada a ambos lados por grandes antorchas. A la derecha de las escaleras, se adivinaba una pequeña capilla en la que había una talla de madera a tamaño natural representando algún santo desconocido. En aquél instante Galceram volvió a su forma humana y empujó la estatua, dejando un hueco suficientemente ancho como para que todos pasaran por él.

Y se adentraron a las catacumbas.

Allí olía extremadamente mal, a humedad y moho, a sangre seca y humo. El suelo era resbaladizo y a lo lejos se podía oír a pequeños animales correteando en la oscuridad.

- Este lugar me da escalofríos. - Dijo Harry mirando desconfiadamente a su alrededor. - Espero que conozcáis bien el camino.

- Como la palma de mi mano. - Agregó Galce. - Por aquí - y giró a la derecha por un pasillo extremadamente angosto. Atravesaron una docena de pasillos, encrucijadas... finalmente, tras llegar a una pequeña sala sin ornamentación se adentraron por otro pasillo en el que prácticamente tenían que avanzar de perfil. Caminaron unos veinte metros hasta llegar a un pequeño nicho en la pared de roca caliza al parecer destruído por una potente explosión. En aquél momento les invadió una profunda sensación de intranquilidad, como un efecto residual de lo que durante generaciones había permanecido oculto en aquellas catacumbas. - Aquí es. Nunca exploramos el interior de la cripta

Hubo unos instantes de pesado silencio.

Con un siniestro chirrido una enorme piedra se separó de la pared dejando un nuevo hueco del tamaño de una persona. Los seis se miraron con aprensión; nadie quería ser el primero en entrar en aquél lugar. Tragando saliva, Harry dio un paso hacia la oscura cavidad.

Y entonces sintió un violento escalofrío que recorría todo su cuerpo. Acto seguido los demás fueron entrando cautelosamente.

Hermione ahogó un alarido de terror; al entrar había tropezado con algo que parecía una piedra; cuando se encendió la antorcha de la cripta; descubrió horrorizada que a sus pies había una blanca y sonriente calavera.

No muy lejos de allí había el resto del cuerpo.

Terriblemente pálida la chica junto con Ron y Aina se acercaron a las paredes de la cripta, donde en una especie de nichos excavados en la roca descansaban los huesos de al menos doce personas. La gravilla del suelo crujía siniestramente bajo sus pies.

De repente Harry llamó a los demás. - ¡Eh, mirad! Hay algo en la pared... - Pasó la mano por la superficie rocosa, levantando una espesa nube de polvo. Bajo siglos de suciedad vieron que la pared estaba pintada.

- Tenemos que limpiarlo, ¡vamos! - Hermione se precipitó hacia la pintura y empezó a apartar el polvo con las manos. Los demás no tardaron en imitarla.

Tras aproximadamente media hora de esfuerzo se apartaron del muro para contemplar aquello en todo su esplendor: se trataba de una pintura al fresco, es decir, directamente sobre el muro, tremendamente realista que representaba un claro en el centro de un frondoso bosque, seguramente el mismo en que se encontraba la escuela, y en él había dos grupos de personas enfrentándose a muerte, a juzgar por los cuerpos caídos de uno y otro bando.

Aina se secó el sudor de la frente con la mano. - Estos... son magos. Llevan varas como las nuestras. Y los otros...

- ¡Inquisidores! - Añadió Hermione. - Aquí está la cruz; la sostiene el que va en cabeza. Da miedo mirarle a la cara, ¿verdad? - El inquisidor más avanzado lucía en el rostro una expresión de rabia tal que los chicos notaron un escalofrío en la espalda.

- Qué lugar más siniestro. - Harry se acercó un poco a la pintura para examinar los rostros de cerca. Primero se fijó en el jefe de los inquisidores, en sus ropajes negros, en su expresión furibunda, y después al líder de los magos. Abrió mucho los ojos. Fijó la vista en uno y después en el otro, dos, tres veces. Se limpió las gafas pero sus ojos no le engañaban. - ... son idénticos.

- No puede ser. - Hermione se colocó al lado de Harry, incrédula, pero al fin tuvo que rendirse ante las evidencias.

- Quizá eran parientes. - Aventuró Ron.

Hermione meneó la cabeza. - Eso no lo sabemos... pero me parece my extraño... - Pasó los dedos ligeramente por el rostro del mago. Se apartó bruscamente; la pintura había empezado a moverse.

En pocos segundos toda la pared parecía haber cobrado vida: oyeron el viento nocturno, y los pasos apresurados de inquisidores y magos. De repente una fuerte explosión iluminó el cielo pintado, y las figuras aparecieron a escena, gritando.

Había dos grupos de personas, unos eran claramente magos, llevaban capas de colores fríos y largas varas, mientras que los otros iban ataviados con hábitos negros y libreas con una cruz escarlata bordada en ellas. Inquisidores y magos se detuvieron en el centro del claro, los dos jefes cara a cara,, con sendas miradas de odio en su rostro idéntico.

El brujo que iba en cabeza se adelantó un paso. Por unos instantes su ira se había transformado en tristeza. - Hermano mío... - Dijo con voz cavernosa mientras le tendía la mano a su gemelo. El inquisidor, con los ojos inyectados en sangre levantó la cruz en el aire. - ¡ Yo no tengo hermanos, engendro! - El mago cayó de bruces al suelo cuando el inquisidor apretó la cruz con fuerza, y entonces empezó la batalla. Era una visión terrible, los hechiceros luchaban desesperados por defender sus vidas, esquivando los mandobles que les asestaban los inquisidores armados con espadas, golpeando con su varas y demasiado débiles ya para hacer magia. Sólo cuando su vida les abandonaba a través de sus múltiples heridas, en un último sacrificio, se consumían en un estallido de luz azulada que a su vez destrozaban los cuerpos de los desafortunados inquisidores que se hallaran cerca.

Pronto sólo quedaron, aún cara a cara, los dos hermanos. Uno, malherido, se apoyaba en su vara intentando tenerse en pie, mientras que el inquisidor, también sangrando por múltiples heridas, sosteniendo la cruz en una mano y una espada en la otra, se le acercaba lentamente. - Aún tienes tiempo de confesar tus pecados y morir cristianamente, engendro.

El hombre moribundo sonrió tristemente. -No tengo nada de lo que arrepentirme. Eres tú quien ha asesinado a tu propia familia, a miles de los tuyos.

- Yo no estoy marcado por el diablo.¡No soy como tú! - Gritó su hermano fuera de sí. Blandió su espada, y Hermione ocultó la cabeza en el hombro de Ron cuando la cabeza del mago cayó inerte en el suelo junto al cuerpo, ya sin vida, del inquisidor.

Durante unos minutos quedaron demudados por la visión de aquella historia ocurrida tantos siglos atrás. Finalmente Hermione se dejó caer en el suelo polvoriento y con cuidado tomó la blanca calavera entre sus manos.- Gemelos... uno mago y el otro squif... pero... ¿por qué esa masacre?

- Supongo que... no es fácil ser un squif. Filch también parece odiar a los estudiantes de Hogwarts. Debe ser muy frustrante no poder hacer magia cuando has crecido rodeado por ella. Pero nada puede justificar la muerte de miles de magos a manos de la inquisición.

Quedaron quietos unos minutos, contemplando los pálidos huesos

que yacían desordenadamente, sin saber muy bien qué hacer. No podían volver, ni tampoco quedarse en aquella cripta oscura y siniestra. De repente, Nausica se acercó a uno de los nichos con la nariz pegada al suelo de piedra; gruñó y escarbó un poco con las patas. Con un ladrido llamó la atención de los demás, que se acercaron prestamente.

Había una gruesa argolla de metal incrustada en la roca.

Tras minutos de forcejear lograron levantar la pesada losa de piedra que ocultaba unas angostas escaleras. Nausica los miró a todos con cara de "¡Vamos! Y se internó en la oscuridad con las fauces entreabiertas y la lengua colgando en una especie de sonrisa lobuna. Hermione se encogió de hombros y empezó a bajar los peldaños con cuidado.

Allí, en las entrañas de la tierra, perdieron la noción del tiempo. Anduvieron por aquél pasillo húmedo y destartalado durante lo que parecieron horas, aunque en realidad solo fueron algunos minutos. Les costaba respirar y el suelo estaba resbaladizo, por lo que notaron un gran alivio cuando tras un pronunciado recodo se encontraron súbitamente en medio del bosque, a pocos metros de un tranquilo arroyo.

- Genial, ¿Y ahora qué hacemos? - Ron se pasó una mano por el cabello húmedo y miró a su alrededor con desgana.

Una suave luz llamó su atención; justo en aquél instante Nausica volvía a su forma humana. - ¡He encontrado un rastro! - Los demás le dedicaron una mirada extrañada: era la única que parecía disfrutar de la situación, porque sus grandes ojos verdes brillaban de satisfacción, aunque evitó intencionadamente cruzar su mirada con la de Galceram. - Oíd, desde la cripta que lo estoy siguiendo . ¿Cómo iba a encontrar si no aquella salida camuflada en el nicho? - Puso cara de "soy un genio" y continuó. - Estoy segura que quienquiera que dejó ese rastro venía de Hogwarts. Un olor inconfundible.

- ¿Creéis que pertenece a los que reventaron la puerta de la cripta y robaron la cruz? Es posible que usaran este pasillo secreto para huir. Quizá haya otro traslador de vuelta a Hogwarts por aquí cerca. - Dijo Hermione. Los demás se limitaron a asentir levemente.

Al instante se separaron en abanico para escudriñar el terreno.

Tras varios minutos de búsqueda infructuosa se reunieron cerca del borde del riachuelo. Abatidos se sentaron en la hierba húmeda.

- ¡Gaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh!¡Maldita sea! Por aquí no hay nada parecido a un traslador. Y Ginny está sola en Hogwarts... - Ron tenía la cabeza entre las manos y el cabello alborotado, y estaba muy pálido. El chico sintió que un brazo rodeaba s espalda; Hermione estaba a su lado, acariciando sus mechones rojos. - No te preocupes, Ron, seguro que está a salvo... incluso quizá si buscamos un poco más encontraremos alguna manera de volver, como...

- ¿Como esa lata de coca-cola que hay al otro lado del río? - La interrumpió Harry, que hasta aquél momento había estado extrañamente concentrado en examinar los alrededores con la vista. La chica le miró interrogante con sus enormes y expresivos ojos castaños. Potter se pasó una mano por el pelo. - Vaya, creo que es una lata, allí, tras aquellas rocas. ¿La ves?. - Se levantó y señaló el lugar donde, efectivamente, había una lata de refresco medio oxidada.

Todos estallaron en gritos de júbilo, no pensaron en la posibilidad de que aquello fuera, en realidad, una simple basura abandonada en el bosque.

Se colocaron en fila, dispuestos a cruzar el río y quedar empapados (todos menos Galceram, que con una sonrisa de suficiencia se transformó en búho y cruzó volando tranquilamente). Fueron entrando de uno en uno, estremeciéndose ante el contacto con el agua helada, aunque afortunadamente esta solo los cubría hasta las rodillas. Justo al dar el primer paso, Aina, que siempre había sido muy friolera, exclamó: - ¡Ya no lo aguanto más! Podéis reír, si os apetece. - Y cerró los ojos. Al instante su cuerpo encogió considerablemente, y se cubrió de un pelo castaño claro, y sus manos y pies se transformaron en cuatro patas ligeramente palmeadas: era una nutria, que moviendo graciosamente los bigotes se zambulló en el arroyo y lo cruzó a toda velocidad. Nausica ya había estallado en sonoras carcajadas mientras Hermione ponía cara de "qué monaaaaada!" y los chicos miraban perplejos la escena. Al llegar al otro lado, la nutria-Aina se sacudió enérgicamente para secarse y los miró con un mohín de disgusto mientras volvía a su forma normal. - No quiero ningún comentario al respecto; yo quería transformarme en algo mejor que una nutria, un gato, un pájaro... cualquier cosa, así que a callar.

- ¡Pero si las nutrias son adorables! - Hermione llegó a la orilla con la falda del vestido convenientemente levantada por encima de las rodillas para salvaguardarla del agua, cosa que había provocado que Ron enrojeciera súbitamente y no atinara a despegar la vista del suelo. Finalmente Aina suspiró hastiada y se reunió con los demás alrededor de la susodicha lata.

- En fin. - Dijo Harry. - Vamos a probar.

Cerraron los ojos, y todos a la vez posaron un dedo sobre la superfície de metal oxidado.

Pasaron unos segundos: nada.

Con un gemido de desesperación Hemione abrió los ojos en el mismo instante en que notaba un fuerte tirón en el ombligo, y la desagradable sensación de caer al vacío. Gritó mientras giraba vertiginosamente sobre sí misma.

Segundos después el mundo recuperó la forma y los integrantes del pequeño grupo se encontraron encaramados en le mismo árbol del que habían salido. El mismo en que vieron por primera vez a Deimos Lawson. Aina sintió un escalofrío al empezar a entender lo que pasaba. Bajaron apresuradamente, agradecidos ante el hecho que no la sierpe no seguía esperándolos al pie del árbol.

Avanzaron con cautela por entre los arbustos, siempre atentos a cualquier ruido sospechoso. De repente uno de los grandes árboles que había a unos cincuenta metros de ellos crujió dando paso a un enorme dragón negro que con expresión hastiada patrullaba por el jardín. Los chicos se detuvieron paralizados por el terror, pero el terrible animal les ignoró completamente y siguió su ronda echando de vez en cuando alguna voluta de humo por la boca.

El castillo de Hogwarts, que se alzaba entre una leve neblina, estaba prácticamente a oscuras. Solamente se podía adivinar el leve resplandor del fuego en el gran salón y en una de las torres. Se dirigían al Gran Salón cuando de la ventana de la torre oyeron el singular pero a la vez terrible lamento en pársel. Levantaron la vista inmediatamente, pero a contraluz no pudieron identificar a la silueta que estaba apoyada en el alféizar de la ventana.

- Vamos. - Susurró Harry. - Tengo que saber quién és ese traidor.

- ¿Pero cómo? - Murmuró Nausica con los dientes entrecerrados. - Seguro que hay dos de esos malditos mortífagos vigilando todas las entradas.

- No todas las entradas. - Respondió el chico con una sonrisa maliciosa. - Seguidme.

Con una corta carrera se acercaron a uno de los gruesos muros del castillo cubierto de una enorme enredadera. Aparentemente no había nada extraño entre los enormes sillares de piedra, pero Harry pasó los dedos sin inmutarse por la piedra hasta encontrar una diminuta grieta . Suspiró y tiró hacia él. Instantes después se oyó un chasquido y las piedras dejaron un ancho hueco tras apartarse a ambos lados. - Las damas primero.

El interior de la escuela estaba completamente a oscuras, y hacía frío. Afortunadamente a la ausencia de luz y calor se sumaba la de mortífagos, por lo que pudieron acercarse a la gran escalera sin grandes problemas.

Subieron envueltos en el sepulcral silencio solo roto por algunos gritos que rasgaban el aire provinentes del gran salón. Sus pensamientos volvieron unos instantes a todos los amigos que estaban atrapados en el comedor con los mortífagos y los dragones, pero se obligaron a seguir subiendo uno a uno los altos peldaños. Casi sin aliento dejaron las escaleras para adentrarse en los pasillos, y a medida que avanzaban lo que en un principio parecía un murmullo ahogado se convirtió en aquella voz en pársel que habían oído desde el jardín. - Estamos cerca. - Murmuró Galceram, asiendo con fuerza su varita aunque en el castillo no le sirviera de nada. El sonido era cada vez más perceptible hasta que llegaron a un recodo del pasillo, tras el cual se adivinaba un débil resplandor. Asomaron la cabeza.

Ahogaron un grito al ver a Deimos Lawson apoyado en la repisa de uno de los grandes ventanales, sudando profusamente y con la mirada perdida en el infinito.

Hablando pársel.

- Patrullad... los... jardines... Hay que encontrarlos a los seis... traédselos al jefe. - Harry se estremeció al oír aquello; tenía la mala impresión de que les estaban buscando a ellos. Algo le tiró de la manga.

- ¿Qué hacemos ahora, Harry? - Ron le miraba con cara de preocupación.

El chico tragó saliva y miró a su amigo, que estaba terriblemente pálido y tenía el pelo rojo revuelto y un feo rasguño en la cara.

- Improvisar. - Contó hasta diez mentalmente y echó a correr hacia el prefecto de Slytherin, derribándolo violentamente. Deimos cayó hacia atrás sin ofrecer resistencia y Harry oyó un fuerte chasquido cuando la cabeza de Lawson colisionó contra el suelo dejándolo inconsciente. Los demás llegaron corriendo, pero antes de que pudieran hacer nada, del otro lado del pasillo aparecieron dos figuras, y la que iba en cabeza, dijo, con su peculiar forma de arrastrar las vocales: – Felicidades, Potter, acabas de cargarte al único pobre infeliz que no tiene culpa de nada.

Fin del cap 15