Teratoo: Blues
La nave espacial enviada al rescate de la nave Mesopotamia, la Exceleter, había surcado infinitos kilómetros para llegar al último punto conocido del viaje de la Mesopotamia. Tras un viaje de trescientos años, con una dotación tanto de civiles como de militares, se disponía a aterrizar en el planeta. Los escáneres de largo alcance detectaron seis naciones, pero eso daba igual. La conquista del planeta era cuestión de tiempo. El modus operandi consistía, primeramente, en conquistar el planeta y una vez finalizado, la descriogenización de los civiles y la reconstrucción por su parte, sin que llegasen siquiera a conocer lo que realmente había sucedido, ya que permanecían hibernados. Según los datos, la Exceleter poseía el armamento mas sofisticado de todo cuanto existía en aquel planeta. Con lo que no contó fue con aquellas tormentas de plasma que tan frecuentemente azotaban al planeta. En teoría los escudos debían neutralizarlas, pero claro, el generador de escudo no resistió tantas piedras y arena provocadas por aquel fantástico meteoro y el aparato enseguida se saturó de polvo, provocando la destrucción de los escudos, al tiempo que la nave se desintegraba...
Tras la primera explosión una pequeña cápsula criogénica salió expulsada por el orificio debido a la súbita descompresión de la nave. En su interior un solo tripulante yacía dormido en crióéxtasis. En la cápsula se podía leer: Tte. Ortiz Grimaldi, Eduardo.
La cápsula se estrelló cerca de un río, quedando prácticamente destrozada, al igual que el ocupante.
I
Cereza se dirigía, junto con Zarzamora y Otaru, corriendo al lugar del impacto. Sus sensores captaron la destrucción de una gran nave y la caída de la cápsula criogénica y el lugar de la colisión. Lima, por su parte, siguiendo órdenes de Otaru, se dirigía a pedir ayuda a Lorelei, la actual líder del reino de Japonés.
Ya en el lugar del accidente, pudieron sacar al maltrecho teniente de la cápsula. -¡Necesita atención medica urgente!- Exclamó Cereza - ¡Pues no me parece tan grave, solo se le ven las vísceras!- Respondió Zarzamora. -¡Que pasa! ¿Acaso crees tener mejores sensores que yo?- Gritó furiosa Cereza. -¡Seguro que sí!, pequeña- Replico burlonamente Zarzamora. En ese momento, ambas se enzarzaron en una descomunal pelea. -¡¿Qué estáis haciendo?! ¡no veis que puede morir si no le ayudamos...! -Otaru no llegó a acabar la frase, ya que Hanagata (que es había seguido, disfrazado de ninja) aprovechando la oportunidad, se había abalanzado sobre el pobre Otaru, al tiempo que le intentaba besar: -Otaru, ¡Te amo!, cásate conmigo. ¡El amor entre un humano y una marioneta es inmoral!. ¡Ámame a mí!. Otaru, un besito. (poniendo los labios como si fuese un embudo, cada vez más cerca del pobre Otaru, que a duras penas podía moverse, debido a la posición que tenía Hanagata sobre él)- Sus labios nunca llegaron a su destino; Cereza y Zarzamora habían cesado de pelear, cogiendo ambas a Hanagata, a dúo, le propinaron un ostión en dirección norte-sur que el pobre acabó en orbita. Mientras subía no paraba de decir: -¡Mira mamá sin manos!- y ¡ Vaya, desde aquí veo mi casa!-.
Otaru, con la presión arterial bastante alta se limitó a decir: -¡Cogedle y vámonos rápido! ¡ no aguantará mucho más!-
Mientras, Lima, ya había llegado al castillo de Japonés y se encontraba en el laboratorio donde Lorelei cuidaba de los nuevos clones suyos. -¡Lima!, ¡qué alegría verte de nuevo!- -¡Hola Lorelei!, ¿qué tal van?- Preguntó Lima. - Bien, pero aún tienen que madurar.- Respondió Lorelei con una sincera y dulce sonrisa. - Pero Lima, ¿qué te trae por aquí?- preguntó Lorelei. - Esto... yo... ¡Tiene gracia!, pero no me acuerdo. ¡Ohhhhh! Otaru, perdóname, se me han vuelto a olvidar las cosas. ¡Sé que era importante!- Lima perdió su sonrisa y empezaron a verse pucheritos en sus ojos. - ¡No pasa nada Lima! Es humano olvidar las cosas. Quizá pueda ayudarte a recordar lo que era... - ofreció Lorelei. -¡De verdad!- La cara de Lima se iluminó de nuevo. -Claro, ¡ya veras!. Bueno, era importante, ¿no?- -¡Sí!- respondió Lima. - ¿Era acaso alguien en peligro, Lima?- - No lo recuerdo- Respondió Lima en voz baja. -Lima, ¡esfuérzate en recordar!.- - ¡Sí!, ¡ya lo recuerdo!, Cereza detectó una nave entrando en la atmósfera y al desintegrarse, ¡una cápsula con alguien dentro se estrelló!. Otaru, Cereza y Zarzamora se dirigían hacia allí para rescatarle.-. -¿Ves como has podido Lima?, ahora que lo dices, eso podría explicar la sobrecarga de la nube de plasma que se dirigía hacia aquí pero la radiación bloqueó nuestros sensores durante unos minutos, por lo que no hemos podido detectarla... ¡Bien hecho Lima!-
La nave espacial enviada al rescate de la nave Mesopotamia, la Exceleter, había surcado infinitos kilómetros para llegar al último punto conocido del viaje de la Mesopotamia. Tras un viaje de trescientos años, con una dotación tanto de civiles como de militares, se disponía a aterrizar en el planeta. Los escáneres de largo alcance detectaron seis naciones, pero eso daba igual. La conquista del planeta era cuestión de tiempo. El modus operandi consistía, primeramente, en conquistar el planeta y una vez finalizado, la descriogenización de los civiles y la reconstrucción por su parte, sin que llegasen siquiera a conocer lo que realmente había sucedido, ya que permanecían hibernados. Según los datos, la Exceleter poseía el armamento mas sofisticado de todo cuanto existía en aquel planeta. Con lo que no contó fue con aquellas tormentas de plasma que tan frecuentemente azotaban al planeta. En teoría los escudos debían neutralizarlas, pero claro, el generador de escudo no resistió tantas piedras y arena provocadas por aquel fantástico meteoro y el aparato enseguida se saturó de polvo, provocando la destrucción de los escudos, al tiempo que la nave se desintegraba...
Tras la primera explosión una pequeña cápsula criogénica salió expulsada por el orificio debido a la súbita descompresión de la nave. En su interior un solo tripulante yacía dormido en crióéxtasis. En la cápsula se podía leer: Tte. Ortiz Grimaldi, Eduardo.
La cápsula se estrelló cerca de un río, quedando prácticamente destrozada, al igual que el ocupante.
I
Cereza se dirigía, junto con Zarzamora y Otaru, corriendo al lugar del impacto. Sus sensores captaron la destrucción de una gran nave y la caída de la cápsula criogénica y el lugar de la colisión. Lima, por su parte, siguiendo órdenes de Otaru, se dirigía a pedir ayuda a Lorelei, la actual líder del reino de Japonés.
Ya en el lugar del accidente, pudieron sacar al maltrecho teniente de la cápsula. -¡Necesita atención medica urgente!- Exclamó Cereza - ¡Pues no me parece tan grave, solo se le ven las vísceras!- Respondió Zarzamora. -¡Que pasa! ¿Acaso crees tener mejores sensores que yo?- Gritó furiosa Cereza. -¡Seguro que sí!, pequeña- Replico burlonamente Zarzamora. En ese momento, ambas se enzarzaron en una descomunal pelea. -¡¿Qué estáis haciendo?! ¡no veis que puede morir si no le ayudamos...! -Otaru no llegó a acabar la frase, ya que Hanagata (que es había seguido, disfrazado de ninja) aprovechando la oportunidad, se había abalanzado sobre el pobre Otaru, al tiempo que le intentaba besar: -Otaru, ¡Te amo!, cásate conmigo. ¡El amor entre un humano y una marioneta es inmoral!. ¡Ámame a mí!. Otaru, un besito. (poniendo los labios como si fuese un embudo, cada vez más cerca del pobre Otaru, que a duras penas podía moverse, debido a la posición que tenía Hanagata sobre él)- Sus labios nunca llegaron a su destino; Cereza y Zarzamora habían cesado de pelear, cogiendo ambas a Hanagata, a dúo, le propinaron un ostión en dirección norte-sur que el pobre acabó en orbita. Mientras subía no paraba de decir: -¡Mira mamá sin manos!- y ¡ Vaya, desde aquí veo mi casa!-.
Otaru, con la presión arterial bastante alta se limitó a decir: -¡Cogedle y vámonos rápido! ¡ no aguantará mucho más!-
Mientras, Lima, ya había llegado al castillo de Japonés y se encontraba en el laboratorio donde Lorelei cuidaba de los nuevos clones suyos. -¡Lima!, ¡qué alegría verte de nuevo!- -¡Hola Lorelei!, ¿qué tal van?- Preguntó Lima. - Bien, pero aún tienen que madurar.- Respondió Lorelei con una sincera y dulce sonrisa. - Pero Lima, ¿qué te trae por aquí?- preguntó Lorelei. - Esto... yo... ¡Tiene gracia!, pero no me acuerdo. ¡Ohhhhh! Otaru, perdóname, se me han vuelto a olvidar las cosas. ¡Sé que era importante!- Lima perdió su sonrisa y empezaron a verse pucheritos en sus ojos. - ¡No pasa nada Lima! Es humano olvidar las cosas. Quizá pueda ayudarte a recordar lo que era... - ofreció Lorelei. -¡De verdad!- La cara de Lima se iluminó de nuevo. -Claro, ¡ya veras!. Bueno, era importante, ¿no?- -¡Sí!- respondió Lima. - ¿Era acaso alguien en peligro, Lima?- - No lo recuerdo- Respondió Lima en voz baja. -Lima, ¡esfuérzate en recordar!.- - ¡Sí!, ¡ya lo recuerdo!, Cereza detectó una nave entrando en la atmósfera y al desintegrarse, ¡una cápsula con alguien dentro se estrelló!. Otaru, Cereza y Zarzamora se dirigían hacia allí para rescatarle.-. -¿Ves como has podido Lima?, ahora que lo dices, eso podría explicar la sobrecarga de la nube de plasma que se dirigía hacia aquí pero la radiación bloqueó nuestros sensores durante unos minutos, por lo que no hemos podido detectarla... ¡Bien hecho Lima!-