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Capítulo 6

Recuerdos, Memorias y Pensamientos

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Los personajes de Slayers pertencen a su creador. De ninguna forma me estoy adjudicando posesión alguna sobre ellos.

Este fic contiene referencias Shounen ai. Zelgadis / ? Quedan advertidos.

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"¿Ash-san, qué sucede?" Preguntó Zel al ver al señor de los hielos sobre la nieve.

"Ehh... ¿cómo saberlo?, quizás está cansado por la práctica." Dijo el chico fingiendo curiosidad.

Zelgadis se limitó a levantar en brazos a Grausherra y llevarlo al interior del castillo. Entre las sombras una figura observaba la escena. Ashura miró directamente a Xellos entre las sombras y un leve destello de asombro se asomó a los ojos del sacerdote al saberse descubierto.

¿Cómo era posible que el pequeño lo hubiera descubierto si estaba cubriendo totalmente su presencia? No pudo evitar tensarse cuando el pequeño Ahsura apareció a su lado de inmediato.

"Xel-kun, ¿tienes noticias de Kasaan?" Preguntó aparentando completa inocencia.

"¿Nani?" Xellos sintió la esencia del caos envolverlo suavemente con la cercanía del chico, aquella esencia que le hacía perder el sentido. Esta vez era como si la esencia tratara de seducirlo para que hiciera la voluntad del chico. Sin embargo, sacudió la cabeza bruscamente.

"Iie, Ash-kun, todo está muy bien en la isla, Juu-oh-sama extraña tu presencia." Se inclinó respetuosamente.

"Yare, yare, Xel-kun, ¿desde cuándo merezco tu respeto?" Preguntó el chico imitando el tono que tantas veces escuchara usar al sacerdote.

Xellos lo observó con cierto recelo. "Tienes mi respeto desde que apareciste sobre el vientre de Juu-oh-sama." Le contestó impasible.

"Pero merecerlo es diferente Xel-kun..." Dijo con su ya habitual sonrisa.

"Así es." Por unos instántes el chico observó al sacerdote quien comenzaba a incomodarse, finalmente decidió romper el pesado silencio. "¿Vamos adentro, Xel-kun?, quisiera saber si Dy-kun ya está mejor."

"Hai." Respondió Xellos entendiendo la orden que implicaba la petición del chico.

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"Zel-kun, ¿cómo está Dy-kun?" Preguntó el chico.

"Aún no despierta. No entiendo qué le sucede." Contestó Zelgadis.

"Ahh... Zel-kun..." Zelgadis volteó a verlo, el chico miraba al suelo en aparente timidez, pero Zel sabía más que eso, después de todo, era la niñera del pequeño.

"¿Humm?" Levantó delicadamente una ceja.

"Xel-kun guarda un secreto que debe olvidar... por el momento." Dijo el chico aún en aparente timidez.

Zelgadis volteó ahora a ver a Xellos, quien estaba atónito por las palabras de Ashura. Zel asintió y se dirigió al sacerdote, quien estaba inmovilizado por el asombro.

En el momento en que tocó el brazo del demonio, desaparecieron. Unos instántes más tarde aparecieron en el último nivel del castillo, donde las habitaciones eran más amplias. Xellos se soltó de inmediato de las manos del shaman. Trató de transportarse, pero nada. Zelgadis lo miraba tranquilamente con los brazos cruzados sobre el pecho. Cerró los ojos momentaneamente y luego sonrió.

"¿Qué hacías?" Preguntó Xellos confundido al presentir que Zel se había comunicado con alguien.

"Ahh... sólo consultaba con Ash-kun cuál secreto es el que debes olvidar, no querrás que borre algo realmente importante." Le dijo como si fuera lo más natural del mundo.

Xellos trató de materializar su báculo, el cual le permitía aumentar su poder. Nada. Zelgadis, de alguna forma, había sellado la habitación, aunque no sus poderes, esos podía sentirlos.

Comenzó a formar una esfera en sus manos y Zelgadis suspiró.

"¿Quieres que lo haga de la forma difícil?" Comentó y con un gesto de su mano la esfera que comenzaba a formarse desapareció.

"¡Kuso..!." Gruñó Xellos.

Zelgadis pasó a su lado y se reclinó sobre la cama en el centro de la habitación con el peso sobre los codos en una forma casual. "No deseo pelear contigo Xel-kun, Ash-kun no desea dañarte, es sólo que el secreto que conoces aún no puedes utilizarlo, ni siquiera sabes toda la verdad."

"Pero lo sabré ciertamente." Le replicó Xellos agresivamente.

"No hagas esto más difícil..." Susurró Zel mientras extendía la mano hacia el sacerdote en un gesto de sujetar a Xellos pero sin alcanzarlo. Cerró la mano y la atrajo, con el movimiento Xellos sintió como si Zelgadis hubiera tomado la esencia misma de su poder y la estuviera separando de su cuerpo, dejándole únicamente suficiente fuerza vital para existir. Cayó de rodillas.

Al dirigir su vista nuevamente a Zelgadis, notó con horror que en su mano Zel sujetaba un pequeño torbellino. Pudo reconocer que en efecto, Zelgadis había quitado gran parte de su poder. Zelgadis se deleitaba con el pequeño torbellino, moviéndolo en su mano y observándolo con detenimiento.

"No hay necesidad de torturarte Xel-kun... no como lo hiciste hace algún tiempo atrás." Dijo sin aparente emoción.

"Zelgadis... sólo eres una marioneta en manos del chico." Gruñó el sacerdote con indignación

"Tú sabes que no es cualquier chico. Eso lo debes olvidar." Le contestó Zelgadis impasible.

Xellos trató de comunicarse con el Ama de las Bestias, pero no tenía suficiente fuerza para alcanzarla.

"La Señora de las Pesadillas te trata con preferencia sobre los Señores Oscuros, Xellos-san. Entiendo por qué. Eres muy poderoso, más que un Señor Oscuro, y sin embargo nunca te has revelado contra ellos, ni siquiera contra Juu-oh. A pesar de ser un mazoku, no has olvidado el objetivo principal de tu existencia como lo han hecho los demás."

Xellos continuaba de rodillas, Zel hablaba con la sabiduría de L-sama misma. Y sus ojos azules refulgían levemente con un destello dorado. El perfume del caos se volvía cada vez más fuerte dentro de la habitación.

"Se ha creado un desbalance entre los mazoku y los shinzoku. Los mazoku sólo buscan el caos, los shinzoku buscaban el orden. Pero ahora no quedan muchos shinzoku para balancear el otro lado, Valgaarv destruyó practicamente a los últimos que quedaban."

"Es la naturaleza de los mazoku destruir, regresar el mundo al caos de donde vino." Respondió Xellos débilmente, observándo con intensidad el torbellino que se balanceaba en la mano de Zelgadis

"Su naturaleza es sólo para ayudarlos a cumplir su propósito. Pero ahora lo han olvidado, todos excepto tú, Juushinkan. Por eso L-sama te estima tanto." Volvió a responder el shaman, notando la mirada del sacerdote.

"¿Qué es lo que desea hacer L-sama para corregir el desbalance?" Preguntó en aparente derrota.

"Los mazoku no son necesario sin la existencia de los shinzoku. Sólo viven algunos shinzoku... hay que balancear los números y el poder. Por lo demás, los humanos están perfectamente balanceados entre sí mismos." Dijo con más suavidad.

"¿Ashura destruirá a los mazoku?" Zelgadis no respondió de inmediato.

"Sore wa himitsu desu..." Y permitió que el torbellino escapara de su mano y regresara a Xellos.

"Tú estás balanceado en tí mismo, Xellos-san, no te sucederá nada." Trató de asegurarle el shaman.

"No tocarás a Juu-oh..." Lo desafió el sacerdote poniéndose en pie al sentir que su poder regresaba.

"No puedes hacer nada Xellos-san. Ahora vamos a trabajar con ese secreto..." Concluyó finalmente Zelgadis llamándolo a su lado.

Contra su voluntad Xellos se dirigió hasta la cama y se sentó al lado del shaman, quien lo empujó suavemente sobre las almohadas. De la misma forma que Xellos había ejercido control sobre Zelgadis así Zel lo dominaba ahora y el pánico que sintió la ex-quimera en esos momentos no era nada comparado con el pánico que sentía el sacerdote. Zelgadis lo desvistió sin ninguna dificultad.

Un fuerte rubor se reflejó en el rostro del sacerdote, más por la verguenza de no poder hacer nada que por la situación misma. Los sentimientos de Xellos se mezclaban rapidamente dejándolo completamente confundido. Se debatía entre los pocos sentimientos que tenía hacia Zelgadis, su lealtad al Ama de las Bestias y la invasión a la que pensaba sería sometido en pocos segundos.

"No hay necesidad de que hagas esto Zel." Murmuró con voz temblorosa.

"Órdenes son órdenes, Xel-kun, tú lo sabes mejor que ninguno." Y los ojos de Zelgadis refulgieron con una luz dorada. La esencia del caos lo envolvió en un aura visible. Zelgadis refulgía con la luz dorada que tantas veces había sentido cada vez que trataba de entrar a los pensamientos del shaman. Vio con aprehensión cómo el shaman se inclinaba sobre él. Finalmente Xellos reconoció la esencia que tantas veces había escapado a su escrutinio.

"¡¡L-sama!!" Y los labios de Zelgadis sellaron los suyos hundiéndolo en un negro abismo.

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Xellos sentía estar acurrucado, todo a su alrededor era obscuridad.

"¿Dónde estoy?" Su voz resonó como un eco en la obscuridad.

"En tu memoria..."

Reconoció la voz de inmediato y levantó la vista bruscamente. El movimiento lo dejó un tanto mareado.

"¿Qué haces aquí?" Preguntó enojado.

"Pensé que era algo obvio, busco el recuerdo que debes olvidar..."

Xellos trató de levantarse pero no tenía tantas fuerzas como pensaba.

"Kuso..."

Zelgadis le devolvió una mirada curiosa. "Sabes que es poco usual escucharte maldecir y desde que llegué a la isla de Wolfpack te he escuchado hacerlo ya varias veces... me pregunto por qué." Zelgadis sostenía una esfera de cristal en cada mano.

"¿Son mis recuerdos?" Preguntó el sacerdote.

"Hai..."

"Entonces estas husmeando en mis recuerdos." Declaró con enojo.

"Ahh... no es que quiera hacerlo, pero entonces... ¿cómo se supone que encontraré el recuerdo que debo cambiar si no los observo?"

"Tengo más de mil años Zel, podrías pasar una eternidad buscando el que necesitas." Sonrió el sacerdote.

"Probablemente, pero aquí no hay tiempo, podría pasar una eternidad y no importaría. Descubriría todos tus secretos, vería todas tus memorias, hasta aprendería cosas sorprendentes, no lo crees...?" Sonrió ante la mirada agresiva que le dirigía el sacerdote.

"Sin embargo... podrías facilitarme las cosas. Es la primera vez que estoy en la memoria de alguien yo solo, podría cometer errores si no tengo ayuda..."

"¿Tú solo? ¿Por qué no le pides ayuda al pequeño demonio?" Contestó sarcásticamente. Y se preguntó confundido cuándo Zel había estado en la memoria de alguien.

"Ash-kun ya me ha ayudado lo suficiente, proveyéndome el poder necesario para llegar hasta aquí... Sin su ayuda estaría perdido en tu retorcida mente..." Comentó.

"Umhh... retorcida." Sonrió maléficamente. Trató de levantarse nuevamente.

"¿Por qué no puedo moverme Zel-kun?" Preguntó añadiendo un tono venenoso al final. "Es un área muy delicada Xel-kun, tantas esferas, tan frágiles, no quiero arriesgarme..."

"Qué obediente Zelgadis-san." Se burló.

"¿Cómo desobedecer a L-sama...?" Sonrió. "Umhh... este recuerdo es muy extenso... la guerra de los demonios... En verdad fue muy sangrienta..." dijo un poco sorprendido. Xellos no pudo evitar recordar la guerra de los demonios, tampoco escapó a su consciencia que Zelgadis estaba obedeciéndo órdenes de L-sama.

"Sí, mucho." Contestó el sacerdote. Al hacerlo la esfera se iluminó momentáneamente, lo que atrajo la atención de Zelgadis. Colocó la esfera en su lugar y continuó examinando algunas de las esferas que flotaban en el negro espacio.

Algunas de las esferas brillaron levemente y el sacerdote comenzó a reir quedamente. Zelgadis atrajo las esferas que se habían movido y las examinó sin decir palabra.

"Xellos... cuando me... Ah... cuando me fuiste a buscar a la posada... por qué..." Apenas podía articular las palabras.

"Sore wa himitsu desu." Sonrió el demonio desde su posición. Zelgadis atrajo otras esferas.

"Si hubieras sabido el plan de L-sama conmigo y con Ash-kun... ¿lo hubieras hecho de todas formas...?" Le preguntó Zelgadis con un hilo de voz.

Xellos no pudo evitar pensar en lo que Zelgadis le había contado acerca de los planes de L-sama, y naturalmente, en la forma que había sido descubierto por Ashura. L-sama y Ashura, ese debía ser el secreto. Si Zelgadis estaba investido con el poder de L-sama, y Ashura había sido quien lo había investido con ese poder... entonces ambos debían ser la misma persona. Imposible, L-sama no podía ser contenida en un cuerpo, ya lo había visto con sus propios ojos cuando Lina completó el hechizo del Giga- slave.

Lina había sido tomada y en su lugar había quedado L-sama con la forma de Lina. Debía haber otra explicación. Ashura era el hijo de Zelas, seguramente la Señora de las Pesadillas la había utilizado de alguna forma, pero ¿cómo? Y Zelgadis, esa también era otra pieza que no debía dejar fuera. Zelgadis era más poderoso que el Caballero de Ceified mismo, tenía más poder que Ceified y Shabrinigdo, podía sentirlo ahora. Y la luz que lo rodeaba era casi L-sama misma. Un pulsante dolor comenzaba a dejarse sentir dentro de la cabeza del sacerdote.

"Ajá..." Comentó triunfante Zelgadis. Esto distrajo los pensamientos de Xellos y pudo ver que frente a Zel flotaban varias esferas y que mientras las examinaba sonreía. Zelgadis había descubierto rapidamente que cada vez que Xellos recordaba algún suceso, la correspondiente esfera emitía algo de energía. Por lo que si lograba hacer que Xellos recordara lo que necesitaba borrar, sería fácil encontrar las esferas correctas.

"Kuso..." Susurró entre dientes.

"Gracias por la ayuda Xel-kun... Hora de partir..." Y sin decir más, Xellos sintió la obscuridad envolverlo nuevamente.

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Mondbat, ¿ya te dije muchísimas gracias por tus reviews? ¡¡Arigato gozaimasu!! =) Qué bueno que te continúa gustando mi fic. Zelgadis es uno de mis favoritos, después de Xellos claro está. Y qué mejor para mí que tenerlos a los dos juntos. Por suerte sólo son alusiones de shounen-ai y al fin y al cabo Zelgadis está protegido por L-sama, no hay nada que ella no pueda arreglar cierto?

Rinita Inverse, como va a ser posible que no te guste Zel como protagonista? Es el personaje con más conflictos internos que existe en Slayers. Todos los demás saben perfectamente qué son menos él y no acepta lo que tiene enfrente de sus narices por querer ser "más lindo". Pero en fin, se ve bien haciéndo algo más que quejarse de su apariencia, ne? ¡Qué bueno que te gusta el fic! Muchas, muchas gracias por tu review y por tus líneas de apoyo. Espero que este capítulo haya salido con la rapidez que quieres, jajajaja.

Fi-chan!!!!! Saca tiempo para escribir, no te quiero ver flojeando. Así que a trabajar, no me hagas usar el látigo de X/A. Jajajaja, son bromas Fi-chan. Ya sé que estás ocupadita, pero ahora tienes tiempo, así que... a escribir.

Oigan, y nadie tiene nada que decir de Ash-kun? ¿Ni siquiera que es lindo? Jajajaja, siquiera dejenme caer una línea y me dicen cómo le va al personaje, please!!!

Bueno, ¿flamas?, ¿comentarios?, ¿sugerencias?, todo es bienvenido. Gracias por su apoyo a todos. ¡Ja ne, mina-san!