CAPÍTULO 6: PLANES Y DISTRACCIONES
"La razón puede advertirnos sobre lo que conviene evitar; sólo el corazón nos dice lo que es preciso hacer"- Joseph Joubert.
El sol volvía a brillar en un cielo en el cual ya no quedaba rastro de la tormenta que había transcurrido momentos antes. Los defensores de Caer Cymry cruzaban los portones entrando a la ciudad entre gritos de júbilo y estandartes enemigos capturados y alzados. Al frente de la inmensa columna avanzaba la Escuadrilla de los Dragones encabezada por Myrddin y Elyharion, príncipes de Ulthuan, señores entre elfos y hombres, junto a ellos cabalgaba Marcus Flint; acompañándolos a pie se hallaban Avatar, actual rey Fénix de Ulthuan, respetado en todo el mundo, Albus Dumbledore, director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, el más grande mago de los tiempos modernos, Seth el dementor, guardián de la familia fénix y Harry James Potter, el niño-que-vivió, el héroe que derrotó al Señor Tenebroso en el pasado.
Myrddin desmontó de su montura en la plaza de la ciudad mientras era palmeado y vitoreado. Lentamente se acercó hasta Harry quien estaba rodeado por una multitud de hombres que le habían visto luchar y le estaban en ese momento felicitando y vitoreando. Logró pasar entre la multitud y alcanzar a Harry; puso sus manos sobre sus hombros y le sonrió, el muchacho por toda respuesta le respondió de igual forma. Se agachó un poco y le susurró al oído unas palabras. Luego se alzó de nuevo y levantó la mano pidiendo silencio.
-Lamento decirles que Harry no podrá estar con ustedes disfrutando del momento, pero debemos volver a la Mansión del Fénix pues me temo que varias personas le esperan con impaciencia.
La gente asintió, pero aun así Harry debió a esperar cinco minutos más a que muchos se despidieran y le dieran la mano. Cuando todo quedó un poco despejado Harry y Myrddin se aproximaron hasta Seth, Dumbledore, Eltharion, Avatar y Flint.
-Nos vamos a casa papá, mamá debe de estar al borde de un ataque de nervios.
-Sí Myrddin, será lo mejor, nosotros nos quedaremos un rato más haciéndonos cargo de los heridos y caídos -respondió Eltharon.
-Marcus, ¿crees que podrás venir a casa esta tarde? Tengo que hablar contigo de algo importante.
-Descuida Myrddin, pediré permiso.
-Bien, nosotros nos vamos ya -dicho esto sacó una pequeña peloto de Golf y murmuró unas palabras que Harry no alcanzó a oír. -Bueno Harry, dentro de un minuto este traslador nos llevará a casa, así que pon un dedo sobre el -Harry obedeció y al cabo de un minuto ambos eran transportados hasta la entrada de la Mansión del Fénix.
Ambos entraron a la mansión y se encaminaron hasta el salón, al entrar se sintieron el centro de las miradas de todos los presentes. Momentos más tarde Vivian corrió hasta ambos y los abrazó a la vez.
-¡Menos mal que estáis bien! -dijo a voz en grito. -¿Dónde están Eltharion y los demás?
-Están en la ciudad encargándose de reorganizar todo -dijo Myrddin. Al ver que todo el mundo se acercó a ellos entre murmullos, gritos y sollozos alzó la mano de la misma forma en que lo había hecho en la ciudad para pedir silencio. -Antes que nada -comenzó a decir con voz firme y potente, provocando que todo el mundo se callara. -quisiera decir que Harry y yo estamos cansados, entumecidos y helados. Así que si no es mucho pedir rogaría que los comentarios se dejaran para más tarde, una vez que Harry y yo estemos duchados y cambiados de ropa.
Todo el mundo asintió mientras Harry y Myrddin se iban de la habitación rumbo a sus habitaciones. Media hora después Harry se hallaba en el dormitorio ya duchado y vestido atándose los cordones de sus deportivas, alguien llamó a la puerta.
-Pasa -dijo Harry imaginándose quien iba a ser. Hermione y Ron entraron en la habitación, ella con los ojos rojos y él muy pálido. En cuanto Hermione entró se lanzó sobre y Harry y lo abrazó rompiendo a llorar. Harry se sintió muy incómodo pero abrazó a la muchacha y le dio palmaditas en la espalda para calmarla.
-¡Ay Harry! ¡Estaba muy preocupada por ti! ¡Si... si te hubiera pasado algo yo...!
-Tranquila Hermione estoy bien, no ha pasado nada -dijo muy despacio mientras le sonreía a Ron para que el también se calmara. En realidad Harry estaba más nervioso que los dos juntos pero sabía que debía mostrarse seguro para que sus amigos no se sintieran peor.
-Venga, venga... dejad respirar un poquito a Harry que necesita liberar la adrenalina que todavía le queda -dijo una voz jovial. Todos se giraron y vieron a Myrddin cambiado en sus ropas muggles y sonriendo. -Mejor vamos abajo antes de que Sirius y mamá echen el grito al cielo.
Volvieron al salón donde todo el mundo estaba sentado en los sillones y sillas tratando de calmarse todavía. En cuanto entraron todas las miradas se concentraron de nuevo en Harry, los cuatro cruzaron el salón y se sentaron en un sofá.
-Bueno, ¿alguien tiene alguna pregunta? -dijo Myrddin socarronamente.
-¿En qué demonios pensabas? -gritó Sirius echo una furia y levantándose de un salto. -¿Cómo se te ocurre dejar a Harry participar en esa batalla sabiendo que podían matarle? Y en cuanto a ti -dijo mirando a Harry fijamente. -¿a que ha venido eso de querer luchar? ¿Es que no pensaste en lo que te podría haber pasado?
-Claro que si Sirius -respondió Harry con una nota de acero en su voz que sorprendió a propios y extraños. -Pero estoy harto de ver morir a la gente por interponerse entre Voldemort y yo sin hacer nada. ¡Sencillamente no podía quedarme de brazos cruzados!
La respuesta de Harry sorprendió a todos, tenía en ese momento una mirada indescifrable en su cara, parecía mucho más mayor de lo que realmente era. Sus ojos estaban fríos y su expresión de la cara no mostraba señal alguna de tener emociones.
-Pero aun así fue muy imprudente Myrddin dejar al muchacho luchar, ¿y si le hubiera ocurrido algo? -dijo de repente la señora Weasley con los ojos llorosos.
-Es cierto. Harry fuiste muy imprudente quedándote ahí -dijo Hermione con sollozos.
La paciencia de Harry llegó en ese momento a su límite, estaba cansado de que aunque lo hicieran por su bien y de que se preocuparan por él lo siguieran tratando como a un crío irresponsable. Ya había escapado cuatro veces de Lord Voldemort y conocía sus propias limitaciones. Se levantó de golpe y cruzó a zancadas el salón deteniéndose en la puerta.
-Si vais a seguir diciéndome que es lo que debo o no hacer no creo que siga en esta habitación mucho más -dijo con ira contenida en su voz. -Ya soy lo bastante mayorcito para saber cuidarme de mi mismo y saber hasta donde puedo llegar. Y no, no me estoy haciendo el héroe ni mucho menos el irresponsable. Cuando vaya a buscar a Voldemort para matarlo con mis propias manos entonces si estaré actuando como un niño encaprichado. Mis padres no murieron para que me pusiera en peligro continuamente, pero tampoco lo hicieron para que me quedara sin hacer nada.
Dicho esto salió de la habitación dando un portazo mientras los presentes ponían cara de horror, de estupefacción o simplemente no sabían que cara poner. El silencio reinó por momentos en la sala hasta que Myrddin lo rompió.
-Nunca pudo decir las cosas de un modo tan directo -dijo mientras se levantaba.
-Harry... -susurró Hermione horrorizada por las palabras de su amigo.
-¡Déjalo un rato solo Hermi! -dijo Myrddin serenamente. -Por lo menos hasta que se tranquilice.
-¡Ya sabía yo que esto pasaría, ahora mismo es un volcán a punto de estallar! -dijo Sirius entre gruñidos.
-Eso se debe a que ninguno de vosotros sabe mirar más allá de lo que ven vuestros ojos -replicó Myrddin cortante.
-¿De qué hablas ahora Myrddin? -preguntó Sirius mirándolo enfurecido.
-De que os negáis a aceptar la realidad. Simplemente eso. Ahora si me disculpáis...
Dicho esto se levantó del sofá y abandonó la sala dejando a los presentes reflexionando sobre sus palabras, todos menos Vivian, quien tenía una mirada sombría en su rostro.
Harry llevaba más de veinte minutos tendido en el césped del campo de fútbol de la mansión. A pesar de haber llovido el terreno poseía un sistema de secado del césped mágico, por lo que la hierba estaba cálida y agradable. Estaba contemplando el cielo de color azul sumido en sus pensamientos cuando alguien se sentó a su lado.
-¿Molesto? -se escuchó la voz de Myrddin.
-Para nada -respondió Harry. -Y gracias.
-¿Porqué me las das?
-Porque tú eres el único que logra entender como me siento, eres el único que no quiere mantenerme al margen encerrado. Confías en mi como nadie lo hace.
-No tiene importancia Harry, si confío en ti es porque se que estás preparado para afrontarlo. ¿Cómo estás después de haber luchado?
-Si te soy sincero. todavía me tiembla el cuerpo. Por Dios ahora me pongo a pensar y me doy cuenta de lo cerca que estuve de acabar varias veces en el otro barrio hoy.
-Bueno no solo tú un servidor también. ¿O debo recordarte tu rescate? -dijo Myrddin. Ambos jóvenes empezaron a reírse a carcajadas.
-Sí y a mi por poco el primer esqueleto me deja con un nuevo corte de pelo -dijo Harry entre risas.
-Y a mi otro por poco no me rompe la crisma con una maza.
-Y a mi otro por poco no me deja como un alfiletero.
Continuaron riendo por un rato hasta que se hartaron. Luego ambos se levantaron para volver a la mansión, pero al girarse se detuvieron en seco. Frente a ellos se hallaba un hombre alto tapado en una capa negra, con el rostro cubierto por una capucha aunque se dejaba entrever una corta barba blanca, sus manos estaban enguantadas en guantes de piel también negros. Harry instintivamente se llevó la mano a la empuñadura de su espada pero se detuvo a un gesto de Myrddin.
-Saludos sire, ¿qué asuntos os traen al Valle del Fénix? -preguntó Myrddin.
-Mucho tiempo ha pasado desde la última vez que ambos nos vimos Lord Fénix -contestó el hombre, sus gestos y porte parecían los de una persona aristocrática y su voz sonaba firme, como acostumbrada a mandar. -Sin embargo los motivos que me traen, aunque te involucran un poco, conciernen más a tu joven compañero.
Se dirigió hacia Harry y le dedico una sonrisa por debajo de su capucha, aquella sonrisa le dio al encapuchado un cierto aire paternal que sorprendió a Harry.
Hacía catorce años que no te veía -dijo el hombre muy despacio. -La última vez te tenía en mis brazos, tan pequeño y mira como has crecido. -¿Quién es usted? -murmuró Harry atónito.
-Una pregunta justificada, pero que por el momento debe quedarse sin respuesta. Conténtate con saber que soy un amigo.
-¿Y qué quieres de Harry? Si no es mucho pedir -dijo Myrddin cruzándose de brazos.
-Bueno, ese es un asunto que muy pronto descubrirás mi querido Myrddin -respondió el extraño. Si volvió hacia Harry y sacó una caja de madera marrón oscura. Lentamente se la tendió a Harry. -Ten, ya es el momento de que te sea dada.
-¿Qué, qué es? -dijo Harry mientras cogía la caja en sus manos.
-Algo que te pertenece. Sólo tú puedes abrirla. Mas ahora que ya he cumplido con mi cometido he de retirarme, por ahora. Recordad que estaré siguiendo a partir de ahora vuestros pasos, y que cuando preciséis ayuda la hallaréis en mí -dicho esto el hombre dio medio vuelta y se alejó de ambos rápidamente.
-Veo que nunca cambiará -dijo Myrddin de forma jocosa mientras lo observaba alejarse. -Hay cosas que nunca cambian, para bien o para mal. ¿Vamos dentro a ver que hay dentro de la caja?
Harry asintió y ambos hombres entraron a la casa. En el momento en que cruzaban el vestíbulo, Eltharion apareció bajando las escaleras con ropas secas.
-¡Myrddin, Harry! -exclamó al verlos. -Ya hemos ordenado un poco las cosas, aunque Albus y tu abuelo se han quedado un rato más.
-¿Cómo hemos salido de ésta papá?
-Mejor de lo que pensábamos, sólo hay que lamentar la pérdida de cerca de quinientos hombres. Tenemos más de dos mil heridos, pero no hay ninguno por el cual haya que temer. En dos días será el entierro de los caídos -agregó muy despacio.
-Ya veo, Harry y yo vamos a mi habitación, estaremos allí toda la tarde, puede que no bajemos a comer -dijo Myrddin sin dar más explicaciones mientras se llevaba a Harry arriba y dejaba muy contrariado a su padre.
-Bueno, me aseguraré de que nadie nos moleste mientras estamos aquí -dijo Myrddin mientras cerraba la puerta de su habitación y murmuraba unas palabras que Harry no alcanzó a oír.
-¿Y cómo te vas a asegurar de que nadie entre? -preguntó Harry.
-Fácil, he cerrado la puerta con un hechizo que no lo puede abrir un simple Alohomora.
-¿Qué? ¡Es imposible que hayas hecho un hechizo!
-¿Porqué no? -quiso saber Myrddin con aspecto divertido.
-Porque no has utilizado tu varita, lo he visto claramente.
-¿Y quién necesita una varita?
-Todo mago que quiera hacer un hechizo en condiciones -respondió Harry confuso.
-Para nada Harry -contestó Myrddin muy calmado, viendo que el muchacho estaba aún muy chocado por sus palabras prosiguió. - La varita es sólo un instrumento que canaliza nuestros poderes Harry, aquellos que de verdad se consideren magos deben de aprender a librarse de sus ataduras y a desarrollar sus poderes por sí mismos -dijo Myrddin mientras clavaba en Harry sus ojos dorados.
-Pero... pero es imposible -masculló Harry.
-En absoluto, allí en Ulthuan, en la Academia de Saphery donde estudié para desarrollar mis poderes enseñan a utilizar la magia sin varita, entre otras cosas -dijo Myrddin muy calmadamente. -Lo que me recuerda algo que hablé anoche con mis padres y los abuelos. Empezaré a entrenarte en el uso de la magia sin varita y la Alta Magia.
-¿En serio? ¿Pero cómo? Los menores de edad no pueden utilizar magia fuera de Hogwarts -dijo Harry estupefacto.
-Técnicamente si. Pero en este valle las cosas funcionan de forma distinta. Aquí la jurisdicción del Valle del Fénix no la rige el Ministerio de Magia, sino la familia real de Ulthuan, un regalo que nos dio el Ministerio en el Pasado. Así que ayer el abuelo llegó a la conclusión de que para poder llevar a cabo el entrenamiento se te daría el permiso de usar magia. Eso sí, que nadie se entere Harry, ni siquiera Hermi y Ron.
-Descuida Myrddin, será nuestro secretito -dijo Harry poniendo cara de angelito.
-Muy bien, ahora veamos que contiene ese cofre que la curiosidad me está matando.
Harry agarró la caja y puso una mano sobre la tapa de la caja y muy lentamente empezó a levantarla, cuando esta estuvo del todo levantada Harry pudo ver un montó de pergaminos enrollados, movido por la curiosidad cogió un par de ellos y empezó a ojearlos por encima, Myrddin los observaba por encima de su hombro.
-Son documentos del Ministerio -dijo Myrddin señalando un sello que había en una esquina. Tomó uno de los escritos y empezó a leerlo rápidamente. -¡¿Cómo?! -exclamó sobresaltado mientras veía uno de los papeles.
-¿Qué pasa? -preguntó Harry mientras observaba con preocupación la cara de sorpresa de Myrddin. Por toda respuesta Myrddin le tendió la hoja de papel para que Harry la leyera, éste la cogió y empezó a leer.
Testamento de los Potter.
En virtud de lo acordado por los aquí firmantes, en el día 15 de Septiembre del año 1988 de nuestro Señor Jesucristo queda aprobado y legitimado el presente documento bajo la notaría de Alan Harris.
En vista a ello, me complace decir que a la muerte de James y Lily Potter, sus posesiones y pertenencias pasarán a manos de su único hijo Harry James Potter en cuanto éste cumpla los quince años, así como el título familiar y la jefatura de la estirpe Potter.
Me complace también informar que la herencia no será entregada en su totalidad, sino que se irá depositando en sus manos sucesivamente según lo acordado anteriormente. Huelga decir que se irán entregando dichas pertenencias y propiedades cada seis meses sucesivos hasta ser completado a las seis veces.
Queda además muy claro de que el presente documento, que deberá serle entregado a su único heredero a la edad ya antes mencionada, mientras tanto permanecerá bajo la custodia del guardián del heredero, el cual deberá hacerse cargo de tan importantes documentos hasta que llegue el momento en que deba serle entregado a Harry J. Potter.
Así pues queda completamente establecido la validez de dicho documento por los abajo firmantes:
James Potter Lily Potter Alan Harris
Albus Dumbledore Louis Malfoy
-Esto es. es. es el...
-Testamento de tus padres -completó Myrddin la frase por él. -Te han dejado todas sus pertenencias y no sólo eso... mira...
Le alcanzó a Harry otro pergamino con el sello del ministerio, Harry lo cogió con manos temblorosas y empezó a leer.
Real Ministerio de Magia de Gran Bretaña, fecha 15 de Septiembre del año 1988 de nuestro Señor.
Por la presente me complace en comunicarle que lo aquí firmantes y reunidos, Lord James Potter y Lady Lily Potter depositan la custodia de su único hijo y heredero, Harry James Potter, en manos de Lord Myrddin Fénix. Dicha custodia se hará efectiva cuando Harry J. Potter cumpla los quince años de edad, hasta ese momento recaerá en los dos tutores del mismo, Sirius Black y Lady Vivian Fénix.
Los abajo firmantes:
Alan Harris James Potter Lily Potter
-Parece que soy yo el que tiene ahora que cuidarte ¿eh compañero? -dijo Myrddin con una sonrisa. -Y he aquí mi primera decisión como tu nuevo tutor. El verano que viene no irás a Privet Drive, te quedarás aquí con nosotros.
Harry estaba todavía más sorprendido tras leer el nuevo documento pero esbozó una tímida sonrisa al pensar lo que sería estar bajo la tutela de Myrddin, él a diferencia de Sirius seguro que se mostraría más flexible en ciertos aspectos. Además, siendo Myrddin su tutor y Vivian su madrina, sospechaba que su vida iría ahora a mejor.
-Echa un vistazo a esta, te va a gustar -le dijo Myrddin dándole una nueva hoja de pergamino.
Real Ministerio de Magia de Gran Bretaña, fecha 15 de Septiembre del año 1988 de nuestro Señor.
Por la presente me complace en comunicarle que pasa a sus manos la fortuna familiar de los Potter. Dicha se encuentra guardada en la Cámara I de Gringotts, adjunto al documento presente está la llave que permite abrirla, le recordamos que sólo un miembro de su familia es capaz de abrirla, aún poseyendo la llave en su poder.
Los abajo firmantes:
Alan Harris James Potter Lily Potter
-¡La fortuna de mi familia! -exclamó Harry boquiabierto. -¡Pero si mis padres ya me dejaron una pequeña fortuna en otra cámara!
-Si, pero sospecho que lo hicieron para que pudieras mantenerte hasta que tuvieses la edad para que la verdadera fortuna de tu familia pasase a ti.
-¿Y cómo es la verdadera fortuna de mi familia?
-Ya lo verás cuando vallamos al Callejón Diagon a comprar los útiles de este año. Ya verás como es la Cámara I, te vas a quedar sin habla -dijo Myrddin muy contento.
Harry vio dentro de la caja una pequeña llave dorada con incrustaciones de esmeraldas en ella, aquella debía ser la llave de la Cámara I. La cogió entre sus dedos y observó su ornamentación fina y delicada. Ya sólo quedaba una carta, Harry la abrió y comenzó a leerla mientras hacía esfuerzos por no llorar.
Querido Hijo.
Si estas leyendo estas líneas eso significa que nosotros ya no estaremos en este mundo junto a ti, a pesar de todo debes de saber que te querremos siempre, esté donde estés, hagas lo que hagas.
Junto a nuestra carta te hemos enviado una serie de documentos muy importantes, así como la primera entrega de nuestra herencia, ésta última te la vamos a entregar poco a poco ya que ciertas cosas que deben de pasar a tus manos acarrean una gran responsabilidad y debes ante todo estar bien preparado para que puedas hacer el mejor uso de ellas. Sólo tú podrás abrir la caja de los documentos, nadie más (a no ser que te cases hijo en ese caso., James por favor, perdón...)
También queremos decirte que puedes confiar en ciertas personas hasta tu vida. En primer lugar están Sirius y Vivian, tus padrinos y tutores, aunque sean un poco sobreprotectores. También has de saber que puedes confiar en Albus Dumbledore, Louis Malfoy y Avatar Fénix, ellos te quieren mucho, como si fueras su nieto y te apoyarán y confiarán en ti en todo momento.
Finalmente debemos decirte que puedes confiar también en el ahijado de tu padre, Myrddin Fénix, hijo de Vivian, para cuando tú recibas ésta carta él ya deberá tener unos veinte años y por los documentos que te adjuntamos él será tu nuevo tutor. Puede parecerte una tontería Harry, pero tu madre que es muy buena en adivinación (personalmente pienso que es una farsa, ¡James no hables así!, vale, vale lo siento Lily) ha tenido una serie de visiones en las cuales ve que deberás pasar por pruebas muy difíciles y que deberás tener a tu lado alguien que te ayude a enfrentarte a ellas. Aunque Sirius y Vivian te quieren mucho, su instinto sobreprotector les impediría ayudarte del modo adecuado y necesitarás alguien que sea muy cercano, alguien de casi tu misma edad que te ayude a afrontarlas, como una especie de hermano mayor (hemos dado en el clavo ¿eh?) Sabemos que Myrddin cumplirá a la perfección ese papel.
Por último queremos decirte que ante las dificultades que atravieses en tu vida te apyes en aquellos que te quieren y que te mantengas siempre firme a tus valores. Eres nuestro hijo y simplemente por ello estamos orgullosos de ti, también te queremos pedir por encima de todo una única cosa, que seas muy feliz.
Se despiden de ti queriéndote como a nada en este mundo:
Tus padres.
Harry dejó la carta en el pequeño cofre mientras parpadeaba rápidamente para no llorar, tenía ahora más que nunca ser fuerte, no dejarse llevar por la emoción, pero las palabras de la carta de sus padres resonaban todavía en su corazón. Myrddin debió de captar algo en la mirada de Harry porque no hizo ningún intento por leer la carta, se mantuvo de brazos cruzados con su mirada fija en un póster de Raúl, el delantero estrella del Real Madrid. Luego se metió la mano en uno de los bolsillos del pantalón y sacó de el un pequeño teléfono móvil, escudriñó la pantalla del aparato y murmuró:
-Ya ha llegado, bien -luego volvió a dirigirle la mirada a Harry y le dijo -Marcus acaba de llegar, voy abajo por él, vengo en un par de minutos -diciendo esto salió de la habitación cancelando el hechizo que la mantenía cerrada.
Harry guardó todos los pergaminos y la llave de nuevo en la caja, colocándola en un rincón discreto de la mesa de trabajo de Myrddin parea que nadie se percatara de ella, no tenía ganas de que nadie hiciera muchas averiguaciones sobre que contenía la caja.
La puerta de la habitación se abrió y entraron Myrddin seguido de Flint, éste ya sin la armadura que había llevado en Caer Cymry, Flint se acercó a Harry mientras Myrddin volvía a lanzar el conjuro para cerrar la puerta mágicamente.
-¿Qué tal Potter? -dijo mientras le tendía su mano.
-Bien, al menos salí ileso de esta Flint -respondió Harry mientras le estrechaba la mano.
-Me alegro, pero llámame Marcus ¿vale?
-Siempre y cuando me llames Harry.
-Hecho -dijo Flint mientras chocaba su mano. Miró de reojo a Myrddin y agregó. -Aprovéchate ahora de Myrddin que te debe un favor por lo de esta mañana.
-Lo tendré muy en cuenta -respondió Harry con una sonrisa maliciosa.
-Bien, ahora que parece que habéis terminado de conspirar en mi contra-dijo Myrddin divertido. -Es hora de que nosotros iniciemos la nuestra pero antes. ¡insonorus! ¡Mejor! Así nadie podrá escuchar detrás de la puerta.
-¿A que te refieres con eso de nuestra conspiración? -inquirió Flint.
-Bueno Marcus. ¿qué sacas tú de lo sucedido esta mañana?
-Es evidente -dijo Marcus con voz grave. -Lo de esta mañana ha sido una declaración oficial de guerra. Lord Voldemort se ha revelado y ha dicho a los cuatro vientos "He vuelto tan poderoso como hace catorce años" -suspiró. -Necesitaremos toda la ayuda que podamos reunir para pelear contra él.
-Cierto, y de eso va a tratar nuestra pequeña reunión -dijo Myrddin muy sereno. -Marcus. lo que voy a contarte ahora es alto secreto, confío en que sabrás guardarlo ¿eh amigo?
-Descuida Myrddin, nadie se enterará.
-Lo sé, por algo eres mi mejor amigo -respondió Myrddin con una sonrisa en los labios. Comenzó a contarle a Flint todo lo referente a la Orden del Fénix y como planeaban luchar con las mismas armas que los mortífagos de Voldemort.
-Así que la Orden del Fénix -murmuró Flint. -Quien lo diría. ¿Pero que tiene que ver la Orden conmigo.
-Contigo y con el resto de la peña -dijo Myrddin. -Verás, la Orden ya existió en tiempos de Voldemort, así que me temo que Lord Voldemort se estará imaginando que Dumbledore la volverá a poner en funcionamiento. Es por ello que quiero crear al margen un grupo que luche contra los mortífagos utilizando los métodos de la Orden, un grupo de carácter no oficial.
-Y supongo que quieres que ese grupo lo formemos la peña -dijo Flint entre dientes. -Si. muy listo Myrddin, mientras Voldemort está ocupado vigilando los movimientos de la Orden del Fénix nosotros atacaremos desde el anonimato. Muy inteligente...
-¡Exacto! -dijo Myrddin. -¿Tú que dices Harry? ¿Quieres formar parte?
-¡Por supuesto Myrddin! ¡Contad conmigo!
-¡Perfecto! -dijo Myrddi sonriente. -Lord Voldemort nunca se esperará que un grupo de universitarios y estudiantes magos y muggles luchen encubiertos contra sus fuerzas. Marcus, necesito que alertes sobre ello a Joyce, Spike, Karl, Genzo, Carlos y al resto del grupo, diles que si están dispuestos a pelear contra L Voldemort.
-Claro que aceptarán -dijo Flint levantándose de golpe. -¡Ahora mismo voy a hablar con ellos!
-Bien. Una última cosa. ¿Sigues teniendo contactos en la casa de Slytherin?
-Si. todavía mantengo algo de correspondencia con todos esos capullos -dijo Flint escupiendo las palabras, parecía muy enfadado. -Intuyo que quieres que les sonsaque cierta información.
-Si. quiero que averigües si alguno de los alumnos de cursos superiores o ex alumnos han sido iniciados en la Orden Tenebrosa, es muy importante. Sobretodo averigua lo que puedas sobre aquellos que sean de las familias Malfoy, Crabbe, Goyle, Avery, Moon, Knott y McNair.
-Eso está hecho -dijo Flint asintiendo.
-Una última cosa Marucs.
-¿Qué?
-Ten cuidado y no te expongas demasiado.
-Descuida -diciendo esto último Flint se fue de la habitación después de que Myrddin cancelara de nuevo el hechizo.
Harry y Myrddin se pasaron toda la tarde en el cuarto de éste último jugando al ordenador y viendo algunas jugadas históricas del fútbol que tenía Myrddin grabadas en cintas de vídeo. Cuando llegó la hora de la cena ambos bajaron hasta el salón-comedor donde fueron recibidos con un silencio sepulcral y miradas de rojo. Durante toda la cena nadie dijo nada y cuando ésta acabó la mayoría de los presentes abandonaron el comedor rumbo a sus habitaciones. Allí sólo quedaban Harry, Myrddin, sus padres, su abuelo, Seth en un rincón, Dumbledore, Hagrid, Madame Maxime, McGonagall, Snape, Sirius, Lupin, Arabella, Mundungus, Pecy, el señor Weasley y el señor Diggory. Myrddin cruzó una mirada con Harry y después se levantó yéndose de la sala. Al cabo de unos minutos apareció con la caja en la cual estaba el testamento de sus padres y un bote de cristal en el cual había un escarabajo grande y gordo. Depositó las dos cosas en la mesa y le acercó a Harry el pequeño cofre. Este lo abrió y sacó todos los documentos menos la carta de sus padres y la llave de la cámara.
-¿Qué son esos papeles? -preguntó Sirius.
-El fin de tus últimas esperanzas de que Harry este año se quede quietecito en el castillo -dijo Myrddin riendo mientras Harry le pasaba a un desconcertado Sirius los documentos. Este empezó a leerlos y fue poniendo una cara de asombro absoluto. En unos minutos todo el mundo se hallaba agolpado en torno a él, pasándose los tres papeles y mirando a Myrddin escrutadoramente, sólo Dumbledore permanecía sentado tranquilamente mientras bebía una taza de té.
-El. el testamento de Lily y James -dijo Vivian con voz ronca.
-Dios. -murmuró Remus.
-¿Quién os lo ha dado? -preguntó Sirius. -Pensaba que se había perdido.
-Bueno. -empezó a decir Harry tratando de explicar el encuentro con el extraño pero fue interrumpido por Myrddin.
-Un amigo -contestó lacónicamente. -Ya sabes a quin me refiero abuelo -añadió mirando a Dumbledore.
-Ya me lo esperaba, si no fue ayer tenía que ser en uno de estos días cuando le fuese entregado a Harry por fin su herencia -repuso Dumbledore quien parecía muy alegre. -¿Y cuál es tu primera decisión como tutor de Harry?
-Renovarle el permiso de ir a visitar Hogsmeade. Y no Sirius, no intentes protestar, soy su tutor legal ahora y yo soy quien decido si va o no.
-Poner la custodia de un niño problemático como Potter en las manos de otro aún más problemático -gruñó Snape. -Ahora si que viene la hecatombe.
-Por una vez estoy de acuerdo contigo Snape -refunfuñó Sirius enfadado.
-Así que la Cámara I ¿eh Harry? -dijo Eltharion tratando de desviar la conversación hacia otro tema. -Verás la sorpresa que te vas a llevar cuando la veas. Sólo espera a que vayamos al Callejón Diagon dentro de un par de semanas.
-Si, ya verás lo que hay allí Harry -dijo Vivian también sonriendo.
-Además, me aseguraré de que Harry no permanezca ni un verano más con los Dursley -dijo Myrddin. -Siempre y cuando el abuelo no tenga ningún inconveniente.
-Para nada, Privet Drive ya no es seguro, sospecho que Lord Voldemort tratará de buscar una manera de romper las barreras que puse. El Valle del Fénix junto a Hogwarts es el sitio más seguro de Gran Bretaña.
Durante unos diez minutos más se pasaron hablando del tema del testamento y sobre que posesiones más podrían serles entregadas a Harry, la conversación sólo acabó cuando Myrddin carraspeó sonoramente.
-Bien damas y caballeros. Hay otro asunto que debemos tratar con urgencia -decía mientras cogía el frasco de cristal y empezaba a destaparlo. -Bien Rita, voy a dejarte libre. Eso sí, no se te pase por la cabeza escaparte o te echaré una maldición aquí mismo.
Casi nadie entendió que hacía Myrddin hablándole a un escarabajo. Pero en cuanto Myrddin abrió la tapa el escarabajo voló hasta el suelo y se convirtió en la horrenda periodista que todos también conocían. Rita Skeeter estaba algo delgada, con la túnica y el pelo sucios y algunas uñas rotas.
-¡Condenada niña del demonio! ¡Cuando la atrape! -rugió.
-¿Qué le hará usted a mi prima Rita? -dijo Myrddin muy tranquilamente con una voz sibilante. -O prefiere que el Ministerio se entere de cierto asuntillo suyo.
-Nada, nada -dijo nerviosa Rita Skeetter. -Sólo, sólo bromeaba Lord Fénix, no sabía que era familia vuestra.
-Eso está mejor. ¿Sabe Rita? -prosiguió muy calmado. -Disfruté muchos con sus artículos del curso pasado; especialmente con aquel en que puso a mi prima como una mujer cualquiera, o aquel en que dijo que Hagrid era un monstruo salvaje, pero el que se llevaba la palma era aquel en que descrió a Harry como un criminal demente. Creo que mi prima hizo bien en darle un escarmiento.
-Y tanto -dijo Snape. -Deberían ponerle a la señorita Granger un monumento por hacer callar a doña difamadora -añadió ácidamente ante lo cual todos empezaron a reír.
-¡De cualquier modo me temo que sois vosotros los que tenéis que aclarar ciertas cosas al ministerio! -dijo de repente Rita. Consiguiendo arrancar un silencio y miradas de preocupación de todos. -Ya no son sólo las excentricidades de Dumbledore, sino que además afirma que el innombrable ha vuelto y encubre a un asesino. Me gustaría saber la opinión del ministerio.
-Bueno Rita -dijo Myrddin en el mismo tono de voz suave. -Me temo que usted no entiende la situación.
-¿De qué habla?
-Es usted la que sale perdiendo ya que podemos simplemente lanzarle un conjuro desmemorizante y acabar con todo esto, como ve está atrapada entre la espada y la pared -Rita palideció por momentos. -En cualquier caso no es eso lo que buscamos.
-¿Entonces qué quieren de mí? -preguntó con voz temblorosa.
-Su ayuda -dijo Dumbledore muy calmado ante el disgusto de algunos y la sorpresa de otros. -Lord Voldemort ha regresado y hay pruebas que lo testifican, esta misma mañana atacó con sus huestes a Caer Cymry. Y aquí están las pruebas.
Dicho esto sacó de su túnica un montón de fotografías y se lo tendió a Rita quien palideció aun más al verlas.
-Dios... -susurró. -Puede que ciertas cosas de ustedes me parezcan sospechosas, pero esto es una prueba irrefutable de lo que dicen, pues no están trucadas. ¿Aún así porqué me cuentan esto? ¿Qué esperan de mí?
-Su ayuda Rita. Usted está bien situada en El Profeta y puede estar al tanto de cualquier cosa anormal que suceda y el ministerio encumbra por orden de Fudge. Queremos sencillamente que nos proporcione información de cualquier tipo que pueda estar relacionada con Lord Voldemort. Además con esto ambas partes salimos ganando -prosiguió Dumbledore.
-¿Ambas? ¿Qué gano yo con todo esto? -quiso saber Rita.
-Muy sencillo -empezó a decir Myrddin muy calmado. -Nosotros evitamos mencionar cierto secretito suyo al ministerio y además le proporcionamos toda la información que vayamos averiguando sobre Lord Voldemort. ¿Qué me dice de escribir para mañana un artículo sobre el ataque a Caer Cymry con fotos incluidas? ¿Cómo cree que afectaría esto a su carrera? Ningún otro periodista poseería tal información de primera mano -dijo Myrddin con una sonrisa. -Nosotros a cambio obtenemos que usted no mencione ciertos hechos y la información que pueda conseguir en El Profeta ¿Qué me dice? ¿No es una oportunidad dorada para su vida? -añadió mientras le tendía la mano a Rita.
-Conforme -dijo Rita mientras le estrechaba la mano a Myrddin. -Creo que ambos salimos beneficiados. No obstante hay ciertas cosas que me gustaría saber. Para empezar, ¿qué hace junto a ustedes la mano derecha del Señor Tenebroso Sirius Black? ¿Porqué le encubren si están luchando contra él?
Antes de que nadie pudiese agregar nada Myrddin habló:
-Bueno una pregunta justificada pero de respuesta larga. ¿Porqué no toma asiento mientras se le trae algo de comida y le explicamos toda la historia? -Rita asintió con la cabeza. -Perfecto, cuando la escuche pensará que está ante la historia del siglo, ya lo verá.
Harry no pudo evitar bostezar, se sentía cansado después de un día tan largo y agotador.
-Creo que iré a la cama, estoy muerto -dijo con voz cansada.
-Si, será lo mejor que puedes hacer Harry. Que tengas buenas noches.
-Hasta mañana -dijo Harry mientras salía del salón. Cuando llegó a su habitación estaba tan cansado que se durmió con la ropa puesta. Las siguientes dos semanas pasaron muy rápido para Harry. Durante todo ese tiempo se divirtió como pocas veces lo había hecho, ya fuera realizando los deberes de la escuela o jugando al fútbol o a la videoconsola. También estaban por otro lado los entrenamientos de quiddicht en los cuales tomaban parte ahora también los gemelos, Ron y en ocasiones Flint cuando venía a tratar con Myrddin la organización del nuevo grupo que lucharía encubiertamente contra Voldemort.
Ron ponía mucho entusiasmo en los entrenamientos ya que había confesado que quería entrar a formar parte del equipo de Gryffindor en el puesto que dejó Wood. Myrddin se propuso a entrenarlo de la misma forma que hacía con Hermione para que entrara al equipo sin problemas. Por tanto Ron era sometido a unas durísimas pruebas por Myrddin, Flint (quien era cazador de los Cymry Fénix) y Hermione, quien ahora mostraba tal habilidad con la escoba que nadie dudaba que consiguiera el puesto de Angelina.
Para rematar el día estaban los entrenamientos nocturnos, además de las sesiones de control del awen, Myrddin entrenaba a Harry en el uso de la magia sin varita. Eran pruebas muy duras puesto que requerían un gran esfuerzo y concentración que dejaban a Harry extenuados, no obstante estaban dando sus frutos ya que Harry era ahora capaz de lanzar ciertos hechizos sin la ayuda de la varita como el expeliarmus, el wingardium leviosa e incluso el complicado expecto patronum. La habilidad que mostraba Harry era tal que había sorprendido a Dumbledore y Avatar (quienes sí estaban enterados de estas prácticas). Las sesiones nocturnas también incluían clases de duelo y maldiciones, así como algunos hechizos de la Alta Magia, la magia practicada por los elfos.
En la casa ya sólo quedaban aparte de Myrddin y su familia, los Granger, los Weasley (quienes habían aceptado muy a regañadientes quedarse mientras tuviesen que buscar una casa nueva), Sirius, Remus, Arabella y, para disgusto de Harry, Ron y Hermione, Snape; no obstante, se mostraba mucho menos malhumorado y desagradable de lo que era normalmente, hasta con Sirius y Remus, y pasaba la mayor parte del tiempo en compañía de Vivian y Eltharion con los cuales se llevaba sorprendentemente bien. Los Diggory se habían ido hacía casi dos semanas, Hagrid y Madame Máxime habían partido hacia Francia (Harry supuso que era para hablar con los gigantes), Mundungus había partido a hablar con unos cuantos contactos que tenía y Dumbledore y McGonagall habían regresado a Hogwarts para preparar los últimos detalles del curso.
Al parecer el trato entre Rita y la Orden del Fénix ya había comenzado a dar sus frutos, pues a los dos días Rita publicó un artículo del ataque a Caer Cymry con fotos y entrevistas a los cymbrogi, causando una gran conmoción en la sociedad mágica, a pesar de los intentos de Cornelius Fudge de desmentir lo cada vez más extendidos rumores del retorno de Lord Voldemort. Mucha gente ya no dudaba que el innombrable había vuelto y se preparaba para reinstaurar su reino de terror. El miedo y la inquietud se habían extendido como la pólvora, aunque en palabras de Myrddin era necesario para que la gente supiese a que había que enfrentarse a partir de ahora.
La mañana del 20 de Agosto Harry despertó con una sola cosa en mente, hoy irían todos al Callejón Diagon a comprar los útiles del colegio. Harry deseaba poder comprar por fin los libros que habían escrito sus padres y ver con sus propios ojos la cámara que le habían entregado como herencia.
Veinte minutos después estaba en la cocina ya vestido (últimamente se ponía con frecuencia las lentillas debido a lo cómodas que eran) y desayunando junto a Myrddin, su padres, su abuelo, los Granger, los Weasley, Sirius, Remus, Arabella, Snape y Seth.
-Bueno muchachos, ¿listos para irnos al Callejón Diagon? -preguntó Myrddin mientras lavaba los platos. Harry, Ron, Herminio y Ginny respondieron afirmativamente. -¿Y vosotros? -djio volviéndose a Fred y George.
-Este, nosotros preferimos quedarnos -dijo George.
-Si, tenemos que terminar todavía algunos deberes que tenemos atrasados -corroboró Fred.
Sirius y Remus palidecieron, desde que los gemelos habían descubierto quienes eran se habían pasado la mayor parte del tiempo persiguiéndolos a todas horas para que les contaran sus travesuras en Hogwarts. Pero la señora Weasley, viendo las intenciones de sus hijos, le echó un cable a los adulros.
-¡De ninguna manera! ¡Este es vuestro último año y no vais a faltar a comprar vuestros libros y útiles! ¡Ya haréis los deberes que os faltan mañana! -rugió enfadada.
Fred y George se encogieron en sus asientos incapaces de hacerle frente a su madre enfadada, Sirius y Remus por su parte miraban a la señora Weasley con agradecimiento en sus rostros.
Bueno -empezó a decir Myrddin mientras guardaba el último plato limpio. -Mejor nos vamos ya, tenemos que volver temprano que esta noche hay partido de quiddicht. ¡Vamos a masacrar a los Canons! -se calló cuando los Weasley le dirigieron miradas desaprobatorias.
Media hora después Harry se encontraba sentado en la fila posterior de uno de los dos monovolúmenes que tenía la familia de Myrddin junto a Ron y Hermione. En la fila central iban George y Ginny. En los asientos delanteros se encontraban Fred y Myrddin al volante. El otro monovolumen estaba ocupado por Eltharion, Vivian, Snape, los Granger y los señores Weasley. Avatar, Seth, Charlie, Bill, Percy, Remus, Arabella y Sirius se habían quedado en la mansión.
El viaje hasta Londres duró dos horas, las cuales pasaron volando entre los diversos juegos que practicaron por el camino o los discos de música que puso Myrddin para amenizar el recorrido, escucharon Linkin Park, Emminem y U2 entre otros. Finalmente los dos coche pararon frente al Caldero Chorreante. Los ocupantes bajaron y entraron a la pequeña taberna.
Dentro había multitud de magos y brujas comiendo o bebiendo y hablando de los últimos acontecimientos que transcurrían en el mundo mágico. La tensión se notaba en el ambiente y en las conversaciones, la mayoría de ellas trataban del retorno de Lord Voldemort y se producían acaloradas discusiones sobre si en verdad había regresado a la vida. En el momento en que Harry y los demás entraron se produjo el silencio, para, poco después verse rodeados por una multitud que empezó a saludar muy efusivamente a Eltharion, Myrddin y Harry. Mientras estrechaba manos Harry no pudo dejar de notar que algunas miradas dirigidas a él mostraban desconfianza y suspicacia, seguro que mucho creían el artículo que había publicado Rita el día de la tercera prueba del Torneo de los Tres Magos.
Cuando por fin se dispersó la multitud Harry se encontró frente a una de las personas que más odiaba en ese momento, Lucius Malfoy, el padre de su enemigo Draco Malfoy y seguidor de Lord Voldemort. El señor Malfoy le miraba con una sonrisa burlona en su cara, con los labios ligeramente curvados.
-Vaya, Harry Potter, la leyenda que venció al Señor Tenebroso. Espero que los últimos acontecimientos y rumores no le estén afectando -se agachó hasta quedar su boca junto al oído de Harry y añadió -yo que tú me andaría con cuidado, no siempre tendrás a alguien que te proteja o muera por ti.
-Descuide, sabré cuidarme las espaldas por mi mismo -respondió Harry mientras sentía como la sangre le hervía por dentro. Iba a añadir algo más cuando sintió una mano posarse sobre su hombro, al girar la cabeza vio a Eltharion quien no apartaba la vista del señor Malfoy.
-Lucius, ¿cómo estás viejo amigo? -preguntó Eltharion mientras le tendía una mano.
-Bastante bien -respondió este mientras se la estrechaba. Ambos hombres se miraron fijamente a los ojos, el tiempo parecía haberse detenido y todas las miradas del lugar estaban puestas en los dos hombres que se lanzaban miradas envenenadas y cargadas de odio. -Bueno, ¿que asuntos traen al embajador real de Ulthuan al Callejón Diagon?
-Acompañar a mi sobrina y al ahijado de mi esposa a comprar los útiles de la escuela.
-Ya veo, ¿sabes? -dijo mirando a los Weasley y a los Granger con desprecio. -Deberías escoger mejor a tus compañías, aunque uno no pueda elegir a sus parientes. O podrías deshonrar el nombre de la familia real.
-Se muy bien que es lo que deshonra mi honor, Lucius, estimado amigo, y te recomendaría que tuvieses mucho cuidado y fueses más discreto, o podrías acabar muy mal -dijo Eltharion muy bajo para que sólo él pudiese oírlo. -Creo que aun no conoces a mi hijo Myrddin, ¿cierto?
-Un placer conocerle señor Malfoy, es un honor conocer al hijo del venerable sir Louis -dijo Myrddin socarronamente mientras le tendía la mano, al ser pronunciado el nombre de su padre el señor Malfoy dejó de sonreír por breves momentos para mostrar una mirada cargada de odio y malicia.
-También para mi es un placer, es usted igual a su padre milord -dijo recuperando la compostura. -Ahora, si me permitís, me temo que debo de ausentarme, hay asuntos que requieren de mi presencia en otro lugar -dicho esto abandonó el Caldero Chorreante.
-¿De qué conoce tu padre a Lucius Malfoy? -preguntó Harry a Myrddin cinco minutos después mientras iban camino de Gringotts, el banco de los magos.
-Es una larga historia, ya te la contaré cuando tengamos tiempo -contestó Myrddin evasivamente. -Por el momento te diré que en el pasado si que fueron amigos.
Harry permaneció en silencio y no dijo nada más en los minutos siguientes mientras cruzaban los túneles de Gringotts en una vagoneta a toda velocidad. Los padres de Hermione se quedaron en el vestíbulo mientras cambiaban el dinero muggle por dinero mágico, los Weasley por su parte se dirigieron a su cámara por separado, lo cual agradeció Harry mucho, ya que no quería ver la cara de Ron si efectivamente en su nueva cámara había una gigantesca fortuna.
Por fin la vagoneta se detuvo en una puerta solitaria de oro y plata con grabados rúnicos que Harry no alcanzó a descifrar. En lo más alto de la puerta había un escudo en el cual había un grabado que tenía el mismo aspecto que su tabardo, un león dorado de melena escarlata sobre el cual montaba un hombre con una espada en alto, presentaba una pequeña diferencia respecto al tabardo. En la mano izquierda sostenía un báculo con una serpiente verde con estrías plateadas enroscada en él.
-Parecen runas protectoras... -murmuró Hermione contemplando los grabados de la puerta.
-Señor Potter, cuando usted quiera. -dijo el gnomo que les había llevado hasta allí haciendo una reverencia.
Harry se acercó hasta la cerradura e introdujo lentamente la llave, sitiendo como una especie de calor le envolvía todo el cuerpo. Muy despacio, fue girando la llave hasta que se oyó un clic, luego las puertas comenzaron a abrirse hacia dentro. Tanto Harry como Hermione contuvieron la respiración al ver lo que había tras las puertas.
La cámara estaba llenas con auténticas montañas de galeones, sickles y knuts. Harry nunca había visto tal cantidad de dinero; hubiera jurado que si se derribaran los montones se formaría una piscina de dinero de cinco metros de profundidad en la cual se podría uno sumergir. Más al fondo había innumerables puertas que debían de conducir hacia otras salas. Las proporciones de la cámara eran gigantescas, fácilmente del tamaño de una catedral.
-Esta, Harry -dijo Vivian solemnemente. -Es la verdadera fortuna de los Potter; la mayor de toda Gran Bretaña Mágica. Ni siquiera la de los Malfoy se acerca ni de lejos.
-Es increíble... -murmuró Hermione sobresaltada.
-¿Todo esto es mío?
-Si, es sólo una pequeña parte de la herencia de tus padre Harry -dijo Eltharion con los ojos brillantes.
-Ven, no sólo todo este dinero es lo que contiene la cámara -dijo Myrddin mientras conducía a Harry hacia las puertas del fondo.
Tras ellas había una colección de armas de todos los tipos y de una bellísima factura, túnicas muy elaboradas y de un lujo sin par, joyas de todos los tipos y estantes llenos de libros antiquísimos para el disfrute de Hermione.
-Mira éste -decía mientras sacaba un pesado volumen de tapas doradas con el título de Los Fundamentos de la Magia Antigua. -Se trata de una joya de valor incalculable. ¡Es el libro que enseña como dominar la Magia Antigua o Alta Magia como la llaman los altos elfos! Lo leí en Historia de Hogwarts, fue escrito por los fundadores de Hogwarts, todo un tesoro.
-Vaya, veo que te ha hecho mucha ilusión este sitio -dijo Harry.
-Este lugar es una auténtica joya Harry -dijo Hermione con los ojos brillantes. -Lo que daría por poder leer estos libros.
-Bueno, espero que esto sea un comienzo -dijo Harry mientras cogía el libro que Hermione había depositado de donde lo había cogido y se lo ponía en sus manos. -Ten, te lo regalo.
-No, Harry no puedo aceptarlo, este libro no tiene valor.
-Por eso mismo te lo doy, porque eres al bruja más inteligente de Hogwarts y se que le sacarás provecho a este libro -dijo Harry en un tono que no admitía un no por respuesta.
-Gracias Harry, de verdad no se como puedo pagártelo.
-No tienes porque, para eso están los amigos ¿no?
Después de examinar todas las salas Harry volvió a la cámara principal y llenó una bolsa con una buena cantidad de galeones, sickles y knuts, cuando terminó de hacerlo salió de la cámara en compañía de Hermione, Myrddin, Eltharion y Vivian. Montaron en el vagón y salieron disparados a toda velocidad; minutos más tarde se detuvieron frente a otra cámara. Myrddin, Vivian y Avatar se aúparon del vagón y caminaron hacia la puerta seguidos de Harry y Hermione. Eltharion introdujo una pequeña llave en la cerradura y abrió la cámara, aunque esta no era tan grande como la de Harry, seguía siendo gigantesca. Myrddin, Vivian y Eltharion metieron también una buena cantidad de monedas en sus bolsas.
Cuando por fin volvieron al vestíbulo los padres de Hermione, los Weasley y Snape ya les estaban esperando.
-¡Vaya si que habéis tardado! -dijo Ron. -¿Y ese libro? -preguntó señalando el libro que Hermione cargaba en sus brazos.
-Luego te lo explicamos -contestó Harry.
Todos salieron de Gringotts y se dirigieron hacia Flourish y Blotts, allí compraron los libros. Luego se dirigieron hacia Madame Malkin para comprar las túnicas que necesitaban para Hogwarts pues ya les quedaban cortas, además tenía que comprar sus nuevas túnicas de gala. Vivian, la señora Weasley y la señora Granger se fueron con las chicas aparte para probarse las túnicas privadamente; los gemelos arrastraron a Ron por otro lado para comprarle su túnica de gala nueva como le habían prometido a Harry. Harry mismo se vio arrastrado por Myrddin, Flint y Eltharion quienes habían recibido órdenes de Vivian de comprarle una túnica de gala nueva.
Quince minutos después Harry salía de Madame Malkin con una túnica y capa escarlatas con los bordes de los puños y cuello bordados en dorado, Ron por su parte salía con una túnica azul turquesa; las chicas no habían mostrado que es lo que habían comprado alegando que sería una sorpresa.
-Bueno -dijo Eltharion, son las una y media de la tarde. Dentro de una hora nos veremos en El Cladero Chorreante, mientras tanto que cada cual vaya donde quiera.
Los Weasley se fueron al Caldero a tomar algo, Fred y George decidieron ir a buscar bengalas del Doctor Filibuster, Eltharion fue a mostrarle el Callejón Diagon a los padres de Hermione; Harry, Ron y Hermione se quedaron con Myrddin, Vivian y Snape (para disgusto de los muchachos).
-Bueno, queda sólo ver Ollvivander, ¿tenéis un kit de mantenimiento de varitas? -ante la negativa de los tres muchachos prosiguió -pues es un elemento muy importante si queréis que vuestra varita dure en perfecto estado muchos años. Además hay que comprarle una varita a Myrddin.
-Yo no necesito una varita mamá -dijo Myrddin de manera cortante, Harry enseguida captó la indirecta, pues sabía que Myrddin era un maestro en el uso de magia sin varita.
-Creo que ya lo acordamos el otro día Myrddin -dijo Vivian enfadada.
-Ya tengo para eso un báculo.
-Pero es más incómodo que la varita para llevarlo contigo.
-Puedo convocarlo para que venga hasta mí cuando lo necesite.
Durante los siguientes diez minutos ambos se enzarzaron en una tremenda discusión para disfrute de Snape y Flint que al final perdió Myrddin ante la persistencia de su madre. Se dirigieron hacia la tienda que seguía tal y como la recordaba Harry; pequeña, polvorienta y con una varita en el escaparate sobre un cojín.
Cuando entraron en la tienda el señor Ollivander apareció frente a ellos con una sonrisa en la cara. Posó su mirada en Vivian.
Hacia años que no la veía personalmente Vivian Fénix, madera de ébano, veinticuatro centímetros y medio, pelo de unicornio -dijo mientras Vivian asentía con la cabeza. -Muy buena varita para maleficios. ¡Profesor Snape! Haya, treinta y un centímetros, pluma de la cola de un fénix.
Snape sintió, el señor Ollivander se volvió hacia los tres muchachos.
-Sauce, treinta y cinco centímetros, pelo de unicornio -decía mientras miraba a Ron. Se volvió a Hermione. -Caoba, veintiséis centímetros, nervios de corazón de dragón.
Cuando su mirada se posó en Harry sus ojos brillaron de emoción.
-¡Ah sí! ¡Recuerdo la suya perfectamente señor Potter! Acebo, veintiocho centímetros, pluma de fénix. ¿La tiene aquí puedo verla?
Harry le pasó la varita al mago quien se pasó más de cinco minutos observándola con entusiasmo, finalmente se la devolvió a Harry entre el desconcierto de todos.
-Nunca me cansaré de observarla, espero que le de un buen uso -dijo mientras se la devolvía. -Pero ahora vayamos al asunto que les trae aquí.
-Venimos a por tres kits de mantenimiento de varitas -dijo Vivian. -Además que mi hijo Myrddin necesita una varita.
-Así que su hijo no tiene varita...
-En realidad uso un báculo -dijo Myrddin.
-Ya veo, ¿qué mano usa?
-Soy ambidiestro.
-Muy bien -dijo el señor Ollivander mientras le tomaba medidas, momentos más tarde le entregaba a Myrddin una varita.
-Arce, veinte centímetros, pelo de unicornio, pruebe -Myrddin agitó la varita pero el señor Ollivnader se la quitó de inmediato. -Caoba, dieciocho centímetros, nervios de corazón de dragón, elástica...
Las varitas se amontonaron por momentos, el señor Ollivander parecía cada vez más contento.
-Muy difícil es usted, como el señor Potter, pero acabaremos encontrando su pareja -de improviso su vista se detuvo en la varita que estaba en el escaparate, se acercó hasta ella y la cogió; con dedos temblorosos se la entregó a Myrddin mientras le miraba a los ojos.
-Roble, treinta y tres centímetros ,adelante... -susurró víctima de la emoción.
Myrddin cogió la varita entre sus manos, al agitarla provocó un estallido de chispas doradas y verdes. Todos aplaudieron y el señor envolvió la varita mientras decía "magnífico", "increíble".
-Perdone, ¿qué es tan increíble? -le preguntó Myrddin al señor Ollivander.
-Verá Lord Fénix. En Ollivander se utilizan como núcleos de las varitas pelos de las colas de unicornios, nervios de corazón de dragón y plumas de la cola de fénix. No obstante se hicieron doce excepciones, doce varitas que usaron otro elemento como núcleo. Y resulta que esta varita es la última que quedaba de esas doce. Recuerdo que la undécima la vendí yo mismo, arce y treinta y dos centímetros.
-Ya veo. ¿Y qué elemento tienen esas doce varitas? -preguntó Myrddin muy interesado.
-Colmillo de basilisco - al decir estas palabras se produjo un gran silencio roto por Myrddin.
-He leído sobre ellas, han existido muy pocas y siempre han sido las preferidas de los magos tenebrosos ya que resultan perfectas para realizar maldiciones con gran poder y suma facilidad -todos miraban a Myrddin con caras tensas.
-Si... desgraciadamente estas varitas han tendido a caer en malas manos, me alegré del uso que le dio el mago que compró la undécima varita.
-¿Quién era? -quiso saber Vivian.
-Louis Malfoy, quien a pesar del gran poder que tenía entre sus manos, supo darle un buen uso. La varita es la que escoge al mago, aún no está del todo claro el porqué, pero el que le haya escogido a usted es una buena señal. Creo que podemos esperar grandes usos para esta varita, la cual tiene un gran pasado.
-¿Cuál? -quiso saber Harry.
-El monstruo del que proviene el colmillo del núcleo dio otro colmillo, el cual era el núcleo de la primera de las doce varitas que se vendieron; no deja de ser curioso Lord Fénix que su varita sea la hermana de la de Salazar Slytherin.
La sorpresa fue mayúscula para todos, hasta para Myrddin.
-No se preocupe, esta varita ha caído en las mejores manos que podía -dijo Myrddin mientras se recuperaba de la sorpresa.
-Eso presiento -dijo el señor Ollivander mientras le entregaba la varita ya envuelta. -Recuerde Lord Fénix que la varita en si misma no es mala, sino el uso que le de su propietario, como ocurrió con la varita del innombrable. Creo que de usted pueden esperarse grandes cosas...
Cuando salieron de la tienda nadie dijo nada. Harry caminaba rezagado junto a Myrddin quien estaba absorto mientras observaba su nueva varita; finalmente se dirigió hacia Harry.
-Parece que el señor Ollivander estaba muy entusiasmado con nuestras varitas.
-Si, parece ser que le agradó que tu fueses el dueño de esa varita tan poderosa -respondió Harry quien quería desviar la conversación antes de que Myrddin comenzara a hacerle preguntas sobre el interés del señor Ollivander en su varita.
-Y que tú lo fueras de la varita hermana de Voldemort -dijo Myrddin en voz baja mientras le sonreía.
-¿Có... cómo lo has sabido? -preguntó Harry temiéndose lo peor.
-No te preocupes, ni Dumbledore ni Sirius me lo contaron, aparte de ellos y de Ollivander nadie más lo sabe. ¿Recuerdas cuando en tu cumpleaños nos mostraste el duelo que tuviste con Voldemort?
-Si...
-Bien tu varita se conectó a la de Voldemort por el priori incantatem... eso sólo sucede cuando dos varitas hermanas son obligadas por sus dueños a combatir. Por lo tanto me imaginé que tu varita y la de Voldemort tenían el mismo núcleo. Así que le dije mis sospechas a Dumbledore y él me las confirmó.
-Ya... -dijo Harry algo apesadumbrado.
-No tienes que preocuparte porque tu varita tenga el mismo núcleo que la de ese asesino, ya oíste al señor Ollivander, la varita en si misma no es mala, sino el uso que le de su dueño. Sino mira lo que hizo Louis Malfoy con... -no pudo terminar debido al tumulto y a los gritos que se escuchaban delante de ellos. -¿Qué diablos pasa?
Se encontraban delante de la tienda de Artículos de Calidad para el Juego del Quidditch, frente al escaparate había una gran cantidad de gente que cuchicheaba entre si muy alterados.
-Es el nuevo modelo...
-Ni punto de comparación con el anterior...
-Es la más rápida...
Ron y Hermione trataban de hacerse un hueco entre la excitada multitud seguidos de Harry y Myrddin, cuando consiguieron ponerse en primera fila se quedaron todos con la boca abierta salvo Myrddin. En el escaparate había una impresionante escoba de color azulado que resplandecía como la luz, el cartel del escaparate rezaba. Saeta de hielo.
El sucesor de nuestra muy admirada y éxito en ventas Saeta de Fuego incorpora un palo más fino y resistente de fresno que el de su predecesor. Las ramas de la cola han sido especialmente seleccionadas, cortadas, afiladas y tratadas para proporcionarle a esta escoba una aceleración de 0 a 150 Km por hora en diez segundos. Una cifra incomparable para cualquier otra escoba del mercado. El sistema de frenado está actualizado y proporciona un frenado suave e instantáneo a la vez que no tiene ningún otro modelo. Preguntar precio en el interior.
-¡Ahí va! ¡Que pasada! -exclamó Ron emocionado.
-Vamos dentro -dijo Myrddin mientras arrastraba a los muchachos a la tienda.
-Myrddin nosotros vamos al Caldero Chorreante, nos vemos allí -dijo Vivian.
-¡Vale mamá! -respondió Myrddin entrando a la tienda.
Dentro había mucha también mucha gente que se congregaba en torno al mostrador. Myrddin se acercó hasta él y le hizo una seña a un hombre joven de pelo rubio y ojos azules que estaba junto al dueño de la tienda. Atendiendo a los clientes.
-¡Alec! ¿Qué tal?
-¡Myrddin! -dijo el hombre mientras pasaba entre la multitud y se acercaba hasta él. -¿Qué te trae aquí?
-Pues quería comprar una Saeta de hielo, para regalársela a una persona muy especial -dijo Myrddin mientras señalaba las escobas apiladas en los estantes. Luego se giró hacia Harry, Ron y Hermione-Os presento a Alec Ashford, director general de Jewkes Racing Company, la compañía que ha fabricado la Saeta de fuego y máximo responsable de la creación del nuevo modelo.
-¡Hola a todos! -dijo mientras les estrechaba las manos a los acompañantes de Myrddin, cuando sus ojos se detuvieron en Harry exclamó -¡Harry Potter! ¡Qué honor! ¡Venga, venga! -dijo mientras cogía a Harry y a Myrddin y los arrastraba hacia el mostrador. Luego, para sorpresa de ambos les puso una Saeta de hielo en las manos de cada uno. -Consideradlo un regalo de la compañía, además te debía una Myrddin así que no la rechaces.
-Está bien -dijo Myrddin con una sonrisa.
-No puedo aceptarlo -le dijo Harry a Ashford.
-¡Claro que sí! Después de tu hazaña con el colacuerno en la Saeta de fuego se que no hay mejores manos para manejar tal escoba, salvo las de Myrddin, además si tú vuelas en ellas será un excelente impulso para las ventas -luego añadió en voz baja para que sólo Harry escuchara -aunque vayas a utilizar la Flecha plateada de tu padre para jugar. Y no aceptaré un no por respuesta, así que quédatela.
-Que suerte tienes Harry -gimió Ron con envidia mientras salían de la tienda y observaba el paquete que este llevaba bajo el brazo.
Harry miró a Ron a brevemente y después sin previo aviso colocó el paquete en brazos de su amigo. -Para ti. -¡Qué! -exclamó Ron. -¡Tú estás mal Harry!
-¡En absoluto! ¿No quieres entrar como guardián de Gryffindor?
-Si, pero...
-Pues toma ya que tú no tienes escoba propia. Con ella y tu entrenamiento a manos de Myrddin obtendrás el puesto sin dificultades.
-Harry...
-Mira, yo ya poseo una magnífica Satea de fuego, además ya he decidido que este año volaré en la Flecha plateada de mi padre, así que si no aceptas la escoba pienso prenderle fuego -dijo Harry con firmeza.
-Gracias Harry -dijo Ron emocionado.
-No tienes porque dármelas, para eso somos amigos.
-Bueno... son cerca de las dos y media, vamos para El Caldero Chorreante con los demás -dijo Myrddin.
Cuando llegaron allí estaban todos; Tom el tabernero juntó tres mesas y todos se sentaron a comer una deliciosa comida. Se lo pasaron muy bien comentando lo que habían hecho; los Weasley y los Granger le agradecieron a Harry que hubiese sido generoso con sus regalos a sus hijos; Eltharion por su parte hablaba en voz baja con Myrddin sobre su varita, mostrándose muy interesado en que tuviese el mismo tipo de núcleo que la de Louis Malfoy.
Finalmente a las seis de la tarde todos se hallaban de vuelta en la Mansión del Fénix, tan pronto como llegaron Myrddin se fue a Caer Cymry ya que en dos horas tenía que jugar contra los Canons.
-¿Qué tal os fue? -le preguntó Sirius a Harry mientras le ayudaba a guardar las compras en su cuarto. -¿Entraste en tu nueva cámara?
-Si, nunca vi nada parecido.
-¿Y porqué Ron y Hermione estaban tan contentos? -después de que Harry le contara los regalos que les había hecho Sirius añadió. -Desde luego eres muy generoso y muy buen amigo.
-Hasta que no los conocí no tuve a nadie con quien compartir nada, por ellos haría cualquier cosa.
-Lo mismo que tu padre Harry -le dijo Sirius con orgullo mientras le ponía la mano en el hombro. Harry asintió con la cabeza. Antes de que ninguno pudiese añadir nada más Vivian entró a la habitación de golpe.
-¡Vamos muchachos que el partido empieza en tres cuartos de hora! -gritó emocionada. -Y tú Sirius conviértete en perro si quieres venir. ¡Vamos, vamos! -exclamó empujando a los dos hombres de la habitación.
Cuando llegaron al vestíbulo allí ya estaban Eltharion, Avatar, Seth, Remus, Arabella, Snape y los Weasley. Dio la impresión de que Snape iba a hacer un comentario sobre la presencia de Sirius cuando este se convirtió en perro pero se calló al ver la mirada de advertencia que le lanzó Vivian. Unos minutos después bajaron los Granger al completo.
-¡Bien ya estamos todos! -dijo Eltharion mientras repartía las entradas a todo el mundo. -Bien cogeremos este traslador -dijo señalando un gran sobre que había sobre la mesa. -Nos dejará enfrente del estadio, sólo hay que poner un dedo en el y cuando abra el sobre nos llevará hasta allí. ¿Estáis listos?
Todo el mundo asintió. Los Granger parecían un poco nerviosos pero la mirada de Vivian les tranquilzó. Todos pusieron un dedo sobre el sobre y Eltharion se preparó para abrirlo.
-¡Muy bien! ¡A la una, a las dos y a las tres!
Abrió el sobre y al instante Harry sintió la sacudida bajo el ombligo señal de que funcionaba. Se sintió alzarse del suelo y momentos después el fuerte contacto con el suelo pero ya se había preparado para recibirlo. Abrió los ojos y se encontró con una escena algo graciosa. Salvo él, Eltharion, Avatar, Vivian, Seth y Snape todos se hallaban en el suelo en un confuso montón; los señores Granger eran sostenidos por Vivian y Eltharion quienes se habían asegurado de que no se cayeran con el impacto.
Cuando todos los que estaban en el suelo se incorporaron Harry contempló el impresionante estadio que había frente a él. Su aspecto externo se parecía al de un estadio de fútbol, con unas gradas altísimas y enormes. Tenía multitud de accesos al recinto y un enorme escudo que representaba a un fénix con dos espadas cruzadas detrás de él.
-Bien entremos -dijo Eltharion entusiasmado. Los condujo hasta una de las entradas y le mostró su entrada al encargado.
-Buenas tardes Lord Fénix. Va a ser un buen partido.
-Ya lo creo Jimmy.
-Viene muy acompañado por lo que veo.
-Si... familiares y amigos.
-Pues que lo pasen bien -dijo. Fue saludando a todo el mundo y cuando a Harry le tocó pasar le reconoció. -¡Harry Potter! ¡Un placer señor!
-Igualmente -contestó Harry con cortesía mientras le estrechaba la mano.
-Ehmmm... Este perro... -dijo Jimmy señalando a Sirius.
-Es nuestra nueva mascota -respondió Eltharion sin darle importancia.
-Ah bien.
Eltahrion los condujo por los pasillos del estadio hasta que salieron fuera a una tribuna de asientos forrados en terciopelo escarlata. Allí ya se encontraban tres hombres jóvenes.
-¡Tribuna presidencial los mejores asientos de todo el estadio! -dijo con una sonrisa, luego, para sorpresa de la mayoría se sentó en la última fila frente al megáfono mágico.
-Es el comentarista de todos los partidos -explicó Vivian sonriendo.
Todos tomaron asiento, Harry se sentó junto a los tres jóvenes. El que estaba su lado, de pelo rubio y alborotado y ojos verdes se levantó y le tendió la mano.
-Karl Heinz Schneider -dijo con u peculiar acento germánico mientras le estrechaba la mano. -Myrddin nos ha hablado mucho de ti.
-Carlos Santana -dijo el segundo, de piel morena, cabello castaño oscuro rizado y ojos negros, hablaba con un acento portugués.
-Genzo Wakabayashi -dijo el tercero, de rasgos orientales, muy alto, pelo negro y largo y ojos marrones. Llevaba una gorra en la cabeza. -El otro día estuviste magnífico.
Mientras la tribuna se llenaba de gente Harry conversó con los tres jóvenes, descubriendo que eran forofos del quidditch, además del fútbol, pues los tres eran miembros del equipo de fútbol de la ciudad. Además descubrió que eran amigos de Myrddin y Harry se preguntó si ellos no sería los Karl, Genzo y Carls que Myrddin le había pedido a Flint que avisara para formar el nuevo grupo de resistencia contra Voldemort. A las tribunas llegaron también Azrag y Skaga acompañados de otro orco que resultó ser Azag, el hijo de Azrag.
De repente se hizo el silencio en el estadio; Harry vio que las tribunas estaban al completo llenas, allí había cerca de cien mil magos provenientes de toda Gran Bretaña e Irlanda y algunas partes del mundo para contemplar el partido. La mayor parte de la gente que había eran seguidores de los Canons, unas veinte mil personas sin embargo apoyaban a los Fénix. Una bruja empezó a distribuir omniculares a todos los presentes de la tribuna presidencial.
-¡Muy buenas tardes a todos! -dijo Eltharion a través del micrófono mágico. -¡Seguidamente comenzará este emocionante partido entre los Chudley Canons y los Cymryyyyyyy Fénix para conmemorar el 50º aniversario de la derrota de Grindelwald y la victoria de los cymbrogi frente a las huestes del Señor Tenebroso el pasado 1 de Agosto!
En ese momento en la grada norte se desplegó un gigantesco mosaico que representaba a un cymbrogi enfundado en su armadura, espada en alto, sobre un montón de no muertos derribados y al fondo el estandarte de la ciudad con el caballo alzado sobre sus cuartos traseros. Por todo el estadio empezaron a liberarse cientos de globos y serpentinas que le dieron color al terreno. Las gradas rugían y las banderas eran alzadas y agitadas por los hinchas mientras multitud de pancartas eran exibidas con lemas como "Cymbrogi unidos, jamás serán vencidos. Jamás nos daremos por vencidos sin presentar batalla. Voldemort, a ti te esperamos."
-Vamos con las alineaciones de los dos equipos; por los Canons como cazadores... Rickman, McGregor y Neesom -tres manchones naranjas sobrevolaron el estadio. -Como golpeadores Almasy y Grant, como buscador Wallace y como capitán y guardián Williams. Todo un equipo que sin tener un solo jugador en sus respectivas selecciones ha sido la revelación de la temporada.
El estadio rugió cuando los Canons se detuvieron en el centro del campo. Los Weasley aplaudían con emoción mientras eran blanco de las miradas de la tribuna presidencial. Schneider murmuró "pobres, déjenlos que disfruten mientras puedan".
-¡Y ahora hacen su aparición los únicos, los geniales, los espléndidos, los imbatidos, los magistrales... Cymryyyyyy Fénix! -los seguidores de los Fénix a pesar de ser menos armaban mucho más ruido que los de los Canons, Harry se encontró junto a Hermione saltado y aplaudiendo mientras Ron los miraba con rencor y murmuraba "traidores". -¡Como cazadores Marcuuuuuuuus Flint! -una gran ovación se escuchó en todo el estadio cuando Flint hizo su aparición. -¡Spikeeeeeee Trevor! ¡Yyyyyyy Joyceeeee Singer! ¡Como golpeadoreeeeeessss Aleeeeeeec Ashford yyyyyyyy Seaaaaaaan Campbell! ¡Como guardianaaaaa Heleeeen Ross! ¡Y como capitán y buscador, el más grande, el mejor, el único, el dios Myrddiiiiiiiin Fénix!
Cuando Myrddin hizo su aparición en el campo se produjo un tumulto de vítores y aplausos. Harry se dio cuenta de que ambos equipos montaban en las nuevas Saetas de hielo que habían visto esa misma mañana.
-¡Este lo partido lo arbitrará el árbitro internacional John Rowling!
En ese momento los Fénix se dirigieron al palco presidencial y se detuvieron frente a los presentes. Alzaron sus puños izquierdos y empezaron a gritar "A volar, a volar, a volar, a volar, a volar... Uno a uno todos los seguidores del equipo empezaron a corearles, tras un minuto todo el mundo al unísono exclamó ¡AAAAAAAA VOLAAAAAAR! Y volvieron al centro del terreno, luego, todos los componentes del equipo sacaron sus varitas y proyectaron un gigantesco cartel que rezaba "Va por vosotros cymbrogi."
-¡Y tras el habitual saludo del equipo y la emotiva dedicatoria el partido va a comenzar! ¡La quaffle en juego y la recoge McGregor quien sale disparada a la portería pero es interceptada por un buen lanzamiento de la bludger por parte de Ashford! ¡Trevor que recoge la quaffle y sale disparado a la portería perseguido por Rickman y Neesom, Wallace también le sale al encuentro pero no, Trevor ejecuta un reverse pass para Flint que se queda solo frente a los aros, lanza y goooool de los Fénix!
Mientras saltaba y aplaudía a Flint que daba la vuelta de honor al campo Harry repetía la jugada con los omniculares, a cámara lenta vio como Trevor atraía la atención de los contrarios y, en el último segundo cuando se le echaban encima los tres jugadores de los Canons hacía un pase hacia atrás por encima del hombro hacia Flint, quien marcaba a placer. Una jugada perfecta y de increíble factura.
-¡Y la quaffle de nuevo en juego. Neesom para Rickman, este la pasa para Neesom de nuevo quien se la pasa McGregor que esquiva la bludger enviada por Campbell, lanza a portería y magníficaaaa parada de Ross. Envía en largo para Flint quien se lanza hacia la meta contraria, esquiva las dos bludgers enviadas por Almasy y Grant. Se lanza hacia arriba perseguido por Neeson y McGregor, deja caer el quaffle hacia abajo para que lo recoja Trevor quien se lanza a la meta a toda velocidad fusila a portería y GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL de Trevor; magnífica finta de Posrkov que ha dejado a Trevor completamente solo en un mano a mano con el portero y no ha perdonado!
Harry muy pronto comprendió que los Fénix eran un equipo extraordinario a pesar de ser jugadores jóvenes; los tres cazadores parecían saber donde estaban los demás y se lanzaban unos pases o fingían un ataque para distraer la atención de los Canons. Los golpeadores, Ashford y Campbell, cortaban todo intento de ataque y defensa de los Canons con pasmosa efectividad. Ross detenía los escasos intentos de marcar de los Canons. Myrddin por su parte también jugaba para el equipo, distraía continuamente la atención de Williams y se hacía blanco de los lanzamientos de las bludgers de los golpeadores de los Canons para que sus cazadores no se tuvieran que preocupar de ellos. Pronto el marcador quedó 90-0 con tres goles de Trevor, cuatro de Singer y dos de Flint quien más que marcar se dedicaba engañar a Wallace para que sus compañeros fusilaran a placer la meta contraria. Ron parecía desesperado y Hermione no paraba de saltar en su asiento.
-¡Y los Canons que se lanzan de nuevo al ataque. McGregor para Grant, envío en largo para Neesom quien se lanza a portería. Esquiva la bludger de Ashford y la entrada de Trevor. Encara a Ross, va a disparar, no, hace un amago de disparo y se va solo a la meta se dispone a lanzar yyyyy MAGNÍFICO, PROVIDENCIAL. Campbell en el último instante le ha enviado una bludger, haciéndole perder el quaffle a Neesom salvando un gol segurooooo. La quaffle recogida por Singer quien se lanza a la meta contraria, parece una bala. Esquiva a Mc Gregor. Rickman entra por la derecha y lo evade. Atención a la buldger de Almasy, no, la esquiva con una finta magistral. Wallace que le sale al encuentro pero le pasa el quaffle a Flint quien se lo devuelve con una bonita pared que la deja sola, lanzaaaa yyyyy GOOOOOOOOOOOOL. Si señor, 100-0 para los Fénix que están dando un baño de juego y de goles esta tarde. Esto es un...
Eltharion se calló al igual que todo el estadio cuando Myrddin se precipitó desde una altura de más de cien metros contra el suelo a toda velocidad seguido de Williams. Todo el mundo contuvo la respiración, si Williams se le adelantaba a Myrddin y cogía la snitch el partido sería de los Cnanons. Harry de repente se percató de reojo de que la snitch no se hallaba en el punto al que se dirigían los dos hombres, sino que estaba justo en los postes del área de los Canons. De repente lo entendió, Myrddin estaba ejecutando el amago de Wronski para engañar a Willimas.
Ambos hombres se dirigían al suelo a toda velocidad como balas, cada vez estaban a menos distancia de él.
-¡Se van a estrellar... los dos! -exclamó Ron mientras Hermione gemía de preocupación.
-¡Myrddin no! -gritó Harry.
En la última milésima de segundo Myrddin dio un viraje como Harry nunca había visto en quidditch, ni siquiera a Viktor Krum en los mundiales al ejecutar la misma táctica, mientras que Williams se estrelló con un sonoro golpe. Antes de que nadie pudiese decir nada salió disparado a toda velocidad hacia la meta de los Canons extendiendo el brazo para luego detenerse y alzar el puño.
En ese momento las gradas rugieron mientras el marcador marcaba 250-0. El estadio se vino abajo y apenas podía escucharse la voz de Eltharion que gritaba.
-¡Siiiiiii, señoras y señores. Myyyyyyyddin Fénix acaba de atrapar la snitch tras un espectacular amago de Wronski. Lo nunca visto, en el último segundo a un paso del suelo ha dado un viraje maestro para a continuación atrapar la snitch dando la victoria a su equipo.
Mientras todo el estadio gritaba y aplaudía de emoción (hasta los seguidores de los Canons) y los medimagos atendían a Williams, los Fénix bajaron a la tribuna donde fueron recibidos con una ovación. Allí todo el mundo aplaudía con fuerza; Schneider, Santana y Wakabayashi palmeaban a los miembros del equipo, Vivian se abrazaba a Snape quien aplaudía con fuerza, Harry se abrazaba a Hermione mientras Ron les dirigía una mirada de rencor.
Habiendo momentos así, pensaba Harry mientras Eltharion pedía una ovación para los Fénix después de que éstos les estrecharan las manos a los Canons; mientras la vida diese tales alegrías y emociones no valía la pena preocuparse por el resto de cosas, ni siquiera por Lord Voldemort.
Bueno, bueno, bueno, por fin he acabado este capítulo, espero que os haya gustado y.... perdón por no haber actualizado antes pero es que he pasado por una mala racha personal y no me he puesto a escribir hasta hace poco. Pero esta vez he vuelto con las pilas cargadas y espero tener listo el próxima para el domingo. Gracias a todos aquellos que habéis sido tan pacientes conmigo.
Adelanto del próximo capítulo: Harry y sus amigos vuelven a Hogwarts; en el Expreso Harry se dará cuenta de que aun muchos se muestran suspicaces respecto a los acontecimientos del fin del curso pasado. También conocerá a un nuevo amigo y se verá sometido a la primera prueba como prefecto de Hogwarts.
Fragmento de un próximo capítulo: "Nunca hasta ahora se había encontrado en todos los años que llevaba en Hogwarts con algo tan terrorífico, ni siquiera Lord Voldemort ni los dementores. El gigantesco ser de tres metros de altura, pelaje rojizo salpicado de sangre seca, fauces con colmillos de cinco centímetros, armadura bronce rojiza, garras como cuchillas que sostenían un enorme hacha y un látigo, y con unas correosas alas negras en la espalda emitió un aullido espeluznante que heló la sangre de todos cuanto lo escucharon.
Dedicado este capítulo a Joyce Singer (A.K.A. Joyce Granger) a quien le he dado un personaje en mi fic. Si alguien desea salir, no tiene más que pedírmelo y yo lo meteré. Podéis ser elfos, hombres, magos, orcos, etc..., es más, hasta podéis ser del bando de los malos, simplemente decidme donde os gustaría estar y como queréis ser.
"La razón puede advertirnos sobre lo que conviene evitar; sólo el corazón nos dice lo que es preciso hacer"- Joseph Joubert.
El sol volvía a brillar en un cielo en el cual ya no quedaba rastro de la tormenta que había transcurrido momentos antes. Los defensores de Caer Cymry cruzaban los portones entrando a la ciudad entre gritos de júbilo y estandartes enemigos capturados y alzados. Al frente de la inmensa columna avanzaba la Escuadrilla de los Dragones encabezada por Myrddin y Elyharion, príncipes de Ulthuan, señores entre elfos y hombres, junto a ellos cabalgaba Marcus Flint; acompañándolos a pie se hallaban Avatar, actual rey Fénix de Ulthuan, respetado en todo el mundo, Albus Dumbledore, director del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, el más grande mago de los tiempos modernos, Seth el dementor, guardián de la familia fénix y Harry James Potter, el niño-que-vivió, el héroe que derrotó al Señor Tenebroso en el pasado.
Myrddin desmontó de su montura en la plaza de la ciudad mientras era palmeado y vitoreado. Lentamente se acercó hasta Harry quien estaba rodeado por una multitud de hombres que le habían visto luchar y le estaban en ese momento felicitando y vitoreando. Logró pasar entre la multitud y alcanzar a Harry; puso sus manos sobre sus hombros y le sonrió, el muchacho por toda respuesta le respondió de igual forma. Se agachó un poco y le susurró al oído unas palabras. Luego se alzó de nuevo y levantó la mano pidiendo silencio.
-Lamento decirles que Harry no podrá estar con ustedes disfrutando del momento, pero debemos volver a la Mansión del Fénix pues me temo que varias personas le esperan con impaciencia.
La gente asintió, pero aun así Harry debió a esperar cinco minutos más a que muchos se despidieran y le dieran la mano. Cuando todo quedó un poco despejado Harry y Myrddin se aproximaron hasta Seth, Dumbledore, Eltharion, Avatar y Flint.
-Nos vamos a casa papá, mamá debe de estar al borde de un ataque de nervios.
-Sí Myrddin, será lo mejor, nosotros nos quedaremos un rato más haciéndonos cargo de los heridos y caídos -respondió Eltharon.
-Marcus, ¿crees que podrás venir a casa esta tarde? Tengo que hablar contigo de algo importante.
-Descuida Myrddin, pediré permiso.
-Bien, nosotros nos vamos ya -dicho esto sacó una pequeña peloto de Golf y murmuró unas palabras que Harry no alcanzó a oír. -Bueno Harry, dentro de un minuto este traslador nos llevará a casa, así que pon un dedo sobre el -Harry obedeció y al cabo de un minuto ambos eran transportados hasta la entrada de la Mansión del Fénix.
Ambos entraron a la mansión y se encaminaron hasta el salón, al entrar se sintieron el centro de las miradas de todos los presentes. Momentos más tarde Vivian corrió hasta ambos y los abrazó a la vez.
-¡Menos mal que estáis bien! -dijo a voz en grito. -¿Dónde están Eltharion y los demás?
-Están en la ciudad encargándose de reorganizar todo -dijo Myrddin. Al ver que todo el mundo se acercó a ellos entre murmullos, gritos y sollozos alzó la mano de la misma forma en que lo había hecho en la ciudad para pedir silencio. -Antes que nada -comenzó a decir con voz firme y potente, provocando que todo el mundo se callara. -quisiera decir que Harry y yo estamos cansados, entumecidos y helados. Así que si no es mucho pedir rogaría que los comentarios se dejaran para más tarde, una vez que Harry y yo estemos duchados y cambiados de ropa.
Todo el mundo asintió mientras Harry y Myrddin se iban de la habitación rumbo a sus habitaciones. Media hora después Harry se hallaba en el dormitorio ya duchado y vestido atándose los cordones de sus deportivas, alguien llamó a la puerta.
-Pasa -dijo Harry imaginándose quien iba a ser. Hermione y Ron entraron en la habitación, ella con los ojos rojos y él muy pálido. En cuanto Hermione entró se lanzó sobre y Harry y lo abrazó rompiendo a llorar. Harry se sintió muy incómodo pero abrazó a la muchacha y le dio palmaditas en la espalda para calmarla.
-¡Ay Harry! ¡Estaba muy preocupada por ti! ¡Si... si te hubiera pasado algo yo...!
-Tranquila Hermione estoy bien, no ha pasado nada -dijo muy despacio mientras le sonreía a Ron para que el también se calmara. En realidad Harry estaba más nervioso que los dos juntos pero sabía que debía mostrarse seguro para que sus amigos no se sintieran peor.
-Venga, venga... dejad respirar un poquito a Harry que necesita liberar la adrenalina que todavía le queda -dijo una voz jovial. Todos se giraron y vieron a Myrddin cambiado en sus ropas muggles y sonriendo. -Mejor vamos abajo antes de que Sirius y mamá echen el grito al cielo.
Volvieron al salón donde todo el mundo estaba sentado en los sillones y sillas tratando de calmarse todavía. En cuanto entraron todas las miradas se concentraron de nuevo en Harry, los cuatro cruzaron el salón y se sentaron en un sofá.
-Bueno, ¿alguien tiene alguna pregunta? -dijo Myrddin socarronamente.
-¿En qué demonios pensabas? -gritó Sirius echo una furia y levantándose de un salto. -¿Cómo se te ocurre dejar a Harry participar en esa batalla sabiendo que podían matarle? Y en cuanto a ti -dijo mirando a Harry fijamente. -¿a que ha venido eso de querer luchar? ¿Es que no pensaste en lo que te podría haber pasado?
-Claro que si Sirius -respondió Harry con una nota de acero en su voz que sorprendió a propios y extraños. -Pero estoy harto de ver morir a la gente por interponerse entre Voldemort y yo sin hacer nada. ¡Sencillamente no podía quedarme de brazos cruzados!
La respuesta de Harry sorprendió a todos, tenía en ese momento una mirada indescifrable en su cara, parecía mucho más mayor de lo que realmente era. Sus ojos estaban fríos y su expresión de la cara no mostraba señal alguna de tener emociones.
-Pero aun así fue muy imprudente Myrddin dejar al muchacho luchar, ¿y si le hubiera ocurrido algo? -dijo de repente la señora Weasley con los ojos llorosos.
-Es cierto. Harry fuiste muy imprudente quedándote ahí -dijo Hermione con sollozos.
La paciencia de Harry llegó en ese momento a su límite, estaba cansado de que aunque lo hicieran por su bien y de que se preocuparan por él lo siguieran tratando como a un crío irresponsable. Ya había escapado cuatro veces de Lord Voldemort y conocía sus propias limitaciones. Se levantó de golpe y cruzó a zancadas el salón deteniéndose en la puerta.
-Si vais a seguir diciéndome que es lo que debo o no hacer no creo que siga en esta habitación mucho más -dijo con ira contenida en su voz. -Ya soy lo bastante mayorcito para saber cuidarme de mi mismo y saber hasta donde puedo llegar. Y no, no me estoy haciendo el héroe ni mucho menos el irresponsable. Cuando vaya a buscar a Voldemort para matarlo con mis propias manos entonces si estaré actuando como un niño encaprichado. Mis padres no murieron para que me pusiera en peligro continuamente, pero tampoco lo hicieron para que me quedara sin hacer nada.
Dicho esto salió de la habitación dando un portazo mientras los presentes ponían cara de horror, de estupefacción o simplemente no sabían que cara poner. El silencio reinó por momentos en la sala hasta que Myrddin lo rompió.
-Nunca pudo decir las cosas de un modo tan directo -dijo mientras se levantaba.
-Harry... -susurró Hermione horrorizada por las palabras de su amigo.
-¡Déjalo un rato solo Hermi! -dijo Myrddin serenamente. -Por lo menos hasta que se tranquilice.
-¡Ya sabía yo que esto pasaría, ahora mismo es un volcán a punto de estallar! -dijo Sirius entre gruñidos.
-Eso se debe a que ninguno de vosotros sabe mirar más allá de lo que ven vuestros ojos -replicó Myrddin cortante.
-¿De qué hablas ahora Myrddin? -preguntó Sirius mirándolo enfurecido.
-De que os negáis a aceptar la realidad. Simplemente eso. Ahora si me disculpáis...
Dicho esto se levantó del sofá y abandonó la sala dejando a los presentes reflexionando sobre sus palabras, todos menos Vivian, quien tenía una mirada sombría en su rostro.
Harry llevaba más de veinte minutos tendido en el césped del campo de fútbol de la mansión. A pesar de haber llovido el terreno poseía un sistema de secado del césped mágico, por lo que la hierba estaba cálida y agradable. Estaba contemplando el cielo de color azul sumido en sus pensamientos cuando alguien se sentó a su lado.
-¿Molesto? -se escuchó la voz de Myrddin.
-Para nada -respondió Harry. -Y gracias.
-¿Porqué me las das?
-Porque tú eres el único que logra entender como me siento, eres el único que no quiere mantenerme al margen encerrado. Confías en mi como nadie lo hace.
-No tiene importancia Harry, si confío en ti es porque se que estás preparado para afrontarlo. ¿Cómo estás después de haber luchado?
-Si te soy sincero. todavía me tiembla el cuerpo. Por Dios ahora me pongo a pensar y me doy cuenta de lo cerca que estuve de acabar varias veces en el otro barrio hoy.
-Bueno no solo tú un servidor también. ¿O debo recordarte tu rescate? -dijo Myrddin. Ambos jóvenes empezaron a reírse a carcajadas.
-Sí y a mi por poco el primer esqueleto me deja con un nuevo corte de pelo -dijo Harry entre risas.
-Y a mi otro por poco no me rompe la crisma con una maza.
-Y a mi otro por poco no me deja como un alfiletero.
Continuaron riendo por un rato hasta que se hartaron. Luego ambos se levantaron para volver a la mansión, pero al girarse se detuvieron en seco. Frente a ellos se hallaba un hombre alto tapado en una capa negra, con el rostro cubierto por una capucha aunque se dejaba entrever una corta barba blanca, sus manos estaban enguantadas en guantes de piel también negros. Harry instintivamente se llevó la mano a la empuñadura de su espada pero se detuvo a un gesto de Myrddin.
-Saludos sire, ¿qué asuntos os traen al Valle del Fénix? -preguntó Myrddin.
-Mucho tiempo ha pasado desde la última vez que ambos nos vimos Lord Fénix -contestó el hombre, sus gestos y porte parecían los de una persona aristocrática y su voz sonaba firme, como acostumbrada a mandar. -Sin embargo los motivos que me traen, aunque te involucran un poco, conciernen más a tu joven compañero.
Se dirigió hacia Harry y le dedico una sonrisa por debajo de su capucha, aquella sonrisa le dio al encapuchado un cierto aire paternal que sorprendió a Harry.
Hacía catorce años que no te veía -dijo el hombre muy despacio. -La última vez te tenía en mis brazos, tan pequeño y mira como has crecido. -¿Quién es usted? -murmuró Harry atónito.
-Una pregunta justificada, pero que por el momento debe quedarse sin respuesta. Conténtate con saber que soy un amigo.
-¿Y qué quieres de Harry? Si no es mucho pedir -dijo Myrddin cruzándose de brazos.
-Bueno, ese es un asunto que muy pronto descubrirás mi querido Myrddin -respondió el extraño. Si volvió hacia Harry y sacó una caja de madera marrón oscura. Lentamente se la tendió a Harry. -Ten, ya es el momento de que te sea dada.
-¿Qué, qué es? -dijo Harry mientras cogía la caja en sus manos.
-Algo que te pertenece. Sólo tú puedes abrirla. Mas ahora que ya he cumplido con mi cometido he de retirarme, por ahora. Recordad que estaré siguiendo a partir de ahora vuestros pasos, y que cuando preciséis ayuda la hallaréis en mí -dicho esto el hombre dio medio vuelta y se alejó de ambos rápidamente.
-Veo que nunca cambiará -dijo Myrddin de forma jocosa mientras lo observaba alejarse. -Hay cosas que nunca cambian, para bien o para mal. ¿Vamos dentro a ver que hay dentro de la caja?
Harry asintió y ambos hombres entraron a la casa. En el momento en que cruzaban el vestíbulo, Eltharion apareció bajando las escaleras con ropas secas.
-¡Myrddin, Harry! -exclamó al verlos. -Ya hemos ordenado un poco las cosas, aunque Albus y tu abuelo se han quedado un rato más.
-¿Cómo hemos salido de ésta papá?
-Mejor de lo que pensábamos, sólo hay que lamentar la pérdida de cerca de quinientos hombres. Tenemos más de dos mil heridos, pero no hay ninguno por el cual haya que temer. En dos días será el entierro de los caídos -agregó muy despacio.
-Ya veo, Harry y yo vamos a mi habitación, estaremos allí toda la tarde, puede que no bajemos a comer -dijo Myrddin sin dar más explicaciones mientras se llevaba a Harry arriba y dejaba muy contrariado a su padre.
-Bueno, me aseguraré de que nadie nos moleste mientras estamos aquí -dijo Myrddin mientras cerraba la puerta de su habitación y murmuraba unas palabras que Harry no alcanzó a oír.
-¿Y cómo te vas a asegurar de que nadie entre? -preguntó Harry.
-Fácil, he cerrado la puerta con un hechizo que no lo puede abrir un simple Alohomora.
-¿Qué? ¡Es imposible que hayas hecho un hechizo!
-¿Porqué no? -quiso saber Myrddin con aspecto divertido.
-Porque no has utilizado tu varita, lo he visto claramente.
-¿Y quién necesita una varita?
-Todo mago que quiera hacer un hechizo en condiciones -respondió Harry confuso.
-Para nada Harry -contestó Myrddin muy calmado, viendo que el muchacho estaba aún muy chocado por sus palabras prosiguió. - La varita es sólo un instrumento que canaliza nuestros poderes Harry, aquellos que de verdad se consideren magos deben de aprender a librarse de sus ataduras y a desarrollar sus poderes por sí mismos -dijo Myrddin mientras clavaba en Harry sus ojos dorados.
-Pero... pero es imposible -masculló Harry.
-En absoluto, allí en Ulthuan, en la Academia de Saphery donde estudié para desarrollar mis poderes enseñan a utilizar la magia sin varita, entre otras cosas -dijo Myrddin muy calmadamente. -Lo que me recuerda algo que hablé anoche con mis padres y los abuelos. Empezaré a entrenarte en el uso de la magia sin varita y la Alta Magia.
-¿En serio? ¿Pero cómo? Los menores de edad no pueden utilizar magia fuera de Hogwarts -dijo Harry estupefacto.
-Técnicamente si. Pero en este valle las cosas funcionan de forma distinta. Aquí la jurisdicción del Valle del Fénix no la rige el Ministerio de Magia, sino la familia real de Ulthuan, un regalo que nos dio el Ministerio en el Pasado. Así que ayer el abuelo llegó a la conclusión de que para poder llevar a cabo el entrenamiento se te daría el permiso de usar magia. Eso sí, que nadie se entere Harry, ni siquiera Hermi y Ron.
-Descuida Myrddin, será nuestro secretito -dijo Harry poniendo cara de angelito.
-Muy bien, ahora veamos que contiene ese cofre que la curiosidad me está matando.
Harry agarró la caja y puso una mano sobre la tapa de la caja y muy lentamente empezó a levantarla, cuando esta estuvo del todo levantada Harry pudo ver un montó de pergaminos enrollados, movido por la curiosidad cogió un par de ellos y empezó a ojearlos por encima, Myrddin los observaba por encima de su hombro.
-Son documentos del Ministerio -dijo Myrddin señalando un sello que había en una esquina. Tomó uno de los escritos y empezó a leerlo rápidamente. -¡¿Cómo?! -exclamó sobresaltado mientras veía uno de los papeles.
-¿Qué pasa? -preguntó Harry mientras observaba con preocupación la cara de sorpresa de Myrddin. Por toda respuesta Myrddin le tendió la hoja de papel para que Harry la leyera, éste la cogió y empezó a leer.
Testamento de los Potter.
En virtud de lo acordado por los aquí firmantes, en el día 15 de Septiembre del año 1988 de nuestro Señor Jesucristo queda aprobado y legitimado el presente documento bajo la notaría de Alan Harris.
En vista a ello, me complace decir que a la muerte de James y Lily Potter, sus posesiones y pertenencias pasarán a manos de su único hijo Harry James Potter en cuanto éste cumpla los quince años, así como el título familiar y la jefatura de la estirpe Potter.
Me complace también informar que la herencia no será entregada en su totalidad, sino que se irá depositando en sus manos sucesivamente según lo acordado anteriormente. Huelga decir que se irán entregando dichas pertenencias y propiedades cada seis meses sucesivos hasta ser completado a las seis veces.
Queda además muy claro de que el presente documento, que deberá serle entregado a su único heredero a la edad ya antes mencionada, mientras tanto permanecerá bajo la custodia del guardián del heredero, el cual deberá hacerse cargo de tan importantes documentos hasta que llegue el momento en que deba serle entregado a Harry J. Potter.
Así pues queda completamente establecido la validez de dicho documento por los abajo firmantes:
James Potter Lily Potter Alan Harris
Albus Dumbledore Louis Malfoy
-Esto es. es. es el...
-Testamento de tus padres -completó Myrddin la frase por él. -Te han dejado todas sus pertenencias y no sólo eso... mira...
Le alcanzó a Harry otro pergamino con el sello del ministerio, Harry lo cogió con manos temblorosas y empezó a leer.
Real Ministerio de Magia de Gran Bretaña, fecha 15 de Septiembre del año 1988 de nuestro Señor.
Por la presente me complace en comunicarle que lo aquí firmantes y reunidos, Lord James Potter y Lady Lily Potter depositan la custodia de su único hijo y heredero, Harry James Potter, en manos de Lord Myrddin Fénix. Dicha custodia se hará efectiva cuando Harry J. Potter cumpla los quince años de edad, hasta ese momento recaerá en los dos tutores del mismo, Sirius Black y Lady Vivian Fénix.
Los abajo firmantes:
Alan Harris James Potter Lily Potter
-Parece que soy yo el que tiene ahora que cuidarte ¿eh compañero? -dijo Myrddin con una sonrisa. -Y he aquí mi primera decisión como tu nuevo tutor. El verano que viene no irás a Privet Drive, te quedarás aquí con nosotros.
Harry estaba todavía más sorprendido tras leer el nuevo documento pero esbozó una tímida sonrisa al pensar lo que sería estar bajo la tutela de Myrddin, él a diferencia de Sirius seguro que se mostraría más flexible en ciertos aspectos. Además, siendo Myrddin su tutor y Vivian su madrina, sospechaba que su vida iría ahora a mejor.
-Echa un vistazo a esta, te va a gustar -le dijo Myrddin dándole una nueva hoja de pergamino.
Real Ministerio de Magia de Gran Bretaña, fecha 15 de Septiembre del año 1988 de nuestro Señor.
Por la presente me complace en comunicarle que pasa a sus manos la fortuna familiar de los Potter. Dicha se encuentra guardada en la Cámara I de Gringotts, adjunto al documento presente está la llave que permite abrirla, le recordamos que sólo un miembro de su familia es capaz de abrirla, aún poseyendo la llave en su poder.
Los abajo firmantes:
Alan Harris James Potter Lily Potter
-¡La fortuna de mi familia! -exclamó Harry boquiabierto. -¡Pero si mis padres ya me dejaron una pequeña fortuna en otra cámara!
-Si, pero sospecho que lo hicieron para que pudieras mantenerte hasta que tuvieses la edad para que la verdadera fortuna de tu familia pasase a ti.
-¿Y cómo es la verdadera fortuna de mi familia?
-Ya lo verás cuando vallamos al Callejón Diagon a comprar los útiles de este año. Ya verás como es la Cámara I, te vas a quedar sin habla -dijo Myrddin muy contento.
Harry vio dentro de la caja una pequeña llave dorada con incrustaciones de esmeraldas en ella, aquella debía ser la llave de la Cámara I. La cogió entre sus dedos y observó su ornamentación fina y delicada. Ya sólo quedaba una carta, Harry la abrió y comenzó a leerla mientras hacía esfuerzos por no llorar.
Querido Hijo.
Si estas leyendo estas líneas eso significa que nosotros ya no estaremos en este mundo junto a ti, a pesar de todo debes de saber que te querremos siempre, esté donde estés, hagas lo que hagas.
Junto a nuestra carta te hemos enviado una serie de documentos muy importantes, así como la primera entrega de nuestra herencia, ésta última te la vamos a entregar poco a poco ya que ciertas cosas que deben de pasar a tus manos acarrean una gran responsabilidad y debes ante todo estar bien preparado para que puedas hacer el mejor uso de ellas. Sólo tú podrás abrir la caja de los documentos, nadie más (a no ser que te cases hijo en ese caso., James por favor, perdón...)
También queremos decirte que puedes confiar en ciertas personas hasta tu vida. En primer lugar están Sirius y Vivian, tus padrinos y tutores, aunque sean un poco sobreprotectores. También has de saber que puedes confiar en Albus Dumbledore, Louis Malfoy y Avatar Fénix, ellos te quieren mucho, como si fueras su nieto y te apoyarán y confiarán en ti en todo momento.
Finalmente debemos decirte que puedes confiar también en el ahijado de tu padre, Myrddin Fénix, hijo de Vivian, para cuando tú recibas ésta carta él ya deberá tener unos veinte años y por los documentos que te adjuntamos él será tu nuevo tutor. Puede parecerte una tontería Harry, pero tu madre que es muy buena en adivinación (personalmente pienso que es una farsa, ¡James no hables así!, vale, vale lo siento Lily) ha tenido una serie de visiones en las cuales ve que deberás pasar por pruebas muy difíciles y que deberás tener a tu lado alguien que te ayude a enfrentarte a ellas. Aunque Sirius y Vivian te quieren mucho, su instinto sobreprotector les impediría ayudarte del modo adecuado y necesitarás alguien que sea muy cercano, alguien de casi tu misma edad que te ayude a afrontarlas, como una especie de hermano mayor (hemos dado en el clavo ¿eh?) Sabemos que Myrddin cumplirá a la perfección ese papel.
Por último queremos decirte que ante las dificultades que atravieses en tu vida te apyes en aquellos que te quieren y que te mantengas siempre firme a tus valores. Eres nuestro hijo y simplemente por ello estamos orgullosos de ti, también te queremos pedir por encima de todo una única cosa, que seas muy feliz.
Se despiden de ti queriéndote como a nada en este mundo:
Tus padres.
Harry dejó la carta en el pequeño cofre mientras parpadeaba rápidamente para no llorar, tenía ahora más que nunca ser fuerte, no dejarse llevar por la emoción, pero las palabras de la carta de sus padres resonaban todavía en su corazón. Myrddin debió de captar algo en la mirada de Harry porque no hizo ningún intento por leer la carta, se mantuvo de brazos cruzados con su mirada fija en un póster de Raúl, el delantero estrella del Real Madrid. Luego se metió la mano en uno de los bolsillos del pantalón y sacó de el un pequeño teléfono móvil, escudriñó la pantalla del aparato y murmuró:
-Ya ha llegado, bien -luego volvió a dirigirle la mirada a Harry y le dijo -Marcus acaba de llegar, voy abajo por él, vengo en un par de minutos -diciendo esto salió de la habitación cancelando el hechizo que la mantenía cerrada.
Harry guardó todos los pergaminos y la llave de nuevo en la caja, colocándola en un rincón discreto de la mesa de trabajo de Myrddin parea que nadie se percatara de ella, no tenía ganas de que nadie hiciera muchas averiguaciones sobre que contenía la caja.
La puerta de la habitación se abrió y entraron Myrddin seguido de Flint, éste ya sin la armadura que había llevado en Caer Cymry, Flint se acercó a Harry mientras Myrddin volvía a lanzar el conjuro para cerrar la puerta mágicamente.
-¿Qué tal Potter? -dijo mientras le tendía su mano.
-Bien, al menos salí ileso de esta Flint -respondió Harry mientras le estrechaba la mano.
-Me alegro, pero llámame Marcus ¿vale?
-Siempre y cuando me llames Harry.
-Hecho -dijo Flint mientras chocaba su mano. Miró de reojo a Myrddin y agregó. -Aprovéchate ahora de Myrddin que te debe un favor por lo de esta mañana.
-Lo tendré muy en cuenta -respondió Harry con una sonrisa maliciosa.
-Bien, ahora que parece que habéis terminado de conspirar en mi contra-dijo Myrddin divertido. -Es hora de que nosotros iniciemos la nuestra pero antes. ¡insonorus! ¡Mejor! Así nadie podrá escuchar detrás de la puerta.
-¿A que te refieres con eso de nuestra conspiración? -inquirió Flint.
-Bueno Marcus. ¿qué sacas tú de lo sucedido esta mañana?
-Es evidente -dijo Marcus con voz grave. -Lo de esta mañana ha sido una declaración oficial de guerra. Lord Voldemort se ha revelado y ha dicho a los cuatro vientos "He vuelto tan poderoso como hace catorce años" -suspiró. -Necesitaremos toda la ayuda que podamos reunir para pelear contra él.
-Cierto, y de eso va a tratar nuestra pequeña reunión -dijo Myrddin muy sereno. -Marcus. lo que voy a contarte ahora es alto secreto, confío en que sabrás guardarlo ¿eh amigo?
-Descuida Myrddin, nadie se enterará.
-Lo sé, por algo eres mi mejor amigo -respondió Myrddin con una sonrisa en los labios. Comenzó a contarle a Flint todo lo referente a la Orden del Fénix y como planeaban luchar con las mismas armas que los mortífagos de Voldemort.
-Así que la Orden del Fénix -murmuró Flint. -Quien lo diría. ¿Pero que tiene que ver la Orden conmigo.
-Contigo y con el resto de la peña -dijo Myrddin. -Verás, la Orden ya existió en tiempos de Voldemort, así que me temo que Lord Voldemort se estará imaginando que Dumbledore la volverá a poner en funcionamiento. Es por ello que quiero crear al margen un grupo que luche contra los mortífagos utilizando los métodos de la Orden, un grupo de carácter no oficial.
-Y supongo que quieres que ese grupo lo formemos la peña -dijo Flint entre dientes. -Si. muy listo Myrddin, mientras Voldemort está ocupado vigilando los movimientos de la Orden del Fénix nosotros atacaremos desde el anonimato. Muy inteligente...
-¡Exacto! -dijo Myrddin. -¿Tú que dices Harry? ¿Quieres formar parte?
-¡Por supuesto Myrddin! ¡Contad conmigo!
-¡Perfecto! -dijo Myrddi sonriente. -Lord Voldemort nunca se esperará que un grupo de universitarios y estudiantes magos y muggles luchen encubiertos contra sus fuerzas. Marcus, necesito que alertes sobre ello a Joyce, Spike, Karl, Genzo, Carlos y al resto del grupo, diles que si están dispuestos a pelear contra L Voldemort.
-Claro que aceptarán -dijo Flint levantándose de golpe. -¡Ahora mismo voy a hablar con ellos!
-Bien. Una última cosa. ¿Sigues teniendo contactos en la casa de Slytherin?
-Si. todavía mantengo algo de correspondencia con todos esos capullos -dijo Flint escupiendo las palabras, parecía muy enfadado. -Intuyo que quieres que les sonsaque cierta información.
-Si. quiero que averigües si alguno de los alumnos de cursos superiores o ex alumnos han sido iniciados en la Orden Tenebrosa, es muy importante. Sobretodo averigua lo que puedas sobre aquellos que sean de las familias Malfoy, Crabbe, Goyle, Avery, Moon, Knott y McNair.
-Eso está hecho -dijo Flint asintiendo.
-Una última cosa Marucs.
-¿Qué?
-Ten cuidado y no te expongas demasiado.
-Descuida -diciendo esto último Flint se fue de la habitación después de que Myrddin cancelara de nuevo el hechizo.
Harry y Myrddin se pasaron toda la tarde en el cuarto de éste último jugando al ordenador y viendo algunas jugadas históricas del fútbol que tenía Myrddin grabadas en cintas de vídeo. Cuando llegó la hora de la cena ambos bajaron hasta el salón-comedor donde fueron recibidos con un silencio sepulcral y miradas de rojo. Durante toda la cena nadie dijo nada y cuando ésta acabó la mayoría de los presentes abandonaron el comedor rumbo a sus habitaciones. Allí sólo quedaban Harry, Myrddin, sus padres, su abuelo, Seth en un rincón, Dumbledore, Hagrid, Madame Maxime, McGonagall, Snape, Sirius, Lupin, Arabella, Mundungus, Pecy, el señor Weasley y el señor Diggory. Myrddin cruzó una mirada con Harry y después se levantó yéndose de la sala. Al cabo de unos minutos apareció con la caja en la cual estaba el testamento de sus padres y un bote de cristal en el cual había un escarabajo grande y gordo. Depositó las dos cosas en la mesa y le acercó a Harry el pequeño cofre. Este lo abrió y sacó todos los documentos menos la carta de sus padres y la llave de la cámara.
-¿Qué son esos papeles? -preguntó Sirius.
-El fin de tus últimas esperanzas de que Harry este año se quede quietecito en el castillo -dijo Myrddin riendo mientras Harry le pasaba a un desconcertado Sirius los documentos. Este empezó a leerlos y fue poniendo una cara de asombro absoluto. En unos minutos todo el mundo se hallaba agolpado en torno a él, pasándose los tres papeles y mirando a Myrddin escrutadoramente, sólo Dumbledore permanecía sentado tranquilamente mientras bebía una taza de té.
-El. el testamento de Lily y James -dijo Vivian con voz ronca.
-Dios. -murmuró Remus.
-¿Quién os lo ha dado? -preguntó Sirius. -Pensaba que se había perdido.
-Bueno. -empezó a decir Harry tratando de explicar el encuentro con el extraño pero fue interrumpido por Myrddin.
-Un amigo -contestó lacónicamente. -Ya sabes a quin me refiero abuelo -añadió mirando a Dumbledore.
-Ya me lo esperaba, si no fue ayer tenía que ser en uno de estos días cuando le fuese entregado a Harry por fin su herencia -repuso Dumbledore quien parecía muy alegre. -¿Y cuál es tu primera decisión como tutor de Harry?
-Renovarle el permiso de ir a visitar Hogsmeade. Y no Sirius, no intentes protestar, soy su tutor legal ahora y yo soy quien decido si va o no.
-Poner la custodia de un niño problemático como Potter en las manos de otro aún más problemático -gruñó Snape. -Ahora si que viene la hecatombe.
-Por una vez estoy de acuerdo contigo Snape -refunfuñó Sirius enfadado.
-Así que la Cámara I ¿eh Harry? -dijo Eltharion tratando de desviar la conversación hacia otro tema. -Verás la sorpresa que te vas a llevar cuando la veas. Sólo espera a que vayamos al Callejón Diagon dentro de un par de semanas.
-Si, ya verás lo que hay allí Harry -dijo Vivian también sonriendo.
-Además, me aseguraré de que Harry no permanezca ni un verano más con los Dursley -dijo Myrddin. -Siempre y cuando el abuelo no tenga ningún inconveniente.
-Para nada, Privet Drive ya no es seguro, sospecho que Lord Voldemort tratará de buscar una manera de romper las barreras que puse. El Valle del Fénix junto a Hogwarts es el sitio más seguro de Gran Bretaña.
Durante unos diez minutos más se pasaron hablando del tema del testamento y sobre que posesiones más podrían serles entregadas a Harry, la conversación sólo acabó cuando Myrddin carraspeó sonoramente.
-Bien damas y caballeros. Hay otro asunto que debemos tratar con urgencia -decía mientras cogía el frasco de cristal y empezaba a destaparlo. -Bien Rita, voy a dejarte libre. Eso sí, no se te pase por la cabeza escaparte o te echaré una maldición aquí mismo.
Casi nadie entendió que hacía Myrddin hablándole a un escarabajo. Pero en cuanto Myrddin abrió la tapa el escarabajo voló hasta el suelo y se convirtió en la horrenda periodista que todos también conocían. Rita Skeeter estaba algo delgada, con la túnica y el pelo sucios y algunas uñas rotas.
-¡Condenada niña del demonio! ¡Cuando la atrape! -rugió.
-¿Qué le hará usted a mi prima Rita? -dijo Myrddin muy tranquilamente con una voz sibilante. -O prefiere que el Ministerio se entere de cierto asuntillo suyo.
-Nada, nada -dijo nerviosa Rita Skeetter. -Sólo, sólo bromeaba Lord Fénix, no sabía que era familia vuestra.
-Eso está mejor. ¿Sabe Rita? -prosiguió muy calmado. -Disfruté muchos con sus artículos del curso pasado; especialmente con aquel en que puso a mi prima como una mujer cualquiera, o aquel en que dijo que Hagrid era un monstruo salvaje, pero el que se llevaba la palma era aquel en que descrió a Harry como un criminal demente. Creo que mi prima hizo bien en darle un escarmiento.
-Y tanto -dijo Snape. -Deberían ponerle a la señorita Granger un monumento por hacer callar a doña difamadora -añadió ácidamente ante lo cual todos empezaron a reír.
-¡De cualquier modo me temo que sois vosotros los que tenéis que aclarar ciertas cosas al ministerio! -dijo de repente Rita. Consiguiendo arrancar un silencio y miradas de preocupación de todos. -Ya no son sólo las excentricidades de Dumbledore, sino que además afirma que el innombrable ha vuelto y encubre a un asesino. Me gustaría saber la opinión del ministerio.
-Bueno Rita -dijo Myrddin en el mismo tono de voz suave. -Me temo que usted no entiende la situación.
-¿De qué habla?
-Es usted la que sale perdiendo ya que podemos simplemente lanzarle un conjuro desmemorizante y acabar con todo esto, como ve está atrapada entre la espada y la pared -Rita palideció por momentos. -En cualquier caso no es eso lo que buscamos.
-¿Entonces qué quieren de mí? -preguntó con voz temblorosa.
-Su ayuda -dijo Dumbledore muy calmado ante el disgusto de algunos y la sorpresa de otros. -Lord Voldemort ha regresado y hay pruebas que lo testifican, esta misma mañana atacó con sus huestes a Caer Cymry. Y aquí están las pruebas.
Dicho esto sacó de su túnica un montón de fotografías y se lo tendió a Rita quien palideció aun más al verlas.
-Dios... -susurró. -Puede que ciertas cosas de ustedes me parezcan sospechosas, pero esto es una prueba irrefutable de lo que dicen, pues no están trucadas. ¿Aún así porqué me cuentan esto? ¿Qué esperan de mí?
-Su ayuda Rita. Usted está bien situada en El Profeta y puede estar al tanto de cualquier cosa anormal que suceda y el ministerio encumbra por orden de Fudge. Queremos sencillamente que nos proporcione información de cualquier tipo que pueda estar relacionada con Lord Voldemort. Además con esto ambas partes salimos ganando -prosiguió Dumbledore.
-¿Ambas? ¿Qué gano yo con todo esto? -quiso saber Rita.
-Muy sencillo -empezó a decir Myrddin muy calmado. -Nosotros evitamos mencionar cierto secretito suyo al ministerio y además le proporcionamos toda la información que vayamos averiguando sobre Lord Voldemort. ¿Qué me dice de escribir para mañana un artículo sobre el ataque a Caer Cymry con fotos incluidas? ¿Cómo cree que afectaría esto a su carrera? Ningún otro periodista poseería tal información de primera mano -dijo Myrddin con una sonrisa. -Nosotros a cambio obtenemos que usted no mencione ciertos hechos y la información que pueda conseguir en El Profeta ¿Qué me dice? ¿No es una oportunidad dorada para su vida? -añadió mientras le tendía la mano a Rita.
-Conforme -dijo Rita mientras le estrechaba la mano a Myrddin. -Creo que ambos salimos beneficiados. No obstante hay ciertas cosas que me gustaría saber. Para empezar, ¿qué hace junto a ustedes la mano derecha del Señor Tenebroso Sirius Black? ¿Porqué le encubren si están luchando contra él?
Antes de que nadie pudiese agregar nada Myrddin habló:
-Bueno una pregunta justificada pero de respuesta larga. ¿Porqué no toma asiento mientras se le trae algo de comida y le explicamos toda la historia? -Rita asintió con la cabeza. -Perfecto, cuando la escuche pensará que está ante la historia del siglo, ya lo verá.
Harry no pudo evitar bostezar, se sentía cansado después de un día tan largo y agotador.
-Creo que iré a la cama, estoy muerto -dijo con voz cansada.
-Si, será lo mejor que puedes hacer Harry. Que tengas buenas noches.
-Hasta mañana -dijo Harry mientras salía del salón. Cuando llegó a su habitación estaba tan cansado que se durmió con la ropa puesta. Las siguientes dos semanas pasaron muy rápido para Harry. Durante todo ese tiempo se divirtió como pocas veces lo había hecho, ya fuera realizando los deberes de la escuela o jugando al fútbol o a la videoconsola. También estaban por otro lado los entrenamientos de quiddicht en los cuales tomaban parte ahora también los gemelos, Ron y en ocasiones Flint cuando venía a tratar con Myrddin la organización del nuevo grupo que lucharía encubiertamente contra Voldemort.
Ron ponía mucho entusiasmo en los entrenamientos ya que había confesado que quería entrar a formar parte del equipo de Gryffindor en el puesto que dejó Wood. Myrddin se propuso a entrenarlo de la misma forma que hacía con Hermione para que entrara al equipo sin problemas. Por tanto Ron era sometido a unas durísimas pruebas por Myrddin, Flint (quien era cazador de los Cymry Fénix) y Hermione, quien ahora mostraba tal habilidad con la escoba que nadie dudaba que consiguiera el puesto de Angelina.
Para rematar el día estaban los entrenamientos nocturnos, además de las sesiones de control del awen, Myrddin entrenaba a Harry en el uso de la magia sin varita. Eran pruebas muy duras puesto que requerían un gran esfuerzo y concentración que dejaban a Harry extenuados, no obstante estaban dando sus frutos ya que Harry era ahora capaz de lanzar ciertos hechizos sin la ayuda de la varita como el expeliarmus, el wingardium leviosa e incluso el complicado expecto patronum. La habilidad que mostraba Harry era tal que había sorprendido a Dumbledore y Avatar (quienes sí estaban enterados de estas prácticas). Las sesiones nocturnas también incluían clases de duelo y maldiciones, así como algunos hechizos de la Alta Magia, la magia practicada por los elfos.
En la casa ya sólo quedaban aparte de Myrddin y su familia, los Granger, los Weasley (quienes habían aceptado muy a regañadientes quedarse mientras tuviesen que buscar una casa nueva), Sirius, Remus, Arabella y, para disgusto de Harry, Ron y Hermione, Snape; no obstante, se mostraba mucho menos malhumorado y desagradable de lo que era normalmente, hasta con Sirius y Remus, y pasaba la mayor parte del tiempo en compañía de Vivian y Eltharion con los cuales se llevaba sorprendentemente bien. Los Diggory se habían ido hacía casi dos semanas, Hagrid y Madame Máxime habían partido hacia Francia (Harry supuso que era para hablar con los gigantes), Mundungus había partido a hablar con unos cuantos contactos que tenía y Dumbledore y McGonagall habían regresado a Hogwarts para preparar los últimos detalles del curso.
Al parecer el trato entre Rita y la Orden del Fénix ya había comenzado a dar sus frutos, pues a los dos días Rita publicó un artículo del ataque a Caer Cymry con fotos y entrevistas a los cymbrogi, causando una gran conmoción en la sociedad mágica, a pesar de los intentos de Cornelius Fudge de desmentir lo cada vez más extendidos rumores del retorno de Lord Voldemort. Mucha gente ya no dudaba que el innombrable había vuelto y se preparaba para reinstaurar su reino de terror. El miedo y la inquietud se habían extendido como la pólvora, aunque en palabras de Myrddin era necesario para que la gente supiese a que había que enfrentarse a partir de ahora.
La mañana del 20 de Agosto Harry despertó con una sola cosa en mente, hoy irían todos al Callejón Diagon a comprar los útiles del colegio. Harry deseaba poder comprar por fin los libros que habían escrito sus padres y ver con sus propios ojos la cámara que le habían entregado como herencia.
Veinte minutos después estaba en la cocina ya vestido (últimamente se ponía con frecuencia las lentillas debido a lo cómodas que eran) y desayunando junto a Myrddin, su padres, su abuelo, los Granger, los Weasley, Sirius, Remus, Arabella, Snape y Seth.
-Bueno muchachos, ¿listos para irnos al Callejón Diagon? -preguntó Myrddin mientras lavaba los platos. Harry, Ron, Herminio y Ginny respondieron afirmativamente. -¿Y vosotros? -djio volviéndose a Fred y George.
-Este, nosotros preferimos quedarnos -dijo George.
-Si, tenemos que terminar todavía algunos deberes que tenemos atrasados -corroboró Fred.
Sirius y Remus palidecieron, desde que los gemelos habían descubierto quienes eran se habían pasado la mayor parte del tiempo persiguiéndolos a todas horas para que les contaran sus travesuras en Hogwarts. Pero la señora Weasley, viendo las intenciones de sus hijos, le echó un cable a los adulros.
-¡De ninguna manera! ¡Este es vuestro último año y no vais a faltar a comprar vuestros libros y útiles! ¡Ya haréis los deberes que os faltan mañana! -rugió enfadada.
Fred y George se encogieron en sus asientos incapaces de hacerle frente a su madre enfadada, Sirius y Remus por su parte miraban a la señora Weasley con agradecimiento en sus rostros.
Bueno -empezó a decir Myrddin mientras guardaba el último plato limpio. -Mejor nos vamos ya, tenemos que volver temprano que esta noche hay partido de quiddicht. ¡Vamos a masacrar a los Canons! -se calló cuando los Weasley le dirigieron miradas desaprobatorias.
Media hora después Harry se encontraba sentado en la fila posterior de uno de los dos monovolúmenes que tenía la familia de Myrddin junto a Ron y Hermione. En la fila central iban George y Ginny. En los asientos delanteros se encontraban Fred y Myrddin al volante. El otro monovolumen estaba ocupado por Eltharion, Vivian, Snape, los Granger y los señores Weasley. Avatar, Seth, Charlie, Bill, Percy, Remus, Arabella y Sirius se habían quedado en la mansión.
El viaje hasta Londres duró dos horas, las cuales pasaron volando entre los diversos juegos que practicaron por el camino o los discos de música que puso Myrddin para amenizar el recorrido, escucharon Linkin Park, Emminem y U2 entre otros. Finalmente los dos coche pararon frente al Caldero Chorreante. Los ocupantes bajaron y entraron a la pequeña taberna.
Dentro había multitud de magos y brujas comiendo o bebiendo y hablando de los últimos acontecimientos que transcurrían en el mundo mágico. La tensión se notaba en el ambiente y en las conversaciones, la mayoría de ellas trataban del retorno de Lord Voldemort y se producían acaloradas discusiones sobre si en verdad había regresado a la vida. En el momento en que Harry y los demás entraron se produjo el silencio, para, poco después verse rodeados por una multitud que empezó a saludar muy efusivamente a Eltharion, Myrddin y Harry. Mientras estrechaba manos Harry no pudo dejar de notar que algunas miradas dirigidas a él mostraban desconfianza y suspicacia, seguro que mucho creían el artículo que había publicado Rita el día de la tercera prueba del Torneo de los Tres Magos.
Cuando por fin se dispersó la multitud Harry se encontró frente a una de las personas que más odiaba en ese momento, Lucius Malfoy, el padre de su enemigo Draco Malfoy y seguidor de Lord Voldemort. El señor Malfoy le miraba con una sonrisa burlona en su cara, con los labios ligeramente curvados.
-Vaya, Harry Potter, la leyenda que venció al Señor Tenebroso. Espero que los últimos acontecimientos y rumores no le estén afectando -se agachó hasta quedar su boca junto al oído de Harry y añadió -yo que tú me andaría con cuidado, no siempre tendrás a alguien que te proteja o muera por ti.
-Descuide, sabré cuidarme las espaldas por mi mismo -respondió Harry mientras sentía como la sangre le hervía por dentro. Iba a añadir algo más cuando sintió una mano posarse sobre su hombro, al girar la cabeza vio a Eltharion quien no apartaba la vista del señor Malfoy.
-Lucius, ¿cómo estás viejo amigo? -preguntó Eltharion mientras le tendía una mano.
-Bastante bien -respondió este mientras se la estrechaba. Ambos hombres se miraron fijamente a los ojos, el tiempo parecía haberse detenido y todas las miradas del lugar estaban puestas en los dos hombres que se lanzaban miradas envenenadas y cargadas de odio. -Bueno, ¿que asuntos traen al embajador real de Ulthuan al Callejón Diagon?
-Acompañar a mi sobrina y al ahijado de mi esposa a comprar los útiles de la escuela.
-Ya veo, ¿sabes? -dijo mirando a los Weasley y a los Granger con desprecio. -Deberías escoger mejor a tus compañías, aunque uno no pueda elegir a sus parientes. O podrías deshonrar el nombre de la familia real.
-Se muy bien que es lo que deshonra mi honor, Lucius, estimado amigo, y te recomendaría que tuvieses mucho cuidado y fueses más discreto, o podrías acabar muy mal -dijo Eltharion muy bajo para que sólo él pudiese oírlo. -Creo que aun no conoces a mi hijo Myrddin, ¿cierto?
-Un placer conocerle señor Malfoy, es un honor conocer al hijo del venerable sir Louis -dijo Myrddin socarronamente mientras le tendía la mano, al ser pronunciado el nombre de su padre el señor Malfoy dejó de sonreír por breves momentos para mostrar una mirada cargada de odio y malicia.
-También para mi es un placer, es usted igual a su padre milord -dijo recuperando la compostura. -Ahora, si me permitís, me temo que debo de ausentarme, hay asuntos que requieren de mi presencia en otro lugar -dicho esto abandonó el Caldero Chorreante.
-¿De qué conoce tu padre a Lucius Malfoy? -preguntó Harry a Myrddin cinco minutos después mientras iban camino de Gringotts, el banco de los magos.
-Es una larga historia, ya te la contaré cuando tengamos tiempo -contestó Myrddin evasivamente. -Por el momento te diré que en el pasado si que fueron amigos.
Harry permaneció en silencio y no dijo nada más en los minutos siguientes mientras cruzaban los túneles de Gringotts en una vagoneta a toda velocidad. Los padres de Hermione se quedaron en el vestíbulo mientras cambiaban el dinero muggle por dinero mágico, los Weasley por su parte se dirigieron a su cámara por separado, lo cual agradeció Harry mucho, ya que no quería ver la cara de Ron si efectivamente en su nueva cámara había una gigantesca fortuna.
Por fin la vagoneta se detuvo en una puerta solitaria de oro y plata con grabados rúnicos que Harry no alcanzó a descifrar. En lo más alto de la puerta había un escudo en el cual había un grabado que tenía el mismo aspecto que su tabardo, un león dorado de melena escarlata sobre el cual montaba un hombre con una espada en alto, presentaba una pequeña diferencia respecto al tabardo. En la mano izquierda sostenía un báculo con una serpiente verde con estrías plateadas enroscada en él.
-Parecen runas protectoras... -murmuró Hermione contemplando los grabados de la puerta.
-Señor Potter, cuando usted quiera. -dijo el gnomo que les había llevado hasta allí haciendo una reverencia.
Harry se acercó hasta la cerradura e introdujo lentamente la llave, sitiendo como una especie de calor le envolvía todo el cuerpo. Muy despacio, fue girando la llave hasta que se oyó un clic, luego las puertas comenzaron a abrirse hacia dentro. Tanto Harry como Hermione contuvieron la respiración al ver lo que había tras las puertas.
La cámara estaba llenas con auténticas montañas de galeones, sickles y knuts. Harry nunca había visto tal cantidad de dinero; hubiera jurado que si se derribaran los montones se formaría una piscina de dinero de cinco metros de profundidad en la cual se podría uno sumergir. Más al fondo había innumerables puertas que debían de conducir hacia otras salas. Las proporciones de la cámara eran gigantescas, fácilmente del tamaño de una catedral.
-Esta, Harry -dijo Vivian solemnemente. -Es la verdadera fortuna de los Potter; la mayor de toda Gran Bretaña Mágica. Ni siquiera la de los Malfoy se acerca ni de lejos.
-Es increíble... -murmuró Hermione sobresaltada.
-¿Todo esto es mío?
-Si, es sólo una pequeña parte de la herencia de tus padre Harry -dijo Eltharion con los ojos brillantes.
-Ven, no sólo todo este dinero es lo que contiene la cámara -dijo Myrddin mientras conducía a Harry hacia las puertas del fondo.
Tras ellas había una colección de armas de todos los tipos y de una bellísima factura, túnicas muy elaboradas y de un lujo sin par, joyas de todos los tipos y estantes llenos de libros antiquísimos para el disfrute de Hermione.
-Mira éste -decía mientras sacaba un pesado volumen de tapas doradas con el título de Los Fundamentos de la Magia Antigua. -Se trata de una joya de valor incalculable. ¡Es el libro que enseña como dominar la Magia Antigua o Alta Magia como la llaman los altos elfos! Lo leí en Historia de Hogwarts, fue escrito por los fundadores de Hogwarts, todo un tesoro.
-Vaya, veo que te ha hecho mucha ilusión este sitio -dijo Harry.
-Este lugar es una auténtica joya Harry -dijo Hermione con los ojos brillantes. -Lo que daría por poder leer estos libros.
-Bueno, espero que esto sea un comienzo -dijo Harry mientras cogía el libro que Hermione había depositado de donde lo había cogido y se lo ponía en sus manos. -Ten, te lo regalo.
-No, Harry no puedo aceptarlo, este libro no tiene valor.
-Por eso mismo te lo doy, porque eres al bruja más inteligente de Hogwarts y se que le sacarás provecho a este libro -dijo Harry en un tono que no admitía un no por respuesta.
-Gracias Harry, de verdad no se como puedo pagártelo.
-No tienes porque, para eso están los amigos ¿no?
Después de examinar todas las salas Harry volvió a la cámara principal y llenó una bolsa con una buena cantidad de galeones, sickles y knuts, cuando terminó de hacerlo salió de la cámara en compañía de Hermione, Myrddin, Eltharion y Vivian. Montaron en el vagón y salieron disparados a toda velocidad; minutos más tarde se detuvieron frente a otra cámara. Myrddin, Vivian y Avatar se aúparon del vagón y caminaron hacia la puerta seguidos de Harry y Hermione. Eltharion introdujo una pequeña llave en la cerradura y abrió la cámara, aunque esta no era tan grande como la de Harry, seguía siendo gigantesca. Myrddin, Vivian y Eltharion metieron también una buena cantidad de monedas en sus bolsas.
Cuando por fin volvieron al vestíbulo los padres de Hermione, los Weasley y Snape ya les estaban esperando.
-¡Vaya si que habéis tardado! -dijo Ron. -¿Y ese libro? -preguntó señalando el libro que Hermione cargaba en sus brazos.
-Luego te lo explicamos -contestó Harry.
Todos salieron de Gringotts y se dirigieron hacia Flourish y Blotts, allí compraron los libros. Luego se dirigieron hacia Madame Malkin para comprar las túnicas que necesitaban para Hogwarts pues ya les quedaban cortas, además tenía que comprar sus nuevas túnicas de gala. Vivian, la señora Weasley y la señora Granger se fueron con las chicas aparte para probarse las túnicas privadamente; los gemelos arrastraron a Ron por otro lado para comprarle su túnica de gala nueva como le habían prometido a Harry. Harry mismo se vio arrastrado por Myrddin, Flint y Eltharion quienes habían recibido órdenes de Vivian de comprarle una túnica de gala nueva.
Quince minutos después Harry salía de Madame Malkin con una túnica y capa escarlatas con los bordes de los puños y cuello bordados en dorado, Ron por su parte salía con una túnica azul turquesa; las chicas no habían mostrado que es lo que habían comprado alegando que sería una sorpresa.
-Bueno -dijo Eltharion, son las una y media de la tarde. Dentro de una hora nos veremos en El Cladero Chorreante, mientras tanto que cada cual vaya donde quiera.
Los Weasley se fueron al Caldero a tomar algo, Fred y George decidieron ir a buscar bengalas del Doctor Filibuster, Eltharion fue a mostrarle el Callejón Diagon a los padres de Hermione; Harry, Ron y Hermione se quedaron con Myrddin, Vivian y Snape (para disgusto de los muchachos).
-Bueno, queda sólo ver Ollvivander, ¿tenéis un kit de mantenimiento de varitas? -ante la negativa de los tres muchachos prosiguió -pues es un elemento muy importante si queréis que vuestra varita dure en perfecto estado muchos años. Además hay que comprarle una varita a Myrddin.
-Yo no necesito una varita mamá -dijo Myrddin de manera cortante, Harry enseguida captó la indirecta, pues sabía que Myrddin era un maestro en el uso de magia sin varita.
-Creo que ya lo acordamos el otro día Myrddin -dijo Vivian enfadada.
-Ya tengo para eso un báculo.
-Pero es más incómodo que la varita para llevarlo contigo.
-Puedo convocarlo para que venga hasta mí cuando lo necesite.
Durante los siguientes diez minutos ambos se enzarzaron en una tremenda discusión para disfrute de Snape y Flint que al final perdió Myrddin ante la persistencia de su madre. Se dirigieron hacia la tienda que seguía tal y como la recordaba Harry; pequeña, polvorienta y con una varita en el escaparate sobre un cojín.
Cuando entraron en la tienda el señor Ollivander apareció frente a ellos con una sonrisa en la cara. Posó su mirada en Vivian.
Hacia años que no la veía personalmente Vivian Fénix, madera de ébano, veinticuatro centímetros y medio, pelo de unicornio -dijo mientras Vivian asentía con la cabeza. -Muy buena varita para maleficios. ¡Profesor Snape! Haya, treinta y un centímetros, pluma de la cola de un fénix.
Snape sintió, el señor Ollivander se volvió hacia los tres muchachos.
-Sauce, treinta y cinco centímetros, pelo de unicornio -decía mientras miraba a Ron. Se volvió a Hermione. -Caoba, veintiséis centímetros, nervios de corazón de dragón.
Cuando su mirada se posó en Harry sus ojos brillaron de emoción.
-¡Ah sí! ¡Recuerdo la suya perfectamente señor Potter! Acebo, veintiocho centímetros, pluma de fénix. ¿La tiene aquí puedo verla?
Harry le pasó la varita al mago quien se pasó más de cinco minutos observándola con entusiasmo, finalmente se la devolvió a Harry entre el desconcierto de todos.
-Nunca me cansaré de observarla, espero que le de un buen uso -dijo mientras se la devolvía. -Pero ahora vayamos al asunto que les trae aquí.
-Venimos a por tres kits de mantenimiento de varitas -dijo Vivian. -Además que mi hijo Myrddin necesita una varita.
-Así que su hijo no tiene varita...
-En realidad uso un báculo -dijo Myrddin.
-Ya veo, ¿qué mano usa?
-Soy ambidiestro.
-Muy bien -dijo el señor Ollivander mientras le tomaba medidas, momentos más tarde le entregaba a Myrddin una varita.
-Arce, veinte centímetros, pelo de unicornio, pruebe -Myrddin agitó la varita pero el señor Ollivnader se la quitó de inmediato. -Caoba, dieciocho centímetros, nervios de corazón de dragón, elástica...
Las varitas se amontonaron por momentos, el señor Ollivander parecía cada vez más contento.
-Muy difícil es usted, como el señor Potter, pero acabaremos encontrando su pareja -de improviso su vista se detuvo en la varita que estaba en el escaparate, se acercó hasta ella y la cogió; con dedos temblorosos se la entregó a Myrddin mientras le miraba a los ojos.
-Roble, treinta y tres centímetros ,adelante... -susurró víctima de la emoción.
Myrddin cogió la varita entre sus manos, al agitarla provocó un estallido de chispas doradas y verdes. Todos aplaudieron y el señor envolvió la varita mientras decía "magnífico", "increíble".
-Perdone, ¿qué es tan increíble? -le preguntó Myrddin al señor Ollivander.
-Verá Lord Fénix. En Ollivander se utilizan como núcleos de las varitas pelos de las colas de unicornios, nervios de corazón de dragón y plumas de la cola de fénix. No obstante se hicieron doce excepciones, doce varitas que usaron otro elemento como núcleo. Y resulta que esta varita es la última que quedaba de esas doce. Recuerdo que la undécima la vendí yo mismo, arce y treinta y dos centímetros.
-Ya veo. ¿Y qué elemento tienen esas doce varitas? -preguntó Myrddin muy interesado.
-Colmillo de basilisco - al decir estas palabras se produjo un gran silencio roto por Myrddin.
-He leído sobre ellas, han existido muy pocas y siempre han sido las preferidas de los magos tenebrosos ya que resultan perfectas para realizar maldiciones con gran poder y suma facilidad -todos miraban a Myrddin con caras tensas.
-Si... desgraciadamente estas varitas han tendido a caer en malas manos, me alegré del uso que le dio el mago que compró la undécima varita.
-¿Quién era? -quiso saber Vivian.
-Louis Malfoy, quien a pesar del gran poder que tenía entre sus manos, supo darle un buen uso. La varita es la que escoge al mago, aún no está del todo claro el porqué, pero el que le haya escogido a usted es una buena señal. Creo que podemos esperar grandes usos para esta varita, la cual tiene un gran pasado.
-¿Cuál? -quiso saber Harry.
-El monstruo del que proviene el colmillo del núcleo dio otro colmillo, el cual era el núcleo de la primera de las doce varitas que se vendieron; no deja de ser curioso Lord Fénix que su varita sea la hermana de la de Salazar Slytherin.
La sorpresa fue mayúscula para todos, hasta para Myrddin.
-No se preocupe, esta varita ha caído en las mejores manos que podía -dijo Myrddin mientras se recuperaba de la sorpresa.
-Eso presiento -dijo el señor Ollivander mientras le entregaba la varita ya envuelta. -Recuerde Lord Fénix que la varita en si misma no es mala, sino el uso que le de su propietario, como ocurrió con la varita del innombrable. Creo que de usted pueden esperarse grandes cosas...
Cuando salieron de la tienda nadie dijo nada. Harry caminaba rezagado junto a Myrddin quien estaba absorto mientras observaba su nueva varita; finalmente se dirigió hacia Harry.
-Parece que el señor Ollivander estaba muy entusiasmado con nuestras varitas.
-Si, parece ser que le agradó que tu fueses el dueño de esa varita tan poderosa -respondió Harry quien quería desviar la conversación antes de que Myrddin comenzara a hacerle preguntas sobre el interés del señor Ollivander en su varita.
-Y que tú lo fueras de la varita hermana de Voldemort -dijo Myrddin en voz baja mientras le sonreía.
-¿Có... cómo lo has sabido? -preguntó Harry temiéndose lo peor.
-No te preocupes, ni Dumbledore ni Sirius me lo contaron, aparte de ellos y de Ollivander nadie más lo sabe. ¿Recuerdas cuando en tu cumpleaños nos mostraste el duelo que tuviste con Voldemort?
-Si...
-Bien tu varita se conectó a la de Voldemort por el priori incantatem... eso sólo sucede cuando dos varitas hermanas son obligadas por sus dueños a combatir. Por lo tanto me imaginé que tu varita y la de Voldemort tenían el mismo núcleo. Así que le dije mis sospechas a Dumbledore y él me las confirmó.
-Ya... -dijo Harry algo apesadumbrado.
-No tienes que preocuparte porque tu varita tenga el mismo núcleo que la de ese asesino, ya oíste al señor Ollivander, la varita en si misma no es mala, sino el uso que le de su dueño. Sino mira lo que hizo Louis Malfoy con... -no pudo terminar debido al tumulto y a los gritos que se escuchaban delante de ellos. -¿Qué diablos pasa?
Se encontraban delante de la tienda de Artículos de Calidad para el Juego del Quidditch, frente al escaparate había una gran cantidad de gente que cuchicheaba entre si muy alterados.
-Es el nuevo modelo...
-Ni punto de comparación con el anterior...
-Es la más rápida...
Ron y Hermione trataban de hacerse un hueco entre la excitada multitud seguidos de Harry y Myrddin, cuando consiguieron ponerse en primera fila se quedaron todos con la boca abierta salvo Myrddin. En el escaparate había una impresionante escoba de color azulado que resplandecía como la luz, el cartel del escaparate rezaba. Saeta de hielo.
El sucesor de nuestra muy admirada y éxito en ventas Saeta de Fuego incorpora un palo más fino y resistente de fresno que el de su predecesor. Las ramas de la cola han sido especialmente seleccionadas, cortadas, afiladas y tratadas para proporcionarle a esta escoba una aceleración de 0 a 150 Km por hora en diez segundos. Una cifra incomparable para cualquier otra escoba del mercado. El sistema de frenado está actualizado y proporciona un frenado suave e instantáneo a la vez que no tiene ningún otro modelo. Preguntar precio en el interior.
-¡Ahí va! ¡Que pasada! -exclamó Ron emocionado.
-Vamos dentro -dijo Myrddin mientras arrastraba a los muchachos a la tienda.
-Myrddin nosotros vamos al Caldero Chorreante, nos vemos allí -dijo Vivian.
-¡Vale mamá! -respondió Myrddin entrando a la tienda.
Dentro había mucha también mucha gente que se congregaba en torno al mostrador. Myrddin se acercó hasta él y le hizo una seña a un hombre joven de pelo rubio y ojos azules que estaba junto al dueño de la tienda. Atendiendo a los clientes.
-¡Alec! ¿Qué tal?
-¡Myrddin! -dijo el hombre mientras pasaba entre la multitud y se acercaba hasta él. -¿Qué te trae aquí?
-Pues quería comprar una Saeta de hielo, para regalársela a una persona muy especial -dijo Myrddin mientras señalaba las escobas apiladas en los estantes. Luego se giró hacia Harry, Ron y Hermione-Os presento a Alec Ashford, director general de Jewkes Racing Company, la compañía que ha fabricado la Saeta de fuego y máximo responsable de la creación del nuevo modelo.
-¡Hola a todos! -dijo mientras les estrechaba las manos a los acompañantes de Myrddin, cuando sus ojos se detuvieron en Harry exclamó -¡Harry Potter! ¡Qué honor! ¡Venga, venga! -dijo mientras cogía a Harry y a Myrddin y los arrastraba hacia el mostrador. Luego, para sorpresa de ambos les puso una Saeta de hielo en las manos de cada uno. -Consideradlo un regalo de la compañía, además te debía una Myrddin así que no la rechaces.
-Está bien -dijo Myrddin con una sonrisa.
-No puedo aceptarlo -le dijo Harry a Ashford.
-¡Claro que sí! Después de tu hazaña con el colacuerno en la Saeta de fuego se que no hay mejores manos para manejar tal escoba, salvo las de Myrddin, además si tú vuelas en ellas será un excelente impulso para las ventas -luego añadió en voz baja para que sólo Harry escuchara -aunque vayas a utilizar la Flecha plateada de tu padre para jugar. Y no aceptaré un no por respuesta, así que quédatela.
-Que suerte tienes Harry -gimió Ron con envidia mientras salían de la tienda y observaba el paquete que este llevaba bajo el brazo.
Harry miró a Ron a brevemente y después sin previo aviso colocó el paquete en brazos de su amigo. -Para ti. -¡Qué! -exclamó Ron. -¡Tú estás mal Harry!
-¡En absoluto! ¿No quieres entrar como guardián de Gryffindor?
-Si, pero...
-Pues toma ya que tú no tienes escoba propia. Con ella y tu entrenamiento a manos de Myrddin obtendrás el puesto sin dificultades.
-Harry...
-Mira, yo ya poseo una magnífica Satea de fuego, además ya he decidido que este año volaré en la Flecha plateada de mi padre, así que si no aceptas la escoba pienso prenderle fuego -dijo Harry con firmeza.
-Gracias Harry -dijo Ron emocionado.
-No tienes porque dármelas, para eso somos amigos.
-Bueno... son cerca de las dos y media, vamos para El Caldero Chorreante con los demás -dijo Myrddin.
Cuando llegaron allí estaban todos; Tom el tabernero juntó tres mesas y todos se sentaron a comer una deliciosa comida. Se lo pasaron muy bien comentando lo que habían hecho; los Weasley y los Granger le agradecieron a Harry que hubiese sido generoso con sus regalos a sus hijos; Eltharion por su parte hablaba en voz baja con Myrddin sobre su varita, mostrándose muy interesado en que tuviese el mismo tipo de núcleo que la de Louis Malfoy.
Finalmente a las seis de la tarde todos se hallaban de vuelta en la Mansión del Fénix, tan pronto como llegaron Myrddin se fue a Caer Cymry ya que en dos horas tenía que jugar contra los Canons.
-¿Qué tal os fue? -le preguntó Sirius a Harry mientras le ayudaba a guardar las compras en su cuarto. -¿Entraste en tu nueva cámara?
-Si, nunca vi nada parecido.
-¿Y porqué Ron y Hermione estaban tan contentos? -después de que Harry le contara los regalos que les había hecho Sirius añadió. -Desde luego eres muy generoso y muy buen amigo.
-Hasta que no los conocí no tuve a nadie con quien compartir nada, por ellos haría cualquier cosa.
-Lo mismo que tu padre Harry -le dijo Sirius con orgullo mientras le ponía la mano en el hombro. Harry asintió con la cabeza. Antes de que ninguno pudiese añadir nada más Vivian entró a la habitación de golpe.
-¡Vamos muchachos que el partido empieza en tres cuartos de hora! -gritó emocionada. -Y tú Sirius conviértete en perro si quieres venir. ¡Vamos, vamos! -exclamó empujando a los dos hombres de la habitación.
Cuando llegaron al vestíbulo allí ya estaban Eltharion, Avatar, Seth, Remus, Arabella, Snape y los Weasley. Dio la impresión de que Snape iba a hacer un comentario sobre la presencia de Sirius cuando este se convirtió en perro pero se calló al ver la mirada de advertencia que le lanzó Vivian. Unos minutos después bajaron los Granger al completo.
-¡Bien ya estamos todos! -dijo Eltharion mientras repartía las entradas a todo el mundo. -Bien cogeremos este traslador -dijo señalando un gran sobre que había sobre la mesa. -Nos dejará enfrente del estadio, sólo hay que poner un dedo en el y cuando abra el sobre nos llevará hasta allí. ¿Estáis listos?
Todo el mundo asintió. Los Granger parecían un poco nerviosos pero la mirada de Vivian les tranquilzó. Todos pusieron un dedo sobre el sobre y Eltharion se preparó para abrirlo.
-¡Muy bien! ¡A la una, a las dos y a las tres!
Abrió el sobre y al instante Harry sintió la sacudida bajo el ombligo señal de que funcionaba. Se sintió alzarse del suelo y momentos después el fuerte contacto con el suelo pero ya se había preparado para recibirlo. Abrió los ojos y se encontró con una escena algo graciosa. Salvo él, Eltharion, Avatar, Vivian, Seth y Snape todos se hallaban en el suelo en un confuso montón; los señores Granger eran sostenidos por Vivian y Eltharion quienes se habían asegurado de que no se cayeran con el impacto.
Cuando todos los que estaban en el suelo se incorporaron Harry contempló el impresionante estadio que había frente a él. Su aspecto externo se parecía al de un estadio de fútbol, con unas gradas altísimas y enormes. Tenía multitud de accesos al recinto y un enorme escudo que representaba a un fénix con dos espadas cruzadas detrás de él.
-Bien entremos -dijo Eltharion entusiasmado. Los condujo hasta una de las entradas y le mostró su entrada al encargado.
-Buenas tardes Lord Fénix. Va a ser un buen partido.
-Ya lo creo Jimmy.
-Viene muy acompañado por lo que veo.
-Si... familiares y amigos.
-Pues que lo pasen bien -dijo. Fue saludando a todo el mundo y cuando a Harry le tocó pasar le reconoció. -¡Harry Potter! ¡Un placer señor!
-Igualmente -contestó Harry con cortesía mientras le estrechaba la mano.
-Ehmmm... Este perro... -dijo Jimmy señalando a Sirius.
-Es nuestra nueva mascota -respondió Eltharion sin darle importancia.
-Ah bien.
Eltahrion los condujo por los pasillos del estadio hasta que salieron fuera a una tribuna de asientos forrados en terciopelo escarlata. Allí ya se encontraban tres hombres jóvenes.
-¡Tribuna presidencial los mejores asientos de todo el estadio! -dijo con una sonrisa, luego, para sorpresa de la mayoría se sentó en la última fila frente al megáfono mágico.
-Es el comentarista de todos los partidos -explicó Vivian sonriendo.
Todos tomaron asiento, Harry se sentó junto a los tres jóvenes. El que estaba su lado, de pelo rubio y alborotado y ojos verdes se levantó y le tendió la mano.
-Karl Heinz Schneider -dijo con u peculiar acento germánico mientras le estrechaba la mano. -Myrddin nos ha hablado mucho de ti.
-Carlos Santana -dijo el segundo, de piel morena, cabello castaño oscuro rizado y ojos negros, hablaba con un acento portugués.
-Genzo Wakabayashi -dijo el tercero, de rasgos orientales, muy alto, pelo negro y largo y ojos marrones. Llevaba una gorra en la cabeza. -El otro día estuviste magnífico.
Mientras la tribuna se llenaba de gente Harry conversó con los tres jóvenes, descubriendo que eran forofos del quidditch, además del fútbol, pues los tres eran miembros del equipo de fútbol de la ciudad. Además descubrió que eran amigos de Myrddin y Harry se preguntó si ellos no sería los Karl, Genzo y Carls que Myrddin le había pedido a Flint que avisara para formar el nuevo grupo de resistencia contra Voldemort. A las tribunas llegaron también Azrag y Skaga acompañados de otro orco que resultó ser Azag, el hijo de Azrag.
De repente se hizo el silencio en el estadio; Harry vio que las tribunas estaban al completo llenas, allí había cerca de cien mil magos provenientes de toda Gran Bretaña e Irlanda y algunas partes del mundo para contemplar el partido. La mayor parte de la gente que había eran seguidores de los Canons, unas veinte mil personas sin embargo apoyaban a los Fénix. Una bruja empezó a distribuir omniculares a todos los presentes de la tribuna presidencial.
-¡Muy buenas tardes a todos! -dijo Eltharion a través del micrófono mágico. -¡Seguidamente comenzará este emocionante partido entre los Chudley Canons y los Cymryyyyyyy Fénix para conmemorar el 50º aniversario de la derrota de Grindelwald y la victoria de los cymbrogi frente a las huestes del Señor Tenebroso el pasado 1 de Agosto!
En ese momento en la grada norte se desplegó un gigantesco mosaico que representaba a un cymbrogi enfundado en su armadura, espada en alto, sobre un montón de no muertos derribados y al fondo el estandarte de la ciudad con el caballo alzado sobre sus cuartos traseros. Por todo el estadio empezaron a liberarse cientos de globos y serpentinas que le dieron color al terreno. Las gradas rugían y las banderas eran alzadas y agitadas por los hinchas mientras multitud de pancartas eran exibidas con lemas como "Cymbrogi unidos, jamás serán vencidos. Jamás nos daremos por vencidos sin presentar batalla. Voldemort, a ti te esperamos."
-Vamos con las alineaciones de los dos equipos; por los Canons como cazadores... Rickman, McGregor y Neesom -tres manchones naranjas sobrevolaron el estadio. -Como golpeadores Almasy y Grant, como buscador Wallace y como capitán y guardián Williams. Todo un equipo que sin tener un solo jugador en sus respectivas selecciones ha sido la revelación de la temporada.
El estadio rugió cuando los Canons se detuvieron en el centro del campo. Los Weasley aplaudían con emoción mientras eran blanco de las miradas de la tribuna presidencial. Schneider murmuró "pobres, déjenlos que disfruten mientras puedan".
-¡Y ahora hacen su aparición los únicos, los geniales, los espléndidos, los imbatidos, los magistrales... Cymryyyyyy Fénix! -los seguidores de los Fénix a pesar de ser menos armaban mucho más ruido que los de los Canons, Harry se encontró junto a Hermione saltado y aplaudiendo mientras Ron los miraba con rencor y murmuraba "traidores". -¡Como cazadores Marcuuuuuuuus Flint! -una gran ovación se escuchó en todo el estadio cuando Flint hizo su aparición. -¡Spikeeeeeee Trevor! ¡Yyyyyyy Joyceeeee Singer! ¡Como golpeadoreeeeeessss Aleeeeeeec Ashford yyyyyyyy Seaaaaaaan Campbell! ¡Como guardianaaaaa Heleeeen Ross! ¡Y como capitán y buscador, el más grande, el mejor, el único, el dios Myrddiiiiiiiin Fénix!
Cuando Myrddin hizo su aparición en el campo se produjo un tumulto de vítores y aplausos. Harry se dio cuenta de que ambos equipos montaban en las nuevas Saetas de hielo que habían visto esa misma mañana.
-¡Este lo partido lo arbitrará el árbitro internacional John Rowling!
En ese momento los Fénix se dirigieron al palco presidencial y se detuvieron frente a los presentes. Alzaron sus puños izquierdos y empezaron a gritar "A volar, a volar, a volar, a volar, a volar... Uno a uno todos los seguidores del equipo empezaron a corearles, tras un minuto todo el mundo al unísono exclamó ¡AAAAAAAA VOLAAAAAAR! Y volvieron al centro del terreno, luego, todos los componentes del equipo sacaron sus varitas y proyectaron un gigantesco cartel que rezaba "Va por vosotros cymbrogi."
-¡Y tras el habitual saludo del equipo y la emotiva dedicatoria el partido va a comenzar! ¡La quaffle en juego y la recoge McGregor quien sale disparada a la portería pero es interceptada por un buen lanzamiento de la bludger por parte de Ashford! ¡Trevor que recoge la quaffle y sale disparado a la portería perseguido por Rickman y Neesom, Wallace también le sale al encuentro pero no, Trevor ejecuta un reverse pass para Flint que se queda solo frente a los aros, lanza y goooool de los Fénix!
Mientras saltaba y aplaudía a Flint que daba la vuelta de honor al campo Harry repetía la jugada con los omniculares, a cámara lenta vio como Trevor atraía la atención de los contrarios y, en el último segundo cuando se le echaban encima los tres jugadores de los Canons hacía un pase hacia atrás por encima del hombro hacia Flint, quien marcaba a placer. Una jugada perfecta y de increíble factura.
-¡Y la quaffle de nuevo en juego. Neesom para Rickman, este la pasa para Neesom de nuevo quien se la pasa McGregor que esquiva la bludger enviada por Campbell, lanza a portería y magníficaaaa parada de Ross. Envía en largo para Flint quien se lanza hacia la meta contraria, esquiva las dos bludgers enviadas por Almasy y Grant. Se lanza hacia arriba perseguido por Neeson y McGregor, deja caer el quaffle hacia abajo para que lo recoja Trevor quien se lanza a la meta a toda velocidad fusila a portería y GOOOOOOOOOOOOOOOOOOL de Trevor; magnífica finta de Posrkov que ha dejado a Trevor completamente solo en un mano a mano con el portero y no ha perdonado!
Harry muy pronto comprendió que los Fénix eran un equipo extraordinario a pesar de ser jugadores jóvenes; los tres cazadores parecían saber donde estaban los demás y se lanzaban unos pases o fingían un ataque para distraer la atención de los Canons. Los golpeadores, Ashford y Campbell, cortaban todo intento de ataque y defensa de los Canons con pasmosa efectividad. Ross detenía los escasos intentos de marcar de los Canons. Myrddin por su parte también jugaba para el equipo, distraía continuamente la atención de Williams y se hacía blanco de los lanzamientos de las bludgers de los golpeadores de los Canons para que sus cazadores no se tuvieran que preocupar de ellos. Pronto el marcador quedó 90-0 con tres goles de Trevor, cuatro de Singer y dos de Flint quien más que marcar se dedicaba engañar a Wallace para que sus compañeros fusilaran a placer la meta contraria. Ron parecía desesperado y Hermione no paraba de saltar en su asiento.
-¡Y los Canons que se lanzan de nuevo al ataque. McGregor para Grant, envío en largo para Neesom quien se lanza a portería. Esquiva la bludger de Ashford y la entrada de Trevor. Encara a Ross, va a disparar, no, hace un amago de disparo y se va solo a la meta se dispone a lanzar yyyyy MAGNÍFICO, PROVIDENCIAL. Campbell en el último instante le ha enviado una bludger, haciéndole perder el quaffle a Neesom salvando un gol segurooooo. La quaffle recogida por Singer quien se lanza a la meta contraria, parece una bala. Esquiva a Mc Gregor. Rickman entra por la derecha y lo evade. Atención a la buldger de Almasy, no, la esquiva con una finta magistral. Wallace que le sale al encuentro pero le pasa el quaffle a Flint quien se lo devuelve con una bonita pared que la deja sola, lanzaaaa yyyyy GOOOOOOOOOOOOL. Si señor, 100-0 para los Fénix que están dando un baño de juego y de goles esta tarde. Esto es un...
Eltharion se calló al igual que todo el estadio cuando Myrddin se precipitó desde una altura de más de cien metros contra el suelo a toda velocidad seguido de Williams. Todo el mundo contuvo la respiración, si Williams se le adelantaba a Myrddin y cogía la snitch el partido sería de los Cnanons. Harry de repente se percató de reojo de que la snitch no se hallaba en el punto al que se dirigían los dos hombres, sino que estaba justo en los postes del área de los Canons. De repente lo entendió, Myrddin estaba ejecutando el amago de Wronski para engañar a Willimas.
Ambos hombres se dirigían al suelo a toda velocidad como balas, cada vez estaban a menos distancia de él.
-¡Se van a estrellar... los dos! -exclamó Ron mientras Hermione gemía de preocupación.
-¡Myrddin no! -gritó Harry.
En la última milésima de segundo Myrddin dio un viraje como Harry nunca había visto en quidditch, ni siquiera a Viktor Krum en los mundiales al ejecutar la misma táctica, mientras que Williams se estrelló con un sonoro golpe. Antes de que nadie pudiese decir nada salió disparado a toda velocidad hacia la meta de los Canons extendiendo el brazo para luego detenerse y alzar el puño.
En ese momento las gradas rugieron mientras el marcador marcaba 250-0. El estadio se vino abajo y apenas podía escucharse la voz de Eltharion que gritaba.
-¡Siiiiiii, señoras y señores. Myyyyyyyddin Fénix acaba de atrapar la snitch tras un espectacular amago de Wronski. Lo nunca visto, en el último segundo a un paso del suelo ha dado un viraje maestro para a continuación atrapar la snitch dando la victoria a su equipo.
Mientras todo el estadio gritaba y aplaudía de emoción (hasta los seguidores de los Canons) y los medimagos atendían a Williams, los Fénix bajaron a la tribuna donde fueron recibidos con una ovación. Allí todo el mundo aplaudía con fuerza; Schneider, Santana y Wakabayashi palmeaban a los miembros del equipo, Vivian se abrazaba a Snape quien aplaudía con fuerza, Harry se abrazaba a Hermione mientras Ron les dirigía una mirada de rencor.
Habiendo momentos así, pensaba Harry mientras Eltharion pedía una ovación para los Fénix después de que éstos les estrecharan las manos a los Canons; mientras la vida diese tales alegrías y emociones no valía la pena preocuparse por el resto de cosas, ni siquiera por Lord Voldemort.
Bueno, bueno, bueno, por fin he acabado este capítulo, espero que os haya gustado y.... perdón por no haber actualizado antes pero es que he pasado por una mala racha personal y no me he puesto a escribir hasta hace poco. Pero esta vez he vuelto con las pilas cargadas y espero tener listo el próxima para el domingo. Gracias a todos aquellos que habéis sido tan pacientes conmigo.
Adelanto del próximo capítulo: Harry y sus amigos vuelven a Hogwarts; en el Expreso Harry se dará cuenta de que aun muchos se muestran suspicaces respecto a los acontecimientos del fin del curso pasado. También conocerá a un nuevo amigo y se verá sometido a la primera prueba como prefecto de Hogwarts.
Fragmento de un próximo capítulo: "Nunca hasta ahora se había encontrado en todos los años que llevaba en Hogwarts con algo tan terrorífico, ni siquiera Lord Voldemort ni los dementores. El gigantesco ser de tres metros de altura, pelaje rojizo salpicado de sangre seca, fauces con colmillos de cinco centímetros, armadura bronce rojiza, garras como cuchillas que sostenían un enorme hacha y un látigo, y con unas correosas alas negras en la espalda emitió un aullido espeluznante que heló la sangre de todos cuanto lo escucharon.
Dedicado este capítulo a Joyce Singer (A.K.A. Joyce Granger) a quien le he dado un personaje en mi fic. Si alguien desea salir, no tiene más que pedírmelo y yo lo meteré. Podéis ser elfos, hombres, magos, orcos, etc..., es más, hasta podéis ser del bando de los malos, simplemente decidme donde os gustaría estar y como queréis ser.
