CAPITULO 1. LA IDENTIDAD DE YAMI
Era una tranquila mañana de sábado y en la pequeña, pero bien surtida tienda de cartas de duelo de monstruos de la familia Moto, el señor Salomón sonreía felizmente pues ya era hora de abrir la tienda de cartas. Él adoraba esa tienda, era todo para él, su felicidad, era la segunda cosa mas valiosa para él en todo el mundo, ya que quien siempre había ocupado y seguiría ocupando por siempre ese primer lugar era su pequeño nieto Yugi Moto.
Tenía una gran pasión por el duelo de monstruos, día con día aprendía cosas nuevas del mundo de los duelistas, como en aquella excursión con su amigo el profesor Arthur Hokkins donde descifro demasiadas incógnitas y su pasión por este incremento indudablemente, para convertirse en la segunda razón de su existir, además contando con una tienda de cartas y recibiendo diario visitas de muchos duelistas buscando cartas fuertes y especiales para agregar a sus barajas, que siempre entablan conversaciones entre ellos, a veces muy interesantes y a veces algo tontas, pero siempre alcanzaba a escuchar una que otra cosita. Pero su atención solo era de aquellas de gran importancia, como alguna gran novedad en el mundo de los duelistas. Pero sin dudas quienes conocían más acerca del duelo de monstruos eran Yugi y sus amigos, ya que gracias a su espíritu aventurero y la posesión de uno de los siete artículos del milenio, en este caso el rompecabezas del milenio, descifraban más y más misterios que ninguna otra persona, pero todo esto lo iban descubriendo poco a poco.
Hace unos días Yami y Tea habían estado juntos todo el día para tratar de descifrar los misterios de la verdadera identidad de Yami, ya que él no recordaba nada de su pasado y eso lo intrigaba demasiado, lo cual había echo que Yugi se preocupara al ver a Yami tan pensativo y algo triste, así que se le ocurrió esa idea, hacer que Tea y Yami convivieran un día juntos cosa que le pidió de favor a Tea, batallando algo para convencerla, pero ella accedió finalmente a la petición de Yugi.
Pero Yugi no se iba a quedar de brazos cruzados, él también tenía que ayudar a Yami en lo que pudiera así que al igual que Tea y Yami, él también había puesto manos a la obra, siempre apoyado por su mejor amigo Joey Wheeler, ambos estaban buscando pistas, pero para desgracia de Yugi y para la rabia de Joey se habían encontrado con el archirival de Yugi: Seto Kaiba, quien parecía contento por haberlo encontrado, vio a Yugi con una sonrisa maliciosa en su rostro y le dijo que se preparara, que su fin estaba cerca y que se las pagaría todas juntas.
Yugi no había entendido la razón de las palabras de Kaiba, ni mucho menos a que se refería con eso "su fin", pero mientras Yugi estaba con cara de incógnita, Kaiba se estaba alejando poco a poco del lugar, sin darle importancia a la preocupación de Yugi.
Tea y Yami habían estado todo ese día paseándose, divirtiéndose y tratando de descifrar, responder alguna duda o descubrir algo nuevo, pero sin lograr nada; pero como por cosa del destino, su paseo los había llevado a la entrada del museo de la ciudad, lugar donde hace unas horas Ishizu había tenido una pequeña conversación con Seto Kaiba el mayor rival de Yugi en todo el mundo, su Némesis.
Al igual que a Kaiba Ishizu les mostró a Yami y de paso también a Tea el duelo llevado a cabo hace más de mil años, entre los dos magos mas poderosos de todo el antiguo Egipto: El faraón y un malvado hechicero, pero había una gran diferencia: los monstruos eran de verdad y se utilizaba magia oscura verdadera para invocarlos. Pero otra cosa había llamado la atención de los chicos, la apariencia del faraón y del hechicero, ambos eran una copia idéntica de Yugi y de Kaiba. El faraón tenía el aspecto físico de Yugi y también el de Yami y el hechicero era igual a Seto Kaiba. Y así todas las dudas sobre quien era y sus orígenes habían sido aclaradas gracias al poder del collar del milenio de Ishizu. Ese fue uno de los mejores días para ese pequeño grupo de amigos.
Salomón Moto se encontraba limpiando las estanterías de cristal donde guardaba sus preciadas cartas de duelo, que proporcionaba a los distintos duelistas que visitaban su tienda, pero su atención fue interrumpida por unos pasos que se alcanzaban a escuchar provenientes de las escaleras de la casa, alguien estaba bajándolas (en mi fic la casa y la tienda están pegados ¿ok?) era Yugi, ya se había levantado.
Buenos días abuelito- le dijo Yugi algo somnoliento a Salomón, mientras se frotaba los ojos con las manos.
Buenos días Yugi veo que por fin te levantas flojo- le dijo su abuelo.
Es que anoche estuve viendo una película en la televisión y se acabo retarde- termino con un gran bostezo.
Estos chicos de hoy puro juego y televisión así son felices- se dijo Salomón para sus adentros.
Y que hay de desayunar abuelito- le preguntó Yugi al escuchar protestar a sus tripas por algo de alimento. Salomón se rió.
Ni modo Yugi al que madruga Dios lo ayuda, tu te vas a hacer el desayuno que no puedo dejar sola la tienda de cartas- le dijo a su nieto.
Pero...pero...está bien-dijo Yugi resignado.
Y así Yugi se preparó su desayuno, lo consumió y lavo los trastes, dejando como nota mental no desvelarse viendo películas, ya que las consecuencias no son nada buenas.
Más tarde salió a encontrarse con sus amigos Joey, Tea y Tristan en un pequeño parque en el centro de la ciudad, para planear alguna travesura, no sin antes colocarse su preciado rompecabezas del milenio que tanto le había ayudado.
Llego al parque y como lo suponía ahí estaban los tres esperándolo. Tea sentada en una de las bancas del parque mirando fijamente el piso, Joey sentado en el suelo mirando hacía un punto indefinido del parque, tenía la vista perdida y Tristan recargado en un árbol y mirando fijamente el cielo.
Hola amigos perdón- les grito Yugi y al instante los tres giraron su cabeza en dirección de donde provino la voz de Yugi- siento el retraso- dijo finalmente al llegar con sus amigos y tratando de recuperar su respiración normal, ya que estaba muy agitado, había corrido desde su casa hasta el parque.
Yugi ya se nos hacía que no venías- dijo Joey algo molesto.
Joey tiene razón Yugi donde te habías metido- le preguntó Tristan.
Bueno es que me quede dormido y se me hizo tarde. Lo siento chicos- dijo finalmente bajando la cabeza.
Hay no te preocupes Yugi, lo que importa es que ya estas aquí ¿no?- dijo Tea razonablemente.
Tea tiene razón- dijo Joey poniéndose de pie.
Gracias a..-pero fue interrumpido.
¡YUGI!- le grito una persona.
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Y bien que les pareció quise salir un poco de la rutina de Harry Potter y hacer un fic de Yugioh, díganme que les parece si lo sigo o así lo dejo. Les gusto este primer capitulo? Por favor dejen REWIEWS.
GRACIAS A MI AMIGO FREDDY QUE ME AYUDO CON EL CAPITULO.
SE DESPIDE.
PRONGS.
REWIEWS
Era una tranquila mañana de sábado y en la pequeña, pero bien surtida tienda de cartas de duelo de monstruos de la familia Moto, el señor Salomón sonreía felizmente pues ya era hora de abrir la tienda de cartas. Él adoraba esa tienda, era todo para él, su felicidad, era la segunda cosa mas valiosa para él en todo el mundo, ya que quien siempre había ocupado y seguiría ocupando por siempre ese primer lugar era su pequeño nieto Yugi Moto.
Tenía una gran pasión por el duelo de monstruos, día con día aprendía cosas nuevas del mundo de los duelistas, como en aquella excursión con su amigo el profesor Arthur Hokkins donde descifro demasiadas incógnitas y su pasión por este incremento indudablemente, para convertirse en la segunda razón de su existir, además contando con una tienda de cartas y recibiendo diario visitas de muchos duelistas buscando cartas fuertes y especiales para agregar a sus barajas, que siempre entablan conversaciones entre ellos, a veces muy interesantes y a veces algo tontas, pero siempre alcanzaba a escuchar una que otra cosita. Pero su atención solo era de aquellas de gran importancia, como alguna gran novedad en el mundo de los duelistas. Pero sin dudas quienes conocían más acerca del duelo de monstruos eran Yugi y sus amigos, ya que gracias a su espíritu aventurero y la posesión de uno de los siete artículos del milenio, en este caso el rompecabezas del milenio, descifraban más y más misterios que ninguna otra persona, pero todo esto lo iban descubriendo poco a poco.
Hace unos días Yami y Tea habían estado juntos todo el día para tratar de descifrar los misterios de la verdadera identidad de Yami, ya que él no recordaba nada de su pasado y eso lo intrigaba demasiado, lo cual había echo que Yugi se preocupara al ver a Yami tan pensativo y algo triste, así que se le ocurrió esa idea, hacer que Tea y Yami convivieran un día juntos cosa que le pidió de favor a Tea, batallando algo para convencerla, pero ella accedió finalmente a la petición de Yugi.
Pero Yugi no se iba a quedar de brazos cruzados, él también tenía que ayudar a Yami en lo que pudiera así que al igual que Tea y Yami, él también había puesto manos a la obra, siempre apoyado por su mejor amigo Joey Wheeler, ambos estaban buscando pistas, pero para desgracia de Yugi y para la rabia de Joey se habían encontrado con el archirival de Yugi: Seto Kaiba, quien parecía contento por haberlo encontrado, vio a Yugi con una sonrisa maliciosa en su rostro y le dijo que se preparara, que su fin estaba cerca y que se las pagaría todas juntas.
Yugi no había entendido la razón de las palabras de Kaiba, ni mucho menos a que se refería con eso "su fin", pero mientras Yugi estaba con cara de incógnita, Kaiba se estaba alejando poco a poco del lugar, sin darle importancia a la preocupación de Yugi.
Tea y Yami habían estado todo ese día paseándose, divirtiéndose y tratando de descifrar, responder alguna duda o descubrir algo nuevo, pero sin lograr nada; pero como por cosa del destino, su paseo los había llevado a la entrada del museo de la ciudad, lugar donde hace unas horas Ishizu había tenido una pequeña conversación con Seto Kaiba el mayor rival de Yugi en todo el mundo, su Némesis.
Al igual que a Kaiba Ishizu les mostró a Yami y de paso también a Tea el duelo llevado a cabo hace más de mil años, entre los dos magos mas poderosos de todo el antiguo Egipto: El faraón y un malvado hechicero, pero había una gran diferencia: los monstruos eran de verdad y se utilizaba magia oscura verdadera para invocarlos. Pero otra cosa había llamado la atención de los chicos, la apariencia del faraón y del hechicero, ambos eran una copia idéntica de Yugi y de Kaiba. El faraón tenía el aspecto físico de Yugi y también el de Yami y el hechicero era igual a Seto Kaiba. Y así todas las dudas sobre quien era y sus orígenes habían sido aclaradas gracias al poder del collar del milenio de Ishizu. Ese fue uno de los mejores días para ese pequeño grupo de amigos.
Salomón Moto se encontraba limpiando las estanterías de cristal donde guardaba sus preciadas cartas de duelo, que proporcionaba a los distintos duelistas que visitaban su tienda, pero su atención fue interrumpida por unos pasos que se alcanzaban a escuchar provenientes de las escaleras de la casa, alguien estaba bajándolas (en mi fic la casa y la tienda están pegados ¿ok?) era Yugi, ya se había levantado.
Buenos días abuelito- le dijo Yugi algo somnoliento a Salomón, mientras se frotaba los ojos con las manos.
Buenos días Yugi veo que por fin te levantas flojo- le dijo su abuelo.
Es que anoche estuve viendo una película en la televisión y se acabo retarde- termino con un gran bostezo.
Estos chicos de hoy puro juego y televisión así son felices- se dijo Salomón para sus adentros.
Y que hay de desayunar abuelito- le preguntó Yugi al escuchar protestar a sus tripas por algo de alimento. Salomón se rió.
Ni modo Yugi al que madruga Dios lo ayuda, tu te vas a hacer el desayuno que no puedo dejar sola la tienda de cartas- le dijo a su nieto.
Pero...pero...está bien-dijo Yugi resignado.
Y así Yugi se preparó su desayuno, lo consumió y lavo los trastes, dejando como nota mental no desvelarse viendo películas, ya que las consecuencias no son nada buenas.
Más tarde salió a encontrarse con sus amigos Joey, Tea y Tristan en un pequeño parque en el centro de la ciudad, para planear alguna travesura, no sin antes colocarse su preciado rompecabezas del milenio que tanto le había ayudado.
Llego al parque y como lo suponía ahí estaban los tres esperándolo. Tea sentada en una de las bancas del parque mirando fijamente el piso, Joey sentado en el suelo mirando hacía un punto indefinido del parque, tenía la vista perdida y Tristan recargado en un árbol y mirando fijamente el cielo.
Hola amigos perdón- les grito Yugi y al instante los tres giraron su cabeza en dirección de donde provino la voz de Yugi- siento el retraso- dijo finalmente al llegar con sus amigos y tratando de recuperar su respiración normal, ya que estaba muy agitado, había corrido desde su casa hasta el parque.
Yugi ya se nos hacía que no venías- dijo Joey algo molesto.
Joey tiene razón Yugi donde te habías metido- le preguntó Tristan.
Bueno es que me quede dormido y se me hizo tarde. Lo siento chicos- dijo finalmente bajando la cabeza.
Hay no te preocupes Yugi, lo que importa es que ya estas aquí ¿no?- dijo Tea razonablemente.
Tea tiene razón- dijo Joey poniéndose de pie.
Gracias a..-pero fue interrumpido.
¡YUGI!- le grito una persona.
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Y bien que les pareció quise salir un poco de la rutina de Harry Potter y hacer un fic de Yugioh, díganme que les parece si lo sigo o así lo dejo. Les gusto este primer capitulo? Por favor dejen REWIEWS.
GRACIAS A MI AMIGO FREDDY QUE ME AYUDO CON EL CAPITULO.
SE DESPIDE.
PRONGS.
REWIEWS
