DIGIMON TAMERS 02

Capítulo dos: El virus del caos

Rápidamente tomó sus D-Ark azul y sus Digicartas, y salió de su casa, no sin antes gritarle a su abuela:

- ¡Voy a salir por un momento! ¡No tardo!

Ruki Makino había recibido hace cinco minutos una llamada telefónica de parte de Jenrya, y no creía lo que escuchó de parte de su amigo:

- ( ... Según tengo entendido, Juri vio como Takato entraba a la Jaula de Guilmon. Quizo acompañarlo, ya que pensaba que se encontraría un poco deprimido y nostálgico, pero cuando entró al lugar, vio asombrada que no había absolutamente nadie...)

- ¿Entonces...? ¿Es posible que...?

- (... no lo podemos asegurar. Juri jura que vio a Takato meterse en la antigua guarida de Guilmon, pero no podemos anticipar a decir de que... tú sabes...)

Ahí es cuando Ruki colgó el teléfono, y sin pensarlo dos veces, y tampoco sin importarle que fuera de noche, decidió investigar en el lugar en donde sucedió todo eso: En la Jaula de Guilmon, en el Parque Chuo.

Ahí mismo se encontró con Juri-Chan, que seguía en el lugar.

- Juri...- Ruki entró a la guarida. Aún había rastros de que un reptil de gran tamaño se encontraba ahí algún tiempo: Grandes excavaciones, restos de pan y algunas bolsas tiradas; todo eso completamente intacto, ya que Takato no quería arreglar el sitio porque no quería olvidar a su amigo Guilmon y quería dejar todo igual a como estaba cuando se fue para que, cuando regresara, se sintiera nuevamente como en casa.

Todos esos detalles del joven Matsuda preocupaban mucho a los demás Tamers. Ruki y Henry eran los más preocupados de todos, ya que sabían cómo se sentía.

Ellos tres fueron los primeros en recibir a sus Digimons, y después de la dura batalla contra Mihiramon, platicaron sobre el motivo por el cual recibieron tal milagro.

Los Digimons no sólo eran instrumentos de batalla, ni sus mejores amigos; Desde el momento en el que los conocen, ya forman parte de sus vidas. Desde ese momento sabían que si algún día ellos faltaran, sentirían un vacío tremendo que no se llenaría hasta su regreso.

Ahora es lo que están sintiendo en esos momentos.

- ¡Ruki, qué bueno que llegaste! – Dijo Katou – De seguro te llamó Lee, verdad?

- Sí...- Replicó Makino – ¿Y ha llegado?

- No, todavía no.- Contestó Juri. Sonrió, y comentó – Se nota que tú eres la más interesada por todo esto, ya que tú has llegado primero que él.

Ruki se sonrojó. Para disimular el rubor, se puso sus gafas de sol, y dijo:

- No-No es que me guste Takato, es sólo que...

- No me refiero a eso...- Interrumpió Juri, que a su vez fue interrumpida por la llegada de Jenrya con su hermanita Shiuchon, que estaba prácticamente pegada a él, abrazada de su pierna izquierda.

Antes de que alguna delas dos niñas preguntara algo, él explicó con una sonrisa resignada:

- Escuchó todo; No quería quedarse en casa.

- ¿Y los demás? – Preguntó Ruki.

- Yo y Juri decidimos llamarte sólo a ti... sólo para percatarnos y así no crear falsas esperanzas en ellos.- Dijo el niño de pelo azul – Tampoco queremos preocupar por lo de Takato.

Juri no entendía bien lo que sabían de sobra los dos experimentados Tamers, así que preguntó:

- ¿ Es muy grave que Takato haya vuelto al digimundo?

Ruki contestó, quitándose sus gafas y mostrando algo de preocupación:

- Si Takato en verdad está en el Digimundo y no pensó en las consecuencias de tal acto, tal vez no lo volvamos a ver...

***

- ¡Vaya, ya sólo me falta revisar dos archivos más que acaban de llegar, y podré llegar a mi casa a tomar un buen baño de espuma! – Exclamó Megumi Onodera, estirando sus brazos ya después de ocho horas de agotador trabajo en su oficina.

Después de lo acontecido con el Delipa y la revelación del Sistema Hypnos a todo el mundo, la gente comenzó a rumorar sobre más sistemas parecidos al que utilizaron en Japón. El desmantelamiento del sistema de monitoreo de redes de Japón no bastó, y la mayoría de los países de primer mundo se vieron obligados a mostrar sus propios sistemas y detener su funcionamiento para que no ocurra una revolución de proporciones mundiales.

Aún así, Mitsuo Yamaki siguió trabajando en las oficinas de gobierno de Shinjuku, gracias a sus investigaciones y pruebas sobre la existencia del mundo artificial. Al principio, el único requisito que le dieron para seguir trabajando era seguir investigando sobre los Digimons y tratar de exterminarlos definitivamente para dejar a las personas del mundo tranquilas, pero Yamaki se rehusó, y propuso otra solución: Hacer que los habitantes de la Tierra olviden todo lo que sucedió y hacerlos pensar que sólo fue un mito urbano.

- Hay que hacerlos creer que todo lo que sucedió relacionado con los Digimons, como el desastre en la Calle Meiji y el fenómeno D-Reaper, así como la destrucción de él gracias a la ayuda de unos niños, sea considerado como una historia inventada cualquiera, como un mito. – Dijo el científico, en una video-conferencia que dio a todos los jefes de estado de todo el mundo - No lo tomen como si ocultáramos algo que deberíamos de informar al máximo a las sociedades del mundo, sino una forma de proteger a esos pequeños que salvaron a la Tierra y que ahora están sentidos por lo que sucedió gracia al Programa Shaggai... Por favor, les suplico de la manera más atenta que me hagan caso. Piensen en esos niños que arriesgaron su vida y en la seguridad de sus respectivas naciones. Si el mundo pusiera guardia por un caso ya sin importancia, se armaría un caos total... De nuevo, les repito que piensen detalladamente la situación antes de algún discurso a sus respectivos gobiernos...

Afortunadamente, las palabras de Yamaki convencieron a los líderes del mundo, y todo va viento en popa en el proceso de tratar de olvidar todo lo que sucedió.

Han pasado cuatro meses de eso, y ahora Megumi y Reika consiguieron trabajo gracias a Yamaki y sus recomendaciones. Los tontos políticos consideraban a ellas dos como "personas sin importancia y utilidad alguna", pero ahora le deben algo más a su Jefe.

Claro que a Megumi no le agrada estar todo el día sentada sin hacer absolutamente nada emocionante. Por lo menos cuando estaba monitoreando el Sistema Hypnos, se entretenía más... Ahora escucha en su mente la famosa frase de que "valoras algo hasta que lo vez perdido".

- Bueno, terminemos de una vez con esto...- Se dijo. En ese momento, algo extraño apareció en la pantalla: Era un correo. Se extrañó, ya que se supone que la computadora era laboral y no había ninguna clase de correo personal en ella.

Bueno, a pesar de no tener ningún remitente, lo abrió, y se asombró al ver lo que contenía:

¿Qué es este mundo lleno de caos y destrucción?? Los que viven aquí hacen lo que quieren... ¿En verdad merecen seguir con vida...?

Casi instintivamente, Megumi tomó el teléfono y llamó a la persona más indicada para aclarar todo esto:

- ¡Disculpe, necesito llamar con el Sr. Yamaki; Es urgente!

***

¿En verdad merecen seguir con vida? La vida es sólo una pesadilla... Sufren a cada momento... Los momentos que ustedes llaman felices son completamente vacíos... No tienen razón para vivir y se guían con las normas que ustedes mismos crearon... ¿En verdad tiene caso vivir para sufrir durante toda su existencia?

- ¡No puede ser! ¡No puedo aceptarlo! – La Señora Matsuda rompió en llanto. Su esposo no podía hacer nada para consolarla, ya que también estaba igual.

Ruki, Jenrya y Juri sólo estaban frente a ellos, sin decir ni una palabra; ya con la noticia que les dijeron a los padres de Takato era más que suficiente.

Sufrir por la persona que más quieres...

Sufrir por su partida...

Saber que no lo volverás a ver...

Sentirte impotente...

Ya no tener ganas de seguir viviendo en este mundo...

Es satisfactorio para mí...

Pero ¿porqué me agrada?... No tengo ninguna explicación...

Soy como los humanos: Simplemente hago sentir a los seres vivos llenos de amargura porque esa es la misión que me he planteado en mi existir...

Soy como los virus... Me gusta enfermar los complejos pensamientos de todos...

***

- Creo que ya es momento... Poemon...

***

- (¿Y no hay rastro de Takato?) – Preguntó Ryo Akiyama a Ruki. Ambos estaban conversando por teléfono, y ella le contó a su amigo todo lo que había sucedido.

Ya pasaron dos días, y Takato aún no había aparecido. Los papás de todos los Tamers, los Tamers mismos y todos los alumnos de la Primaria Shinjuku organizaron una búsqueda por toda la ciudad y alrededores para encontrar al niño, sin éxito hasta el momento.

Al único que no pudieron contactar fue a Ryo y a su padre, que estaban de viaje por América para el torneo mundial de Digi-Cartas. Este año de nuevo ganó Ryo en Japón, venciendo no a Ruki, sino a Juri en la final.

Ryo le contó a la pelirroja que el torneo de este año fue el que más polémica causó, sobre todo por el incidente del Delipa. Aún así, a pesar de que la gente recuerda el fenómeno, todo estuvo tranquilo y toda pregunta relacionada con los Digimons y el Digimundo él se negó a contestarlas, tal como le pidió Yamaki.

- No, Ryo...- Replicó Ruki, preocupada – Sigo pensando que... ya sabes...

- (Lo sé. Bueno, si lo llegan a encontrar, dale un zape de mi parte por preocupar a todos de esta manera.)

- Trataré.- Dijo Ruki, enojada – Siempre tomas todo a la ligera...

Una pequeña carcajada se escuchó de Akiyama.

- (Recuerda que estuve un año completo en el Digimundo, así que no enojen con Takato; de seguro estará un par de meses por ahí, y luego volverá.)

- Eso espero...- Ruki se despidió de Ryo, colgó el teléfono y salió a la cocina. Como era Domingo, no tenía clases, así que hoy buscaría a Takato junto con Lee.

Su amigo en verdad le preocupaba, y más con las noticias que se han estado mencionando.

" ... En otras noticias, el servicio de administración de Redes ha reportado que un extraño mail se ha recibido por varias cuentas de correo electrónico. También agregaron que no se trata de ningún tipo de virus, pero su mensaje es preocupante para muchos. Algunos fanáticos aseguran que el Fin del Mundo se avecina..."

- ¿El fin del Mundo? ¡Eso sí que es una gran exageración!- Dijo la abuela de Ruki, escuchando la televisión portátil que compraron hace tiempo mientras preparaba el desayuno – Digo, nadie se ha muerto por recibir un virus de computadora o una amenaza indirecta, ¿no lo crees Ruki?

Ruki, que ya estaba sentada en la mesa viendo con atención el reportaje, dijo simplemente que sí.

Takato era casi seguro que se había marchado al Digimundo. Lo que le preocupaba ahora era el misterioso mensaje que llegó ayer en la computadora de su familia.

El mensaje era extraño, y le recordaba mucho a lo que sucedió hace cuatro meses... ¿Acaso tendrá relación con los Digimons?

- Es preocupante...- Comenzó a decir a su abuela – Una amenaza, sea broma o no, no se debe tomar a la ligera... sobre todo por lo que ocurrió hace poco...

- Tienes razón, Ruki... ¿Pero acaso piensas que tiene que ver con lo del Delipa? – Preguntó la señora, dejando de cocinar y mirando a su nieta a los ojos.

La pelirroja no contestó nada.

***

" Ya hace dos días que Takato está desaparecido... Acaso estará realmente en el Digimundo?"

Jenrya estaba igual de preocupado por Matsuda que Ruki, y que todos los demás Tamers y conocidos de él. El extraño mensaje electrónico lo inquietaba mucho... Si Takato en verdad está en el Mundo Digital, estará a salvo?

No era momento de pensar en eso; debía continuar su vida y acabar la tarea que le encargaron en la escuela. Al tocar el teclado, un mail le había llegado a su cuenta. Al abrirlo, como coincidencia, encontró el famoso mensaje:

¿Qué es este mundo lleno de caos y destrucción? Los que viven aquí hacen lo que quieren... ¿En verdad merecen seguir con vida...?

- ¿ Pero quién será el gracioso que hace todo esto? – Buscó el remitente, pero no había ninguno. Después de eso, más texto apareció como arte de magia, y se consternó al ver lo que decía:

Deja que el terror te invada... Digimon Tamer...

En ese instante, su computadora se apagó bruscamente, y humo empezó a salir del CPU; se había averiado. Luego, su hermanita Shiuchon fue a ver lo que había ocurrido, y sorprendida exclamó:

- ¿Pero qué pasa? ¿Porqué la computadora está echando humo?

- ¡¿Qué diablos es todo esto?!

***

- ¡Señor Yamaki, hay una extraña influencia de virus en el servidor! – Reportó Megumi, que estaba en la computadora principal. Yamaki sólo veía el monitor, mientras apretaba con fuerza su encendedor.

- ¡Demonios, con que a esto se refería ese misterioso mensaje! – Gritó – ¿Ya está activado el antivirus?

- Sí, señor.- Contestó Reika, que estaba a lado de Megumi – Pero el virus es inmune a él; no podemos eliminarlo.

Un asistente de sistemas llegó corriendo al lugar. Tomó aire, ya que había caminado bastante.

- ¿qué es lo que pasa? – Preguntó Yamaki

- ¡Señor Yamaki, acabamos de recibir una llamada! ¡La mayor parte de los servidores de todo el mundo han sido infectados por el mismo virus!

***

Ya es momento de divertirme...

Por lo pronto, entraré a su mundo por medio de la Internet...

Después, me encargaré poco a poco de acabar con sus miserables vidas...

Y así acabaré con su dolor... Ese dolor que tanto me gusta tanto provocar...

***

- No lo veo por aquí...- Concluyó Jenrya. Él y Ruki decidieron regresar una vez más a la Jaula de Guilmon para ver si Takato se encontraba ahí, pero estaba igual que como hace dos días.

- ¿Donde estará ese niño? ¡Ya me tiene muy preocupada! – Gritó la pelirroja, molesta – Después de escuchar lo que te pasó, y oír las noticias, todo esto me trae muy mala espina!

- Lo sé... A mí también.- Lee se puso pensativo – Debemos de mantenernos a la expectativa de lo que suceda. No podemos estar tan tranquilos después de todo lo que ha ocurrido.

- ¡¿Y quién puede estar tranquilo ante esta situación?! – Ruki pateó una piedra hacia fuera de la Jaula. Enseguida, un gemido se escuchó.

- ¿Qué fue eso? – Preguntó Lee, extrañado. Ruki salió afuera, esperando encontrar a Hirukazu o a Kenta doliéndose después de la pedrada accidental que ella lanzó, pero no vio a nadie.

El ambiente era extraño, haciendo que ella sufriera escalofríos. En ese instante, un grito espantoso inundó el parque, seguido de una horrorosa figura frente a Ruki que la hizo saltar del miedo.

- ¡¿Pero qué diablos es esto?! – Gritó la pelirroja. Lee salió de la jaula, para encontrar a un ser muy parecido a un fantasma con dos enormes chichones.

Uno por la pedrada y otro por un fuerte golpe por parte de Ruki.

" ¿Será...?" Sus pensamientos fueron interrumpidos por él mismo, sacando su D-Ark, que analizó la información del ser.

- "Poemon, en su etapa de desarrollo de tipo fantasma. Generalmente siempre piensa en la manera de asustar a los demás. Sus técnicas especiales son el Rayo Lúgubre y el Humo de Poe." Así que es un Digimon!

- ¡Uno muy desagradable! – Dijo Ruki, viendo al Ser Digital doliéndose de sus chichones.

- ¿Pero qué es lo que hace un Digimon en el Mundo Real? – Preguntó Henry – Se supone que si un Digimon atraviesa la barrera Shaggai, se convertiría en un simple programa...

Poemon, como respuesta a las dudas del peliazul, sacó de su pequeño frasco un papel. Ruki se lo arrebató, y lo observó:

- Parece... Un amuleto.- Dijo la pelirroja – De esos amuletos que venden en los templos...

- Si un Digimon no es protegido de la debida forma, seguro recibirá el mismo destino que el Delipa; Por eso le di ese amuleto para que permaneciera con él mientras seguimos aquí.

Ruki y Lee voltearon: Era una niña, de aproximadamente la misma edad que ellos. Tenía tez blanca, pelo azul y largo y ojos carmín. Lo que se les hacía extraño era que llevaba puesta una túnica de sacerdotisa.

- ¿ Acaso ese es... tu Digimon? – Preguntó Jenrya – Entonces has de ser una Digimon Tamer, ¿verdad?

- Así es. – Contestó la niña.

- ¿Y cual es tu nombre, si se puede saber? – Preguntó Ruki, de mal humor – Claro, si prefieres mantener tu misticismo, estás en tu derecho de no decir nada.

- Mi nombre no tiene importancia.- Contestó la niña – Lo único que quiero es que se alejen de esta zona, ya que es muy peligroso que permanezcan aquí; no podemos estar seguros de lo que pueda pasar.

- Sí, como por ejemplo que un fantasma apestoso nos asuste para ahuyentarnos, ¿verdad?

A Ruki no le agradaban ni la niña, ni el Digimon, así que no podía evitar usar un poco de sarcasmo a todo esto. Claro que la niña comprendía la forma despectiva que estaba usando la pelirroja, pero tenía que ignorar todo.

- ¡Yo no soy un fantasma apestoso! – Exclamó Poemon, ofendido – ¡El hecho de que esté formado de gas no significa que lo sea!

Ruki miró al fantasma con cara de "muérete", y no le dio otro golpe porque Lee se lo impidió.

Poemon fue con su Tamer, que se mantenía seria.

- Por favor, déjenme todo a manos mías; ustedes no pueden hacer nada en contra del enemigo. De seguro su amigo está teniendo un mal momento en el Mundo Digital, así que será mejor que no intenten buscarlo... – Concluyó, para después alejarse del sitio

- ¿Cual enemigo estás mencionando? – Preguntó Jenrya – ¡Por favor, respóndenos!

La misteriosa niña desapareció entre la oscuridad de la noche. Lee decidió no seguirla; a Ruki simplemente le daba igual que se fuera a que se quedara a decir tonterías.

Aún así... Esa chica tiene algo que ver con la desaparición de Takato. Ya saben que está en el Digimundo y aunque ella les impida ir allá, ella es capaz de hacer lo imposible por encontrar la entrada y buscar a su amigo.

Él no puede ser el único que llegue al Digimundo... Él no puede estar solo en esto...

***

Fin del capítulo dos

***

*Como ven, la historia se ubica justo cuando termina Digimon Tamers; ni un minuto más, ni un minuto menos. Takato quedará ahusente por unos capítulos, así que le haré un poco más de protagonismo a Ruki en esta primera parte.

** ¿Un poco tonto el objetivo de Yamaki de hacer olvidar todo? Claro que no; Recuerden a los Ovnis: Mucha gente los ha visto, y hasta han tenido encuentros cercanos con ellos, y mucha gente lo toma como una simple farsa. Ese es el poder político que controla al mundo.

Capítulo tonto, ¿verdad? Oigan, es lo mejor que puedo hacer, así que por lo menos si han llegado hasta aquí, me doy por servido xP Y si quieren seguir leyendo lo que sigue, pues que mejor ˆˆ

¡Nos vemos!

***

AVANCES DEL PROXIMO CAPITULO:

Ruki está confundida y quiere saber qué es lo que está pasando, así que trata de encontrar a la niña del otro día. Al encontrarla, la sacerdotisa les revela a ella y a Lee una extraña y misteriosa profecía del Mundo Digital...