"Existe un niño que vive en mí,
jugando a no quererte
pero hace tanto ruido este olvido
que no te puede escuchar
recordar que ya no estas
cuando hay olas en el mar
y cuando no tambien
cuando me siento sereno
cuando te hecho de menos
hoy puede pasar
hoy es uno de esos momentos"

Como te echo de menos, Alejandro Sanz.

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" Se ama por que se ama"



Cap 10.-: Prohibición es sinónimo de tentación.



Para todos, la clase de pociones que daba el Profesor Severus Snape, tenía un grado de tortura, variable según la casa, la paciencia y la situación. Y aunque muchos no lo creían así, Hermione no era la excepción.

Y ella no era por que la clase era aburrida -más bien la encontraba de las más interesantes -, o por que el profesor fuese un amargado y antipático con los de su casa- por que más bien sus opiniones respecto al personal docente no interferían en ella de forma trascendental o notoria- o por que el frío de aquellos días de Enero que inundaban los espacios de la mazmorra de manera increíble era verdaderamente adormecedor, si no que solo por que tenía que estar más de una hora en el mismo lugar que Draco Malfoy. Solo y nada más que por eso.

Y le era difícil por que era la vez que ella estaba más cerca de él desde la vez que hablaron frente al lago. Se había propuesto alejarse de él, no hablarle y restarle importancia a su presencia, cosa que hasta ahora había logrado con más éxito del que esperaba. Claro, reconocía que el muchacho también se había propuesto lo mismo, por que o si no todo sería bastante diferente a estas horas del partido; pero había algo que le molestaba en toda la situación. Qué podía molestarle cuando todo había vuelto a la calma de antes, es decir, volver a sus ávidas lecturas en la biblioteca, caminar sola por los pasillos, andar con sus dos mejores amigos y ser la misma estudiosa, responsable y controlada- y que nunca debió dejar de ser-, Hermione Granger...? Si ahora tenía todo lo que deseaba!! Él ya no la molestaba, mejor dicho, ya no le hablaba ni miraba...

Eso. Eso era lo que le dolía. Su extrema indiferencia para con ella.

Bueno, para que mentir, ella también le estaba dando ese trato. Con la diferencia que a él parecía no importarle y a ella si. Vaya que le importaba! tanto como jamás pensó. Era acaso que ya se estaba acostumbrando a la ironía, a las bromas mordaces, las sonrisas crueles y a las miradas lujuriosas, que le brindaba el chico rubio? Era ya una necesidad sentir cerca su perfume, su voz en su tenue susurro en su oído, su piel tan cerca, sus ojos grises mirándola, desnudándola? Demonios... si, lo era. Todo lo que antes odiaba, se había transformado de a poco en una droga... identico a una droga. Te hace daño, pero la necesitas, te adictas.

- Está de acuerdo, señorita Granger?- preguntó la ruda voz del maestro de pociones. Ella volvió a la realidad de golpe y le miró con asombro.

- Con qué profesor?- preguntó tímida y con las mejillas teñidas de rojo. Sorprendidos, todos los alumnos se giraron a verla, e incluso el profesor parecía levemente sorprendido por la poca atención de la alumna- emoción que ocultaba con una gran sonrisa de satisfacción-.

- No estaba atenta, señorita Granger?- preguntó Snape, mirando el pergamino sin apuntes de Hermione.- por qué mejor no se saca los dragoncitos de la cabeza y pone atención a MI clase?

- dragoncitos?- Hermione puso escuchar como Ron murmuraba eso y algunas palabrotas más cuando cayó en cuenta de la indirecta del pérfido profesor.

- Profesor, lo siento mucho.- dijo Hermione, sin mirarle.

- Con eso no evitará el castigo que cumplirá con el señor Filch- dijo Snape, volviendo a la cabeza de la clase. Hermione notó que los tres pizarrones del aula, si se le puede llamar así al lugar donde se enseñaba pociones, estaban copados de instrucciones para preparar una poción para lograr la invisibilidad. Posó sus ojos marrones, en el profesor- y además, claro está, los 20 puntos menos por faltarme el respeto al no poner atención y 20 menos adicionales por no escribir la teoría sobre las pociones convencionales de Marius Luivé - anunció, dejando a todos los Gryffindor sorprendidossu severidad.

- Profesor, yo me la sé!- anunció Hermione, en un esfuerzo por acumular algunos puntos o al menos, no quedar tan mal frente al profesor- yo sé el contenido de aquella teoría creada en el siglo 19!

- si?- preguntó socarronamente Snape, volteándose y dirigiendo su sombría mirada a la chica de cabellos rizados.- pues espero su ensayo de seis pergaminos para la próxima clase.

Dichas las últimas palabras, el timbre que indicaba el final de la clase sonó y todos los alumnos, mayoría Gryffindor, comenzaron a tomar sus cosas con un suspiro de alivio.

- Genial, castigada- murmuró Hermione, tapando su tintero de plata- nunca me habían castigado por no prestar atención! Casi nunca me castigan... digo casi nunca por que no es un "nunca" rotundo... Y demonios, por no prestar atención!!

- es que nunca haces eso, Hermione- dijo Harry- pero bueno, los puntos los recuperaremos en menos de lo que canta un gallo.

- Estoy castigada y más encima perdí 40 puntos, Harry...- Hermione tenía la voz entristecida

- Y los recuperarás en las demás clases, no Ron?- preguntó Harry, pero nadie contestó. Los muchachos algo extrañados se voltearon a ver si aun seguía en la sala. Y si, ahi estaba, hablándo con...Malfoy.

**


Ciertamente, la vida le había cambiado drasticamente desde aquella conversación en el
lago. Bueno, no se podía quejar, pues todo era como antes, solo que un poco más frío y marcado por la indiferencia. Marcado por ella en un principio, pero en forma más extremista por él.

Y al parecer, ya no había vuelta atrás, por que sabía que ella no le hablaría y él menos. Ambos eran muy orgullosos cuando se trataba de... de peleas.

Tenía, apesar de la enorme tentación que le acariciaba, que tener los ojos fijos en la pizarra. No podía mirarla, tenía que simular que no existía, como hacía siempre. Pero... es algo casi imposible tratar de borrar la escencia que una persona ha dejado en ti, cuando esa persona es especial de alguna forma, cuando aún recuerdas sus expresiones, los detalles de su rostro, cuando estás cerca de ella. Parecía más fácil que el se fuese a vivir al mundo muggle que evitar mirarla. Es que acaso ella había puesto algún hechizo en él? no... sabía que no era por eso. Pero claro, tampoco era por amor. Cómo iba a ser por eso!! Si el amor no existe... siempre se lo habían enseñado así y de esa forma lo había aprendido. Además, para que el amor si se puede obtener placer sin tenerlo? Esa era su filosofía se vida y no la iba a cambiar por ideas estúpidas y juveniles, de las que estaba seguro, se reiría cuando fuese viejo.

- No estaba atenta, señorita Granger?- preguntó Snape. Draco pareció caer desde un precipicio por al manera en que saltó en su silla, desconectandose de sus pensamientos en los que se hayaba sumido la mayor parte del día. - por qué mejor no se saca los dragoncitos de la cabeza y pone atención a MI clase?

- drag...?- Draco no terminó de preguntarse cuando un suave color rosa se apoderó de sus mejillas.

Pues, la habían castigado y quitado puntos a los estúpidos de Gryffindor. El Draco normal se hubiese reído y burlado, pero este solo optó por quedarse callado, aunque sin poder evitarlo, con una sonrisa canalla.

El timbre sonó al fin y Draco se apresuró en recoger sus cosas para salir del lugar y de su apestoso aire viciado.

- Draco, vienes?- preguntó Pansy, mientras tomaba su caldero y lo guardaba con sus demás materiales. Le respondió afirmativamente, claro si entiendes un gruñido como un "si" .

Terminó de dejar todos sus materiales ordenados y limpios y se predispusó a salir, pero una persona de cabello rojo - color del que ya se estaba hartando- le interceptó.

- Malfoy- dijo Ronald Weasley, con una mueca de odio en su rostro pecoso y de aspecto de comadreja.(n/a eso piensa Draco, no yo!)

- Te aprendiste mi apellido, genial.- dijo Draco burlón y trato de esquivarle, pero este le impidió el paso.- vamos Weasel, sale que me estorbas.

- Tú me estorbas- dijo él muchacho.

- Yo?- preguntó con una mueca de sorpresa bastante exagerada.- En qué, en el dinero, las calificaciones, la popularidad, ...?- dijo, contanto con los dedos-

- Con Hermione- dijo Ron y los rostros de ambos chicos se volvieron serios.

- Con esa no tengo nada que ver así que si piensas que soy un "estorbo" y que tengo alguna propiedad sobre ella, déjatela, "te la regalo"- dijo enfadado.

- No juegues con nosotros-. dijo secamente el Weasley.

- Ron!- llamó "El cara partida" de "Harrytto" Potter, como si buscase a su amado. (n/a impresión de Draco)- Está molestando?

- Ya no- dijo el cabeza de rábano y ambos se alejaron, esperando a su amiga que hablaba con el profesor Snape, seguramente sobre su castigo.

- Bastardos- gruñó y se marchó del aula, no sin antes mirarla.

Maldición, se le estaba escapando de las manos nuevamente...

Pero eso era solo una gota resbalada ...

**


Hermione dejó de limpiar el suelo y se levantó, secando el sudor de su frente con el brazo y curvando sensualmente el cuerpo. El reloj indicaba ya la media noche y hace tres horas que estaba limpiando los pasillos cerca de las mazmorras, como había ordenado el "benévolo" Snape. De pronto, alguien se acercó a ella y la tomó por la cintura, volteándola para que le mirase, con un brusco movimiento.

Hermione pestañó sorprendida, mientras sentía el gris, lleno de un erotismo que empapaba su mirada, observándola y volvía a sentir el perfume de Draco Malfoy cerca de ella...

Demasiado cerca.

**

del caudal que se derramaría...

pronto.






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HOLAAAAS!

Estoy muy feliz, a pesar de que me duele todo el cuerpo por un viaje muy cansador que hize al sur de mi lindo país, pero aqui, para que lean más! Ah, y saben? de verdad les quiero contar esto: En Chile, hay una festividad religiosa- más bien una peregrinación- que se hace en Yumbel, para ir a ver a Sn Sebastián. Bueno, y a parte de todo el comercio que se da ( y con el que salí ganando), toda la gente que va ( todos los "minos" que van :D~~~), hay algo que da mucha pena, que son los mendigos. De verdad chik@s, esten felices de que estén bien!! De que ningún problema es demasiado grande como el de otras personas, de que estén san@s. En serio, fue algo tan fuerte ver a esas personas y saber que, cuando me estoy quejando por problemas que creo gigantes, al lado de esas personas pasan a ser estúpideces de niña chica; que creí necesario decirselos... (* Akane se encoge de hombros*)

Y bueno, creo que me volvió la inspiración con estar viendo fotos en Malfoy Obsession... uf!! ( y el cap es corto... jaja)
Esperen el siguiente capitulo... le tendré que subir el rating? Se quemará el computador de Akane?
jajaja quién sabe! XD No en serio, espero que el próximo capítulo esté pronto en internet...
Abrazos a todos los que aun leen el fic y que aun me dejan reviews... y a los que no, pos igual!^.^


*Akane Wakashimatzu de Lioncourt y su ayudante Serpiento Enkil Nicasio - en una serpiente de plata^^- *

["No podéis resistir a los Señores de la Noche. Ellos no tienen piedad de vuestro sufrimiento. Encuentran placer en vuestro miedo" --- Frag. de ´Lestat, el vampiro´]