"No te pares frente a mí con esa mirada tan hiriente
Puedo entender estrechez de mente
Soportar la falta de experiencia
Pero no voy a aguantar estrechez de corazón
No vuelvas a hablar así
No rebajes esas relaciones
Si vivimos de cariño y besos
No me digas de odios y traiciones ..."


Estrechez de corazón, Los Prisioneros.
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" Se ama por que se ama"



Cap. 14 : Te escondes tras la sombra de tu ser.





El viento frío que solía recorrer esas latitudes del antiguo castillo, no se hizo esperar y apareció una vez más, removiendo los cabellos y las capas de los estudiantes, para luego perderse en el fondo del pasillo oscuro.

- Lamento interrumpir- dijo Ron, cruzados de brazos.

- Ron... mira, lo que viste...- Hermione trataba de explicarse, pero las palabras no querían acudir a su boca y sus manos se movían tratando de hallarlas.-

- Hermione...- irrumpió Ron, con una voz extrañada- tenemos que hablar en ... otro lugar.

- Si, vamos- dijo Hermione y le dirigió una rápida mirada a Draco, que parecía estar feliz por el hecho de que el pelirrojo hubiese visto aquella "escena".- Vamos...- repitió, con un tono decepcionado.


Ambos Gryffindor caminaron en absoluto silencio, con el compás acelerado de sus pasos resonando en sus oídos. Hermione llevaba la vista pegada en la punta de sus negros zapatos de colegio, sin atreverse ni tan siquiera mirar la espalda de Ron, que caminaba adelante de ella.

- Garras de león- dijo Ron, con tono distraído. El cuadro de la dama gorda les dio paso, mirándolos extrañada.

La sala común estaba completamente vacía, excepto por los muebles y las indumentarias dejadas con descuido allí. La chimenea estaba apagada, y un sutil aroma a madera quemada inundaba el lugar.

- Hermione...- Ron dejo de caminar, cuando estaban cerca de las escaleras.- Mira, en verdad quiero que me digas algo.

- Qué?- preguntó en susurro la chica, levantando levemente la vista para mirar a su interlocutor.

- Tu amas a Malfoy?- preguntó, asombrándose a él mismo y claro, a Hermione.

- Amor es una palabra tan enredada, Ron...- confesó Hermione sentándose al pie de las escaleras y abrazando sus rodillas.-

- Créeme que lo sé... - Ron se sentó a su lado- Incluso... creo que de eso tengo que hablarte... más que mal, te seguí para eso.

- Ron, lamento todo esto, yo no quiero que tu sufras o te sientas mal...- comenzó a decir Hermione, pero el muchacho la interrumpió acariciándole la mejilla.

- De eso quería hablarte... lo que pasa es que no me hirió verte con Malfoy... tan solo me molesto, pero por que eres mi amiga.

- Qué significa eso, Ron?

- Que el amor es un espejo de dos caras... y no sé cuando quede del otro lado...

Hermione le miró, sin entender. Ron no la estaba mirando, si no que observaba cada detalle del lugar que le rodeaba, como si nunca hubiese reparado en él.

- No sentí celos, Hermione.- declaró Ron, levantándose- no sentí nada, más que molestia.

- No me amas, cierto?- preguntó Hermione, no triste, si no que sorprendida del modo en que había pasado. Ella también se levantó, para mirarle a los ojos y ver si a través de ellos entendería algo más que no necesitara palabras.

- Recuerdas que me preguntaste si quería que volviéramos a ser amigos como antes?

- Claro que lo recuerdo.- dijo Hermione, sintiendo el intrépido rayo de sol que se colaba por la ventana, de golpe en su rostro.

- Acepto.- dijo Ron, con una media sonrisa.

Hermione, se sintió culpable al no poder ocultar una sonrisa de felicidad. En verdad, lo que menos en el mundo quería era hacer sufrir a Ron, su amigo y la persona que , a pesar de las riñas, quería y que la había acompañado siempre.

- Vamos, que tenemos clase.- dijo Hermione, con ojos vidriosos.

- Oh, si!- lamentó Ron, poniendo una mano sobre su rojo cabello.- Cuidado de criaturas mágicas!

- Historia de la magia- corrigió Hermione con una sonrisa- cuando te aprenderás el horario?

- Cuando tu repruebes un examen- dijo, sacándole la lengua como un niño pequeño.

- Que malcriado... ya te voy a enseñar a respetarme!- dijo Hermione alegre, mientras le daba un suave golpe en el pecho.

- Hey! no al maltrato infantil!- bromeó Ron, haciendo una mueca de enfado bastante sobreactuada- No vez que aun soy un indefenso y casto niño?

- Y yo soy Madonna...

- Quién es Madonna? - preguntó Ron. Hermione le tomó de la mano y lo llevó hasta el cuadro de la dama gorda.

- Tenemos clase, vamos!- dijo Hermione afirmando el bolso que aun seguía colgando de su resistente hombro. Ron escondió un libro que se asomaba por su bolso mal cerrado y le sonrió.-

- Vamos a dormir.- dijo, con una sonrisa.

- Yo no te daré los apuntes.- amenazó Hermione

- Oh, tu no eres mi verdadera amiga!

El cuadro de la dama gorda se abrió.

- Ya quería saber donde estaban!- entró Harry, con una cara de alivio notable.- Se esfuman y me dejan solo! Y más aún, están peleando!

- No estamos peleando.- contestó Hermione, con una sonrisa.

- Abrazo de trío!!!!- gritó Ron y todos se abrazaron, una Hermione más feliz que en mucho tiempo, un Ron más alegre que nunca y un Harry, totalmente confundido.

- Que pasó que yo no supe?- preguntó Harry, recogiendo su bolso del suelo.

- Tu nunca sabes nada, Harry- bromeó Hermione y miró el reloj de la sala común- pero miren la hora!! Vamos a la clase de Binns!!!- dijo y corrió frente al retrato, que con el decir la clave correcta, se abrió inmediatamente.

- Historia de la magia!- Harry puso cara de desconformidad con el horario que se les había dado (y que él no se había aprendido).

- No te preocupes, Hermione nos dará los apuntes.- le guiño un ojo, Ron.

- Te escuché, Ronald Weasley- dijo Hermione,con voz de reproche en broma.

Minutos después, los tres amigos- cosa que tal vez nunca debieron dejar de ser-, salían por el cuadro de la dama gorda, conversando animadamente, como en los viejos tiempos.


Lo único que importaba que ahora, eran amigos y felices. Oh, podría pasar cualquier cosa!!!
Podía llegar tarde a todas las clases, perder todos los puntos, podría derrumbarse el castillo, podía aparecer Snape bailando un exotico ritmo, podría...

Aparecer Malfoy.


**


Después de que los Gryffindor se habían marchado, el se había dejado caer por la fría pared, hasta quedar sentado en el suelo.

Bien, esto era simple. Se le había tirado una vez más a Granger. Una vez más, se había dejado llevar por su maldito débil corazón y por su maldita testosterona! Pero... bueno... ¿ Qué habría pasado si Weasley no hubiese llegado? Hasta donde habrían llegado? ... Tan lejos como la otra vez?

Preguntas, más imbéciles preguntas.

Si él se había dicho que no habrían más cuestionamientos!!

Pero... el simple hecho de esa insinuación, de ese brillo en los ojos de ella, ese cuerpo exitado cerca del de él, todo... Cómo no iban a haber preguntas? Cómo, si el era un Slytherin respetado, admirado e incluso temido, con un potente apellido (n/a que creían que iba a escribir?), un apellido que tenía que llevar con el semblante altivo, pisoteando a todos los que no valían ocupar el mismo terreno que él... los malditos muggles, squib... y sangre sucia.

¿ Si ella fuese hija de magos sería todo diferente?

No, por que sería gryffindor igual, sería amiga de esos malditos imbeciles igual, serían enemigos igual... Maldición!! Y si... No. Las relaciones que pasaban el limite de la diversión entre los Gryffindor y Slytherin nunca habían terminado bien. Espera... pensando en algo serio, Draco Malfoy? Qué Granger te lavó el cerebro, o que?

De momento estaba de pie, frente a la pared y con el puño pegado a ella. Un pequeño hilo de sangre tibia resbaló por su piel, y retiró la mano empuñada. Observó su sangre, con el ceño fruncido.

- El Malfoy se me escapa- dijo, estirando los blancos dedos y recuperar un poco la movilidad de su mano entumecida.

Tomó su bolso, y echó a andar, con paso lento y despreocupado. Estaba sumido en sus pensamientos, en sus ideas y en sus peleas internas. Por qué Granger le tenía que causar todos esos dolores de cabeza, todos esos...sentimientos?

- Draco, toca " Herbolería" - dijo Crabbe, que le había visto a lo lejos y, junto con Goyle, se había acercado a su "amigo".

- Herbología, tarado- gruño Draco.- Vayan ustedes, yo voy al baño- dijo antes de desviar el camino doblando una esquina.

- El baño no esta para el otro lado?- preguntó Goyle

- De seguro que Draco usa uno especial...- "razonó" Crabbe.

Los gorilas se encogieron de hombros y siguieron su camino, hablando de la comida que se presentaría en la cena.

Draco comenzó a aminorar el paso, al ver que los estudiantes que circulaban por allí eran mayoría Hufflepuff y Gryffindor de 6 año.

- Que clase les tocará a estos?- preguntó más para si mismo que para nadie.

- Mira, que los dos bombones de Hogwarts se han juntado en este pasillo!- susurró una Hufflepuff a una amiga.

- Si Malfoy esta como quiere...- dijo la otra chica, escudriñando con la mirada al chico rubio. Draco rió para si mismo.

- Pero no te olvides de Harry Potter!.- exclamó con aire ofendido la otra.

- Pero Malfoy es mejor... ay, no sé!- dijo la otra chica, confundida.

" Me comparan con Potter?!" pensó Draco, sorprendido. " Con ... eso?!"

- Que suerte tiene Hermione, abrazada a Harry y a Ron, que también es una hermosura...- dijo otra chica, con envidia.

Draco se volteó, y justamente se encontró con aquella escena descrita por una de las hufflepuff que estaban a sus espaldas : El famoso trío sonriente e inseparable de Gryffindor.

- va a haber pelea!- susurró un chico, emocionado ante la perspectiva de una emocionante disputa. Draco no prestó atención a más comentarios y con un pequeño ardor en el estómago, se acercó a ellos.

- Se reunio de nuevo el trio maravilla?- preguntó, mirando a Ron con todo el odio que se podía entregar en una simple mirada. Bueno, simple no. En toda mirada de un Malfoy.- El carapartida gay Potter, el pobre muerto de hambre y harapiento Weasley, y... - Draco se detuvo y luego sonrió- la inapetecible ramera Granger. Los amiguitos de nuevo.

- Y eso te importa, Malfoy?- preguntó Harry, molesto por el apelativo "gay", pues eso era lo que menso era. Claro, también por lo que le había dicho a sus amigos.- Que tu no tengas amigos no es nuestro problema.

- Y que tu no tengas bolas no es el mío, así que no debería decirte gay.... tienes razón- molestó Draco.

- Ron...- susurró Hermione en un hilillo de voz, como si tuviese la garganta afectada. Draco miró y vio que Hermione hacia todos sus esfuerzos por evitar que el pelirrojo se le tirara encima y le llenara de golpes. Evitaba el conflicto o que alguno de los dos saliera perjudicado?

- TE VOY A LAVAR LA BOCA, ASQUEROSO SLYTHERIN!- gritó por fin Ron, deshaciéndose de Hermione, quién le miró preocupada.

- trata, Weasley- provocó Draco.

- Ron, Harry, Malfoy...- dijo Hermione, sin mirarlos y con una voz temblorosa- Ya tenemos 16 años todos, deberíamos comportarnos de acuerdo a nuestra edad. Si tenemos conflictos es por que obviamente esas cosas no se pueden evitar, pero no es para hacer un espectáculo público... además, acá están interfiriendo cosas que algunos no entendemos, así que mejor no hagamos problemas y vamos ya a nuestra clase, por que no quiero tener problemas hoy y supongo que ustedes tampoco los quieren. Y, por último... - la chica levantó la vista- Malfoy... te molesta acaso ver la felicidad ajena? Todo iba bien hasta que pareces tu... mejor sería que no existieras, que no te conociera, que nunca... nada!!!- su voz dejó de escucharse para dar paso a su llanto reprimido.

Ron se acercó a Hermione y la abrazó.

- Somos unos tontos todos- le susurró. Luego observó que todos los demás alumnos se habían quedado atónitos observando la inusual escena.- QUE NO VEN QUE TENEMOS CLASE?! VAYANSE DE AQUÍ, MIRONES!- gritó y todos comenzaron a entrar en el aula de Binns.

- Granger, deberias tomarte algo para tu periodo, andas muy sensible- dijo Draco, para tratar de no perder su semblante altivo. Aunque...estaba realmente dolido por las palabras de la muchacha. Cada una de ellas parecía una espina enterrada en su piel de forma salvaje y al parecer, estas espinas tenían un horrible veneno...

- Malfoy, vete a donde te llamen, de acuerdo?- dijo Harry, y se acercó a sus amigos.

- Quédense ustedes con su estúpida amistad, mal nacidos.-

- Y quédate tú con tu maldito vacío! - le gritó Hermione, entre sollozos.- Quédate solo, asquerosamente solo!! No te dejes querer y te verás como un desdichado perro!

- Tu no entiendes, así que te callas.- contestó Draco- tu sigue encerrada en tu mundo y púdrete entre tus libros! Por eso nadie te soporta más de un año, por eso no tienes más amigos que estos tontos, por eso es que nadie te ama!

Demasiado lejos, Draco Malfoy.

**

Hermione recibió aquellas palabras como si fuesen el más poderoso cruciatus. Su respiración pareció detenerse, igual que su corazón. Un atronador silencio le tapó los oídos y las lágrimas dejaron de nacer de sus ojos.

"...nadie te ama..."

Las palabras seguían volando en el aire, o era que ella las seguía escuchando para convencerse de que Draco le había dicho aquello. Ella sabía que él era cruel, irónico, mordaz... pero no tenía que ser así con ella! Que lo único que había hecho era amarlo...

Todo se aclaró en ese instante. Por que le dolían esas palabras, por que lloraba por él, por que le embelesaba su perfume, por que la electrocutaban sus besos...

Lo amaba. Y no había razón para ello, pero le amaba.

De pronto, todos los sonidos volvieron de golpe a sus oídos, como si hubiesen puesto un altoparlante muggle a su lado.

- Repite eso y estás muerto!- dijo Harry. Hermione se vio con las manos en los oídos y a Ron y Harry gritándole toda clase de insultos a Malfoy. Notó también que todos blandían sus varitas peligrosamente.

Ella se acercó a los muchachos, que al solo sentir sus pasos se dieron vuelta.

- Malfoy... - dijo Hermione- tu no puedes hablar por que simplemente no sabes lo que es el amor.

Dicho esto, entró al aula seguida por sus amigos.

Afuera, Draco se había quedado perplejo.


**

Le habían estado insultando sin que las palabras de los otros Gryffindor le tocasen en lo más mínimo, mucho menos sus amenazas infantiles.

" No sabes lo que es el amor..."

De ella se esperaba cualquier cosa, un golpe, un hechizo, un discurso... cualquier cosa, menos esas palabras.

No. Eso era demasiado.

Pero querías chocolates, Malfoy? La habías insultado y eso te merecías. Pero... ya le habían dicho eso, y nunca le había dolido. Nunca. Y ahora, parecía que un torrente de piedras habían caido en forma pesada en su estómago, y que el corazón le ardía como si hubiese sido envuelto en llamas. Por que esas palabras tenían que sonar tan hirientes, tan malditamente crueles, cuando salían de su boca? De esa boca que había probado, de esa boca que ansiaba, de aquella que le era prohibida y por ello tentadora... Por que si lo decía ella era tan terrible?

Comenzó a caminar arrastrando los pasos como un niño reprendido, con el bolso al hombro y la cara ensombrecida.

Evitó ir a la clase de Sprout, y se dirigió al baño más cercano.

Draco, al llegar, tiró su bolso lejos y camino hasta el lavabo más próximo y se apoyo en el, sin mirarse en el espejo. Y cuando lo hizo, se sorprendió al ver el reflejo que este le ofrecía.

Era la misma expresión que se había negado a demostrar hace tiempo, cuando su abuela había muerto. Era la expresión más insólita que podía aparecer en esos momentos. No... era la única.

Tristeza.

Abrió la llave y dejó que el ruido del agua chocando con la loza del lavamanos llenara el baño. Luego, puso sus manos blancas bajo el pequeño torrente y con el agua acumulada en ellas, se mojó una y otra vez el rostro, como si quisiera lavarlo. Como, más bien, si quisiera borrar todo vestigio de aquella emoción. Y cuando volvió a mirarse en el espejo, vio que no había desaparecido.

Y entonces, una idea abstracta, sin forma, sin lógica y sin sentido, se instaló, imperturbable, en su mente.

Pero... mojó más su rostro, e incluso su cabello. Hundió las manos frenéticamente en la mata de pelo rubio platinado que tanto le destacaba del resto, demasiado confundido como para encontrar el fundamento de algo.

Pero la idea se hallaba instalada en su mente, como si hubiese tenido raíces y para arrancarla se tuviese que sacar con ella el cerebro. Pero ... era algo sin pies ni cabeza!!!

Bueno, siempre había sido así. Nada tenía un principio... y esperaba que no un final.

Demonios, esperaba que todo esto no terminara!! Que era masoquista o qué?

No, era humano.


Y entonces la idea tomó más fuerza que nunca.

Debía disculparse...

Aunque no supiese como.








Hola!!! Pues no sé quién me dio más pena en este capítulo, si Hermione o Draco... creo que se dijeron cosas...algo fuertes ( o la recibieron de esa forma). Pero bueno, se resolvió en dos puntos la historia, no? Todos se dieron cuenta de algo, y lo aceptaron...

Bueno, espero que este capitulo- que encontré un poco " denso"- les haya gustado y pos, si quieren, me den un review con su opinión al respecto. Y, de como creen que Draco se "disculpará"... recuerden que es un Malfoy... es un poco difícil... no? ^^

Saben? creo que el cap 18 ( que empezaré a escribir hoy o mañana ) será algo... diferente. Por eso más que nunca quiero su opinión por estos capitulos!! Ya leerán, ya leerán.

Bueno, me despido...

Byes!

*Akane Wakashimatzu de Lioncourt. *

[ "Os tomaremos con amor, os desgarraremos con pasión, y os liberaremos con la muerte. Nadie podrá decir que no estaba advertido." -- Fragmento "Lestat, el vampiro." ]