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Capítulo 08 Dentro de Tí

Sobre monstruos, amor y otras ilusiones.

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Notas

Los personajes de Slayers pertenecen a su creador.

Mis disculpas por lo mucho que ha tardado en salir este capítulo, pero de vez en cuando llegan los días de "rush" y no puede una hacer mucho. Espero que les agrade este capítulo.

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Gourry observaba impaciente al barco pirata, esperaba que Lina saliera del barco de un momento a otro. Zelgadis iba en brazos de la otra quimera, quien aún no confiaba demasiado en los demás hombres. De momento el brillo rojizo del pirata envolvió el barco.

"¡Deténganse!" Gritó Gourry con desespero. Todos volvieron la vista al barco pirata. La madera en cubierta comenzó a temblar, mientras Lina continuaba impasible. Todo se estremeció bajo sus pies, pero antes que pudiera perder el balance, se elevó por los aires.

"¡LEVITACIÓN!" Desde lo alto observó cómo el pirata se fundía con el barco mismo, que cobraba vida. La cabeza del dragón incrustada en la popa del barco se volvió a mirarla con ojos llenos de rabia. La madera se volvió parte del cuerpo del dragón y las negras velas del barco se rehicieron formando dos enormes alas. El dragón las agitó furioso y se elevó un poco del agua, escupiendo una enorme bola de fuego hacia donde estaba Lina.

"Que mal genio tienes Gaarv." Dijo Lina mientras esquivaba ágilmente.

Un ensordecedor rugido fue la única respuesta y la bestia se dirigió a toda marcha a su encuentro en el aire.

Al principio sólo esquivó varias veces al dragón y algunas bolas de fuego. Luego comenzó a probar algunos hechizos contra la bestia para ver qué efecto tenían. Bola de fuego, flecha congelante, flecha de fuego, lanza de elmekia, vid astral. El dragón era bastante resistente. No podía utilizar algunos hechizos mayores por miedo de perder el balance al estar levitando.

El dragón Gaarv lanzó otra bola de fuego en su dirección y Gourry no pudo evitar gritarle a Lina que tuviera cuidado. Justo en ese momento, el dragón se fijó en la pequeña embarcación que se dirigía al Hanzoku.

"Kuso Gourry, ¿por qué tenías que hablar?" El dragón se dirigió hacia ellos y Lina tuvo que levitar más rápido para interponerse en el camino de la bestia.

"¡GAARV!" Le gritó y la bestia se detuvo en sus intenciones brevemente. "Es a mí a quien quieres."

"Te equivocas bruja. Quiero a la quimera." La voz era apenas entendible.

"¿Y por qué un ser tan poderoso necesita a una quimera?" El dragón sonrió, o al menos, eso le pareció a Lina.

"Para ser aún más poderoso. Y con dos quimeras puedo ser dos veces más poderoso."

Lina observó de lejos el barco donde estaban las quimeras. Una de ellas parecía al borde de la muerte y la otra simplemente no era el Zel que ella había conocido en el Hanzoku. *Esas no son dos quimeras, son la mitad de una.* El pensamiento le brindó un poco de luz, seguramente Gaarv no había utilizado un hechizo para crear una quimera completamente diferente. *Es la misma quimera...*

"Obviamente algo salió mal, ¿no lo crees así Gaarv?, porque desde aquí sólo veo a la misma quimra."

"Eso no importa, será la misma quimera pero ahora tiene el poder de dos." Rugió el dragón confirmando las sospechas de la Ruu Miko.

Debía hacer algo y pronto, el dragón se disponía a lanzarle otra bola de fuego que tendría que esquivar y eso le permitiría el paso.

"Espera, podemos hacer un trato." Le dijo con su sonrisa más seductora.

"Un trato?" Lina sonrió maléficamente.

"Yo quiero parte de ese poder." El dragón la observó un rato. Él conocía las historias acerca de la avaricia de la Ruu Miko y también las historias acerca de lo poderosa que era. Aunque con lo último que había visto de ella, no necesitaba las historias. Ella definitivamente era poderosa. Una idea se formó en su mente.

"Sólo si eres parte de mí... sólo así puedes participar de ese poder." Le propuso.

"¿Cómo puede ser eso?" Preguntó curiosa.

"Puedo absorber tu poder, así como pienso absorber a la quimera, serás parte de mí, no perderás tu conciencia, sólo que estará bajo el dominio de la mia." Le respondió el dragón.

"¿Practicamente me fundiré con tu alma?" Volvió a cuestionarle.

Gaarv creia estarla convenciendo. "No, nuestras almas no se fundirán, así estarás completamente consciente y podrás disfrutar plenamente del poder que compartirás conmigo, que será aún mayor junto con el tuyo y el de la quimera."

Vio como Lina lo meditaba, finalmente una sonrisa adornó los labios de la Ruu Miko.

"Entonces... quiero ser parte tuya... Quiero participar de ese poder."

El dragón extendió su garra hacia ella en muda invitación y Lina levitó hasta la garra del dragón, permitiéndole sujetarla.

"Que así sea." Dijo la bestia.

Levantó uno de los enormes escudetes que cubrían su pecho y Lina pudo ver la oscuridad que llenaba el interior de la bestia. El dragón la acercó y la obscuridad saltó a donde se encontraba Lina, envolviéndola y capturándola, para luego regresar a su lugar.

"¡¡¡NOOOOOOO!!!!! ¡¡¡¡¡LINAAAA!!!!"

El aura del dragón se hizo más brillante y al cabo de un rato dirigió una perversa mirada al pequeño bote.

"Ahora ustedes dos, quimeras, formarán parte de mi al igual que la Ruu Miko." Agitó sus alas y fijó la ruta hacia el bote.

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Lina sentía la obscuridad alrededor de ella, densa, como una especie de substancia en la cual flotaba su cuerpo. Imágenes de destrucción pertenecientes a Gaarv tratarón de invadir su mente.

*Ahh Gaarv, no creas que soy tan débil, no te será fácil dominar a la Ruu Miko.* Pensó sonriendo. *Antes seré yo quien te domine, ya que donde estoy no puedes luchar contra mí.* Permitió que su aura fluyera hacia la de Gaarv. Y a pesar de que su aura era más pequeña que la de él, era más densa y fuerte.

En pocos minutos sintió que comenzaba a tomar control sobre Gaarv, aunque no hizo ningún intento por dejárselo saber. Simplemente dejó que el dragón creyera estar en completo control. Cerró los ojos y se concentró un poco más. Finalmente, cuando volvió a abrirlos ya no estaba la obscuridad, ahora podía ver el pequeño bote, con sus amigos adentro. Sonrió maquiavélicamente.

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Gaarv comenzó a descender hacia el pequeño bote, con la única intención de volcarlo y capturar a las quimeras antes que se hunideran en el agua. Pero no bien se estaba acercándo, una fuerza interna lo hizo desviarse.

"¿Qué sucede?" Rugió furioso, pero no podía controlar el rumbo. Pasó el Ryu Dorei y pasó el Hanzoku y seguía alejándose.

"KUSO." Maldijo al escuchar una risa levemente diabólica dentro de su cuerpo. *Ruu Miko...* Fue lo único que pudo pensar.

De pronto, cual si fuera el arrullo del mar, pudo distinguir una voz.

"Obscuridad más allá que la noche..."

Trató de desviar el rumbo, pero la fuerza lo sujetaba.

"Carmesí más que la sangre que fluye..."

"Enterrado en la corriente del tiempo... es donde reside tu poder."

"Prometo conquistar a todos los tontos que se opongan al poderoso regalo otorgado a mis indignas manos... ¡DRAGON SLAVE!"

Ni siquiera tuvo tiempo de expresar el dolor desgarrador que surgía de su pecho. Una enorme bola de obscuridad lo envolvió, haciéndose más y más grande, cubierta de rojos halos de luz. Hasta que la retumbante explosión hizo vibrar el lecho marino.

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Lina despertó y reconoció su camarote en el Ryuu Dorei. A su lado Gourry estaba como dormido en una silla, con rostro preocupado.

"¿Gourry?" El pelirubio se despertó de inmediato al escuchar la voz de la Ruu Miko.

"¡Lina!, al fin despiertas!" Gritó aliviado.

"¿Qué sucedió?" Dijo tratándo de levantarse pero Gourry no se lo permitió.

"Derrotaste a Gaarv, estuvimos mucho rato buscándote, pensabamos que te habías ahogado." Le dijo Gourry aún preocupado.

Lina lo tomó de los hombros y lo atrajo a sí, plantándole un ardiente beso.

"Ahora me siento mejor." Gourry estaba levemente ruborizado. "¿Cómo está la quimera?"

"Es extraño, ahora que lo preguntas. Ya no son dos quimeras, en el momento en que surgió la explosión fue como si se fundieran, ya luego sólo quedó una. Y Val está seguro de que es Zelgadis, aunque todavía no ha despertado." Lina no pareció sorprenderse por la noticia.

"¿Ya estamos de camino a Seiryuun?" Le preguntó con una sonrisa.

"Hai." Le aseguró Gourry.

"Muy bien, entonces... ¿dónde está la comida?" Dijo golosamente y Gourry no pudo más que sonreir. La Lina que conocía estaba de vuelta y en perfecto estado.

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Después de dos días de viaje finalmente se acercaban a Seiryuun. La Ruu Miko se encontraba disfrutando del paisaje que le ofrecía el mar. Junto a ella Gourry descansaba reclinado del barandal en cubierta.

"Gourry... ¿Cómo es la vida en el palacio?" Le preguntó con la mirada perdida en el azul del cielo y el mar.

"Pues... No tiene nada en comparación con la vida en libertad, sobre el mar." Le contestó.

"Ahh... Pero en palacio hay mucha gente rica, acaudalada... ¿Hay bailes verdad?" Gourry asintió.

"Hay bailes, todas las chicas se visten con trajes muy extravagantes, se rien de cosas sin sentido. Todas sonríen." Volvió a hablar pensativo.

"Deben ser muy felices..." Le dio una mirada extraña, como si estuviera soñando.

"Quizás."

"¿Y tú?, ¿qué haces en palacio?"

"Pues... estudio, acompaño a mis padres de vez en cuando, pero la mayor parte del tiempo la paso en palacio, aprendiendo cómo gobernar." Suspiró.

Lina se volteó a mirarlo, podía ver en sus facciones un dejo de tristeza. "¿Qué sucede Gourry?"

"Ahh.. nada." Respondió sorprendido.

"Sé que te sucede algo, anda, dime."

Gourry bajó un poco la cabeza, los lacios cabellos cubriéndole la frente como una cascada dorada. Cómo decirle que sólo pensaba en estar junto a ella.

"Lina... ¿Cómo es que puedes saber cuándo estoy mintiéndote?"

"Baka... Se te nota en la mirada."

"¿Cómo entonces?"

"Pues... tienes esta mirada perdida, como si estuvieras muy lejos de aquí. Jjajaja, cualquiera diría que tu mente está vagando por los cielos, como un angel."

"¿Como un angel?"

"Sí, cuando te miro así es como si estuviera viendo un angel..."

Gourry se sonrojó.

"Un angel atrapado, que no puede volar."

Trató de articular palabra, pero no sabía qué decirle.

"¿Es muy sola la vida en palacio verdad?" Nuevamente se sorprendió de lo que decía Lina.

"Comienzo a pensar que puedes leer mi mente." Sonrió debilmente.

"Me gustaría que fueras tú el que pudiera leer mi mente." Le sonrió.

Gourry se enderezó levemente. Lina estaba algo ruborizada, o al menos eso le parecía, el bronceado de su piel no le permitía distinguir claramente. Sus ojos azules se clavaron en los suyos, rojizos, como llamas de fuego.

"Realmente quisiera poder leer tu mente, pero ya que no puedo... ¿por qué no me lo dices tú misma?" Eso era un reto y Lina perdía la cabeza ante ellos.

"Mejor que decirlo..." Y acercó sus labios a los de Gourry, rozándolos suavemente.

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Desde que Zelgadis despertara a bordo del Hanzoku, no se había separado ni un momento de la princesa. El embajador los observaba sin ser visto. Sin embargo, Val lo sorprendió.

"Embajador, ¿observándo las golondrinas?" Le dijo divertido.

"No... observo a un halcón y a una paloma tratando de construir algo que no va a resistir por mucho tiempo." Dijo en un tono muy frío. Val se sintió levemente indignado.

"Embajador, Zelgais es más que una simple quimera, es más humano que algunos que he conocido y puede amar..." El embajador lo interrumpió.

"No he dicho que la quimera no ame a la princesa." Suspiró profundamente. Val lo miró extrañado. El embajador continuó.

"Y estoy seguro que la princesa lo ama. Nunca la había visto tan apegada a ninguna persona."

"¿Entonces cuál es el problema?"

"Ahh... Creo que sabes perfectamente cuál es el problema aquí Val..."

"El palacio." Xellos asintió.

"Quizás por un tiempo le sea permitido a la princesa ser vista y acompañada por la quimera..."

"Pero... siempre existe ese pero."

"La vida en palacio no es fácil Val, no lo fue para mí hasta que conocí a Filia. Entonces todo comenzó a cambiar."

"¿En qué sentido?"

"Filia no es simplemente una encantadora mujer que conocí en palacio. De hecho, Filia y yo eramos incompatibles... físicamente." Val moría de la curiosidad.

"¿Por qué presiento que hay más de lo que me está contando embajador?"

"Es porque lo hay... Bien sabes que no soy cualquier ser bajo las órdenes de Juu-oh, Reina de Wolfpack." Val asintió, desde el preciso momento que había conocido a Xellos en la isla, se había percatado que había algo extraño en él, aunque nunca pudo averiguar qué. Era como si guardara en secreto todo lo relacionado a su orígen.

"Supongo que ahora que todo ha cambiado puedo contárselo a alguien. Quién mejor que tú para entenderme." Ante la declaración Val no pudo evitar las memorias de ambos en la isla de Wolfpack, realmente habían sido los mejores amigos, inseparables en todo momento. No había cosa que Xellos hiciera que él no hiciera y viceversa. Sonrió sin quererlo.

"Yo era un monstruo Val, un monstruo como Gaarv."

"¿Nani?" Xellos le devolvió una mirada muy seria. "No lo entiendo."

"Juu-oh vio potencial en mí, aunque sabía que era un monstruo. Simplemente me rodeó de la compañía adecuada..." Y le dio una significativa mirada a Val.

De repente Val comprendió muchas cosas acerca de su vida en el palacio de Wolfpack. Especialmente la vigilancia y el cuidado que Juu-oh ejercía sobre su persona, poniéndo gran interés en que Xellos y él permanecieran juntos en todo momento.

"Debo admitir que me salí del control de Juu-oh por un tiempo después que huiste de la isla... pero la influencia que habías ejercido en mí no fue en vano. Más tarde, en uno de mis viajes, conocí a Filia, mi querida y dulce Filia."

"¿Dulce Filia?" Val lo miró sorprendido, si algo tenía Filia era esa especie de violencia apenas restringida que le daba un carácter volátil.

"Hai, dulce, muy dulce, ella era un ser de luz. ¿Pero cómo podía un ser tan puro unirse con un monstruo?"

"Eso me comenzaba a cuestionar." Dijo Val con verdadero interés.

"Fácil, con un hechizo. Un hechizo que conjuró nuestras almas por la eternidad, claro, que todo tiene su precio." Dijo sin inmutarse.

"¿Un precio demasiado alto?" Inquirió Val.

"No... la verdad, pienso que es un beneficio. Las características de ambos llegaron a un punto medio, como una mezcla. Ahora Filia puede entender el por qué de mis repentinos arranques de ira y yo puedo comprender que ella sólo desea la paz y la armonía."

"Sigo sin entender... porque... sigues siendo un monstruo, ¿no?" Xellos negó con la cabeza.

"El hechizo nos convirtió a ambos en lo más conveniente, ya no soy un monstruo y ella ya no es completamente un ser de luz. Por ende, ahora somos perfectos el uno para el otro." Esta vez sonrió.

A Val se le iluminó el rostro. "Ese es el hechizo que la princesa y Zel necesitan."

"Ahh.. pero sólo funciona si es amor verdadero y con el poco tiempo que llevan ambos en esa relación, no estoy seguro. Ambos son muy frágiles aún." Dijo el embajador con cierta duda.

"Ya veremos entonces, cuando lleguemos a Seiryuun, cuán verdadero es el amor que se profesan." Concluyó Val y sin más, se alejó del embajador, quién lo observó un poco extrañado.

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Por favor me disculpan muchisimo si mi traducción del Dragon Slave no es la correcta. La serie de Slayers no la pasan por acá y la única versión que he visto es la de inglés y la japonesa. Así que Gomen Mina-san, si he metido las patas.