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Capítulo 15
Mi Angel
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Los personajes de Slayers pertencen a su creador. De ninguna forma me estoy adjudicando posesión alguna sobre ellos.
//música//
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"Embajador, compórtese." Exigió Shinmiri un tanto indignada, recuperándose y quitando la mano que el embajador capturara.
Val estuvo de pie en un segundo, sonriendo de una forma que Shinmiri no pudo menos que retroceder un poco más hacia la puerta de salida de la habitación.
*Ahh... ni pienses que te vas a escapar ahora.* Val sonrió más aún sabiendo que estaba asustando a la usualmente fría capitana.
Una figura se asomó a la puerta abierta de la habitación.
"Val..." La voz profunda de la quimera lo distrajo.
"¿Zel, qué sucede?" Preguntó algo más calmado. La quimera le echó un vistazo a ambos. La capitana parecía lista para salir corriendo en cualquier momento y Val simplemente se veia como siempre. No pudo menos que levantar una ceja en curioso ademán al percatarse que por unos breves segundos la capitana había mostrado un tinte rosado en las mejillas.
"¿Zelgadis?" Val inquirió nuevamente.
"Ah... sí, es el Ryuu Dorei, se aproxima a la isla." Le informó Zel. Val le devolvió una mirada extrañada. "La Reina desea que ambos se preparen para recibir a la Ruu Miko." Ahora volvió su atención a la capitana.
"Hai." Dijo secamente Shinmiri, haciendo el ademán de salir de la habitación. Pero Val la detuvo.
"Capitana, lo que dije hace unos segundos no es broma." Le trató de mostrar algo más de seriedad. Shinmiri simplemente se soltó bruscamente y Zelgadis la dejó pasar.
"Val... ¿qué le hiciste a la capitana?" Preguntó curiosa la quimera siguiendo con la vista la furiosa figura de la capitana.
"Nada Zel, la capitana debe aprender a relajarse un poco..." Dijo como pensativo y luego añadió con una sonrisa. "¿Y quién mejor que el propio embajador para mostrarle cómo?" Zel le dio una mirada cansada.
"Te va a matar... ...lentamente." Suspiró volteando los ojos.
"Lo sé." Val sonrió.
*******
Lina bajó con paso seguro del Ryuu Dorei para encontrarse con el ahora embajador Val y con la capitana de la guardia real, Shinmiri, quienes la escoltaron a la presencia de Zelas. Allí Lina le comunicó su petición a la Reina. Quería que Xellos la ayudara a leer unos pergamisno que tenía en su poder. Le explicó a la Reina que los mismos eran frágiles y que no podía moverlos demasiado por miedo a destruirlos, pero que si era de su agrado que Xellos fuera a su barco a verlos se lo agradecería mucho.
La Reina no vio problema alguno en la petición de Lina y accedió, finalmente pudo hablar con Xellos, pero no a solas. Lina tuvo que ir a uno de los salones del palacio para encontrarse con ambos ex-embajadores. Allí expuso nuevamente su petición y finalmente Xellos accedió con la condición de que Filia pudiera ir con él a bordo bajo la excusa que no podía dejar de estar un minuto sin ella.
En ningún momento Lina había sentido que Filia tuviera poderes mágicos por lo que pensó que no sería problema alguno si ambos visitaban el barco, incluso podría utilizarla para obligar a Xellos tomándola como rehén para que leyera correctamente los pergaminos. Porque de una cosa estaba segura, en el momento en que supieran la verdadera intención con respecto al hechizo contenido en los pergaminos Xellos se iba a negar rotundamente, así mismo Filia y el mismo Gourry.
Suspiró aliviada cuando finalmente acordaron la hora en que ambos subirían al barco. Con un leve gesto se despidió de ambos y se dirigió a su barco, contenta de que todo estaba saliendo como había planeado hasta el momento.
//A sucker for your touching... A sucker for your teasing... but I'm not out to sneak a feel, I wanna get to freak for real.//
Gourry la observó subir al barco con una mirada perdida y una sonrisa tonta. Estaba realmente feliz de que Lina finalmente accediera a ir a Hikari. Allí le presentaría a sus padres y estaba seguro de que la haría cambiar de opinión con respecto al asunto de que su vida sólo estaba en el mar y la aventura. Suspiró, estaba enamorado de la hechicera de la misma forma en que ella estaba obsesionada con él.
Un leve reflejo de tristeza se asomó en aquellos ojos azules pero se disipó de inmediato al ver que Lina se acercaba.
*******
Luego que Lina saliera del salón ambos esposos se permitieron respirar más tranquilamente.
"Pudiste sentir eso?" Le preguntó Xellos a Filia. La ex-embajadora asintió con tristeza.
"Sí. Crees que debamos tener cuidado, amor?" Le preguntó preocupada. Xellos no le respondió de inmediato.
"Fi-chan, Lina es un ser muy poderoso. Si no lo fuera no habría podido vencer al dragón Gaarv. Cómo lo hizo no estoy seguro, pero lo destruyó y sobrevivió." Se acercó a Filia y la abrazó suavemente.
"Según tengo entendido, el dragón le ofreció su propio poder. Si eso es cierto entonces cabe la posibilidad de que Lina haya conservado ese poder luego de destruir la forma física del dragón."
"Si tienes razón vamos a necesitar toda la ayuda posible." Susurró Filia mientras se recostaba del pecho de su amado. Xellos asintió.
"Pero pude sentir algo más..." Le dijo Filia algo insegura. Xellos levantó una ceja curioso.
*******
Lina no podía estar más ansiosa. Revisaba una y otra vez su camarote asegurándose de que todo estuviera en su lugar. Los mapas sobre la mesa, sus amuletos debidamente asegurados sobre sus muñecas, su cuello y su cintura. Sabía que necesitaría que Gourry estuviera presente por lo que debía ser cuidadosa. El rubio parecía saber cada pensamiento de ella y hasta la había sorprendido algunas veces adelantándose a sus deseos.
Apenas faltaba media hora más y Gourry le pertenecería por la eternidad. El pensamiento la hacía sentir mucho más animada y le daba la certeza de que sus acciones estaban más que justificadas. Un leve toque a la puerta del camarote la sacó de sus cavilaciones.
"Adelante." Vio a Gourry asomarse tímidamente y le hizo ademán para que pasara.
"Oi, Lina, ¿podría hablar contigo?" Lina lo observó detenidamente. Gourry parecía estar más nervioso que de costumbre y no la miraba a los ojos. ¿Acaso se había arrepentido de lo que había pasado entre ellos? Trató de suprimir la punzada que comenzaba a sentir en su pecho.
"Claro Gourry. ¿De qué quieres que hablemos?" Le dijo tratándo de no mostrar su propio nerviosismo.
Gourry dio un paso adelante y varias veces trató de comenzar a hablar. Lina se estaba impacientando.
"¿Gourry?" Trató de animarlo a hablar. Gourry la tomó de la mano y finalmente se animó a mirarla a los ojos.
"Lina... yo sólo quería decirte..." Apenas podía escucharlo y Lina supo que lo que el príncipe iba a decirle tenía que ser sumamente importante. No podía ser que Gourry se estuviera arrepintiendo de todo, sus ojos no mostraban ningúna clase de remordimiento ni tristeza, sólo nerviosismo.
"¡¡Gourry!!, ¡me estás matando de la curiosidad! Ya dime qué sucede..." Le instó Lina apenas conteniendose.
El príncipe se inclinó y capturó sus labios con vehemencia y ella le respondió de inmediato. Lina tuvo que aspirar profundamente cuando Gourry la dejó ir por unos segundos para volver a besarla. Era la primera vez que el rubio le exigía tanto en un beso. La cabeza le daba vueltas mientras el corazón le latía fuertemente en el pecho. Sólo pudo sujetarse de la camisa de Gourry débilmente cuando finalmente el beso terminó y casi perdió el balance cuando el rubio la soltó y puso la rodilla en el suelo mientras sujetaba una de sus manos y quitaba el anillo que lo identificaba como príncipe de su dedo para ofrecérselo a Lina.
"Aishiteru Lina-chan. Cásate conmigo." Le dijo con voz temblorosa. Lina se quedó con la boca entreabierta por la sorpresa y apenas podía moverse. Se quedó viendo el anillo fijamente mientras Gourry esperaba la respuesta. Después de un rato logró recuperar algo de su voz.
"Pero Gourry, sabes que ninguno de los dos desea renunciar a la vida que lleva..." Titubeó.
"Eso no importa Lina. Si me amas como yo te amo a tí, estoy seguro que podremos encontrar una solución para todo lo que se interponga entre nosotros." Le dijo con seguridad apretando la mano que sujetaba con ternura. Lina aún no podía decidirse, realmente no entendía con claridad lo que Gourry le estaba proponiendo.
"Lina... Quiero entregarte todo lo que soy, todo lo que represento y todo mi ser, mis caminos, mi amor. Quiero darme todo a ti sin reservas, sin remordimientos y ser tuyo por el tiempo que me quede de vida y por el tiempo que exista después. Y quisiera saber si tú te entregarías a mí de la misma forma, eso es lo que muero por saber." En su voz se dejaba notar la ansiedad que sentía.
Lina sólo atinó a fijar sus ojos en los de Gourry. Aquellos ojos celestiales que la traspasaban hasta el corazón la observaban llenos de esperanza. Volvió a sentir una punzada en el pecho pero esta vez no era de miedo ni de dolor. Su corazón se estaba estremeciendo fuertemente y sentía que todo su cuerpo había sido golpeado por la inmensidad de los sentimientos que Gourry le acababa de expresar. Sin poder evitarlo una lágrima se deslizó por su mejilla. Primero una y luego otra, hasta que ya no pudo contenerse y se echó en los brazos de Gourry llorando a lágrima viva.
Gourry no podía entender qué le sucedía a Lina, simplemente se limitó a abrazarla suavemente mientras trataba de calmarla, con el anillo aún en su mano.
Una vez más Gourry se había adelantado a todos sus planes y una vez más le había ganado. Lina aún sollozaba suavemente cuando finalmente pudo recuperar su aliento. Soltó un poco el abrazo con el cual tenía sujeto a su príncipe y levantó la cabeza sin mirarlo, buscando sus manos. Finalmente encontró lo que buscaba. Tomó el anillo y lo deslizó en su propio dedo.
"Sí Gourry... quiero amarte como me amas tú." Le dijo con voz entrecortada y le dio un beso en la frente que sintió puro y sagrado, como si acabara de sellar un pacto inquebrantable entre ella y el ser que apenas acababa de descubrir que amaba. Porque Lina sabía que deseaba a Gourry, deseaba tenerlo a su lado, deseaba que permaneciera con ella, incluso había llegado a desearlo como si fuera una mera propiedad, pero aún no sabía que lo amaba. Gourry la conocía demasiado y aquellas palabras habían roto en ella la muralla tras la cual había ocultado su alma de todos los demás por tanto tiempo.
"Aishiteru Gourry, aishiteru." Le susurró mientras plantaba besos en todo su rostro. Ahora sentía que un enorme peso se había levantado de sus hombros. Las lágrimas volvieron a bajarle por el rostro al entender lo que había estado a punto de hacer. Nunca había existido la necesidad de obligar a Gourry a quedarse a su lado o a amarla, había sido tan egoísta que le dolía. Y mientras más lo pensaba más fuertemente quería llorar. Pero estar en ese momento en los brazos del príncipe era lo único que necesitaba para sentirse perdonada.
Un toque en la puerta los sorprendió a ambos. Los ex-embajadores habían llegado y Lina no tuvo siquiera tiempo de levantarse cuando la puerta se abrió. Gourry la ayudó a ponerse en pie mientras ella trataba de esconder un poco el rostro para que no se dieran cuenta de las emociones que aún la seguían estremeciendo. Los recién llegados los observaron, primero con curiosidad y finalmente con una sonrisa de entendimiento. Filia no pudo evitar suspirar aliviada mientras apretaba la mano de Xellos quien le devolvió una afectuosa sonrisa.
"Lina-san, me preguntaba si aún deseas que te ayudemos con los pergaminos." Le dijo Xellos con amabilidad.
"Ahh... pues... Creo que ya no estoy interesada en los pergaminos." Dijo bastante sonrojada. Si había pensado que iba a sorprender al ex-embajador se había equivocado completamente.
"Eso es una muy buena noticia." Secundó Filia mientras se acercaba a Lina para darle un abrazo que la hechicera devolvió de inmediato y con intensidad.
"Felicitaciones Su Alteza." Le dijo Xellos al príncipe mientras hacia una leve reverencia.
"¡Xel-kun!" Dijo Filia algo emocionada mientras tomaba a Lina de los hombros y la observaba fascinada.
"¿Qué sucede querida?"
"Sí, ¿qué sucede?" Repitió Gourry asustado. Filia le hizo señas a Xellos para que se acercara y cuando estuvo cerca le hizo poner la mano sobre el vientre de Lina que le provocó un leve tintineo. No pudo menos que abrir los ojos asombrado.
"¿A esto te referías cuando dijiste que sentías algo más?" Le dijo estupefacto.
"¡¿Qué?!" Dijo Lina confundida.
"Yare, yare Lina-san, ¿me podría decir si se ha portado mal ultimamente? ¿Digamos hace como unas semanas atrás?" Dijo con cierto aire de galeno y sin poder evitar una sonrisa pícara.
"¿Nani?" Le dijo Lina con sospecha mientras Filia dejaba escapar una risita y se le acercaba al oído para susurrarle algo. Lina se quedó sin habla por unos segundos y luego miró a Gourry sonrojándose de la cabeza a la punta de los pies.
Filia volvió a reir ahora en complicidad con Xellos. "¿Amor, te parece si le damos un tiempo solos?" Le dijo la ex-embajadora a su esposo, quien prontamente hizo una profunda reverencia y tomando a Filia del brazo la llevó afuera cerrando la puerta tras de sí.
*******
Y yo que pensaba que este iba a ser el último capítulo, pero estaba tan largo que lo he tenido que dividir en dos. Realmente les pido grandes disculpas (como que es todo lo que digo al final de los caps de este fic no?). He tardado mucho, pero el próximo capítulo ya está casi finalizado así que no se va a tardar tanto. Gracias a todos los que han leído hasta aquí y estoy muy contenta de que les haya gustado.
¿Flamas? ¿Críticas constructivas? No duden en dejar su opinión. Ja ne, mina-san!
Capítulo 15
Mi Angel
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Los personajes de Slayers pertencen a su creador. De ninguna forma me estoy adjudicando posesión alguna sobre ellos.
//música//
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"Embajador, compórtese." Exigió Shinmiri un tanto indignada, recuperándose y quitando la mano que el embajador capturara.
Val estuvo de pie en un segundo, sonriendo de una forma que Shinmiri no pudo menos que retroceder un poco más hacia la puerta de salida de la habitación.
*Ahh... ni pienses que te vas a escapar ahora.* Val sonrió más aún sabiendo que estaba asustando a la usualmente fría capitana.
Una figura se asomó a la puerta abierta de la habitación.
"Val..." La voz profunda de la quimera lo distrajo.
"¿Zel, qué sucede?" Preguntó algo más calmado. La quimera le echó un vistazo a ambos. La capitana parecía lista para salir corriendo en cualquier momento y Val simplemente se veia como siempre. No pudo menos que levantar una ceja en curioso ademán al percatarse que por unos breves segundos la capitana había mostrado un tinte rosado en las mejillas.
"¿Zelgadis?" Val inquirió nuevamente.
"Ah... sí, es el Ryuu Dorei, se aproxima a la isla." Le informó Zel. Val le devolvió una mirada extrañada. "La Reina desea que ambos se preparen para recibir a la Ruu Miko." Ahora volvió su atención a la capitana.
"Hai." Dijo secamente Shinmiri, haciendo el ademán de salir de la habitación. Pero Val la detuvo.
"Capitana, lo que dije hace unos segundos no es broma." Le trató de mostrar algo más de seriedad. Shinmiri simplemente se soltó bruscamente y Zelgadis la dejó pasar.
"Val... ¿qué le hiciste a la capitana?" Preguntó curiosa la quimera siguiendo con la vista la furiosa figura de la capitana.
"Nada Zel, la capitana debe aprender a relajarse un poco..." Dijo como pensativo y luego añadió con una sonrisa. "¿Y quién mejor que el propio embajador para mostrarle cómo?" Zel le dio una mirada cansada.
"Te va a matar... ...lentamente." Suspiró volteando los ojos.
"Lo sé." Val sonrió.
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Lina bajó con paso seguro del Ryuu Dorei para encontrarse con el ahora embajador Val y con la capitana de la guardia real, Shinmiri, quienes la escoltaron a la presencia de Zelas. Allí Lina le comunicó su petición a la Reina. Quería que Xellos la ayudara a leer unos pergamisno que tenía en su poder. Le explicó a la Reina que los mismos eran frágiles y que no podía moverlos demasiado por miedo a destruirlos, pero que si era de su agrado que Xellos fuera a su barco a verlos se lo agradecería mucho.
La Reina no vio problema alguno en la petición de Lina y accedió, finalmente pudo hablar con Xellos, pero no a solas. Lina tuvo que ir a uno de los salones del palacio para encontrarse con ambos ex-embajadores. Allí expuso nuevamente su petición y finalmente Xellos accedió con la condición de que Filia pudiera ir con él a bordo bajo la excusa que no podía dejar de estar un minuto sin ella.
En ningún momento Lina había sentido que Filia tuviera poderes mágicos por lo que pensó que no sería problema alguno si ambos visitaban el barco, incluso podría utilizarla para obligar a Xellos tomándola como rehén para que leyera correctamente los pergaminos. Porque de una cosa estaba segura, en el momento en que supieran la verdadera intención con respecto al hechizo contenido en los pergaminos Xellos se iba a negar rotundamente, así mismo Filia y el mismo Gourry.
Suspiró aliviada cuando finalmente acordaron la hora en que ambos subirían al barco. Con un leve gesto se despidió de ambos y se dirigió a su barco, contenta de que todo estaba saliendo como había planeado hasta el momento.
//A sucker for your touching... A sucker for your teasing... but I'm not out to sneak a feel, I wanna get to freak for real.//
Gourry la observó subir al barco con una mirada perdida y una sonrisa tonta. Estaba realmente feliz de que Lina finalmente accediera a ir a Hikari. Allí le presentaría a sus padres y estaba seguro de que la haría cambiar de opinión con respecto al asunto de que su vida sólo estaba en el mar y la aventura. Suspiró, estaba enamorado de la hechicera de la misma forma en que ella estaba obsesionada con él.
Un leve reflejo de tristeza se asomó en aquellos ojos azules pero se disipó de inmediato al ver que Lina se acercaba.
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Luego que Lina saliera del salón ambos esposos se permitieron respirar más tranquilamente.
"Pudiste sentir eso?" Le preguntó Xellos a Filia. La ex-embajadora asintió con tristeza.
"Sí. Crees que debamos tener cuidado, amor?" Le preguntó preocupada. Xellos no le respondió de inmediato.
"Fi-chan, Lina es un ser muy poderoso. Si no lo fuera no habría podido vencer al dragón Gaarv. Cómo lo hizo no estoy seguro, pero lo destruyó y sobrevivió." Se acercó a Filia y la abrazó suavemente.
"Según tengo entendido, el dragón le ofreció su propio poder. Si eso es cierto entonces cabe la posibilidad de que Lina haya conservado ese poder luego de destruir la forma física del dragón."
"Si tienes razón vamos a necesitar toda la ayuda posible." Susurró Filia mientras se recostaba del pecho de su amado. Xellos asintió.
"Pero pude sentir algo más..." Le dijo Filia algo insegura. Xellos levantó una ceja curioso.
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Lina no podía estar más ansiosa. Revisaba una y otra vez su camarote asegurándose de que todo estuviera en su lugar. Los mapas sobre la mesa, sus amuletos debidamente asegurados sobre sus muñecas, su cuello y su cintura. Sabía que necesitaría que Gourry estuviera presente por lo que debía ser cuidadosa. El rubio parecía saber cada pensamiento de ella y hasta la había sorprendido algunas veces adelantándose a sus deseos.
Apenas faltaba media hora más y Gourry le pertenecería por la eternidad. El pensamiento la hacía sentir mucho más animada y le daba la certeza de que sus acciones estaban más que justificadas. Un leve toque a la puerta del camarote la sacó de sus cavilaciones.
"Adelante." Vio a Gourry asomarse tímidamente y le hizo ademán para que pasara.
"Oi, Lina, ¿podría hablar contigo?" Lina lo observó detenidamente. Gourry parecía estar más nervioso que de costumbre y no la miraba a los ojos. ¿Acaso se había arrepentido de lo que había pasado entre ellos? Trató de suprimir la punzada que comenzaba a sentir en su pecho.
"Claro Gourry. ¿De qué quieres que hablemos?" Le dijo tratándo de no mostrar su propio nerviosismo.
Gourry dio un paso adelante y varias veces trató de comenzar a hablar. Lina se estaba impacientando.
"¿Gourry?" Trató de animarlo a hablar. Gourry la tomó de la mano y finalmente se animó a mirarla a los ojos.
"Lina... yo sólo quería decirte..." Apenas podía escucharlo y Lina supo que lo que el príncipe iba a decirle tenía que ser sumamente importante. No podía ser que Gourry se estuviera arrepintiendo de todo, sus ojos no mostraban ningúna clase de remordimiento ni tristeza, sólo nerviosismo.
"¡¡Gourry!!, ¡me estás matando de la curiosidad! Ya dime qué sucede..." Le instó Lina apenas conteniendose.
El príncipe se inclinó y capturó sus labios con vehemencia y ella le respondió de inmediato. Lina tuvo que aspirar profundamente cuando Gourry la dejó ir por unos segundos para volver a besarla. Era la primera vez que el rubio le exigía tanto en un beso. La cabeza le daba vueltas mientras el corazón le latía fuertemente en el pecho. Sólo pudo sujetarse de la camisa de Gourry débilmente cuando finalmente el beso terminó y casi perdió el balance cuando el rubio la soltó y puso la rodilla en el suelo mientras sujetaba una de sus manos y quitaba el anillo que lo identificaba como príncipe de su dedo para ofrecérselo a Lina.
"Aishiteru Lina-chan. Cásate conmigo." Le dijo con voz temblorosa. Lina se quedó con la boca entreabierta por la sorpresa y apenas podía moverse. Se quedó viendo el anillo fijamente mientras Gourry esperaba la respuesta. Después de un rato logró recuperar algo de su voz.
"Pero Gourry, sabes que ninguno de los dos desea renunciar a la vida que lleva..." Titubeó.
"Eso no importa Lina. Si me amas como yo te amo a tí, estoy seguro que podremos encontrar una solución para todo lo que se interponga entre nosotros." Le dijo con seguridad apretando la mano que sujetaba con ternura. Lina aún no podía decidirse, realmente no entendía con claridad lo que Gourry le estaba proponiendo.
"Lina... Quiero entregarte todo lo que soy, todo lo que represento y todo mi ser, mis caminos, mi amor. Quiero darme todo a ti sin reservas, sin remordimientos y ser tuyo por el tiempo que me quede de vida y por el tiempo que exista después. Y quisiera saber si tú te entregarías a mí de la misma forma, eso es lo que muero por saber." En su voz se dejaba notar la ansiedad que sentía.
Lina sólo atinó a fijar sus ojos en los de Gourry. Aquellos ojos celestiales que la traspasaban hasta el corazón la observaban llenos de esperanza. Volvió a sentir una punzada en el pecho pero esta vez no era de miedo ni de dolor. Su corazón se estaba estremeciendo fuertemente y sentía que todo su cuerpo había sido golpeado por la inmensidad de los sentimientos que Gourry le acababa de expresar. Sin poder evitarlo una lágrima se deslizó por su mejilla. Primero una y luego otra, hasta que ya no pudo contenerse y se echó en los brazos de Gourry llorando a lágrima viva.
Gourry no podía entender qué le sucedía a Lina, simplemente se limitó a abrazarla suavemente mientras trataba de calmarla, con el anillo aún en su mano.
Una vez más Gourry se había adelantado a todos sus planes y una vez más le había ganado. Lina aún sollozaba suavemente cuando finalmente pudo recuperar su aliento. Soltó un poco el abrazo con el cual tenía sujeto a su príncipe y levantó la cabeza sin mirarlo, buscando sus manos. Finalmente encontró lo que buscaba. Tomó el anillo y lo deslizó en su propio dedo.
"Sí Gourry... quiero amarte como me amas tú." Le dijo con voz entrecortada y le dio un beso en la frente que sintió puro y sagrado, como si acabara de sellar un pacto inquebrantable entre ella y el ser que apenas acababa de descubrir que amaba. Porque Lina sabía que deseaba a Gourry, deseaba tenerlo a su lado, deseaba que permaneciera con ella, incluso había llegado a desearlo como si fuera una mera propiedad, pero aún no sabía que lo amaba. Gourry la conocía demasiado y aquellas palabras habían roto en ella la muralla tras la cual había ocultado su alma de todos los demás por tanto tiempo.
"Aishiteru Gourry, aishiteru." Le susurró mientras plantaba besos en todo su rostro. Ahora sentía que un enorme peso se había levantado de sus hombros. Las lágrimas volvieron a bajarle por el rostro al entender lo que había estado a punto de hacer. Nunca había existido la necesidad de obligar a Gourry a quedarse a su lado o a amarla, había sido tan egoísta que le dolía. Y mientras más lo pensaba más fuertemente quería llorar. Pero estar en ese momento en los brazos del príncipe era lo único que necesitaba para sentirse perdonada.
Un toque en la puerta los sorprendió a ambos. Los ex-embajadores habían llegado y Lina no tuvo siquiera tiempo de levantarse cuando la puerta se abrió. Gourry la ayudó a ponerse en pie mientras ella trataba de esconder un poco el rostro para que no se dieran cuenta de las emociones que aún la seguían estremeciendo. Los recién llegados los observaron, primero con curiosidad y finalmente con una sonrisa de entendimiento. Filia no pudo evitar suspirar aliviada mientras apretaba la mano de Xellos quien le devolvió una afectuosa sonrisa.
"Lina-san, me preguntaba si aún deseas que te ayudemos con los pergaminos." Le dijo Xellos con amabilidad.
"Ahh... pues... Creo que ya no estoy interesada en los pergaminos." Dijo bastante sonrojada. Si había pensado que iba a sorprender al ex-embajador se había equivocado completamente.
"Eso es una muy buena noticia." Secundó Filia mientras se acercaba a Lina para darle un abrazo que la hechicera devolvió de inmediato y con intensidad.
"Felicitaciones Su Alteza." Le dijo Xellos al príncipe mientras hacia una leve reverencia.
"¡Xel-kun!" Dijo Filia algo emocionada mientras tomaba a Lina de los hombros y la observaba fascinada.
"¿Qué sucede querida?"
"Sí, ¿qué sucede?" Repitió Gourry asustado. Filia le hizo señas a Xellos para que se acercara y cuando estuvo cerca le hizo poner la mano sobre el vientre de Lina que le provocó un leve tintineo. No pudo menos que abrir los ojos asombrado.
"¿A esto te referías cuando dijiste que sentías algo más?" Le dijo estupefacto.
"¡¿Qué?!" Dijo Lina confundida.
"Yare, yare Lina-san, ¿me podría decir si se ha portado mal ultimamente? ¿Digamos hace como unas semanas atrás?" Dijo con cierto aire de galeno y sin poder evitar una sonrisa pícara.
"¿Nani?" Le dijo Lina con sospecha mientras Filia dejaba escapar una risita y se le acercaba al oído para susurrarle algo. Lina se quedó sin habla por unos segundos y luego miró a Gourry sonrojándose de la cabeza a la punta de los pies.
Filia volvió a reir ahora en complicidad con Xellos. "¿Amor, te parece si le damos un tiempo solos?" Le dijo la ex-embajadora a su esposo, quien prontamente hizo una profunda reverencia y tomando a Filia del brazo la llevó afuera cerrando la puerta tras de sí.
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Y yo que pensaba que este iba a ser el último capítulo, pero estaba tan largo que lo he tenido que dividir en dos. Realmente les pido grandes disculpas (como que es todo lo que digo al final de los caps de este fic no?). He tardado mucho, pero el próximo capítulo ya está casi finalizado así que no se va a tardar tanto. Gracias a todos los que han leído hasta aquí y estoy muy contenta de que les haya gustado.
¿Flamas? ¿Críticas constructivas? No duden en dejar su opinión. Ja ne, mina-san!
