-:Capitulo I:-

En algún lugar desconocido...

Sólo había silencio. Estaba helado. Nadie había hablado, y la oscuridad era tanta que ni siquiera podían ver su mano aunque la pusieran frente a sus ojos. Súbitamente, una voz rompió el silencio.

"¿Estas aquí, Luigi?" Era Mario.

"Si. ¿En donde rayos estamos?" dijo Luigi, sin saber donde estaba su hermano.

"En una especie de calabozo."

Otra voz desconocida habló: "¿Quienes son ustedes?"        

"¿Tu quien eres?" preguntó Luigi.

"Me llamo Link."

De repente alguien dijo: "Yo soy Fox."

"Alto, alto," interrumpió Mario. "¿Hay alguna otra persona en este lugar? ¿No? Bueno, ¿alguien sabe porque estamos aquí?"

"No, yo no entiendo lo que pasa," comenzó Fox, "primero me traga una puerta luminosa, y---."

"¡A mi también me pasó igual!"

"¡A nosotros también!"

A Luigi le incomodaba tener que estar hablándole a nadie que pudiera ver. "Que rayos, no sé quien me trajo aquí, ¡pero me gustaría darle uno o dos golpes en la chompa!"

"´Ta bueno, hermano. Pero lo que hay que saber es que estamos haciendo aquí," dijo Mario.

"Estoy de acuerdo con... el que habló ahorita," dijo Link. En eso se empezaron a escuchar pasos distantes que se iban acercando. Podía representar peligro. Mario se preparó para dar unos golpes, pero se dio cuenta que tenía atadas las manos con cadenas, al igual que Luigi. Link se llevó su mano a la cintura, para descubrir que no tenía espada, y cuando Fox quiso cargar su arma, ésta había desparecido.

"Estoy desarmado," dijo Fox.

"Yo igual," respingó Link.

"Rayos," dijo Mario. En eso, la puerta se abrió, y surgió un enorme resplandor que cegó a los cuatro, quienes cayeron al suelo y taparon sus ojos del potente resplandor. Pasaron varios minutos antes de que se acostumbraran. Entonces una voz dijo, "Salgan de allí. Todo está bien, amigos."  Cuando salieron, los cuatro se sorprendieron al verse a sí mismos.

"¡Tu eres Link!" dijo Luigi apuntando al muchacho.

"¡¿Y ustedes dos son Mario y Luigi?! ¡Los famosos hermanos!" exclamó Fox.

"Y tu debes ser el tal McCloud, ¿verdad?" dijo Link asombrado. Entonces los cuatro se empezaron a saludar con aprecio, emoción y felicidad. Y es que estos cuatro personajes eran los más famosos héroes existentes en esa época. En ese espacioso cuarto se encontraba un equipo de héroes. Se siguieron saludando por unos minutos, hasta que de repente Link dijo, "Pero, ¿y quien es el que nos trajo hasta aquí?"

"Me alegro de que lo preguntaran," dijo repentinamente una voz. Todos voltearon a ver al lugar de donde la voz provenía. Era un gorila color café, alto y fuerte. Todos lo conocían, o al menos habían escuchado de él.

"¡Donkey Kong!" exclamaron todos.

"Ni más ni menos," dijo el gorila caminando hacia ellos. Donkey les señaló una mesa de madera redonda con cinco sillas rústicas, así que todos se sentaron. Unos honguitos trajeron unos cocos con piña colada, que se tomaban con popote que salía de un agujero en medio del coco. Alrededor todo era rústico. Unas cuantas ventanas de donde se podía ver unas palmas afuera. Algo que no concordaba con todo era una máquina futurística que estaba en una esquina: con muchos botones y palancas de todos los colores, y pantallas con números.

Por fin Donkey habló. "Bueno, estoy seguro que, obviamente, todos se preguntan porque están aquí."

Todos asintieron.

"Bueno, supongo que todos ustedes deben saber que son los más famosos héroes de nuestro mundo, aún aquí en DK Land hemos escuchado de ustedes, de cómo han salvado a sus reinos con actos heróicos, y créanme, si no fuera porque es una emergencia, no los hubiera reunido a todos. Y me los traje de la forma en que lo hice porque no había tiempo como para mandar traerlos. Ahora bien, les diré cual es el propósito del porque los traje: ¿alguien ha notado algo raro en sus tierras?"

Todos se miraron pensando por un rato.

"Mario," dijo Donkey dirigiéndose a tal, "¿hace cuando peleaste contra Bowser?"

"Eh—bueno, vamos a ver..." empezó Mario mientras pensaba.

"Ya hace un buen rato," dijo Luigi.

Donkey dijo, "Y tu Link, ¿hace cuanto que no ves a Ganondorf? O tu Fox, ¿desde cuando que no se aparece Star Wolf?"

Donkey esperó un rato hasta que su pregunta surtiera efecto. Todos            lo miraban fijamente, pues esperaban que él tuviera la respuesta. Y la tenía. "Supongo que ustedes pensaron que sus enemigos estaban en algún lugar tomando un descanso, o planeando un ataque contra su reino de nuevo. Pues bien, sí están planeando un ataque, pero no como lo piensan o pensaron."

"¿A que te refieres?" preguntó Fox.

"Prepárense para oír esto," prosiguió Donkey. Y luego lentamente dijo, "Ganondorf, Bowser y Star Wolf han hecho una alianza."

"¿¡Que!?"

"¡No puede ser!" empezaron a exclamar todos parándose de sus asientos. Se hizo una total distracción, todos preguntaban, decían, afirmaban, opinaban y gritaban, hasta que Donkey tuvo que intervenir levantando la vos. "¡¡Escúchenme!! Tomen todos asiento, y cálmense."

Después de que los cuatro lo hicieron, Donkey siguió con su relato. "Todo empezó hace ya bastantito tiempo, el problema es que los tres enemigos tienen una máquina interdimensional."

"¿Una máquina inter que?" preguntó Luigi.

"Interdimensional. Les voy a explicar: Hay varias dimensiones paralelas a la  nuestra, por ejemplo, hay una en donde los humanos son la raza dominante--."

"¡Y si somos!" exclamó Mario.

"Alguien aquí quiere golpes," dijo Fox mirando a Mario, y entonces todos se rieron.

"Bueno," siguió Donkey, "entonces los tres aliados tienen esa máquina, que como les dije, sirve para viajar a otras dimensiones, y estando en la dimensión deseada, puedes viajar a donde quieras a través de ella. Mis espías robaron parte de la información, y logramos hacer eso," dijo apuntando a la máquina que estaba en la esquina del cuarto, "pero esa máquina sólo sirve para viajar por la dimensión en la que estás, y es así como los traje a ustedes. Pero la máquina de los tres aliados puede viajar a cualquier dimensión."

"¿Y para que quieren esa máquina, entonces?" preguntó Link.

Donkey se preparó para decirlo, pero titubeó un poco. Sabía que iba a decir algo que era difícil de creer. El silencio hizo que todos vieran a Donkey con atención, y entonces habló: "El plan de la Alianza Maligna es conquistar primero este reino, y después los reinos en los que ustedes viven, y cuando hayan conquistado esta dimensión... viajarán a las otras dimensiones, y las van a ir conquistando una por una, hasta ser los emperadores del universo. La única forma de derrotarlos es entrando a su fortaleza, que está lejos de aquí, sólo que para entrar hay que encontrar dos llaves."

"¿Y porque?" preguntó Luigi.

"Por la sencilla razón que para entrar al salón en donde ellos están, hay una enorme puerta de bronce con dos gigantescos candados imposibles de vencer, para entrar hay que abrirlos con las llaves."

"¿No podemos entrar a la fuerza?" preguntó Fox.

"No, no hay forma. La única es encontrar las llaves, que los tres enemigos han escondido a lo largo de DK Land, y se las han entregado a dos monstruos, quienes las han escondido en unos templos. Tienen que recuperar esas llaves... y salvar el universo," Donkey miró a los cuatro. "Si, el universo depende de ustedes cuatro."

Nadie dijo nada. Las palabras de Donkey Kong resonaban en las mentes de todos. Nunca habían oído tal cosa. Habían peleado contra esos tres... ¿pero juntos? ¿Cómo le iban a hacer? Por fin Mario rompió el silencio, y dijo, "Tenemos que detenerlos."

"Pero," dijo Donkey, "crees que ustedes cuatro—¿pueden detener la Alianza Maligna?"

"No creo," dijo Mario, y después volteó a ver a todos y dijo, "lo vamos a hacer."