Acto 3

"Un espíritu de fuego"

Indignadas por el disparo, todas miraron hacia de donde al parecer había provenido la bala. Una silueta parada justo frente al sol y por lo tanto oscurecida por la sombra que su mismo cuerpo le hacía, permanecía parada con el arma aún desenfundada y apuntada hacia donde había estado Vacío. La silueta, que era de un varón, permanecía inmóvil pero aún así daba una imagen de fuerza y poderío, pero sobre todo de autoridad. Uno de los rayos del sol hizo que su arma brillara de gran manera.

---¿Quién...?¿Quién eres tú? ---preguntó confundido Darien, sin obtener respuesta alguna.

La silueta bajó lentamente su arma, mirando aún hacia donde había estado Vacío.

---¡¿Quién eres?! ¡Contesta! ---gritó impulsivamente Sailor Júpiter.

El joven guardó su arma en una funda que cargaba a la altura de su cadera y saltó perdiéndose de vista a las chicas.

Se llevó a cabo una reunión urgente y casi inmediata en casa de Ami, quien examinaba junto con Luna y Artemis la situación anteriormente vivida. El ambiente estaba lleno de tensión y confusión. Se hicieron diferentes suposiciones sobre el origen de ambos: la silueta misteriosa y la joven del vacío.

---Lo más probable es que se trate de un nuevo enemigo ---dijo Mina examinando todo cuidadosamente.

---Pero ¿Qué es lo que quiere? No parecía querer atacarnos a todas... ---pensó en voz alta Rei mientras ponía su mano bajo su barbilla.

---A mi me dio mucho miedo que se le acercara así a mi Darien... ---dijo Serena, mirando preocupada hacia el vaso de agua que tenía en las manos.

---Esa chica, al acercarse a Darien dijo algo... algo sobre la luz... ---recordó Lita.

---¿La luz...?  ---se preguntó indignado Darien, recordando lo que le había dicho esa joven en sus sueños.....

"Tu debes ser el resplandor que despide este bello planeta"

Movido un poco por el temor, Darien apretó sus manos en puño sobre sus piernas.

---Además de la joven, también tenemos que tomar en cuenta a esa silueta extraña que apareció ayer. ---dijo Ami--- ¿Por qué nos ayudó? ¿Quién es en realidad? ¿Cuáles son sus motivos? ---Todos pensaron unos momentos sobre estas cuestiones--- no por el simple hecho de habernos ayudado quiere decir que sea nuestro aliado, ¿o sí? Puede estar buscando alguna otra cosa... y hasta no saber nada más de él, no podremos confiar de ninguna manera en esta persona.

Serena miró nuevamente su vaso con agua. Podía ver reflejado en él parte de su rostro, mientras pensaba que esa persona... esa persona podía ser digna de su confianza... si tan solo se hubiese mostrado un poco más.

Mientras todos argumentaban, Rini, recargada en la puerta del cuarto de Ami, se encontraba muy aburrida al respecto.

---No es que no me interese, pero... ---pensó mientras bajaba la cabeza--- si ese joven nos ayudó quiere decir que es bueno... ¿Por qué preguntarse de donde viene? ---dijo en voz alta. Escuchó una vez más los argumentos de todos y miró de reojo hacia un lado. Finalmente, una sonrisa iluminó su rostro.--- Creo que iré a relajarme un poco mientras ellos discuten ---Caminó un poco, separándose de la puerta--- al fin que ni me hacen caso...

El lugar: Crown game center. El juego: "Magikal Fight!". La jugadora.... ¡Rini!. Ella había ido a ese lugar puesto que quería desahogarse un poco, además de que "Magikal Fight!" era uno de sus juegos favoritos. Pretextándole a su conciencia que aprendería más tácticas y movimientos, Rini había estado jugando ya desde hace rato, y se enfrentaba al fin contra el jefe final: una joven que casualmente se parecía un poco a Vacío. Jugó mientras torcía la boca sacando la lengua por lo difícil de la batalla. Apretó botones con gran agilidad, movió fuertemente la palanca, casi brincaba del asiento con cada movimiento hasta que...

---¡¡NO!! ---gritó Rini mientras sujetaba su cabeza con ambas manos--- ¡¡Perdí!!

En esto estaba, lamentándose de una manera característica de su persona mientras gritaba y sacudía su cabeza, cuando escuchó venir de detrás de ella una voz.

---¿Necesitas ayuda?

Rini volteó levemente con sus ojos llenos de tristeza infantil. Vio parado detrás de ella a un joven, no demasiado alto, pero con una gran sonrisa en el rostro. De tez más que nada morena clara, le era imposible mirar sus ojos gracias a un par de gafas oscuras que usaba. No parecía ser una mala persona.

El joven se sentó junto a Rini, quien lo siguió con la mirada. Introdujo una moneda más a la máquina y presionó un botón durante la pantalla de "continue?". La batalla sería contra el mismo personaje. Comenzó con movimientos ofensivos de gran vigor, y casi no fue tocado por los ataques de su rival. Rini miraba atónita la pantalla de juego, hasta que finalmente, después de unos segundos y dos "rounds" terminó la batalla. El joven había ganado. Rini lo miró mientras éste le ofrecía una gran sonrisa. Casi pudo ver a través de sus lentes oscuros un par de ojos grandes y brillantes.

---¡Wow! ---gritó Rini, mientras caminaba junto al joven, ya fuera del Crown Game center--- ¡En realidad fuiste muy bueno con ese juego!

---¡Gracias! ---le contestó el joven con una carcajada--- Aunque tu no lo hiciste nada mal... sólo es cuestión de que aumentes un poco tu fuerza de ataque. No hay mejor defensa que un buen ataque. ---dijo mientras hacía con el dedo pulgar de su mano derecha, una seña en felicitación a lo que Rini había hecho.

Rini sonrió complacida, como hacía mucho tiempo no lo había hecho, mientras ponía sus manos detrás de ella, en una postura de niña buena. Después de sonreírle unos segundos, Rini finalmente se dio cuenta que ni ella ni él se habían presentado. Reaccionando casi al mismo tiempo, ambos voltearon a verse, quedando de frente mientras decían al unísono "¡Ay! ¡Perdón por no presentarme!".... se miraron atónitos unos instantes y después rieron de su reacción parecida.

---Tú primero ---dijo el joven mientras sonreía.

---Jajajajaja, está bien. ---dijo Rini mientras guiñaba un ojo--- yo me llamo Serena, pero todos me dicen Rini.

---Ahora me toca a mí ---dijo el joven mientras sonreía mostrando los dientes de manera amigable--- mi nombre es Armando. Armando de Llamas.

---¡¡Rini!! ---se escuchó gritar la voz de Serena, mientras ésta se dirigía hacia donde ella y Armando estaban. Llegó y se detuvo frente a ellos, mientras jadeante trataba de recuperar el aliento. Rini y Armando la miraron confundidos. Cuando Serena recuperó el aliento, dirigiéndose a Rini, comenzó a regañarla--- ¡¡Rini!! ¿¡Cómo pudiste dejar la casa cuando discutíamos un tema tan importante como el de Vacío!? ¡Además! ¡¿Por qué te trajiste MI dinero y no el TUYO!?

Rini se le aventó a Serena y estirándole la boca con los dedos índices le contestó en igual tono de regaño y confusión disimulada.

---¿¿¿Cómo que vacío??? No entiendo... ---dijo mientras le señalaba con la mirada a Armando, quien al ver la escena, confundido, hizo visibles tres parpadeos continuos por debajo de sus gafas.

Serena captó la indirecta, e inmediatamente ambas volvieron a posiciones normales, y sonriendo Serena de dirigió a Armando.

---Espero que mi primita no te halla causado problemas... ella suele ser muy traviesa.... ---dijo sonriendo

---¡Nah! Es muy buena niña. ---contestó sonriente también.

---¿Lo ves? ---le dijo Rini a Serena con las manos en la cadera y un rostro orgulloso--- yo SOY una niña buena.

---¡¿Acaso insinúas que yo no lo soy?!

---Yo no dije nada pero si te queda el saco....

Ambas se gruñeron molestas. Armando, que había quedado en medio de las dos, las miró unos segundos para después estallar en carcajada. Serena y Rini voltearon a verlo con sus ojos como en forma de punto.

---Ustedes dos seguro se quieren mucho... ---dijo Armando.

Ambas se miraron y se voltearon después la cara, con lo que Armando rió nuevamente, pero con una risa más corta.

---Bien Rini, es hora de que volvamos... ---dijo Serena cerrando los ojos en exceso de confianza, solo para descubrir al momento de abrirlos, que Rini no le ponía atención.--- ¡OYE!

---¿Me invitas un helado Armando? ---dijo Rini jalando a Armando de un brazo mientras lo llevaba camino a la heladería.

---Claro sólo que será nada más uno, que soy pobre y de familia numerosa ---contestó bromeando Armando.

---¡¡Espera!! ¡¡RINI!! ---gritó Serena molesta.

---¡Esta bien! ¡Si quieres te invito uno a ti también! ---contestó Armando volteando hacia atrás mientras Rini todavía lo jalaba.

---¡¡Sí!!! ---gritó emocionada Serena, olvidando su enojo y su misión de llevar a Rini a casa. Sabía que después la regañarían las chicas, pero un helado lo valía.

Desde un callejón oscuro, Vacío salió de entre las sombras. Miró a su alrededor buscando algo que vaciar... pero al no ver nada cerca de ella, caminó hacia el frente, de donde veía un poco de luz. Conforme se acercaba, se veía la calle... gente caminando por ella, inmersos en sus asuntos... sin importarles más el destino de otros de su misma especie. Sintió pena por ellos... y odio, mucho odio.

Por la banqueta, del lado contrario de la calle, Serena, Rini y Armando caminaban, estando Armando en medio de las dos y Serena del lado de la calle. Caminaban tranquila y despreocupadamente, decidiendo el sabor de su helado. En el mismo instante en que Vacío puso un pie fuera de aquel oscuro callejón, vio del otro lado de la calle a este trío, y enfocándose unos segundos en ellos, gritó de dolor mientras cerraba sus ojos fuertemente y los cubría con sus manos.

---¡¡¡¡LA LUZ!!!! ---gritó en dolor mientras caía de rodillas al suelo.

A casi nadie parecía haberle importado el grito de la joven ni su caída, ni parecía su grito haber sido lo suficientemente fuerte para llegar al otro lado de la calle, a oídos del trío.

Una sombra como de una persona cubrió el cuerpo de Vacío, haciendo que ésta voltease a verlo con sus ojos lastimados.

---¿Necesitas ayuda? ---dijo un anciano mientras le extendía su mano para levantarla.