PESADILLA
Abrió los ojos una vez más, otra pesadilla, ya se estaba hartando de eso. Cuántas pesadillas puede tener alguien en una noche?
- Inuyasha, ya estás bien?
La voz tímida de Kagome se oyó a su espalda, sonaba un poco alterada. Y si fuera otro sueño?
- Inuyasha?
- Sí, por qué no iba a estar bien?- "Ya sería demasiado que esto fuera otro mal sueño".
- Bueno, es que yo pensé...olvídalo.
Ella le sonrió y él miró alrededor antes de hablarle de nuevo.
- Ya amaneció, será mejor ponerse en marcha, no crees?
- Sí.
Pero durante el viaje a la aldea, hubo muchos detalles que confundieron al chico-perro. Kagome, en especial, estaba muy rara; lo miraba fijamente cuando creía que no la observaba y después se sonrojaba y miraba para otro lado. Y todo estaba demasiado calmado.
No había ninguna presencia importante en kilómetros a la redonda.
Siguieron caminando hasta que atardeció y se detuvieron a comer algo junto a un riachuelo. El cielo estaba pintado con un sinfín de colores y empezaba a refrescar; las luciérnagas despertaban con la brisa y rondaban entre las flores y las ramas de los árboles que bordeaban la corriente.
- Quieres curry?
No había acabado de hablar cuando su acompañante le había arrebatado el curry y lo devoraba con rapidez. Ella se sirvió un poco y se sentó en una roca junto al riachuelo. Pero en vez de comer, se quedó contemplando el paso del agua.
Un rato después, él se dió cuenta de que las cosas no estaban del todo bien.
- Kagome, pasa algo? No has comido nada.
Ella volvió su vista hacia él y después la dirigió hacia su regazo, un poco apenada. Finalmente, repondió.
- Inuyasha, te puedo preguntar algo?
El se sorprendió por la pregunta y ambos se quedaron callados durante mucho tiempo.
- Kagome...
- Olvídalo. No es nada importante.
La chica se paró de un salto y empezó a caminar, procurando no mirarlo.
- Voy a caminar un poco. Volveré pronto.
Tuvo el impulso de impedir que se alejara, de seguirla; pero simplemente se quedó sentado en el mismo lugar: confunfido y angustiado, sin poder hablar. Un ligero olor quedó flotando en el ambiente, después de que ella se hubo marchado; el de agua salada.
- Kagome.
Ella estaba llorando...por culpa suya; de su inseguridad, de su orgullo, de años de ignorar sus sentimientos. Se quedó ahí, pensando, sintiendo. Al menos una hora había pasado desde que la miko se había ido y casi sin darse cuenta, sus pies lo llevaron tras ella.
La encontró no muy lejos de ahí, recargada contra una roca, sollozando y sintió de pronto odio contra sí mismo; por el daño que le había estado haciendo. Se detuvo a un par de pasos de ella, temeroso de acercarse.
- Kagome?
La chica tembló al oír su nombre y se apresuró a secar las lágrimas que corrían por su rostro.
- Tardaste en volver.
- Perdona, no me dí cuenta del paso del tiempo.
- Me preocupé.
"Inuyasha estaba preocupado? Por mí?"
- Oye, Kagome. Acerca de lo que ibas a preguntarme, qué era?
- No importa, en serio.
El se arrodilló y detuvo su rostro con una mano para que lo viera a los ojos.
- Yo creo que sí importa- dijo suavemente.
Kagome dudó un momento antes de responder.
- Lo que dijiste hoy en la mañana- se detuvo como considerando si debía decir lo demás- antes de desmayarte...
"Desmayarme? De qué está hablando? Hoy en la mañana... -de pronto entendió lo que había pasado- Entonces no fue un sueño???? 0_o".
Abrió los ojos una vez más, otra pesadilla, ya se estaba hartando de eso. Cuántas pesadillas puede tener alguien en una noche?
- Inuyasha, ya estás bien?
La voz tímida de Kagome se oyó a su espalda, sonaba un poco alterada. Y si fuera otro sueño?
- Inuyasha?
- Sí, por qué no iba a estar bien?- "Ya sería demasiado que esto fuera otro mal sueño".
- Bueno, es que yo pensé...olvídalo.
Ella le sonrió y él miró alrededor antes de hablarle de nuevo.
- Ya amaneció, será mejor ponerse en marcha, no crees?
- Sí.
Pero durante el viaje a la aldea, hubo muchos detalles que confundieron al chico-perro. Kagome, en especial, estaba muy rara; lo miraba fijamente cuando creía que no la observaba y después se sonrojaba y miraba para otro lado. Y todo estaba demasiado calmado.
No había ninguna presencia importante en kilómetros a la redonda.
Siguieron caminando hasta que atardeció y se detuvieron a comer algo junto a un riachuelo. El cielo estaba pintado con un sinfín de colores y empezaba a refrescar; las luciérnagas despertaban con la brisa y rondaban entre las flores y las ramas de los árboles que bordeaban la corriente.
- Quieres curry?
No había acabado de hablar cuando su acompañante le había arrebatado el curry y lo devoraba con rapidez. Ella se sirvió un poco y se sentó en una roca junto al riachuelo. Pero en vez de comer, se quedó contemplando el paso del agua.
Un rato después, él se dió cuenta de que las cosas no estaban del todo bien.
- Kagome, pasa algo? No has comido nada.
Ella volvió su vista hacia él y después la dirigió hacia su regazo, un poco apenada. Finalmente, repondió.
- Inuyasha, te puedo preguntar algo?
El se sorprendió por la pregunta y ambos se quedaron callados durante mucho tiempo.
- Kagome...
- Olvídalo. No es nada importante.
La chica se paró de un salto y empezó a caminar, procurando no mirarlo.
- Voy a caminar un poco. Volveré pronto.
Tuvo el impulso de impedir que se alejara, de seguirla; pero simplemente se quedó sentado en el mismo lugar: confunfido y angustiado, sin poder hablar. Un ligero olor quedó flotando en el ambiente, después de que ella se hubo marchado; el de agua salada.
- Kagome.
Ella estaba llorando...por culpa suya; de su inseguridad, de su orgullo, de años de ignorar sus sentimientos. Se quedó ahí, pensando, sintiendo. Al menos una hora había pasado desde que la miko se había ido y casi sin darse cuenta, sus pies lo llevaron tras ella.
La encontró no muy lejos de ahí, recargada contra una roca, sollozando y sintió de pronto odio contra sí mismo; por el daño que le había estado haciendo. Se detuvo a un par de pasos de ella, temeroso de acercarse.
- Kagome?
La chica tembló al oír su nombre y se apresuró a secar las lágrimas que corrían por su rostro.
- Tardaste en volver.
- Perdona, no me dí cuenta del paso del tiempo.
- Me preocupé.
"Inuyasha estaba preocupado? Por mí?"
- Oye, Kagome. Acerca de lo que ibas a preguntarme, qué era?
- No importa, en serio.
El se arrodilló y detuvo su rostro con una mano para que lo viera a los ojos.
- Yo creo que sí importa- dijo suavemente.
Kagome dudó un momento antes de responder.
- Lo que dijiste hoy en la mañana- se detuvo como considerando si debía decir lo demás- antes de desmayarte...
"Desmayarme? De qué está hablando? Hoy en la mañana... -de pronto entendió lo que había pasado- Entonces no fue un sueño???? 0_o".
