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CAPÍTULO 8

EL REENCUENTRO

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Amanece... La vida seguía, allá en la Meseta Añil... Quedaban dos días para el comienzo del Campeonato, lo que explicaba la gran animación que comenzaba a haber en las calles... Luces de colores y cientos de guirnaldas adornaban la ciudad. También muchos puestos de comida y souvenirs inundaban las calles...

Todo parecía estar listo para que, dentro de dos días, comenzara el 23º Campeonato Pokémon de la Meseta Añil...

Pero en el Centro Pokémon no se había vivido una buena noche... Alguien había comenzado a darse cuenta de que las cosas no iban a ser como se esperaban...

Había sido una terrible noche...

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MISTY: (llorando) Él... ha sido él... Estaba aquí... ¡OS JURO QUE ESTABA AQUÍ!

Allí estaba ella, en medio del servicio, desnuda, sangrando... Sin saber qué hacer... Vio a la enfermera Joy dirigirse hacia ella, lentamente... Estaba intentando tranquilizarla...

JOY: Tranquila, Misty...

MISTY: (temblando) Estaba aquí... Lo vi con mis propios ojos...

JOY: (sin escucharla) ¡George! ¡Ve a por el botiquín! ¡Rápido!

GEORGE: ¡VOY!

Y el hombre bigotudo, que al parecer se llamaba George, bajó las escaleras corriendo en busca del botiquín. La enfermera Joy, por otra parte, seguía aproximándose a Misty, poco a poco...

MISTY: (histérica) ¡ESTABA AQUÍ! ¡CRÉAME, ENFERMERA JOY!

JOY: Tranquila, Misty... No pasa nada...

MISTY: (completamente ida) No se acerque más... ¿No ve que estoy desnuda? ¡Aléjese de mí!

Misty comenzó a agacharse y cogió la toalla húmeda con una mano y un cristal del suelo con la otra. Se colocó la toalla para evitar que se la viera nada y amenazó a la enfermera Joy con el cristal.

MISTY: No estoy loca... No se acerque más... ¡NO ESTOY LOCA!

JOY: (asustada) Por favor, Misty... Tranquila... Sólo quiero ayudarte...

Misty empezó a sentirse mareada. Lo veía todo borroso... Había perdido mucha sangre...

JOY: Tranquila... No pasa nada...

MISTY: (mareada) No... estoy... loca...

Soltó el cristal, que cayó estrepitosamente al suelo. Ya apenas veía nada, y todo daba vueltas a su alrededor...

JOY: ¡GEORGE! ¡DATE PRISA! ¡VA A PERDER EL CONOCIMIENTO!

Un ruido de alguien subiendo deprisa por las escaleras se acercó. Era George, con el botiquín.

GEORGE: ¡Ya estoy aquí!

Justo en el momento en el que entró, Misty se desmayó. Había perdido el conocimiento...

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Las 11:23 horas de la mañana siguiente. Misty abrió los ojos...

Se encontraba en una habitación, tumbada en la cama. Tenía puesto una bata de hospital, y observó que tenía algo "clavado" en el brazo derecho: la aguja de un gotero. Al parecer la estaban haciendo una transfusión de sangre. Extrañada, miró hacia el otro lado y vio a la enfermera Joy, mirando por la ventana...

MISTY: ¿Dónde estoy? ¿Qué me ha pasado?

JOY: Tuviste un pequeño accidente ayer...

MISTY: ¿Un accidente?

JOY: Sí. Mira...

Señaló la mano derecha de Misty. La tenía vendada...

JOY: Tenías varios cortes en la mano derecha... y perdiste mucha sangre. Luego te desmayaste... Por eso no te acuerdas de nada...

MISTY: (confusa) ¿Cortes? ¿Y cómo se supone que me hice esos cortes?

La enfermera Joy cerró los ojos, en señal de preocupación.

JOY: Será mejor que no lo sepas... No lo entenderías...

Misty se quedó extrañada. No sabía que decir...

MISTY: Espero no haberle causado ninguna molestia...

Joy suspiró. Estaba realmente agotada: no había pegado ojo en toda la noche.

JOY: (mintiendo) No, Misty. Es mi trabajo...

MISTY: ¿Cuándo podré levantarme? Tengo que seguir esperando a Ash... a mis amigos.

JOY: Si no ocurre nada raro, dentro de unas horas... y como veo que ya has recuperado la conciencia, te quitaré el gotero...

Joy se acercó a ella y comenzó a sacar con cuidado la aguja del brazo de Misty. Ella, que no quería verlo, miró hacia el otro lado... Aquello la provocaba náuseas...

MISTY: (cerrando los ojos) ¿Ya está? ¿Me lo ha quitado ya?

JOY: Sí. Ya te lo he quitado... Ahora George vendrá a traerte algo de comida... Necesitas recuperar fuerzas...

MISTY: ¿Quién es George?

JOY: Es amigo mío. Me ayuda en mi trabajo por estas fechas. En estos días llego a tener tanto trabajo que ni yo ni mis Chanseys damos a basto...

MISTY: Supongo que siempre acabas agotada...

Joy echó un último vistazo a Misty, dedicándola una sonrisa. Sin más esperar, salió de la habitación...

MISTY: **Bueno... Pasado mañana empieza el campeonato... ya no hay marcha atrás. Si viene, estupendo... Si no viene, al menos no me podrán decir que no lo intenté... ¿o sí?**

De repente, un horroroso estruendo comenzó a azotar los oídos de Misty... Era George, cantando...

GEORGE: ("cantando", si se le puede llamar a esto "cantar") ¡La, la la, lalililola! ¡Mil cañones por bandaaaaaa, viento en popa a toda velaaaaaaaaaaaaa! ¡Todo sea por mi gran amoooooooooooooooor! ¡Y ya no sé cuando volveré a navegaaaaar! ¡Me gusta el vino, el queso y las mujereeeeeeeeeeees!

Eso era insoportable... Misty había tenido que taparse los oídos ante aquel insulto "musical"... Para aumentar su desgracia, George entró a la habitación... Empujaba un carrito con comida...

GEORGE: ¿Cómo está la enferma? Te traía el desayuno...

MISTY: (suspirando aliviada) Menos mal que "sólo" has venido a traerme el desayuno...

GEORGE: (confuso) ¿Qué?

MISTY: No importa... ¿Y qué me has traído, si puede saberse?

George sacó algo del carrito y se lo colocó delante de los ojos de Misty.

GEORGE: ¡Que te aproveche, maja!

Misty observaba con cara de incredulidad lo que tenía delante suyo: un enorme bocadillo de por lo menos un metro de longitud con lechuga, tomate, pimiento, queso, salchichón, aceitunas... Un bocadillo bien completito, hay que reconocerlo...

MISTY: ("goteando") De... debes de estar bromeando... Supongo...

GEORGE: Tienes razón... Este es mi tentempié antes de irme a comer...

La verdad es que George, además de tener un bigotazo que ríase Super Mario, no era precisamente un atleta...

GEORGE: Aquí tiene la señorita... Un tazón con leche y un sándwich vegetal para comenzar bien el día... ¡Bon apetit!

George dejó la bandeja con el desayuno en una mesita, al alcance de Misty. Ella se sentó en el borde de la cama y se acercó la mesita, para poder desayunar a gusto. George, por otra parte, sentó su enorme trasero sobre una silla, que por algún extraño fenómeno de la naturaleza no se rompió bajo su peso. Dió un enorme bocado a su bocadillo y se quedó mirando a Misty, pensativo...

GEORGE: Tu cara me resulta muy familiar, muchacha...

MISTY: (mientras daba un sorbo a la leche) ¿Por qué lo dices?

GEORGE: ¿Eres algún familiar cercano de "Las 3 Hermanas Sensacionales"? Te pareces mucho a ellas...

MISTY: Se puede decir que yo soy la cuarta Hermana Sensacional... aunque ellas nunca hayan querido reconocerlo...

George casi se atraganta... ¡No podía creer lo que estaba oyendo! Se levantó como un loco de la silla, tirándola a un lado, y puso su enorme manaza sobre el hombro de Misty...

GEORGE: (emocionado) ¡No me digas que eres hermana de Lily, Violeta y Daisy! ¡No me lo puedo creer! ¡SOY SU FAN NÚMERO UNO!

Misty tenía una enorme "gota". La pobre tenía que aguantar el terrible aliento de George, que hablaba con la boca llena...

GEORGE: ¡No me he perdido ninguna de sus actuaciones! ¡Son magníficas, espléndidas, sublimes...!

MISTY: (desganada) Me parece estupendo todo eso, pero... ¿PODRÍA AL MENOS DEJADME RESPIRAR?

GEORGE: (echándose para atrás, sorprendido) ¡Lo siento! ¡Tampoco hace falta ponerse así!

George dejó el bocadillo sobre el carrito y se sentó en la cama, junto a Misty. Tenía cara de preocupación...

GEORGE: Ya que estamos hablando de tus hermanas... Hace ya bastante tiempo que abandonaron el espectáculo. ¿Qué es lo que ha pasado? He oído un rumor de que una de ellas sufrió un accidente... Lily, creo...

Misty guardó silencio. No tenía ganas de recordad de nuevo todo aquello.

GEORGE: Como no contestas, supongo que los rumores eran ciertos... Es una lástima... Espero que vuelvan a actuar algún día...

A Misty se le escapó una lágrima...

GEORGE: ¡Vaya! Lo siento, preciosa. No quería hacerte recordad nada... Creo que será mejor que me vaya...

George, apesadumbrado, se levantó y comenzó a largarse... Pero Misty intervino.

MISTY: ¡NO! No hace falta que te vayas. Ya da igual...

GEORGE: Tengo que ir a ayudar a la enfermera Joy. No me puedo quedar aquí hablando contigo toda la mañana... ¡O a Joy la va a dar algo! Adiós, muchacha...

MISTY: Me llamo Misty...

George sonrió. Salió de la habitación y comenzó a bajar las escaleras.

Misty suspiró. Dió otro bocado a su sandwich y comenzó a pensar...

MISTY: **Bueno, Misty. Ahora que estás más tranquila, deberías tomarte las cosas con calma. No es el fín del mundo si no lo encuentro. De todas maneras, seguro que debe de estar a punto de llegar...**

Un terrible estruendo comenzó a subir por las escaleras. Parecía un terremoto...

GEORGE: (entrando de nuevo, nervioso) ¿D"NDE ESTÁ?

MISTY: ¿El qué?

GEORGE: ¡Ah! ¡Ahí estás, pillín!

George alargó su manaza hacia el "mega-bocadillo" y se lo llevó bajo el brazo. Todo esto mientras una gran "gota" descendía lentamente tras la cabeza de Misty...

GEORGE: Ya se quería escapar, el muy canalla. ¡Adiós, Misty!

MISTY: (con cara de boba) Adiós... George...

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Dos horas después...

Recibidor del Centro Pokémon. George estaba barriendo el suelo: tenía que estar todo listo para las cinco de la tarde, que era la hora oficial del comienzo de las inscripciones para el Campeonato... Misty estaba ya allí, vestida con sus nuevas ropas y peinada. Ella ya estaba lista para lo que viniera... Lo más importante para ella era que ya no había tenido "alucinaciones" con Makatrull desde hacía algún tiempo...

MISTY: ¡Adiós, George! ¡Dale las gracias de mi parte a la enfermera Joy, cuando se despierte! ¡Y dile que cuide de mi Togepi!

GEORGE: Eso está hecho, encanto. Recuerda que siempre serás bienvenida aquí... ¡Espero que encuentres a tu "novio"!

Misty se puso colorada. Aquello le había pillado con la guardia baja...

MISTY: ¡NO ES MI NOVIO!

GEORGE: Ya lo sé... No es tu novio... todavía...

George comenzó a partirse de risa al ver la cara que puso Misty en ese momento...

MISTY: (roja como un tomate) ¡PIENSA LO QUE QUIERAS! ¡PERO NO ES LO QUE PIENSAS!

GEORGE: ¡Anda, Misty! No hace falta que me mientas... La enfermera Joy ya me ha contado toda la historia... Lo sé todo...

Misty cerró los ojos, resignándose, y salió del Centro, mientras veía a George saludándola con la mano. Se dirigía al corazón de la ciudad: a los alrededores del Estadio...

Pero había algo que se le escapaba, algo de lo que no se había percatado... Seguía siendo observada por los inquietos ojos de Makatrull, que en esos momentos se encontraba subido en el tejado del Centro Pokémon, escondiéndose de las miradas... Parecía estar escribiendo algo en su inseparable cuaderno...

MAKATRULL: Pobrecilla. Espero no haberla traumatizado demasiado... Será mejor que la deje de atormentar por un tiempo... La necesito sana...

Makatrull leyó sus palabras. Por sus gestos se podía adivinar que no le gustaba lo que había escrito...

MAKATRULL: (enfadado) ¡MENUDA MIERDA! ¡Eidan, cada vez escribes peor!

Arrugó la hoja, haciéndola una bola de papel, y la lanzó a lo lejos. Una vez hecho esto, volvió a la tarea...

MAKATRULL: Bueno... A ver qué podemos escribir ahora...

Sin que Makatrull se diera cuenta, la bola de papel que había lanzado se detuvo en el aire y comenzó a volver a toda velocidad hacia su dueño, que seguía escribiendo. La bola de papel impactó a gran velocidad en la cabeza de Makatrull, para luego desaparecer envuelta en llamas.

MAKATRULL: (tocándose la cabeza) ¡AUCH! ¡Malditos seais! No os gusta que haga eso, ¿verdad?

Makatrull comenzó a hablar solo, como si alguien invisible estuviera allí. Pero sólo estaba él: nadie más...

MAKATRULL: (enfadado) ¡Estoy cansado de que tengáis vosotros que decidir lo que ocurre a continuación! Recordad que somos un equipo: vosotros y yo. ¡Si hay algo que no me guste, lo arrancaré! ¡Vosotros no decidís en lo que escribo! ¿Lo habéis entendido?

Hubo silencio... La respuesta que obtuvo Makatrull fue bastante convincente: parecía que algo o alguien lo hubiera obligado a golpearse la cabeza contra el suelo del tejado, ya que lo que estaba haciendo no parecía ser del todo razonable.

MAKATRULL: (dolorido) ¡BASTA YA! ¿POR QUÉ SIEMPRE TENGO QUE HACER LO QUE VOSOTROS PIDÁIS? ¡NO PIENSO HACERLA SUFRIR MÁS DE LO QUE YA LO HE HECHO! ¡POR MUCHO QUE OS EMPEÑÉIS!

Los golpes cesaron. Parecía que lo que fuera hubiera entrado en razón.

MAKATRULL: ¿Y qué pasará si ella no es la que esperáis? ¿Recordáis a aquella otra chica a la que destrozasteis la vida? ¿La recordáis? ¿Cuántas vidas más queréis destrozar? Si tanto necesitáis a Misty, dejad que lo hagamos a mi manera... ¿ENTENDIDO?

Makatrull, de repente, cayó de rodillas, con las manos en el estómago. Algo le había golpeado muy fuerte desde dentro...

MAKATRULL: (recuperando el aliento) Me alegro que lo entendáis, desgraciados...

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Misty se encontraba en las inmediaciones del Estadio. Estaba buscando el restaurante en el que había comido el día anterior. ¡Servían unas comidas buenísimas!

MISTY: (leyendo) Restaurante "El Slowbro Inteligente"... Sí, es aquí...

Misty entró al restaurante. Estaba bastante más lleno que ayer... Se notaba que el Campeonato cada vez estaba más cerca... Tomó asiento, esperando a que alguien la atendiera...

Pasaron varios minutos...

MISTY: (suspiro) Me aburro profundamente... Ash, ¿cuándo vas a llegar?

Misty, viendo la cantidad de gente que allí había, pensó que lo mejor sería irse a otro sitio. Podrían pasar horas antes de que algún camarero se dignara atenderla.

MISTY: Supongo que hoy me voy a quedar sin comer...

Y salió al exterior. Una agradable brisa comenzó a soplar... Sus cabellos comenzaron a agitarse... Misty cerró los ojos... Se sentía tan llena de paz... Era como si el mundo se hubiera detenido...

CHICO: (gritando) ¡UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡DIOS MÍO!

Misty abrió los ojos, preguntándose quién habría podido dar ese grito. Vió a un chico corriendo como un loco hacia donde ella se encontraba... Sin darla tiempo a reaccionar, el chico la cogió de las manos...

CHICO: (colorado) ¡Ya sabía yo que en esta ciudad al fín encontraría la cosa más maravillosa del mundo! ¡Y sin duda eres tú, ángel de amor!

MISTY: (colorada y aterrada al mismo tiempo) ¿QUEEEEEEEEEEEEEEEEÉ?

Misty, cuando pudo reaccionar, comenzó a mirar de arriba a abajo a aquel chico: pelo castaño a lo pincho, piel morena, un poco más alto que ella y de constitución fuerte... Pero lo que más la llamó la atención fue su mirada... su mirada... ¿su mirada?

MISTY: (con los ojos cerrados, en señal de estar incubando un ataque de furia) Tú nunca vas a cambiar, ¿verdad, Brock?

BROCK: (colorado y confuso) ¿Sa... sabes mi nombre? ¡Vaya, pues sí que levanto pasiones últimamente! ¿Quién te ha hablado de mí? ¿Alguna de tus amigas?

Y tuvo que pasar que Psyduck saliera en el momento más inoportuno...

PSYDUCK: ¿Psyduck? Psy ai ai...

A Brock por poco le da un infarto... ese Psyduck... ese pelo pelirrojo... esos ojos verdes... esos cuernos de demonio que sobresalían de su cabeza... esos colmillos a punto de clavarse en su presa... Sí, estaba claro que se trataba de...

BROCK: (REALMENTE aterrado) ¡NO... NO PUEDE SER! ¡¡¡¡¡¡MISTY!!!!!!

Brock soltó las manos de Misty al ver la que se le venía encima...

BROCK: (corriendo lo más rápido que podía) ¡LO SIENTO, MISTY! ¡YO NO QUERÍA!

MISTY: (furiosa) ¡PSYDUCK! ¡ATACA A ESE IMBÉCIL ANTES DE QUE YO LO MATE! ¡ATÁCALO!

PSYDUCK: (confuso) ¿Psy?

Mientras Misty se ensañaba con el desdichado de Brock, la persona que lo acompañaba se había quedado allí, sin saber qué decir... Se había quedado de piedra...

CHICO: ¿Misty?

El corazón de Misty comenzó a latir deprisa... Esa voz...

CHICO: ¿Misty? ¿De verdad eres tú?

Misty, nerviosa, se giró, para al fin encarar a la persona que había dicho esas palabras... La persona con la que había deseado volver a encontrarse desde hacía un año... La persona por la que había recorrido todo este camino... Ash...

MISTY: (nerviosa) Ho... Hola, Ash...

CONTINUARÁ...