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CAPÍTULO 16
HISTORIA DE UNA VIDA
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Abajo, en el campo de batalla del Estadio Pokémon, rodeados por una espesa capa de cristal rosado, dos personas yacían en el suelo. Habían conseguido sobrevivir a aquella locura con forma de cristal... Un chico y una chica...
La chica, asustada, comenzó a reaccionar. Bajo ella estaba el cuerpo inmóvil de un chico de pelo negro... Un Pikachu daba vueltas nervioso alrededor de ellos, intentando reanimarlos... Al ver que la chica había despertado, una pequeña sonrisa se dibujó en su cara...
PIKACHU: ¡Pi ka chaaaa!
HARUKA: (dolorida) ¡Ummmmmmmmpfh! ¡Mi cabeza!
Tras asegurarse de que no tenía nada roto, echó una mirada a su alrededor. Aquella era una imagen increíble...
HARUKA: ¡Guau! ¿Qué es todo esto? ¿Será esto...? (aterrada) ¿¿ESTARÉ MUERTA??
Un terrible pensamiento se le vino a la cabeza, hasta que vio bajo ella el cuerpo de Ash...
HARUKA: ¿Ash? ¡Ah, ya recuerdo! El tipo ese... Esas palabras... Esa luz... Ash...
Oyó un gemido. Al oírlo, Haruka se apresuró a bajar de la espalda de Ash. Vio como Pikachu se dirigía preocupado hacia el rostro de su entrenador.
Haruka, con sumo cuidado, comenzó a zarandear ligeramente el cuerpo de Ash, de manera que recobrara el conocimiento.
HARUKA: (preocupada) ¡Vamos, Ash! ¡Despierta! ¡Sea lo que sea este sitio no pienso averiguarlo yo sola! ¡Despierta, por favor!
El cuerpo de Ash comenzó a moverse, mientras un ligero murmullo provenía de sus labios.
HARUKA: (aliviada) ¡Ya vuelve en sí! ¡Bien!
Ash, apoyando las manos sobre el suelo, comenzó a levantarse. Comenzó a abrir lentamente los ojos y vio la amigable cara de Haruka.
HARUKA: ¡Menos mal que estás bien! ¡Creí que te había dado demasiado fuerte! Lo siento, Ash...
Ash, aún un tanto aturdido, comenzó a ordenar las ideas en su cabeza... Vio la extraña visión que representaba todo aquel cristal... Recordó a Misty, con aquel grito desesperado... Recordó a aquel extraño joven... Recordó aquellas palabras maléficas... Recordó el posterior empujón de Haruka...
¿Qué demonios estaba pasando? Ash había venido a participar en un campeonato, como tantas otras veces había deseado. Había entrenado duro, había conocido nuevos amigos, Pokémon y ciudades. Había vuelto a pasar un año lleno de aventuras... Y ahora esto: uno de los días más esperados de su vida se había convertido en una pesadilla...
Había vuelto a ver a Misty. Estaba muy cambiada. Jamás él habría llegado a imaginar que Misty pudiera llegar a ser tan... ¿Qué podría haber pasado? ¿Por qué todo esto? ¿Qué relación podía tener ella y ese extraño personaje con todo este lío?
El pobre cerebro de Ash estaba trabajando a pleno rendimiento, pero conociendo sus más bien escasas posibilidades para cualquier otra cosa que no fueran los combates Pokémon, era un trabajo en vano. Todo aquello era ya lo suficientemente confuso como para que un simple entrenador de Pueblo Paleta llamado Ash Ketchum pudiera entenderlo...
HARUKA: ¡Haruka llamando a Ash! ¡Haruka llamando a Ash!
ASH: (confuso) ¿Qué?
HARUKA: (molesta) ¡Te estoy hablando! ¿Se puede saber en qué estás pensando? No creo que estemos en condiciones de seguir perdiendo el tiempo. Este sitio no me gusta lo más mínimo...
ASH: Perdona, Haruka... Gracias por haberme salvado antes...
HARUKA: (colorada) De nada, Ash...
ASH: (continuando la frase) ... Lástima que no haya servido de mucho. Ahora estamos aquí encerrados...
Haruka cayó al suelo al estilo ANIME. Aquella respuesta no había sido muy satisfactoria...
HARUKA: **¡Será desagradecido!**
Ash se había puesto de pie. Pikachu saltó a su hombro, asustado. Con la mano bajo el mentón, comenzó a mirar hacia la estructura de cristal. Intentaba encontrar alguna salida que los sacara del campo de batalla... Algo que los llevara hacia las gradas... Habría que encontrar una manera de salir de allí.
Haruka se levantó del suelo, mientras se sacudía sus sucias ropas. Lentamente se acercó a Ash, intentando no interrumpir sus pensamientos... Aunque ella no quería exteriorizarlo, estaba muy asustada. Al menos la presencia de Ash y Pikachu la tranquilizaba, pero todo aquello que estaba pasando en esos momentos no era precisamente tranquilizador... Decidió sacar un Pokéball de su cinturón...
ASH: (extrañado) ¿Qué haces?
HARUKA: ¡Adelante, Pokéball!
Haruka lanzó un Pokéball y apareció su inteligente Murkrow, el cual, al ver todo aquel maravilloso espectáculo de brillos y reflejos, se quedó con el pico abierto...
MURKROW: (emocionado) ¡KROW! ¡Murkrow kan krow!
HARUKA: (sonriendo) ¡Hola, Murkrow! ¿Te gusta?
Ash miró a Haruka, un tanto extrañado.
ASH: ¿Se puede saber qué estás haciendo, Haruka?
HARUKA: Quería un poco de compañía... Tengo miedo...
ASH: Entiendo que estés un poco asustada por todo esto... He de reconocer que yo también... ¿Pero en qué podría ayudarnos un Murkrow?
HARUKA: Tienen buena vista... Quizá podría encontrar algo interesante...
ASH: Me parece a mí que Murkrow, entre tantas cosas brillantes, poca ayuda vamos a obtener de él...
HARUKA: Pues ya que tú eres tan listo, ¿por qué no piensas tú otra cosa más inteligente, Ashy?
ASH: (molesto) ¡Te he dicho miles de veces que no me...! (más tranquilo) Eso es lo que estoy intentando hacer...
HARUKA: No te enfades, Ash. Sabes que te lo digo con cariño...
ASH: (confuso) ¿Huh?
HARUKA: ("gota") **No tenía que haber dicho nada.**
Ash y Haruka oyeron un silbido. Al parecer, Murkrow había visto algo al otro lado del cristal...
HARUKA: ¿Has visto algo, Murky?
El Murkrow asintió. Al parecer, entre toda aquella masa de cristal había algo...
ASH: ¡Vaya!
HARUKA: ¿Decías algo, Ashy? Creía haber oído antes que Murkrow no nos iba a servir para nada...
ASH: Vale, vale. Tranquila. Veamos qué podemos encontrar por allí.
Haruka hizo volver a su Murkrow, a pesar de sus quejas. Ash se acercó al cristal y lo tocó con sus manos desnudas. Su gélido tacto hizo que Ash apartara las manos instantáneamente.
HARUKA: ¿Estás bien, Ash?
ASH: ¡Esto está helado! ¡Esto está más frío que un Dewgong en un frigorífico!
HARUKA: ("gota") Supongo que es hora de que un Pokémon de fuego haga su trabajo...
Y Haruka mandó salir de su Pokéball a su pequeño Achamo, que pió con extrañeza...
HARUKA: ¡Y ahora, mi Achamito bonito va a derretir todo este cristalito! ¿A que sí?
ACHAMO: (confuso) ¿Chamo? ¡Chio, chio!
ASH: Tú siempre tan cursi...
HARUKA: ¡Cállate! Y ahora, Chamo, ¡usa tu Lanzallamas contra ese cristal!
El Achamo aún seguía un tanto extrañado... o tal vez sería mejor decir asustado...
HARUKA: ¿Achamo? ¿No me has oído?
ASH: Aún recuerdo, en mis viejos tiempos, cuando uno de mis Pokémon me ignoraba. Pero tranquila, Haruka. Es algo normal en los entrenadores novatos...
HARUKA: ¡Mi Achamo no me está ignorando! Lo que pasa es que el pobrecito aún está algo asustado... Vamos, Achamito... Hazle caso a tu entrenadora Haruka...
Tras un rato meditando, el Achamo comenzó a caminar torpemente con sus pequeñas patas hacia el muro de cristal. Abrió el pico, pero no hizo nada. Miró a su entrenadora, no muy convencido...
HARUKA: ¡Vamos! ¡No es tan difícil! ¡Sólo tienes que poner el pico así y soplar con todas tus fuerzas! ¡Fuuuu, fuuuuu!
El Achamo "gote" al ver a Haruka hacer el ridículo. Tras esto, miró hacia el frente y abrió el pico de nuevo. Un pequeño, pero imponente ataque Lanzallamas salió de su también pequeño pico. El cristal, al sentir el intenso calor, comenzó a derretirse...
ASH: ¡Funciona!
HARUKA: ¡Pues claro que funciona! ¿Qué te creías?
El cristal comenzó a derretirse, formando un espesa sustancia rosácea en el suelo... Pero la imagen que tenían ante sus ojos no era agradable. Lo que había tras el cristal era la cristalizada figura del arbitro, la cual aún reflejaba una espeluznante expresión de terror...
HARUKA: (lanzándose al cuello de Ash, aterrorizada) ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
ASH: (aterrorizado) ¿QUÉ ES ESTO?
PIKACHU: (asustado) ¡PIKAAAAAAAAAAAAA!
ACHAMO: (extrañado y confuso) ¿Chio?
El Achamo se dispuso a abrir de nuevo el pico, para lanzar otro ataque Lanzallamas, pero Haruka, rápidamente, cogió a Achamo entre sus brazos.
HARUKA: ¡No, Achamo! ¡Para!
ASH: ¡No puede ser! ¡El arbitro! ¡Está cristalizado!
HARUKA: Esto me gusta cada vez menos, Ash. ¡Quiero salir de aquí!
ASH: No hasta que encontremos a Misty... Tengo el presentimiento de que está por aquí cerca, en algún lugar, entre todo este cristal.
HARUKA: ¡Pero Ash! ¡Los dos vimos con nuestros propios ojos cómo ese tipo se la llevó! ¿Qué te hace suponer que está aquí?
Haruka se quedó mirando a Ash, que no respondía. Vio que sus ojos estaban muy abiertos, como si intentara mantener las lágrimas. Notó como una lágrima había comenzado a formarse en su ojo derecho...
HARUKA: Ash...
ASH: (secándose la lágrima) Debemos encontrarla... Si está por aquí dentro, la encontraremos... Aunque tengamos que derretir todo este maldito cristal. ¡Haruka!
HARUKA: ¿Sí, Ash?
ASH: Prepara a Achamo, Haruka. Hoy va a tener mucho trabajo...
HARUKA: ¿Y tú qué harás? ¿No creerás que mi Achamo va a hacer todo este trabajo él sólo?
ASH: Yo te ayudaré con Charizard. Me lo traje para usarlo en el Campeonato, pero creo que ahora va a hacer un mejor uso. ¡Adelante, Charizard!
HARUKA: (sorprendida) ¿Tienes un Charizard?
ASH: (aún con el Pokéball en la mano) Sí... ¿No lo sabías?
HARUKA: No... Nunca lo habías usado antes en mi presencia...
ASH: (con una sonrisa) ¡Pues ahora vas a verlo en acción! ¡Adelante, Charizard!
HARUKA: ¡Un momento!
Ash, que ya empezaba a impacientarse, volvió a detenerse en pleno lanzamiento.
ASH: ¿Qué pasa ahora?
HARUKA: ¿Este no será otro de tus numeritos para hacerme ver lo buen entrenador que eres, haciéndome quedar a mí como una novata que no sabe lo que hace, que comenzó a entrenar Pokémon sin tener absolutamente ni idea de lo que era un combate Pokémon, pero que ahora es incluso mejor que su "maestro", pero que el cabeza cuadrada de su "maestro" no es capaz de reconocerlo y se pasa la mitad del tiempo intentando ridiculizarme? ¿Verdad?
ASH: ("gota") No he entendido ni la mitad de lo que has dicho, pero sea lo que sea no creo que importe ahora. ¡Adelante, Char...!
HARUKA: (volviendo a interrumpir) ¡Te recuerdo que ahora soy casi tan buena entrenadora como tú, por no decir mejor! ¡Así que deja de robarme protagonismo!
ASH: (a punto de llorar de rabia) ¿Quieres dejarme lanzar ya a mi Pokémon, Haruka? No creo que este sea el momento más oportuno para volver a hablar de eso... ¡Tenemos cosas que hacer!
HARUKA: (sonriendo) ¡Ya lo sé, Ashy! ¡Lo que pasa es que me gusta verte enfadado! ¡Eso es todo!
Ash "gote", mientras lanzaba (¡al fin!) el Pokeball que contenía a Charizard. Entre el resplandor típico de los Pokéballs al impactar contra el suelo, la majestuosa figura del fogoso Pokémon se irguió entre los dos inquietos entrenadores...
CHARIZARD: (rugiendo) ¡CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAR!
HARUKA: ¡Veo que este Charizard impone bastante! Parece muy bien entrenado...
Haruka vio como Ash hacía la típica pose de "megasuperentrenador orgulloso de su megasuperentrenado Pokémon"...
HARUKA: **Ya sabía yo que haría eso...**
Ash, una vez Charizard se percató un poco de la situación en la que se encontraba, ordenó a Charizard ponerse manos a la obra... Ash hizo un gesto a Haruka, que suavemente dejó a Achamo en el suelo. El enorme Charizard y el diminuto Achamo comenzaron a lanzar fuego hacia el cristal, intentando abrir un camino que los llevara a alguna otra parte... Al parecer, daba resultado, y un camino comenzó a abrirse ante ellos.
ASH: Muy bien, chicos. Seguid así. ¡Haruka y yo iremos después de vosotros!
HARUKA: Bueno, Ash. ¿Qué deberíamos hacer ahora?
ASH: Pues... Supongo que ir hacia arriba. No creo que vayamos a encontrar mucho aquí, salvo...
HARUKA: (asustada) ¡Ahí hay otra persona, Ash! ¡Y otra! ¡Y otra! ¡Y otra! ¡QUIERO SALIR DE AQUÍ!
Haruka comenzó a empujar a Ash hacia el camino abierto por los dos Pokémon. Ella no quería quedarse allá abajo ni un minuto más...
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Un resplandor... El brillante resplandor de un rayo al caer iluminó la habitación. El familiar sonido del trueno lo acompañó. La tormenta que iba a azotar aquel día al fín había comenzado...
La misma tormenta que aconteció aquel 25 de septiembre, ahora volvía a representarse. Aquellas gotas de agua, heladas... La tormenta que Makatrull mencionó había... comenzado... otra vez.
Ella abrió los ojos... Otro resplandor pasó a través de los amplios ventanales de cristal, esta vez trasparentes como el agua, por donde pasaba la tenue luz de aquel apagado sol... Aquella chica de cabellos pelirrojos, a la que todos llamaban, una vez, Misty, se levantó lentamente. No sabía dónde estaba...
Paso a paso fue acercándose hacia la ventana, temerosa de lo que pudiera encontrarse al mirar a través de ella. Sólo veía nubes negras de tormenta, alzándose sobre la ciudad. Veía las cimas de aquellos grandes edificios, ahora insignificantes comparados con aquella horrible fortaleza de cristal. Puso las manos sobre el cristal, como intentando encontrar una manera de escapar de allí... Pero era en vano...
MISTY: **Makatrull tenía razón. Nada le impediría conseguir su objetivo... Y aquí está su obra... Estoy sola... Me siento sola...**
Misty apartó la vista del cristal y se sentó en el suelo. Miró a su alrededor y sólo veía oscuridad. A diferencia del resto de la construcción, aquella habitación podría considerarse agradable... Entre la penumbra Misty pudo distinguir varias sillas, una gran mesa que ocupaba una gran parte de la habitación y varias figurillas de porcelana. Aquellas figurillas tenían formas muy diversas: una parecía tener la forma de un Onix, con su enorme boca abierta; había otra más pequeña a su lado, que representaba una feroz lucha entre un Charizard y un misterioso Pokémon, que ella no había visto en su vida... Había también otras tres figuras, con unas inquietantes formas, representando otros tres extraños Pokémon. No parecían seres vivos...
MISTY: ¡Vaya! Todo esto es muy extraño...
Misty se levantó del suelo, para poder observar con más atención... Se acercó a la mesa, y pudo ver algo muy extraño sobre ella... Otra de las hojas arrugadas del cuaderno de Makatrull, aquellas que arrancaba siempre que no le gustaba lo que escribía...
MISTY: (nerviosa) ¿Dónde estará Makatrull? ¿Y el otro? ¿Estará también aquí?
Aunque la idea de que ahora fueran dos personas las que amenazaban su tranquilidad era bastante inquietante, la tentación que provocaba leer aquel trozo de papel era lo suficientemente atrayente como para que Misty se acercara hacia él...
Un gran resplandor iluminó de nuevo la habitación... Había caído otro rayo... Aprovechando el resplandor, Misty pudo observar que había varios cuadros colgados de las paredes...
MISTY: (olvidando por un momento la bola de papel) ¡Cuadros! ¿Y sí...?
Misty tanteó entre la penumbra para no tropezar con la mesa... Quería averiguar lo que podría estar representado en esos cuadros... Puede que le dieran alguna pista sobre lo que sucedía... Puede qué...
La tenue luz que entraba por la ventana desapareció... La mala suerte quiso que una de las negras nubes ocultara el sol por completo, dejando la habitación en la más completa oscuridad...
Misty chilló. Pero se tapó la boca de inmediato. No quería que nadie la oyera... Lentamente, abrió su bolsa, buscando lo que parecía ser una linterna. Estaba un poco vieja, pero ojalá aún funcionara...
MISTY: (dando golpes a la linterna) ¡Funciona! ¡Por favor, funciona!
La linterna, con un chisporroteo, se encendió emitiendo un débil (pero suficiente para orientarse) haz de luz. Nerviosa, comenzó a apuntar hacia las paredes, intentando encontrar aquellos cuadros que había visto... Y los vio, envueltos en polvo y telarañas...
MISTY: ¿Qué será esto?
Iluminó el primer cuadro... Era el dibujo de un hombre anciano, con una cara muy triste. Llevaba la figurilla del Onix que había visto antes sobre la mesa. El segundo cuadro mostraba un bello paisaje: un gran lago en el que nadaban algunos Poliwhirl y Quagsire, con una preciosa montaña nevada al fondo...
El tercer cuadro hizo a Misty estremecerse de terror. Era la imagen de Misty, dormida frente a la ventana, mientras una mano siniestra la acariciaba los cabellos...
MISTY: (asustada) ¿Qué? ¿Cómo ha...?
Con el miedo en el cuerpo, se acercó al último cuadro... En comparación con el anterior, este último cuadro era muy distinto. Se veía a una alegre y joven pareja... De unos 15 ó 14 años más o menos. Se los veía felices en aquella imagen... El ver esa imagen la llenó un tanto de melancolía, otro tanto de tristeza... ¿Por qué no podían ser ella y Ash los que estuvieran en esa imagen? Pero ella sabía que, tal como estaban las cosas, esa imagen sería difícil de conseguir...
MISTY: Bueno... Esto al menos es más agradable...
Miró con atención al chico... Le resultaba familiar... De hecho era, al menos, una de las personas que la tenían retenida aquí... Makatrull o Eidan, a no ser que, como Misty se temía, fueran la misma persona, pero en dos formatos diferentes. Sí, pudo reconocer en aquella imagen la fría sonrisa de Makatrull, y aquellos ojos marrón-verdosos que tenía cuando quería ser una persona agradable... Su brazo izquierdo estaba apoyado sobre uno de los hombros de la chica... A Misty no le era conocida esa cara...
MISTY: Veo que Makatrull no siempre ha sido tan terrible, pero... Esto no me explica absolutamente nada...
A Misty le pareció oir un ruido, proveniente del techo. Misty, asustada, iluminó el techo... No parecía haber nada...
MISTY: Tranquila, Misty. Tranquila.
Una vez tranquilizada, volvió a examinar el cuadro... Quería fijarse con más detenimiento en aquella imagen... Sabía que iba a descubrir poca cosa, pero...
MISTY: (sorprendida) ¡Un momento! ¿Esta no es...?
VOZ: ¿Te gustan mis cuadros, mi querida bella durmiente?
Misty gritó. La linterna cayó al suelo, rompiéndose. La oscuridad la envolvió de nuevo...
VOZ: ¿Por qué te asustas? Deberías ya estar acostumbrada, ¿no?
MISTY: (asustada) ¡No estaba haciendo nada, Makatrull! ¡No estaba haciendo nada!
De repente, la habitación se iluminó por completo. Misty, cegada por pasar tan rápidamente de la oscuridad a la claridad, tuvo que cerrar los ojos. Oyó un portazo y unos pasos comenzaron a escucharse.
VOZ: ¿Makatrull? ¿Crees que soy ese blando? ¡Él no me llega ni a la suela de los zapatos, preciosa! ¡Yo soy su alter-ego, dulzura! ¡El lado que él no quiere mostrar al mundo! ¡Soy Eidan Nobody! Ese del que tu estúpida amiguita, esa odiosa Saphire, te ha estado hablando...
MISTY: (abriendo los ojos, asustada) ¿Eidan?
EIDAN: El mismo que viste y calza, señorita. Y para qué veas que no tengo nada que esconder, te ofrezco mi mano... Seamos, cómo diría yo... almas en puro contacto...
Misty, una vez recobró la vista, pudo ver al temido Eidan... A pesar de que su aspecto era idéntico en todo a Makatrull, él ya no llevaba las características gafas de Makatrull... Tampoco desprendía ese intenso frío que Makatrull inspiraba con su presencia... Tampoco parecía ser tan enigmático como él, pero a Misty seguía provocándola miedo...
EIDAN: Veo que te he asustado, Elegida por "Ellos". Perdona mi brusquedad, preciosa... ¿Estabas interesada en algunos de estos cuadros?
Eidan señaló hacia los cuadros, aparentemente relajado. Misty, nerviosa, movió la cabeza hacia los lados, en un claro gesto de negación.
EIDAN: No es necesario que me mientas, Misty... ¿Los estabas mirando? ¿Sí o no?
Misty no respondió.
EIDAN: (furioso) ¡RESPONDE!
Misty cayó al suelo, ante aquel grito. Temblando, entonó un tímido "S"...
EIDAN: (sonriendo) Así me gusta. Eres buena chica... Levántate... Y no me hagas pedírtelo dos veces...
Misty se levantó, lentamente. Mientras se levantaba, disimuladamente se acercó a la mesa...
EIDAN: ¿A dónde vas?
MISTY: (nerviosa) I... Iba a dejar mi bolsa sobre la mesa. Pesa mucho, ¿sabes?
Misty abrió la bolsa y, sin que Makatrull se diera cuenta, agarró la bola de papel de la mesa y la introdujo dentro. También agarró el Pokéball de Politoed, por si acaso.
EIDAN: (mirando a los cuadros) ¡Ah! ¡Cuántos recuerdos me trae todo esto! ¡Me hacen recordad!
Misty se guardó el Pokéball en el bolsillo del pantalón, y se dirigió cuidadosamente hacia Eidan. No quería que sospechara nada...
EIDAN: (cogiendo el cuadro con la imagen del anciano) ¡Mira, Misty! Este era mi querido abuelo Angus Nobody, un hombre sabio donde los haya... Él me enseñó mucho... Le encantaba hacer figurillas de porcelana... Como habrás podido ver, Misty, tengo unas cuantas obras suyas...
MISTY: (intentando actuar con naturalidad) Sí... ¡Son muy bonitas!
EIDAN: Sí, unas figurillas muy bonitas, como tú dices. ¡Pero la belleza de sus figuras contrastaba enormemente con su gran anhelo de ridiculizarme!
MISTY: (extrañada) ¿Qué?
EIDAN: Decía que mi alma estaba corrompida, llena de maldad. Decía que era una persona horrible, que sólo deseaba el mal para los demás. Decía que jamás sería aceptado por nadie, ya que acabaría destruyéndola antes de que me tuviera afecto...
MISTY: (asustada) Pero... eso es...
Misty vio como Eidan lanzó el cuadro al suelo, rompiéndose en mil pedazos, para luego seguir destrozándolo bajo sus negros zapatos.
MISTY: (sorprendida) Vaya...
EIDAN: Como habrás podido comprobar, mi abuelo era un imbécil. Me acusó de la muerte de mis padres sin motivo... ¡Menos mal que ya está descansando en una fría tumba ese desgraciado!
Misty no quiso decir nada. Eidan estaba bastante enfadado... Vio como cogía el segundo cuadro...
EIDAN: Recuerdo este bello paisaje... Fue el lugar donde comencé a creer que podría ser feliz algún día... Fue el lugar donde conocí por primera vez la belleza del mundo que me rodea...
MISTY: Ese cuadro es precioso, Eidan...
EIDAN: Sí... Lo dibujé yo... Bueno, para ser exactos, lo dibujó el memo de Makatrull, pero en realidad es como si lo hubiera dibujado yo... Te gusta este cuadro, ¿verdad?
MISTY: (asintiendo) Sí. Es muy... relajante...
EIDAN: Te gusta, ¿eh? ¡PUES A MÍ NO!
Y con una malvada sonrisa lanzó el cuadro hacia la mesa, rompiendo todas las figurillas que sobre ella había...
EIDAN: ¡Oh, qué lástima! ¿Cómo puedo ser tan insensible?
MISTY: (enfadada) ¡Eres un monstruo!
EIDAN: (furioso) ¡CÁLLATE!
MISTY: (asustada) Va... Vale... Lo siento.
Misty vió como pasó de largo el cuadro en el que ella estaba dibujada. Es más, no quiso prestarle ninguna atención...
EIDAN: Y ahora, miremos este último cuadro... Sin duda, el cuadro al que le tengo más cariño.
MISTY: (señalando el anterior cuadro) ¿Y éste?
EIDAN: Será mejor que no preguntes por ese cuadro... O podría hacerte algo malo...
MISTY: (aterrorizada) ¿QUEEEEEEEEEEEÉ?
EIDAN: Olvídalo... (cogió el último cuadro) Mira... Aquí está la imagen del amor de mi vida... ¿No estamos adorables?
Misty no quiso decir nada. Conociendo el destino que habían tenido los dos anteriores cuadros, no creía que éste fuera a ser diferente, por mucho cariño que le tuviera...
EIDAN: La conocí una calurosa tarde de verano. Con ella descubrí una faceta que yo nunca creí que tendría... Comencé a escribir historias, sueños, poesías, para que ella las leyera. Decía que eran magníficas, que eran preciosas. Decidí dedicar mi vida a la escritura, gracias a ella...
Misty escuchaba en silencio... No quería enfadar a Eidan, ahora que parecía haberse tranquilizado. Como chica romántica que ella era la gustaba oír ese tipo de historias... Sea quien sea quien las contara...
EIDAN: Ella... Ella... Ella... ¡ELLA!
Misty se puso alerta. Eidan tenía los ojos encendidos en cólera, mientras apretaba entre sus manos el cuadro...
EIDAN: (furioso) ¡Ella era una mentira! ¡Me dejó tirado como a un imbécil! ¡Me traicionó! ¡Me mandó a la mierda! ¡Dijo que yo era demasiado violento y que ella no se sentía segura a mi lado! ¡Y me abandonó! ¡Esa malnacida me abandonó!
Misty se apartó de Eidan, temiendo lo que pudiera hacer...
EIDAN: (furioso) ¡Maldita seas, Saphire McTwin! ¡Te maldigo!
MISTY: (no creyéndose lo que oía) ¿Saphire?
Y Eidan acabó lanzando el cuadro hacia el cristal de la ventana. El cuadro atravesó el cristal, precipitándose al vacío. Por el agujero que el cuadro había hecho en el cristal comenzó a entrar el frío y la lluvia del exterior.
EIDAN: ¡Adiós, cuadro repugnante! ¡Vuela como esa malnacida voló por el estadio! ¡Vuela alto, amigo! ¡JUAJUAJUAJUA!
MISTY: (a punto de romper a llorar) ¡ERES UN GRANDÍSIMO DESGRACIADO, EIDAN! ¡Te odio!
EIDAN: ¿Me odias, Misty? ¿A mí me odias? Yo sólo te he traído aquí porque Makatrull me lo ordenó personalmente. A él es a quien controlan "Ellos". Yo sólo aprovecho el momento...
Misty vió como Eidan la agarraba de los brazos y la obligaba a colocarse contra la pared. Misty intentaba soltarse, pero Eidan era demasiado fuerte. En un intento desesperado de coger el Pokéball de su bolsillo, Misty bajó la mano hacia su pantalón. Eidan, para su desgracia, fue más rápido.
EIDAN: ¿A ver qué tienes en el bolsillo? ¡Vaya, qué interesante! ¡Un Pokéball! ¡Gracias por el regalo, Misty!
MISTY: (gritando) ¡Suéltame! ¡Devuélveme mi Pokéball, bastardo!
EIDAN: Te lo devolveré cuando me hayas hecho feliz, Misty. Nos vamos a divertir mucho nosotros dos juntitos...
Misty no quería que eso fuera real. Tenía que ser una pesadilla. ¡Quería despertar de una vez! ¡Esto no podía estar pasando!
EIDAN: La otra vez ese imbécil de Makatrull me lo impidió. Pero ahora no tienes escapatoria, preciosa...
Misty observó como Eidan había sacado una navaja de su camisa...
EIDAN: Si no quieres que te pase nada, más te vale que te estés quietecita...
MISTY: **No. Por favor, no...**
En el exterior, la tormenta había aumentado su intensidad. El oscuro sol había comenzado a ocultarse...
CONTINUARÁ...
