1 Pensamientos
Era de noche, aproximadamente las nueve, Harry Potter, un chico de 14 años se dirigía a su casa, Harry no era un chico normal, el era un mago, y en esos momentos se dirigía a su casa, la que el no consideraba su hogar, en compañía de su tío Vernon, después de haber terminado su cuarto curso, en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, en el que por desgracia, en la ultima prueba del Torneo de los Tres Magos, el mago tenebroso mas poderoso de los últimos cien años: Lord Voldemort o mejor conocido por quien-tu- sabes, había retornado gracias a un hechizo que realizo Colagusano o Peter Pettigrew como era su verdadero nombre.

Harry tenia algunas cosas en la cabeza, una de ellas los últimos hechos del Torneo:

¡Expelliarmus! - grito Harry con todo el valor que poseía-

¡Avada Kedavra! -respondió Voldemort con la misma intensidad y odio que Harry.

De la varita de Voldemort broto un chorro de luz Verde en el preciso momento en que de la de Harry salía un rayo de luz roja, y ambos rayos se encontraron en medio del aire. Repentinamente, la varita de Harry empezó a vibrar como si la recorriera una descarga eléctrica. La mano se le había agarrotado, y no habría podido soltarla aunque hubiera querido. Un estrecho rayo de luz que no era de color rojo ni verde, sino de un dorado intenso brillante, conecto las dos varitas, y Harry, mirando el rayo con asombro, vio que también los largos dedos de Voldemort aferraban una varita que no dejaba de vibrar.

Y entonces (nada podría haber preparado a Harry para ello) sintió que sus pies se alzaban del suelo. Tanto él como Voldemort estaban elevándose en el aire, y sus varitas seguían conectadas por el rayo de luz dorada, Se alejaron de la lapida del padre de Voldemort, y fueron a aterrizar en un claro de tierra sin tumbas. Los Mortífagos gritaban pidiendo instrucciones a Voldemort mientras, seguidos por la serpiente, volvían a reunirse y a formar el circulo entorno a ellos. Algunos sacaron las varitas.

El rayo que conectaba a Harry y Voldemort se escindió. Aunque las varitas seguían conectadas, mil ramificaciones se desprendieron trazando arcos por encima de ellos, y se entre lazaron a su alrededor hasta dejarlos encerrados en una red en forma de campana, una especie de jaula de luz, fuera de la cual los mortífagos merodeaban como chacales profiriendo gritos que llegaban adentro amortiguados.

-¡No hagan nada!-les gritó Voldemort a los mortífagos .

Harry vio que tenía los ojos completamente abiertos de la sorpresa ante lo que estaba ocurriendo, y forcejeaba en un intento de romper el hilo de luz que seguía uniendo las varitas. Harry agarró la suya con mas fuerza utilizando ambas manos, y el hilo dorado permaneció intacto.

-¡No hagan nada amenos que yo se los mande! -volvió a gritar Voldemort.

Y, entonces un sonido hermoso y sobre natural llenó el aire ... Procedía de cada uno de los hilos de red finamente tejida en torno a Harry y Voldemort. Era un sonido que lo conectaba a Dumbledore, como si un amigo le hablara al oído.

No rompas la conexión

Lo sé -le dijo Harry a la música-,ya se que no debo. Pero, en cuanto lo hubo pensado, se convirtió en algo bastante mas difícil de cumplir. Su varita empezó a vibrar más fuerte que antes... y el rayo que lo unía a Voldemort había cambiado también: era como si unos guijarros de luz se deslizaran de un lado a otro del rayo que unía las varitas. Harry notó que su varita se sacudía en el interior de su mano mientras los guijarros comenzaban a deslizarse hacia su lado lenta pero incesantemente. La dirección del movimiento del rayo era de Voldemort hacia él, y notaba que su varita vibraba con enorme fuerza...

Cuando el mas próximo de los guijarros de luz se acercó a la varita de Harry, la madera que tenía entre los dedos se puso tan caliente que a Harry le dio miedo que se prendiera. Cuanto mas se acercaba el guijarro, con mas fuerza vibraba la varita de Harry, Tuvo la certeza de que, en cuanto tocara la varita, esta se desharía. Parecía apunto de hacerse astillas entre sus dedos...

Concentró cada célula de su cerebro en obligar al guijarro a retroceder hacia Voldemort, con el canto del fénix en sus oídos y los ojos furiosos, fijos. Lentamente, muy lentamente, los guijarros se fueron deteniendo, y luego, con la misma lentitud, comenzaron a desplazarse en sentido opuesto... y entonces fue la varita de Voldemort la que empezó a vibrar con terrible fuerza, lo que había sucedido era lo que Harry menos entendía, pues luego que los guijarros llegaran a la varita de Voldemort esta había prorrumpido en alaridos de dolor.

Lo que sucedió a continuación conmocionó a Harry, pues de la varita de Voldemort, había salido la mano que le dio a Colagusano, luego algo gris que parecía hecho de humo el cual formo una cabeza... a la que siguieron el pecho y los brazos: era Cedric Diggory .

-Aguanta Harry- le dijo.

La voz resonó distante, pero Voldemort contemplaba atónito la escena, con los ojos abiertos como platos, pues a los dos los había agarrado de sorpresa, pero lo que sucedió después todavía los agarró aún mas de sorpresa pues de la Varita de Voldemort salió la densa sombra de una segunda cabeza pero esta era la de un viejo al que Harry había visto en cierta ocasión en un sueño.

-Entonces ¿era un mago de verdad?-dijo el viejo fijándose en Voldemort-.Me mató, ese lo hizo...¡Pelea bien muchacho!

Pero ya estaba surgiendo una nueva cabeza la cual pertenecía a una mujer : Bertha Jorkins.

-¡No sueltes!-le gritó, y su voz resonó al igual que la de Cedric-¡No sueltes, Harry, no sueltes!

Y entonces otra cabeza salió de la punta de la varita de Voldemort... Harry supo quien era en cuanto la vio, lo comprendió como si la hubiera estado esperando a que saliera desde que salió el cuerpo de Cedric, lo comprendió porque la mujer que salió esa ves era la única persona en la que había pensado toda esa noche.

La sombra de humo de una mujer joven de pelo largo cayo al suelo tal como había hecho Bertha, se levantó y lo miró... y Harry, con los brazos temblando furiosamente, devolvió la mirada al rostro fantasmal de su madre.

-Tu padre esta en camino...-había dicho ella en voz baja-Quiere verte... Todo ira bien... ¡ánimo!...

Y entonces salió la forma entera de James Potter, se le acerco a Harry, y le habló con la misma voz resonante que los otros pero en voz baja para que Voldemort no lo oyera, cuya cara estaba lívida de terror al verse rodeado por sus victimas.

-Cuando la conexión se rompa, desapareceremos al cabo de unos momentos... pero te daremos tiempo...tienes que alcanzar el traslador, que te llevará devuelta a Hogwarts. ¿Has comprendido, Harry?

-Si-le había dicho a su padre jadeando, haciendo un enorme esfuerzo por sostener la varita, que se le resbalaba entre los dedos.

-Harry-le cuchicheó la figura de Cedric- lleva mi cuerpo, ¿Lo harás? Llévales el cuerpo a mis padres...-

-Lo haré-contestó Harry con el rostro tenso por el esfuerzo.

-Prepárate- le dijo su padre- prepárate para CORRER... ahora.

Y así lo hizo, corrió esquivando las maldiciones de los mortífagos, corrió hasta el cuerpo de Cedric, pero la copa estaba a unos metros, y Voldemort se había librado de sus victimas y cuando este alzó la varita para hacer la maldición imperdonable, Harry solo hizo una cosa:

-¡Accio!-grito con las fuerzas que le quedaban apuntando hacia el traslador.

Se había escapado por poco, llego a Hogwarts y contó todo a Dumbledore el cual le creyó por completo, y este le contó al ministro de magia el cual lo clasifico como un loco.

-Sino le hubiera dicho que la cogiéramos juntos-murmuró Harry un poco triste pero a la vez enojado. ......

-Que tanto dices chico??-gruño tío Vernon

-Nada, lo siento-respondió Harry, mientras, una lágrima rodaba en su mejilla al recordar a sus padres.

-De acuerdo-le dijo tío Vernon, pero al fijarse por el retrovisor, miró con asombro, la lágrima que corría por la mejilla de Harry- ¿pero que le habrá pasado a este?, siempre regresa con una sonrisa de ese "colegio"¿Todo bien en tu.. colegio?-preguntó al fin tío Vernon.

Harry, sorprendido por la pregunta, asintió lentamente, pero eso no quitó la cara de preocupación de tío Vernon ya que las únicas veces que había visto llorar a Harry, fue cuando era niño, o algo realmente lo ponía triste, ni siquiera lloraba cuando insultaba a sus padres o cuando Dudley le pegaba muy fuerte.- Esto tengo que hablarlo con Petunia

Otra de las cosas que tenia Harry en su cabeza era: Sus amigos, estaba preocupado por ellos, en especial por Hermione, porque se habían creado un lazo de amistad muy grande, puesto que ella siempre estuvo con Harry cuando nadie le creía y cuando mas la necesitaba, pero junto con estos pensamientos venia una pregunta.

-Porque se despidió de mi con un beso??-pensó Harry- talvez fue de apoyo, o para darle celos a Ron o talvez.... no lo sé.

Harry seguía en sus pensamientos, cuando sintió que alguien lo vigilaba.

-Que estas esperando!-grito tío Vernon-ya hemos llegado, baja tus cosas y ponlas en la....en tu cuarto tengo que ser amable, después de todo me preocupa y quita esa cara de niño bueno que pretendes poner.

-Yo no pretendo nada-contestó Harry un poco molesto por su comentario-Que raro... a mi cuarto???-pensó

Harry subió sin cenar, porque tenia un nudo en el estomago y porque estaba realmente extrañado por el comportamiento de su tío.

-Petunia- dijo tío Vernon- tenemos que hablar de...

-Harry-interrumpió tía Petunia- he recibido esto- murmuro con el semblante de preocupación extendiéndole a Vernon un pergamino- creo que es del colegio de Harry.

Sin mas preámbulos, lo tomó y empezó a leer, cada vez que leía un párrafo, ponía mas cara de preocupación, terror y de incredulidad. -Pero.... ¡esto no puede ser! En la carta que nos dejaron, cuando lo dejaron a el también, nos habían dicho que había muerto....

-Así es, tu lo has dicho, el asesino de mi hermana "había" muerto...- interrumpió Petunia- tal vez va siendo hora que aceptemos su ano...su don .

-Tal vez tengas razón, estas cosas son tan terribles, no se como las tolera- Finalizó Vernon.

Mientras tanto en su cuarto, Harry no había escuchado nada, pero se encontraba en sus pensamientos, en una idea que se le había formulado en la mente Si Voldemort me quiere, no la va atener tan fácil, no se va a llevar a alguien más, me enfrentaré con él aunque sea lo último que haga, pero se sorprenderá.