Disclaimer: Yami no Matsuei pertenece a Yoko Matsushita. La historia
original pertenece al AU 'One Thirteen' de Leareth. Yo sólo la leí, la
disfruté y la traduje.
Traductor: Estos capítulos estaba listos desde Marzo, pero no habían sido
... betados? No.. bueno, corregidos por mis queridas lectoras beta.
Gracias a Raquel y a LeiserEngel por haber hecho la revisión (¡ajá!
Revisión es la palabra), y a Leareth por permitirme ponerme a jugar con sus
historias.
¡Sombras, a mí!
Parte Tres
"Uh, oh."
"¿Qué?"
Watari gruñó algo suavemente al recoger los platos, vasos, cubiertos y bebidas. "Olvidé el pastel."
Hisoka elevó la mirada exasperado, y Tsuzuki entró en pánico. "¡No puedes haber olvidado el pastel!"
Watari movió sus manos rápidamente buscando calmarlo. "¡Está bien, está bien! Seguramente sólo lo dejé en el laboratorio." Se levantó y corrió hacia la puerta. "Dame un segundo; ¡vuelvo enseguida!"
Hisoka suspiró cuando el científico rubio desapareció. Se volvió hacia Tsuzuki, que estaba sentado en la cama con orejas de cachorro caídas y una expresión de dolor, y suspiró de nuevo. "¿En realidad crees que deberías comer pastel mientras aún estás en el hospital?"
Tsuzuki se dirigió a él con una sonrisa inocente y una cola de perrito feliz. "¡Por supuesto! ¡El pastel es la mejor medicina del mundo!" Hisoka lo miró por un momento y la sonrisa de Tsuzuki disminuyó un poco. "Ok, ok, tal vez no - ¡pero de todas maneras es bueno!"
Los ojos verdes giraron a punto de perder la paciencia. Luego miraron a Tsuzuki de arriba abajo. "¿Estás bien?" preguntó Hisoka quedamente.
Tsuzuki le observó confundido por un segundo, y luego sonrió un poco. "Sí. Estoy bien."
Hisoka tenía la sensación de que esa no era del todo verdad. "¿Estás seguro?"
"Sí, estoy seguro. Los shinigami nos recuperamos rápido, ¿recuerdas?" Los ojos de Tsuzuki miraban hacia la cama, notó Hisoka. Los shinigami se curan rápido físicamente, pero estoy preocupado por la parte emocional, Tsuzuki. Me doy cuenta de que estás fingiendo.
Como presintiendo el rumbo de los pensamientos de su compañero, Tsuzuki volvió a hablar. "Estoy bien, en serio, Hisoka. Es el pasado, se acabó, puedo olvidar..." Hisoka no sabía si Tsuzuki trataba de convencerlo a él o sí mismo. "Además," agregó rápidamente, dedicándole al joven shinigami una sonrisa brillante. "Te tengo a ti para cuidarme, ¿no es cierto?"
Avergonzado, Hisoka miró hacia otro lado. "Sólo idiotas hacen preguntas tan estúpidas como esa."
Tsuzuki ya estaba acostumbrado al temperamento de su compañero. "Gracias, Hisoka.," dijo agradecidamente.
Watari escogió ese momento para volver con el pastel. "Yyyyyyyyyyyyyyyyy, como correctamente predije, esta dulce mezcla de los ingredientes más finos que el hombre puede comprar, decorada con rico chocolate, espesa crema y las más jugosas fresas del jardín del Conde, ¡estaba exactamente donde lo había dejado!" anunció triunfante, colocando la pieza en la mesita de al lado en una sorprendente pose. "¡Soy todo un genio!"
Hisoka volvió a girar los ojos mientras su compañero vitoreaba alegremente a Watari y se levantaba para buscar el cuchillo del pastel.
Era la última noche de Tsuzuki en el hospital, así que él, Watari y Hisoka estaban teniendo una pequeña fiesta. Watari había traído el pastel y las bebidas (había querido traer sake, pero el cuerpo de Hisoka era de sólo 16 años y Tsuzuki era técnicamente todavía un paciente del hospital, así que se había conformado con vino sin alcohol), y Hisoka había traído los platos y los cubiertos. Después de comer, Watari y Hisoka entretuvieron a Tsuzuki con varios reportes de los sucesos diarios in JuOhCho. Watari contaba más que Hisoka; el joven shinigami no era muy hablador, así que sólo escuchaba la plática del científico, interrumpiendo algunas veces para hacer un seco comentario propio. El efecto que esto generaba era como un oxidado coche deteniéndose y arrancando continuamente, y era tan entretenido como las historias en sí.
"Entonces, los Gushoushin se acercan a Terazuma reclamándole por los libros que no ha devuelto, y Terazuma retrocedió sin ver a donde iba," dijo Watari. Sus ojos se cerraron detrás de sus lentes. "De lo que no se dio cuenta fue de que Hisoka-kun estaba atrás de él, así que antes de darnos cuenta, se estrelló contra Hisoka-kun y teníamos un león negro rampante suelto." El científico hizo una pausa en su anécdota mientras Tsuzuki se recargaba en las almohadas y se reía. Del otro lado de la cama, Hisoka no estaba para nada entretenido, sentado con los brazos cruzados. "¡Fue muy gracioso, te lo digo! Los Gushoushin volaban hacia todos lados buscando dónde esconderse, Hisoka-kun estaba boqueando como un pez a un lado-"
"No estaba boqueando," dijo Hisoka. "Sólo me quedé parado parpadeando."
"-parpadeando a un lado, Saya y Yuma riéndose como locas hasta que Terazuma se acercó demasiado y empezaron a gritar, mientras yo corría a buscar a Wakaba-chan antes de que algo fuera destruido." Watari sonrió mientras Tsuzuki trataba de formarse una imagen mental en su cabeza. "Por suerte estaba en el cuarto de al lado y le puso el hechizo a Terazuma realmente rápido, así que lo único que tuvimos que hacer fue limpiar lo más rápido posible antes de que Tatsumi llegara a ver qué estaba sucediendo y nos demandara a todos por daños."
Tsuzuki rió de nuevo, y Watari y Hisoka casi podían ver las figuras de sus colegas caminado por la mente de su amigo que sonreía al imaginarse la historia. Pero luego la sonrisa disminuyó y desapareció, y ambos supieron que una persona había caminado en el territorio de los pensamientos de Tsuzuki, trayéndole confusión y tristeza. Hubo un incómodo silencio por unos momentos, Watari y Hisoka se sentían poco dispuestos a hablar del tema, no sabiendo exactamente qué decir. Habían, por supuesto, invitado a Tatsumi a la fiesta. Tatsumi no estaba ahí.
Tsuzuki miró a uno, y luego al otro de sus amigos. "Supongo que Tatsumi está bastante molesto," dijo suavemente. "¿Cómo está?"
Hisoka y Watari intercambiaron una mirada. Uno de ellos estaba enojado. El otro estaba inseguro. "Uh, está bien, creo," dijo Hisoka finalmente. "Se queda prácticamente todo el día en su oficina, así que..."
"Se está portando como un idiota," dijo Watari disgustado. "Un total y completo idiota."
Tsuzuki parpadeó. "¿Qué quieres decir?, ¿Se encuentra bien?"
Watari encogió los hombros. "No me sorprendería si se causara una ulcera trabajando de más, pero sí, está bien. Está tan bien que ha estado enojándose con todo el mundo últimamente y siendo el secretario del infierno. No que no fuese malvado y aterrador antes, pero en la última semana ha llegado al grado de que si lo vemos llegar, buscamos una excusa para estar en otra parte."
Tsuzuki parpadeó de nuevo. "¿Por qué está siendo Tatsumi extra malvado y aterrador?"
Watari y Hisoka se miraron mutuamente. "Tú eres el empata, muchacho," dijo el científico con un encogimiento en hombros.
Hisoka negó con la cabeza. "Puedo decirles qué emociones está sintiendo Tatsumi-san, no puedo decirles por qué se siente así. ¿Por qué no nos dices tú? Tienes más tiempo conociéndolo."
Watari rió. "Tengo el tiempo suficiente conociendo al maniático del control para saber que si no quiere decirte algo, no lo hará. Además, es fantástico en ocultarle cosas a los demás y es más terco que una mula."
"¿Pero no tienen alguna idea?" preguntó Tsuzuki lastimosamente.
Hisoka parecía pensativo. "Tatsumi-san está-" se refrenó a sí mismo, a punto de decir 'asustado' pero decidió que no serviría decirle eso a Tsuzuki, "-está preocupado por algo. No quiere pensar en eso, así que está tratando de distraerse en el trabajo."
"¿Qué, preocupado porque no dé el balance de las cuentas del departamento este año?" preguntó Watari cínicamente. "Tsuzuki aquí presente hizo estallar el lugar de nuevo - ups, lo siento," dijo rápidamente, viendo la expresión dolida de Tsuzuki.
Hisoka negó con la cabeza. "No, no es eso. Es algo más personal. No me pregunten qué," dijo rápidamente, mirando la expresión de los otros. "No debería estar diciendo cosas sobre las emociones de las otras personas, y además, ya no puedo investigar más porque Tatsumi me descubrió."
Tsuzuki no quitó la vista de su compañero. "¿Puedes decirnos algo para poder ayudarlo? Quizás podamos hablar con él o algo."
"¿Hablar con él?" Watari rió. "Ya lo intenté. Me dirigió la helada mirada de la muerte y me machucó la mano con la puerta."
"Y yo no voy a hablar con él," dijo Hisoka firmemente. "¿Crees que es malo que te descubran hablando de alguien a sus espaldas? Es aún peor que te descubran mirando las emociones de los demás."
"Pero él es amable contigo," objetó Tsuzuki.
"Bueno, no me siento cómodo al respecto."
El cuarto quedó en silencio por unos pocos minutos. Luego Watari miró a Tsuzuki. "Tú ve a hablar con él."
Los ojos de Tsuzuki se volvieron enormes. "¡¿Yo?!" graznó.
"Sí, tú. Sales del hospital mañana, ¿no es cierto? Ve a hablar con él entonces. Tira la puerta si es necesario."
"Pero, pero-" Tsuzuki miró a Hisoka buscando apoyo, pero su compañero meramente cruzó los brazos y levantó una ceja. Tsuzuki se encogió. "Hisokaaaaa."
El joven shinigami permaneció inamovible. "Tú eres su viejo compañero." Por sobre la cabeza de Tsuzuki observó a Watari, ambos compartiendo el mismo pensamiento; si Tsuzuki era el problema de Tatsumi, entonces Tsuzuki tal vez pudiese arreglarlo. "Tienes la mejor oportunidad de todos nosotros de hacerle razonar."
Tsuzuki rió un poco. "No ha venido a visitarme en toda la semana; dudo que quiera hablar conmigo." Su tono de voz era ligero al decirlo, pero Hisoka y Watari notaron que se negaba a mirarlos. "Pero bueno, yo iré a hablar con él. Pero no en el trabajo, detesta eso."
"¿Irás a su departamento, entonces?" preguntó Hisoka.
Tsuzuki se encogió en hombros. "Supongo. Necesito caminar de todas maneras. He estado aquí acostado demasiado tiempo."
"Bueno, mañana te vamos a correr de aquí," dijo Watari. Volteó a ver su reloj. "Voy a dormir un poco. Hisoka-kun, te quedas, ¿cierto?"El joven shinigami asintió. "Bien, regresaré como a las 3 a.m. para relevarte."
Tsuzuki miró a sus amigos. "Ustedes dos se ven tan cansados," dijo suavemente.
El rostro amable de Watari se oscureció. "No comiences de nuevo con el ciclo de la culpa," le advirtió. "De otra manera tendré que golpearte hasta que entres en razón."
Tsuzuki movió sus manos tratando de aplacar a su amigo. "¡No hay necesidad de eso, Watari! Es sólo..." su voz se perdió, mirando sus cobertores, "...no deberían tener que hacer eso."
"Idiota."
Tsuzuki levantó la vista, sorprendido, hacia Hisoka.
"Idiota," repitió el joven shinigami. Tenía los brazos cruzados y sus ojos cuidadosamente mirando hacia la pared. "Queremos hacer esto. De ninguna manera vamos a perderte de nuevo."
"Y no comiences a culparte," dijo Watari. "No es tu culpa. La persona culpable es un doctor enfermo que merece que le disparen. Eso o que le soltemos a Tatsumi." Rió. "No pienso que nadie dure mucho en contra de eso."
Tsuzuki sonrió un poco.
"¿Estarás bien después de mañana?" preguntó suavemente Hisoka.
El shinigami de ojos amatistas asintió, aún sonriendo pero sin mirarlos. Watari rechinó los dientes, viendo fácilmente a través de la sonrisa pero sin deseos de descubrir a su amigo. Maldita sea, Tatsumi, Tsuzuki nos necesita a todos en este momento y tú, ¿qué estas haciendo, ajustando los gastos de nuevo? Demonios.
Hisoka se levantó, recogiendo las cosas de la fiesta y poniéndolas en una caja. "Se está volviendo tarde y aún tenemos que trabajar mañana." Le entregó la caja a Watari y luego se sentó en una silla junto a la cama de nuevo. Tsuzuki los miró aprensivamente. "Trata de dormir. No te preocupes, todavía estamos aquí."
"...Sí."
Intentó dormir, en realidad lo intentó. Pero antes de que muchas horas hubiesen pasado, Tsuzuki se estaba retorciendo y dando vueltas y Hisoka tuvo que moverlo hasta despertarlo. Tsuzuki se abrazó de él por casi todo el resto de la noche con ojos grandes y asustados, preguntándose si algún día sería capaz de dormir tranquilamente de nuevo.
Parte Tres
"Uh, oh."
"¿Qué?"
Watari gruñó algo suavemente al recoger los platos, vasos, cubiertos y bebidas. "Olvidé el pastel."
Hisoka elevó la mirada exasperado, y Tsuzuki entró en pánico. "¡No puedes haber olvidado el pastel!"
Watari movió sus manos rápidamente buscando calmarlo. "¡Está bien, está bien! Seguramente sólo lo dejé en el laboratorio." Se levantó y corrió hacia la puerta. "Dame un segundo; ¡vuelvo enseguida!"
Hisoka suspiró cuando el científico rubio desapareció. Se volvió hacia Tsuzuki, que estaba sentado en la cama con orejas de cachorro caídas y una expresión de dolor, y suspiró de nuevo. "¿En realidad crees que deberías comer pastel mientras aún estás en el hospital?"
Tsuzuki se dirigió a él con una sonrisa inocente y una cola de perrito feliz. "¡Por supuesto! ¡El pastel es la mejor medicina del mundo!" Hisoka lo miró por un momento y la sonrisa de Tsuzuki disminuyó un poco. "Ok, ok, tal vez no - ¡pero de todas maneras es bueno!"
Los ojos verdes giraron a punto de perder la paciencia. Luego miraron a Tsuzuki de arriba abajo. "¿Estás bien?" preguntó Hisoka quedamente.
Tsuzuki le observó confundido por un segundo, y luego sonrió un poco. "Sí. Estoy bien."
Hisoka tenía la sensación de que esa no era del todo verdad. "¿Estás seguro?"
"Sí, estoy seguro. Los shinigami nos recuperamos rápido, ¿recuerdas?" Los ojos de Tsuzuki miraban hacia la cama, notó Hisoka. Los shinigami se curan rápido físicamente, pero estoy preocupado por la parte emocional, Tsuzuki. Me doy cuenta de que estás fingiendo.
Como presintiendo el rumbo de los pensamientos de su compañero, Tsuzuki volvió a hablar. "Estoy bien, en serio, Hisoka. Es el pasado, se acabó, puedo olvidar..." Hisoka no sabía si Tsuzuki trataba de convencerlo a él o sí mismo. "Además," agregó rápidamente, dedicándole al joven shinigami una sonrisa brillante. "Te tengo a ti para cuidarme, ¿no es cierto?"
Avergonzado, Hisoka miró hacia otro lado. "Sólo idiotas hacen preguntas tan estúpidas como esa."
Tsuzuki ya estaba acostumbrado al temperamento de su compañero. "Gracias, Hisoka.," dijo agradecidamente.
Watari escogió ese momento para volver con el pastel. "Yyyyyyyyyyyyyyyyy, como correctamente predije, esta dulce mezcla de los ingredientes más finos que el hombre puede comprar, decorada con rico chocolate, espesa crema y las más jugosas fresas del jardín del Conde, ¡estaba exactamente donde lo había dejado!" anunció triunfante, colocando la pieza en la mesita de al lado en una sorprendente pose. "¡Soy todo un genio!"
Hisoka volvió a girar los ojos mientras su compañero vitoreaba alegremente a Watari y se levantaba para buscar el cuchillo del pastel.
Era la última noche de Tsuzuki en el hospital, así que él, Watari y Hisoka estaban teniendo una pequeña fiesta. Watari había traído el pastel y las bebidas (había querido traer sake, pero el cuerpo de Hisoka era de sólo 16 años y Tsuzuki era técnicamente todavía un paciente del hospital, así que se había conformado con vino sin alcohol), y Hisoka había traído los platos y los cubiertos. Después de comer, Watari y Hisoka entretuvieron a Tsuzuki con varios reportes de los sucesos diarios in JuOhCho. Watari contaba más que Hisoka; el joven shinigami no era muy hablador, así que sólo escuchaba la plática del científico, interrumpiendo algunas veces para hacer un seco comentario propio. El efecto que esto generaba era como un oxidado coche deteniéndose y arrancando continuamente, y era tan entretenido como las historias en sí.
"Entonces, los Gushoushin se acercan a Terazuma reclamándole por los libros que no ha devuelto, y Terazuma retrocedió sin ver a donde iba," dijo Watari. Sus ojos se cerraron detrás de sus lentes. "De lo que no se dio cuenta fue de que Hisoka-kun estaba atrás de él, así que antes de darnos cuenta, se estrelló contra Hisoka-kun y teníamos un león negro rampante suelto." El científico hizo una pausa en su anécdota mientras Tsuzuki se recargaba en las almohadas y se reía. Del otro lado de la cama, Hisoka no estaba para nada entretenido, sentado con los brazos cruzados. "¡Fue muy gracioso, te lo digo! Los Gushoushin volaban hacia todos lados buscando dónde esconderse, Hisoka-kun estaba boqueando como un pez a un lado-"
"No estaba boqueando," dijo Hisoka. "Sólo me quedé parado parpadeando."
"-parpadeando a un lado, Saya y Yuma riéndose como locas hasta que Terazuma se acercó demasiado y empezaron a gritar, mientras yo corría a buscar a Wakaba-chan antes de que algo fuera destruido." Watari sonrió mientras Tsuzuki trataba de formarse una imagen mental en su cabeza. "Por suerte estaba en el cuarto de al lado y le puso el hechizo a Terazuma realmente rápido, así que lo único que tuvimos que hacer fue limpiar lo más rápido posible antes de que Tatsumi llegara a ver qué estaba sucediendo y nos demandara a todos por daños."
Tsuzuki rió de nuevo, y Watari y Hisoka casi podían ver las figuras de sus colegas caminado por la mente de su amigo que sonreía al imaginarse la historia. Pero luego la sonrisa disminuyó y desapareció, y ambos supieron que una persona había caminado en el territorio de los pensamientos de Tsuzuki, trayéndole confusión y tristeza. Hubo un incómodo silencio por unos momentos, Watari y Hisoka se sentían poco dispuestos a hablar del tema, no sabiendo exactamente qué decir. Habían, por supuesto, invitado a Tatsumi a la fiesta. Tatsumi no estaba ahí.
Tsuzuki miró a uno, y luego al otro de sus amigos. "Supongo que Tatsumi está bastante molesto," dijo suavemente. "¿Cómo está?"
Hisoka y Watari intercambiaron una mirada. Uno de ellos estaba enojado. El otro estaba inseguro. "Uh, está bien, creo," dijo Hisoka finalmente. "Se queda prácticamente todo el día en su oficina, así que..."
"Se está portando como un idiota," dijo Watari disgustado. "Un total y completo idiota."
Tsuzuki parpadeó. "¿Qué quieres decir?, ¿Se encuentra bien?"
Watari encogió los hombros. "No me sorprendería si se causara una ulcera trabajando de más, pero sí, está bien. Está tan bien que ha estado enojándose con todo el mundo últimamente y siendo el secretario del infierno. No que no fuese malvado y aterrador antes, pero en la última semana ha llegado al grado de que si lo vemos llegar, buscamos una excusa para estar en otra parte."
Tsuzuki parpadeó de nuevo. "¿Por qué está siendo Tatsumi extra malvado y aterrador?"
Watari y Hisoka se miraron mutuamente. "Tú eres el empata, muchacho," dijo el científico con un encogimiento en hombros.
Hisoka negó con la cabeza. "Puedo decirles qué emociones está sintiendo Tatsumi-san, no puedo decirles por qué se siente así. ¿Por qué no nos dices tú? Tienes más tiempo conociéndolo."
Watari rió. "Tengo el tiempo suficiente conociendo al maniático del control para saber que si no quiere decirte algo, no lo hará. Además, es fantástico en ocultarle cosas a los demás y es más terco que una mula."
"¿Pero no tienen alguna idea?" preguntó Tsuzuki lastimosamente.
Hisoka parecía pensativo. "Tatsumi-san está-" se refrenó a sí mismo, a punto de decir 'asustado' pero decidió que no serviría decirle eso a Tsuzuki, "-está preocupado por algo. No quiere pensar en eso, así que está tratando de distraerse en el trabajo."
"¿Qué, preocupado porque no dé el balance de las cuentas del departamento este año?" preguntó Watari cínicamente. "Tsuzuki aquí presente hizo estallar el lugar de nuevo - ups, lo siento," dijo rápidamente, viendo la expresión dolida de Tsuzuki.
Hisoka negó con la cabeza. "No, no es eso. Es algo más personal. No me pregunten qué," dijo rápidamente, mirando la expresión de los otros. "No debería estar diciendo cosas sobre las emociones de las otras personas, y además, ya no puedo investigar más porque Tatsumi me descubrió."
Tsuzuki no quitó la vista de su compañero. "¿Puedes decirnos algo para poder ayudarlo? Quizás podamos hablar con él o algo."
"¿Hablar con él?" Watari rió. "Ya lo intenté. Me dirigió la helada mirada de la muerte y me machucó la mano con la puerta."
"Y yo no voy a hablar con él," dijo Hisoka firmemente. "¿Crees que es malo que te descubran hablando de alguien a sus espaldas? Es aún peor que te descubran mirando las emociones de los demás."
"Pero él es amable contigo," objetó Tsuzuki.
"Bueno, no me siento cómodo al respecto."
El cuarto quedó en silencio por unos pocos minutos. Luego Watari miró a Tsuzuki. "Tú ve a hablar con él."
Los ojos de Tsuzuki se volvieron enormes. "¡¿Yo?!" graznó.
"Sí, tú. Sales del hospital mañana, ¿no es cierto? Ve a hablar con él entonces. Tira la puerta si es necesario."
"Pero, pero-" Tsuzuki miró a Hisoka buscando apoyo, pero su compañero meramente cruzó los brazos y levantó una ceja. Tsuzuki se encogió. "Hisokaaaaa."
El joven shinigami permaneció inamovible. "Tú eres su viejo compañero." Por sobre la cabeza de Tsuzuki observó a Watari, ambos compartiendo el mismo pensamiento; si Tsuzuki era el problema de Tatsumi, entonces Tsuzuki tal vez pudiese arreglarlo. "Tienes la mejor oportunidad de todos nosotros de hacerle razonar."
Tsuzuki rió un poco. "No ha venido a visitarme en toda la semana; dudo que quiera hablar conmigo." Su tono de voz era ligero al decirlo, pero Hisoka y Watari notaron que se negaba a mirarlos. "Pero bueno, yo iré a hablar con él. Pero no en el trabajo, detesta eso."
"¿Irás a su departamento, entonces?" preguntó Hisoka.
Tsuzuki se encogió en hombros. "Supongo. Necesito caminar de todas maneras. He estado aquí acostado demasiado tiempo."
"Bueno, mañana te vamos a correr de aquí," dijo Watari. Volteó a ver su reloj. "Voy a dormir un poco. Hisoka-kun, te quedas, ¿cierto?"El joven shinigami asintió. "Bien, regresaré como a las 3 a.m. para relevarte."
Tsuzuki miró a sus amigos. "Ustedes dos se ven tan cansados," dijo suavemente.
El rostro amable de Watari se oscureció. "No comiences de nuevo con el ciclo de la culpa," le advirtió. "De otra manera tendré que golpearte hasta que entres en razón."
Tsuzuki movió sus manos tratando de aplacar a su amigo. "¡No hay necesidad de eso, Watari! Es sólo..." su voz se perdió, mirando sus cobertores, "...no deberían tener que hacer eso."
"Idiota."
Tsuzuki levantó la vista, sorprendido, hacia Hisoka.
"Idiota," repitió el joven shinigami. Tenía los brazos cruzados y sus ojos cuidadosamente mirando hacia la pared. "Queremos hacer esto. De ninguna manera vamos a perderte de nuevo."
"Y no comiences a culparte," dijo Watari. "No es tu culpa. La persona culpable es un doctor enfermo que merece que le disparen. Eso o que le soltemos a Tatsumi." Rió. "No pienso que nadie dure mucho en contra de eso."
Tsuzuki sonrió un poco.
"¿Estarás bien después de mañana?" preguntó suavemente Hisoka.
El shinigami de ojos amatistas asintió, aún sonriendo pero sin mirarlos. Watari rechinó los dientes, viendo fácilmente a través de la sonrisa pero sin deseos de descubrir a su amigo. Maldita sea, Tatsumi, Tsuzuki nos necesita a todos en este momento y tú, ¿qué estas haciendo, ajustando los gastos de nuevo? Demonios.
Hisoka se levantó, recogiendo las cosas de la fiesta y poniéndolas en una caja. "Se está volviendo tarde y aún tenemos que trabajar mañana." Le entregó la caja a Watari y luego se sentó en una silla junto a la cama de nuevo. Tsuzuki los miró aprensivamente. "Trata de dormir. No te preocupes, todavía estamos aquí."
"...Sí."
Intentó dormir, en realidad lo intentó. Pero antes de que muchas horas hubiesen pasado, Tsuzuki se estaba retorciendo y dando vueltas y Hisoka tuvo que moverlo hasta despertarlo. Tsuzuki se abrazó de él por casi todo el resto de la noche con ojos grandes y asustados, preguntándose si algún día sería capaz de dormir tranquilamente de nuevo.
